miércoles, 7 de agosto de 2013

Mensaje a J.V. - Despreciasteis lo que se os dio desde los Cielos y, lloraréis vuestro error.

Jul 26_13 Despreciasteis lo que se os dio desde los Cielos y, lloraréis vuestro error.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino
Temas:
  • Lloro, lloro, Mis pequeños, anticipándoMe a vuestras lágrimas también, pero por otro lado, Me alegro, también, Mis pequeños, con la alegría que tendréis después de la prueba y que Me agradeceréis.
  • Haceos pequeños, Mis hijitos, haceos pequeños para que Mi Gracia caiga sobre vosotros, porque si la soberbia es la que está creciendo más en vuestro ser, difícilmente podréis ganaros Mi Gracia.
  • Amaos, amaos los unos a los otros y especialmente a aquellas almas que estáis viendo que están prácticamente perdidas.
  • Vosotros sí vivís en el tiempo, Yo estoy fuera del tiempo y cuando Yo os he dado una Ley, una Orden, un Precepto, es para siempre.
  • Sed pues, Mis pequeños, de éstas almas privilegiadas que estarán gozando de Mis cuidados paternos cuando, otras, estarán sufriendo en forma grave por no haber tomado en serio su vida sobre la Tierra.

Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Lloro, lloro, Mis pequeños, anticipándoMe a vuestras lágrimas también, pero por otro lado, Me alegro, también, Mis pequeños, con la alegría que tendréis después de la prueba y que Me agradeceréis.
Hijitos Míos, en la antigüedad, antes de que bajara Mi Hijo a la Tierra, se vivía en un desierto espiritual, pocos eran los que realmente estaban atentos a aceptar, a vivir, a acatar Mis Leyes de Amor; el resto, engañados por los fariseos, no vivían realmente Mis Mandamientos con amor, sino con temor porque los mismos fariseos y escribas los engañaban y se aprovechaban de ellos.
Al llegar Mi Hijo y al empezar a enseñarles el Amor que se vive en el Reino de los Cielos, el pueblo de Israel vivió un momento Celestial, un oasis de Amor. Los que trataron a Mi Hijo, los que lo oyeron en Su Predicación, los que vieron Sus Milagros, los que escucharon Sus Enseñanzas, gozaban el Cielo, vivían el Cielo en la Tierra, al tener a su Dios en medio de ellos, pero no Lo vieron así, no Lo aceptaron como Dios ni como Mesías, Lo atacaron y se deshicieron de Él.
A lo que voy, Mis pequeños, es que vivieron un oasis de Amor y luego, al deshacerse de Él, regresaron a ése desierto en el que muchos de ellos vivían aunque, ciertamente, hubo muchas conversiones, pero la gran mayoría, no Lo aceptaron.
Mis pequeños, habéis tenido también la oportunidad de vivir ése oasis de Amor, pero ¿cuántos realmente han buscado, aceptado y vivido lo que Mi Hijo os vino a Enseñar? Si vosotros hubierais tomado toda Su Evangelización para crecer, estuvierais viviendo el Cielo en la Tierra, pero no ha sido así. Habéis desperdiciado las Bendiciones de todo un Dios entre vosotros, a pesar de que se quedaron para vosotros Sus Enseñanzas y, además, la salvación para cada uno de vosotros, que os regaló con Su donación.
Mis pequeños, éste es el tiempo en que os arrepentiréis de no haber aprovechado lo que Mi Hijo os dejó, los que habéis hecho a un lado Sus Enseñanzas, Mis Leyes, Su Donación, regresaréis a ése desierto, desierto de maldad, de frialdad, de luchas fraternas, de un desamor generalizado y que ya estáis viviendo.
No quisisteis aprovechar el Amor Celestial, despreciasteis lo que se os dio desde los Cielos y, lloraréis vuestro error, porque si hubierais tomado como Alimento todo lo que Mi Hijo os dio, estaríais prolongando el Cielo a la Tierra, pero no lo habéis hecho así. La gran mayoría de vosotros os habéis dedicado a vivir para el mundo pero, además, de una forma errónea y ¿qué habéis ganado en lo espiritual?, nada, Mis pequeños. Los que estáis viviendo solamente para las cosas del mundo, que no os van a dejar ningún tipo de espiritualidad, no vais a crecer espiritualmente, no vais a dar frutos espirituales, vuestro error y vuestra negligencia os van a costar muchas lágrimas. Pudisteis haber evitado todo eso si hubierais aceptado todo lo que Mi Hijo os dio, que es la perfección de vida de todo hijo Mío, pero os habéis apartado de Mis Leyes, de Mi Amor, de Mis Consejos Divinos Paternos y quisisteis vivir de acuerdo a vuestra humanidad, llena de error y de pecado y ahora sufriréis fuertemente vuestro error.
