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martes, 29 de diciembre de 2015

Unamos nuestras manos en oración por nuestros hermanos perseguidos en Medio Oriente.

Publicado el 10 oct. 2015
Con ocasión del congreso organizado en México por Ayuda a la Iglesia Necesitada




Publicado el 17 mar. 2015
Ankawa Mall Maryam es una niña cristiana iraquí cuya familia tuvo que huir de su casa cerca de Mosul cuando ISIS [Estado Musulman] tomó el control de su ciudad a mediados 2014. Huyeron de la muerte y del horror hacia Arbil, en la zona relativamente segura de la región autónoma del Kurdistán, donde vive como refugiada junto a su mamá. Ella contó su historia a Essam Nagy, el presentador de un programa para niños SAT-7 KIDS... Un hombre que se sintió tan pequeño ante la grandeza de esta pequeña y claro no pudo dejar de conmoverse ante las respuestas de esta pequeña... El perdón libera y hace más ligero el alma... GRACIAS MARYAM por tu hermoso testimonio.

miércoles, 29 de julio de 2015

Jul 15_15 PedidMe una cosa muy importante, Mis pequeños: nunca caer en soberbia.

Jul 15_15 PedidMe una cosa muy importante, Mis pequeños: nunca caer en soberbia.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Sed verdaderos instrumentos y dejadMe a Mí moveros para vuestro bien y el de vuestros hermanos.
  • A veces, es tanta la distracción en ciertas almas que, prácticamente, nunca, en toda su vida, alcanzan a darse cuenta para qué vinieron a la Tierra, se conformaron solamente en trabajar para lo material y no dieron ningún fruto espiritual.
  • Ved en todos los niños pequeños, a vuestro alrededor, Mi Presencia, ciertamente Yo estoy en ellos, cuidadlos en cuerpo y alma, llenadlos de vida espiritual, apartad de ellos, el mayor tiempo posible, los ataques de satanás, que mantengan su inocencia por mucho más tiempo, y habladles de Mi Amor.
  • Dejaos mover por Mí y Yo os llevaré a experimentar lo que es la santidad, aun viviendo entre los hombres y pedidMe una cosa muy importante, Mis pequeños: nunca caer en soberbia, para que no perdáis lo que tanto os cuesta ganar.
  • Oiréis de desastres a vuestro alrededor y los veréis, también. Con esto, satanás os querrá quitar la paz, pero Mis santos Ángeles, también, os estarán cuidando a vuestro alrededor y os guiarán por caminos seguros.



Mensaje de Dios Padre, El Niñito Jesús, y Nuestra Señora del Carmen a J. V.


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Sed verdaderos instrumentos y dejadMe a Mí moveros para vuestro bien y el de vuestros hermanos.
Hijitos Míos, satanás, no puede estar donde hay Luz y donde se produce ésta. Aquellos, que están Conmigo, reproducen Mi Luz, Mi Luz vive en vuestro interior y vosotros, cuando dais buen ejemplo, un ejemplo de vida, en donde Yo os estoy guiando, producís Luz y va acabando con las tinieblas que os rodean.

Satanás, perfectamente, se da cuenta de las almas que están produciendo Luz y os ataca, por eso, a veces, tenéis días difíciles, días en que todo os sale mal, que no quisierais haber salido de vuestro hogar, por todo lo que sucede; es satanás, el que os echa a perder el día y os saca de vuestra estabilidad espiritual y emocional.

Os he dicho, Mis pequeños, que os sintáis alegres, cuando esto suceda en vuestra vida, porque es la forma en que se desquita satanás de aquellos que están trayendo Luz a sus dominios, porque él es el príncipe de este mundo, pero un mundo de obscuridad, un mundo de maldad, un mundo de error, un mundo donde hay pleitos entre hermanos y de tantas cosas negativas que el hombre puede producir cuando se llena de la maldad de satanás.

Vosotros, los que producís Luz, continuamente sois atacados, pero, también, sobre vosotros, Mis Bendiciones caen mucho más fuertes, más poderosas y Mi Amor os protege del odio de satanás.

Muchas veces habéis sido protegidos de situaciones muy graves y, vosotros, ni siquiera os disteis cuenta de ello. Por eso, porque Soy vuestro Padre, os protejo, porque os amo. Estáis llevando a cabo Mi Voluntad y Yo os tengo que proteger, porque, junto a satanás, sois débiles y continuamente se os olvida que Me tenéis a Mí, vuestro Dios, para que de Mí, toméis lo que necesitéis para protegeros, por eso Me tengo que adelantar a vuestros pensamientos y acciones y os voy protegiendo en cuerpo y alma contra sus ataques.

Hay mucha maldad a vuestro alrededor y estáis viendo cómo se ha ido incrementando en todo el Mundo. Os he dicho, varias veces, que no podéis caminar solos, Me necesitáis a Mí para que os proteja, para que os guíe, para que os dé instrucciones, para que sepáis por dónde ir, por dónde moveros y quedéis protegidos contra los ataques de satanás.

Mucho amor falta a la Tierra, se ha perdido muchísimo y, para eso, estáis trabajando para Mí, vuestro Dios, para ir restaurando lo que se ha perdido, para ir dando consuelo a aquellos que se sienten solos o que se sienten que ya no hay razón por qué luchar, porque estáis viviendo en dominios de satanás y, a la falta de Fe, se cierran en su negatividad y ahí se mantienen, sin tener ya afán de lucha y de trabajo para tener una vida espiritual fuerte y, sobre todo, para trabajar para Mi Reino.

Entended, Mis pequeños, que vosotros, los que habéis sido escogidos, lleváis una responsiva mayor ante Mis Ojos, porque muchos hermanos vuestros, ni siquiera se darán cuenta de lo que estáis haciendo para Mí, vuestro Dios. Vuestra comunicación tiene que ser continua y Conmigo, internamente, no busquéis en el exterior, buscadMe en vuestro interior, ahí habito; desde vuestro interior, Yo os voy guiando, os llevo por caminos seguros y os instruyo, para que deis el fruto que debéis dar a vuestros hermanos. Vosotros mismos os habéis dado cuenta varias veces, cuando dais algún consejo a algún hermano vuestro, ni siquiera os percatasteis, de lo que dijisteis y ellos regresan, después, agradeciéndoos grandemente por lo que les dijisteis y no recordáis las palabras, porque es Mi Santo Espíritu el que habla a través de vosotros y ayuda a vuestros hermanos.

Por eso, en las Escrituras, se os dice que cuando seáis presentados ante el tribunal, no os preocupéis qué diréis, el Espíritu Santo hablará por vosotros, o sea, la Sabiduría Divina aplastará las mentiras de satanás con las que hablan vuestros hermanos que os atacan.

¿Vais entendiendo vuestra misión?, ¿estáis siendo guiados y poseídos por Vida Divina?, os sonará raro esto de la posesión, pero, recordad, que os he pedido muchas veces que os deis completamente a Mí, para que Yo os posea y, de esta forma, alcancéis vuestra perfección, porque Seré Yo, el que hable, piense, viva y ame a través de vosotros, es lo más grande que puede tener una creatura con su Dios. Dejaos mover por Mí y veréis el cambio que tendréis vosotros. La Sabiduría, el Amor y muchas otras cosas grandes, que daréis a vuestros hermanos, Seré Yo, a través de vosotros.

Sed verdaderos instrumentos y dejadMe a Mí moveros para vuestro bien y el de vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Nuestra Señora del Carmen.
Sobre: A veces, es tanta la distracción en ciertas almas que, prácticamente, nunca, en toda su vida, alcanzan a darse cuenta para qué vinieron a la Tierra, se conformaron solamente en trabajar para lo material y no dieron ningún fruto espiritual.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre Santísima, La Siempre Virgen María, en Mi Advocación de la Madre del Carmelo, Nuestra Señora del Carmen.

Mis pequeños, en todas Mis Advocaciones, Me presento para llevar el Amor de Mi Hijo a todos vosotros.

Una madre, siempre se siente orgullosa de presentar a sus hijos a sus amistades, a sus parientes, cuando son pequeños. Los presumen porque son bellos, porque están bien cuidados, porque van creciendo bien, etc. Pero, en Mi caso, poniéndoMe como una Madre Terrena, Yo también presumo a Mi Hijo, a Mi Dios, al Verdadero Amor. ¡Cuánto honor Me dio Nuestro Padre Dios, al escogerMe para Ser la Madre de Su Hijo!

