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jueves, 14 de junio de 2012

Llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, del 29 mayo al 14 junio/ 2012



Junio 14/2012
7:36 a.m.


Hijos amados, os espero en el Sagrario, escuela de amor divino en la que os haréis santos, escuela de amor divino en la que recibiréis sabios consejos que os llevarán a andar por caminos de rectitud y de verdad, escuela de amor divino en la que conoceréis los misterios del cielo que en este final de los tiempos se os están revelando, se os están descubriendo.

En el Sagrario, frente a mi presencia eucarística adquiriréis la fortaleza necesaria para afrontar la dura prueba, porque los dolores de parto ya han comenzado.

En el Sagrario, frente a mi presencia eucarística comprenderéis lo caduca que es vuestra vida. Recorreréis por el camino de la renuncia, de la inmolación y de la reparación porque los pecados de los hombres han rebosado de justa cólera el Corazón de mi Padre Eterno.

Mi llamado angustioso os debe mover en este día a un arrepentimiento de corazón. La crisis que se aproxima hará tambalear aún a los más fuertes, el sisma que estallará como bomba atómica en el campo de concentración o de guerra, sumergirá en confusión y caos a muchísimos de mis hijos, hijos que se desviarán de la verdad por caminar tras espejismos de filosofías llamativas y extrañas, hijos que caerán en el engaño desviándose del camino que les lleva a la salvación.

Mi llamado angustioso es para que toméis conciencia de una realidad que no podéis disimular ni mucho menos esconder.

¿Acaso os parece poco las señales del cielo? ¿Acaso os parece poco las manifestaciones que evidencian mi pronto regreso a la tierra? No juguéis con lo más sagrado, la salvación de vuestras almas, no ahoguéis mi voz en vuestros corazones, no guardéis mis llamados angustiosos en gavetas oxidadas, vividlos; quedaos con lo bueno, dadlos a conocer al mundo entero, traducidlos en varios idiomas porque mi pueblo perece por falta de conocimiento, mi pueblo camina al borde del precipicio.

Por qué temer, por qué experimentar miedo si soy un Padre de amor y misericordia. Os espero en mi tribunal divino para restituiros  la gracia que un día perdisteis por el pecado.



Junio 14/2012
9:58 a.m.


Hijos amados, escuchad mis llamados angustiosos, mi agonizante Corazón es traspasado por dardos de desamor, de nuevo soy crucificado por unos hombres obstinados en el pecado, de nuevo soy crucificado, la maldad ha enceguecido y desviado de camino a muchísimos de mis hijos. Me he quedado hasta la consumación de los siglos en todos los Sagrarios del mundo.

Venid y uníos a mi sufrimiento místico. Reparad por vuestros pecados y los pecados del mundo entero. Asistid al santo sacrificio de la Misa para que recibáis fuerzas para el duro combate, necesitáis estar lo suficientemente alimentados en el espíritu para que el enemigo no os haga daño, no os debilite en el duro caminar que os espera.

Haced cruzadas de reparación, necesito recibir consuelo de las almas. Haced cruzadas de reparación, soy el Mendigo del Amor y tengo sed de almas.

Hijos amados, estáis en el tiempo del no tiempo, estáis en el fin de los fines; convertíos de corazón haced en todo mi divina voluntad y recibiréis un premio de gloria en la vida eterna, aumentad las filas del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes consagrándoos al Corazón Inmaculado de mi Madre, necesitáis recibir la marca de los hijos de Dios, de los señalados por el cielo.

Satanás muy sutilmente ha empezado a marcar a los suyos, satanás astutamente se disfrazará de ángel de luz para engañar y seducir con sus falsos milagros a muchísimos de mis hijos. Recorred junto conmigo la calle de la amargura, prestadme vuestro hombro para yo descargar sobre vosotros una parte del peso extenuante de mi cruz.

No os dejéis confundir ni sacar de la verdad, mi Evangelio, mi Palabra no puede ser cambiada. El pecado jamás lo justificaré, mis mandamientos deben ser cumplidos cabalmente para que os ganéis una de las moradas de mi reino.

Debilitad las fuerzas tenebrosas del mal, derrotad a satanás con el Santo Rosario. Visitadme frecuentemente en el santísimo sacramento del Altar y escuchad mis lamentos divinos que brotan desde lo profundo de mi agonizante Corazón en mi nuevo Getsemaní. Llevad con vosotros medallas o crucifijos de san Benito, necesitáis protección porque el demonio os ronda como león rugiente queriéndoos devorar. Amad en extremo a vuestros hermanos, perdonad a vuestros enemigos y haced muchísimas obras de caridad porque la caridad os borra multitud de pecados. 

Junio 13 de 2012
3:55 p.m.


Hijos amados extiendo el manto de mi misericordia sobre un mundo pagano, mundo que ha cambiado las leyes divinas por leyes perniciosas que llevan  a la condenación.

El manto de mi misericordia se extiende sobre todo el mundo, un mundo sin Dios y sin ley. Los falsos ídolos  han tomado asiento en el corazón de muchísimos de mis hijos.

Extiendo el manto de mi misericordia sobre un mundo que camina al borde del abismo. Satanás le ha enceguecido y ensordecido a mi voz. Escuchad pueblo amado mis llamados angustiosos, las suplicas de un buen Padre que quiere lo mejor para sus hijos.

¿Qué esperáis para volver a Mí?

¿Qué esperáis para dar inicio a un proceso de conversión perfecta y transformante en vuestra vida?

¿Qué esperáis para soltar las cadenas oxidadas del pecado y sumergiros en las fuentes insondables de mi amor y de mi gracia?

Escuchad pueblo amado mis llamados angustiosos, enderezad vuestros caminos. No podéis continuar en un estado pasmoso y de parálisis espiritual cuando los signos y señales anuncian de mi segunda venida, cuando las advertencias de mi Madre están próximas a cumplirse.

Un cisma estallará inesperadamente, como cuando una bomba es lanzada en el campo de batalla. Permaneced en la verdad, no dejándoos desviar de las fuentes fidedignas de las Sagradas Escrituras, Magisterio de la Iglesia y de la Tradición.

Obedeced a la autoridad infalible del santo papa, orad por él, su cruz es demasiado pesada.

Mi amparo paternal permanecerá sobre vosotros, sed fieles a las enseñanzas que os he trasmitido. Atended a  los consejos de mi Madre, ella es puerta del cielo, que os conduce a un encuentro cercano y definitivo conmigo.

Os bendigo y derramo mi Santo Espíritu sobre vosotros para que permanezcáis en la verdad.



Junio 13 de 2012
4:05 p.m.


Hijos amados  haced  reparación por vuestros pecados, mi agonizante corazón se desangra de desamor e ingratitud por la mayoría de los hombres.

¿Por qué os cuesta tanto dejar el mundo?

¿Por qué  se os dificultad emprender un nuevo camino, camino de renuncia, de abandono y confianza plena en vuestro Amo y Señor?

Escuchad mis llamados angustiosos, no os pongáis tapones en los oídos, no os pongáis vendas en vuestros ojos, no os pongáis aldabas en vuestros corazones, no pretendáis tapar la luz del sol con vuestras manos, no pretendáis convertir la noche en día, no persistáis más en la duda, en la vacilación.

Mi máxima preocupación sois todos vosotros, por eso os envío profetas que como Juan Bautista allanen el camino para mi segunda venida.

Tarde o temprano os daréis cuenta de la veracidad de mis palabras;  tarde o temprano algunos de vosotros lamentareis el haber desechado, menospreciado los avisos del cielo; tarde o temprano, queráis o no, estaréis cara a cara conmigo en el día de mi  gran misericordia, ultima oportunidad para que rectifiquéis vuestros caminos, ultima oportunidad para que os arrepintáis de vuestras culpas y reparéis el daño causado a mi cuerpo místico.

Cómo silenciarme si el mundo yace en la impiedad, en la frialdad religiosa, como silenciarme si el mundo tiene otros intereses, como silenciarme si aún muchos de mis hijos se encuentran anclados al pecado, esclavizados al vicio.

Venid y os perdonaré, venid y os declararé libres e inocentes de toda culpa, venid y despertaré en vosotros amor  a mi cruz, deseos de padecer y sufrir como expiación de vuestros pecados y los pecados del mundo entero.

Orad por medio oriente, cada vez más se agudizará la situación en aquella parte del mundo.

Esperad gozosos mi retorno glorioso a la tierra. Leed y meditad las Sagradas Escrituras, convenceos y comprobad que no os hablo nada distinto del Libro Santo.

Vuestra luchas, vuestra batalla no ha terminado. Armaos con mi armadura divina y dad por segura vuestra victoria.

Junio 9 de 2012
7:52 p.m.


Hijos amados escuchad mi llamado angustioso, os espero en el sagrario para que mitiguéis mi dolor. Son muchos los dardos de desamor que atraviesan mi agonizante corazón. En el sagrario recibiréis la fuerza que necesitáis para enfrentar la dura prueba; en el sagrario recibiréis la sabiduría necesaria para no dejaros engañar por los falsos profetas; en el sagrario recibiréis la luz divina para no dejaros arrastrar por filosofías llamativas y extrañas; en el sagrario conoceréis el camino que debéis andar; en el sagrario conoceréis mis misterios divinos, profundizareis en la ciencia del cielo; en el sagrario os sentiréis protegidos cuando os sintáis asediados, perseguidos.

