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viernes, 6 de julio de 2012

Evangelización en el Amor de Dios Padre - Mensajes a J. V. - 19 Junio 2012





Jun 19_12 Vosotros debéis caminar con Mi Hijo y satanás no podrá contra vosotros.



Rosario vespertino
Temas:
  • Esta iluminación o Juicio Particular, será dado para toda la humanidad y todos entenderán que es vuestro Dios, el Único Dios Verdadero, el que os está Juzgando, pero es un Juicio Particular y un Juicio Preventivo.
  • Haced, Mis pequeños, lo que tenéis qué hacer y hacedlo con amor y ofrecédMelo todo, vuestros méritos siempre serán grandes ante Mis Ojos, cuando Me los ofrecéis con vuestro corazón.
  • Cuando vosotros no os sentís soberbios y sentís que dependéis totalmente de Mí, vuestro Dios, es en ésos momentos cuando vosotros sois realmente grandes ante Mis Ojos.
  • Os hablo tanto de la Humildad, Mis pequeños, porque de Mí  obtenéis lo que queráis cuando os comportáis como vuestra Madre, cuando os comportáis humildes, sencillos, olvidados de vosotros mismos.
  • Buscad agradarMe como hijos verdaderos que sois Míos y veréis cómo Yo os recompensaré todavía más.


Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.  

Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Esta iluminación o Juicio Particular, será dado para toda la humanidad y todos entenderán que es vuestro Dios, el Único Dios Verdadero, el que os está Juzgando, pero es un Juicio Particular y un Juicio Preventivo.
Hijitos Míos, Mi Padre hizo una alianza con el pueblo judío, en un principio y les pidió que se cumplieran al pie de la letra los Mandamientos para que vosotros pudierais estar en bien con Él. Luego vine Yo, vuestro Hermano Jesucristo y todo ese Amor, de Mi Padre, lo viví, os lo enseñé para que fuera un complemento a los Mandamientos que Mi Padre os había enviado.
Sí, Mis pequeños, todo lo que Nosotros os hemos pedido, es para que alcancéis, primeramente, vuestra santidad aquí en la Tierra, al cumplir al pie de la letra lo que se os dio, a través de Mi Padre y lo que Yo os enseñé personalmente. No hay excusas, no hay pretextos, todos tenéis la misma obligación. Si ciertamente, os decís hijos de Dios, debéis cumplir lo que se os ha dado, se os juzgará en base a esto y en base al Amor, el amor que vosotros tengáis en vuestro corazón y al que viváis en lo personal y el amor que deis a vuestros hermanos.
Esta iluminación o Juicio Particular, será dado para toda la humanidad y todos entenderán que es vuestro Dios, el Único Dios Verdadero, el que os está Juzgando, pero es un Juicio Particular y un Juicio Preventivo para que, si no estáis actuando según Mis Mandamientos dados y según Mis Enseñanzas, vosotros retoméis el camino.
Tenemos que estar recordándoos continuamente sobre esto, Mis pequeños, porque os olvidáis fácilmente de Nuestras Palabras. Os distraéis fácilmente, pero sobre todo, os habéis llenado del mundo y de sus pecados y, de esta forma, le habéis dado la espalda a Mis Enseñanzas y a Mis Leyes dadas.
Os gusta apuntar con vuestro dedo hacia vuestros hermanos, haciéndolos ver a ellos como malos, perversos, pecadores, queriendo hacer creer a vuestros demás hermanos que vosotros tenéis la razón de vuestros actos, que vosotros estáis actuando en el bien, cuando tenéis vosotros una viga en vuestros ojos.
Sí, Mis pequeños, no queréis ver vuestra realidad, no queréis aceptar vuestras fallas, solamente veis las fallas de vuestro prójimo y al no quererlas ver en vuestra vida, no os arrepentís de ellas, y es por eso que vuestro Dios, Nuestro Padre, va a interceder y se va a presentar en vuestra vida, haciéndoos ver que el error es vuestro y que debéis regresar al buen camino, con humildad, con arrepentimiento y aceptando vuestras faltas.
Sí, Mis pequeños, si vosotros no tenéis humildad y no os presentáis ante Mí, así, humildemente, vuestras oraciones y pedimentos, no sirven de nada. Para que vuestro corazón se mueva hacia la perfección y vuestros pecados puedan ser perdonados, debéis ser humildes y debéis aceptar, en vosotros mismos, que faltasteis a los Mandamientos dados y a las Enseñanzas que Yo os di.
No permitáis que haya soberbia en vuestra vida, en vuestros actos, en vuestras palabras y pensamientos, Mis hijos verdaderos, llenos están de humildad. Al momento en que vosotros sois soberbios, perdéis muchísimo, Mis pequeños. Tan pronto os deis cuenta de vuestra soberbia, pedidMe perdón, volved a la docilidad, a la inocencia y de esta forma, Yo os ayudaré a que podáis regresar al Reino de los Cielos.
Cuando sois pequeños, vuestros actos son inmensos, cuando sois soberbios, destruís todo lo que tenéis y podríais hacer.
Mis pequeños, insisto, en que vosotros hagáis mucha oración, penitencia, ayunos, lo más posible, Mis pequeños, para que os podáis presentar ante Mí, vuestro Dios, limpios, relucientes en el momento de vuestro Juicio y eso hará que vosotros podáis recibir muchas bendiciones de parte de la Santísima Trinidad.
Sed sencillos, sed humildes, vivid para Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, porque tendréis toda una eternidad en que Nosotros os consentiremos. Imaginad lo que es ser consentido por todo un Dios, no os lo podéis ni siquiera imaginar.
Orad pues, para que lleguen ésos momentos llenos de Vida, llenos de Mi Amor y llevándoos a la Santidad eterna.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Haced, Mis pequeños, lo que tenéis qué hacer y hacedlo con amor y ofrecédMelo todo, vuestros méritos siempre serán grandes ante Mis Ojos, cuando Me los ofrecéis con vuestro corazón.
