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miércoles, 13 de julio de 2016

Jun 16_16 Los errores en los que habéis vivido toda vuestra vida, han causado asco en el Cielo.

Rosario vespertino


Temas: 

  • Manteneos en paz y, así, vosotros podréis manejar muy bien vuestro discernimiento y la Sabiduría que Mi Santo Espíritu acrecentará en vosotros, para que podáis guiar a muchos de vuestros hermanos.
  • Mucha humildad deberéis vivir, estad siempre conscientes en que, sin Mí, sois nada, obraréis todo esto que os he dicho, porque, Yo, estaré trabajando en vosotros, pero si dejáis entrar soberbia en vuestro ser, perderéis todo y Me perderéis a Mí, vuestro Dios.
  • De esto y de muchas otras cosas os daréis cuenta cuando venga la iluminación de vuestras conciencias, de cómo habéis desperdiciado el tiempo del Cielo en la Tierra. Ciertamente, lloraréis vuestros errores y se os dará una oportunidad más, para que os mejoréis, pero ¿realmente aprovecharéis esta otra oportunidad para mejoraros?
  • ¡Tenéis tanto qué hacer por Mí, en la Tierra, mientras tengáis vida!, ayudadMe, Mis pequeños y alcanzadMe la salvación de tantos hermanos vuestros como podáis. Ciertamente, os haré conocer el valor de vuestra existencia y el gusto que Me estáis dando al trabajar para Mí, vuestro Dios.
  • Cuando se vive en estado de Gracia, vuestras potencias espirituales están abiertas, no hay nada que impida que Mi Santo Espíritu trabaje en vosotros, que  os explique muchas cosas que no conocéis, que os enseñe cosas que verdaderamente conocían vuestros Primeros Padres, pero que se perdieron por el Pecado Original.




Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V. 


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Manteneos en paz y, así, vosotros podréis manejar muy bien vuestro discernimiento y la Sabiduría que Mi Santo Espíritu acrecentará en vosotros, para que podáis guiar a muchos de vuestros  hermanos.

A vosotros, Mis pequeños, los que he escogido para ser Luz en estos tiempos, cuando todo empiece a darse, cuando los acontecimientos os anuncien que os estoy llevando ya a la Purificación, os he dicho que vuestro signo determinante ante vuestros hermanos va a ser la Paz que emanaréis hacia ellos.

En estos momentos, vosotros elucubráis mucho de cómo sucederá todo lo que os he anunciado y, os vuelvo a repetir, que no os imagináis, siquiera, de cómo va a ser esta Purificación de toda la humanidad.

Vosotros, los que estáis Conmigo, los que habéis sido evangelizados, ya por años, Mi Santo Espíritu os irá moviendo, os irá indicando qué hacer.

Manteneos en paz y, así, vosotros podréis manejar muy bien vuestro discernimiento y la Sabiduría que Mi Santo Espíritu acrecentará en vosotros, para que podáis guiar a muchos de vuestros  hermanos.

El estar en paz, va a hacer que vosotros podáis ayudar a vuestros hermanos a que se tranquilicen. El estar en paz, va a ser un signo inequívoco de que Yo estoy con vosotros. El estar en paz va a ayudar a muchos de vuestros hermanos a que entiendan que Yo Existo, que Yo Vivo en vuestro corazón, que Yo voy a estar guiando los acontecimientos y que ellos deben también mantener una posición tranquila, de paz, además, seguros de que Yo, vuestro Dios, estoy manejando estos acontecimientos para vuestro bien y, por eso, os debe llevar a vosotros a la seguridad de que todo va a salir bien, a pesar de que, quizá, no os podáis explicar los acontecimientos que estaréis viviendo, pero, si confiados estáis en Mí, no os deberéis preocupar en lo absoluto, ni perder la paz. Que, ciertamente, muchos de vuestros hermanos estarán observando, y preguntándose por qué vosotros estáis con ésa paz, mientras que ellos, no saben qué hacer.

Vosotros, los que habéis sido escogidos de tiempo atrás y que habéis seguido toda la Evangelización que os he dado, daréis un gran ejemplo ante vuestros hermanos en muchos lugares del Mundo, por no decir todos. Uniréis a las muchedumbres; ayudaréis a bien morir a muchos, que heridos estarán por las catástrofes naturales; ayudaréis a otros a que perseveren y sigan adelante.

Dejaos mover, pues, por Mi Santo Espíritu, para que vosotros os deis cuenta que estáis siendo guiados por caminos seguros y hacia un Bien necesario para vuestra alma pero, a la vez, con la Sabiduría que estaréis recibiendo de Él, ayudaréis a vuestros hermanos a que abran su corazón a Mi Amor, a que se dejen, también, guiar y que puedan ver un camino nuevo, seguro y santo, como nunca antes habían imaginado poder ver.