Ciertamente, no presumo de ello, os comparto la Gracia tan grande por haberMe escogido Nuestro Dios y, os comparto a Mi Hijo, para que de Él recibáis infinidad de Bendiciones, porque Él está deseoso de ello.

Ciertamente, son muchísimas Mis Advocaciones, pero esto ha sido para poder presentarMe en cada región y país del Mundo y presentarMe en la forma en que mejor pueda ser aceptada por hermanos vuestros de cada lugar. De esta forma, se Me toma una confianza plena y puedo llegar a su corazón más rápidamente y, poder así, presentarles a Mi Hijo, vuestro Dios y puedan crecer hacia la perfección.

Mis pequeños, para todos vosotros, Soy vuestra Madre; así como se dio Mi Hijo por vosotros, Yo también Me doy por vosotros, ciertamente, no en forma cruenta, como Él lo hizo y, que sufrí, ciertamente, con Él, pero Me voy dando por vosotros, llegando a vuestro corazón, ayudándoos a tener un verdadero cambio, desde lo más profundo de vuestro ser, para que os apartéis del mal que os rodea y atraigáis a vosotros el Bien Divino que todos debéis poseer, por la acción de Mi Esposo, El Santo Espíritu de Amor.

Sí, Mis pequeños, estáis llamados a ser poseedores del Amor de Nuestro Dios, no hay ninguna riqueza, en todo el Universo, comparable al Amor de Nuestro Dios, el que tiene el Amor de Nuestro Dios, no necesita nada más, eso es el Cielo, la posesión Divina en vuestro ser.

Vosotros, cuando estáis misionando en la Tierra, no os dais cuenta, pero todas vuestras buenas obras os están llevando hacia ello, a poseer el Amor de Nuestro Dios.

Si sois instrumentos de Nuestro Dios, iréis acortando distancias entre el Corazón de Nuestro Dios y el vuestro. Os iréis uniendo, poco a poco, así como vuestras obras se vayan engrandeciendo en el Amor, para que al fin de vuestra existencia y, después de ser purificados en el Purgatorio, podáis fusionaros al Amor de Nuestro Dios, por toda la eternidad.

Yo, como Madre vuestra, os voy cuidando con vuestra misión en la Tierra, os tomo de la mano, os guío, os protejo, os ayudo a crecer y, así, os voy presentando poco a poco ante Nuestro Dios, para que al momento que Él quiera, que vosotros regreséis a vuestro Hogar Eterno, estéis preparados para poseer Su Amor en pleno.

Desgraciadamente, satanás, os ha ido llevando a una destrucción espiritual y son muy pocas las almas que buscan vivir, verdaderamente, para Nuestro Dios. En general, satanás os pone infinidad de distracciones, para que vosotros caigáis en ellas y os tardéis mucho más en encontrar vuestra misión y centraros en ella, para ganar almas para Su Reino.

A veces, es tanta la distracción en ciertas almas que, prácticamente, nunca, en toda su vida, alcanzan a darse cuenta para qué vinieron a la Tierra, se conformaron solamente en trabajar para lo material y no dieron ningún fruto espiritual.

Esta es una gran desgracia para el Cielo, fue la pérdida de toda una vida de un alma, que no supo hacer la Voluntad del Padre. ¡Qué triste situación para ésa alma, cuando al fin, se encara con su Creador, Nuestro Dios!

Dejaos mover y proteger por Mí, vuestra Madre, para que no paséis por esta situación tan vergonzosa ante Nuestro Dios, en vuestro Juicio Personal, en el que todas las almas del Cielo, os ven. Dejaos mover por Mí, Soy vuestra Madre y una Madre aconseja  a sus pequeños y los va llevando, a lo largo de su existencia, a irse mejorando a través de estos consejos Amorosos, prácticos y, en este caso, Divinos.

Vivid pues, plenamente, para Nuestro Dios y vuestro regalo será grande en el Reino de los Cielos ya que el vivir para Nuestro Dios, es vivir para la salvación de las almas de vuestros hermanos. DadLe muchas almas para su salvación eterna y Él os dará un lugar predilecto en el Reino de los Cielos.
Os amo, Mis pequeños, Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla El Niñito Jesús.
Sobre: Ved en todos los niños pequeños, a vuestro alrededor, Mi Presencia, ciertamente Yo estoy en ellos, cuidadlos en cuerpo y alma, llenadlos de vida espiritual, apartad de ellos, el mayor tiempo posible, los ataques de satanás, que mantengan su inocencia por mucho más tiempo, y habladles de Mi Amor.
Hijitos Míos, Soy el Niñito Jesús. Ciertamente, Yo pude haber aparecido ante el Mundo sin necesidad de haber pasado como todo ser humano pasa en este Mundo, naciendo, creciendo, dando fruto y luego muriendo. Quise Ser Niño, presentándoMe, también, así ante los hombres, como un Niño común y corriente, pero un Niño Ejemplo, un Niño Bueno, hijo de una familia buena, sencilla que, ciertamente, no sobresalía gran cosa ante el pueblo, pero aquellos que conocían a Mis padres, gozaban de sus consejos, de ésa vida de Amor que se vivía en Nuestro hogar; vida de paz, vida totalmente suelta a Dios. Ciertamente, eran pocas las almas que se acercaban a Nuestro hogar y que apreciaban esta vida.

Recordad que había mucha obscuridad espiritual en ésos momentos de la historia. Cuando entro Yo a vivir entre los hombres, traje la Luz al Mundo, traje la Sabiduría Divina y empecé a mostrarla. Ante los sacerdotes, cuando, aparentemente, Me perdí, pero empezaba ya Mi Misión, ahí Me empezaron a conocer.

La sencillez de los niños atrae la Mirada del Padre, quise Ser sencillo, para que de ahí tomarais ejemplo.

Satanás os ha quitado esa sencillez, la pureza, la inocencia, vuestros hijos ya no son lo que debieran ser, están totalmente afectados por los ataques de satanás desde que son muy pequeños. Ciertamente, Mi Corazón se duele por esto, los niños, al perder su inocencia, al perder esa bondad de la niñez, pocos se acercan a Mí. No importa en qué edad Me vean, cuando el alma es buena, es sencilla, es humilde, cuando se le enseñó a amarMe, Me ama en todas Mis edades, como Niño, como Redentor, cuando llevaba la Palabra de Mi Padre, en Mi Martirio, en Mi Muerte, en Mi Resurrección. En todas Mis edades, las almas que son buenas, Me aman, Me buscan, Me respetan, crecen.

Me gusta presentarMe como Niño ante los hombres, para que regresen a ése momento de la inocencia espiritual, toco sus fibras más íntimas del corazón y las sensibilizo al presentarMe así, como Niño y, muchas almas, cambian, inmediatamente, porque se enternecen ante Mi Presencia.

Ved en todos los niños pequeños, a vuestro alrededor, Mi Presencia, ciertamente Yo estoy en ellos, cuidadlos en cuerpo y alma, llenadlos de vida espiritual, apartad de ellos, el mayor tiempo posible, los ataques de satanás, que mantengan su inocencia por mucho más tiempo, y habladles de Mi Amor: cómo os amo, cómo Me di por vosotros, cómo Me sigo dando por la humanidad y el Universo entero, el pequeño, vuestro Pequeño Dios, pero Inmenso en Sabiduría, en Poder y en Amor. Me presento Pequeño, para que vuestro corazón Me permita más fácilmente la entrada y, ya estando con vosotros, os transforme y os haga vivir una vida de niño, para que seáis grandes a los Ojos de Mi Padre.
Os amo, Mis pequeños, sed como niños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Dejaos mover por Mí y Yo os llevaré a experimentar lo que es la santidad, aun viviendo entre los hombres y pedidMe una cosa muy importante, Mis pequeños: nunca caer en soberbia, para que no perdáis lo que tanto os cuesta ganar.
Hijitos Míos, dejad que Mi Santo Espíritu os tome, os transforme, para que os haga verdaderos hijos Míos.

