Mostrando entradas con la etiqueta Dios Padre se manifiesta - Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dios Padre se manifiesta - Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.. Mostrar todas las entradas

martes, 21 de junio de 2011

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.


Mayo 26_11 Con ése “Ven Señor Jesús”, lo atraeréis más rápidamente a la Tierra.



Rosario vespertino
Temas:
  • Estos son momentos de confusión, pero vosotros deberéis marcar el camino, pero el camino que Yo os voy a dar y que deberéis predicar.
  • Mucho os he dicho que la mayor pérdida que podéis tener, es la de vuestra alma.
  • Os he pedido y os sigo pidiendo oración profunda por todos vuestros hermanos alrededor del mundo.
  • Aprended pues a sufrir en silencio, unidos a Mi Hijo y en Presencia Mía y, de esta forma, mucho ganaréis para vosotros y para vuestros hermanos y os lo agradeceré eternamente.
  • El “Ven Señor Jesús” y os atraeréis Bendiciones inmensas, inconmensurables, porque lo tendréis entre vosotros.
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Estos son momentos de confusión, pero vosotros deberéis marcar el camino, pero el camino que Yo os voy a dar y que deberéis predicar.
Hijitos Míos, Mis pequeños, se os había dicho que satanás, en su maldad, ya había cubierto la Tierra, la cual está en sombras. Al decir esto, Mis pequeños, os estoy avisando también que eso os está llevando a que tengáis una apatía a la vida espiritual, os sentís cansados, os sentís faltos de espiritualidad, os sentís con una falta de deseo de acercaros a Mí.
Mis pequeños, ésa es la obscuridad de las almas. Cuando os había dicho que las tinieblas estaban cubriendo la Tierra, son tinieblas espirituales. Si no os acercáis a Mí, que Soy Fuente de todo Bien, que Soy Fuente de Vida, ¿de dónde podréis entonces sacar la vida que necesitáis para poder llevar a cabo vuestra misión aquí en la Tierra y ayudar a vuestros hermanos? Tenéis que luchar contra vosotros mismos, tenéis que sacar fuerza de vosotros mismos, pero va a ser una fuerza descomunal la que tenga que salir de vosotros y es la que Yo os voy a dar cuando vosotros os acerquéis a Mí.
Deberéis luchar contra las tinieblas que ya las tenéis encima de vosotros, que rodean a la Tierra y que debéis vosotros destrozarlas con esta Luz que tiene que salir de vosotros, pero porque es Mi Luz la que deberá salir de vosotros.
Al luchar vosotros contra vosotros mismos, es cuando vais realmente a empezar vuestra misión de una lucha frontal contra satanás.
Sí, Mis pequeños, los que entendáis esto y lo llevéis a cabo, estaréis enfrentándoos directamente a satanás, porque Mi Luz empezará a destruir sus tinieblas, pero él no se va a quedar con los brazos cruzados. Ciertamente tratará de contraatacar a todos aquellos de los cuales vea que sale Mi Luz, que brota vida, que es Mi Vida y que estaréis ayudando a vuestros hermanos en su salvación eterna, pero, Mis pequeños, os he dicho que no temáis, que Yo estaré con vosotros. Sois los Cristos de estos tiempos, que así como Mi Hijo traía Luz a todos los lugares a donde iba, es ahora vuestro tiempo que deberéis producir luz a todos los lugares a donde vayáis, ya que ayudaréis a vuestros hermanos a recapacitar y que se den cuenta de que, al vivir en las tinieblas están perdiendo mucho y que tienen regresar a la Verdadera Luz, a la Verdadera Vida en la cual vivirán eternamente.
Ciertamente estos son momentos de confusión, pero vosotros deberéis marcar el camino, pero el camino que Yo os voy a dar y que deberéis predicar.
Os vuelvo a repetir, Mis pequeños, no temáis, que Yo estaré con vosotros y cuando veáis lo que empezaréis a hacer, esto os animará y seguiréis adelante con una fuerza sobrenatural que os estará guiando.
Os amo, Mis pequeños, confío en vosotros y quiero que vosotros confiéis plenamente en Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Mucho os he dicho que la mayor pérdida que podéis tener, es la de vuestra alma.
Hijitos Míos, mucho os he dicho que la mayor pérdida que podéis tener, es la de vuestra alma. El perder vuestra espiritualidad es más grave que el perder todo lo material que tengáis.
Mis pequeños, estos son tiempos de Caridad, son tiempos de amor, en donde vosotros deberéis ayudar a vuestros hermanos que estén padeciendo, sobre todo en sus problemas espirituales.
Mucho ya hay de esto, Mis pequeños y lo estáis viendo, cómo muchos de vuestros hermanos están desertando de la Verdadera Iglesia que Yo formé, que tanto Me costó y que Mi Sangre, que dejé aquí para vuestra purificación, Me dolió, Me dolió tanto, Mis pequeños y estáis desperdiciando todo el dolor, toda Mi donación por vosotros, por vuestra salvación y satanás se ha encargado de que vosotros olvidéis todo lo que un Dios hizo por cada uno de vosotros, para vuestra salvación y para vuestro crecimiento en el Amor.
Sí, Mis pequeños, Yo os vine a dar todo un tratado Divino de Amor y se ha desperdiciado, porque satanás os ha desviado hacia otros caminos, en donde vosotros creéis que estáis viviendo el amor, pero son amores, como os he dicho, pecaminosos y que os están llevando a todo lo contrario de lo que Yo os vine a dar, en el que debéis vivir, que es el amor virtuoso. En el amor virtuoso vosotros dais vida, os dais por los demás para su crecimiento espiritual, os dais hasta las últimas consecuencias, como Yo Me di por vosotros, para que el hermano viva, aunque vosotros muráis, pero el hecho de que muráis haciendo el bien, os estará asegurando la vida eterna. En cambio, a donde os está llevando satanás, son amoríos egoístas, en donde estáis viendo sólo vuestro bien, y no os importa si estáis destruyendo el bienestar de vuestro hermano. Eso no es amor, eso es muerte espiritual, y vosotros no vinisteis a la Tierra a producir muerte, vinisteis a dar vida, a proseguir la obra que Yo os enseñé, Mis pequeños.
Soy vuestro Dios, Jesucristo que os vino a dar Vida a vosotros y Vida debéis dar a los demás.
Os habéis contaminado ya y os estáis creyendo todo aquello a donde os está llevando satanás, ésa muerte espiritual, en donde una gran mayoría de vuestros hermanos están viviendo alrededor del mundo. Se están separando de Mis Verdades, se están separando de Mis Enseñanzas, ¿a dónde queréis llegar pues, Mis pequeños? Si os estoy llevando Yo a la Verdad, lo único que queda es la mentira, pero satanás sabe manipular bien vuestras debilidades.
Sí, Mis pequeños, vuestras debilidades, porque vuestras voluntades son débiles cuando no estáis Conmigo. Cuando estáis Conmigo podéis vencer fácilmente a satanás, porque Yo lucho junto con vosotros, nunca Me aparto de vosotros. En cambio, cuando os habéis apartado de Mí, no tenéis fuerza espiritual y es cuando satanás os puede destruir y vosotros, a la vez destruís la espiritualidad y la vida de vuestros hermanos.