Vosotros gozaréis lo que haréis en ésos momentos, porque es cuando viviréis palpablemente Mis Enseñanzas que os di por años. Gozaréis en servirMe en ésos tiempos, muchas cosas bellas y santas podréis hacer y, aún, milagros, entre vuestros hermanos.

No claudiquéis, Mis pequeños, porque si se os cierra una puerta, cinco o diez más se os abrirán, Yo estoy con vosotros y os estaré cuidando para que no erréis ni caigáis. A pesar de que satanás os quiera hacer caer, no lo logrará.

Os Bendigo, Mis pequeños y en ningún momento Me he de apartar de vosotros y así lo espero también, de vosotros mismos. Quiero que os mantengáis en todo momento junto a Mí, para que caminemos juntos, ya desde ahora y por toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños. 


Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mucha humildad deberéis vivir, estad siempre conscientes en que, sin Mí, sois nada, obraréis todo esto que os he dicho, porque, Yo, estaré trabajando en vosotros, pero si dejáis entrar soberbia en vuestro ser, perderéis todo y Me perderéis a Mí, vuestro Dios.

Vosotros habéis sido preparados para ayudar a vuestros hermanos, Mi Santo Espíritu os dará las palabras, os dará el trato bello, con el que vosotros llegaréis al corazón de vuestros hermanos para que cambien. Ayudad a todos, no os preguntéis si lo que dijisteis les habrá ayudado o no, lo que salga de vuestros labios irá impregnado de Mi Santo Espíritu y dejará una Luz interior, que si hay un ambiente benigno, se aumentará en ésa alma y le ayudará a que regrese a Mí.

Vosotros, sois instrumentos y seréis tomados por Mi Santo Espíritu, que ya habita entre vosotros. No preparéis nada, como dice en la Sagradas Escrituras, vosotros iréis a donde Yo os lleve, y las palabras que saldrán de vuestros labios, serán las Nuestras, las de Nuestra Santísima Trinidad.

Vuestra tarea es llevar Nuestra Palabra y Nuestra Presencia, a todos los lugares a donde queremos que vosotros vayáis. Ya os había dicho, Yo, vuestro Hermano Jesucristo, vuestro Dios, vuestro Salvador, que no iba a bajar a Evangelizar en estos momentos, porque vosotros sois Mis evangelizadores, vosotros sois Mis apóstoles de estos tiempos y Yo estaré en vosotros.

En un principio, os asombraréis de las palabras que saldrán de vuestros labios, ciertamente, os daréis cuenta que no son vuestras palabras, que no son vuestros pensamientos, que no es vuestra forma de ser y así, os iréis dando cuenta de que Soy Yo, vuestro Dios, el que estaré moviendo corazones a través de vosotros. ¿No se os hace esto una tarea bellísima?, pero, sobre todo, el que Yo os haya tomado como Mis instrumentos. Para vosotros, deberá ser como una Gracia muy grande y, de hecho es, porque el que hayáis sido escogidos por vuestro Dios, el Creador del Universo, vuestro Salvador, vuestro Guía, en Mi Santo Espíritu. Esto os debe llevar a una alegría santa, inimaginable, saber que sois pocos los escogidos para esta misión y que fuisteis preparados por años, para servir a vuestro Dios y Creador. 

Esto os debe de llenar de gran alegría, os repito, pero, también, deberéis actuar con gran humildad, porque si entra en vosotros la soberbia, porque, ciertamente, haréis grandes cosas a los ojos de vuestros hermanos, si vosotros os apropiáis en algún momento de las palabras que salgan de vuestros labios o de los milagros que podáis hacer o de todo lo extraordinario que pueda salir de vosotros, que sois instrumentos Celestiales, si os apropiáis de ello y caéis en soberbia, podréis echar a perder Mi Obra en vosotros y desperdiciaréis años de guía espiritual, cayendo a la soberbia a donde os puede llevar satanás. 

Mucha humildad deberéis vivir, estad siempre conscientes en que, sin Mí, sois nada, obraréis todo esto que os he dicho, porque, Yo, estaré trabajando en vosotros, pero si dejáis entrar soberbia en vuestro ser, perderéis todo y Me perderéis a Mí, vuestro Dios.

Tened cuidado, Mis pequeños, manteneos siempre sencillos, humildes y donados totalmente a la causa por la que fuisteis enviados a la Tierra, que es la salvación de las almas y llevar Mi Amor a los hombres. 
Gracias, Mis pequeños.


Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: De esto y de muchas otras cosas os daréis cuenta cuando venga la iluminación de vuestras conciencias, de cómo habéis desperdiciado el tiempo del Cielo en la Tierra. Ciertamente, lloraréis vuestros errores y se os dará una oportunidad más, para que os mejoréis, pero ¿realmente aprovecharéis esta otra oportunidad para mejoraros?

Hijitos Míos, empezad a gozar, ya desde ahora, los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas que os daré. A vuestros ojos humanos, a vuestro entendimiento pequeño, se os va a hacer extraordinario y, de hecho, lo es, el vivir como se vive en el Cielo, que es lo opuesto de lo que estáis viviendo ahora.

Satanás os fue llevando poco a poco, a ir destruyendo Mi Obra en vosotros. A vosotros se os ha hecho natural, vivir en la maldad de satanás todos los días y, de repente, cuando Yo os dé, a los que os habéis ganado ésas Tierras Nuevas que viviréis, no entenderéis, si no sois preparados antes por Mi Santo Espíritu, el cómo es posible que no os dierais cuenta en los errores que vivíais todos los días.

Os digo, nuevamente, satanás os fue llevando a una degradación espiritual y aún humana, que habéis vivido como algo normal en vuestra existencia, cuando, realmente, estáis viviendo cosas abominables a Mis Ojos. 

Cuando vosotros tengáis la experiencia de la iluminación de vuestras conciencias, empezará el cambio fuerte de vuestra vida. Os enseñaré, ahí, lo que debisteis haber vivido, cómo os debisteis de haber comportado, primeramente, Conmigo, en Mi Santísima Trinidad; cómo debisteis haber respetado a Mi Hija, la Siempre Virgen María, al Señor San José, a los Santos Ángeles; cómo convivir con el Cielo, con los Santos. Os daréis cuenta cómo desperdiciasteis vuestro tiempo, tiempo de vida que Me pertenece, porque Yo os di el don de la vida y vosotros desperdiciasteis tantas oportunidades para vuestra perfección y para el bien de vuestros hermanos, ayudándoles en su crecimiento espiritual. Lloraréis todo lo que hicisteis. Si, realmente, en vuestro corazón hay arrepentimiento y el reconocimiento de vuestros errores, ésta iluminación de vuestras conciencias, os darán la pauta de cómo os deberéis ir mejorando, porque el error o los errores en los que habéis vivido toda vuestra vida, han causado asco en el Cielo y, perdón que lo diga así, Mis pequeños, pero vuestra forma de actuar, día a día, viviendo en vicios, en maldad, en la podredumbre, no puede causar otra cosa que eso, Mis pequeños, y os daréis cuenta de ello cuando Yo os deje ver cómo se vive en el Reino de los Cielos.

No vivís en la Bondad, en las Virtudes, en el Amor, en el cuidado de unos para con los otros, en el recrearse en todo momento en las Palabras que Yo os dejé en las Sagradas Escrituras, en los Ejemplos, en la Vida que os dejó Mi Hijo en Su paso por la Tierra.

Ahora no gozáis los momentos de la Vida de Mi Hijo, que Se dio por vosotros, por vuestra salvación. Hay tantas Delicias, tanta Sabiduría, tanto Amor en lo que os heMos dejado en las Sagradas Escrituras y vosotros, ni siquiera abrís el Libro, para tomar de él, la Sabiduría Celestial que se os ha dejado. No os tomáis el tiempo, cuando menos, de leer algún pasaje todos los días y meditarlo. Mi Santo Espíritu, os ilumina, cada vez que lo abrís con el deseo de perfeccionaros. En el mejor de los casos, le tenéis un lugar reservado al Libro, a las Sagradas Escrituras, a la Santa Biblia, en vuestro hogar, pero ahí está, en un lugar muy importante en vuestro hogar, pero, solo, sin abrirlo, sin tomar de él la riqueza espiritual que, desde el Cielo, os heMos enviado.

Tenéis tanto qué aprender, creéis que sabéis mucho, pero os he dicho que estáis en párvulos y que sois malos estudiantes. Os conformáis con tan poco, no queréis ser de los mejores estudiantes; no queréis ser de Mis mejores hijos, que hayáis leído las Sagradas Escrituras y que lo toméis como un Libro de consulta continua, para sacar de él, su gran Sabiduría, Sabiduría Divina que he puesto en la Sagrada Biblia.

De esto y de muchas otras cosas os daréis cuenta cuando venga la iluminación de vuestras conciencias, de cómo habéis desperdiciado el tiempo del Cielo en la Tierra. Ciertamente, lloraréis vuestros errores y se os dará una oportunidad más, para que os mejoréis, pero ¿realmente aprovecharéis esta otra oportunidad para mejoraros?
Gracias, Mis pequeños.


Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¡Tenéis tanto qué hacer por Mí, en la Tierra, mientras tengáis vida!, ayudadMe, Mis pequeños y alcanzadMe la salvación de tantos hermanos vuestros como podáis. Ciertamente, os haré conocer el valor de vuestra existencia y el gusto que Me estáis dando al trabajar para Mí, vuestro Dios.

Imaginad, Mis pequeños, por un momento, que vosotros entráis a un cuarto y hay muchos estantes con infinidad de regalos, de cosas bellas y que podéis tomar lo que queráis; luego, abriendo otra puerta, hay una escalera vertical con muchos escalones, ciertamente, se ve pesado el subir pero ésta os llevará a un gran salón, con muchos más regalos y sorpresas pero, por flojera, no subís esa escalera con tantos escalones porque no os queréis cansar, no queréis hacer un esfuerzo mayor y os conformáis con lo que veis en el primer cuarto, así estáis la gran mayoría de vosotros.

Ciertamente, cada uno de vosotros baja a la Tierra con dones que Yo os doy, para que llevéis a cabo vuestra misión en la Tierra. Os he pedido tanto que os perfeccionéis, porque Soy vuestro Padre y a Mí Me gusta la perfección, pero, ciertamente, tenéis que trabajar mucho y, especialmente, contra vosotros mismos. Como os he explicado antes, os debéis negar, debéis ir quitando toda maldad, vicios, todo aquello negativo que no os deja crecer, pero ¡no! os da flojera eliminar lo que traéis y que ya os habéis acostumbrado a vuestra parte negativa y vivís en la mediocridad.

Ciertamente, a ratos hacéis cosas buenas, pero a ratos también hacéis cosas malas, no sois constantes en lo bueno y desperdiciáis mucho las cualidades que Yo os he dado, porque no os queréis perfeccionar.

Ésas escaleras verticales, altas, de muchos escalones, el solo pensar en ellas, os da flojera. 

Ciertamente, será pesada la subida, pero pocos son los que toman el riesgo, y el premio, ciertamente, estará allá arriba esperándoos y, así, es a lo largo de vuestra existencia. Los mejores regalos, la mejor vida espiritual, la obtienen aquellas almas valientes, intrépidas, sabias, inteligentes que saben sacarles provecho a los dones que Yo os he dado.

Cada uno de vosotros tenéis un potencial muy grande, todos vosotros podéis llegar a la perfección y decir perfección es poder alcanzar capacidades espirituales y aún físicas extraordinarias, pero os da flojera trabajar en ello.

¡Cuánto desperdicio de dones!, y luego, Me echáis la culpa a Mí, vuestro Dios de que no avanzáis, que no podéis hacer muchas cosas, porque os faltan capacidades o porque los otros sí tienen y vosotros no, cuando os estoy diciendo que todos vosotros podéis llegar a grados altísimos en vuestras capacidades espirituales y aún físicas.

También os he dicho que vosotros deis el primer paso y Yo os ayudaré con el resto de vuestro esfuerzo, pero, cuánto, ¡cuánto trabajo os causa dar el primer paso! Ponéis tantos pretextos para dar un primer paso y no os dais cuenta que, aún, ése primer paso recibirá ayuda de Mi parte y, cuando empecéis a dar los demás pasos, todo se irá aliviando, no será ya pesada la carga, iréis mejorando, sin tanto sufrimiento, porque Yo estaré con vosotros.

Siempre, el triunfo, en cualquier cosa que vosotros queráis lograr, exigirá un esfuerzo, un primer esfuerzo, el resto es más fácil, pero son pocas, muy pocas las almas que se vencen a sí mismas y que llevan a cabo ése primer esfuerzo.

El éxito es para los triunfadores, para los que saben trabajar, para los que saben vencerse a sí mismos, para los que realmente quieren ser Mis hijos. 

Ved la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, Sus Sufrimientos, Dolores, persecuciones, aunque sí tenía momentos también bellos, todo lo hizo por vosotros, se venció a Sí Mismo, o sea, aceptó Mis Órdenes de Padre, para vuestra ayuda, para que os pudiera abrir nuevamente las Puertas del Cielo. Aceptó, en obediencia, lo que Yo Le pedí y llegó el Triunfo y vosotros estáis gozando Su Triunfo, pero Le dolió mucho y ¿cuándo, realmente, Le habéis dado las gracias a Mi Hijo por lo que hizo por vosotros? ¿Cuántas veces Lo habéis acompañado en Sus momentos de Dolor, en Sus momentos de cansancio?, o ¿cuántas veces Lo habéis acompañado, en Sus momentos de Oración en donde platicaba Conmigo?, que Me pedía Fortaleza para seguir adelante, porque la lucha era tremenda, ya que satanás se había apropiado de una gran cantidad de almas.