Ciertamente, el hombre, trata de mantener su “yo”, su personalidad, pocos son los que se sujetan a Mi Voluntad. Queráis o no, actuáis mucho en soberbia y os falta la Sabiduría y la humildad necesarias para que os podáis soltar totalmente a Mi Voluntad.

Ciertamente, aunque os soltéis a Mi Voluntad, Yo no os encadeno, como satanás lo hace, que os coarta vuestra libertad, no, estáis encadenados a Mi Amor, pero con entera libertad de apartaros de Mí cuando queráis. Esta es la diferencia entre estar encadenados por satanás, que no os permite, prácticamente, moveros. Os ahoga, no os permite pensar y buscar si os conviene, ésa situación a donde os está llevando o mejor dejarla.

En cambio, estando Conmigo, aún encadenándoos a Mi Amor, seguís teniendo plena libertad para estar conmigo o para alejaros de Mí.

Las almas que Me han probado, que se han apartado de sí mismas, que han permitido que Yo las mueva, llegan a su santificación más fácilmente, que cuando un alma quiere mantener su personalidad y, aunque, ciertamente, Me busca, al no soltarse a Mis Deseos y a Mi Voluntad, tardan mucho más en llegar a donde Yo quiero que llegue cada uno de vosotros.

Felices las almas que escucharon Mi Llamado, que escucharon ésos Secretos de Amor y se dejaron mover por Mí, para que llegaran a ser santos entre vuestros hermanos, os dais cuenta de que están Conmigo por la virtud o virtudes de sus actos. Sí, Mis pequeños, un alma que está Conmigo, es un alma virtuosa, es un alma llena de Mí, un alma que sabe comportarse entre sus hermanos, un alma que de ella, siempre, va a salir amor, un alma en la cual, tanto vosotros como Yo, vuestro Dios, podeMos confiar, son almas verdaderas, limpias.

Dejaos mover por Mí y Yo os llevaré a experimentar lo que es la santidad, aun viviendo entre los hombres y pedidMe una cosa muy importante, Mis pequeños: nunca caer en soberbia, para que no perdáis lo que tanto os cuesta ganar.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Oiréis de desastres a vuestro alrededor y los veréis, también. Con esto, satanás os querrá quitar la paz, pero Mis santos Ángeles, también, os estarán cuidando a vuestro alrededor y os guiarán por caminos seguros.
Hijitos Míos, os he dicho que en el Amor, no hay temor. Aún en las Escrituras, podéis leer lo que está escrito para estos tiempos: que escucharéis de guerra, de desastres, de maldad, pero el Tiempo es Mío y, estando Conmigo, no os debéis preocupar de lo que suceda a vuestro alrededor.

En múltiples ocasiones, os he mostrado Mi Poder ante acontecimientos destructivos que no dañaron a hermanos vuestros, a los cuales Yo decidí protegerlos. Debéis confiar plenamente en Mí, Mis pequeños y aún a pesar de que Yo pidiera vuestra vida, también debéis confiar en que os la puedo devolver. ¿A cuántos no levantó Mi Hijo de la muerte y les regresó la vida? ¿Por qué dudáis? ¿Por qué teméis, si Yo lo puedo hacer todo? Vuestra misión, Mis pequeños, os he dicho tanto, es la de salvar almas, producir amor, para destruir la maldad de satanás y la muerte del alma.

¡Cuántos de vuestros hermanos ya están muertos en vida! ¡Vive su cuerpo, pero están muertos de alma! Su alma no está Conmigo, está con satanás, está con el Mundo, es un alma que no Me sirve, un alma en la cual espero un cambio y regrese a Mí; pero hay tantas almas que ya no quieren saber de Mí por lo que necesitan de mucha oración de parte vuestra.

Satanás tratará de quitaros la paz, cuando provoque desastres grandes, inmensos a vuestro alrededor. Pasaréis pruebas muy fuertes, que os van a acrisolar y para que aprendáis a agradecer Mis cuidados, Mi Amor y tantas Bendiciones que derramé sobre vosotros y que, vosotros, ni siquiera agradecisteis ni apreciasteis.

Ciertamente, las pruebas que tendréis que pasar, os van a llevar a concientizar lo que tuvisteis, os daréis cuenta cómo os cuidé, cómo os di de todo lo que necesitaba vuestro cuerpo y también lo que necesitaba vuestra alma y que, la gran mayoría de vosotros, de esta generación, no quisieron tomar.

Soy un Dios Omnipotente y Mi Bondad es Omnipotente y a cada uno de vosotros os he cuidado, os he consentido, os he llevado a que confiéis en Mí y que no os desalentéis en vuestra misión aquí en la Tierra. Que sepáis que, en todo momento, os estoy acompañando y os estoy apoyando para que cumpláis, lo que a cada uno de vosotros os pido.

Oiréis de desastres a vuestro alrededor y los veréis, también. Con esto, satanás os querrá quitar la paz, pero Mis santos Ángeles, también, os estarán cuidando a vuestro alrededor y os guiarán por caminos seguros.

Serán pruebas fuertes, que, ciertamente, no todos las tendréis igual, porque no todos tenéis las mismas capacidades espirituales y cada quien ha de dar de acuerdo a lo que ha recibido.

Soy Paciente con las almas, las voy dejando crecer, pero las voy guiando para que, en algún momento, su crecimiento ya no sea lento, sino rápido y estos son tiempos en que debéis crecer a gran velocidad, porque ya se acercan los tiempos de la gran prueba. Muchos habéis sido preparados, a lo largo del tiempo, que sois el ejército de Mi Hija, La Siempre Virgen María, que lucharéis fuertemente contra las fuerzas del mal. Ciertamente, no se os ha develado completamente vuestra misión, para que no crecierais en soberbia, pero llegará Mi Santo Espíritu y os dará el Conocimiento de lo que haréis, de acuerdo a lo que habéis ganado a lo largo del tiempo.

Vosotros, los escogidos, abristeis vuestro corazón y aun a pesar de que pasaba el tiempo, no os apartasteis de Mí, no os cansasteis de Mis Promesas, de Mi Sabiduría, de Mis Palabras, como muchos lo han hecho, se cansaron de esperar, bajaron la guardia y, posiblemente, satanás, los destrozará.

Cuando digo “bajaron la guardia”, os quiero decir que prefirieron seguir en el Mundo, se cansaron de esperar, no creyeron ya más en las Profecías que se os estaban dando para que os prepararais para estos tiempos difíciles, que ya tenéis a la puerta y, al desesperarse, prefirieron mejor, servir a satanás, quedándose en el Mundo, siguiendo lo del Mundo, gozando, según ellos, lo del Mundo.

Recordad que vuestro tiempo, no es Mi Tiempo y, así, pruebo a las almas. Un “pronto”, para Mí, no significa lo mismo que para vosotros, porque vosotros, vivís en el tiempo, estáis limitados por el tiempo y Yo Vivo en la Eternidad y no tengo límites, tomad esto en consideración. Cuando os digo que el Tiempo se terminó, como os lo he dicho, quiero decir que ya estáis en el Tiempo, en Mi Tiempo y que coincide ya, vuestro tiempo con Mi Tiempo.

Preparaos pues, Mis pequeños, confiad en Mí y no os atemoricéis por lo que os diga satanás o lo que haga a vuestro alrededor.