Os pido adoración y reparación eucarística porque  son muchos los ultrajes que recibo diariamente en mi tabernáculo de amor divino, son muchos los pecados que me llevan de nuevo a una agonía y sufrimiento extremo.

La gran prueba ha comenzado, es necesario que oréis y pidáis mi protección divina. Satanás os asedia presto en devoraros, en arrastraros a las profundidades del averno. Cómo no lanzar un llamado angustioso a toda la humanidad si yace en un sueño profundo, como no lanzar un llamado angustioso a toda la humanidad si el hombre se destruye a sí mismo, como no lanzar un llamado angustiado a toda la humanidad cuando estáis próximos a un alumbramiento y nacimiento definitivo que hará historia.

Si queréis fortaleceros para el tiempo fuerte que os espera, venid al sagrario que os guardaré en uno de los aposentos de mi corazón eucarístico.

Amados míos, vivo un nuevo Getsemaní. El extenuante peso de mi cruz me hace tambalear. Venid y consolad mi agonizante corazón y escuchad mi voz desde mi excelso trono.

Reparad por vuestros pecados y los pecados de todos los hombres. Hoy me veis en la sencillez del pan consagrado, pronto me veréis vestido de majestad y gloria.

Amados míos, venid al sagrario, reparad mi corazón eucarístico maltratado y menospreciado por muchísimos de mis hijos y meditad en los lamentos divinos y desde esta pequeña porción del cielo en la tierra dirijo a toda la humanidad.



Junio 8/2012
7:05 a.m.


Hijos amados, satanás quiere silenciar, callar a mis verdaderos profetas; profetas que son un estorbo a sus planes maléficos, profetas que quiere destruir, sacarlos de su paso porque su fin es inyectar veneno letal en la mayoría de sus hijos.

Aparentemente ha alcanzado victoria, aparentemente las fuerzas tenebrosas del mal son más potentes que las fuerzas del bien. Satanás sabe que le queda poco tiempo, satanás sabe que muy pronto será encadenado por un tiempo de mil años, por eso su afán desmedido de llevar al pecado a la humanidad, de prostituir a los pueblos peor que las ciudades de Sodoma y Gomorra.

Satanás persigue obstinadamente a los hijos de María, a los siervos de la esclava del Señor; el conocer que la mujer vestida de sol con su talón aplastará su cabeza: le produce cólera, enfado. Por lo tanto, hijo mío, escuchad mi llamado angustioso en este día; enrolaos en las filas del Ejército Victorioso de los corazones triunfantes, dejándoos guiar y conducir por su capitana, caminando tras sus huellas, preparándoos como apóstoles de los últimos tiempos y llevando mi mensaje consolador a toda creatura.

Satanás quiere obstaculizar mi obra, quiere sembrar caos y confusión en el corazón de mis hijos. Estad atentos para que distingáis los lobos disfrazados con piel de cordero. Estad atentos para que distingáis la voz de mis verdaderos profetas de los falsos profetas enviados por el príncipe de la mentira.

Consolad mi agonizante Corazón, el pecado ha deformado el alma de mis hijos. Algunos pueblos se asemejan a la gran Babilonia, pueblos que tarde o temprano estarán en mi tribunal divino para recibir el castigo merecido por sus culpas.

A vosotros amados míos os dejo la tarea de reparar por una humanidad somnolienta y aletargada, por una humanidad debilitada por las fuerzas del mal. Reparad por los pecadores, consolad mi agonizante Corazón mostrándoos al mundo como mis discípulos, como siervos de María, Madre de Dios y Madre vuestra.



Junio 05/2012
5:40 p.m.

Hijos amados, colaboradme en la salvación de las almas, haced penitencia por los pecadores, haced penitencia para que los hombres vuelvan sus corazones a Mí.

Mis llamados angustiosos van dirigidos para todos vosotros, no podéis continuar sumergidos en pozos de aguas putrefactas; ya es hora que cambiéis de vida, que os condoláis por la veces que habéis lacerado mi agonizante Corazón. Secad, pues, las lágrimas que corren de mis purísimos ojos, besad y adorad mis sagradas llagas. Interceded por un mundo indolente, frenético en su proceder.

No ahoguéis mi voz en vuestro corazón, dejad que cada una de mis palabras caigan como briza suave en vuestro interior y os embriague de amor.



Junio 4/2012
6:58 a.m.

Hijos amados, no endurezcáis vuestros corazones, ablandadlos a mi voz, sed sensibles a mis llamados angustiosos. Mi agonizante Corazón sufre y padece soledad, mi voz se pierde en el vacío de la mayoría de los hombres. Cómo quisiera que en este mismo instante la humanidad entera doblase sus rodillas, abajasen sus cabezas y me reconocieran como al Rey del universo; pero el hombre se ha desviado de camino, el hombre abusa cada vez más de mi misericordia, el pecado ha obnubilado sus conciencias, el pecado les ha hecho esclavos de satanás. Hoy que por providencia divina estáis frente a mi presencia, consolad mi agonizante Corazón, pedid y reparad por todos aquellos que son causa de dolor y de sufrimiento para mi agonizante Corazón.

Preparaos para el combate, para la guerra final. No tengáis miedo, el amor echa fuera el temor. No tengáis miedo, por qué no os decidís en este mismo instante en venir como la mujer pecadora, como María, y postraros a mis divinos pies, enjugarlos y ungirlos con el óleo de vuestro arrepentimiento, de vuestra contrición verdadera de corazón; mis lágrimas purificarán la suciedad de vuestros corazones, mi abrazo os fortalecerá para que emprendáis un nuevo camino.

El tiempo que estáis viviendo es un tiempo crítico, satanás y legiones de demonios andan afanosamente en búsqueda de almas; sabe que le queda poco tiempo, sabe que muy pronto la mujer vestida de sol aplastará con su talón su cabeza. Y cómo no prepararos para el desenlace final, cómo no hacer reparación de vuestros pecados si la justicia divina será descargada con toda su cólera sobre un pueblo renuente a mis llamados y a los avisos del cielo, sobre un pueblo que camina al borde de la perdición y del precipicio, pero mi Corazón sobreabunda en misericordia para con el pecador.

No esperéis ver cumplidas una a una las advertencias y profecías de mi Madre para convertiros y acudir al sacramento de la confesión. Es en este mismo instante que os llamo a rasgar vuestras viejas vestiduras y a revestiros con ropajes nuevos. El tiempo de la tribulación va en curso, el tiempo no será postergado, ha sido abreviado.

No quiero ver perecer a muchos de mis hijos, esta última oportunidad es para todos vosotros; sois libres en elegir la felicidad eterna, sois libres en optar por la condenación y desdicha por años sin fin.



Junio 4/2012
9:00 a.m.


Hijos amados, cómo pretendéis ganaros el cielo, si aún las cosas del mundo os atraen, mundo que os ha arrastrado por corrientes de pecado que ponen en alto riesgo la salvación de vuestra alma.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si en vuestro corazón hay mosto, residuos de pecado que opacan mi luz divina, os arrebatan mis gracias.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si aún no habéis tomado conciencia de una realidad, realidad que presento ante vuestros ojos pero estáis ciegos; os estáis dejando manipular por satanás, el pecado os puede más que la gracia, la virtud.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si aún no tomáis tiempo para meditar en mi Evangelio, vivir de acuerdo a mis enseñanzas. Vuestra conversión no es perfecta, hay tinte de mundo en vuestras vidas, hay oscuridad que ensombrece mis bendiciones, mi raudal de gracia.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si aún no habéis abierto vuestro corazón a mis llamados angustiosos, os resulta imposible creer en los profetas verdaderos, en las almas privilegiadas que tienen como misión anunciar mi segunda venida.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si os halláis encajonados en una vida de pecado y de tinieblas. La razón os lleva a la duda, al escepticismo, a la incredulidad.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si ni siquiera creéis en la existencia del cielo, purgatorio e infierno. Satanás ha puesto una venda en vuestros ojos y llegáis a pensar que el infierno se vive en la tierra, que el demonio es invención del hombre para reprimir, para coartar la libertad e impedir que el hombre se mueva y actúe inclinado bajo sus pasiones.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si ponéis en tela de juicio mi verdadera presencia en la Hostia consagrada, si os atrevéis, algunas veces, a recibir mi cuerpo y mi sangre indignamente cuando estáis bebiendo y comiendo vuestra propia condenación.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si os acomodáis a leyes perniciosas, leyes que van en contra de mi mandamientos, pretendéis siempre justificar vuestro pecado.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si os da miedo el sufrimiento, abrazar mi cruz. No os atrevéis a caminar por caminos angostos y pedregosos, porque aún sois flojos en vuestra vida espiritual.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si lleváis al cuestionamiento las profecías y advertencias de mi Madre. Discernid los mensajes que verdaderamente provienen del cielo. Estáis en la era de los falsos profetas, estáis en la era de los seudo-místicos. Satanás quiere entorpecer mi proyecto de amor trazado para este final de los tiempos, satanás siembra caos, confusión, él es remedo de Dios, imita lo bueno para que caigáis en sus mentiras.

Mis llamados angustiosos son una de las últimas tácticas del cielo para que os convirtáis, para que resistáis los días aciagos, antes del alumbramiento el dolor, la prueba os sacudirá.

Mis llamados angustiosos son una voz de alerta para toda la humanidad porque el día del gran aviso, el día del gran milagro están muy próximos.



Junio 3/2012
5:56 a.m.