Este es tiempo también de arrepentimiento, espero que al entender la lección que tendréis, cuando os empiece a doler profundamente vuestro error y os haga reflexionar  todo lo que desperdiciasteis, cuando os arrodilléis y pidáis perdón, entonces sea cuando vuestras plegarias llegarán a Mí, vuestro Dios y vendrá el fin de la maldad. Tendréis otra oportunidad, muchas almas serán eliminadas de la Tierra, quedaréis los que Me habéis buscado, los que Me amáis y sobre todo, los que dais fruto y mucho fruto. Me duele deciros esto, Mis pequeños, pero os habéis ganado el castigo por vuestra imprudencia, por vuestra ceguera, por vuestra maldad.
Lloro, lloro, Mis pequeños, anticipándoMe a vuestras lágrimas también, pero por otro lado, Me alegro, también, Mis pequeños, con la alegría que tendréis después de la prueba y que Me agradeceréis. Mientras tanto, Mis pequeños, tratad de regresar a Mí. Buscad el agradarMe y el agradecerMe por tantos beneficios que habéis obtenido de Mí.
Poco tiempo queda, pero bien aprovechado, podréis obtener grandes bendiciones todavía. “Amaos los unos a los otros”, os pidió Mi Hijo y os lo pido ahora, Mis pequeños, lloraréis, pero compadeceos los unos por los otros y regresad a Mí.
Os Bendigo, Mis pequeños, buscad Mi Amor y lo encontraréis en vuestra vida.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Haceos pequeños, Mis hijitos, haceos pequeños para que Mi Gracia caiga sobre vosotros, porque si la soberbia es la que está creciendo más en vuestro ser, difícilmente podréis ganaros Mi Gracia.
Hijitos Míos, mucho os he repetido que estáis en momentos difíciles, satanás se ha encargado de transmitir por todos lados su maldad y muchos hermanos vuestros le han abierto su corazón. No os podríais imaginar, Mis pequeños, quiénes de vuestros hermanos le han abierto su corazón al maligno.
La maldad está a todos niveles, la maldad ha destruido, en buena parte, lo que Mi Hijo os dejó, la maldad va manipulando a las naciones, la maldad os quiere destruir, tanto en lo físico como en lo espiritual, satanás tiene sus esbirros, satanás los manipula a su antojo y aquellos ni cuenta se dan, creyendo que se van a ganar grandes regalos de parte de satanás por haberle servido, cuando la realidad va a ser todo lo contrario.
Satanás, al haber diseminado su maldad, estáis viviendo una gran confusión, que pocos se dan cuenta de ella y por eso os he pedido tanto que recurráis al Espíritu de Discernimiento, para que no caigáis en ésas trampas mortales a donde os lleva él.
Veréis cosas muy difíciles, Mis pequeños, aún aquellos que están acostumbrados a ver maldad, destrucción, luchas fraternas, se horrorizarán de lo que satanás hará en vuestro mundo.
Ciertamente, eso ayudará para que muchos regresen a Mí, que oren y que se acorten los días de vuestra purificación.
Os habéis ganado todos estos dolores, porque os alejasteis de Mí, pero Mi Misericordia es muy grande y Me apiado de vosotros, los que os arrepentís, aunque sea por el dolor y por la maldad que veréis a vuestro alrededor. Haceos pequeños, Mis hijitos, haceos pequeños para que Mi Gracia caiga sobre vosotros, porque si la soberbia es la que está creciendo más en vuestro ser, difícilmente podréis ganaros Mi Gracia y difícilmente ayudaréis a vuestros hermanos, con lo que debiera ser vuestra intercesión, si vivierais en estado de Gracia, como Yo os lo he pedido. El dolor ciertamente os purificará y Mi Amor os protegerá, pero deberéis hacer muchos méritos, Mis pequeños.
Vuestro arrepentimiento de todas vuestras faltas pasadas tiene que ser de corazón, desde lo más profundo de vuestro ser y ¿cuántos de vosotros podrán llegar a eso, a un arrepentimiento de corazón? Pocos, muy pocos, por eso en las Sagradas Escrituras se os habla de “un pequeño remanente” que quedará para que se inicien las nuevas generaciones en los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas que tendréis.