A vosotros os ha tocado ser Luz, en estos momentos de obscuridad. Sois Luz y Guía para tantas almas que van caminando por el Mundo que se tropiezan y caen muy seguido, porque no hay una Luz, una guía, que las lleve por caminos seguros y que las traiga a Mi Presencia. Sois ésa Luz, Mis pequeños, traedMe almas, llevadlas por un camino seguro. Guiadlas para que Me conozcan, convenced a aquellas almas que están caminando en el error, que le han abierto su mente y su corazón a satanás.

¡Tenéis tanto qué hacer por Mí, en la Tierra, mientras tengáis vida!, ayudadMe, Mis pequeños y alcanzadMe la salvación de tantos hermanos vuestros como podáis. Ciertamente, os haré conocer el valor de vuestra existencia y el gusto que Me estáis dando al trabajar para Mí, vuestro Dios.

Ahora no lo entendéis ni lo valoráis como realmente es, pero, cuando os deis cuenta de la tarea que Yo os permití tener, lo gozaréis inmensamente. 

En cierta forma, ahora no permito que conozcáis plenamente el valor de vuestra misión, para que no caigáis en soberbia, pero, vuestra tarea, en estos momentos de cambio, de lucha, es grandísima. Es bellísima vuestra misión, un alma, vale muchísimo, seguid adelante, dejaos llevar por Mí, Soy vuestro Dios y estáis llamados a hacer grandes cosas para el Reino de los Cielos, no os desaniméis, Mis pequeños, grandes cosas os esperan. 
Gracias, Mis pequeños.


Quinto MisterioHabla  Dios Padre.
Sobre: Cuando se vive en estado de Gracia, vuestras potencias espirituales están abiertas, no hay nada que impida que Mi Santo Espíritu trabaje en vosotros, que  os explique muchas cosas que no conocéis, que os enseñe cosas que verdaderamente conocían vuestros Primeros Padres, pero que se perdieron por el Pecado Original.

Hijitos Míos, muchos de vuestros hermanos se preguntan, cómo es posible que algunos puedan entender las Palabras que os digo y otros no. Leen exactamente lo mismo, pero su entendimiento es diferente y, os he dicho que, cuando se vive en estado de Gracia, vuestras potencias espirituales están abiertas, no hay nada que impida que Mi Santo Espíritu trabaje en vosotros, que os explique muchas cosas que no conocéis, que os enseñe cosas que verdaderamente conocían vuestros Primeros Padres, pero que se perdieron por el Pecado Original.

Las almas, cuando no están en estado de Gracia, es como si tuvieran un velo delante de sus ojos, un velo que no permite que su mente entienda todo, un velo que impide que escuchéis muchas cosas que hay a vuestro alrededor, que os pueden hacer crecer en todos sentidos, pero al tener ése impedimento con que el pecado os limita, no crecéis ni entendéis Mis Misterios, Mi Sabiduría y no aprovecháis plenamente Mi Amor.

Muchos de vosotros os enojáis Conmigo porque os sentís tontos, al no entender pasajes de las Sagradas Escrituras o el Conocimiento que estoy dando en estos tiempos para que os preparéis ante los acontecimientos que ya están sobre vosotros, pero, no es Mi culpa, Mis pequeños, que no entendáis.

Os vuelvo a repetir, es vuestra vida en pecado lo que impide que entendáis lo que Yo os quiero dar, y que Me interesa, a Mí, mucho que lo tengáis, pero os he dicho que vosotros sois libres. Vosotros, os podéis mantener en estado de Gracia y, el estado de Gracia, es como una llave que abre todas vuestras capacidades, físicas y espirituales, para todos los regalos que Yo os quiero dar; pero, si vosotros preferís vivir en el mal, vivir en el error, Yo no os puedo forzar.

¿Queréis escuchar a satanás en lugar de escucharMe a Mí?, Yo Me hago a un lado y os dejo con el enemigo. Si queréis estar plenamente Conmigo, no Me invitéis a vuestro corazón cuando esté sucio, con pecados graves y la presencia del enemigo esté ahí, en vuestro corazón.

Si vais a invitarMe a entrar en vuestro corazón, hacedlo, pero debéis estar limpios, y satanás no debe estar presente en vuestro corazón, en ningún momento.
Gracias, Mis pequeños.

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