Hijos amados, aún mis llamados angustiosos no han terminado, es urgente que volváis a Mí, que hagáis reparación por vuestros pecados. Os he demostrado mi misericordia, el gran amor que os tengo. No os dejéis desviar de camino, estáis en la era de los falsos profetas, profetas que siembran duda en el corazón de mis hijos, profetas que llevan al error y a la mentira. Pedid discernimiento de espíritus para que no seáis sustraídos de la verdad, las Sagradas Escrituras son fuentes de vida eterna, son manual de instrucción que os llevan a la salvación.

Mi llamado angustioso en este día es para que oréis y reparéis por todos los abortos del mundo entero. Desdichados de aquellos países que aprueban esta ley anti-natura, desdichados de aquellos países que con el aborto se ensañan en la vida de almas inocentes, haciéndose mártires desde el vientre de sus madres; desdichados estos países, el castigo divino es inminente. Mi Corazón agonizante es traspasado por una espada de dolor, no puedo contener las lágrimas. Tantas almas yacen en las profundidades del infierno por este horrendo pecado; pecado que ha llevado a la desdicha eterna a muchísimos de mis hijos.

No hay tiempo para que caminéis hacia atrás, no hay tiempo de cerrar vuestros oídos a mi voz, no hay tiempo de endurecer vuestros corazones a mis llamados angustiosos. La señal en el cielo, la muestra de mi omnipotencia en el firmamento llevará a muchos escépticos a creer en Mí. El gran día de la misericordia, el gran día de la iluminación de las conciencias despertará a muchísimos de mis hijos de su sueño letargo, muchos pecadores se acercarán al sacramento de la penitencia y harán reparación por sus múltiples debilidades.

La iluminación de las conciencias es un gesto de amor para una humanidad que se zambulle en el lodo de sus pecados.

La iluminación de las conciencias es una última oportunidad para que el pueblo desviado de mi camino regrese a Mí.

La iluminación de las conciencias abrirá vuestro entendimiento a una luz sobrenatural de que mi segunda venida está muy próxima.

La iluminación de las conciencias llevará a muchos de mis hijos al arrepentimiento y al camino de la cruz.

La iluminación de las conciencias es el puente que os conecta con un mundo nuevo, mundo renovado, plenamente transformado.

¿Por qué sentir miedo, experimentar ansiedad frente a los avisos del cielo,  ¿por qué dar cabida a racionalismos inútiles cuando soy el Dios que todo lo puede? No endurezcáis más vuestros corazones en este día, sanad la herida abierta de mi hombro, el peso de mi cruz me hace tambalear, el peso de mi cruz sumerge mi Corazón en una profunda agonía. Si mis palabras os conmueven, sed mis Cirineos; si mis palabras tocan vuestro corazón, no permanezcáis adormilados, despertad y difundid al mundo entero mis llamados angustiosos porque el tiempo para instaurar mi reino en la tierra se os acerca.

Mayo 29 de 2012
6:50 a.m.

Hijos amados aún estáis a tiempo, os espero, y seguiré esperando con mis brazos abiertos.

Anhelo el día en que lleguéis a Mí con lágrimas en los ojos, con corazón contrito y humillado.

Anhelo el día en que os postréis a los pies de mi cruz y reparéis por vuestros pecados y los pecados del mundo entero.

Anhelo el día en que abráis vuestras vidas a mi voz y mis palabras os conmuevan y os lleven a un cambio, a una conversión verdadera.

Anhelo el día en que mis llamados angustiosos produzcan fruto en vuestra vida espiritual.

Anhelo el día en que sintáis hambre y sed de mi Palabra.

Anhelo el día en que vuestros ojos se levanten hacia el cielo y pidáis perdón y misericordia por un mundo fatuo, endurecido, apartado de mis leyes.

Anhelo el día en que sintáis la necesidad de reconciliaros conmigo en el sacramento de la confesión, sacramento que renovará vuestros corazones dejándolo nuevo.

Anhelo el día en que los soberbios, orgullosos vuelvan sus miradas a mis mensajes y a los anuncios profetizados por mi Madre.

Anhelo el día en que la humanidad entera doble sus rodillas y esperen con ansias mi segunda venida.

Amados míos, como silenciarme, como no daros a conocer estos mis últimos llamados angustiosos porque estáis al borde del cataclismo, al borde de ver cumplidas las profecías marianas.

Como guardar silencio si aún no os despertáis, no tomáis conciencia de la premura del tiempo, tiempo que sufrirá variaciones, cambios notorios para que las almas más empecatadas regresen a Mí, para que los alejados de mi camino anden de nuevo por las sendas angostas que llevan al cielo.

Como guardar silencio si estáis en la hora, en el tope  del gran milagro, de la gran señal pero aun así satanás os hace dudar de mis profetas, de mis mensajeros de este final de los tiempos, satanás os ha anestesiado para que permanezcáis somnolientos, sordos a mi voz, insensibles a mis llamados.

Como guardar silencio si el mundo se haya envuelto en una densa capa de oscuridad, mis rayos de luz son imperceptibles para la mayoría de mis hijos, mis mandamientos, mi Palabra es cambiada por leyes humanas que justifican el pecado.

Como guardar silencio si fuertes vendavales, huracanes impetuosos os harán tambalear.

Amados míos, el tiempo se os acaba, volved a Mí, daos la oportunidad de vivir una experiencia de amor conmigo, daos la oportunidad de reivindicaros  ahora que estáis vivos, daos la oportunidad de hacer penitencia y sacrificios para que seáis vencedores sobre las fuerzas del mal.

Orad, la tierra ruge desde dentro.

Orad la naturaleza se despierta para demostrarle al hombre mi omnipotencia, mi soberanía sobre toda creatura.

Orad para que mis palabras conmuevan al mundo entero y se preparen para el combate espiritual y batalla que pronto llegará a su final.

El gran amor que os tengo hace que mire con ojos de benevolencia a algunas almas elegidas en el mundo y les haga mis profetas, porta voz del cielo en la tierra.

Os bendigo y os revisto de fuerzas para que aguantéis la dura prueba.

 


Mayo 29 de 2012
7:10 a.m.




No os apartéis de mi lado, aun mis palabras no han terminado, en este día quiero sensibilizar vuestros corazones, ablandarlos a mis llamados angustiosos.

Venid por un instante al monte Calvario, al Getsemaní de los sagrarios y escuchad como los latidos de mi agonizante corazón van cesando, lentamente se van perdiendo en el tiempo y en el espacio y pronto me oiréis decir: Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, por aquellos hijos míos que aun yacen en el lodo de sus pecados.

Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, para que el hombre entienda y comprenda que solo es grande cuando está de rodillas ante mi presencia, cuando me reconoce como a su Señor, como al dador de vida.

Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, para que el mundo comprenda que sin Dios no hay salvación.

Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, para que la humanidad entera se prepare a beber el cáliz de la amargura, solo los fuertes, los que se acojan a mi amor y misericordia aguantarán la prueba.

Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, para que los impíos, los que andan por caminos equivocados enderecen sus sendas y regresen a Mí. A todos quiero salvar, no quiero que ninguno de mis hijos se condene.

Derrotemos juntos las fuerzas del mal.

Derrotemos juntos al adversario y sus secuaces.

Muchas almas han caído en las profundidades del averno, muchas almas caminan al borde del precipicio.

Sed luz en un mundo de oscuridad.

Sed receptivos a mis llamados angustiosos.

Muy pocos me escuchan, muy pocos se acercan a Mí para consolar mi agonizante y sufriente corazón.

Bebed una dosis de mi amor y de mi paz.

No estáis solos, mi Madre y Yo os acompañaremos siempre.





lunes, 28 de mayo de 2012

LLAMADOS ANGUSTIOSOS DEL CORAZÓN AGONIZANTE DE JESÚS (27 y 28 de Mayo 2012)


EJÉRCITO VICTORIOSO DE LOS SAGRADOS CORAZONES

AGUSTÍN DEL DIVINO CORAZÓN









27 de mayo de 2012
6:45 a.m.
9:05 a.m.

Hijos amados vuestro peregrinaje en la tierra aún no ha terminado, aún nos falta mucho por hacer, aún hay cosas que debéis cambiar, mejorar, aún sois demasiado pequeños en vuestra estatura espiritual, aún os falta abrir más vuestros corazones a mis gracias.

Entended hijos míos que la mortificación y la penitencia son el camino que os lleva a una ascesis, a unos medios que os ayudan a crecer en la virtud porque vuestra vida espiritual no se puede detener, congelar en el tiempo.

Ya es el momento que pongáis de vuestra parte, que luchéis con tesón en dar fin y muerte al pecado, pecado que me ha llevado a una agonía y sufrimiento permanente porque los hombres de estos tiempos se han dejado seducir por satanás, han caído en el lodazal de sus pasiones e inclinaciones desordenadas que han llevado a la muerte y al descalabro a muchísimos de mis hijos.

Mi llamado angustioso, amados míos, es que os arrepintáis de corazón y reparéis por vuestras culpas porque no sabéis ni el día ni la hora en que os llame a mi tribunal divino para tomaros cuenta de vuestra vida.

Mi Madre os ha estado alertando con sus mensajes, no podéis continuar en un comodismo, en un mutismo espiritual, como si nada pasara cuando los signos hablan por sí mismos.

No pretendo sembrar temor, miedo en vuestros corazones, pero es que no estáis preparados para mi pronto regreso, aún no os habéis dado cuenta de la abreviación del tiempo, las manecillas del reloj corren a mayor velocidad y nuestros llamados os despiertan por un momento y después entráis en sueño profundo.

