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domingo, 27 de febrero de 2011

SIERVOS REPARADORES, PORCIÓN AMADA DE MI DIVINO CORAZÓN


-- Agustín del Divino Corazón --

Escuchad mis palabras
Noviembre 2/10 (6:10 a. m.) Locución del Señor Jesús: Hijos amados: abrid vuestros oídos, escuchad mis palabras. Palabras que van dirigidas para vosotros, siervos reparadores, porción amada de mi Divino corazón.
Siervos que se esforzarán en el cumplimiento de mi Divina Voluntad. Siervos que se encontrarán conmigo diariamente en mi Tabernáculo de Amor Divino. Siervos que en el silencio me percibirán, escucharán mis mensajes de Amor. Siervos que repararán con sus vidas, los pecados de una humanidad indolente, ingrata, alejada de mis caminos. Siervos que morirán a sí mismos. Siervos que por donde pasen dejarán huella, impregnarán con el aroma de mi nardo purísimo los ambientes más putrefactos, más nauseabundos. Siervos que llevarán escritas, con la tinta indeleble de mi Sangre preciosa: mis palabras, mis mensajes. Siervos que serán palabra encarnada, Evangelio vivo.
Llegad a Mí, como buenos discípulos. Discípulos que quieren crecer en Sabiduría Divina. Discípulos que se deleitan conmigo, porque mis mensajes son coloquios espirituales de amor. Discípulos que practican mis virtudes; virtudes que, si son vividas, les elevarán a un alto grado de santidad. Discípulos que meditarán en mis lecciones de Amor Divino; lecciones que les cuestionará a un cambio, a una radicalidad de vida, a una conversión perfecta y transformante.
Vosotros, hijos amados: que decidisteis dejar vuestras
familias, vuestros países, ciudades y pueblos de origen; vosotros que decidisteis apartaros del mundo: dejad a un lado vuestras posesiones materiales; dejad a un lado vuestros trabajos, vuestros quehaceres cotidianos, porque un día escuchasteis mi llamado; llamado que hizo eco en la profundidad de vuestro corazón, llamado que insistentemente retumbaba en la profundidad de vuestro ser y no descansasteis, no recobrasteis la paz, hasta el momento que decidisteis subir conmigo a la barca y remar mar adentro; y llegasteis a este oasis de paz, a este manantial de aguas vivas, aguas reposadas.
Vosotros que estáis viviendo la virtud del desprendimiento (porque lentamente vais muriendo a vuestros gustos, a vuestras apetencias, a vuestros deseos, me entregáis todo vuestro ser) para que yo obre en vosotros de acuerdo a mi Divina Voluntad, para que yo os vaya dando forma, os vaya tallando, (abundancia de peces) pesquemos almas para el Cielo.
puliendo, para que Yo os tome como greda blanda entre mis manos y haga de vosotros vasijas de barro consistentes; para que Yo trace en vuestras vidas nuevos planes, nuevos proyectos; vosotros que decidisteis caminar tras mis huellas imborrables de amor, vosotros que decidisteis saliros de vuestro seno familiar, vosotros que os apartasteis del mundo: recibiréis recompensa; recibiréis el ciento por uno: por vuestros sacrificios, por vuestras renuncias, por vuestras luchas interiores, por vuestras batallas.
Vosotros que caminasteis tras mi perfume, perfume embriagador, perfume seductor, perfume que os llevó al lugar donde vivo: alivianaré un poco vuestras cargas; haré que sintáis dicha, al cargar con una parte del peso de mi cruz; haré que sintáis anhelos de limpiar mi Divino Rostro: maltratado, abofeteado por los pecados de los
hombres.
Vosotros que habéis tomado la decisión de ser mis discípulos: entregaré en vuestras manos mis remos, mis redes, para que juntos, en tiempo de subienda
Vosotros que empezasteis a sentir tedio por las cosas del mundo, vosotros que empezasteis a buscar lo eterno, lo trascendental, lo que verdaderamente sí es valioso ante mis ojos: quitaré vuestros viejos harapos, os vestiré con túnicas blancas resplandecientes, para que seáis como ángeles en la tierra; vosotros que tenéis como primacía la santidad, os daré: fuerzas, tenacidad, temple para que no os dejéis derrumbar, amilanar, derribar, frente a las tentaciones y hostigamientos del enemigo.