Hijitos Míos, Yo no os pido imposibles para alcanzar vuestra santidad y con ello vuestro futuro eterno en el Reino de los Cielos. Vosotros mismos podéis ver y constatar que ha habido santos en diferentes profesiones, en diferentes situaciones, en diferentes países, con esto os estoy queriendo dar a entender, Mis pequeños, que no importa qué estéis haciendo. Lo que estáis haciendo es lo que Yo os pedí que hicierais y tenéis las capacidades y los dones para llevar a cabo vuestra misión y vuestra misión en la Tierra es la de producir amor y salvación a vuestros hermanos.
Estáis en un mundo adverso a Mi Gracia y a Mi Amor y vosotros debéis crecer en vida espiritual, aún a pesar que todo a vuestro alrededor sea contrario a vuestro crecimiento espiritual.
Mi Hijo os dijo claramente que el príncipe de éste Mundo es satanás, pero al deciros esto, es para daros a entender que la maldad os está rodeando, que la maldad os está atacando en todo momento, que la maldad os quiere destruir, que la maldad quiere impedir que vosotros produzcáis el amor verdadero entre todos vuestros hermanos y que de esta forma, vayáis disipando las tinieblas de maldad que os rodea a cada uno de vosotros. Por eso Mi Hijo caminó entre los hombres, caminó entre la maldad, satanás Lo atacó personalmente, y Él venció al mal, venció al pecado, no cayó en los engaños de satanás y con ello os dio un gran ejemplo a seguir. Ciertamente, vosotros sois más débiles y pequeños que Mi Hijo Jesucristo pero, no por ello, vosotros podéis decir que no podréis salir adelante con vuestra misión, porque también Él os dijo que unidos a Su Gracia y a Su Amor, podríais hacer lo mismo que Él y aún mejor, porque Nuestra Gracia está con vosotros y precisamente porque sois pequeñitos, se os cuida más. No os desesperéis, no busquéis salidas para tratar de evitar vuestras obligaciones.
En el lugar que estéis, en el lugar que os tocó, producid amor y eso ya sería suficiente para que pudierais ganar el Reino de los Cielos; ciertamente, cuando alguno de vosotros produce amor, inmediatamente es atacado por las fuerzas de satanás, porque es traer Luz a vuestros hermanos que ya viven en tinieblas y eso es insoportable para satanás, él no quiere Luz en las tinieblas que él ha creado sobre la Tierra.
Haced, Mis pequeños, lo que tenéis qué hacer y hacedlo con amor y ofrecédMelo todo, vuestros méritos siempre serán grandes ante Mis Ojos, cuando Me los ofrecéis con vuestro corazón. Hay hermanos vuestros que se santificaron y que la Iglesia los acepta así, como santos e hicieron cosas pequeñitas, pero todo lo que hacían, Me lo ofrecían unidos a los Méritos de Mi Hijo. Vosotros no debéis caminar solos en el mundo, vosotros debéis caminar con Mi Hijo y satanás no podrá contra vosotros, porque seréis protegidos en cuerpo y alma ante sus ataques.
Yo os bendigo, Mis pequeños y especialmente en estos tiempos, para que podáis seguir produciendo vida alrededor de vosotros, con vuestro ejemplo, con vuestras palabras, con vuestras oraciones, con vuestra intercesión por todos vuestros hermanos. Es una tarea grande y loable la que tenéis, no la hagáis insignificante, no despreciéis lo que tenéis, no penséis que porque alguno de vuestros hermanos haya sufrido más y vosotros menos que otros, les corresponderá un lugar más alto que vosotros en el Reino de los Cielos, vosotros no conocéis el interior de vuestros hermanos, no sabéis cómo piensan, no sabéis que si lo que están haciendo, lo que están sufriendo, lo que están diciendo, realmente lo están dando con amor. El amor todo lo purifica, el amor todo lo santifica y Yo quiero que vosotros estéis rodeados de Mi Amor y no os salgáis de ahí.
Pedidle a Mi Hija la Siempre Virgen María, para que os acompañe siempre y especialmente en los momentos difíciles que han de venir. Os Bendigo y os tengo dentro de Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Cuando vosotros no os sentís soberbios y sentís que dependéis totalmente de Mí, vuestro Dios, es en ésos momentos cuando vosotros sois realmente grandes ante Mis Ojos.
Hijitos Míos, la humildad es una Virtud inmensa, excepcional, grandiosa porque, gracias  a ella, vosotros podéis llegar fácilmente a Mi Corazón.
Cuando os hacéis pequeñitos, cuando os sentís atribulados, cuando sentís que no podéis hacer nada porque vuestras capacidades os lo impiden, porque veis que no podréis cumplir en tal o cual trabajo o misión, es en ésos momentos cuando Yo Me presento y os lleno de Mis Bendiciones. Sí, Mis pequeños, es un gusto veros pequeños, como niños chiquitos.
Cuando vosotros no os sentís soberbios y sentís que dependéis totalmente de Mí, vuestro Dios, es en ésos momentos cuando vosotros sois realmente grandes ante Mis Ojos. Recordad vuestra pequeñez, vuestra infancia, no podíais hacer prácticamente nada sin la ayuda de vuestros padres. Vais creciendo y luego, vuestras necesidades, ya mayores, cambian y es cuando os dais más cuenta de que tenéis que acercaros a Mí, para que podáis resolver vuestros problemas de todos los días.
Cuando sois soberbios, todo lo queréis sacar a través de vuestras capacidades, de vuestros estudios y Yo no permito que así sea, porque os quiero ayudar. No es que no os quiera ayudar por egoísmo, Yo lo que necesito de vosotros es vuestra pequeñez, porque a Mis Ojos sois inmensos, grandes cuando más pequeños sois. Cuando vosotros os vaciáis completamente de vosotros y Me dejáis a Mí actuar, es cuando realmente sois grandísimos, porque Me dejáis el camino limpio y solitario de vuestro ser.
Yo puedo entrar en los corazones y actuar plenamente cuando vosotros Me dejáis entrar fácilmente. Cuando me allanáis el camino hacia vuestra alma, es cuando Yo puedo actuar fuertemente en ella. Me gustan las almas que entienden, que son dóciles y, sobre todo, que entienden Mi Mensaje porque Yo puedo hacer grandes cosas a través de ellas.