¿Por qué os cuesta tanto creer que me valgo de la debilidad de mis verdaderos profetas para comunicaros anuncios de trascendencia para la historia de la humanidad? ¿Por qué os cuesta tanto creer en los signos y manifestaciones del cielo cuando soy el Dios que todo lo puede, el que hace posible lo imposible?

Orad porque fuertes oleadas de calor y de frio descenderán sobre algunas regiones como huracán que arrasa con todo lo que encuentra a su paso.

Orad por Afganistán, interceded por sus pobladores.

Orad porque muchos de mis hijos sentirán presión en un país donde son extranjeros. El sufrimiento y el dolor pronto golpearán las puertas de sus corazones.

Os aliento a caminar, a abrazar mi cruz y a consolar mi agonizante corazón con una decisión firme en seguirme, en ser mis discípulos.



Mayo 27 de 2012

Hijos amantísimos os envío mi Santo Espíritu para que seáis transformados y renovados.

Os envío mi Santo Espíritu para que seáis abrasados por las ráfagas de fuego de mi amor y sintáis paz, consuelo, aún en medio de la prueba.

Os envío mi Santo Espíritu y os aliento a caminar en medio de una batalla espiritual porque las potestades del infierno luchan contra las potestades del cielo.

Os envío mi Santo Espíritu, os doy mi luz, ilumino vuestro entendimiento para que no os dejéis engañar por la voz de los falsos profetas, para que discernáis y aprendáis a diferenciar las fuentes de donde provienen: del cielo o del infierno.

Os envío mi Santo Espíritu y os unjo con crisma sagrado para que optéis siempre andar por el camino del bien.

Estáis en la era del Espíritu Santo, los dones y carismas fluyen sobre mi Iglesia amada, los dones y carismas os llevan a encontraros con un Cristo vivo y resucitado.

Estáis en la era del Espíritu Santo, avivad vuestra fe, abrid vuestros sentidos a un gran acontecimiento que atraerá  las miradas del mundo entero, a una gran señal que estará expuesta en el cielo para que los escépticos crean, para que los pecadores se conviertan, para que los buenos se hagan más buenos.

Estáis en la era del Espíritu Santo, tiempo en que se os están revelando los secretos del cielo, todo se os mostrará y descubrirá, nada quedará oculto bajo la luz del sol.

Estáis en la era del Espíritu Santo, era que pronto llegará  a su culmen porque después de la purificación universal vendrán cielos nuevos y tierra nueva.

Hijos amados de mi agonizante corazón formad cenáculos de oración, dejaos formar e instruir por mi Madre, sed apóstoles de los últimos tiempos y esperad con ardor un segundo y definitivo pentecostés para mi Iglesia, pentecostés que os llevará a amaros los unos a los otros como Yo os he amado, pentecostés que destruirá las fuerzas de las tinieblas y mi luz resplandecerá sobre toda la tierra, pentecostés en el que vosotros seréis mi pueblo y Yo seré vuestro Dios.

No cerréis vuestros oídos a mis llamados angustiosos, no encapsuléis al Espíritu Santo y le impidáis actuar, moverse en una Iglesia que será purificada, plenamente renovada.

Salid ya del estado pasmoso en el que os encontráis, mostraos al mundo entero como mis discípulos, servidores de Cristo, militantes del cielo en la tierra que añoran mi pronto regreso. Empuñad en vuestras manos el Santo Rosario y desafiad al mundo con esta poderosa oración, satanás será encadenado con esta frágil cadenilla de amor y arrojado a las profundidades del infierno.

Difundid sin temores los mensajes de mi Madre, mis llamados angustiosos, despertad a una humanidad que yace en el dolor y la oscuridad, despertad a una humanidad que ha bajado a Dios de su trono, despertad a una humanidad que abusa de mi misericordia divina y camina al borde del precipicio.

Orad, reparad, abrid vuestros corazones a mi gracia y esperad una efusión del Espíritu Santo, efusión del Espíritu Santo que transformará mi Iglesia y al mundo entero.

Orad porque las alteraciones de la naturaleza se agudizarán más y más.

Orad porque una parte del mundo se estremecerá, estremecimiento que causará dolor y angustia en el corazón de mis hijos.

Mayo 28/2012
6:45 a.m.
Hijos míos, me encuentro atado a una columna, bruscamente me han amarrado, con crueldad han azotado mi cuerpo santísimo. Mirad mi piel despellejada, mis heridas abiertas, heridas de las que fluye mi Sangre preciosa, Sangre preciosa que os lava, os purifica de toda inmundicia y todo pecado.

Miradme atado a la columna preparándome para abrazar el madero de la cruz, el tronco de victoria que os absolverá de toda culpa y os dará salvación y vida eterna.

Miradme atado a la columna, fuertes latigazos descargan sobre Mí. En mi silencio pido perdón al Padre Eterno por estas almas que maltratan cruelmente al Hijo de Dios, al Cordero Inmolado que con su muerte dará vida a todos los hombres que se abren a la gracia divina.

Miradme atado a la columna pensad en qué estado se encuentra mi Corazón sacratísimo, Corazón que sólo sabe amar y perdonar, Corazón fuente de misericordia para los pecadores. Condoleos del Mártir del Gólgota, uníos a mi sufrimiento y consolad mi agonizante Corazón.

Escuchad mi llamado angustioso porque muchos de vosotros estáis atados a la columna del vicio.

Estáis atados a la mediocridad y superficialidad.

Estáis atados a una vida sin sentido, vida despilfarrada.

Estáis atados a la columna de una falsa piedad, porque algunas veces escondéis lo malo, os disfrazáis con apariencia de buenos, faltándoos conversión de corazón, faltándoos compromiso serio y decidido en seguir mis huellas, en caminar tras la voz del único Pastor.

Estáis atados a la columna de la tecnología y de la ciencia. Cómo pretendéis ahondar y descubrir en mis misterios divinos bajo supuestas teorías que os llevan a la verdad, cuando mi misterio es ilimitado e infinito, cuando mi ciencia es inabarcable.

Estáis atados a la columna de un racionalismo equívoco, no queréis aceptar un Espíritu Santo vivo, os tapáis los oídos a la voz de mis profetas. Cerráis vuestros corazones a mis llamados angustiosos, llamados que muchas veces meten el dedo en la llaga y os hacen llorar, remorder vuestras conciencias porque en el fondo de vuestros corazones reconocéis vuestras equivocaciones, debilidades.

Estáis atados a la columna de la inconciencia, del mutismo espiritual. Por momentos mis palabras os conmueven, por momentos os proponéis un cambio en vuestras vidas y después mis palabras se pierden en el vacío inmenso de vuestras almas, mis palabras chocan con la dureza y testarudez de vuestros corazones.

Estáis atados a un mundo que evoluciona y cambia, mundo apático a mis leyes y a mi Evangelio, mundo convulsionado y agitado, mundo que ha caído en las redes oscuras de satanás.

Estáis atados en la columna del pecado, dejadme en este día soltar de vuestras manos las cadenas que os aprisionan y os hacen esclavos del demonio. Dejadme en este día sanar con mi Sangre preciosa la lepra de vuestro corazón, dejadme en este día abrir vuestros ojos, destapar vuestros oídos y sensibilizar vuestros corazones a mis llamados angustiosos porque muy pronto la voz de los profetas se silenciará, muy pronto desearéis escuchar de mi Palabra y no encontraréis quién os la predique, muy pronto me veréis vestido de majestuosidad descendiendo a la tierra para juzgar con misericordia y justicia al mundo entero.


Mayo 28/2012
9:30 a.m.


Amados míos, quiero dejarme encontrar por cada uno de vosotros, tantas veces os he buscado, pero sois sumamente escurridizos. Hoy rendíos por entero a mi Divina Voluntad, dejaos seducir por Mí, no tendréis más penurias, no tendréis más sufrimientos porque, aún, la cruz la sentiréis demasiado liviana. No os dejéis abstraer por las corrientes del mundo, podréis ser arrasados, desviados de camino; podréis caer en peñascos sin salida.

Algunos de vosotros os preguntáis del por qué de mis llamados angustiosos y os respondo: sois la razón por la cual morí en una cruz, sois el motivo por el cual me he quedado presente en la Sagrada Hostia hasta la consumación de los siglos; sois las niñas de mis ojos, por eso mi mirada de amor y misericordia jamás se apartará de vosotros.

Temo que seáis arrancados de mi seno Paterno. Abrid vuestros ojos y permaneced en vela porque tenéis muchos enemigos a vuestro alrededor, enemigos que os pueden llevar a la condenación eterna, enemigos que os pueden absorber en un mar de mentiras.

Dejad que os muestre el camino que debéis andar. Dejad que ilumine vuestros pasos para que os encontréis Conmigo. Dejad que os despierte de vuestro aletargamiento espiritual y toméis conciencia de mi pronto regreso, toméis conciencia de la urgencia de convertiros de corazón, de hacer reparación por vuestros pecados y de prepararos para la dura prueba.

Mis llamados angustiosos van dirigidos para toda la humanidad. No hablo en particular porque si de nuevo tuviese que descender a la tierra a sufrir, a padecer en mi sagrada pasión gustosamente lo haría.

La sucesión de los acontecimientos, las advertencias profetizadas por mi Madre continúan su curso; el tiempo no se detendrá, antes bien, ha sido abreviado para no correr el riesgo de que muchas almas se me pierdan.

