jueves, 3 de abril de 2014

Mensaje del 2 de abril de 2014 en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina





«Queridos hijos, con amor materno deseo ayudarlos para que su vida de oración y penitencia sea un verdadero intento de acercamiento a mi Hijo y a Su luz divina, para que sepan como separarse del pecado. Cada oración, cada Misa y cada ayuno son un intento de acercamiento a mi Hijo, una remembranza de Su gloria y un refugio del pecado; son el camino hacia una nueva unión del buen Padre con sus hijos. Por lo tanto, queridos hijos míos, con los corazones colmados de amor, invoquen el nombre del Padre Celestial para que los ilumine con el Espíritu Santo. Por medio del Espíritu Santo, se convertirán en fuente del amor de Dios. De esa fuente beberán todos aquellos que no conocen a mi Hijo, todos los sedientos del amor y de la paz de mi Hijo. ¡Les agradezco! Oren por sus pastores. Yo oro por ellos y deseo que ellos sientan siempre la bendición de mis manos maternas y el apoyo de mi Corazón materno.»

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