Vosotros que os deleitáis ante mi presencia Eucarística: haré que mis palabras caigan en vuestro corazón, como susurros de brisa suave; haré que mis palabras sean dulce miel para vuestros labios, néctar exquisito que os sumerja en un éxtasis de amor, que os sumerge en la más profunda y genuina contemplación, os haré sentir mi amor desbordante, despertaré celo por vuestra salvación.
Vosotros, mis siervos reparadores: sed dóciles a la acción del Espíritu Santo, escribid junto conmigo un nuevo capítulo en vuestras vidas, enterrad a los pies de mi cruz vuestro pasado que os sanaré. Entregadme vuestros recuerdos tristes; entregadme vuestras heridas abiertas y aún purulentas, que con mi óleo bendito, os sanaré, os limpiaré.
Entregadme vuestras flaquezas, que os fortaleceré. Entregadme vuestras ataduras que os daré libertad para que emprendáis vuelo en esta nueva experiencia de amor, en esta aventura maravillosa en la cual os recrearéis, os regocijaréis, os sentiréis plenos; porque entre millares y millares de personas,
fijé mi mirada en cada uno de vosotros, pronuncié vuestros nombres. No fuisteis vosotros, los que llegasteis a esta mi pequeña porción del cielo en la tierra. Fui yo, quien os seduje. Fui yo, quien os até al cordel que sostiene mi túnica. Y llegasteis a Mí, caminasteis tras mis huellas de sandalias desgastadas y os encontrasteis conmigo.
Vosotros, mis siervos reparadores: sed dóciles, maleables; respondedme con presteza, con ligereza, porque sois almas privilegiadas, almas que habrán de gozarse ante mis palabras, ante mis mensajes, ante mis insinuaciones de amor; almas que deberán esforzarse por cumplir una a una mis peticiones, mis mandatos, mis leyes divinas.
Vosotros, siervos reparadores: presentaos ante los ojos de mi Padre Eterno como ofrendas vivas de amor; consumíos como se consume un cirio, en el Santísimo.
Vosotros, siervos reparadores: embriagaos de amor en el silencio; en el silencio os hablaré, en el silencio os daré perfección de vida, en el silencio acrecentaré las virtudes; en el silencio os aleccionaré, os amonestaré, os mostraré: vuestras debilidades, vuestras imperfecciones; en el silencio podréis escuchar mi voz.
¿Cómo pretendéis escucharme, si os sumergís en el ruido mundanal? ¿Cómo pretendéis encontraros conmigo, si aún sois distraídos, si aún sois vacilantes? El silencio es más elocuente que mi palabra y mi palabra, calará en la profundidad de vuestros corazones. Mi palabra, os hará suspirar de amor por Mí. Mi palabra, os llevará a una postración, a una reverencia total a mi verdadera y real presencia en mi Sagrada Eucaristía.
Vosotros, siervos reparadores, que sentís la necesidad de
conversión, que sentís la necesidad de dejar vuestros pecados: habéis comprendido que con vuestros actos de desamor, fueron muchas las lanzas que traspasaron mi Corazón agonizante; habéis comprendido que algunas veces, abusasteis de mi misericordia; habéis comprendido que muchas veces despreciasteis mi amor, por dar gusto a vuestras apetencias, a vuestros bajos instintos; instintos que os llevaban a caminar por caminos densos, oscuros; caminos ausentes de Mí, caminos que os abrían puertas al abismo, a la condenación, a la destrucción de vuestras vidas.
Vosotros entendisteis, que estabais jugando con lo más sagrado, que estabais poniendo en alto riesgo vuestra salvación. Por eso, os acercasteis a Mí. Escuché vuestra voz de auxilio, de ruego, de súplica y me compadecí de cada uno de vosotros.
Reconoced, que no tenéis méritos. Reconoced: que, aún, sois pequeños; aún, os falta crecimiento en la fe; aún, os falta mucho qué darme, qué entregarme.
Pero en, ésta, mi escuela: aprenderéis, creceréis, naceréis de nuevo, porque soy vuestro Maestro, soy vuestro guía, soy vuestra brújula; brújula que os guiará, y os llevará a andar por caminos pedregosos y estrechos, pero caminos seguros de entrada al Cielo.
Vosotros, mis siervos reparadores: tatuaré en vuestros corazones el
Fiat, el , para que ya no seáis vosotros sino Yo, en vosotros.

sábado, 20 de noviembre de 2010

ALBORES DE SU SEGUNDO ADVENIMIENTO



Revelaciones dadas a un alma
a quien Jesús le llama cariñosamente
Agustín del Divino Corazón.