No dejéis que el temor, el miedo se aniden en vuestro corazón, tened una confianza excesiva en Mí. No pereceréis si sois obedientes a mis mandatos, sólo os pido humildad, sencillez de corazón para que mis llamados angustiosos hagan eco en lo profundo de vuestro ser y os lleven a un cambio.

Amados míos, estáis en el tiempo en que abundan los profetas, mensajes pululan por doquier. Tened cuidado, discernidlos bajo la luz del Espíritu Santo, para que no os dejéis engañar y caigáis en el error. Acercaos a las Sagradas Escrituras, allí lo encontraréis todo. Recordad que satanás imita lo bueno, orad más bien por los seudo-profetas y seudo-videntes que se atribuyen gracias y dones sobrenaturales sin que Yo se los haya otorgado.
Hoy que os encontrasteis Conmigo y que pudisteis escuchar mi voz mezclada con llanto y tristeza, venid al monte Calvario y consolad mi agonizante Corazón porque el mundo no está preparado para mi pronto regreso, el mundo anda en un afán desmedido de buscar placer, posesiones y son pocos los que saben que el mundo será transformado, volverá al oren primero de la creación. Sed santos, predicad con vuestro testimonio de vida y llevad la Buena Nueva a toda creatura.

sábado, 26 de mayo de 2012

LLAMADOS ANGUSTIOSOS DEL CORAZÓN AGONIZANTE DE JESÚS (25 Y 26 Mayo 2012)


AGUSTÍN DEL DIVINO CORAZÓN

Mayo 25/2012
6:21 a.m.


Hijos amados: buscad siempre la verdad, verdad que encontrareis en las Sagradas Escrituras, Magisterio de la Iglesia y Tradición.

Estáis inmersos en un mundo de mentiras, mentiras con apariencia de verdad. Satanás os presenta falsos dioses, placeres efímeros que han llevado a muchísimos de mis hijos al dolor, al sufrimiento. Satanás suele utilizar personas buenas para confundir, confusión que os lleva al error, a la incoherencia; no os dejéis arrastrar por filosofías llamativas y extrañas, ellas tienen un matiz de oscuridad, olor a infierno.

Manteneos firmes en Mí que soy el camino, la verdad y la vida. No busquéis lo que no se os ha perdido. En mi Iglesia lo encontraréis todo: los sacramentos, siete fuentes de gracia; mi presencia real y verdadera en mi misterio de amor divino: la Sagrada Eucaristía; efusión del Espíritu Santo con sus dones y carismas; almas místicas que se han asociado a mi Sagrada Pasión con la riqueza invaluable que fluye desde dentro de mi cuerpo místico; un Papa con autoridad infalible, unos sucesores y representantes Míos en la tierra con la facultad de retener y perdonar.

Así es, manteneos firmes en la verdad porque vientos fuertes de doctrina soplan y soplarán sobre vosotros. Un movimiento gestado en las profundidades del infierno ha sumergido a muchos de mis hijos en las tinieblas. Satanás en su astucia, os quiere cautivar, os va segando lentamente para el día en que se presente el hombre sin ley, caigáis en sus artimañas.

Estad atentos y vigilantes a los cambios de orden moral, religioso, económico, político; cambios que de momentos llevarán al mundo a una falsa paz para después adentrarlo en las penumbras de la desesperación, de la tiranía.

Mis llamados angustiosos son voz de alerta para un mundo en crisis, mundo subyugado por el poder de las tinieblas, mundo hedonista, mundo apartado de los principios divinos que llevan al encuentro con la verdad plena, verdad que os hace libres.

No desatendáis a los ruegos de un Padre amoroso que busca vuestra salvación.


Mayo 25/2012
7:40 a.m.


Hijos amados, Jesús de nuevo os hace un llamado angustioso para que no perdáis el rumbo en vuestras vidas. La puesta del sol que os lleva a descubrir el lugar donde vivo, a encontraros Conmigo para que viváis una experiencia que os marque, os deje huella.

El tiempo que estáis viviendo es un tiempo de oscuridad, de tinieblas. Los hombres andan por caminos falsos, arenas movedizas que los pueden llevar al vacío, sumergirlos en un abismo sin salida.

Dolor, llanto, desesperación escucháis por todas partes; niñas y jóvenes que se venden al mejor postor; bebés que aún sin nacer se hacen mártires, son acribillados por las manos de su propia madre; muertes de almas inocentes por doquier, desempleo, escases de alimentos y hambrunas en algunas partes del mundo; los poderosos subyugan a los débiles, discriminación racial, conflictos armados, secuestros, extorsiones, abusos de autoridad, delincuencia juvenil, satanismo, pornografía infantil. ¿Acaso no son motivos suficientes para llorar? ¿No son motivos suficientes para entrar en agonía y sufrimiento extremo? ¿No son motivos suficientes para vivir de nuevo los dolores de mi Sagrada Pasión?

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Si me he hecho Cordero Inmolado para daros vida.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Si fui vendido por el traidor Judas.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Si fui aprehendido como el peor criminal.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? A sabiendas de que tuve muchos perseguidores y enemigos a mi alrededor.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Abriendo el corazón al pecado, a la desgracia.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Revolcándoos en el fango de vuestras pasiones y concupiscencias.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Reteniendo el salario justo de los obreros y empleados.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Uniéndoos al bando de los desdichados, de los impíos.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Cerrando vuestro corazón a la gracia.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Camuflando vuestra maldad con apariencia de buenos.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Persiguiendo a mis verdaderos profetas, calumniándoles y poniéndoles emboscadas para que caigan.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Coartando la acción del Espíritu Santo, impidiéndole que actúe y se mueva en una Iglesia carismática.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Con vuestros propósitos poco serios y decididos de conversión.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Cuestionando y poniendo en duda los avisos del cielo y advertencias marianas en este final de los tiempos.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Acomodando y malinterpretando mi Palabra a vuestro antojo.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Encarnizándoos contra mis sacerdotes como si fueseis aves de rapiña en busca de su presa.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Endureciendo vuestros corazones a mis llamados angustiosos, cuando muy pronto escucharéis un ruido estentóreo en el cielo, cuando muy pronto fuego del cielo descenderá a la tierra para purificarla y renovarla, cuando muy pronto el gran milagro y la gran señal anunciarán de mi segunda venida.

Hijos amados, con mi Corazón compungido y atravesado por dardos de desamor os bendigo en este día. Y os pido que os ofrendéis como hostias vivas de amor y contribuyáis en algo por la salvación de las almas.


Mayo 26/2012
7:00 a.m.



Hijos amados, escuchad mi llamado angustioso en este día, vivid mis mandamientos para que seáis sabios; convertíos de corazón para que entréis a formar parte de los elegidos, de los predestinados a vivir en una de mis moradas celestiales.

Quiero que entendáis la urgencia de mis llamados angustiosos, dadlos a conocer, la premura del tiempo lo exige.

Es necesario que todos los hombres escuchen mi voz, se detengan por un instante a meditar en mis palabras, a unirse a los sufrimientos de mi nuevo Getsemaní porque soy maltratado, azotado, clavado en la cruz, coronado de espinas por los pecados del mundo entero.

¿Por qué sois tan renuentes a los llamados y avisos del cielo? Meditad en las Sagradas Escrituras y estad atentos a los signos profetizados por mi Madre, Ella tiene la misión en este final de los tiempos de allanar mi camino para mi segunda venida.

No seáis tan débiles, no os dejéis engañar por satanás; él os hace creer que no existe, que el infierno se vive en la tierra, os hace sentir atracción por el pecado para después pasaros una cuenta de cobro: condenación y desdicha eterna.

Estáis en el tiempo en el que todo lo profetizado por mi Madre se cumplirá.

Estáis en el tiempo de ver aparecer en el cielo una gran señal, un gran milagro.

Estáis en el tiempo en que la humanidad entera pronto beberá del cáliz de la amargura.

Estáis en el tiempo en que todos vosotros pasaréis por el fuego de la prueba, seréis acrisolados como a oro y plata.

Recordad que mi agonizante Corazón sobreabunda en misericordia. Os he perdonado, me he hecho Mártir del Gólgota para pagar vuestra deuda contraída por el pecado. Os invito a ganarle la batalla a satanás, a destruirle con una conversión perfecta y transformante, a debilitarle con el rezo del Santo Rosario.

No hay tiempo para que os entretengáis en las bagatelas del mundo, sed santos en el lugar que os he puesto, sed santos en la vocación en la que os he llamado, sed santos para que impregnéis de nardo purísimo el mundo que os rodea, sed santos para que testimoniéis con vuestra vida en un mundo sumergido en el caos, en la crisis.

Orad y reparad para que las fuerzas tenebrosas del mal no os hagan daño.

Orad y reparad para cuando os llegue el momento en el que seáis perseguidos por ser mis discípulos, enfrentéis al adversario con valentía.

Orad y reparad para que el desmoronamiento de algunas naciones no os lleve al desespero.

Orad y reparad por Medio Oriente para que los rumores de guerra no os amilanen, os acobarden.

Orad y reparad para que las potencia mundiales me reconozcan como al Rey del universo, como al dueño de todo cuanto existe.

Preparaos para un gran acontecimiento, acontecimiento que hará noticia, acontecimiento que llevará al asombro a la humanidad entera.

Os bendigo y derramo sobre vosotros mi Santo Espíritu para que os mantengáis firmes en la lucha.