Cuando vosotros queréis hacer las cosas por vosotros mismos, Yo no os puedo ni siquiera aconsejar, porque vosotros no Me lo permitís, os creéis muy sabios, cuando realmente estáis todavía en párvulos. No os podéis comparar Conmigo, vuestro Dios, a Mis Capacidades, a Mis Potencias y si así lo creéis, nuevamente estáis cayendo en esa soberbia que os va a destruir.
Satanás, os lleva precisamente a creeros grandes y de esta forma Me hacéis a un lado de vuestra vida y caéis y caéis hasta que os arrastráis en el fango, porque ahí os quiere tener satanás. Os destruye, se burla de vosotros y vosotros ni siquiera os dais cuenta de ello. Cuando veo cómo os manipula y cómo se burla de vosotros ante Mí, vosotros, que sois los consentidos de la Creación, claro que Me duele veros a cada uno de vosotros destruidos por el pecado, por la soberbia, por la maldad, él os presenta al pecado como algo bello, algo permitido, algo gozoso y tarde o temprano os dais cuenta de vuestro error, porque Mi Santo Espíritu, que habita en vuestro interior, os lo hace ver así.
Tanto mal que podríais vosotros detener y evitar, tanto para vosotros mismos como para vuestros hermanos alrededor del mundo, pero ya hay muy pocos hijos Míos, valientes, que se le pongan al tú por tú a satanás. Simplemente os sentís débiles, pero no os acercáis a Mí, buscando que vuestras capacidades espirituales y aún humanas, crezcan y en lugar de venir a Mí, vuestro Dios, os llenáis de falsedad, al pedirle a algún hermano vuestro, dedicado a las artes obscuras de satanás, que os ayude y así recurrís a brujos, chamanes, consejeros del mal, para que os ayude a obtener el Bien, y ¿cómo va a producir Bien el que es el mal? No seáis tontos, Mis pequeños, el Bien lo produzco Yo, y el Bien solamente puede venir de Mí. Cuando os apoyáis en el mal, mal obtendréis necesariamente.
BuscadMe pues, Mis pequeños, aún en los momentos difíciles de vuestra vida, cuando todas las puertas se han cerrado, cuando no creáis tener solución a vuestros problemas, en Mí siempre hay soluciones. Venid pues, con confianza para que os ayude, Mis pequeños, y no seáis necios, no os mantengáis en vuestro error. DejadMe a Mí, vuestro Padre, vuestro Guía, vuestro Maestro, dejadMe a Mí, que Soy el Amor de los Amores que os guíe y que os dé todo lo necesario para que vuestra espiritualidad se enriquezca y seáis más fuertes contra los ataques de satanás. Sed obedientes, sed pequeños, llenaos de humidad y no tendrá cabida en vuestro corazón la soberbia, que os llevará fácilmente hacia el mal.
Os amo, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os hablo tanto de la Humildad, Mis pequeños, porque de Mí  obtenéis lo que queráis cuando os comportáis como vuestra Madre, cuando os comportáis humildes, sencillos, olvidados de vosotros mismos.
Hijitos Míos, satanás está reuniendo su ejército para atacaros, de hecho se está librando ya una batalla fortísima en los Cielos. Satanás os quiere destruir y quiere destruir toda la Creación, los santos ángeles están luchando también contra ellos. El ejército de satanás, realmente será aplastado por una Creaturita bellísima y poderosa porque, por Su Humildad, alcanzó de Nosotros grandes Bendiciones. Vuestra Madre, la Siempre Virgen María, vencerá a satanás y esto le va a doler muchísimo, porque él, en su soberbia, no soportará que una creatura lo venza, pero él no se quiere dar cuenta de la Excelsitud de Mi Hija, la Siempre Virgen María y Su Excelsitud se debe, principalmente, a Su Humildad, porque Ella se hizo Pequeña, se hizo Nuestra Esclava, ante Nuestra Santísima Trinidad y por eso se ganó todas Nuestras Bendiciones.
El hablar de ser esclavo es negarse totalmente a sí mismo. El esclavo pertenece totalmente al amo. El esclavo no puede hacer nada por sí mismo y tiene que pedir permiso en todo momento.
Ahora podréis entender mejor por que se ganó Nuestra confianza, ya que Ella fue Creada especialmente para que albergara al Salvador, a todo un Dios y tenía que ser una Creatura Excelsa, Purísima, Santísima y Ella lo sabía, pero aún así se anonadó a Sí Misma, para que el Salvador, Mi Hijo, Su Dios, Naciera de Ella y tomara carnes y alimento de Ella.
Es obvio que todo un Dios no podía tomar carne y alimento de una mujer afectada por el Pecado Original, por eso Ella fue Creada como Receptáculo Purísimo y Limpísimo para todo un Dios.
Esa es la Humildad en grado excelso y por eso os hablo tanto de la Humildad, Mis pequeños, porque de Mí  obtenéis lo que queráis cuando os comportáis como vuestra Madre, cuando os comportáis humildes, sencillos, olvidados de vosotros mismos, no poniendo nada de vuestra parte, simplemente dejándoos llevar por Nuestra Divina Voluntad.
Es tanto lo que todavía tenéis que aprender, Mis pequeños, son tan pocos los que se sueltan totalmente a Mi Divina Voluntad, os estáis perdiendo de mucho, Mis pequeños, pero de mucho, cuando no os queréis hacer pequeñitos.
Meditad estas Palabras, Mis pequeños y pedidle a Mi Hija, la Siempre Virgen María, para que podáis entender este gran Misterio de Amor. PedidLe que os ayude a haceros pequeñitos, para que podáis ser grandes a Nuestros Ojos, aprenderéis mucho y comprenderéis todavía más cuando vosotros os dejéis enseñar por Mi Hija, la Siempre Virgen María. Todos tenéis derecho a aprender y a crecer porque sois Mis hijos y el Padre quiere siempre ver a Sus hijos como lo mejor, pero si vosotros no queréis, Me dolerá mucho y padeceréis mucho porque, si no hay humildad en vuestro corazón, si éste de soberbia está lleno, no tendréis de Mis dones y Bendiciones, porque no los dejaréis entrar en vuestro corazón.