Entended bien esto, Mis pequeños, porque no estáis llevando a cabo vuestra misión para la que vinisteis, que es la de dar vida, estáis matando, como satanás lo hace.
Tened cuidado, os amo, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Os he pedido y os sigo pidiendo oración profunda por todos vuestros hermanos alrededor del mundo.
Hijitos Míos, (Lenguas…), vosotros, los que os reunís alrededor del mundo, para mantener encendida la Llama de Mi Corazón, os he pedido y os sigo pidiendo oración profunda por todos vuestros hermanos alrededor del mundo. Os he dicho que sois hermanos mayores, porque estáis haciendo lo que pide el Padre.
En una familia los hermanos mayores entienden su posición, porque entienden que tienen que mantener a la familia unida y eso es a través de la ayuda mutua y así os vais ayudando unos a otros a salir adelante.
En esta vida espiritual en la que os ha tocado vivir al venir aquí a la Tierra, vosotros, los que estáis Conmigo y habéis aceptado lo que Yo os he pedido, sois Mis hijos mayores de toda la familia, que es el género humano.
Ciertamente, en los hermanos mayores recae mayor responsabilidad pero, por otro lado, también los premios son mayores en aquellos que son más responsables.
Sí, Mis pequeños, Yo actúo en Justicia, en Verdad y en Amor, si vosotros actuáis así, también en Justicia, en Verdad y en Amor, Yo os recompenso, ciertamente, pero más que todo, a vosotros os da muchísimo gusto el servirMe y ésa es una gran recompensa que vosotros tenéis, antes que Yo os dé los verdaderos regalos eternos con los que os colmaré.
Pero quiero, Mis pequeños, que entendáis esto bien, que son tantos, tantos hermanos vuestros alrededor del mundo que están tan distraídos en sus cosas personales o en las mentiras a donde los está llevando satanás, que están perdiendo sus almas. Creen ir por un camino correcto, porque así se los hace creer satanás y realmente se están desviando del camino correcto que Yo primeramente os pedí que siguierais a través de los Mandamientos y después que os perfeccionarais con todo lo que os vino a enseñar Mi Hijo.
Sí, Mis pequeños, estáis viviendo una vida de amor cuando estáis Conmigo, pero muchos, muchos hermanos vuestros están llevando una vida de error y por ellos quiero que oréis continuamente, porque sois Mis hijos, en los que estoy confiando en estos momentos de la historia, vosotros, con vuestra oración y con vuestra donación, Me atraeréis muchas almas a su salvación eterna. No quiero que vosotros os distraigáis en las cosas del mundo. El mundo, ciertamente, os va a tratar de jalar y enamorar con sus cosas que os van a llevar al error, porque satanás sabe perfectamente cómo engañaros, pero vosotros ya habéis nacido a la vida espiritual. Vuestros hermanos, la gran mayoría de vuestros hermanos no han nacido a la vida espiritual y vuestra oración los puede llevar a eso.
Por favor, Mis pequeños, manteneos en intimidad Conmigo, manteneos en ésa vida espiritual y Yo os colmaré con todo lo que necesitéis para ayudar a vuestros hermanos y además, a vosotros os colmaré para que gocéis de una vida espiritual profunda Conmigo, con vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Aprended pues a sufrir en silencio, unidos a Mi Hijo y en Presencia Mía y, de esta forma, mucho ganaréis para vosotros y para vuestros hermanos y os lo agradeceré eternamente.
Hijitos Míos, estáis viendo cómo alrededor del mundo se están sucediendo muchas cosas que os están quitando la calma, que os están quitando vuestro bienestar personal, que estáis sufriendo de alguna u otra forma.
Mis pequeños, bien sabéis que nada se da por casualidad y que si Yo estoy permitiendo esto en vuestras vidas alrededor del mundo, es para que vosotros, en vez de tomar todo esto por el mal, vosotros lo transmutéis, como lo hace Mi Hijo, todo lo malo volverlo bueno.
Sí, Mis pequeños, cuando vosotros os unís a Mi Hijo, todo aquello que puede venir como un mal hacia vuestra vida, tanto en lo físico como en lo espiritual, al estar unidos a Mi Hijo, vosotros lo podéis cambiar de malo a bueno.
A eso vino Mi Hijo a la Tierra, a cambiar todo aquello que os dañaba y volverlo bueno y, de esta forma, vencer a satanás. Cuando vosotros os unís a Mi Hijo, todo se vuelve vida, todo se vuelve amor, todo se vuelve donación, el sacrificio va dando vida a tantos y tantos hermanos vuestros que están muertos a la Gracia.
Vosotros veis en Mi Hijo el ejemplo a seguir, Mi Hijo aceptó Mi Voluntad, (Lenguas…), mucho dolor tuvo durante Su Vida y poco se Le oyó quejarse, porque vivía una vida íntima Conmigo, con Su Padre, con vuestro Dios y es a donde os quiero llevar, Mis pequeños, a que llevéis una vida profunda Conmigo, que Me ofrezcáis los sufrimientos, aunque sean pequeños.
Os quejáis de los calores, de los fríos, de las sequías, del dolor, de la falta económica, inundaciones, tantas cosas que se están sucediendo, con las que satanás os está atacando, pero lo permito, Mis pequeños, para que vosotros, os unáis a Mi Hijo, os unáis a Su Vida y para que, en el momento de vuestro sufrimiento, os acordéis de los sufrimientos con los que Él os salvó a cada uno de vosotros. Tenéis vida por Él, tenéis vida por Sus sufrimientos, tenéis vida porque Él vivía una vida íntima Conmigo y Él ofrecía todos ésos momentos difíciles y aún también los bellos por vuestro bienestar.
De esto poco meditáis, Mis pequeños, ahora es tiempo que vosotros deis vida a tantos hermanos vuestros que lo necesitan, actuando calladamente, en unión Conmigo, en unión íntima, como lo hacía Mi Hijo, en oración continua y ofreciendo todas estas adversidades que Yo voy a permitir en vuestra vida, para que se salven tantas y tantas almas que lo necesitan.
Aprended pues a sufrir en silencio, unidos a Mi Hijo y en Presencia Mía y, de esta forma, mucho ganaréis para vosotros y para vuestros hermanos y os lo agradeceré eternamente, Mis pequeños, porque este es vuestro tiempo de ser otros Cristos como os lo he dicho y os lo he pedido, para que salvéis las almas de vuestros hermanos como Mi Hijo salvó la vuestra.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: El “Ven Señor Jesús” y os atraeréis Bendiciones inmensas, inconmensurables, porque lo tendréis entre vosotros.
Hijitos Míos, os pido ya en estos tiempos, que seáis como los primeros Cristianos, los cuales tenían un canto bello y era un canto del corazón, en el que Me cantaban a Mí, vuestro Dios y continuamente decían, “ven Señor Jesús”.
Mis pequeños, si vosotros meditáis cada palabra, con el corazón, de ésta frase: “ven Señor Jesús”, os llenáis de una vida inmensa, Mis pequeños y llenáis al mundo también, porque es Mi Promesa, Mi Hijo volverá entre vosotros, el Amor estará nuevamente inundando la Tierra.
“Ven Señor Jesús” debe ser una frase que cada hijo Mío debe llevar fuertemente arraigado en su corazón. Es una esperanza de vida nueva, es el Amor espiritual hecho Vida, hecho material entre vosotros, por vuestros deseos de amor por vuestro enamoramiento al Amor Divino.