El cielo os avisa, llamo a toda la humanidad
Agosto 7/08 (1:20 p.m.)
Jesús dice:
Os amo tanto, que os miro con beneplácito.
Beneplácito porque os acordáis de Mí.
Beneplácito porque venís a dulcificar la soledad de mi
Sagrario. Sois hijos de predilección porque sois apóstoles de
los últimos tiempos que reciben enseñanza de María, Maestra
de los apóstoles de los últimos tiempos.
Os llamo a todos vosotros a que llevéis en los hombros el
estandarte ensangrentado de mi Cruz.
No tengáis miedo al sufrimiento, no tengáis miedo a la
persecución, no tengáis miedo a nada porque Yo os defiendo;
porque Yo pondré en vuestros labios y en vuestro corazón
palabras de sabiduría, palabras de ciencia que serán flechas
envenenadas para los corazones soberbios, serán flechas
envenenadas para los corazones de dura cerviz, serán flechas
envenenadas para los altivos y arrogantes de pensamiento.
Sed humildes, sed sencillos, porque la arrogancia no camina
a mi lado, porque la prepotencia hiere mi corazón. Pedidme
que os vista con ropajes de humildad, pedidme que os vista
con ropajes de prudencia.
Pedidme que os vista con ropajes de sigilo, con ropajes de
santidad, porque estáis inmersos en un mundo
convulsionado.
Convulsionado porque los hombres se han alejado de mí.
Convulsionado porque los mismos hombres se creen dios.
Convulsionado porque los mismos hombres crean sus
propias teorías, sus propios pensamientos; forman
sectarismos, sectarismos que no tienen nada que ver con mi
doctrina.
Pensamientos que os quitan el estado de gracia, os roban la
luz que os doy, os roban el premio más grande que es vuestra
salvación.
Por eso que vuestra vida se desarrolle toda en función mía.
Añoradme, deseadme, habladme desde el silencio de vuestro
corazón que Yo os escucho, yo os doy paz, yo calmo la
tormenta impetuosa de los vientos fuertes que zambullen
dentro de vosotros.
Mirad, que con tan sólo mirarme en el Pan Consagrado por
pago de vuestra mirada os doy paz.
Por pago a vuestra visita os adorno de perlas preciosas,
perlas preciosas que debéis ir guardando en el cofre de oro de
vuestro corazón para que, cuando os llame, me entreguéis
una corona adornada de perlas y brocado.
Creed que estáis en el final de los últimos tiempos; tiempos
de confusión, tiempos de degradación moral. Tiempos de
hedonismo, tiempos de inmoralidad; tiempos en los que a lo
bueno se le llama malo y a lo malo se le llama bueno.
Tiempos en los que los hombres cierran sus oídos a mi voz,
cierran sus ojos a mi presencia, cierran sus corazones a mi
amor.
Tiempos en que muy pocas veces se habla, en los púlpitos,
del infierno y del purgatorio.
Tiempos en que mi presencia Eucarística se quiere reducir al
mero simbolismo.
Tiempos en que se le mengua importancia a los Sacramentos.
Tiempos en que circulan libros, libros que os contaminan,
libros que os hacen divagar en incertidumbres cuando el
verdadero libro son las Sagradas Escrituras.
Llamo a toda la humanidad a un cambio de pensamiento, a
un cambio de actitud.
Llamo a toda la humanidad al Sacramento de la Confesión,
Sacramento que purifica de la inmundicia de vuestro corazón
y os da hermosura, os da limpieza, os da claridad.
Llamo a toda la humanidad al Sacramento invención de
amor, a la Eucaristía, momento en el que el cielo se junta con
la tierra.
Llamo a toda la humanidad a la práctica de los Sacramentos,
Sacramentos que son fuentes de gracia. Sacramentos que son
medios de santidad.
Llamo a toda la humanidad a un acercamiento a Dios. Dios
que es benévolo. Dios que es misericordioso para con el
pecador, no importa la cantidad y magnitud de vuestros
pecados; importa vuestro deseo de cambio, importa vuestro
verdadero arrepentimiento, importa vuestras ansias de cielo y
de santidad.
Llamo a toda la humanidad a la oración.
Oración que os transforma.
Oración que da muerte a vuestras pasiones, a vuestro pecado.
Oración que da muerte a vuestras debilidades.
Oración que da muerte a vuestros pensamientos terrenales,