Meditad esto, Mis pequeños, ¡qué vergonzoso es que solamente quedara un pequeño remanente y que son tantas las almas que se perderán! Es vergonzoso y además, el que hayáis desperdiciado toda vuestra vida o una gran parte de ella en atacarMe, en maldecirMe, en separaros de Mí, ¡qué vergonzoso, Mis pequeños!, Me duele que seáis así, cuando Yo os he dado todo y no respondéis como verdaderos hijos como debierais ser. Arrepentíos antes de que el tiempo os aplaste.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Amaos, amaos los unos a los otros y especialmente a aquellas almas que estáis viendo que están prácticamente perdidas.
Hijitos Míos, vosotros sabéis que los agricultores, los ganaderos, la gente del campo, sabe leer en los cielos el clima que vendrá y así se preparan y protegen sus cultivos, sus ganados y su propia familia. Vosotros, como hijos Míos, los que estáis cerca de Mí, también debéis aprender a leer, en los acontecimientos que están sucediendo a nivel mundial, lo que va a pasar.
Es obvio deciros que si estáis viendo maldad y ésta va creciendo, difícilmente se detendrá, a menos que os arrodillarais una buena parte de la humanidad y pidierais perdón para que Mi Misericordia os alcanzara, que sería lo mejor, o que seréis engañados por satanás a través de su representante, que ha de venir y que anunciado está en las Escrituras.
Lo que sí es verdad, Mis pequeños, es que la maldad se dará en aumento y vosotros no estáis haciendo prácticamente nada para detenerla y, si la detuvierais, realmente alteraríais los acontecimientos que están anunciados y le quitarais fuerza a satanás, pero no lo hacéis, estáis esperando que vuestro vecino, vuestro hermano u otras personas lo hagan y mientras vosotros, no hacéis nada. Os estáis ganando verdaderamente vuestro castigo, porque sabéis leer los acontecimientos que, anunciados están ya y no queréis creer en lo que Yo os he dejado en las Sagradas Escrituras.
Sois estirpe terca, tonta, que se os quiere cuidar y vosotros no queréis responder, tenéis todos los medios para hacerlo y con ello detener infinidad de acontecimientos que se volverán contra vosotros, pero no queréis entender y, cuando empiecen a sucederse, tarde será ya y tendréis que sufrir lo que Yo no quería que sufrierais.
Mis pequeños, no estáis haciendo vuestra parte, no os estáis ayudando los unos a los otros, no estáis viviendo como verdaderos hijos Míos, hermanos de Mi Hijo Jesucristo, os repito, vuestro error os va a costar mucho dolor.
Satanás ha ganado mucho terreno y no le estáis quitando fuerza, son muy pocos, muy pocos hijos Míos, alrededor del mundo, que están realmente viviendo de acuerdo a como Yo os he pedido viváis.
Ciertamente, por amor a ellos, voy a disminuir en algo lo acontecimientos y los dolores que tendréis y ciertamente protegeré a aquellos que se han dado a Mí y que están haciendo todo lo posible con su donación, con sus oraciones, con sacrificios, penitencias, ayunos para alcanzar Mi Misericordia para toda la humanidad. Estas son las almas que han trabajado bien y que se les dará su premio, porque han entendido perfectamente bien las Escrituras, pero ¡ay! de aquellos que han desperdiciado su tiempo y, peor aún, aquellos que han utilizado el tiempo que Yo les concedí vivir en la Tierra para servirMe y se opusieron a Mí, vuestro Dios, más les valiera no haber nacido a muchos de ellos.
Os pido sigáis orando, sigáis viviendo de acuerdo a Mis Mandamientos, pero sobre todo, al Amor que Yo he puesto en vuestros corazones. Mi Hijo os enseñó cómo vivir y engrandecer ése Amor que Él manifestó para vuestra salvación.
Orad pues, Mis pequeños y no desperdiciéis vuestro tiempo, muchas almas necesitan de vuestra intercesión, son almas vacías, son almas equivocadas y son almas malas, muchas de ellas.
Amaos, amaos los unos a los otros y especialmente a aquellas almas que estáis viendo que están prácticamente perdidas.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros sí vivís en el tiempo, Yo estoy fuera del tiempo y cuando Yo os he dado una Ley, una Orden, un Precepto, es para siempre.
Hijitos Míos, ¿Cómo os vais a proteger contra la maldad de satanás, cuando ya ni siquiera sabéis discernir entre lo bueno y lo malo? Aquellos que viven en estado de Gracia, que están Conmigo, saben diferenciar entre el blanco y el negro, pero una gran mayoría de vosotros, vivís ya en tonos grises, ya no sabéis distinguir, vuestra vida se ha vuelto un caos, satanás os ha engañado gravemente.