Sed sabios y humildes, Mis pequeños, para que aprendáis a haceros pequeñitos y Yo Me pueda derramar sobre vosotros con tantos regalos y Bendiciones con que os quiero regalar.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Buscad agradarMe como hijos verdaderos que sois Míos y veréis cómo Yo os recompensaré todavía más.
Hijitos Míos, fuisteis creados del barro y con esto os doy a entender que fuisteis creados de la tierra y la tierra no es nada, pues tuvisteis que tener Mi Soplo Divino para que tuvierais Mis Bendiciones, que tuvierais vida y esa la tenéis y la mantenéis cuando estáis Conmigo, porque en el momento en que vosotros os alejáis de Mí, volvéis a ser barro porque os volvéis pecado. El Reino de los Cielos es un regalo para todos vosotros que estáis Conmigo, los que no queréis volver a ser barro, sino queréis mantener Mi Vida en vosotros y queréis mantenerla también en vuestros hermanos.
Cuando os llamáis hijos de Dios, porque así os llamo Yo, es un honor inmenso, Mis pequeños, fuisteis llevados del barro, hasta una dignidad altísima, la de ser hijos de Dios. Si meditarais éstas palabras, Mis pequeños, y entraran hasta lo más profundo de vuestro ser, de vuestros pensamientos, os alegraríais inmensamente, la humildad os llevaría a agradecerMe eternamente ésta transformación.
Vosotros sabéis lo que es el barro y el barro tiene que ser moldeado para que tome alguna figura y con ella vosotros estéis contentos. Yo estoy contento con haberos creado, con haberos formado, pero más contento estoy por haberos dado Vida y que vosotros respondáis como verdaderos hijos Míos. Por eso Me duele tanto, Mis pequeños, cuando vosotros Me dais la espalda y preferís vivir en el mal, vivir en el pecado, vivir en vuestra destrucción espiritual, porque preferís manteneros en la muerte, en el lodo, en las bajezas y despreciáis el ser llamados hijos de Dios.
¿Por qué sois así, Mis pequeños? Os he elevado a niveles altísimos, os llevé de la tierra hasta la nobleza de ser hijos de Dios y despreciáis la nobleza que Yo os di.
Os queréis seguir destruyendo vosotros mismos cuando os unís a satanás, que él solamente quiere vuestra destrucción, él fue creado por Mí, para que gozara también el Reino de los Cielos eternamente, pero prefirió la bajeza, se llenó de soberbia y destruyó todo aquello bello que Yo le había dado.
No seáis como satanás, Mis pequeños, estáis llamados a vivir eternamente con vuestro Dios, no sigáis su ejemplo que solamente os va a traer dolor y destrucción, buscad agradarMe como hijos verdaderos que sois Míos y veréis cómo Yo os recompensaré todavía más.
Estáis llamados a la alegría, estáis llamados a una felicidad eterna, pero debéis entender lo que valéis y valéis por Mí, porque Soy vuestro Creador, porque Soy vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Sep 06_04 A veces se necesita que haya destrucción material, para que surja el Bien espiritual.

Rosario.
Temas:
  • Vosotros debéis permanecer tan fieles como deben de estar Mis hijos predilectos.
  • Yo vuestro Padre estoy más unido al pecador, al alejado, porque es un pequeño hijo Mío que está enfermo.
  • Fe basada en Hechos que Yo dejé a través de Mis Apóstoles.
  • Vosotros recibís Mis instrucciones de vida, Mi Sabiduría, Mis Regalos y que esos no solamente son para vosotros, sino para todos.
  • Deberéis entender que éste mal que se ve, está por otro lado, contrarrestado por un Bien, un Bien Inmenso que muchos no ven.
Mensajes de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, Dios Espíritu Santo, y la Santísima Virgen María, a J.V.
Primer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Vosotros debéis permanecer tan fieles como deben de estar Mis hijos predilectos.
Pequeños Míos, Yo vuestra Madre que os Enseño y que os Guío, que os voy reuniendo de entre todos los Pueblos de la Tierra, en un solo Pueblo; el que se guía por el Sacratísimo Corazón de Mi Hijo, vosotros que sois los laicos santos, los laicos comprometidos, los hijos verdaderos de Nuestro Dios; habéis de saber que gracias a vuestra donación un gran apoyo se recibe en la Iglesia.
Tantos, tantos de los Ministros de Mi Hijo han caído precisamente por esa falta de apoyo, por esa falta de amor, por no entender la desgracia del pecado y no entender la gracia de los Dones de Nuestro Dios.
Mis pequeños, vosotros debéis permanecer tan fieles como deben de estar Mis hijos predilectos; debéis entender Mis pequeños, que lo mismo da mal ejemplo un sacerdote que un laico, cuando están comprometidos a transmitir la Vida Santa de Mi Hijo.
A diferentes niveles, uno a nivel social, otro a nivel particular de familia se da mal ejemplo, y eso hace que muchos se aparten de las filas del Señor.
Vuestro ejemplo debe ser bueno, debe ser santo, debe de ser de entrega, pero sobre todo con alegría, con una gran felicidad que irradie de vuestro interior, no debéis estar con Nosotros por obligación sino por amor, por esa entrega libre, por esa entrega santa; y es santa porque habéis aceptado en vuestro corazón los Santos Designios, la Santa Voluntad de Dios y así vuestros actos, vuestros pensamientos se vuelven santos, porque vivís en la Voluntad de vuestro Dios.
Que no se note en vuestra vida esa obligación, sino esa entrega libre con amor. Debéis atraer, porque vuestros prójimos deben ver en vosotros la alegría de vivir como estáis viviendo, y eso es lo que atrae a las almas, el deseo de vivir como vosotros estáis viviendo, en santa alegría, en santa protección de vuestro Dios.
Por eso os pido, Mis pequeños que sigáis con un ejemplo Divino un ejemplo santo, pero un ejemplo que da libertad y alegría a quien sigue a su Dios.
No obliguéis nunca a los vuestros. En total libertad, en total amor deben seguir a Nuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Yo vuestro Padre estoy más unido al pecador, al alejado, porque es un pequeño hijo Mío que está enfermo.
(Lenguas) Hijitos Míos, Soy vuestro Padre Dios, el Creador del Universo, el Creador del Amor.
