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martes, 6 de octubre de 2015

Sep 11_15 Vosotros sois los reyes de la Creación, porque el Creador Vive en vosotros.

Sep 11_15 Vosotros sois los reyes de la Creación, porque el Creador Vive en vosotros.ImprimirE-Mail
Rosario Vespertino.


Temas:

  • La Tierra recibió a su Creador, la Tierra recibió educación Divina, la Tierra vivió los Milagros de su Redentor, la Tierra fue purificada con la Sangre de su Dios, ¿qué más podría pedir una persona, una creatura, una creación?
  • Estoy en estos tiempos, Mis pequeños, escogida por Nuestro Padre Dios, para ayudar a las almas buenas, a las almas que buscan su santidad, a estrecharse mutuamente, con la ayuda de Mi Hijo, e iniciar un Nuevo Mundo, con discípulos de Mi Hijo, de Mi Dios.
  • Cuando un alma está Conmigo, pase lo que pase, la alegría y la paz siempre estarán con ellos y os lo pido, Mis pequeños, en estos tiempos, que pase lo que pase, lo aceptéis como regalo de Dios, porque nada sucede por casualidad y sin permiso de nuestra Santísima Trinidad.



Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.



Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: La Tierra recibió a su Creador, la Tierra recibió educación Divina, la Tierra vivió los Milagros de su Redentor, la Tierra fue purificada con la Sangre de su Dios, ¿qué más podría pedir una persona, una creatura, una creación?
Hijitos Míos, estoy en la Cruz, estoy clavado en la Cruz, sufro, y no solamente por los dolores en el cuerpo, sufro, por vuestros pecados, pero, también, Me da alegría ver como Mi Sufrimiento, no fue en vano. Veo las almas buenas alrededor del mundo, almas buenas que van a creer en Mí, almas buenas que van a luchar y hasta dar su vida por defender lo que Yo os estoy dando hasta este momento, hasta Mi última Gota de Sangre, Mi Muerte, pero también Mi Resurrección. Estas almas buenas Me dan mucha alegría, a pesar de este dolor tan grande que tantas y tantas almas, en verdad, Me están causando y Me causarán.

Es mucho el Dolor, y mucha la alegría, es Mi Vida, Mi Vida por vosotros. Cuando lleguéis al Reino de los Cielos, entenderéis lo que esto significa, que todo un Dios, Yo vuestro Hermano, Cristo Jesús, Me dé por vosotros.

Vosotros, en la Tierra, apreciáis la amistad de un amigo, apreciáis mucho, cuando ese amigo os ayuda con detalles grandes y bellos. Se da en lo económico, se da hasta en su persona por ayudaros, defendiéndoos frente a un ataque; tantas y tantas formas en las que responde un amigo, y vosotros apreciáis mucho esa amistad. Habéis menospreciado Mi Donación como Dios, hacia vosotros, Yo Soy más que el mejor amigo que tengáis en la Tierra; sobrepaso sus cuidados, su respuesta en todo lo que haya hecho en vuestra vida.

Soy vuestro Dios y os conozco desde antes de que bajarais a la Tierra. Me di por cada uno de vosotros. He gozado vuestros momentos bellos, He sufrido cuando habéis sufrido dolores físicos, morales, espirituales, pero así como las alegrías en Mi Ser son inmensas, infinitas porque Soy el Infinito, también Mis Dolores, los que Me causáis, son Dolores inmensos, infinitos. Os agradezco Mis pequeños, los que estáis Conmigo, las alegrías que Me dais, porque sigo sufriendo aquí en la Cruz por vosotros.

Vosotros estáis pensando en Mí, y eso aminora los Dolores de Mi Sufrimiento, de Mi Donación y, sobretodo, los ataques tan fuertes de los escribas y fariseos que querían terminar con Mi Vida a toda costa.

Sí, ciertamente, todavía hay escribas y fariseos entre vosotros, y no Me refiero exclusivamente a los del pueblo judío, sino de todos los pueblos que Me quieren borrar, nuevamente, de la faz de la Tierra. Os gusta hacer vuestra voluntad y Me hacéis a un lado, os creéis sabios y perfectos y no es así. Queréis hacer vuestra propia vida y os dejáis guiar, en vuestro libre albedrio, por la ley humana, pero sin virtudes, sin valores, simplemente lo que vuestro instinto os marque. No os dais cuenta que tenéis un alma, que El Espíritu Santo habita en vosotros, que no podéis ser animales, sois Mis hermanos, sois creaturas de Dios, vuestra dignidad es inmensamente más alta que la de cualquier animal, no os podéis dejar llevar solamente por vuestros instintos.