La muerte no es un obstáculo para Mí, Yo os puedo devolver la vida, vosotros teméis a la muerte, que en algún momento llegará, para que podáis estar plenamente Conmigo, en el Reino de los Cielos, pero os repito, si Yo quiero, que muráis, y os quiero regresar a la vida, para que entréis a los Nuevos Tiempos, lo haré y tengo el Poder para hacerlo, confiad, Soy vuestro Dios y os amo.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

sábado, 7 de febrero de 2015

“Los Cuadernos 1945-1950” – 20 de marzo de 1945 - María Valtorta

Habla Dios Padre

Habla el Padre Santísimo:
“Os parece dura la palabra que expresa la verdad. Querríais solamente palabras misericordiosas. ¿Podéis reconocer que merecéis misericordia? ¿Acaso no es misericordia también la Voz severa que os habla de castigo y os incita a arrepentiros? ¿Acaso os arrepentís?
Este deseo de oír solamente promesas de bondad, esta manía de recibir de Dios solo caricias, es la desviación de la Religión. Habéis convertido en epicureismo también este principio sublime que es la Religión referida al Dios verdadero. Pretendéis deleite de ella pero no queréis dedicarle esfuerzo. Queréis descansar en la cómoda transacción entre lo que os ordena la Religión y lo que os place. Y pretendéis que Dios se avenga a esta adaptación. En otras épocas, este vicio espiritual se llamaba “quietismo” y aún lo llaman así los doctores del espíritu. Yo soy más severo y lo llamo epicureismo del espíritu.
Querríais recibir de la Religión, de Dios, de su Palabra, sólo lo que acaricia los sentidos, porque os habéis rebajado tanto que habéis convertido en sensual hasta el espíritu. Por eso queréis ofrecerle sensaciones y estremecimientos completamente humanos. Parecéis los enajenados de otras religiones que, con oportunas ceremonias, provocan un estado psíquico anormal para gozar de los falsos éxtasis de sus paraísos.
Ya no comprendéis la grande, la mayor misericordia de Dios. Y llamáis dureza, espanto, amenaza, lo que es amor, consejo, invitación al arrepentimiento para obtener gracias. Queréis palabras misericordiosas. ¿Decís que las queréis para que os den las fuerzas para resurgir? No mintáis. Os gustarían porque son dulces. Pero igualmente, para los labios de Dios, vuestro sabor sería amargo como el veneno.
¿De qué sirven las palabras misericordiosas, las visiones plenas de amor que se os brindan desde hace un año como última prueba de elevación hacia Dios de vuestras almas paganizantes? A muchos les sirve para deleite, a algunos para su ruina y a un pequeño número tremendamente exiguo para la santificación. De este modo, continúa el destino de Cristo: el de ser un signo de contradicción para muchos.
Hoy hablo Yo ¡Oh culpables más culpables que los sodomitas! (Gén 19, 24-25), hablo para demostrar que mi misericordia aún es infinita, visto que no os sepulta bajo una granizada de fuego.
Se ha dicho: “Castigas a los descarriados poco por vez, les reprendes por sus faltas y les atormentas para que se aparten de la perfidia y crean en Ti” (Sb 12, 1-2) ¿No han ido aumentando poco a poco estos periodos tremendos? ¿Os he dejado azotar de un modo infernal en una sola vez? No es así. Hace decenas y decenas de años que el castigo va aumentando en cuanto al modo y la duración, dándoos de tanto en tanto una milagrosa ayuda que os liberaba de él y que usabais para preparar por vuestra misma voluntad, un flagelo aún más cruel.
No mejorasteis nunca. ¡Oh, vosotros que escarnecéis a Dios!, siempre ha aumentado vuestra maldad y vuestra falta de fe. ¿Y ahora qué he de hacer? Si no supiera cómo os he creado, ahora me preguntaría si tenéis un alma, porque vuestras obras son peores que las de seres bestiales. ¿Os disgusta oíroslo decir? ¡Pues no obréis de modo tal de merecer estas palabras!
En el Libro de la Sabiduría se leen estas palabras dirigidas a los Cananeos: “Aborrecías a los antiguos habitantes de tu tierra santa porque sus obras, cumplidas con prácticas mágicas y ritos sacrílegos, eran abominables ante Ti. Mataban sin piedad a sus pequeños, comían las entrañas de los hombres y bebían la sangre en tu sacra tierra. Quisiste destruir a estos padres, verdugos de almas indefensas...” (Sb 12, 3-7).
¡Oh generación de hombres de esta época! ¿no os reconocéis en estos antepasados vuestros? Yo sí que os reconozco. Respecto a ellos, vuestra perfidia ha aumentado, se ha hecho más satánica. Pero seguís perteneciendo a esa ralea que detesto. El satanismo se ha difundido tanto hasta convertirse casi en religión de los estados. Ya sea entre los grandes o entre los modestos, entre los cultos o entre los ignorantes, y hasta en la casa de los ministros de Dios, se quiere conocer y se cree conocer a través de magias que tienen un sello inconfundible: el sello de Satanás.
¿No realizáis los sacrificios de los cananeos? ¡Los hacéis aún peores! No inmoláis las carnes sino vuestras almas y la de vuestros semejantes, conculcando el derecho de Dios y la libertad del hombre. En efecto, habéis llegado hasta tal punto que, con la burla o con la fuerza, quebrantáis las conciencias que aún saben mantenérseme fieles, las arrojáis del trono de su fe, que las eleva a Mí, y las corrompéis con doctrinas malditas o las matáis, porque haciéndolo creéis despojarlas de la fe. No; por el contrario, de este modo las ataviáis con una fe incorruptible. Mas, que la maldición recaiga sobre vosotros porque sembráis la corrupción para arrebatar fieles a Dios.
¿Y no os reconocéis en esos antepasados vosotras, generaciones de padres que sin piedad matáis moralmente a vuestros hijos al comunicar a esos inocentes vuestra incredulidad, vuestra sensualidad, toda la cohorte de racionalismo y de bestialidad de que estáis saturados y que ahora, ahora, ahora que estos hijos ya no están sostenidos por ninguna columna espiritual, termináis de matarle en lo que les queda, es decir, en la carne, pues permitís que de esa carne hagan mercancía como bestias lujuriosas, y es más, aprobáis satisfechos porque ese mercado os permite satisfaceros y gozar con el sacrificio de vuestros hijos?
¡No, no exagera el Libro de la Sabiduría cuando os llama verdugos de almas indefensas! Cuidáis más a la bestia que criáis para venderla y a la planta que cultiváis para obtener los frutos, que a vuestros hijos. Ellos son débiles mas no los fortificáis, pues no les dais ni la religión de Dios ni, al menos, la de la honestidad cívica y del amor familiar.
Padres, ya no sois los tutores de los menores. Madres, para vuestras criaturas no sois ángeles, sois ídolos. No cumplís el fin al que os he destinado. Abdicáis de vuestros deberes y de vuestros derechos. Me causáis horror. Sois ídolos idólatras: sois ídolos, porque carecéis de espíritu. Sois idólatras, porque adoráis lo que es todo menos espíritu. Habéis adorado al hombre; habéis permitido que se llegara al culto del cuerpo, que se volviera al culto del cuerpo, tal como lo practicaban los paganos cuando Cristo les encontró, o los neo paganos, que son culpables de paganismo doblemente, porque lo eran y porque siguieron siéndolo aún después de haber recibido la verdadera religión.
Y además, en los lutos, en las alegrías, ¿qué hacéis? Practicáis la idolatría. Veneráis, adoráis lo que es perecedero. No pensáis en el espíritu y en El que lo creó. Y eso “es un engaño para la vida humana, pues los hombres, secundando la afición o la tiranía, dan a la piedra o al leño o a la tela pintada el Nombre incomunicable”. (Sb 14, 21). Yo, sólo Yo, soy Dios.
¿Os parece que os fustigo? Y entonces oíd: “Ni les bastó haber errado en el conocimiento de Dios sino que, viviendo en la dura guerra de la ignorancia, llaman paz a tan graves males. Ya inmolan a los hijos, ya hacen misteriosos sacrificios, ya transcurren las noches en orgías infames. No conservan puros ni la vida ni los matrimonios. Por el contrario, uno mata al otro por envidia o le humilla con adulterios. Todo es un caos de sangre, homicidios, robos, fraudes, corrupción, deslealtad, desorden, perjurio, vejación de los buenos, olvido de Dios, contaminación de las almas, inversión de los sexos, inconstancia en los matrimonios, adulterios, libertinaje, porque al abominable culto a los ídolos es causa, principio y fin de todos los males. O se dan a frenéticas juergas o vaticinan falsedades o viven en la injusticia y perjuran sin vacilar pues, dado que confían en ídolos inanimados, no temen que el jurar en falso pueda perjudicarles” (Sb 14, 22-29).
Mas, ¿se trata de la Sabiduría dictada un siglo antes de Cristo o de algo dictado en los momentos actuales? ¿Y aún pretendéis palabras de misericordia?
¿No habéis visto nunca a un pueblo que huye bajo una colosal granizada? Huye veloz pero igualmente el granizo le azota porque los gruesos granos les persiguen por doquier. Si tuviera que hablar según lo merecéis y os hablara como quien soy, como Dios Padre, seríais como esas gentes azotadas por una colosal granizada.
Habla la Bondad y no entendéis. Habla la Justicia y la consideráis injusta. Tenéis miedo y no os corregís. ¿Sois tontos o criminales? ¿Sois locos o endemoniados? Que cada uno se examine. ¿Y por gentes como éstas se mandó a morir al Hijo del Padre?
En verdad, si fuera posible encontrar un error en Dios, se diría que ese Sacrificio fue un error, porque su infinito valor es nulo para demasiada gente. Sí, digo que fue un error. Un error que es testimonio de mi Naturaleza. Sí, ¡oh, hombres que, a pesar de ser tan culpables, juzgáis que Yo no os trato con misericordia!, porque si Yo no fuera Amor, no os habría concedido la Redención. Sí, porque si en verdad hubiera tenido que obrar como vosotros, que pretendéis el 100 por 100 y hasta el 1000 por 100 cuando hacéis aun el mínimo bien, Yo no habría tenido que concederos la gracia jamás. Porque desatendéis, burláis, convertís en desgracias, todas las formas de gracia, empezando por la de la Sangre derramada por vosotros.
Hoy Jesús no habla y el pequeño Juan no ve. Hoy hablo Yo para deciros que hoy, como hace dos años, mi Pensamiento es el mismo; para deciros que si callo es porque sé que hablar es inútil; para deciros que la palabra es amor, que el silencio es amor, que la severidad es amor. Sólo vosotros sois desamor, en medio del amor soberano que conforma todo lo que proviene de Dios. Y ésta es vuestra condena”.
(“Los Cuadernos 1945-1950” – 20 de marzo de 1945 - María Valtorta)