pensamientos de hombre concupiscente.
Oración que os viste con nuevas vestiduras, vestiduras de
ángeles.
Llamo a toda la humanidad a adorar mi Misterio Eucarístico.
Os espero a todos en el Sagrario:
Para daros todo el amor que no reciben allí afuera.
Para sanar vuestros corazones heridos.
Para sanar vuestras llagas purulentas.
Para daros ese abrazo sincero, ese abrazo sentido que tan sólo
Yo os puedo dar.
Para mostraros vuestras imperfecciones.
Para daros verdadero dolor a vuestro corazón y serios
propósitos de cambio.
Para mostraros lo que es el cielo, lo que es la vida de
santidad, lo que es la vida de gracia.
Para socorreros en vuestras necesidades.
Para aliviaros en vuestro dolor, en vuestra enfermedad.
Para daros apoyo en vuestra tristeza porque no estáis solos,
Yo estoy con vosotros.
Llamo a toda la humanidad a que tomen conciencia,
conciencia de que el tiempo se os acaba, conciencia de que
estoy próximo por llegar a vosotros para juzgaros en el amor
pero también en la justicia.
Llamo a toda la humanidad a una radicalidad en el
Evangelio.
Llamo a toda la humanidad a un morir total al hombre
terrenal para dar nacimiento al hombre espiritual.
Llamo a toda la humanidad a que haga caso a la voz de los
verdaderos profetas, a que hagan caso a los mensajes de mi
Madre y a mis mensajes porque el cielo os da oportunidades
para que os salvéis, pero muchos hombres la desechan,
muchos hombres rechazan mis manifestaciones de amor en la
tierra, tierra que sufrirá un cambio, tierra que será
transformada para que viváis en la nueva Jerusalén.
Mi día está muy próximo, día de mi gran misericordia y
corrección de las conciencias.
Preparaos, preparaos para cuando llegue el momento no os
sorprenda como ladrón furtivo.
El cielo os avisa, os avisa para que os convirtáis de corazón.
El cielo os avisa para que replanteéis vuestro proyecto de
vida.
El cielo os avisa para que dejéis atrás vuestras cadenas,
vuestras esclavitudes y viváis en la libertad del cielo.
El cielo os avisa para que abráis vuestros oídos a las
profecías, a los mensajes; para que abráis vuestros oídos a
cada palabra, palabra que debe calar en la profundidad de
vuestro corazón y producir fruto abundante.
El cielo os avisa para que os ganéis una porción en mi Reino.
El cielo os avisa para que vayáis hoy mismo a purificar
vuestro corazón en los Ríos de la Gracia.
El cielo os avisa para que perdonéis de corazón, para que
dejéis vuestro comodismo, para que os alejéis del mundo
consumista, modernista; para que bebáis en verdaderas
fuentes, fuentes donde hay agua que calma vuestra sed.
Fuentes que son mi Palabra, palabra que os transforma,
palabra que va cambiando vuestra manera de pensar, vuestra
manera de ser, vuestra manera de actuar.
El cielo os avisa para que seáis fuertes en el tiempo de la
tribulación, para que sepáis resistir a todos los combates y
embates, para que no seáis engañados, ni seducidos en el
imperio del anticristo.
El cielo os avisa para que seáis salvos, para que os aferréis al
manto Sagrado de mi Madre. Ella es la puerta del cielo. Ella
es el camino que os conduce a Mí, os conduce a Dios.
El cielo os avisa para que os arrepintáis de vuestras
negligencias, para que os arrepintáis de vuestra mala
administración de vuestra vida, de los bienes que Dios os ha
concedido, para que os rectifiquéis, para que os enmendéis,
para que seáis caritativos unos con otros porque la caridad
borra multitud de pecados.
El cielo os avisa para que os dejéis enseñar por María,
Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos.
Ella os muestra el verdadero camino.
Ella os muestra y os da a conocer la verdadera sabiduría,
Sabiduría Divina que cae como rosas de distintos colores a
vuestro corazón para formar allí un bello jardín; jardín que
debéis cultivar con esmero, con vuestra oración, con vuestras
penitencias, con vuestros ayunos, con vuestra renuncia de sí
mismo.
El cielo os avisa porque mi llegada está muy próxima.