Tenéis un alma que debe tender a Mí y debe moderar vuestros actos. Ciertamente tenéis instintos, pero también tenéis virtudes, que eso no lo tienen los animales, ni otras creaturas creadas. Vosotros sois los reyes de la Creación, porque el Creador Vive en vosotros.

Yo Me he dado por vosotros, para levantaros nuevamente a esa dignidad en la que fuisteis creados. Ciertamente el Pecado Original os llevó a niveles bajísimos y esto es para que os deis cuenta hasta dónde puede caer un alma, cuando se aparta de Nosotros, de Nuestra Santísima Trinidad.

Ciertamente os animalizáis, cuando dais la espalda a Nuestra Gracia, a Nuestro Bien. Vuestra dignidad es muy grande y debéis respetarla, la debéis buscar, os debéis dejar guiar por Nuestra Gracia, por Nuestra Presencia en vosotros y con ella os debéis santificar. Un animal no puede hacer nada de esto, la santidad es solamente para el hombre, dejaos guiar plenamente por Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, porque siempre, os dareMos lo mejor y, sobre todo, os dareMos los dones que nadie os puede dar, dones que solamente Nosotros los podemos crear y regalar a cada uno de vosotros.

Esto, le da mucha envidia a satanás, perdió todo con su traición, y en forma similar, llevó a vuestros Primeros Padres, a que se apartaran de Mí. Cortaron la Savia Divina que los alimentaba, satanás hizo lo mismo y por envidia, él los llevo hacia la separación de Mí.

Actualmente, Mis pequeños, vosotros ya tenéis una Evangelización de un poco más de 2000 años, una Evangelización Divina. Cuando nacisteis ya había Luz en el Mundo, Mi Luz Divina, que se debió haber transmitido de generación en generación, desde que llegué a la Tierra a daros esta Vida Divina, para que hicierais de vuestro Mundo, un Cielo, pero satanás os siguió atacando y preferisteis manteneros en el mal. Preferisteis seguir viviendo bajo vuestros instintos animales, e hicisteis a un lado la dignidad Divina, una dignidad que tiene vuestra alma y que debe estar perfectamente conectada a Mí, vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad. Habéis desperdiciado oportunidades inmensas, infinitas; vuestro mundo está en decadencia, cuando debiera ser ya una joya que iluminara los cielos del universo.

La Tierra recibió a su Creador, la Tierra recibió educación Divina, la Tierra vivió los Milagros de su Redentor, la Tierra fue purificada con la Sangre de su Dios, ¿qué más podría pedir una persona, una creatura, una creación?

Yo Soy El Todo, Soy vuestro Dios y la Tierra fue escogida para algo grande. Teníais ya la Luz para que el Universo entero volteara a veros y la desperdiciasteis. Tuvisteis la Luz y preferisteis las tinieblas, por eso os repito, estoy aquí en la Cruz, viendo la obscuridad a donde la gran mayoría de vosotros, habitantes de la Tierra, habéis llevado Mi Gracia, Mis Enseñanzas, Mi Presencia, porque preferisteis al que es toda maldad, odio, desamor, guerra, destrucción y Me duele, Me duele mucho que la gran mayoría os dejéis guiar por el que os quiere destruir, y aquí Me tenéis, abandonado, en la Cruz, sufriendo por vosotros, llamándoos nuevamente a que regreséis a Mí.

Me ofrezco día a día, en las Misas Me doy por vosotros, y son tan pocos los que escuchan Mis lamentos, lamentos de Amor que os quieren volver a la santidad de vida y ganar lo que os prometí, os daría, en Mi Predicación Terrena.

Ciertamente, hay alegría en Mi Corazón, al ver a las pocas almas que Me aman, que Me buscan, que oran Conmigo, que aprenden de Mí, que Me comparten sus alegrías y tristezas. Aquellas almas son las que ven en Mí, su Luz y su Guía. Aquellas almas que sufren, cuando sienten vacío en su corazón, cuando las pongo a prueba, para, así, ver y comprobar que, realmente, Me queréis; las pruebo con una soledad Divina y cuando veo el alma se desespera, que no sabe qué hacer al no sentirMe en su corazón, Me hace llorar de felicidad porque es cuando veo que el alma Me ama, que no puede apagar su sed, si no Me tiene a Mí, su Dios, su Creador, su Salvador.

¡Benditas estas almas que Me dan alegría!, las consiento en la Tierra y las consentiré, inmensamente, en el Reino de los Cielos, por esa alegría tan grande que Me dais de sentirMe necesario para vuestra vida, para vuestra misión, para vuestro gozo, mientras estáis en la Tierra.