“Ven Señor Jesús”, es todo lo que debe de tener el ser humano, es estar inundado de la Vida de Mi Hijo. En aquél tiempo en que Mi Hijo vivió entre vuestros hermanos, gozaron la Presencia de Mi Hijo y Mi Hijo os prometió Su Regreso en Gloria, para estar con las almas de este tiempo que os tocará vivir, Mi Hijo gozando vuestro amor y vosotros gozando Su Divinidad entre vosotros.
Ciertamente tendréis un cambio espiritual dado por Mi Santo Espíritu, para que vosotros gocéis en pleno la Presencia de Mi Hijo que pronto se tiene que dar.
Os he dicho que el sufrimiento donado, os atrae muchas Gracias y Bendiciones y éste es el tiempo de ése sacrificio donado que culminará con la Presencia de Mi Hijo entre vosotros. Y vosotros, al llamarLo constantemente con ése “Ven Señor Jesús”, lo atraeréis más rápidamente a la Tierra.
Que salga pues de vuestro corazón, desde lo más profundo de él y con un amor intensísimo ése llamado hacia Mi Hijo, el “Ven Señor Jesús” y os atraeréis Bendiciones inmensas, inconmensurables, porque lo tendréis entre vosotros.
Gozad ya pues desde ahora, lo que tendréis en breve y que gozaréis, así como Lo gozaron Mis verdaderos hijos en el tiempo en el que Él vivió sobre la Tierra, es un regalo Celestial que tendrán Mis hijos de éste tiempo.
Que éste canto Divino sea continuo en vuestro corazón, y enseñadlo a vuestros hermanos, para que se difunda por toda la Tierra. Este “Ven Señor Jesús”, os atraerá la paz a toda la Tierra, en breve, Mis pequeños.
Os amo de corazón y amaos los unos a los otros, como Mi Hijo os ama.
Gracias, Mis pequeños.















                                                                                                                                                                       

miércoles, 15 de junio de 2011

Mensaje de Dios Padre a Javier Viesca, México

Mayo 11_11 Aquellas almas que aprenden a decir “que se haga en mí Tú Voluntad”.



Rosario vespertino
Temas:
  • Cuando os falte de lo material, buscadMe, Mis pequeños, os daré lo que necesitáis y, además, os llevaré a que logréis alcanzar lo que necesitáis dentro de lo espiritual.
  • Todo lo Mío es vuestro, Mis pequeños, solamente que tenéis que aprender a pedírMelo.
  • Recapacitad, Mis pequeños y retomad vuestro camino, pero dejándoos acompañar de Mí, vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador.
  • Cuando todo vuestro ser esté saturado de Mi Amor, es cuando os daréis cuenta de que todo lo demás era superfluo.
  • No os imagináis, Mis pequeños, el gusto que Me dais, cuando Me salváis a un alma que estaba prácticamente condenada.
Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando os falte de lo material, buscadMe, Mis pequeños, os daré lo que necesitáis y, además, os llevaré a que logréis alcanzar lo que necesitáis dentro de lo espiritual.
Hijitos Míos, cuando vosotros tenéis una necesidad imperante, hacéis hasta lo imposible para tratar de obtener lo que necesitáis, acudís a todos los medios posibles para poder obtener ése bien, material o espiritual.
Voy a hablar más del bien material, porque es el que se os está acabando en estos momentos. Hay mucha tensión entre vosotros y Yo ya os había profetizado que se os iba a ir quitando todo aquello de lo material, que tanto buscáis, para que encontrarais lo espiritual, que es lo que necesitáis cada uno de vosotros, y eso es lo que os va a traer la alegría, actual y futura y no lo material que tanto estáis persiguiendo.
Pero a lo que voy, Mis pequeños, con todo esto, es que Yo os dije que el primer Mandamiento es, “amarás a Dios sobre todas las cosas” y el segundo “amaréis a tu prójimo como a ti mismo”. Si vosotros os amáis verdaderamente a vosotros mismos y lucháis tanto por lo que necesitáis, cuando veis a alguno de vuestros hermanos en desgracia, ya sea material o espiritual, debierais hacer hasta lo imposible por ayudarle.
Eso es lo que os estoy pidiendo en este mandamiento. Que cuidéis a vuestros hermanos de la misma forma en que vosotros mismos os cuidáis y que hasta lucháis tanto por lo que necesitáis, éso es verdadero amor, Mis pequeños.
Porque vosotros lucháis por lo que necesitáis para dar a vuestros hijos, a vuestros parientes, a vuestros padres, a los que están bajo de vosotros y que necesitan de vuestra ayuda. Si fuerais verdaderos hermanos, como debéis ser, como Yo os lo pedí, estaríais también haciendo lo imposible porque vuestros hermanos tuvieran lo necesario para vivir bien. Pero, ciertamente, estos son tiempos de purificación, como ya os lo he dicho.
Tendréis lo necesario para que no os quedéis con hambre, pero ya no habrá para cosas superfluas a las que estáis acostumbrados, Mis pequeños. Os daré lo necesario para que no os falte, pero también sentiréis ésa falta, porque estáis acostumbrados a lo superfluo y esa falta os llevará a que vosotros meditéis el que debéis llegar a Mí nuevamente, que no es lo material lo que os va a dar la verdadera alegría, tanto en vuestro interior como dentro de vuestro hogar, sino el alcanzarMe a Mí, el probar de Mi Amor, el vivirlo y el transmitirlo y, a eso os estoy llevando a toda la humanidad, a que nuevamente volváis a Mí y el tiempo que estáis desperdiciando, en buscar con ahínco las cosas del mundo, ahora deberéis utilizarlo para buscar lo que es lo espiritual, que eso sí es lo que os va a dar la alegría eterna, empezando ya desde la Tierra.
Cuando encontréis ésa alegría y la compartáis con vuestros hermanos, entonces os estaréis dando cuenta de que viviréis ya como el pueblo escogido, como el pueblo hermanado, como el pueblo en que se cuidan los unos a los otros, porque debéis ser como verdaderos hermanos que sois.
Todo esto, que se verá como un aparente mal para todos vosotros, tarde o temprano Me lo agradeceréis, porque os llevará a una alegría suprema, que es vuestra hermandad y que es el acercarse a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios.
Gozaréis ésos momentos, Mis pequeños, porque lo material nunca os va a dar un gozo tan sublime y tan completo como lo da lo espiritual.
Cuando os falte de lo material, buscadMe, Mis pequeños, os daré lo que necesitáis y, además, os llevaré a que logréis alcanzar lo que necesitáis dentro de lo espiritual. No Me hagáis a un lado y menos Me reprochéis lo que esté sucediendo en vuestro hogar y a vuestro alrededor, porque vosotros atrajisteis ése mal a vosotros mismos cuando os apartasteis de Mis Leyes y de Mi Amor. Habéis hecho vuestras propias leyes, no habéis hecho caso de lo que Yo os pedía, que era para vuestra perfección. Sufriréis tanto como cuanto necesitéis, para que volváis nuevamente a el cumplimiento de Mi Amor y de Mis Leyes y Decretos que os he dado.
Si os arrepentís de corazón, volvéis a Mí, y empezáis una nueva vida en Mí, respetando lo que Yo os he dado, ahí terminará vuestra prueba, porque ya habréis logrado lo que Yo quería.