Mayo 26/2012
9:30 a.m.




Hijos amantísimos, aquieto vuestros corazones con mi voz, endulzo la amargura de vuestra alma con el óleo bendito de mis sagradas llagas, impregno de mi paz vuestro espíritu con mi presencia.

Venid, agrupaos a mi alrededor y escuchad mis llamados angustiosos, mis lamentos divinos. No seáis de aquellos que piensan que fue infructuosa mi muerte de cruz, no seáis de aquellos que piensan y sienten que todo está perdido, no seáis de aquellos que esperan el último momento de sus vidas para convertirse, no creáis que la misión de los profetas es la de llevaros al miedo o al temor, ellos son mis mensajeros para que despierten a una humanidad somnolienta, atestada de maldad y de pecado.

Quiero que comprendáis que mi agonizante Corazón sobreabunda en misericordia pero también en justicia. No desdeñéis la acción del Espíritu Santo, no desaprobéis de inmediato los mensajes que hacen alusión a mi segunda venida, el no aceptarlos sería como arrancar algunas páginas de la Biblia que hacen referencia a mi pronto regreso.

Queráis o no instauraré mi Reino en la Tierra.

Queráis o no el mundo volverá al orden primero de la creación.

Queráis o no me valdré de los profetas para interpelaros y llevaros a un cambio; me valdré de los profetas para que sean como Juan el Bautista y allanen camino a mi segunda venida; me valdré de los profetas para que su voz que es mi voz ablanden la dureza de los corazones y los mueva a una conversión perfecta y transformante; me valdré de los profetas para que el mundo entero conozca de los grandes acontecimientos y manifestaciones del cielo que llevarán a muchísimos de mis hijos a buscarme, a soltar las amarras del pecado para ser libres; me valdré de los profetas para que mi voz haga eco aun en los corazones soberbios, corazones que tarde o temprano tendrán que aceptar y comprender la veracidad de mis palabras.

Orad por un pueblo que se pierde por falta de conocimiento.

Orad por un pueblo que corre velozmente al precipicio.

Orad por un pueblo que será purificado como en los tiempos de Noé.

María mi Madre es Arca de Salvación para todos vosotros.

María mi Madre es Puerta del Cielo que os lleva a un encuentro eterno Conmigo.

María mi Madre es Estrella de la Evangelización para un mundo que se zambulle en la ignorancia espiritual y religiosa.

María mi Madre os espera en el Getsemaní de mi sagrario para que juntos consoléis mi agonizante y sufriente corazón.


miércoles, 23 de mayo de 2012

LLAMADOS ANGUSTIOSOS DEL CORAZÓN AGONIZANTE DE JESÚS


Mayo 21 de 2012
6:08 a.m.


Hijos amados pronto derramaré mi Espíritu Santo sobre vosotros, Espíritu Santo que os hará dóciles a mi voz, Espíritu Santo que os llevará a vivir mi Palabra y os conducirá a un encuentro personal conmigo, Espíritu Santo que llegará a vosotros con todo su esplendor y gloria y renovará la faz de la tierra.

Pronto veréis como todo el mundo se transforma, se renueva por eso he de venir a juzgar a la humanidad entera, a poner fin al pecado y a instaurar mi reino de paz, amor y misericordia en la tierra.
Pronto el mundo estará abocado a una gran crisis. Mi insistencia, mis llamados angustiosos es que permanezcáis adheridos al misterio de mi santa cruz para que vientos fuertes no os hagan tambalear, derribar. Os pido apertura de mente y de espíritu, docilidad para que emprendáis la marcha seguros de alcanzar victoria. ¿Por qué experimentar miedo, temor, si soy vuestro escudo y defensa?

Grato a mis ojos es un corazón humilde, abierto a mis gracias

Grato a mis ojos es un alma que ha dejado imprimir en su corazón mi Fiat, mi Sí divino.

Grato a mis ojos es un alma de corazón puro que en las fuentes de aguas vivas ha encontrado su limpieza, el brillo que antes había perdido por el pecado.

Hijos amados ya es hora que volváis a Mí, ya es hora que os salgáis de las obras de las tinieblas y caminéis tras las obras de la luz, ya es hora que os preparéis para un segundo Pentecostés, para una efusión del Espíritu Santo en todo su esplendor, ya es hora que centréis vuestros pensamientos solo en Mí, que esperéis con paz pero con anhelo mi segunda venida.

Estad atentos porque vientos de doctrinas nuevas soplan sobre vosotros, no os dejéis sustraer de la verdad.

Estad atentos porque pululan visionarios y mensajeros emisarios de satanás cuyo fin es confundir, opacar la voz de los verdaderos profetas.

Estad atentos porque estáis inmersos en un mundo hedonista y materialista, mundo apartado de mis principios, mundo que ha llevado a la condenación a muchos de mis hijos.

Estad atentos, el desequilibrio en la naturaleza causará de manera inexplicable la muerte de animales en todas partes del mundo.

Estad atentos porque pronto veréis colapsar a algunas naciones, naciones que llevarán al empobrecimiento a muchísimos países.

Estad atentos por todo lo que suceda y acontezca en medio oriente, la revolución y la guerra cegará la vida de muchos de mis hijos.

Estad atentos, el hombre desafía a Dios, abusa de su misericordia divina, la manipulación genética ha rebosado de justa cólera la copa de mi agonizante corazón.

No os sorprendáis de mis palabras, os prevengo para que no sufráis daño.

Os bendigo y os nutro con mi sabiduría para que no seáis engañados o falsamente seducidos.
Mayo 21 de 2012
8:25 a.m.


Hijos amados optad por el cielo. Para habitar en una de mis moradas debéis ser santos. La santidad se alcanza con el cumplimiento perfecto de mi Divina Voluntad, en la vivencia de mi Evangelio, en hacer el bien sin ruidos.

Os quiero iluminar con mi luz para que no viváis en tinieblas, os quiero dar a beber del agua viva para que nunca más tengáis sed; os quiero llevar sobre mis hombros como ovejas malheridas para daros vigor en vuestro caminar.

Hijos amantísimos mis llamados angustiosos van dirigidos a una humanidad aletargada y somnolienta; humanidad renuente a la acción del Espíritu Santo y a los avisos del cielo en este final de los tiempos. Sed mensajeros de paz llevando la buena nueva a toda creatura, sed mensajeros de esperanza difundiendo estos mensajes en todas partes del mundo. Sed portadores de mi luz, predicando con vuestro testimonio de vida, sed apóstoles de los últimos tiempos consagrándoos al Corazón Inmaculado de mi Madre.

Estáis en los umbrales de un nuevo amanecer por lo tanto preparaos para un pentecostés definitivo en vuestras vidas.

Estáis en los umbrales de un nuevo amanecer, orad para que seáis fuertes en la dura prueba.

Estáis en los umbrales de un nuevo amanecer: abrazad mi cruz para que no seáis arrancados de la verdad, del camino que os lleva a la salvación.

Estáis en los umbrales de un nuevo amanecer: estad atentos a los signos y prodigios que aparecerán en el cielo como manifestación a mi pronta venida.

Estáis en los umbrales de un nuevo amanecer, aferraos a la Tradición y al Magisterio de la Iglesia; pronto el intruso presentará un evangelio nuevo, una doctrina nueva.

Estáis en los umbrales de un nuevo amanecer; no permitáis jamás que seáis señalados, marcados con el número de la bestia; sois propiedad de Dios, guardaos en el refugio del Inmaculado Corazón de mi Madre, seréis protegidos del advenedizo, que pronto se dejará ver de todos vosotros.

Estáis en los umbrales de un nuevo amanecer; empezaréis a ver cómo los inmigrantes regresan a sus países de origen buscando mi asilo, mi protección.

Estáis en los umbrales de un nuevo amanecer; pronto empezareis a ver el Gran Milagro de la multiplicación de los alimentos, la variaciones climáticas arrasarán con cultivos enteros, no os preocupéis abasteceré vuestras despensas si confiáis en Mí.

Estáis en los umbrales de un nuevo amanecer; orad porque un desastre natural acabará con la vida de muchísimos hijos.

Orad porque un terremoto sacudirá una gran parte del mundo causando confusión y asombro.

Orad porque fuerte oleadas de calor serán flagelo para muchos de mis hijos. Orad porque algunos cambios en el sistema solar crearán consternación y perplejidad en los científicos.

El manto de mi misericordia os cubrirá siempre, conservad la paz, entregaos por completo a Mí y obraré prodigios de amor en vuestras vidas.

Orad por Siria, orad por Japón, el dolor hará gemir a muchísimos de mis hijos.

Mayo 23/2012
7:55 a.m.
Hijos amados, os quiero mostrar misterios escondidos, tesoros ocultos que sólo revelo a los sencillos, a los pequeños; por eso os pido que tengáis corazón de niños, preocupaos en mantenerlo limpio, puro. Acudid con frecuencia al sacramento de la confesión, sacramento ríos de la gracia que se llevará toda impureza, todo vestigio de maldad.