Os bendigo Mis pequeños y agradezco vuestra Fe, vuestra confianza y vuestro amor hacia Mí, vuestro Dios, vuestro Salvador, vuestro Redentor.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Estoy en estos tiempos, Mis pequeños, escogida por Nuestro Padre Dios, para ayudar a las almas buenas, a las almas que buscan su santidad, a estrecharse mutuamente, con la ayuda de Mi Hijo, e iniciar un Nuevo Mundo, con discípulos de Mi Hijo, de Mi Dios.
Soy vuestra Madre la siempre Virgen María. Estoy con vosotros, estoy Presente con vosotros, Mi Amor os cubre, Mi Amor os protege, veo el amor que le tenéis a Mi Hijo en vuestro corazón, os bendigo Mis pequeños y, también, almas como las vuestras, Me dan mucha alegría a Mí, como Madre y a Mi Hijo, al que vosotros amáis tan fuertemente. Ciertamente estos son tiempos de cambio, va a ser un cambio bellísimo, un cambio al cual debéis esperar con gran alegría. Como os dijo Mi Hijo, cuando Él llegó, todo era tinieblas, Él trajo la Luz, la conocieron los hombres, la gozaron los que tenían un corazón bueno, porque, ciertamente, los regalos que derramó Mi Hijo, entre los hombres, de ése tiempo, los recibieron muchas personas, los gozaron y aun así traicionaron a Mi Hijo, dándoLe la espalda.

Cuando los escribas y fariseos convencieron al pueblo a gritar ese grito de traición “crucifícaLe”, ¡cuánto dolor causo a Mi Hijo esa palabra! Ciertamente, sabía que sería crucificado, que sería asesinado por los jefes del pueblo, los escribas y fariseos, porque los había puesto en evidencia ante el pueblo de todas sus traiciones, maldades, mentiras, asesinatos, que ellos causaban cuando se querían deshacer de alguien que no les convenía, ese grito de “crucifícaLe” fue dolorosísimo para Nosotros, para Mi Hijo y para Mí, cuando gritaron esa palabra. Mucha gente que recibió infinidad de beneficios por parte de Mi Hijo, gente que recibió Milagros de Mi Hijo, lo traiciono, con ese “crucifícaLe”.

Alimentó a cientos, a miles, salvó a decenas, de posesiones satánicas, restauró miembros, hizo ver a los ciegos, caminar a los cojos. Los leprosos volvieron a la vida, porque eran despreciados por su pueblo y por sus dirigentes y aun a pesar de tantas Bendiciones, gritaron “crucifícaLe”. Fue un dolor inmenso el que causó esa palabra, era una palabra de traición del pueblo escogido, el pueblo que debió  haber sido ejemplo para todos los demás pueblos de la Tierra, y traicionó a su Dios, traicionó a su Mesías, traicionó a su Sangre, porque se hizo judío, para vivir en el pueblo judío y para el pueblo judío, para santificarlo y que recuperara la dignidad que su Padre le había dado al escogerlo desde antiguo; un pueblo que debió haber sido ejemplo de Sabiduría, de Virtud, de Amor, de Ejemplo y se volvió todo lo contrario: pueblo traicionero, pueblo ladrón, pueblo Deicida. Un pueblo que mató a su Salvador, a su Creador, a su Dios.

Por eso, Mis pequeños, Mi Hijo se alegra, junto Conmigo, al ver almas como las vuestras que, aunque llenas de defectos, de mugre, de miserias, amáis a Mi Hijo de corazón. Caéis pero volvéis a Él, Le amáis, aun a pesar de vuestros pecados, aceptáis que se os corrija de vuestros errores y regresáis a Él arrepentidos. Este tipo de almas son las que valen realmente a los Ojos de Nuestro Dios, en su Santísima Trinidad.

Estoy en estos tiempos, Mis pequeños, escogida por Nuestro Padre Dios, para ayudar a las almas buenas, a las almas que buscan su santidad, a estrecharse mutuamente, con la ayuda de Mi Hijo, e iniciar un Nuevo Mundo, con discípulos de Mi Hijo, de Mi Dios.

