martes, 20 de diciembre de 2016

Los Mandamientos de Dios Ignorados



Yo soy un Padre afligido por un duelo prematuro porque veo cuánto más presto está este mundo a matar que a amar. Surgen iniciaciones de asesinatos masivos de niños diariamente. A dondequiera que se vuelvan Mis Ojos, ellos ven traición, asesinatos, corrupción, adulterio, fraude, desorden en el matrimonio, gente que se mofa de la religión, polución de las almas, perjurio, pecados contra toda naturaleza. ¿Cómo entonces debo guardar silencio? Por esto es por lo que la Justicia se abatirá de improviso sobre todo esto. 
Yo hablo aquí abiertamente como un Padre, preocupado pero ofendido y afligido. Desde los Cielos Mi Voz gime, escuchadme: ¿Queda entre vosotros algún hombre honrado?... ... El Señor (Vassula, "La verdadera vida en Dios, Encuentros con Jesús", Edições Boa Nova, Famalicão, Portugal, 1993, vol. V, p. 63)

Mi fuego es inminente y ¡ah!... cuántos de vosotros estaréis desprevenidos, porque vuestra era no cree, no Me adora, no Me espera ni Me ama. Vuestra generación ha sustituido la Verdad y Mis Mandamientos por blasfemias. El Amor falta entre vosotros. Vosotros no estáis viviendo una vida de amor, ni tampoco habéis entendido lo que significa "El Temor del Señor es el Principio de la Sabiduría". Si Me teméis, vosotros sois bendecidos; si Me teméis, podréis alcanzar la perfección; si Me teméis, os embriagaré con Mi Vino dulce y os llenaré de Mi producto; si Me teméis, viviréis en Paz; si Me teméis, la Sabiduría llegará hasta vuestra puerta; si Me teméis, obedeceréis fervientemente Mis Mandamientos, sin cambiar un trazo de ellos. ... El Señor (Vassula, vol. 4, pp. 54-55). 

Actualmente, muchos de vosotros soléis decir: "hoy comamos y bebamos, que manána moriremos". No os mintáis a vosotros mismos... Volved a vuestro juicio y dadme a Mí la cara, vuestro Dios. Obedecer Mi Ley es Amarme, y cualquiera que vive en el amor vive en Mí. Yo no necesito de filósofos ni de sabios de vuestra época, ni tampoco maestros. Yo necesito debilidad... pobreza... simplicidad... ¿Veis? Están llegando los días en que pondré Mi Ley en vuestros corazones. Estoy viniendo en estos días de Misericordia para preparar a las naciones y recordarles que Yo puedo purificar vuestro yo interno de las acciones viles y muertas, que os pueden conducir al fuego eterno. Pero el corazón de esta generación se ha hecho vulgar, y aunque estoy hablando abiertamente a las naciones, a pesar de todo no Me escucharán. 
... El Señor (Vassula, vol. 4, p. 59). 

Es la Hora de mi gran dolor por la humanidad, tan enferma y esclava de los espíritus del mal. 
Las Potencias diabólicas dominan la tierra y llevan a todas partes el fruto malvado de su tenebroso dominio. De 
este modo esta humanidad vuelve a ser pagana, después de casi dos mil años de su Redención y del primer anuncio del Evangelio de Salvación. 
La incredulidad y la impiedad la recubren; los pecados la hieren; el mal la envenena; el orgullo la domina; la impureza la seduce; el egoísmo y el odio la encadenan; Satanás la esclaviza cada vez más y reina sobre ella con su diabólico poder. Esta es la hora de mi gran dolor por toda esta pobre humanidad, dominada por los espíritus del mal, porque ya ha llegado para ella la hora de su gran castigo. 
... La Virgen María (Movimiento sacerdotal Mariano, "A los sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen", 18a edición española, 1996, p. 930). 