Os pido que por un instante apacigüéis vuestro corazón, dejéis vuestras habituales ocupaciones y habléis conmigo de corazón a corazón. No sintáis temores en contármelo todo, quiero llevarme vuestras preocupaciones, quiero menguar vuestra soledad, quiero sanar vuestro corazón herido, lastimado; os quiero aliviar de vuestra enfermedad, quiero dar solución al problema que os agobia, os quiero dar descanso en vuestra fatiga. Entregadme vuestros pecados, tendré misericordia en todos vosotros, soplaré mi Espíritu Santo y os daré un hálito de vida nueva. Poned vuestra mano al corazón y reconoced vuestras culpas, haced un alto en vuestro camino y empezad a recorrer un camino de arrepentimiento y de reparación, no miréis más vuestro pasado, todo lo he perdonado, lo que sí os pido es que no ofendáis más mi agonizante Corazón.

Escuchad mi llamado angustioso porque se os aproxima un tiempo fuerte, tiempo que sólo lo resistiereis si estáis cercanos a Mí, tiempo en el que es indispensable la oración, el ayuno para que no entréis en desesperos, en angustias.

Ráfagas de fuego descenderán desde el cielo para purificar la tierra, tierra que deberá ser completamente renovada y transformada.

La apostasía, la difusión del error se extenderá cada vez más llevando a la miopía espiritual a muchísimos de mis hijos.

El pecado aumentará, flagelo mortal que llevará a la condenación a muchísimas almas, vendrá una plaga peor que la del sida porque la copa del corazón del Padre Eterno ha rebosado en su justa cólera.

Orad porque cada vez más la crisis económica, el colapso financiero será más evidente, más visible a vuestros ojos.

Orad para que la ciencia no minimice la grandeza y la omnipotencia divina.

Orad para que todas las ovejas dispersas de mi redil vuelvan a mi rebaño.

Un coletazo de satanás está por sacudir a mi Iglesia, Iglesia que jamás será destruida porque Yo soy su roca firme, la humanidad está próxima en beber del cáliz de la amargura.

Difundid mis llamados angustiosos y formad cenáculos de oración preparándoos para un segundo y definitivo Pentecostés.
Mayo 23/2012
9:30 a.m.


Hijos amantísimos, seguid escuchando mis llamados angustiosos, la humanidad está a punto de perecer porque satanás ha cautivado y engañado a muchísimos de mis hijos. Es urgente que hagáis cruzadas de reparación porque de nuevo soy flagelado, azotado y martirizado por el pecado de los hombres.

Es urgente que toméis muy en serio mis palabras y os convirtáis de corazón, el tiempo se os acaba, pronto veréis una gran señal en el cielo, señal que es el preludio a un nuevo amanecer.

Es urgente que caminéis por las vías angostas y estrechas que os llevan al cielo, la laxitud y la amplitud os condenan, os lleva a la muerte segunda.

Os espero en la soledad de mi Getsemaní, mitigad mi dolor con una contrición verdadera de corazón, mitigad mi dolor arrepintiéndoos de vuestras culpas, mitigad mi dolor consagrándoos al Corazón Inmaculado de mi Madre, ella os guardará en su regazo materno y os protegerá del adversario que pronto será encadenado y arrojado en el infierno.

Haced buen uso de los medios modernos de comunicación, no so dejéis desviar de camino, el demonio fácilmente os puede inyectar de su ponzoña letal y llevaros a la condenación.

Rezad el Santo Rosario en familia y meditad en mis llamados angustiosos y en los mensajes de mi Madre para que os vayáis preparando para una efusión del Espíritu Santo, para un segundo Pentecostés que llevará al mundo entero a ver cielos nuevos y tierra nueva.

Hijos amantísimos: rectificad vuestros caminos, las manecillas del reloj pronto dejarán de marcar la hora porque estaréis cara a cara conmigo en un juicio particular demostrándoos mi gran amor y misericordia.

Guerread contra satanás viviendo santamente y haciendo uso de los sacramentales. Estáis en un tiempo en el que impera el caos y la confusión, la maldad ha llegado a su tope, la maldad de los hombres cubre de tinieblas la tierra entera, sumiéndome en una terrible agonía y sufrimiento extremo.

Estad vigilantes a los signos y avisos del cielo, porque cada vez más serán más perceptibles a vuestro entendimiento humano.




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viernes, 11 de mayo de 2012

Llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús


AGUSTIN DEL DIVINO CORAZÓN


Mayo 07 de 2012

02:45 p.m.

Hijos amados: Os hablo de nuevo, sois sumamente importantes para Mí, volved al redil que un día dejasteis. Os daré a beber del agua viva, sanaré vuestras heridas, os llevaré sobre mis hombros y os daré del alimento que perdura y os da salvación y vida eterna; convertíos de corazón, os he dejado mi Evangelio, una norma de vida, para que os salvéis, para que entréis a formar parte de los elegidos, para que habitéis en una de mis moradas de los cielos.

Tantas veces, mi Madre insistentemente os advierte de grandes eventos, de grandes sucesos que harán historia, profecías Marianas que habrán de cumplirse, porque van en concordancia perfecta con las Sagradas Escrituras.

Cómo no despertar de este adormilamiento espiritual, si estáis a unos pasos de la hecatombe, del cataclismo; cómo no despertar de este adormilamiento espiritual, si pronto en el firmamento veréis la gran señal; cómo no despertar de este adormilamiento espiritual, si pronto descenderé a la tierra a instaurar mi Reino de Gloria.

Os espero, para extender sobre todos vosotros el manto de mi misericordia. Os espero, para guardaros y protegeros en uno de los aposentos de mí Sagrado Corazón.

Os amo y os bendigo.



Mayo 8 de 2012

12:10 pm

Amados hijos, no os olvidéis de la tarea que os he puesto: reparar por vuestros pecados y los pecados del mundo entero, mundo que yace en las tinieblas y en la oscuridad, mundo que corre velozmente al abismo.

Despertad, salid del estado pasmoso en el que os encontráis. Tomad muy en serio mis palabras, discernidlas bajo la luz del Espíritu Santo y aceptad que estáis en un tiempo decisivo de la historia. Estáis al culmen de ver realizadas las profecías predichas por mi Madre Santísima. Ella en ningún momento ha querido inquietaros o sembrar caos en vuestros corazones. Lo que ella busca es vuestra salvación.

A todos os quiere abrigar bajo los pliegues de su Sagrado manto, a todos los quiere abrasar con la llama de amor santo de su Inmaculado Corazón. ¿Por qué os cuesta tanto comprender que estáis en el fin de los tiempos? ¿Por qué no entendéis que estáis en el tiempo del no tiempo? Venid en pos de Mí, postraos a los pies de mi sagrada cruz, pedid al Padre Eterno que llueva sobre la tierra su misericordia.

Os amo y os bendigo



Mayo 8 de 2012

12:18

Hijos míos os hago un llamado angustioso. Mi corazón agonizante sufre porque los hombres se han apartado de mi camino, se han olvidado que vivo en todos los tabernáculos del mundo.

Mi agonizante corazón sufre porque muchos niegan mi verdadera presencia en la Eucaristía.

Mi agonizante corazón sufre porque muchos se alimentan de mi cuerpo y beben de mi sangre en pecado, almas que comen y beben su propia condenación.

Mi agonizante corazón sufre porque muchas almas han caído en los engaños y seducciones del mundo, mundo distante y apartado de mis leyes divinas.

Mi agonizante corazón sufre porque tantas almas caen diariamente a las profundidades del infierno como hojas de los arboles caen en tiempo de otoño.

Mi agonizante corazón sufre porque la humanidad entera no está preparada para mi pronto regreso, regreso en el que instauraré en la tierra mi reino de paz, justicia y misericordia.

Mi agonizante corazón sufre por la dureza de corazón de muchos de mis hijos, corazón cerrado a la acción del Espíritu Santo, corazón cubierto de mosto y herrumbre del mundo.

Hijos amados escuchad los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, sacudíos de vuestro sueño letargo y empezad ahora mismo un proceso de conversión perfecta y transformante en vuestras vidas.

Pronto la gran prueba hará estremecer y gemir.

Los dolores de parto ya han comenzado.

Estad atentos a las señales del cielo, señales que os anuncian mi retorno glorioso a la tierra.

Recibid mi bendición sacerdotal en este día.



Mayo 9 de 2012
7:37 a.m

Amados hijos retornad a Mí, andad por el camino angosto y pedregoso que os lleva al cielo. Dejad vuestra antigua vida de pecado, soltaos de las amarras que os esclavizan, os anclan, amarras que os impiden volar para que os encontréis Conmigo.

Satanás y legiones de demonios han sido soltados de las profundidades del infierno para seducir y engañar. Ellos saben que les queda poco tiempo, ellos saben que serán encadenados y arrojados a los abismos infernales por un periodo de mil años.

No seáis tan intrépidos en vuestro proceder. Las malas acciones traen consigo consecuencias nefastas para vuestra vida, las malas acciones destrozan y cercenan mi agonizante corazón.

Escuchad en este día mi llamado angustioso, acudid al sacerdote, confesad vuestros pecados y reparad por vuestras culpas. Seréis sumergidos en ríos de agua viva para que quedéis puros, radiantes como la luz del sol.

Escuchad en este día mi llamado angustioso dejaos guardar en uno de los aposentos de mi Divino Corazón para que seáis protegidos durante el tiempo fuerte de la tribulación, tiempo en el que los vivos desearán estar en el lugar de los muertos, tiempo en el que os sentiréis asediados, perseguidos por profesar públicamente vuestra fe, tiempo en el que algunos de mis hijos derramarán su sangre como los primeros cristianos.

Escuchad en este día mi llamado angustioso la gran crisis, la gran hecatombe caerá sobre la tierra como tempestades devastadoras, como huracanes violentos que se llevan consigo todo lo que encuentran a su paso.