Vivid pues de acuerdo a como Yo os pido, Mis pequeños y lo antes posible, para que la prueba no sea fuerte ni larga, Mis pequeños. Acortad el tiempo y esto lo lograréis así, volviéndoos a Mí, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Todo lo Mío es vuestro, Mis pequeños, solamente que tenéis que aprender a pedírMelo.
Hijitos Míos, ciertamente vosotros veis tribulación a vuestro alrededor. La veis en los gobiernos de la Tierra, en Mi propia Iglesia, en vuestra familia, en vuestro trabajo, a todos los lugares a donde vais. Todos vuestros hermanos se quejan de algo y hay peores lugares, en donde la tribulación es más fuerte, pero habéis de saber, Mis pequeños, que toda esta tribulación que veis a vuestro alrededor, ha comenzado en vuestro corazón.
Sí, ciertamente vosotros mismos habéis creado esta tribulación porque, en vuestro corazón, se vive toda esta maldad, todo el error. Todo lo que veis a vuestro alrededor, en lo visible, lo tenéis vosotros, internamente, en lo invisible y sabéis que así es, Mis pequeños, porque os habéis apartado de Mí y así habéis perdido toda ésa espiritualidad que debe guiar vuestra vida.
Mi Hijo a eso vino a la Tierra, Él, como Maestro de Amor, os dejó Sus Enseñanzas, que son Mis Enseñanzas, os dejó Su Vida, que es la Mía, os dejó el gran regalo del Cielo que Yo Le pedí os dejara, para que pudierais vosotros ir gozando de los Bienes Celestiales y, ciertamente, sí, ejercitándoos para obtenerlos.
Vosotros mismos os debéis negar a vosotros mismos, para que no desperdiciéis lo espiritual que cada uno de vosotros debe tener y con lo que vosotros debéis luchar aquí en la Tierra, que es contra las fuerzas de satanás, para poder alcanzar de Mis Bienes.
Yo os voy observando y, hasta que no veo que realmente lucháis por lo Mío, aún a pesar de las caídas, de los dolores, de las preocupaciones, cuando ya veo que verdaderamente habéis luchado por lo que es Mío, os lo concedo. Mis regalos, Mis pequeños, son invaluables, tienen un valor infinito, porque vienen de Mí y, eso es lo que os concedo, Mis pequeños, cuando realmente buscáis lo que es Mío.
Lo que primero os separa de Mí, lo sabéis, es el pecado. Os he dicho tantas veces que Yo quiero derramar abundantemente Mis Bendiciones sobre cada uno de vosotros, pero la gran mayoría de vosotros no Me llamáis para obtenerlos, pero cuando veo que vosotros hacéis sacrificios, penitencias, mucha oración y que realmente Me estáis buscando, Yo Me dejo encontrar.
Muchos os habéis vuelto flojos, no queréis luchar por lo que os pertenece, lo queréis todo fácil y así no valoráis realmente lo que Yo os doy.
Con los bienes de la Tierra sucede lo mismo. Cuando se os da todo fácil, gratuitamente, no valoráis lo que se os da. En la mayoría de los casos, es un ser querido, ya sea el padre, la madre o alguien cercano a vosotros, el que trabaja arduamente por aquello que ve que necesitáis y luego os lo regala, pero como a vosotros no os costó trabajo el obtener ése bien, no lo apreciáis, como aquél hermano vuestro que ha luchado tanto por regalaros ése bien. Por eso os digo, Mis pequeños, que si queréis ganar Mi Reino, el Reino de los Cielos, también debéis luchar fuertemente contra todo aquello que no os permite fácilmente obtener de Mis Bienes y sobre todo, de mantenerlos en vuestro corazón.
Luchad pues, Mis pequeños, por lo que Yo os doy y lo que os puedo dar, porque son tantas, tantas Bendiciones, regalos, amores inimaginables, Bendiciones inmensas que Yo os puedo dar, pero que vosotros no Me pedís, ni tenéis la confianza de pedirlos. Todo lo Mío es vuestro, Mis pequeños, solamente que tenéis que aprender a pedírMelo.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Recapacitad, Mis pequeños y retomad vuestro camino, pero dejándoos acompañar de Mí, vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador.
Hijitos Míos, os he dicho que todo aquél que busca, encuentra. Ciertamente, Mis pequeños, quisiera, Yo, derramarMe completamente sobre cada uno de vosotros, para que tuvierais todo lo que vuestros Primeros Padres tenían en el Paraíso, lugar bellísimo, lugar de consentimiento, lugar de Mi Amor, pero lo perdieron por una tontería y todo eso tiene que ser renovado, Mis pequeños.
Ciertamente ésa tontería que fue el darMe la espalda, Le costó la Vida a Mi Hijo. Se dio por todos vosotros para poder abrir nuevamente las Puertas del Reino.
Vosotros estáis obligados, Mis pequeños, por ése Amor que os dejó Mi Hijo, a caminar por el camino del Bien que Él os mostró. Él caminó primeramente ése camino que Le pedí caminara, para que vosotros aprendierais a ganar nuevamente Mi Reino, ciertamente es un camino de dolor, porque el dolor terminará cuando termine éste mundo y después del Juicio Final, el dolor no volverá a darse.
Ahora es vuestro turno, Mis pequeños, de que empecéis vuestra santificación, que es vuestro amor pleno hacia Mí. Es el aceptar Mi Voluntad en vuestra vida, es el que os dejéis guiar por Mí, como Mi propio Hijo se dejó guiar por Mí y así os lo hizo ver, cuando Él queriendo hacer a un lado Su Cáliz, aceptó Su Misión y Mi Voluntad sobre Él, diciendo “que se haga Tú Voluntad, Padre y no la Mía”. Ojalá pronto aprendierais, Mis pequeños, a repetir ésta frase y la vivierais de corazón, porque entonces aseguraríais ya vuestra santificación, porque al entrar Yo plenamente en un alma, necesariamente se santifica, porque Yo no voy a entrar a un lugar donde está sucio, mal oliente, traicionero. Si Yo entro a un alma, es para impregnarla de Mi Santidad, por eso, aquellas almas que aprenden a decir “que se haga en mí Tú Voluntad”, ya están asegurando su santificación y su regreso al Reino de los Cielos.
Aprended pues, Mis pequeños, de lo que Mi Hijo os dejó y sobre todo, aprended a soltaros plenamente, en totalidad, pero con humildad y con amor, a Mi Voluntad y, entonces, empezaréis a vivir las delicias del Cielo aquí en la Tierra y repetiréis, como san Agustín dijo: “¡qué tarde te conocí!” Estáis desperdiciando, Mis pequeños, mucho, por estar viviendo para el mundo, para la Tierra, para satanás. Recapacitad, Mis pequeños y retomad vuestro camino, pero dejándoos acompañar de Mí, vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando todo vuestro ser esté saturado de Mi Amor, es cuando os daréis cuenta de que todo lo demás era superfluo.
Hijitos Míos, ya os he dicho que vuestro retorno hacia Mí, debiera ser en el Amor, pero como veo que una gran cantidad de vosotros no estáis viviendo en el amor, por eso, las pruebas que se vienen, que serán fuertes, harán que regreséis a Mí, vuestro Dios, ciertamente, por temor a perder vuestras cosas materiales, por temor a perder vuestra vida, por temor a perder lo que vosotros tanto valoráis, que es todo lo tangible a vuestro alrededor y lo que poseéis.