PARA BAJAR EL LIBRO COMPLETO EN FORMATO PDF

miércoles, 17 de noviembre de 2010

MARÍA, MAESTRA DE LOS APÓSTOLES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

 
Revelaciones dadas a un alma a quien Jesús le llama Agustín del Divino Corazón. Mensajero de los Sagrados Corazones Unidos y Traspasados de Jesús y de María.
 
Capítulo I



MENSAJES
Volved vuestro corazón al Señor


Marzo 16/09 (10:00 a. m.)

María Santísima dice:

“Tú, hijo mío, no hagas cosa alguna sin consejo, y no tendrás que arrepentirte después de hecha. No vayas por camino malo, y no tropezarás en las piedras; ni te arriesgues a ir por senda escabrosa, para que no expongas a caída tu alma;” (Eclesiástico 32,24-25) alma que debe permanecer pura y diáfana como el agua, alma que ha de asemejarse a un espejo nítido, reluciente por su limpieza.

Escuchad, pues, mi llamado; volved vuestro corazón al Señor “haced, pues, penitencia, y convertíos, a fin de que se borren vuestros pecados.” (Hechos 3,19). Por lo tanto “saboreaos en las cosas del cielo, no en las de la tierra.” (Colosenses 3,2) “Pues de este modo se os abrirá de par en par la entrada en el Reino Eterno de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” (2 Pedro 1,11).

¡Reaccionad ante mis palabras!

Marzo 23/09 (2:40 p. m.)

María Santísima dice:

Hijos míos: Muy pronto, muy pronto sonará un estrepitoso ruido en el cielo; ruido que será el anuncio a su segunda llegada; llegada en la que seréis juzgados por vuestras buenas o malas obras; llegada en la que Jesús pondrá a unos a la izquierda y a otros a la derecha; llegada en la que se os correrá el velo de vuestros ojos, ojos que se abrirán a la verdad, ojos que verán quien fue el verdadero profeta, ojos que verán la historia de vuestra vida, vida contada hasta en los más mínimos detalles.

¡Reaccionad ante mis palabras! No dejéis que se las lleve el viento. Ya es hora que creáis en el final de los tiempos; tiempos que son acortados; tiempos muy próximos a nuestro reinado, porque es realidad ineludible el triunfo de mi Inmaculado Corazón y el Reinado del Sagrado Corazón.

Es realidad ineludible que San Miguel Arcángel descenderá del Cielo al son de trompetas a batallar contra satanás.

Es realidad ineludible que toda la tierra será purificada por medio de una lluvia de fuego.

Es realidad ineludible que legiones de demonios han sido soltados de las profundidades del infierno para tentar.
 
Es realidad ineludible que el anticristo tomará asiento en la santa sede.


Es realidad ineludible que el Santo Sacrificio será suspendido.

Es realidad ineludible que la Iglesia pase por una horrorosa crisis.

Es realidad ineludible el surgimiento de falsos cristos y falsos profetas.

Es realidad ineludible la aparente derrota, pero cuando ya todo se crea perdido: apareceré vestida de sol, parada sobre la luna en medio de doce estrellas y mi talón aplastará la cabeza del dragón. “En esto apareció un gran prodigio en el cielo, una mujer vestida de sol, y la luna debajo de sus pies, y en su cabeza una corona de doce estrellas.” (Apocalipsis 12,1).

Hijos amados: estad atentos a los signos que aparecen y aparecerán en el cielo. En el momento menos pensado una gran Cruz acaparará la mirada de todos los hombres de la tierra. Cruz que es el anuncio al Gran Día de la Misericordia, al gran día de la iluminación de las conciencias. Cruz que es el anuncio del segundo advenimiento del Señor.

Los coletazos de satanás

Marzo 23/09 (8:30 p. m.)

