Mensajes de Junio del 2017
Queridos hijos, buscad a Jesús y dejad que Él transforme vuestras vidas. No permitáis que las tinieblas del demonio os alejen del Camino de la Salvación. Mi Hijo es la Luz del Mundo y todos aquellos que son fieles a Su Palabra jamás se perderán. Abrid vuestros corazones a la Acción de Dios. Vosotros sois del Señor y sólo a Él debéis seguir y servir. Camináis hacia un futuro doloroso: La guerra entre la Verdadera y la falsa Iglesia será dolorosa. Mi Jesús necesita de vosotros. Barac fue llamado a luchar y confió en las Promesas del Señor; Barac fue vencedor, junto con otros hombres y mujeres de fe. Vosotros seréis vencedores si permanecéis fieles al Verdadero Magisterio de la Iglesia de Mi Jesús. Vuestra batalla es espiritual. Estad unidos a vuestros hermanos en la fe y defended la verdad. El Señor estará con vosotros. Tened valor. Doblad vuestras rodillas en oración. Suceda lo que suceda, quedaros con Jesús. Él es vuestro Único y Verdadero Salvador. Los que son de Mi Hijo Jesús y defienden la verdad serán perseguidos y echados fuera, pero éstos serán proclamados Benditos del Padre en el Último día, por haber sido fieles. Adelante en la verdad. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Barac es un personaje bíblico que luchó junto a Débora. Él era general de un gran ejército. No confundir con Baruc que era un profeta.
Su historia se narra en los capítulos 4 y 5 del libro de Jueces.
Queridos hijos, yo soy vuestra Madre y os amo. Os invito a ser en todo como Mi Hijo Jesús. Animaos y testimoniad en todas partes que sois Pertenencia del Señor. Sufro por aquello que viene para vosotros. Una gran guerra habrá y el Señor os llama a ser como Gedeón. Sed defensores de la verdad. No retrocedáis. Vuestro caminho os llevará a la victoria si permanecieréis fieles a la Verdadera Doctrina. No permitáis que los enemigos de Dios venzan. Gedeón luchó contra los enemigos y venció. Vuestra batalla será más difícil porque los enemigos estarán en medio de vosotros y muchas veces no seréis capaces de reconocerlos. Coraje. El Señor no os abandonará. Vuestra debilidad está en el pecado; Vuestra fortaleza está en el Señor. No os olvidéis: En las manos el Santo Rosario y las Sagradas Escrituras; En el corazón, el amor a la verdad. A vosotros, sacerdotes, quiero deciros: Sed luz para aquellos que están viviendo en las tinieblas del pecado. Con vuestros ejemplos y palabras, mostrad a todos que Mi Hijo Jesús es la Única Esperanza para la humanidad. Animad a Mis pobres hijos a rezar el Rosario. Estad siempre disponibles para todos aquellos que os buscan. Sed del pueblo, pues así hizo Mi Hijo Jesús; Vivid para servir, así seréis como Jesús y todos se alegrarán con vuestro compromiso asumido con Mi Hijo Jesús. Yo caminaré con vosotros. Cuando os sintáis desanimados, llamad por Mí. Yo estaré siempre cerca de vosotros. Me alegro con vuestro Sí. Aquel que os llamó estará siempre presente en vuestra vida sacerdotal. Adelante. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, no permitáis que la llama de la fe se apague dentro de vosotros. Sois libres para ser únicamente del Señor. No permitáis que vuestra libertad os aleje de Mi Hijo Jesús. La humanidad se volvió pobre espiritualmente porque los hombres se alejaron de la verdad. Volved a Jesús; Él os ama y os espera de brazos abiertos. Estáis en el mundo, pero no sois del mundo. Abrid vuestros corazones a la Luz del Señor y Él transformará vuestras vidas. Sed dóciles y en todo imitad Mi Hijo Jesús. Recordad siempre que Mi Hijo Jesús es la Verdad Absoluta del Padre y que en Dios no hay media-verdad. Alejaos de todo aquello que es contrario al Deseo de Dios. Huid de las falsas doctrinas y permaneced fieles al Verdadero Magisterio de la Iglesia de Mi Hijo Jesús. La Iglesia de Mi Jesús beberá el cáliz amargo del sufrimiento. Los justos cargarán pesada cruz y serán llevados al Calvario. Sufro por aquello que viene para vosotros. Buscad fuerzas en las Palabras de Mi Jesús y en la Eucaristía. No viváis alejados de la oración. Adelante sin miedo. Después de todo el dolor, el Señor enjugará vuestras lágrimas y seréis recompensados por vuestra fidelidad. Yo os amo y estaré siempre con vosotros. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, cuidad de vuestra vida espiritual. Dedicad parte de vuestro tiempo a la oración en familia. Orad por las vocaciones y dejaos guiar por Dios. Vosotros sois del Señor y las cosas del mundo no son para vosotros. Cuídad de vuestros hijos, para que sean señales de Mi Hijo Jesús. Camináis hacia un futuro doloroso y sólo por la fuerza de la oración podéis soportar el peso de las pruebas.Os pido que imitéis el ejemplo de las grandes mujeres de fe, como Lóide y Eunice, que vivieron para servir y sus ejemplos atrajeron las Bendiciones de Dios para sus vidas y su comunidad. No viváis estancados en el pecado. Reconciliaos con Dios por medio del Sacramento de la Confesión. Cuando os sintáis débiles, buscad fuerzas en la Eucaristía. Mi Jesús es vuestro todo y sin él nada podéis hacer. Sed fieles. Vuestra fidelidad contribuirá para el regreso de todos aquellos que están alejados. Coraje. Yo soy vuestra Madre y rogaré a Mi Jesús por vosotros. Adelante en la defensa de la verdad. Días vendrán en que aquello que es falso será abrazado y la verdad será rechazada. No os olvidéis: La verdad está en el Verdadero Magisterio de la Iglesia de Mi Jesús. Suceda lo que suceda, quedad con Jesús. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, vosotros sois del Señor y Él espera mucho de vosotros. Defended sin miedo a Mi Hijo Jesús, pues Él es vuestro Único y Verdadero Salvador. Camináis hacia un futuro de grandes batallas espirituales. No temáis. Quedaros con el Señor y Él os dará la Gracia de la Victoria. El ejército de los enemigos de Dios crece cada día, pero vosotros podéis vencer esta gran batalla. Vuestra arma es la verdad. No os olvidéis: Sólo por la verdad podéis vencer a los enemigos. Recordad al siervo Abías, que luchó y venció pues se hizo pequeño y puso a Dios adelante. Quien coloca a Dios en primer lugar será siempre victorioso. Días de tinieblas vendrán sobre la humanidad. Los hombres caminarán guiados por ciegos que se dejaron engañar por las falsas doctrinas. Sufro por aquello que viene para vosotros. Orad. Buscad fuerzas en las Palabras de Mi Jesús y en la Eucaristía. No os olvidéis de las lecciones del pasado y quedaros con las Enseñanzas del Verdadero Magisterio de la Iglesia de Mi Jesús. Yo soy vuestra Madre y os amo. No temáis. En el Señor está vuestra fuerza y victoria. Adelante en la verdad. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, soy vuestra Madre Dolorosa y sufro por aquello que viene para vosotros. Camináis hacia un futuro de grandes discordias. Doblad vuestras rodillas en oración. Todavía veréis horrores en la Casa de Dios. Dad lo mejor de vosotros y sed defensores de la verdad. No temáis. Mi Jesús estará con vosotros. Camináis hacia un futuro de gran corrupción moral y espiritual. No os quedéis en silencio. No permitáis que las enseñanzas de los falsos profetas contaminen a Mis pobres hijos. Sed valientes como Miqueas. Sed profetas de la verdad. Mi Señor estará siempre con los justos. La acción de los enemigos conducirá a muchos hombres y mujeres al error. Quedaossiempre con la verdad. Acoged el Evangelio y las Enseñanzas del Verdadero Magisterio de la Iglesia de Mi Jesús; En las lecciones del pasado encontraréis el camino para una sincera y verdadera conversión. Tened cuidado. Los enemigos de Dios avanzan contaminando con falsas enseñanzas, pero los que pertenecen al Señor podrán vencerlos, como Miqueas, en la defensa de la verdad. No os olvidéis: En todo Dios en primer lugar. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, días vendrán en que los hombres buscarán la verdad y en pocos lugares la encontrarán. Doblad vuestras rodillas en oración. Permaneced firmes en la Verdad del Evangelio. Decid a todos que en la Verdad enseñada por Mi Jesús y por el Verdadero Magisterio de Su Iglesia no hay espacio para medias verdades. Los Ministros de Mi Jesús deben permanecieren en la verdad y conducir a Mis pobres hijos por el Camino de la Salvación. Los que pertenecen a Mi Señor anuncien sin miedo que sólo en la Iglesia de Mi Jesús el hombre encontrará la Salvación. Sed como Ezequías: Dejaros guiar por la Voluntad de Dios y seréis victoriosos. Ezequías enfrentó a los poderosos para defender aquello que pertenecía al Señor. Como el Señor guió a Ezequías, también os guiará y os llevará a la Gran Victoria. Sed justos. Después de todo el dolor, el Señor enjugará vuestras lágrimas. No habrá derrota para los hombres y mujeres que permanecieren la verdad. Sed valientes. En la Eucaristía está vuestra fuerza. No os apartéis de Jesús. La Verdad sobre la Eucaristía es Eterna; Es una Verdad innegociable: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad; Ésta es la Verdad Plena anunciada por Mi Hijo Jesús. Cualquier