Mis pequeños, debéis regresar a Mí en el amor, porque fuisteis creados en el Amor, pero si por temor empezáis a regresar a Mí, ciertamente os tomaré, pero Yo os llevaré hacia el Amor. Yo no puedo permitir tener ante Mí y Conmigo en el Reino de los Cielos, a un alma temerosa, las almas que lleguen a Mí, tienen que venir consientes de que deben de vivir en el amor.
Cuando las almas, todos vosotros, os deis cuenta de que, cuando os llenéis de Mí, cuando todo vuestro ser esté saturado de Mi Amor, es cuando os daréis cuenta de que todo lo demás era superfluo.
Ciertamente, las almas que Me buscan y por las que Me he dejado encontrar, permito que ellas ya vayan sintiendo Mi Presencia, para que tengan esta experiencia de vida espiritual, y, por ella es así, por como veis a vuestros hermanos que Me han encontrado, en ése momento tienen un cambio fuerte, en donde se dan cuenta de que no era en lo material por lo que debían vivir y luchar, sino en lo espiritual, que Yo tanto les pedía y, muchos, aún a pesar de tener bienes inmensos, lo dejan todo por seguirMe.
Veis a aquél muchacho rico que se le acercó a Mi Hijo, ciertamente tenía buenas intenciones, quería un cambio de vida, estaba buscando su perfección, pero cuando le dijo Mi Hijo que dejara todo y lo repartiera entre los pobres, es cuando realmente brotó, espontáneamente y desde lo más profundo de su corazón lo que realmente él era y lo que buscaba. Se fue abatido; las intenciones que mostró a Mi Hijo, no eran intenciones que vinieran desde lo más profundo de su corazón, eran intenciones superficiales, buenas, pero superficiales, no arraigadas en lo profundo de su corazón, porque cuando vio que tenía que dejar todo lo material, sufrió, sufrió profundamente, porque era rico y no quería verse en la pobreza, en la que Mi Hijo y Sus seguidores vivían.
Por eso, aún vosotros, Mis pequeños, a los que he permitido que tengáis suficiente de los bienes de la Tierra, debéis vivir como pobres, porque primeramente debéis saber que vuestros bienes no son vuestros, he permitido que los tengáis, para que los podáis compartir con vuestros hermanos, para que deis buen ejemplo, ante otros de vuestros hermanos, que vosotros sí compartís de lo que tenéis y, que Yo, siempre os voy a dar más.
Cuando compartáis de lo que teneis, pero con amor y no viendo un posible negocio Conmigo, de que Yo os voy a multiplicar lo vuestro, al treinta, al noventa o al cien por ciento de los bienes que vosotros deis a vuestros hermanos, si pensáis así, nunca tendréis de lo Mío. Dad con amor y también recibiréis, de Mí, con Amor.
Pero os repito, Mis pequeños, que debéis buscar primeramente los Bienes del Reino, de Mi Reino, de vuestro Hogar y que debéis luchar por ellos y, al vivir en ésa pobreza espiritual, aún teniendo abundantes bienes materiales, es cuando obtendréis Mis Bendiciones y ya no valoraréis lo que tanto valorabais de lo material, empezaréis realmente a valorar lo que son los Bienes del Cielo cuando Me encontréis.
PedidMe ésa Gracia, Mis pequeños, éste muchacho rico se entristeció y no quiso luchar por encontrar los Bienes que Mi Hijo le podía dar, simplemente se alejó triste, como dicen las Escrituras. Vosotros no os deis por vencidos, buscad los Bienes del Cielo y éstos llegarán a vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: No os imagináis, Mis pequeños, el gusto que Me dais, cuando Me salváis a un alma que estaba prácticamente condenada.
Hijitos Míos, aunque ya os he dicho que el tiempo ya está sobre vosotros, todavía podéis hacer mucho por vosotros mismos y por vuestros hermanos.
Os he dicho que hasta en el último segundo de vuestra vida, Yo os puedo salvar, si vosotros os arrepentís, pero esto también vale, Mis pequeños, por vuestra intercesión hacia vuestros hermanos. Podéis hacer mucho todavía por la salvación de aquellos que están prácticamente condenados. Vuestra intercesión vale muchísimo, Mis pequeños, y sobre todo, cuando la hacéis como os lo pedí: que orarais como si fuera para vosotros mismos.
Muchas, muchas almas, posiblemente se puedan perder, si vosotros no las asistís con vuestra oración, con vuestra donación, con el ofrecimiento de vuestra vida entera, ofreciéndoMe lo bueno que tenéis, que lográis y también vuestras penas, dolores, sacrificios, penitencias, todo lo que hagáis unidos a los méritos de Mi Hijo para salvar a éstas almas que tanto lo necesitan.
No os imagináis, Mis pequeños, el gusto que Me dais, cuando Me salváis a un alma que estaba prácticamente condenada.
PedidMe, Mis pequeños, que Yo os asista, que ore junto con vosotros, que os enseñe a orar, para que Me regaléis ésas almas tercas, pecaminosas y aún malvadas que no quieren venir a Mí. Ahora, éstas almas están ahogadas en el pecado, están saturadas de maldad y no se dan cuenta de lo que es Mi Gracia, de lo que es Mi Amor, pero cuando vosotros, por vuestra oración y vuestra donación, oráis por ellas y Yo las salvo por vosotros, por vuestra intercesión, es cuando Yo les doy la Gracia de entender en el estado en el que estaban y lo que ganaron y la renovación espiritual que lograrán, para poder entrar al Reino de los Cielos. Pero es vuestra oración y donación lo que produce este milagro de amor, Mis pequeños.
Os vuelvo a pedir y a repetir, no desperdiciéis vuestro tiempo, aunque ya estáis sobre el tiempo y al decir que estáis ya sobre el tiempo, es que las tinieblas ya cubrieron totalmente la Tierra y, es la maldad la que está a vuestro alrededor, no dejándoos a vosotros actuar libremente en el bien, sino que os ataca fuertemente, para que os apartéis del bien que podáis hacer y quizá hagáis un mal que él os propondrá que hagáis y que de esta forma os hará que vosotros os vayáis ahogando más en ésa maldad que ya cubre la Tierra.
Tenéis Mi Luz en vuestro interior, apoyaos en ella, para que podáis hacer el bien a vuestros hermanos. DadMe muchas almas, Mis pequeños y os lo agradeceré inmensamente y vuestros hermanos salvados, también.
Gracias, Mis pequeños.


jueves, 2 de junio de 2011

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Mayo 5_11 Ahora debéis tomar Mi papel sobre la Tierra.



Rosario vespertino
Temas:
  • No os quiero ver tristes ni abatidos, os quiero ver contentos, porque estáis sirviendo a vuestro Dios y os he dicho que es un gran honor servir a vuestro Dios.
  • Mucho bien podéis hacer, no desperdiciéis vuestro tiempo de vida sobre la Tierra, dadMe almas, Mis pequeños, os lo pido de corazón, dadMe almas.
  • ¿Por qué, Mis pequeños, solamente entendéis a través del dolor, cuando Yo quisiera que entendierais a través del Amor?