Mis pequeños, cuánta equivocación tienen vuestros hermanos cuando dicen: que Yo Me aparto de su vida cuando ellos están mal, cuando todo les sale mal.
No, Mis pequeños, Yo Soy vuestro Padre, y así como el padre o la madre está siempre atento, está junto y se desvela ante el pequeño enfermo porque necesita más cuidados, así Yo vuestro Padre estoy más unido al pecador, al alejado, porque es un pequeño hijo Mío que está enfermo.
Lo voy protegiendo más, lo voy cuidando, le voy dando su medicamento para que se cure, algunos quieren permanecer en esa enfermedad, pero aún así Yo no Me separo del que está alejado de Mí. Lo cuido, lo Amo, y os pido que le hagáis entender esto a Mis pequeños que están alejados.
Yo no Soy el Padre que abandona, Yo no Soy el Padre vengador, Yo no Soy el Padre que se aleja cuando siente el dolor del hijo en su grosería, que no quiere saber nada de Mí.
Hacedles ver que Yo estoy pendiente de ellos y que espero, espero de Corazón que regresen a Mí, que aún dentro de su enfermedad volteen a verme, para que Yo los ayude y los levante, para que se salven, para que tengan nueva vida.
Hacedles ver que Yo Soy el Amor, el Amor Perfecto, el Amor Santo, el Amor que busca la salud y la perfección de los suyos. Yo Soy el Amor, Yo Soy la Vida, Yo Soy la Luz y el Camino que os Guía.
Venid a Mí, con seguridad, con un corazón abierto, y traedMe a vuestros hermanos que viven en las tinieblas, en esa duda y a veces en ese rencor hacia Mí; cuando es lo que menos que debieran tener; hablan de Mí mal y Me apartan de su vida, cuando algo malo sucede en su vida, en su familia, en su entorno que les afecta.
Yo Soy el Amor y Yo no puedo producir el odio que ellos creen que viene de Mí y afecta su vida. No Mis pequeños, Yo busco a esas almas alejadas, a esas almas que no han entendido bien lo que Es Mi Amor.
Acérquenlas, por favor, Mis pequeños y háganles notar que cuando ellos van por caminos errados, Mi Amor es más intenso por ellos, la búsqueda se hace más acuciosa, los busco, Mis pequeños, los busco y os pido que Me los traigáis de corazón.
Ya os He dicho que para Mí no son almas malas, simplemente almas equivocadas, que erraron el camino y que merecen por Mi Amor ser salvadas y regresar a Mí.
AyudadMe, Mis pequeños en esta tarea de dar Vida a los que yacen muertos a la Gracia.
Gracias Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Fe basada en Hechos que Yo dejé a través de Mis Apóstoles.
Un lastre tiene el hombre cuando ha puesto toda su vida en las cosas del Mundo. ¡Cuánto le cuesta al hombre separarse de todo lo terreno, cuánto le cuesta al hombre voltear hacia el Cielo!
Si, Mis pequeños, Yo le vine a Enseñar al hombre los Valores del Cielo. No quise que quedara una Fe pura, sin verMe, sin tocarMe, sin vivirMe, estuve en la Tierra y conviví con los hombres, para mostrarles las Bondades de Nuestro Dios.
Yo el Verbo Encarnado que conviví entre los hombres, para que pudieran ver la riqueza del Cielo, para que pudieran constatar que sí existe verdaderamente un Dios que los Ama, que los Guía, que quiere su perfeccionamiento en la Virtud.
Sí, os toca ahora tener esa Fe, pero esa Fe basada en Hechos que Yo dejé a través de Mis Apóstoles; que se pueden constatar en las Sagradas Escrituras, que confirman a los Profetas antiguos.
Sí, Yo el Dios Encarnado, os dejé toda una Evangelización para que siguierais, para que con ella llegarais a ese triunfo en el Amor y en la Virtud.
Sí, Mis pequeños, ahora vuestra Fe es más fácil que la que tuvieron los antiguos, porque vuestros hermanos convivieron Conmigo, vivieron Mi Vida, vieron los portentos del Amor.
Mis pequeños, a ésta Humanidad le falta esa Fe que tuvieron los antiguos, porque ahora Yo Viví entre los Hombres. Por eso el castigo hacia aquellos que en estos tiempos no creen, va a ser más severo de aquellos en la antigüedad que no tuvieron esa oportunidad de basar su Fe con Mi Vida sobre la Tierra.
Esta Humanidad se ha dejado llevar por los errores, se le cree más ahora al mal, se le busca más al mal, se vive más en el mal, porque éste le da un bien superfluo.
Se le pide al mal y él responde con las cosas del Mundo, no se da cuenta ésta humanidad que lo mismo que Me pedían a Mí, y que Yo no se los concedía, no lo concedía, precisamente para que su alma creciera y no se dejaran llevar por la corriente del mal, que ahora os agobia, que ahora os cubre y que os está llevando por el camino de perdición.
El hombre insiste en vivir en el mal, acude al mal y lo obtiene. No se da cuenta la humanidad que el malvado nunca va a buscar el bien del alma, que le hace llegar ese mal creyéndole un bien para hundirlo más.
El hombre ya no sabe pedir, el hombre ya no sabe buscar, el hombre ya no sabe discernir entre el bien y el mal. Cree que todo aquello que os lleva a gozar de las pasiones y de los bienes de éste Mundo es el bien que deben buscar en sus vidas.
Se han olvidado como Mi Pueblo elegido, que lo que se debe buscar el es Bien Espiritual, el Bien que os va a dar la Vida Eterna, ¡Eterna! no la que tendréis aquí en la Tierra, que es efímera y que ellos mismos gozarán en forma efímera para tener, muchos de ellos, una eternidad en el dolor.
Esta Humanidad no sabe entender ya toda Mi Predicación de Amor, Predicación de Crecimiento, en la vida que llevaréis eternamente, están viendo solamente por el hoy y no se están preparando para el futuro.
Ya no están ahorrando esas moneditas que les van a dar esa seguridad para vivir un futuro perfecto, que perfecto es el destino del alma: la vida con su Dios.