María Santísima dice:

Hijos míos: La Iglesia está siendo azotada por los coletazos de satanás, especialmente en las almas consagradas. El espíritu del mal ha penetrado en los seminarios, conventos y casas religiosas para promover disensiones, envidias, rivalidades, escepticismos, avaricia.

Muchos de los sacerdotes y religiosos se han desviado del camino al que Dios los llamó, se han vuelto laxos en sus pensamientos, tibios en su fe; muchas de estas almas elegidas viven más en el activismo que en la contemplación, más en las cosas del mundo que en los asuntos del Cielo.

El secularismo ha envestido a algunos de mis hijos predilectos; hijos que están de acuerdo con teorías vanas; hijos que son partidarios de una teoría liberal, teología que choca con mis esquemas; teología herética porque niega algunos dogmas, algunas verdades de la fe.

Muchos sacerdotes son débiles en su predicación, temen hablar con fuerza y valentía en los púlpitos, pocas veces hablan de las postrimerías (muerte, juicio, infierno y gloria). Callan muchas verdades por miedo a la represalia, al que dirán convirtiéndose en perros mudos.

Hijos míos: cuando vuelva de nuevo Jesús, ¿sus rosas estarán marchitas, ningún fruto bueno encontrará en la tierra?

domingo, 14 de noviembre de 2010

MARÍA, MAESTRA DE LOS APÓSTOLES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Consagración a mi Inmaculado Corazón

Revelaciones dadas a un alma a quien Jesús le llama Agustín del Divino Corazón.
Mensajero de los Sagrados Corazones Unidos y Traspasados de Jesús y de María.


Día 5. Si os consagráis resistiréis la dura prueba
Enero 4/10 (6:25 a. m.)


Hijos amados: venid hacia mí, os quiero abrazar; deseo arroparos bajo los pliegues de mi Sagrado Manto.
El Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes está abierto para todos vosotros, solo necesitáis decirme sí y de inmediato os entregaré suficiente munición celestial para que os arméis con la armadura de Dios y deis inicio a la batalla contra el adversario. No debéis tener miedo al enfrentarlo. Yo, que soy la Capitana de este Ejército, os atrincheraré en mi Inmaculado Corazón, os calentaré con la llama de mi Amor Santo y os protegeré para que el enemigo no os haga daño.
María, Maestra de los Apóstoles de los últimos tiempos, os quiere preparar porque la segunda venida de mi Hijo se os aproxima cada día más. El libro del Apocalipsis va en la mitad del camino; se cumplirá literalmente, así algunos teólogos afirmen lo contrario, falsos profetas que deforman la palabra y menguan la importancia de mis mensajes.
María, Maestra de los Apóstoles de los últimos tiempos, os incorpora en las filas del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes, porque han empezado los dolores de parto, porque el hombre impío pronto aparecerá tomando el puesto que no le corresponde; será de descendencia judía para así proclamarse rey de los judíos, el mesías, dios esperado; hombre impío que se mostrará virtuoso, benévolo; hombre impío que sabrá esconder y disimular la crueldad y el veneno demoníaco que lleva dentro; hombre impío que se proclamará como el salvador de la humanidad; hombre impío que perseguirá a todos aquellos que no se sometan a su gobierno tiránico; hombre impío que pretenderá hacerse adorar como Dios (2Tesalonicenses 2); hombre impío que querrá destruir la verdadera religión; hombre impío que blasfemará contra todo lo Divino y lo Sacro; hombre impío, aparentemente filántropo, porque llevará al mundo a una falsa paz, seducirá con sus mentiras gran parte de la humanidad; hombre impío que perseguirá cruelmente a los profetas, para darles fin; y una vez los haya sacado de su paso, los reemplazará por falsos visionarios que augurarán prosperidad y paz, en un gobierno que pretende unir todas las religiones en una sola; hombre impío, revestido de falsa religiosidad, que perseguirá a todos los que profesen la fe cristiana; hombre impío que reinará durante 42 meses, llevando al mundo a la más completa desolación; hombre impío que tendrá a sus órdenes a un falso papa; falso papa que mostrará los dogmas como símbolos, leyendas, mitos; falso papa que promulgará nuevas leyes que atentarán contra la moral y la salvación de las almas.
María, Maestra de los Apóstoles de los últimos tiempos, os llama a consagraros a mi Inmaculado Corazón, para que podáis resistir la dura prueba que se os avecina, para que rechacéis de plano la falsa iglesia; iglesia que se preocupará más en la obtención de bienes terrenos, iglesia que buscará prestigio, poder; iglesia que estará al servicio de los grandes terratenientes, de los poderosos.
María, Maestra de los Apóstoles de los últimos tiempos, os llama a consagraros a mi Inmaculado Corazón; consagración que os revestirá con la luz de Espíritu Santo para que no seáis engañados por el seudo-profeta, porque obrará prodigios, milagros, favoreciendo al anticristo, al sin ley.
María, Maestra de los Apóstoles de los últimos tiempos, os llama a consagraros a mi Inmaculado Corazón porque pronto entraréis en la mentira de una religión y un cristianismo falso. Yo os guardaré en mi Corazón, os daré las fuerzas que necesitaréis para que no seáis engañados, seducidos.
Hijos míos: no tengáis miedo, pero la apostasía tiene que venir; los mártires de los últimos tiempos tendrán que enfrentarse directamente con satanás, mártires que sólo serán reconocidos en el Cielo porque en la tierra pasarán como rebeldes, impostores.
Sólo, el resto fiel, se salvará: almas heroicas que supieron vencer tormentas impetuosas, almas que se refugiaron en el desierto, almas que confiaron en las promesas de Señor; almas que recibirán alivio espiritual, ante la llegada de Henoc y Elías: dos grandes profetas que obrarán maravillas; dos grandes profetas que hablarán con voz de trueno; dos grandes profetas que serán asesinados por el anticristo, pero luego de tres días, Dios los resucitará.
Queridos hijos: siempre os acompañaré, os consolaré y os fortaleceré para que salgáis victoriosos, en este período de prueba de tres años y medio.
Os amo y os bendigo: . Amén.