  • Yo os lo dije “aquel que quiera venir en pos de Mí, que tome su cruz y Me siga”.
  • Debéis estar conscientes en que, si sois guiados por Nuestra Sabiduría, vuestras obras siempre serán buenas, santas y darán mucho fruto.
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: No os quiero ver tristes ni abatidos, os quiero ver contentos, porque estáis sirviendo a vuestro Dios y os he dicho que es un gran honor servir a vuestro Dios.
(Lenguas…) Hijitos Míos, vosotros ahora debéis tomar Mi papel sobre la Tierra. Yo, vuestro Hermano Jesucristo os enseñé lo que ahora debéis hacer cada uno de vosotros. Ya os he dicho que Mi Vida fue de oración, de donación, de sacrificio, pero también de mucha alegría, Mis pequeños. No debéis ver vuestra vida, ni la Mía, como un continuo estado de tristeza, no Mis pequeños. Ciertamente que hubo también alegría y esa alegría, primeramente, nace de la donación, Mi total donación por vuestra salvación, también la alegría de ver cómo las almas se llenaban de gozo santo al escucharMe. Cuando Yo predicaba, Yo veía cómo ésas almas quedaban tocadas para bien y para su crecimiento espiritual y, eso también alegraba Mi Misión.
Los Milagros, que Yo hacía, producían también alegría y Yo Me alegraba con ellos, porque Yo estaba haciendo lo que Mi Padre Me pedía. Y así, os puedo seguir enumerando tantas alegrías que también tuve Yo sobre la Tierra y, esto os lo quiero mencionar, Mis pequeños, para que no veáis Mi Vida triste, afligido, con problemas continuos, que ciertamente los hubo, pero el simple hecho de la alegría que Me producía el estar sirviéndoos y obedeciendo a Mi Padre, para vuestra salvación, ésa alegría íntima que Yo compartía con Mi Padre, era lo que Me mantenía entre vosotros y sirviéndoos a todos vosotros, Mis hermanos, Mis pequeños, para todos los siglos, hasta el fin del mundo.
Cuando os he pedido que seáis otros Cristos, tened presente también esto, porque hay algunos de vuestros hermanos que se escandalizan cuando os ven alegres y creen que un hijo de Dios, un hermano en Cristo, no puede estar alegre al llevar su misión y esto es un error, Mis pequeños, por eso os quise mencionar esto para que, además de que vosotros cumpláis con vuestros deberes, ciertamente también tendréis momentos en que os alegraréis, momentos en que os uniréis Conmigo y Yo os llevaré al Padre para que gocéis todo lo que hayáis hecho por el bien del Cielo, o sea, de la salvación de las almas y de vuestra propia salvación.
No os quiero ver tristes ni abatidos, os quiero ver contentos, porque estáis sirviendo a vuestro Dios y os he dicho que es un gran honor servir a vuestro Dios. Así como los ángeles se alegran inmensamente y continuamente por estar sirviéndoNos, en Nuestra Santísima Trinidad. Así debéis estar también vosotros, alegres, porque estáis sirviéndoNos y, Nosotros, derramando Nuestras Bendiciones sobre vosotros y eso os debe traer también mucha alegría. En el Cielo se vive la alegría, no la tristeza, Mis pequeños, y por eso debéis estar ya alegres, felices, porque estáis Conmigo, con vuestro Hermano, y juntos sirviendo a Nuestro Padre. Todo se desarrolla en el Amor, llenaos de Mi Amor, Mis pequeños y llenad a vuestros hermanos de éste Amor Divino que Yo derramo sobre vosotros.
Ahora os vais dando cuenta cómo vuestra misión es tan importante, porque al estar llenos de Mi Amor, al estar llenos de ésta alegría santa, vosotros también la transmitiréis a vuestros hermanos y así el Cielo estará ya entre los hombres.
Os Bendigo, Mis pequeños, y sed alegres, como Yo Soy alegre. Yo no Soy un Dios triste, no hay tristeza en Mi Corazón, todo es alegría y aún en Mi Dolor. En las Escrituras leéis cómo Me abracé a Mi Cruz y Me llené de alegría.
Vuestra cruz es vuestra misión, abrazadla también, Mis pequeños, porque vuestra misión, bien cumplida, dará muchas alegrías a Nuestra Santísima Trinidad y mucha alegría a vuestros hermanos de todos los tiempos.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Mucho bien podéis hacer, no desperdiciéis vuestro tiempo de vida sobre la Tierra, dadMe almas, Mis pequeños, os lo pido de corazón, dadMe almas.
Hijitos Míos, este es el tiempo, como os he dicho, en que será dividido el trigo de la cizaña, el bien del mal, los escogidos y los que tendrán que ser apartados.
Mis pequeños, Yo Soy un Dios Justo, Soy un Padre amorosísimo y veo continuamente por vuestro bienestar, físico y espiritual, pero vuestro libre albedrío es el que escoge el querer mejoraros o manteneros en la maldad, en el pecado o en la traición.
Sabéis que Yo no os voy a forzar a actuar en el Bien o a actuar en el mal, ése es vuestro libre albedrío y Yo lo respeto, pero también deberéis estar conscientes que vuestra actuación, tanto en el Bien como en el mal, lleva consecuencias. En el Bien, regalos infinitos de Mi parte, tanto en lo material como en lo espiritual. Si escogéis vivir en el mal, aún a pesar de estar en el mal, Yo siempre estaré buscándoos para que os arrepintáis, pero si os mantenéis así, y conscientemente queréis apartaros de Mí y de Mi Amor, estad seguros que vuestro futuro eterno no será en el Reino de los Cielos.
Os quiero puntualizar esto, Mis pequeños, porque vosotros Me juzgáis a Mí, vuestro Dios, según vuestras conveniencias. Vivís en el mal y creéis que os merecéis el Bien eterno y no sería Justo, de Mi parte, que Yo os premiara cuando no estáis haciendo méritos para tratar de vivir según como Yo lo he pedido en Mis Leyes y Decretos, si no, ¿en dónde quedarían las almas que han luchado contra el mal, tratando de mantenerse siempre en la Virtud, en la pureza, en el Amor? ¿Qué se merecerían si vosotros, malos, estáis creyendo que os merecéis el Reino de los Cielos? Diréis que también el Cielo eterno, no Mis pequeños, hay Justicia, hay Justicia en Mi Corazón.
Si vosotros actuáis en el mal, no podréis pedir el Bien que no os merecéis. Si lleváis una vida de maldad, difícilmente terminaréis bien. No Soy injusto, vosotros mismos juzgáis a vuestros hermanos bajo éstas mismas bases, vosotros mismos reprendéis a vuestros hijos cuando ellos actúan en el mal, no hay mucha diferencia en lo que Yo hago en vosotros, en vuestro Juicio Final, que tendréis en algún momento de vuestra vida.
Actuad en el Bien y luchad por conseguirlo, tanto como para vosotros como para vuestros hermanos y Mis premios eternos os estarán esperando.
Sabéis perfectamente que existe un mal, que satanás habita entre vosotros y os está atacando continuamente, pero si os dejáis convencer por sus mentiras y por su maldad, quiere decir que estáis prefiriendo el mal que él os propone, al Bien a donde Yo os quiero llevar.