Se gastan todo en la vida actual, ya no se cree en la Vida futura, a eso los ha llevado el demonio y sus secuaces, a vivir una vida fácil, una vida de momento, una vida de gozo, que les trae tantas amarguras.
Orad y meditad, Mis pequeños, y ayudad a vuestros hermanos, pedid la Sabiduría Divina para que podáis ayudar a vuestros hermanos y a vosotros mismos en vuestra familia. No os alejéis de la oración, Mis pequeños, porque ella os irá llevando a esa perfección interior; la Sabiduría habita en vosotros, pero debéis abrir vuestro corazón y darle permiso para que se derrame en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros recibís Mis instrucciones de vida, Mi Sabiduría, Mis Regalos y que esos no solamente son para vosotros, sino para todos.
Sí, Mis pequeños, sois almas Bendecidas porque habéis abierto vuestro corazón al derrame de Mis Bendiciones, pero ya os He dicho que eso os compromete más. El verdadero hijo también ama igual que el Padre; el verdadero hijo tiene que velar por los bienes de su Padre.
Debéis pues, velar por Mis intereses, regresar a vuestros hermanos al buen camino. No os pido grandes cosas, no os pido, como os He dicho, que vayáis a Evangelizar a otros Pueblos, a otras Ciudades, a otros Países del Mundo. Ahorita os pido lo que os queda a vuestro alrededor, pero vuestro alrededor se multiplica de acuerdo a donde vais, ya sea la escuela, ya sea la Iglesia, ya sea el mercado, ya sea vuestras ocupaciones diarias.
Me debéis llevar, Me debéis Vivir, y hacerMe Vivir con el ejemplo que dais; los verdaderos hijos están orgullosos de su Padre y lo quieren mostrar a todos.
Os pido, Mis pequeños, que Yo sea realmente vuestro verdadero orgullo, que Me llevéis y que les digáis, que Yo vuestro Padre habito en vuestro corazón y Vivo en vosotros y que vosotros recibís Mis instrucciones de vida, Mi Sabiduría, Mis Regalos y que esos no solamente son para vosotros, sino para todos, todos Mis hijos que se acercan a Mí, con esa confianza de saber que Yo estoy Vivo, que Vivo entre vosotros y que Vivo en vosotros y que todos vosotros tenéis el derecho de recibir Mis Bendiciones.
Yo dependo de vosotros, de cada uno de vosotros para que Me deis a vuestros hermanos, para que Me hagáis Vivir entre vuestros hermanos; debéis vivir en esa alegría Santa, en esa alegría que os da la seguridad de que un Padre todo Poderoso está tras de vosotros cuidando vuestra vida y vuestros intereses.
Debéis darle a vuestros hermanos esa seguridad para que ellos acudan a Mí también; que al veros a vosotros, que a pesar de lo que está pasando a vuestro alrededor Yo os estoy protegiendo en lo económico, en lo físico y en lo espiritual. Que ellos noten esa diferencia y se acerquen a vosotros irradiando Luz, que digan que qué es lo que pasa en la vida de vosotros y así vosotros explicaréis que Yo Estoy con vosotros y que Yo también puedo estar en la vida de ellos, que lo único que tienen que hacer es abrir su corazón; primeramente con el arrepentimiento, con la confesión y con ese acto de Fe profundo, de que Yo también a ellos los voy a cuidar como los He estado cuidando desde su concepción.
Venid pues, Mis pequeños aumentad vuestra Fe y vuestro Amor hacia Mí, para que esa Fe y ese Amor haga que otros caminen por vuestro ejemplo, hacia Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Espíritu Santo.
Sobre: Deberéis entender que éste mal que se ve, está por otro lado contrarrestado por un Bien, un Bien Inmenso que muchos no ven.
Mis pequeños, Soy vuestro Dios Espíritu Santo y os vengo a recordar lo que os dije hace poco: que en estos tiempos Yo iba a derramar sobre toda la Humanidad, Mi Don, Mis Bendiciones.
Pero primeramente iba a hacer que aquellos que están en el Camino, tuvieran esa Paz Interior con una alegría Santa.
Si habéis entendido bien lo que se os ha explicado, lo que se os ha enseñado deberéis estar contentos de los acontecimientos que ya están y que se acercan más fuertemente.
Deberéis entender que éste mal que se ve, está por otro lado contrarrestado por un Bien, un Bien Inmenso que muchos no ven.
Debéis entender que si el mal está actuando en ésta forma, es porque el Bien, vuestro Dios, Yo, en estos momentos voy a empezar a cambiar almas, voy a empezar a cambiar corazones, el Amor va a empezar a fructificar fuertemente.
La maldad no puede contra la Bondad; a veces se necesita que haya destrucción material, para que surja el Bien espiritual; vosotros lo veis, lo habéis vivido con los terremotos que habéis tenido: cómo el Bien de vuestros hermanos se da en esos momentos de dificultad, como el Bien surge, cómo el Bien que habita en su corazón y que antes no fructificaba, en ese momento fructifica. Por eso se permite el mal, por eso se le permite al enemigo actuar, porque de ése mal vendrá un Bien; y os debéis alegrar de ello, Mis pequeños, no veáis el mal por el mal, sino el Bien que respalda a las almas; que ese Bien va a mover a las almas, para que se impongan ante el mal que se estará viviendo en esos momentos.
Así os pido que sigáis adelante, con esa vida interior, en la cual Yo os iré explicando los acontecimientos; el por qué y cómo deberéis vosotros normar vuestra vida de acuerdo a los acontecimientos.
Pero sobre todo deberéis estar siempre confiados en que la Mano Poderosa de vuestro Padre, de vuestro Dios, esta atrás de todo lo que suceda y que esa Mano Poderosa esta respaldada por el Amor, el Amor Infinito de un Dios que solamente quiere el Bien para Su creatura.
Amar, amar es vuestra Misión, empezad más fuertemente desde ahora a ejercer la función principal del alma, la de amar como vuestro Dios os Ama.
Gracias, Mis pequeños.

viernes, 26 de agosto de 2011

Ago 02_04 Mi hijo Francisco, Francisco de Asís, hijo predilecto del Padre.

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Rosario .