Escuchad en este día mi llamado angustioso, aún estáis a tiempo de reconocer vuestros errores, de enmendar vuestras faltas y de regresar como hijos pródigos a la casa paterna que un día abandonasteis.

Escuchad en este día mi llamado angustioso y discernid bajo la luz del Espíritu santo los acontecimientos que estáis viviendo, aceptad los anuncios proféticos de mi Madre. Pronto veréis aparecer en el cielo una mujer vestida de sol con corona de doce estrellas parada sobre la luna, pronto escuchareis el sonar de las trompetas que os anuncian mi segunda venida.

Os bendigo y os renuevo para que caminéis en pos de Mí y postréis todo vuestro ser a los pies del Mártir del Gólgota.



Mayo 9 de 2012
11:40 a.m


Derramo mi Santo Espíritu sobre vosotros, abrid las puertas de vuestros corazones a mi presencia, dejaos seducir por Mí y caminad tras el eco inconfundible de mi voz.

Escuchad mi llamado angustioso, muchas almas perecen por falta de conocimiento, muchas almas han caído en los engaños de satanás, muchas almas se han desviado de camino apartándose de la verdad del Evangelio, del Magisterio de la Iglesia y de la Tradición.

Hago un llamado angustioso a toda la humanidad porque muy pronto podréis comprender la magnitud de mis palabras y la trascendencia de los mensajes de mi Madre dados en todas las partes del mundo.

Quiero pediros en este instante conversión de corazón, no perdáis más el tiempo en las cosas del mundo, no os dejéis distraer de las cosas que sí son verdaderamente importantes para la salvación de vuestra alma.

He abreviado el tiempo porque mi amor y mi misericordia por todos vosotros es infinita, he abreviado el tiempo para evitar la pérdida de muchísimas almas.

No tengáis miedo os protegeré, os cuidaré.

No tengáis miedo seréis asistidos por San Miguel Arcángel, seréis revestidos de una fuerza sobre natural para que no decaigáis en la batalla que se os aproxima.

Consolad mi agonizante corazón, muchos de los hombres no creen en mi pronto regreso, muchos de los hombres se han olvidado que vendré de nuevo a la tierra para juzgarles con misericordia paro también con justicia.

Sed santos, responded al llamado angustioso que os hace en este día vuestro amado Jesús, el Mártir del Gólgota que ha dado su vida por todos vosotros.



Mayo 10 del 2012
5:08 a.m


Hijos amados escuchad de nuevo mi llamado angustioso. Mi corazón agonizante languidece por el desamor de muchos de mis hijos, hijos que caminan velozmente al abismo porque sus corazones se han cerrado a mis gracias, sus corazones están impregnados del lodo de sus pecados. Es urgente que toméis consciencia de la proximidad de los acontecimientos,
aún no estáis preparados para un encuentro definitivo conmigo, aún os falta mayor conversión de corazón, aún sois débiles en el cumplimiento de mis mandatos divinos, aún os falta más amor por el prójimo.

Mi llamado angustioso es que os alejéis del pecado y reparéis por vuestras culpas.

Permaneced vigilantes porque no sabéis ni el día ni la hora en que seáis llamados a mi tribunal divino para juzgaros en justicia.

Permaneced vigilantes porque pronto el ruido estentóreo en el cielo os anunciará de mi segunda venida.
Permaneced vigilantes porque la batalla espiritual desatada entre las potestades del cielo y las potestades del infierno pronto llegará a su final.

Permaneced vigilantes, pronto veréis un nuevo amanecer.

Os baño con mi sangre preciosa para que adquiráis la fuerza que necesitáis frente al duro combate.

Os bendigo.


Mayo 10 de 2012
12:40 p.m


Hijos amados es Jesús el que os habla, quiero prender fuego de amor divino en vuestros corazones, quiero fusionaros con mi divinidad para que seamos uno, quiero estrecharos en mi regazo paterno y levantaros hacia el cielo como ofrenda de amor.

Atended a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, estad con vuestras lámparas encendidas con suficiente reserva de aceite para cuando os llegue el día de mi retorno glorioso no os sorprenda como las vírgenes necias.

Pronto la sucesión de los acontecimientos llegarán a su final y ¿cómo debéis prepararos para mi segunda venida? Convirtiéndoos de corazón, viviendo mi Evangelio, siendo portadores de mi luz divina y llevando la Buena Nueva a toda creatura.

No permitáis que mis llamados angustiosos caigan al vacío o se evaporen como el viento, mis palabras os deben llevar a un cambio a una transformación espiritual en vuestras vidas.

Consolad mi agonizante corazón
, uníos al apostolado de reparación y adorad mi sangre preciosa muchas veces despilfarrada y profanada.

Os bendigo, os guardo en uno de los aposentos de mi Sacratísimo Corazón.



Mayo 11 de 2012
7:10 a.m.


Hijos míos dejad que sea Yo el que guíe vuestro caminar en la tierra, dejad que sea Yo el que os muestre la ruta que os lleva al cielo; dejad que sea Yo el que os despoje de vuestras viejas vestiduras y os revista con ropajes nuevos; dejad que sea Yo el que arranque toda impureza e imperfección de vuestro corazón; dejad que sea Yo el que corra el velo de vuestros ojos y así podáis ver y discernir las señales de los últimos tiempos, señales que hablan por sí mismas, señales que son el preludio de mi segunda venida, señales que os comunican un nuevo amanecer.

No cerréis vuestros oídos a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, mirad: el manto de mi misericordia se extiende aún sobre la humanidad entera; si tuviese que padecer de nuevo y sufrir el calvario que experimenté en aquellos momentos en que di mi vida para daros vida, descendería a la tierra dispuesto a beber otra vez el cáliz de la amargura.

No cerréis vuestros oídos a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús
, estáis al borde de un cataclismo universal y aun así persistís en el pecado, aun así os prestáis para que satanás haga de muchos de vosotros sus títeres, aun así cerráis vuestros corazones a las gracias, a las advertencias de mi Madre en este final de los tiempos.

No cerréis vuestros oídos a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, los hombres azotan cruelmente mi cuerpo santísimo con su irreverencia frente al sacramento de amor, los hombres azotan cruelmente mi cuerpo santísimo con su vida perniciosa, vida amoldada a los criterios del mundo pero ausente de mis mandamientos; los hombres azotan cruelmente mi cuerpo santísimo cuando se toman el derecho de acabar con la vida y dar fin a un plan proyectado desde la eternidad.

Escuchad mis llamados angustiosos, retomo las palabras de mi Madre: estáis en el tiempo del no tiempo, estáis en el fin de los fines. Venid a Mí que os sanaré de la lepra del pecado, volved a Mí que os alimentaré del maná celestial y os daré fuerza para que resistáis a la gran prueba.

Os bendigo, os animo a abrazar mi cruz y a esperar con gozo y júbilo mi pronta venida.


Mayo 11 de 2012
7:25 a.m.


Sufrí, padecí, fui cruelmente maltratado, siendo inocente fui llevado como cordero al matadero, exhalé mi último suspiro en el madero de la cruz. ¿A caso os parece poco el amor que os tengo? ¿A caso necesitáis de más evidencias para creer en Mí? ¿A caso os parece insuficiente que me haya quedado presente hasta la consumación de los siglos en la Hostia consagrada? ¿Qué esperáis para que regreséis a Mí? ¿Qué necesitáis para que dejéis el mundo y os soltéis de las cadenas oxidadas del pecado?.

No esperéis convertiros en el último momento de vuestras vidas, arrepentíos en este mismo instante y regresad a Mí. Mis llamados angustiosos os deben mover a un cambio, a vivir con radicalidad el Evangelio. Mis llamados angustiosos os deben despertar de vuestra somnolencia espiritual, os deben animar a luchar con tesón por la salvación de vuestra alma. Mis llamados angustiosos son una alerta del cielo para mi pronta venida, venida en la que habré de instaurar en la tierra mi reino de paz, de amor y de justicia. Mis llamados angustiosos deben ablandar la dureza de vuestros corazones, de llevaros a tomar conciencia de la importancia de los avisos del cielo para este tiempo decisivo en la historia.

Recibid mi bendición y mi protección en este día de gracia.



Mayo 11 de 2012
2:12 p.m.


Hijos amados no desatendáis mis llamados angustiosos, la copa de mi Padre rebosa en su justa cólera. Satanás sigue cautivando a muchísimos de mis hijos, les ha despertado codicia por los bienes materiales, ha sembrado en sus corazones apetencias desordenadas.

Este pueblo se ha prostituido peor que los habitantes de Sodoma y Gomorra, este pueblo corre a una velocidad vertiginosa directo al abismo, este pueblo me crucifica de nuevo.

Mi llamado angustioso en este día es que reparéis por una humanidad indolente, de duro corazón. La maldad carcome el corazón de algunos hombres, la incredulidad, la renuencia a las advertencias y avisos del cielo hieren mi agonizante corazón.

Venid al Getsemaní de los sagrarios, doblad vuestras rodillas y rezad con vuestros brazos en cruz para que mi misericordia sea derramada como torrencial del agua sobre la tierra.

Sed receptivos a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, haced que el mundo entero los conozca y los acoja como perlas finas, como tesoros de cuantiosa suma que necesitan ser cuidados, protegidos.

Os bendigo y os espero en mi tabernáculo de amor divino para que con vuestra presencia deis consuelo a mi corazón agonizante.