Entended que si escogéis el mal de él, no podréis tomar al mismo tiempo Mi Bien. O estáis de un lado o estáis del otro. Y si queréis estar en los dos lados a la vez, sois almas convenencieras y traidoras, que tampoco pueden estar en el Reino de los Cielos, porque el mal habita en vuestro corazón, porque le dais entrada en algunos momentos de vuestra vida y Yo no puedo aceptar almas actuando así en el Reino de los Cielos o en los Nuevos Tiempos por venir. Las almas que luchan por su bien y por el bien de sus hermanos, son las que merecen ser regaladas con Mis Bendiciones, entonces, no pidáis lo que no os merecéis ni envidiéis aquello que no os merecéis, porque no luchasteis por tenerlo ni por darlo a vuestros hermanos.
Mi Bien es para todos, Mis Bendiciones deben llegar a todos los corazones, pero si vosotros cerráis vuestro corazón, Mis Bendiciones no entran y, sobre todo, no dan fruto.
Estáis en la Tierra para servirMe, como Me sirvió Mi Hijo, como Él os enseñó. Vuestra misión es grande, es bella, es importantísima, Mis pequeños, ¡cuántas almas se pueden salvar con el actuar de un alma buena y donada totalmente en Mi Voluntad! ¿No habíais pensado en esto, Mis pequeños? No fuisteis llamados a la vida solamente para bajar y gozar de los bienes de la Tierra, vinisteis a salvar a cuantas almas pudierais, y os alegraréis con ello y, más, cuando Yo os vaya premiando en vuestro Juicio particular por cada una de las almas que salvasteis para el Reino de los Cielos. Es un gusto grandísimo que tenéis reservado para cada uno de vosotros. El Cielo mismo os alabará por las almas que salvaréis, ésa es vuestra misión real, Mis pequeños, sobre la Tierra, para cada uno de vosotros, salvar almas.
Vosotros no os dais cuenta de la importancia tan grande que es esto. Imaginad que vosotros no estuvierais viviendo sobre la Tierra, que las almas que dependieran de vosotros no se van a salvar porque no estáis sobre la Tierra. Ahora estáis en la Tierra y podéis salvar a muchas, muchas almas.
Si todos vuestros hermanos, tomaran en serio su misión, ningún alma se perdería si realmente os dierais en totalidad a Mi Voluntad. Vuestra oración es importantísima y poderosísima, especialmente cuando os unís a la oración de Mi Hijo Jesucristo. Debéis actuar conjuntamente con Él, en todo momento, para que vuestros actos produzcan ésta salvación de almas.
Haced lo que ya muchos de vuestros hermanos no quieren hacer, por estar tan embebidos del mundo, muchas almas necesitan de vuestra oración, de vuestra donación, ¡ayudadles! Vosotros mismos probablemente sois el resultado de la oración de hermanos vuestros del pasado o del presente. Posiblemente vivíais vida de pecado y de maldad, a espaldas totalmente de Mi Voluntad y de lo que Yo quiero para cada uno de vosotros, ¿nunca os habéis puesto a pensar que vuestro cambio fue gracias a la oración de algunos o de muchos de vuestros hermanos, en la Comunión de los Santos y, posiblemente, de otro país, muy diferente al vuestro?
Los bienes del Cielo son para todos vosotros y todos ellos se reparten para vuestro bien. AgradecedMe pues, Mis pequeños, que mucho de lo que habéis recibido, a lo largo de vuestra vida, ha sido por el Bien que Yo os he dado y por el bien de vuestros hermanos, que han orado por almas necesitadas y que ése bien llegó a vosotros y que ahora estáis gozando de un cambio fuerte en vuestra vida, gracias al amor de vuestros hermanos que empezaron a vivir el Amor del Cielo en su corazón.
Daos, Mis pequeños, como ellos mismos se han dado, porque aprendieron de la donación de Mi Hijo. Mucho bien podéis hacer, no desperdiciéis vuestro tiempo de vida sobre la Tierra, dadMe almas, Mis pequeños, os lo pido de corazón, dadMe almas.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: ¿Por qué, Mis pequeños, solamente entendéis a través del dolor, cuando Yo quisiera que entendierais a través del Amor?
Hijitos Míos, Yo, como Padre vuestro, de toda la humanidad y de todos los tiempos, en este momento actual que estáis viviendo, estáis sintiendo los ataques más fuertes, de satanás, porque él sabe que su tiempo ya está terminando y por eso, alrededor del mundo, está tratando de destruir a las almas a como dé lugar. No os dais cuenta, Mis pequeños, cómo está tratando de destruir vuestra espiritualidad. Cómo os está quitando ésa defensa contra su poder, ciertamente poder limitado, porque no es omnipotente, como Yo, vuestro Dios, pero él sí puede mucho contra vosotros y con mentiras, falsedades, maldad que vosotros mismos permitís entrar en vuestro corazón, él os desvía del verdadero camino que debéis seguir para llegar a Mí. Se burla de vosotros, os lleva a cometer actos impuros, pecaminosos, os lleva a que os opongáis contra Mis Leyes, contra Mis Decretos, contra Mi Amor y vosotros no os queréis dar cuenta de esta realidad. Solamente veis que a vuestro alrededor, unos a otros se apoyan, pero se apoyan en el mal y muy pocos son los que en un momento dado se oponen a ése mal y tratan de avisar a sus hermanos lo que está pasando. Les tratan de hacer ver lo que ellos no pueden ver, pero lo único que ganan, en la mayoría de los casos, es ser ridiculizados y apartados. Pues bien, Mis pequeños, os aviso que este es tiempo ya de terminar con el mal, pero os costará, os costará mucho este cambio, sobre todo a la gran mayoría de vosotros los que no quisisteis cumplir con lo que se os pidió. A mayor mal, que habéis hecho en vuestra vida, mayor el castigo que obtendréis y no porque haya crueldad de Mi parte o venganza, sino por Justicia.
Vosotros mismos veis a vuestro alrededor cómo hay almas que os están destruyendo, que se han llenado de maldad y vosotros estáis atemorizados por ese mal que producen, por las injusticias que salen de sus palabras y de sus actos.
Si vosotros sabéis juzgar esto, debéis entender también Mi Juicio hacia vosotros. Tengo que reprender a los que han actuado en el mal y tengo que agradecer y Bendecir a los que han tratado de vivir en el Bien.
Ved cómo se comportan los gobiernos de la Tierra, prácticamente ninguno habla de Mí o quiere llevar al pueblo hacia Mí. Antiguamente se hablaba libremente de Mi Santo Nombre, podía escucharlo por aquí y por allá y aún dentro de los mismos gobiernos, pero ahora se han confabulado para tratar de sacarMe, y si les fuera posible, hasta del mismo mundo. Quieren sacarMe de los corazones de los hombres y aunque no podrán hacerlo sí han ido destruyendo mucho, con lo cual vosotros mismos podríais haber crecido y haberos protegido de las influencias de satanás.
No queréis buscarMe, no queréis caminar Conmigo. Por los acontecimientos que estaréis viviendo, y que se irán agravando día a día, empezaréis a buscarMe y a vivir a la par Conmigo, con vuestro Dios.