Satanás os ha hecho esclavos del orgullo y de la soberbia con el engañoso espejismo de rebajar a Dios, de poneros vosotros mismos en lugar de Dios, para poder así renovar en vosotros su gesto de rebelión y desafío contra el Señor. De este modo, se ha difundido en cualquier sitio el error del ateísmo y ha empujado a la humanidad a construir una nueva civilización sin Dios. 
Os ha hecho esclavos del placer y de la impureza para sustituir al verdadero Dios con vuestros nuevos ídolos, seguidos y adorados hoy por muchos: el sexo, la diversión, el dinero, el bienestar. Con el pecado ha extendido su tenebroso velo de hielo y de muerte sobre el mundo. 
Os ha hecho esclavos del egoísmo y de la avaricia al conduciros a la desesperada búsqueda de la propia afirmación, del predominio sobre los demás y os habéis hecho insensibles a las grandes necesidades de los pobres, de los pequeños, de los enfermos, de los necesitados. Así el mundo se ha convertido en un verdadero desierto de amor y en este inmenso desierto, cuántos hijos míos cada día se sienten desplazados, golpeados y derrotados. 
... La Virgen María (Movimiento sacerdotal Mariano, "A los sacerdotes hijos, p. 683) 

Los pecados de los hombres han traspasado la bóveda de los cielos. Los hombres han olvidado a Dios y a su prójimo. El hombre fue creado para amar: Dios es amor, El transmitió este amor a los hombres para que estos lo transmitan a sus hermanos. ¿Pero qué hicieron? Se convirtieron en impurezas, pasiones, odios, envidias y rencores. La situación del mundo es el producto del pecado. Dios trasmitió a los hombres el amor de los ángeles para que correspondan a Él. Pero la mayoría se volvieron Ángeles rebeldes que no se someten a las leyes de Dios. Dicen amar al prójimo, tener caridad, pero viven en la mentira, la que no permite entrar en el reino del Cielo. Hija mía, mira el tesoro que gastan para curar su cuerpo pero olvidan el del espíritu: "Ahí está vuestro tesoro, ahi está vuestro corazón". Todos aquellos que pusieron su tesoro en lo terrestre no pueden obtener el del Cielo. Los hombres se matan para acumular riquezas pero olvidan la gran riqueza: la eternidad, la que no se compra con las riquezas de la tierra pero si con el sacrificio, la penitencia y el amor. 
Ustedes que no están con Cristo, se inquietan, dicen que lo aceptan, pero no siguen sus mandamientos. Sólo acumulan para ustedes, pero no son capaces de pagar al César lo que es del César, ni de compartir sus riquezas con los pobres. 
... La Virgen María en " Apparitions et Messages à l'Escorial, Espagne (1987-92), Résiac, France, p. 27. 

El progreso moderno es el arma mortífera con la que Satanás aparta gran cantidad de almas de las fuentes de aguas vivas para trasladarlas y luego abandonarlas en un desierto donde mueren de sed. 
Esos que deberían poner en guardia a las almas de los bautizados contra este grave peligro se han dejado cegar ellos mismos. Sin oponer resistencia ni advertir a su rebaño del grave peligro al frente del cual iban, han seguido al Enemigo que asi pudo apartar de la luz de la fé rebaño y pastores. 
Me parece superfluo demostrarte la realidad de eso. ¿Quién no ve hoy la familia profanada y dislocada? ¿Quién no ve hoy la escuela, del santuario que era, transformada en guarida infernal donde, con pretexto del progreso y la evolución, los niños son oficialmente iniciados al pecado? ¿Quién no ve cómo el cine y la televisión se han vuelto púlpitos, con millones y millones de alumnos que absorben ávidamente lecciones de violencia, de criminalidad y de adulterios? 
Son púlpitos donde el veneno del ateísmo es inoculado, a todas las horas del día y de la noche por las crónicas mentirosas, por las películas que exaltan el divorcio y el aborto, por las canciones que ensalzan el amor libre y la sensualidad. La inmodestia es exaltada y glorificada a través del nudismo y la inmoralidad de las costumbres. La difusión de errores de todo género es cotidianamente acogida como una conquista de la libertad. 
En nombre de la libertad matan, en nombre de la libertad corrompen, en nombre de la libertad se cometen las acciones más criminales. 
No te hablo de lo que pasa en las residencias, en las casas privadas, en los lugares públicos. Toda especie de aberraciones, perversiones y iniquidades son cometidas. Ahí, Satanás descarga todo su odio contra la naturaleza humana al degradarla, destruyendo en ella todo pudor y todo sentimiento de dignidad, pisoteándola, humillándola en todas las formas que le permite su astucia degradada. 
¿Qué decir de la prensa, otra gloria del progreso? Es un medio de communicación doméstico al servicio del mal. La buena prensa encuentra un acogimiento más bien frío y es menos propagada que la mala prensa. Mira los periódicos, están en vías de pasar en buena parte al servicio del ateísmo. Este seudo progreso (progreso material, pero impresionante regresión moral y espiritual) ha sido aceptado sin reacción y sin embargo, en él se manifiesta la presencia orgullosa del Demonio, que de eso ha hecho su arma para matar a Dios en las almas. 
No solamente no han reaccionado, sino que cierto número la ha ensalzado; tantos hombres que deberían unirse para oponerse y formar un dique contra esta invasión satánica, al contrario la han seguido. De tal manera que mis ejemplos y mis enseñanzas están en perfecto contraste con los principios y las costumbres de esta civilización del pecado. 
De ahí, para conciliar lo inconciliable, el celo desenfrenado de muchos de mis ministros y de mis pastores que desean cambiar y reformar todo. He aquí la lluvia de innovaciones que, según ellos, deberían dar la posibilidad de servir a dos maestros al mismo tiempo. Ellos desearían fusionar la luz con las tinieblas, hacer lícito lo ilícito, aumentando en mi Iglesia escándalos, agravios y divisiones. ... El Señor en "Confidences de Jésus à ses prêtres", éditions du Parvis, Suisse, 1992, pp. 134-135. 