lunes, 22 de septiembre de 2014

Ago 22_2014 -Mi Amor es el que vencerá y vosotros seréis Mis instrumentos de Amor-

Ago 22_14 Mi Amor es el que vencerá y vosotros seréis Mis instrumentos de Amor.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino

Temas:
  • Animaos, pues, Mis pequeños, sois parte de los que venceréis, de éste rebaño escogido, sed felices ya desde ahora, dejad el Mundo, entrad en vuestro corazón, encontradMe a Mí ahí dentro.
  • Ciertamente, ésta purificación, os hará crecer en el amor, os hará crecer en la gratitud, os dará una nueva vida, donde reconoceréis todo lo que Yo he hecho por vosotros.
  • Vosotros, los que tenéis ya un corazón transformado, sois Mi Calcañal, juntos venceremos a satanás y muchas almas le quitaremos.
  • Si vosotros juzgáis y os alegráis del futuro eterno de dolor para alguno de vuestros hermanos, que os hicieron sufrir durante vuestra vida en la Tierra, quiere decir que no habéis crecido en el Amor, porque no estáis viendo Mi Dolor.
  • Ya vuestra vida, vuestro ser, tiene que desaparecer, Mi Ser, debe unirse a vosotros, Mi Ser, os debe absorber, los santos lograron esto, que Yo viviera plenamente en ellos.


Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Animaos, pues, Mis pequeños, sois parte de los que venceréis, de éste rebaño escogido, sed felices ya desde ahora, dejad el Mundo, entrad en vuestro corazón, encontradMe a Mí ahí dentro.
Hijitos Míos, ¿a qué teméis?, si os he avisado que los acontecimientos son inminentes, es para que os apuréis a poner toda vuestra vida ante Mis Ojos, reparéis lo que hayáis dañado, pero, sobre todo, reparéis lo que le hicisteis a Mi Corazón Sacratísimo.
Ciertamente, los acontecimientos son inminentes, pero, todavía, tendréis un tiempo para enmendar mucho mal que hicisteis a lo largo de vuestra existencia y, aún,los mismos acontecimientos se prestarán a que los utilicéis como penitencia y ofrecimiento a Mí, vuestro Dios, por todo el mal que Me hicisteis y le hicisteis a vuestros hermanos.
Os sigo repitiendo que, siempre de un mal, Yo saco un bien y que lo que se viene es un mal aparente, porque, realmente, os va a servir de purificación. Ya os he dicho que el dolor es purificador y así lo deberéis tomar.
Mis pequeños, no os pongáis tristes, os dije hace mucho tiempo que, cuando empezaran los acontecimientos, no os fijarais en ellos, que éstos se tienen que dar para vuestro bien y para la purificación y eliminación de toda la maldad que os hace caer en el mal.
Sed conscientes, Mis pequeños, que vuestra alma es débil por causa del Pecado Original y si tenéis a vuestro lado a satanás, que os está tentando continuamente, muchas veces caeréis y ésta purificación, en la cual ya estáis viviendo sus inicios, os va a llevar a que satanás sea erradicado de la Tierra, porque así os lo he prometido, que tendréis un cierto tiempo, en donde viviréis sin ningún ataque satánico, para que vuestra espiritualidad se desarrolle grandemente, ¿no os parece esto bellísimo, Mis pequeños? Yo estoy esperando ya éste momento, para ver almas renovadas, que Me amen como Me lo merezco, que Me agradezcan por tantas cosas bellas que os doy y que busquen más de Mí, que estén ansiosas de saber más de Mí, para que podáis amarMe más, porque las almas que quedarán después de la purificación, desearán esto y más, porque cuando Me vean, absortas quedarán de Mi Amor, de Mi Belleza, de Mis Potencias.
Vosotros, los que estáis Conmigo entendéis todo esto y debierais estar ya ansiosos, también, de que la purificación se dé y que ya haya terminado y que estéis ya viviendo éstos Nuevos Tiempos que os tengo prometidos para que estéis gozando de Mis Bienes espirituales y Celestiales.
Que ésa alegría, Mis pequeños, ojalá la podáis vivir y transmitir a vuestros hermanos, que, aún a pesar de los acontecimientos que se estén dando, vosotros estéis felices, sabiendo que cada día que pasa, es un día que os acerca más a Mí. Así que, no os preocupéis, no os entristezcáis por lo que suceda, gozad aún lo que Yo os vaya quitando, sí, Mis pequeños, gozad, porque si os lo estoy quitando, es porque os está deteniendo para que crezcáis espiritualmente, que mucho Me agradeceréis cuando os deis cuenta que lo que Yo os estaba quitando, era lastre, para que pudierais volar hacia Mí.
Ya os he dicho que sufriréis, porque estáis muy arraigados con las cosas de la Tierra, con las cosas del Mundo, con todo aquello que veis y os atrae, pero que no es bueno para que crezcáis espiritualmente.
Dejaos pues, mover por Mi Gracia, dejad que Mi Amor os llene, porque Mi Amor es el que vencerá y vosotros seréis Mis instrumentos de Amor. Satanás será vencido por el Amor, sí, por el Amor de una Creaturita Perfecta, Santísima, Bellísima, Mi Hija, la Siempre Virgen María.
Animaos, pues, Mis pequeños, sois parte de los que venceréis, de éste rebaño escogido, sed felices ya desde ahora, dejad el Mundo, entrad en vuestro corazón, encontradMe a Mí ahí dentro, en vuestro ser e iniciad ya el coloquio final que os preparará a una vida bellísima Conmigo. Os amo, Mis pequeños y os bendigo, quedaos Conmigo,
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ciertamente, ésta purificación, os hará crecer en el amor, os hará crecer en la gratitud, os dará una nueva vida, donde reconoceréis todo lo que Yo he hecho por vosotros.
Hijitos Míos, las almas que saben escuchar Mi Voz, siempre salen bien libradas de las pruebas, aunque éstas sean muy fuertes. Tenéis a Noé, y es una tristeza que, solamente fuera Noé y su familia los que se pudieron salvar, porque muchos miles murieron porque no eran gratos a Mis Ojos. Sodoma y Gomorra, dos ciudades y nuevamente una familia salvada, la de Lot. Un ejemplo grande para todos los tiempos, Nínive, que respondió al llamado del profeta, se arrepintieron y los perdoné.
¿Cuántos serán ahora, Mis pequeños?, ¿cuántos los que saldrán adelante? Os he dicho que el resto fiel es pequeño, muy pequeño y esto es una tristeza, porque, en el pasado, tuvieron la voz de los profetas y pocos o muchos se salvaron, pero vosotros habéis tenido la Voz de Dios, Mi Voz en Mi Hijo Jesucristo y ¡qué desperdicio de una gran mayoría de vosotros! No os imagináis, Mis pequeños, el dolor que esto Me causa.
Seáis salvados o seáis condenados, en algún momento conoceréis Mi Amor, el Amor que tengo por cada uno de vosotros y os daréis cuenta que durante vuestro tiempo de vida sobre la Tierra, nunca, nunca nadie tuvo algún amor como el Mío hacia vosotros, hacia cada uno de vosotros, muy en lo personal, muy en lo íntimo, porque Mi Amor es Divino, Mi Amor es inmenso, es Infinito, Purísimo y Santísimo, nunca en vuestra vida, tuvisteis algo así, algo semejante y lo despreciasteis.
Tristeza también os debiera dar y un arrepentimiento intenso, porque no aprovechasteis Mi Amor.
Ahora lo sabéis, reparad el tiempo que os quede de vida, para que Yo Me conmueva más por vosotros y salve a infinidad de almas.
Muchas almas se perdieron en el pasado porque no apreciaron tampoco Mi Amor, no quisieron escuchar a los profetas de aquél tiempo y, aunque, ciertamente, los profetas les hacían conocer Mis Designios, no los tomaban en cuenta, no apreciaban tampoco lo que se les dio en ése tiempo. No seáis como ellos, agradecedMe que he sido Benevolente con cada uno de vosotros porque, si recorréis vuestra vida, toda vuestra vida, sed conscientes de que os mereceríais la muerte eterna, o sea, la condenación de vuestra alma, pero os perdoné muchas veces vuestros pecados mortales, los pecados que llevaban a la muerte, pero por la Gracia Divina, por el derramamiento de Mi Amor al mandaros a Mi Hijo, recuperabais la Gracia, cada vez que recibíais la absolución de algún ministro Mío, en la Iglesia. ¿Cuántas veces pudisteis haber muerto, estando en pecado grave?, y Yo no lo permití y os daba la oportunidad de confesaros y volver a recuperar la vida de la Gracia.
Daos cuenta que muchas veces estuvisteis en ése peligro de morir estando en pecado grave, pero os perdoné y os di una y muchas veces más oportunidades de regresar a Mí y terminar vuestra misión.
Hay tanto que debéis meditar y mucho más que Me debéis agradecer. Os colmé de favores, aún a pesar de que Me dabais la espalda. Vosotros, como seres humanos, no haríais eso o no hicisteis eso, con aquellos que consideráis vuestros enemigos, daos cuenta que fuisteis enemigos Míos, cuando Me disteis la espalda y cometíais pecados graveserais Mis enemigos porque, cada vez que pecabais grave, estabais con satanás, que es Mi peor enemigo, porque no ama Mi Amor y, aún así, os perdoné infinidad de veces, para que volvierais a una amistad íntima Conmigo.
¿Cuántas veces, realmente, os arrepentisteis de corazón de haberMe dañado tanto?, volviéndoos enemigos Míos, porque le hicisteis muchas veces caso a satanás, de ofenderMe, de darMe la espalda, de no cumplir con lo que Yo os pedía, para que os mantuvierais en estado de Gracia y así crecierais hacia la perfección.
Pocas, muy pocas veces meditasteis sobre ello y Me pedisteis perdón y menos veces Me agradecisteis por la absolución que Yo os daba a través de Mis ministros.
¿Os dais cuenta de qué tan distraídos estáis, de que no respondéis como verdaderos hijos? ¡Cuánto desamor hacia Mí!, os decís seguidores Míos, de vuestro Dios en Mi Santísima Trinidad y no respondéis como tales. No sois amigos leales, pero Yo, como Padre vuestro, os seguía, iba tras de vosotros, os cuidaba sin que os dierais cuenta, cuando caíais os levantaba, Me alegraba cuando estabais Conmigo. ¡Siempre atrás de vosotros, protegiéndoos! Y aquí estoy nuevamente, tras de vosotros, anunciándoos éstos cambios, que Me debierais agradecer de corazón y, en lugar de eso, el miedo, el terror, no os deja pensar ni actuar debidamente, porque no confiáis en Mí, que os quiero dar siempre lo bueno, lo mejor que tengo Yo.
¡Qué ingratos sois, Mis pequeños! ¡Qué ingratos sois! Ciertamente, ésta purificación, os hará crecer en el amor, os hará crecer en la gratitud, os dará una nueva vida, donde reconoceréis todo lo que Yo he hecho por vosotros y entenderéis más, ahora, lo que significa un Amor de un Dios hacia Su creatura.