¿Por qué, Mis pequeños, solamente entendéis a través del dolor, cuando Yo quisiera que entendierais a través del Amor? Todo lo que sucederá, será precisamente para esto, para que empecéis a vivir en el Amor y cambiéis este mundo que ahora vive en la maldad, en el terror, en el pecado. Ahora viviréis en el amor, en el pasado se quedará toda esa maldad y todo aquello que os desagrada pero que no queríais quitar de vuestra vida por vuestra debilidad humana. El cambio, a donde os estoy llevando, os dará ésta nueva vida, vida de Amor que, al vivirla, vosotros mismos buscaréis afanosamente y ya no os querréis salir de allí. Conoceréis el Verdadero Amor que os Enseñó Mi Hijo y lo agradeceréis de corazón.
Entended Mis pequeños, que solamente quiero vuestro bien, luchad pues en contra del mal que os rodea, pero no con armas, no con destrucción, sino con amor, con oración, con donación de cada uno de vosotros. Así como Mi Hijo se donó por vosotros, donaos en el Bien y Yo haré el resto, Mis pequeños.
Gracias y os bendigo a todos vosotros.
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Yo os lo dije “aquel que quiera venir en pos de Mí, que tome su cruz y Me siga”.
Hijitos Míos, vosotros, los que Me seguís, vosotros los que habéis dejado que Mis Palabras y Mi Amor entrarán en vuestro corazón, vosotros, los que estáis buscando el bien para vosotros mismos y para vuestros hermanos, vosotros seréis los consentidos en el Reino de los Cielos, porque todo esto que hacéis por Mi Bien, necesariamente es atacado por un mal de satanás y, vosotros lo sabéis, Mis pequeños, que por estar Conmigo, sufrís. Yo os lo dije: “aquel que quiera venir en pos de Mí, que tome su cruz y Me siga”.
El venir en pos de Mí, implica mucho bien, muchas Bendiciones, mucho amor, amor que recibís de Nuestra parte, de Nuestra Santísima Trinidad, Bendiciones inconmensurables, que también recibís para compartir con vuestros hermanos, porque también Yo os lo dije, y os lo prometí, “que aquél que Me siguiera, podría hacer las mismas obras que se Me vieron hacer a Mí y aún mayores” porque, ciertamente, Yo estaría viviendo en ésas almas.
Vosotros, los que habéis escogido el buen camino, vosotros los que escogisteis vivir en el Bien, ciertamente, también sois atacados, como Yo fui atacado por el pueblo y, especialmente por los fariseos, por los escribas, por los miembros del sanedrín. Vosotros, ciertamente, si estáis Conmigo y estáis viviendo realmente para servirMe, estáis tomando vuestra cruz, estáis sufriendo por Mi Bien y por el de vuestros hermanos, pero ése sufrimiento os está santificando y eso también lo sabéis, Mis pequeños.
Ciertamente hay momentos en vuestra vida, (Lenguas…) ciertamente estáis sufriendo y hay momentos en que vuestra debilidad humana, os hace sentir que no podéis ya dar un paso más.
Mis pequeños, cuando eso suceda, uníos a Mí, vuestro Hermano Jesucristo, porque hubo momentos en que Yo sufrí inmensamente y, especialmente, cuando aquellos que se decían venir en pos de Mí, Me dieron la espalda y Me atacaron, traicionándoMe, aún a pesar de todo el Bien que derramé sobre ellos, Yo, siendo Dios, sufrí. Pequeñitos, comprendo ésos momentos que a veces, tenéis de obscuridad espiritual, de dolor, también por ver la traición de vuestros seres queridos y, a veces hasta de vuestros propios hijos.
Ciertamente, todos ésos dolores, como os dije, os están llevando hacia la santidad y ésa santidad, os está asegurando una entrada libre, sin problemas, al Reino de los Cielos. Por eso os he dicho que, cuando estéis sufriendo, gozad, porque eso quiere decir que estáis llevando a cabo bien vuestra misión, porque satanás no os estaría atacando si vosotros no le estuvierais quitando almas por el bien que producís.
PedidMe, en todo momento, Mis cuidados y Bendiciones, para que Yo actúe a través vuestro y, de esta forma, al estarMe dejando actuar a Mí, a través vuestro, tendréis reposo en Mi Corazón y esto os dará nuevas fuerzas para seguir adelante con vuestra misión.
Os amo a todos vosotros, Mis pequeños, a los que habéis escogido el buen camino, los que habéis escogido estar Conmigo, los que habéis escogido el dejarMe vivir libremente en vuestro corazón, que Me habéis dado una autoridad total sobre vosotros. Ciertamente vuestros hermanos os verán a vosotros, pero Yo estaré actuando plenamente a través vuestro y, además, os estaré invadiendo a vosotros con Mi Presencia Divina, lo cual gozaréis inmensamente, porque, ¿qué más regalo puede tener un alma que tener plenamente a su Dios?
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Debéis estar conscientes en que, si sois guiados por Nuestra Sabiduría, vuestras obras siempre serán buenas, santas y darán mucho fruto.
Hijitos Míos, os pido que hagáis un ejercicio espiritual y dejaos llevar por Mi Santo Espíritu, para que Él os vaya iluminando y que, por un lado, os dé ésa sensibilidad Divina que necesitáis para comprenderMe mejor en Mis Dolores.
Quiero que vayáis meditando los Mandamientos que Mi Padre os dio. Id meditando cada uno de ellos y dejad que Mi Santo Espíritu os vaya indicando por quién debéis pedir y qué pecados se cometen en cada uno de estos Mandamientos. Esto es lo que aflige a Mi Corazón, y quiero que lo hagáis, Mis pequeños, para que vosotros podáis comprender por qué Mi Vida entera sobre la Tierra, fue de oración, de intercesión, de donación, de sacrificio, de búsqueda por la salvación de todos los pecadores, de toda la humanidad y de todos los tiempos.
Haced esto despacio, meditado, y bajo la Luz de Mi Santo Espíritu, y esto os lo pido para que os vayáis sensibilizando, para que no creáis primeramente que vuestra vida sobre la Tierra no tiene gran importancia. Fuisteis creados y se os dio el don de la vida para hacer grandes cosas, Mis pequeños, además para no pasar desapercibidos ante el Cielo, no digo desapercibidos ante el mundo, porque hay muchas almas buenas que trabajan con sencillez y ocultamente, haciendo grandes obras para la salvación de las almas y para atraer ya el Reino de los Cielos a la Tierra.
Os digo, que no paséis desapercibidos ante los Ojos del Cielo, porque todo el Cielo os está viendo a cada uno de vosotros, y cuando lleguéis al Reino de los Cielos, es cuando os daréis cuenta cómo el Cielo entero os estaba mirando y estaba gozando con las obras buenas que hacíais, pero que también se entristecía cuando vosotros caíais en el mal y no producíais el Bien que todos debéis producir.
Os vuelvo a repetir, que vuestra misión sobre la Tierra es muy grande y no debéis desperdiciar ni un momento, solamente tendréis oportunidad una vez para tener el don de la vida y para poder servir a vuestro Dios con él, aprovechadlo, Mis pequeños al máximo y daos plenamente a Nuestra Voluntad, para que os ayudeMos. Recordad que sois instrumentos, pero tenéis libertad total para aceptar que Nosotros os guiemos y vosotros debéis estar conscientes en que, si sois guiados por Nuestra Sabiduría, vuestras obras siempre serán buenas, santas y darán mucho fruto. No desperdiciéis vuestra oportunidad de haber obtenido el don de la vida, porque eso os atraerá grandes Bendiciones a vuestro regreso al Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.