Para adquirir el libro en formato pdf abrir el siguiente enlace  Tomo I

www.ejercitovictoriosodeloscorazonestriunfantes.com

jueves, 30 de septiembre de 2010

Mensaje de María Santísima a Agustín del Divino Corazón. Colombia.


Cómo me preocupo por cada uno de vosotros
Septiembre 19/09 (12:33 p. m.)

María Santísima dice:

Cómo os amo mis pequeños. Cómo me preocupo por el bienestar de cada uno de vosotros.
Cómo vigilo vuestras andanzas y vuestro sueño.
Cómo os preparo la mesa vestida con mantel blanco. Cómo me desvelo protegiéndoos, mis pequeños.
Satanás es sagaz, muchas veces se presenta revestido de ángel de luz.
Cerrad vuestros oídos a la voz de los falsos profetas. Cerrad vuestros oídos a la voz de aquellos que rebaten y contradicen las Sagradas Escrituras y el Magisterio de la Iglesia. Huidles, como el cervatillo le huye al león para no ser devorado como presa; huidles como el pájaro le huye al cazador.
Estáis en el final de los tiempos.
Estáis en el tiempo de la tribulación.
Os falta poco para que os llegue la purificación anunciada por los antiguos profetas.
Os falta poco para que veáis aparecer a San Miguel Arcángel dispuesto a batallar contra satanás y sus secuaces.
Os falta poco para que en el Cielo aparezca la Gran Señal. Señal que os anuncia la segunda venidan de mi Hijo.
Os falta poco para que veáis cielo nuevo y tierra nueva y, aún así, los hombres no entregan su vida y su corazón al Señor. Y aún así, hay dureza en las almas. Y aún así, los corazones soberbios y orgullosos desechan mis palabras, no hacen caso a mis mensajes, a mis ruegos y a mis súplicas.
Soldados rasos de mi Ejército Victorioso: orad para que los corazones de pedernal se ablanden, orad para que los orgullosos se abajen, orad para que los pecadores se conviertan, orad para que los ateos crean en Dios, orad para que no se impida la acción del Espíritu Santo en este final de los tiempos. Espíritu Santo que aletea. Espíritu
Santo que desciende sobre aquellos que le invocan.
Orad también para que el tiempo sea acortado y padezcáis menos. Orad para que forméis parte del convite de las bodas del Cordero.
Os bendigo y os amo: +++. Amén. Amén. Amén.