PedidMe ya desde ahora, vosotros, los que Me amáis, que os enamoréis de Mi Amor, para que podáis gozarMe ya, desde ahora, de todas las Bendiciones que tendréis durante éste tiempo de purificación porque, yendo atrás de vosotros, iré y os seguiré protegiendo, levantando, compartiendo con vosotros vuestras alegrías, sin que os deis cuenta, hasta que llegue un momento en que Yo ya no vaya atrás de vosotros, sino junto a vosotros, que lleguéis a ésa confianza tal, en la cual, caminemos juntos y seamos uno solo.
PedidMe, Mis pequeños, ésa transformación de vuestro cuerpo y de vuestra alma, para que podamos ya ser uno solo, Mi Voluntad con vuestra voluntad.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Vosotros, los que tenéis ya un corazón transformado, sois Mi Calcañal, juntos venceremos a satanás y muchas almas le quitaremos.
(Lenguas…) Aquí estoy, Mis pequeños, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, y como os ha dicho Mi Padre, vuestro Padre, éstos son Mis tiempos.
Esta Pequeña Creatura del Señor, Su Sierva, os ayudará a vencer las fuerzas de satanás. Soy la Pequeña Servidora de Mi Dios y Servidora de vosotros, Mis pequeños.
Vosotros, los que tenéis ya un corazón transformado, sois Mi Calcañal, juntos venceremos a satanás y muchas almas le quitaremos.
Mi Amor y vuestro amor, le arrebatará muchas almas al enemigo. Se creía seguro de que se llevaría a infinidad de almas hacia la muerte eterna y no será así, Mis pequeños.
Vosotros, los que estáis transformados, sentís la vida, la vida de Nuestro Dios en vosotros. Sentís una obligación, pero más que obligación, sentís el Amor que Mi Hijo siente por vosotros. Mi Hijo, Mi Dios, vuestro Dios y Salvador, os ha enseñado lo que es la vida en el Amor, Él os hermanó a todos vosotros, son Misterios y regalos Divinos, que no alcanzáis a comprender, pero que tampoco alcanzáis a agradecer. Hermanos de todo un Dios.
Si esto lo meditáis y lo meditáis de corazón, debéis caer de rodillas y con vuestra frente en el piso, agradeciéndoLe a Nuestro Dios y Señor, tal dignidad que tenéis y que no apreciáis y, si realmente lo entendéis, os daréis cuenta de vuestras obligaciones espirituales para con vuestros hermanos que no están preparados para la gran prueba, que ya empezó. Esa era la única preocupación de Mi Hijo y por eso se pasaba días y noches orando, por todos vosotros, por todas las almas, pasadas, presentes y futuras, era y es su única preocupación, vuestra salvación eterna.
No alcanzáis a comprender, Mis pequeños, cómo todo un Dios se digne voltear a veros. Si os dierais cuenta de Su Magnificencia, de Sus Potencias, de Su Inmensidad, la cual llena al Universo entero y todavía os viene a buscar a cada uno de vosotros, a pesar de vuestra pequeñez, a pesar de vuestra nada.
Sí, Mis pequeños, pedidLe a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, que os ayude a comprender, aunque sea un poquito, tanto Amor y Bendiciones que tenéis de vuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, y que también os ayude a saber agradecerLe con todo vuestro ser.
Sois Mis hijos, también intercedo por vosotros, os enseño, como ahora, explicándoos todo esto. DadMe vuestras intenciones, vuestros agradecimientos, vuestra pequeñez, llenaos de humildad, para que Yo también lleve a Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, vuestras alegrías, vuestros agradecimientos, vuestro amor. Ciertamente, sois muy pequeños, pero vuestro amor de corazón, es grato a los Ojos del Padre y alegría inmensa para todos Nosotros.
Pedid vuestra perfección, porque así gozaréis cada vez más, todo lo que de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, derrame sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Si vosotros juzgáis y os alegráis del futuro eterno de dolor para alguno de vuestros hermanos, que os hicieron sufrir durante vuestra vida en la Tierra, quiere decir que no habéis crecido en el Amor, porque no estáis viendo Mi Dolor.
Hijitos Míos, ciertamente, veréis muchos cambios. Iréis viendo cómo el mal va terminando, va siendo eliminado y cómo el Bien va quedando, pero algo muy importante os pido, que no seáis jueces de nadie en éstos momentos, Yo Soy vuestro Dios y Yo Soy el Único Juez, Yo conozco los corazones, las intenciones. Conozco lo secreto de vuestro corazón, de cada uno de vosotros y Yo Soy el Único que puede Juzgar.
Ciertamente, os iréis alegrando de que el mal vaya terminando, iréis viendo a vuestro alrededor cómo aquellos que seguían al mal y se congratulaban con él, irán siendo eliminados, pero que esto os cause tristeza, no alegría, tristeza, porque son hermanos vuestros. Tendréis alegría, en el sentido de que, ciertamente, os oprimían y ya no padeceréis después de su eliminación de la Tierra.
Acordaos que seréis Juzgados en el Amor y deberéis ser hijos virtuosos y, si os burláis y si veis el mal en un hermano vuestro y os alegráis de su eliminación, ya no estáis viviendo en la virtud.
Estos detalles os lo menciono porque pasan muy desapercibidos en vuestra forma de ser, actuáis todavía muy humanamente y debéis aprender a vivir más en lo Divino, porque si sois del resto fiel, debéis llenaros de una vida espiritual más profunda, de una cercanía Conmigo mucho más íntima. Os deberéis poner en el lugar de vuestros hermanos juzgados y quizá, eliminados, ¿acaso os gustaría estar en el lugar de ellos y padecer Mi Juicio en contra de ellos? No, ¿verdad, Mis pequeños? ¡Claro que no os gustaría!, porque sabéis cuál será vuestro futuro eterno. ¿Podéis estar alegres viendo cómo hermanos vuestros, aún sabiendo que actuaban en el mal, van a estar sufriendo toda la eternidad?
Si realmente hay amor en vuestro corazón, si realmente vivís ya una hermandad Divina con vuestros hermanos, no os debe alegrar esto, debéis llorar su destino.Recordad que su alma, es parte de Mí, Yo os creé a cada uno de vosotros y ésa partecita Mía va a sufrir eternamente, ésa partecita Mía, o sea, vuestra alma, no quiso seguirMe y mantenerse Conmigo.
Si vosotros juzgáis y os alegráis del futuro eterno de dolor para alguno de vuestros hermanos, que os hicieron sufrir durante vuestra vida en la Tierra, quiere decir que no habéis crecido en el Amor, porque no estáis viendo Mi Dolor, que también existe y es real cuando veo que un alma se condena, porque no quiere estar Conmigo, con su Padre y Creador. Mucho, todavía, tenéis qué aprender, Mis pequeños, vuestro corazón tiene que ser transformado y, pedídMelo, porque todavía os alegráis y juzgáis de lo que no debéis, creced en virtud, creced en amor. Creced en perfección, para que podáis estar más íntimamente Conmigo, vuestro Dios y podáis entender Mi Obra de la Creación, en donde vosotros, cada uno de vosotros, sois Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Ya vuestra vida, vuestro ser, tiene que desaparecer, Mi Ser, debe unirse a vosotros, Mi Ser, os debe absorber, los santos lograron esto, que Yo viviera plenamente en ellos.
Hijitos Míos, recordad que satanás quiere destruir principalmente vuestra alma, su estado espiritual, así que, la prueba, va precisamente por ahí y os deberéis cuidar. Ya os lo había Yo anunciado en las Sagradas Escrituras, que temierais a aquellos que le pudieran dar muerte a vuestra alma y no tanto a la muerte del cuerpo, que el cuerpo, al fin y al cabo es un vehículo, y en la Tierra ha de quedarse, pero vuestra alma trasciende.
¿Cómo cuidaréis vuestra alma? ¿Estaréis preparados? Si contáis con vosotros mismos, para la gran prueba, seguro está que os vencerán las tentaciones, la maldad de satanás, vuestras propias inclinaciones hacia el mal.
Os he dicho que, en ésta prueba, caminaremos juntos o, al menos, así deseo que se lleve a cabo. Yo no os dejaré, Mis pequeños, pero deberéis tenerMe la plena confianza de dejaros mover por Mí, para que Yo os lleve por caminos seguros y os haga actuar con Sabiduría Divina, para ayudar a vuestros hermanos, que en el Mundo están y que muchos de ellos necesitan una guía fidedigna Mía, porque, también, anunciado está, que escucharéis: “el mesías está aquí, ¡no!, el mesías está allá” y os confundiréis si no lleváis una vida profunda de oración y de intimidad Conmigo, vuestro Dios.
Ya vuestra vida, vuestro ser, tiene que desaparecer, Mi Ser, debe unirse a vosotros, Mi Ser, os debe absorber, los santos lograron esto, que Yo viviera plenamente en ellos, Me regalaron su libre albedrío y, por eso, los santos emanaban Mi Amor a donde iban, porque era Yo el que trabajaba a través de ellos. Este es vuestro tiempo, esta es vuestra oportunidad de llegar también a vuestra santificación.
DejadMe, Mis pequeños, que Yo os levante a ésos niveles incomprensibles todavía para vosotros, que se llaman de santidad. Muchos de vosotros pensáis que necesitáis ser personas muy especiales para alcanzar la santidad y no es así, Mis pequeños, os he dicho que la santidad se alcanza dejándoMe Ser en vosotros, o sea, que Mi Voluntad trabaje plenamente en vosotros.
Tened confianza, Mis pequeños, gozaréis los resultados y espero Me los agradezcáis de corazón.
Gracias, Mis pequeños.