El caos en la Ley es tal que los hombres han perdido hasta el sentido del bien y del mal: 
padres desnaturalizados han perdido toda sensibilidad moral y en ellos no hay más cristiandad; 
la blasfemia ha llegado a ser un hecho habitual; 
el lenguaje obsceno igualmente; 
   con más frecuencia las querellas degeneran en violencia cruel; 
   los libros y revistas pornográficos son proporcionados como pasto a niños y jóvenes; 
es el lenguaje cada día más grosero y trivial; 
   las infidelidades conyugales son frecuentemente aceptadas y consumidas con consentimiento recíproco...En un gran número de familias se ha 
borrado verdaderamente el concepto del bien y del mal... 
   Todo esto es el producto del materialismo que, bajo diferentes formas, pero siempre perniciosas y mortales, ha penetrado incluso en las estructuras de la Iglesia, de tal manera los sacerdotes, impregnados de ideologías materialistas, se comportan como si hubieran cambiado de na
turaleza. En efecto, con la más grande facilidad absuelven todo y todos. 
... El Señor en "Confidencias de Jesús...", p. 224.  

Jamás en ninguna época de la historia, se ha visto tal protesta general contra Dios; jamás ninguna generación ha roto de una manera absoluta todo pacto con el cielo. Parecen dirigir muy resueltamente a Dios esta palabra au
daz: "¡Vete!" Pero, sépanlo, nada grande y sólido se hace sin dar a Dios el lugar que le pertenece con pleno derecho. 
... La Virgen María ("Kérizinen - Apparitions en Bretagne", Nouvelles Éditions Latines, 1968, p. 137)

El mundo moderno grita muy fácilmente: "Dios y la oración, fueron buenos en el pasado; ahora han cambiado los tiempos, vivamos nuestra época". Y buscan dinero, placeres y gozos. Si, quizás han cambiado los tiempos, pero Dios, que es la Ley y el Juez, no cambia.
...La Virgen María en "Kérixinen...", p.123.

Cuantas almas van al infierno por falta de humildad, deseando ser las primeras, glorificadas y admiradas como dioses en la tierra: no dejes de rezar y suplicar por los pobres pecadores... 
... El Señor en "Apparitions et Messages à l'Escorial en Espagne (1987.1992)", p. 70.

El orgullo engendra en los hombres el repudio, la repugnancia de las cosas de Dios, de la oración y paraliza en particular todo desarrollo de la vida interior, de la gracia, oscurece al espíritu, debilita la voluntad, facilitando así la derrota del alma, que poco a poco obscurece en un creciente y ruinoso desapego de Dios con apego simultáneo a los bienes del mundo y a los placeres de la carne. Y he ahí el alma comprometida como estando terriblemente subyugada, en la concepción puramente materialista de la vida.
... El Señor en "Confidentes de Jésus...", p. 19.


Compilación de diversos mensajes recibidos por distintas personas en el mundo, LOS ULTIMOS TIEMPOS Y EL REGRESO DE NUESTRO SEÑOR. Revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen María. 
Selección de textos por M Claude Lamy, terminada en la fiesta de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre de 1994. 


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