enseñanza fuera de ésta es obra del demonio. Adelante en la verdad. Este es el mensaje que hoy os transmito en el nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, Mi Hijo Jesús es vuestro todo. Confiad en Él que ve lo oculto y os conoce por vuestro nombre. Buscad fuerzas en Sus Palabras y en la Eucaristía. La Promesa de Mi Jesús hecha a Su única Iglesia debe ser motivo de alegría para todos vosotros: "Yo estaré con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos". Él está realmente en medio de vosotros presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en la Eucaristía. Buscadlo siempre para ser grandes en la fe. Doblad vuestras rodillas en oración. Camináis hacia un futuro de dolor. Los herejes causarán gran desorden. De la falta de humildad y de la no aceptación de la verdad nacen las herejías que conducen a Mis pobres hijos a la muerte espiritual. Soy vuestra Madre Dolorosa. Aún tendréis largos años de duras pruebas. Sed fuertes. No retrocedáis. No os desaniméis. Defended a Jesús. Pedro, con valor, defendió las Verdaderas Enseñanzas de Mi Hijo Jesús y calló a los herejes; Fue perseguido, pero no retrocedió. Vosotros sois del Señor, no os dejéis engañar por el fango de las falsas doctrinas. Quedaros con las Verdaderas Enseñanzas de la Iglesia de Mi Hijo Jesús. Quien permanezca fiel hasta el fin, será proclamado Bendito del Padre.Tened valor Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, la Iglesia de Mi Jesús será rodeada por los enemigos y grande será el sufrimiento para los hombres y mujeres de fe. No retrocedáis. El arma de los pequeños en contra los poderosos es la verdad. Llevad la verdad a todos Mis pobres hijos. Las tinieblas de las falsas doctrinas se expanden, pero vosotros que sois del Señor podéis disipar toda la oscuridad llevando la Luz de la Verdad. El demonio penetró en la Casa de Dios causando todo tipo de desorden espiritual y llevando a Mis pobres hijos a la duda y a la incertidumbre. Vosotros, ministros de Mi Hijo Jesús, animaros y no retrocedáis. Vivís en el tiempo de la Gran Batalla Espiritual, pero si depositáis vuestra confianza en el Señor, seréis victoriosos. Mirad el ejemplo de fe y coraje de Asa; Fue victorioso porque puso a Dios en primer lugar; Aunque era importante ante los hombres, se hizo pequeño para obedecer al Dios Todopoderoso. En la defensa de la verdad está vuestra victoria contra los enemigos. Adelante. No permitáis que la llama de la fe se apague dentro de vosotros. Sufro por Mis pobres hijos. Dadme vuestras manos y yo os conduciré a Aquel que es vuestro todo. No os separéis de la oración. Cuando os sintáis débiles, buscad fuerzas en la Eucaristía y en las Palabras de Mi Jesús. Todavía tendréis largos años de duras pruebas, pero no os desaniméis. Yo os amo y estaré siempre con vosotros. Este es el mensaje que hoy os transmito en el nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, abrid vuestros corazones a Mi Hijo Jesús. Él vino al mundo para salvaros. No viváis alejados de Su gracia. Sed fieles. La humanidad se ha vuelto pobre espiritualmente porque los hombres se han vueltos ciegos espiritualmente. Buscad a Jesús. Acoged Sus Palabras por medio de Su Evangelio y del verdadero Magisterio de Su Iglesia. Doblad vuestras rodillas en oración por la Iglesia de Mi Jesús. He aqui el tiempo del Calvario para los hombres y las mujeres de fe. Suceda lo que suceda, no os alejéis de la verdad. Mirad el ejemplo de fidelidad de Josafat. Josafat se convirtió en un verdadero sucesor porque no echó fuera aquello que Dios inspiró a su predecesor. Tened cuidado. No olvidéis las lecciones del pasado, pues sólo así podéis permanecer fieles a la verdad. Yo soy vuestra Madre y estoy a vuestro lado. Camináis hacia un futuro doloroso. Los fieles cargarán pesada cruz porque enfrentarán una terrible dictadura religiosa. Coraje. No os apartéis del camino que os señalé. Yo rogaré a Mi Jesús por vosotros. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, sed fieles a vuestro Dios. La Alianza hecha con el Señor no debe romperse. Dios conoce el corazón de los justos y de los impíos. A quien mucho le fue dado, mucho le será cobrado. Recordad el mal ejemplo de Joram; No fue fiel y rompió la Alianza convirtiéndose en un falso sucesor; Cerró el corazón y no escuchó hasta el profeta enviado por Dios. Un reino dividido trae consecuencias dolorosas para su pueblo. Vivís en el tiempo de las tribulaciones. Los escogidos para defender la verdad retrocederán por miedo. Muchos serán juzgados y condenados, pero el Señor no abandonará a Sus escogidos. Los infieles responderán ante Dios. Vosotros sois del Señor, no os desaniméis. El Señor necesita vuestro testimonio y de vuestro valor. Anunciad a Jesús a aquellos que no lo conocen. Orad mucho, pues sólo por la oración podéis encontrar fuerzas para los tiempos difíciles que vendrán. Acoged el Evangelio y en todo sed como Jesús. Yo os amo y estoy con vosotros. Dadme vuestras manos y Yo os conduciré por el camino de la verdad. Adelante. Después de todo el dolor vendrá la Gran Victoria de Dios para los justos. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, amad y defended la verdad. Los hombres perversos actuarán para apagar el brillo de la verdad se apague y Mis pobres hijos serán contaminados por falsas doctrinas. El Señor os ama y espera mucho de vosotros. Defended a Jesús y a Su Iglesia. No permitáis que las falsas enseñanzas ocupen espacio en vuestras vidas. Sois del Señor. Alejaos del mundo y servid al Señor con fidelidad. Sed mansos y humildes de corazón. Vosotros, escogidos para defender la verdad, no retrocedáis. Com valentia asumid vuestro compromiso con el Señor. Mirad el ejemplo de fe y humildad de Josías. Estad unidos como hermanos en la defensa de la verdad. Yo necesito mucho de vosotros. No temáis. Yo soy vuestra Madre y estaré siempre cerca de vosotros. Si sentis que caés, llamad a Jesús. Buscad fuerzas en Sus Palabras y en la Eucaristía. Después de toda tribulación, veréis nuevos Cielos y nueva Tierra. Adelante con alegría. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, com valor defended a Mi Hijo Jesús y Su Evangelio. Mirad el ejemplo de Juan el Bautista: en su corazón desbordaba el amor a la verdad. Juan fue un gran defensor de la verdad. Él es un gran ejemplo para todos vosotros que sois del Señor. No temáis. Doblad vuestras rodillas en oración. Camináis hacia un futuro de grandes confusiones espirituales.La Babel estará en todas partes y muchos hombres y mujeres de fe se volverán indiferentes. El lenguaje de la Iglesia de Mi Jesús debe ser el lenguaje de la verdad. Recordad siempre que vuestra prioridad debe ser el Cielo. Estáis en el mundo, pero no sois del mundo. Yo os amo y rogaré a Mi Jesús por vosotros. Alejaos del pecado y regresad a Aquel que es vuestro Único y Verdadero Salvador. Adelante en el camino de la verdad. Cuando llegue a vosotros la gran persecución, no retrocedáis; Dios estará con vosotros. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, yo soy vuestra Madre Dolorosa y sufro por aquello que viene para vosotros. Los enemigos de Dios ofrecen puertas anchas y hacen oposición a las Verdaderas Enseñanzas de Mi Jesús y de Su Iglesia, pero vosotros podéis cambiar esta situación por la fuerza de la verdad. Vosotros podéis contener el avance de las falsas doctrinas llevando la verdad a todos Mis pobres hijos. La verdad es vuestra única y gran arma de defensa. Mostrad los Tesoros de la Iglesia de Mi Jesús a aquellos que no lo conocen. Anunciad a Jesús y Su Evangelio. Los justos beberán el cáliz amargo del sufrimiento, serán perseguidos y echados fuera. Tened valor. Imitad Nehemías; Él venció a los enemigos porque el Señor estaba a su lado. En esta gran batalla espiritual, llamad por Jesús. Él estará con vosotros. Adelante en la verdad. Orad. Sólo en la oración podéis escuchar la Voz del Señor. Él quiere hablaros. Escuchadlo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, Mi Jesús fundó Su Iglesia y la confió a Pedro. Esta es la Única y Verdadera Iglesia de Mi Jesús, fundada sobre el cimiento de los Apóstoles para anunciar el Evangelio a todos los pueblos de todos los tiempos. La Misión de Pedro es anunciar a Jesús y no quitar ni añadir ninguna coma de la Verdad revelada por Mi Jesús. El verdadero Sucesor de Pedro tiene la misión de cuidar del rebaño y no dispersarlo. Vivís en el tiempo de la gran tribulación espiritual y la Iglesia de Mi Jesús caminará hacia el Calvario. Será victoriosa, porque la promesa de Mi Jesús se cumplirá. Todavía veréis horrores en la Casa de Dios. Sed fuertes y firmes en la fe. La Iglesia de Mi Jesús no es una casa donde se cambia de propietario y éstos pueden cambiar sus colores. La verdad de siempre no puede ser cambiada. Sed fieles al Verdadero Magisterio y alejadlos del lodo de las falsas enseñanzas. Vosotros sois del Señor y sólo a Él debéis seguir y servir. Adelante en la verdad. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.