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viernes, 20 de junio de 2014

De la obra de María Valtorta - HABLA DIOS PADRE

Habla Dios Padre

Habla el Padre Santísimo:
“Os parece dura la palabra que expresa la verdad. Querríais solamente palabras misericordiosas. ¿Podéis reconocer que merecéis misericordia? ¿Acaso no es misericordia también la Voz severa que os habla de castigo y os incita a arrepentiros? ¿Acaso os arrepentís?
Este deseo de oír solamente promesas de bondad, esta manía de recibir de Dios solo caricias, es la desviación de la Religión. Habéis convertido en epicureismo también este principio sublime que es la Religión referida al Dios verdadero. Pretendéis deleite de ella pero no queréis dedicarle esfuerzo. Queréis descansar en la cómoda transacción entre lo que os ordena la Religión y lo que os place. Y pretendéis que Dios se avenga a esta adaptación. En otras épocas, este vicio espiritual se llamaba “quietismo” y aún lo llaman así los doctores del espíritu. Yo soy más severo y lo llamo epicureismo del espíritu.
Querríais recibir de la Religión, de Dios, de su Palabra, sólo lo que acaricia los sentidos, porque os habéis rebajado tanto que habéis convertido en sensual hasta el espíritu. Por eso queréis ofrecerle sensaciones y estremecimientos completamente humanos. Parecéis los enajenados de otras religiones que, con oportunas ceremonias, provocan un estado psíquico anormal para gozar de los falsos éxtasis de sus paraísos.
Ya no comprendéis la grande, la mayor misericordia de Dios. Y llamáis dureza, espanto, amenaza, lo que es amor, consejo, invitación al arrepentimiento para obtener gracias. Queréis palabras misericordiosas. ¿Decís que las queréis para que os den las fuerzas para resurgir? No mintáis. Os gustarían porque son dulces. Pero igualmente, para los labios de Dios, vuestro sabor sería amargo como el veneno.
¿De qué sirven las palabras misericordiosas, las visiones plenas de amor que se os brindan desde hace un año como última prueba de elevación hacia Dios de vuestras almas paganizantes? A muchos les sirve para deleite, a algunos para su ruina y a un pequeño número tremendamente exiguo para la santificación. De este modo, continúa el destino de Cristo: el de ser un signo de contradicción para muchos.
Hoy hablo Yo ¡Oh culpables más culpables que los sodomitas! (Gén 19, 24-25), hablo para demostrar que mi misericordia aún es infinita, visto que no os sepulta bajo una granizada de fuego.
Se ha dicho: “Castigas a los descarriados poco por vez, les reprendes por sus faltas y les atormentas para que se aparten de la perfidia y crean en Ti” (Sb 12, 1-2) ¿No han ido aumentando poco a poco estos periodos tremendos? ¿Os he dejado azotar de un modo infernal en una sola vez? No es así. Hace decenas y decenas de años que el castigo va aumentando en cuanto al modo y la duración, dándoos de tanto en tanto una milagrosa ayuda que os liberaba de él y que usabais para preparar por vuestra misma voluntad, un flagelo aún más cruel.
No mejorasteis nunca. ¡Oh, vosotros que escarnecéis a Dios!, siempre ha aumentado vuestra maldad y vuestra falta de fe. ¿Y ahora qué he de hacer? Si no supiera cómo os he creado, ahora me preguntaría si tenéis un alma, porque vuestras obras son peores que las de seres bestiales. ¿Os disgusta oíroslo decir? ¡Pues no obréis de modo tal de merecer estas palabras!
En el Libro de la Sabiduría se leen estas palabras dirigidas a los Cananeos: “Aborrecías a los antiguos habitantes de tu tierra santa porque sus obras, cumplidas con prácticas mágicas y ritos sacrílegos, eran abominables ante Ti. Mataban sin piedad a sus pequeños, comían las entrañas de los hombres y bebían la sangre en tu sacra tierra. Quisiste destruir a estos padres, verdugos de almas indefensas...” (Sb 12, 3-7).
¡Oh generación de hombres de esta época! ¿no os reconocéis en estos antepasados vuestros? Yo sí que os reconozco. Respecto a ellos, vuestra perfidia ha aumentado, se ha hecho más satánica. Pero seguís perteneciendo a esa ralea que detesto. El satanismo se ha difundido tanto hasta convertirse casi en religión de los estados. Ya sea entre los grandes o entre los modestos, entre los cultos o entre los ignorantes, y hasta en la casa de los ministros de Dios, se quiere conocer y se cree conocer a través de magias que tienen un sello inconfundible: el sello de Satanás.
¿No realizáis los sacrificios de los cananeos? ¡Los hacéis aún peores! No inmoláis las carnes sino vuestras almas y la de vuestros semejantes, conculcando el derecho de Dios y la libertad del hombre. En efecto, habéis llegado hasta tal punto que, con la burla o con la fuerza, quebrantáis las conciencias que aún saben mantenérseme fieles, las arrojáis del trono de su fe, que las eleva a Mí, y las corrompéis con doctrinas malditas o las matáis, porque haciéndolo creéis despojarlas de la fe. No; por el contrario, de este modo las ataviáis con una fe incorruptible. Mas, que la maldición recaiga sobre vosotros porque sembráis la corrupción para arrebatar fieles a Dios.
¿Y no os reconocéis en esos antepasados vosotras, generaciones de padres que sin piedad matáis moralmente a vuestros hijos al comunicar a esos inocentes vuestra incredulidad, vuestra sensualidad, toda la cohorte de racionalismo y de bestialidad de que estáis saturados y que ahora, ahora, ahora que estos hijos ya no están sostenidos por ninguna columna espiritual, termináis de matarle en lo que les queda, es decir, en la carne, pues permitís que de esa carne hagan mercancía como bestias lujuriosas, y es más, aprobáis satisfechos porque ese mercado os permite satisfaceros y gozar con el sacrificio de vuestros hijos?
¡No, no exagera el Libro de la Sabiduría cuando os llama verdugos de almas indefensas! Cuidáis más a la bestia que criáis para venderla y a la planta que cultiváis para obtener los frutos, que a vuestros hijos. Ellos son débiles mas no los fortificáis, pues no les dais ni la religión de Dios ni, al menos, la de la honestidad cívica y del amor familiar.
Padres, ya no sois los tutores de los menores. Madres, para vuestras criaturas no sois ángeles, sois ídolos. No cumplís el fin al que os he destinado. Abdicáis de vuestros deberes y de vuestros derechos. Me causáis horror. Sois ídolos idólatras: sois ídolos, porque carecéis de espíritu. Sois idólatras, porque adoráis lo que es todo menos espíritu. Habéis adorado al hombre; habéis permitido que se llegara al culto del cuerpo, que se volviera al culto del cuerpo, tal como lo practicaban los paganos cuando Cristo les encontró, o los neo paganos, que son culpables de paganismo doblemente, porque lo eran y porque siguieron siéndolo aún después de haber recibido la verdadera religión.
Y además, en los lutos, en las alegrías, ¿qué hacéis? Practicáis la idolatría. Veneráis, adoráis lo que es perecedero. No pensáis en el espíritu y en El que lo creó. Y eso “es un engaño para la vida humana, pues los hombres, secundando la afición o la tiranía, dan a la piedra o al leño o a la tela pintada el Nombre incomunicable”. (Sb 14, 21). Yo, sólo Yo, soy Dios.
¿Os parece que os fustigo? Y entonces oíd: “Ni les bastó haber errado en el conocimiento de Dios sino que, viviendo en la dura guerra de la ignorancia, llaman paz a tan graves males. Ya inmolan a los hijos, ya hacen misteriosos sacrificios, ya transcurren las noches en orgías infames. No conservan puros ni la vida ni los matrimonios. Por el contrario, uno mata al otro por envidia o le humilla con adulterios. Todo es un caos de sangre, homicidios, robos, fraudes, corrupción, deslealtad, desorden, perjurio, vejación de los buenos, olvido de Dios, contaminación de las almas, inversión de los sexos, inconstancia en los matrimonios, adulterios, libertinaje, porque al abominable culto a los ídolos es causa, principio y fin de todos los males. O se dan a frenéticas juergas o vaticinan falsedades o viven en la injusticia y perjuran sin vacilar pues, dado que confían en ídolos inanimados, no temen que el jurar en falso pueda perjudicarles” (Sb 14, 22-29).
Mas, ¿se trata de la Sabiduría dictada un siglo antes de Cristo o de algo dictado en los momentos actuales? ¿Y aún pretendéis palabras de misericordia?
¿No habéis visto nunca a un pueblo que huye bajo una colosal granizada? Huye veloz pero igualmente el granizo le azota porque los gruesos granos les persiguen por doquier. Si tuviera que hablar según lo merecéis y os hablara como quien soy, como Dios Padre, seríais como esas gentes azotadas por una colosal granizada.
Habla la Bondad y no entendéis. Habla la Justicia y la consideráis injusta. Tenéis miedo y no os corregís. ¿Sois tontos o criminales? ¿Sois locos o endemoniados? Que cada uno se examine. ¿Y por gentes como éstas se mandó a morir al Hijo del Padre?
En verdad, si fuera posible encontrar un error en Dios, se diría que ese Sacrificio fue un error, porque su infinito valor es nulo para demasiada gente. Sí, digo que fue un error. Un error que es testimonio de mi Naturaleza. Sí, ¡oh, hombres que, a pesar de ser tan culpables, juzgáis que Yo no os trato con misericordia!, porque si Yo no fuera Amor, no os habría concedido la Redención. Sí, porque si en verdad hubiera tenido que obrar como vosotros, que pretendéis el 100 por 100 y hasta el 1000 por 100 cuando hacéis aun el mínimo bien, Yo no habría tenido que concederos la gracia jamás. Porque desatendéis, burláis, convertís en desgracias, todas las formas de gracia, empezando por la de la Sangre derramada por vosotros.
Hoy Jesús no habla y el pequeño Juan no ve. Hoy hablo Yo para deciros que hoy, como hace dos años, mi Pensamiento es el mismo; para deciros que si callo es porque sé que hablar es inútil; para deciros que la palabra es amor, que el silencio es amor, que la severidad es amor. Sólo vosotros sois desamor, en medio del amor soberano que conforma todo lo que proviene de Dios. Y ésta es vuestra condena”.
(De la Obra de María Valtorta)