Ciertamente ya no buscáis el estado de Gracia, y ya vuestra vida se desarrolla en pecados mayores o menores y esto ya no puede seguir así, Mis pequeños. Estáis desperdiciando vuestro tiempo terreno, estáis desperdiciando tantas Bendiciones que os ganasteis u os debierais haber ganado con el gran Sacrificio de Mi Hijo y no lo aprovecháis en lo absoluto.
Ciertamente, muchos de vosotros habéis tenido la oportunidad, en algún momento de vuestra vida, de conocer lo que son Mis Leyes, Mis Preceptos, vuestras obligaciones y no las quisisteis escuchar y menos seguir.
Habláis de que Mis Leyes son obsoletas, de que éste ya no es tiempo en que debéis cumplir todo eso, porque son cosas del pasado, y estáis en un error, Mis pequeños. Vosotros sí vivís en el tiempo, Yo estoy fuera del tiempo y cuando Yo os he dado una Ley, una Orden, un Precepto, es para siempre, vosotros debéis acatar lo que Yo, vuestro Creador, os mando, si es que queréis obtener también Mis Bienes eternos.
Creéis poderMe engañar, manipulando Mis Palabras a vuestra conveniencia, como muchos que se dicen pastores de la Iglesia lo hacen y todo para darle gusto al hombre, dándoMe la espalda a Mí, vuestro Dios y Creador.
Este es tiempo en que deberéis, cada uno de vosotros, darMe cuentas de lo que hicisteis a lo largo de vuestra existencia en la Tierra, darMe cuentas de lo que debisteis haber hecho para ayudar a vuestros hermanos en su salvación eterna y así ganar la propia. Mucho pudisteis haber hecho al igualaros a la Vida de Mi Hijo Jesucristo y no lo quisisteis hacer, por no querer tomar ningún compromiso para Conmigo o no querer trabajar para Mí y para vuestros hermanos, engrandeciendo Mi Reino.
Mucho tendréis que padecer por haberMe hecho a un lado de vuestra vida y no haber cumplido con lo que Yo os pedí. Lloraréis grandemente cuando os deis cuenta de vuestro error y veréis cómo Me hicisteis llorar a Mí primero por vuestros pecados, por vuestra negligencia, por haberMe dado la espalda a Mí, vuestro Dios.
Muchos errores habéis cometido, tratad de enmendarlos, antes de que venga vuestro Juicio, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Sed pues, Mis pequeños, de éstas almas privilegiadas que estarán gozando de Mis cuidados paternos cuando, otras, estarán sufriendo en forma grave por no haber tomado en serio su vida sobre la Tierra.
Ciertamente hijitos que no todo va a ser feo en éstos tiempos. Sí, habrá purificación, habrá dolor, pero principalmente para aquellos que lo necesitan para ser purificados o para aquellos que Me han atacado y que tendrán también un dolor fuerte, como Me lo han causado a Mí, vuestro Dios.
Pero otras almas, también tendrán su tiempo de alegría, porque éste es el tiempo esperado, éste es el tiempo del cambio, éste es el tiempo de las Promesas que se han de realizar y que darán gran alegría a todas aquellas almas que han esperado éste cambio y que lo vivirán y lo gozarán, porque Yo Soy un Dios de Bien, Yo Soy un Dios de Amor, Yo no puedo mantener a las almas buenas en tribulación y dolor, cuando ciertamente ya lo han vivido por haberse mantenido en Mí. Ciertamente, han tenido persecución, ataques, burlas, blasfemias y a veces, aún más, hasta la muerte, por mantenerse en Mí, por transmitirMe, por llevarMe a sus hermanos, para éstas almas buenas, a éstas almas que han luchado por mantenerse en Mí y transmitir Mi Vida y Mis Valores, un derrame de Bendiciones tendrán.
Sed pues, Mis pequeños, de éstas almas privilegiadas que estarán gozando de Mis cuidados paternos cuando, otras, estarán sufriendo en forma grave por no haber tomado en serio su vida sobre la Tierra, por haber desperdiciado su tiempo en maldades, en pecado, en graves errores que dañaron Mi Corazón y ya no digamos las almas perversas, que prefirieron servir a satanás antes que a Mí, su Creador.
Benditas seáis, vosotras, las almas buenas, las almas que han ido gozando a lo largo de su existencia con vuestra donación, con vuestro respeto a Mis Leyes y, sobre todo, por haber hecho de Mi Amor vuestra forma de vida.
Gracias, Mis pequeños.

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