Os defenderé de las garras de satanás, juntaré al pueblo que iniciará una Nueva Generación, alegraré a Mi Hijo y ya no escuchará esa palabra de traición, ya no escuchará “crucifícale”, porque escuchará las palabras de alabanza, salidas de corazones y de labios santos, porque los escogidos seréis santificados, para iniciar los Nuevos Cielos y Nuevas Tierras; almas nuevas y purificadas y santificadas por La Sangre del Cordero, Mi Hijo. Agradeced, infinitamente a Mi Hijo, vuestro Dios, vuestro Creador, vuestro Redentor, la Sabiduría Divina, agradecedLe Su Amor hacia vosotros, Su donación, Su Triunfo, que será el triunfo que compartiréis con Él, al iniciar un Nuevo Mundo, una Nueva Generación de almas que aman a Mi Dios, a Mi Señor, a Mi Hijo, a la Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Cuando un alma está Conmigo, pase lo que pase, la alegría y la paz siempre estarán con ellos y os lo pido, Mis pequeños, en estos tiempos, que pase lo que pase, lo aceptéis como regalo de Dios, porque nada sucede por casualidad y sin permiso de nuestra Santísima Trinidad.
Hijitos Míos, los primeros cristianos llevaban, consigo, Mi Gracia y Mi Amor en sus corazones y era tal el aprecio de estas Gracias, que se les había otorgado, que les infundía una gran alegría y se les conocía, así, entre el pueblo, por la gran alegría de los cristianos y ya fuera que estuvieran reunidos gozando en sus grupos de oración, en su vida de todos los días, como cuando se les perseguía y se les asesinaba por ser seguidores Míos, la alegría siempre permanecía en ellos.

Ciertamente tenían momentos difíciles cuando se les torturaba, cuando se les perseguía, pero cuando se calmaban, la alegría volvía a ellos. Estando en las cárceles, los cantos se escuchaban desde lejos y la presencia de Mi Santo Espíritu, los llenaba de una alegría inmensa, de una alegría Santa que se contagiaba y, así, iban hacia el tormento, llenos de paz, sabiendo que Yo los recibiría, inmediatamente, al momento en que terminara su martirio y empezara una nueva vida Conmigo en el Cielo.

Cuando un alma está Conmigo, pase lo que pase, la alegría y la paz siempre estarán con ellos y os lo pido, Mis pequeños, en estos tiempos, que pase lo que pase, lo aceptéis como regalo de Dios, porque nada sucede por casualidad y sin permiso de nuestra Santísima Trinidad.

Tendréis momentos difíciles y la alegría y la paz deberá reinar en vosotros. Tendréis momentos buenos y la alegría y la paz deberá también estar con vosotros. Ciertamente es más difícil estar felices en los momentos de martirio, de persecución, de desastre, de muerte, pero la paz y la felicidad, la alegría que debe haber en vosotros, siempre mostrará a vuestros hermanos que Yo, Habito perfectamente en vuestro ser y eso, es lo que quiero que mostréis a vuestros hermanos, que Yo, Cristo Jesús, sigo habitando entre los hombres, sigo habitando en los que son Mis discípulos, y sigo habitando en aquellos que Me abrieron su corazón, de par en par, para que Yo Reinara en ellos.

Ciertamente, estoy en vosotros pero muchas almas no me permiten Reinar en su ser y acaban sacándoMe de su corazón; sigo reinando y reinaré en aquellas almas que Me invitan, que Me buscan. Aunque las ponga a prueba, no descansan hasta que Yo habito perfectamente en ellas. A veces, Me hago difícil de encontrar y ahí veo realmente cuánto vale el alma a la que estoy poniendo a prueba, si es un alma que lucha hasta encontrarMe, si es un alma que no se deja vencer por las pruebas, hasta que Yo ya vivo plenamente en ella, o veo si es un alma tibia, que lucha en un principio, pero se da por vencida después o las almas que, por último, Me cierran las puertas de su corazón, de su vida, de sus intereses, almas que no luchan por la gran riqueza que pueden obtener al encontrarMe.

Yo Soy el Tesoro más grande que puede existir y aquel que Me encuentra y que Me deja habitar en él, se vuelve inmensamente feliz. BuscadMe Mis pequeños, aunque os ponga pruebas difíciles, Yo estoy siempre junto a vosotros, Me escondo para probaros, pero nunca Me aparto de vosotros. Pase lo que pase, quiero estar seguro de vuestro amor, quiero estar seguro que realmente Me amáis y que sin Mí no podéis vivir.

Quiero estar seguro que estaré con vosotros toda vuestra existencia. No os canséis en la búsqueda, Yo os recompensaré infinitamente cuando Me encontréis y cuando no Me dejéis, ya, salir de vuestro corazón. Quiero Ser vuestro Prisionero, quiero estar siempre en vuestro corazón, bajo llave, con vuestras cadenas de amor, no dejéis que Me salga de vuestro ser, no Me cambiéis por otros intereses mundanos y, a veces, hasta pecaminosos. No encontraréis nada, ni a nadie, que se pueda equiparar Conmigo, os repito, Soy el gran Tesoro. Si realmente Me amáis, no Me perdáis, gozad de Mis Bendiciones, de Mi amor, de Mi compañía, de Mis Milagros, de Mi Paz y de Mi Amor, Soy vuestro todo, no Me cambiéis por lo que no vale.
Gracias, Mis pequeños.