Temas:
  • El buen administrador sabe cómo trabajar lo que se le ha dado y le puede sacar mucho fruto.
  • Dejad Mis pequeños vuestra voluntad a un lado.
  • El desprecio del Mundo y sus bienes los acerca y los santifica.
  • Vosotros, debéis también compartir de vuestro pan, no importa cómo lo asimilen los demás.
  • Debéis resucitar a aquellos que han muerto a la Gracia.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: El buen administrador sabe cómo trabajar lo que se le ha dado y le puede sacar mucho fruto.
Hijitos Míos, así como el rocío fecunda las plantas, crecen, se hacen fuertes y dan fruto, Me alegra sobre manera, Mis pequeñitos, veros reunidos porque vuestras oraciones son ese rocío que Yo llevo a las almas y éstas crecen, se fortalecen, se robustecen para que den fruto.
Mis pequeñitos, no os imagináis cuánto gozo siente Mi Corazón, al veros así reunidos en presencia de Nuestro Dios, en presencia de Mi Hijo, con esa Fe, con ese amor en vuestro corazón.
Esto es lo que Yo voy suscitando sobre la Tierra; almas buenas, almas que se den, almas que se llenan del Amor de Nuestro Dios.
Cuánto Amor derrama Nuestro Dios sobre las almas que así obran, como vosotros, que tienen un tiempo para su Dios.
Dais regalos y recibís inmensidades de Vuestro Dios. ¿Cuándo entenderá está pobre humanidad, cuándo entenderá que en el dar, podéis recibir inmensidades?, pero debéis dar con esa disposición de gozo, de gusto, por agradecer, por alabar, por engrandecer la Palabra, la Vida, el Amor de Nuestro Dios hacia la humanidad. ¿Cuándo entenderá que cuando el alma da, va a recibir inmensidades en Gracias, en Bendiciones, en Amor de su Dios?
Mis pequeños, dad, dad continuamente todo lo que podáis a vuestro Dios, no es vuestro tiempo, es tiempo de Dios; pero vosotros sois los administradores de Él.
El buen administrador sabe cómo trabajar lo que se le ha dado y le puede sacar mucho fruto. Se le puede sacar mucho fruto, pero son tan pocos los que están consientes de su trabajo, los que están consientes de su tarea los que están consientes de que vuestra vida es de Dios.
Vuestra vida será grandemente Bendecida si os apartáis del Mundo y vivís para vuestro Dios. No os estoy diciendo que os apartéis de vuestras obligaciones, obligaciones diarias que todos vosotros debéis tener, Me refiero al apartarse del Mundo, a todo aquello que haga caer vuestra espiritualidad.
Debéis tener tiempo para engrandecer esa espiritualidad, para vuestro propio bien y para el de vuestros hermanos.
Podrías decir que éste tiempo que estáis ahorita utilizando para vuestro Dios, lo podrías utilizar para vuestros propios menesteres, y os puedo asegurar Mis pequeños, que éste tiempo que habéis apartado para vuestro Dios se os pagará con creces, no solamente aquí, sino en la Eternidad.
Estáis invirtiendo tiempo de Dios y será multiplicado vuestro tiempo de gozo en la Eternidad y éste sí, pequeños será vuestro tiempo de gozo en la Eternidad.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Dejad Mis pequeños vuestra voluntad a un lado.
Hijitos Míos, hay tantas, tantas almas en el Mundo que necesitan esas palabritas de aliento, esas palabritas de amor, esos cuidados de corazón.
Hay tantas almas equivocadas en el Mundo, que necesitan que se les lleve a la Presencia de Mi Hijo, que necesitan conocer la Verdad del corazón.
Hay tantas almas olvidadas que claman al Cielo para que alguien las ayude, para que les enseñen a ver la Luz, para que les disipen las tinieblas del camino.
Hay tantas almas en vuestro camino que quisieran que vosotros os detuvierais un momento y pudierais platicar con ellas, al menos un minuto y dejarles a Nuestro Dios en su corazón.
Hay tantas almas, tantas, Mis pequeños, que necesitan conocer bien a su Creador, a su Salvador, al Dios Amor.
Mis pequeños, pedid a Nuestro Buen Dios que os ponga en vuestro camino, y os deis cuenta de ello, de todas éstas almas en las cuales podéis dejar el Amor, la Paz, la Sabiduría de Nuestro Dios y la Esperanza de una Nueva Vida, para un Bien Morir, para un Bien Nacer.
Dejad Mis pequeños vuestra voluntad a un lado, y dejad que la Voluntad de Mi Hijo os mueva a llevar la Buena Nueva, a llevar la Alegría, a llevar el Amor y la Paz de Mi Hijo a vuestros hermanos.
Gran gozo daréis al Cielo, gran gozo daréis a vuestro Padre y orgullosa Me sentiré Yo, como Madre de saber que tengo hijos que están haciendo lo que es la Voluntad de Nuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla
Sobre: El desprecio del Mundo y sus bienes los acerca y los santifica.
Muchas almas a lo largo de la historia han comprendido bien ésta situación, de que el Mundo hace olvidar a Dios en sus almas y el desprecio del Mundo y sus bienes los acerca y los santifica.
Mi hijo Francisco, Francisco de Asís, hijo predilecto del Padre entendió bien esto, tuvo todo, todo lo que en el Mundo puede desear, pero aceptó la Gracia de Dios en su corazón y despreció al Mundo, a tal grado despreció al Mundo, que se quitó de todo lo que es del Mundo para llenarse de Mi Hijo, y así fue Bendecido por Mi Hijo con Sus Llagas preciosas, Divinas.
Mis pequeños, debéis aprender a separaros del Mundo, como ya os había dicho. Llenaros de la Vida Real que debéis buscar, debéis llenaros de la Vida de Mi Hijo, debéis transmitir Vida a través de vuestras palabras, a través de vuestras acciones, a través de solamente vuestra presencia, que será la de Mi Hijo en vosotros.
No os afanéis, Mis pequeños de llenaros de cosas del Mundo, que en la mayoría de las veces os llevará a los caminos del mal.
Cuando se tiene de sobra de las cosas del Mundo, el alma se desvía y cae en el pecado, cae en el mal, la más de las veces.
La pobreza, la necesidad, siempre hace que los ojos del alma estén en petición con vuestro Dios. El alma necesita cuando le falta allí.
Buscad siempre esa necesidad aunque tengáis mucho de la Tierra.
Deberéis saber discernir y diferenciar entre lo del Mundo y entre lo Espiritual.
Procurad que nunca lo material cubra a lo espiritual, que le de muerte lo material a lo espiritual. Si tenéis mucho, compartid y dejad que lo espiritual se eleve.
Llenad Mis pequeños, vuestro corazón de esa Vida, que solamente os puede dar la intimidad con vuestro Dios.
Las obras buenas siempre os van a dar alimento espiritual, crecimiento de alma, acercamiento con vuestro Dios.
Porque ya no dais, sino os dais, y dar vuestra presencia, la presencia de Mi Hijo en vosotros exige un sacrificio, exige a veces penitencia, exige donación, pero siempre os dejará esa paz y esa satisfacción de haber dado vuestro ser que será el Ser de vuestro Dios en vosotros a vuestros hermanos.
Nuestro Dios es Infinito, y vosotros lo tenéis en vuestro corazón. Deberéis compartir el Tesoro que ya tenéis en vuestro corazón a vuestros hermanos.
No tengáis miedo, Mis pequeños para acercarse al necesitado. Os he dicho, una palabrita de aliento, una ayuda con el anciano a caminar unos cuantos pasos ayudándole, a abrazar al niño que llora; ¡Cuántas, cuántas cosas podréis hacer! No despreciéis esos momentos que se os dan para que vuestras arcas en el Cielo se vayan llenando.
Vuestra vida en la Tierra os sirve para llenar las arcas del Cielo, solamente aquí en la Tierra tenéis la moneda que se necesita para enriqueceros en el Cielo. No desperdiciéis esas monedas, tratad de llegar ricos al Cielo dándoos por los demás.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Vosotros, debéis también compartir de vuestro pan, no importa cómo lo asimilen los demás. Hijitos Míos, cuando Yo Enseñé a los Apóstoles, cuando Me pidieron que les enseñara a orar, y les Enseñé el Padre Nuestro, en ésta oración se pide todo.
Cuando se dice: Danos hoy nuestro Pan de cada día. Toda alma en la Tierra tiene derecho a ese Pan, el Pan Divino, el pan humano. Debéis proveer de ambos Mis pequeños, porque primeramente, vuestro Padre os lo ha dado.
Él no os da piedras, Él no se separa del pecador, Él siempre da al bueno y al malo. ¿Por qué vosotros Mis pequeños hacéis distinciones?
La Caridad, el Amor no tiene distinciones, debéis dar al bueno y al malo.
Dios, Nuestro Padre es el Único Juez, y de Él debemos aprender a través Mío. Yo Me di por buenos y malos, vine a dar la Palabra, el Pan a buenos y a malos. Pero este Pan, es verdad, se asimila en forma diferente en el bueno que en el malo.
Vosotros, debéis también compartir de vuestro pan, no importa cómo lo asimilen los demás.
Vosotros debéis dar siempre todo lo que podáis, para que podáis recibir más y orar, orar continuamente por aquel que no esté preparado para recibir del Pan de la Palabra, del Pan de vida de ejemplo, del Pan de las buenas obras.
Dad, dad Mis pequeños, el Pan de cada día no os faltará, que mientras más deis, más recibiréis, se os ha dicho. Y se ha Prometido y es Promesa Divina.
Yo os dije que se os pagará al ciento por uno; y así es Mis pequeños, si dais de lo material recibiréis más de lo material y no os faltará en la Tierra. Si dais de los espiritual, también se os multiplicará y no os faltará en el Cielo.
El Pan que Yo os doy, se debe repartir.
Entrad a vuestro corazón, y sacad de él con amor lo que se os ha dado, entregadlo a vuestros hermanos, que Mi Padre os lo agradecerá.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Espíritu Santo.
Sobre: Debéis resucitar a aquellos que han muerto a la Gracia.
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios, el Espíritu de Amor.
Mis pequeños debéis ser Luz entre los hombres, en estos tiempos de tinieblas, en estos tiempos de muerte espiritual.
Debéis resucitar a aquellos que han muerto a la Gracia.
Yo Soy el Dios de Vida, el Dios de Amor, el Espíritu Santo que da esa Vida, que atrae a las almas, que las llena de Sabiduría y de Amor. Que les da todos Sus Dones.
Venid a Mí, Mis pequeños, tomad de Mí lo que necesitéis.
Armas, armas espirituales para vencer al mal, para vencer las tinieblas, para vencer esta muerte espiritual que ahora vive el Mundo.
Entrad en vuestro corazón, poneos en Mí Presencia, y dejadMe que Yo, vuestro Dios Espíritu Santo os de lo necesario para que caminéis en el Mundo, llevéis Luz, llevéis Sabiduría, llevéis la Presencia de Dios entre vuestros hermanos.
Venid a Mí, con humildad, con sencillez, en esa total donación, para que Yo Me sirva de vosotros para los planes de Nuestro Dios.
Venid Mis pequeños con esa sed y esa hambre, para llenar vuestra alma, para satisfacerla de los Bienes Divinos.
Venid a Mí con confianza, no veáis el estado de vuestra alma, que Yo la voy a engrandecer; sois pequeños, y deberéis seguir así.
Y las armas que Yo os daré son de gigantes, para vencer gigantes.
Vuestra pequeñez Me gusta, manteneos así, y dejad que vuestro Dios derrame todo Su Bien sobre vuestra pequeñez.
Venid pues, Mis pequeños, con ese deseo de servir a vuestro Dios en la salvación del Rebaño, en la salvación de éste Mundo que camina sin un rumbo fijo, que va deambulando en la obscuridad y que se está despeñando.
Vengan pues, para que podáis ser guías, guías de multitudes, bajo el auspicio de vuestro Dios.
Venid pues, alegraos de que Nosotros la Trinidad está con vosotros, y que Nosotros a través de vuestra pequeñez nos manifestaremos al Mundo, con Luz, con Paz, con Conversión, con el regreso a la Casa Paterna.
Gracias Mis pequeños