lunes, 22 de agosto de 2016

Jul 28_16 Tenéis en las Sagradas Escrituras en donde, en la sencillez, se muestra Mi Grandiosidad.


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Rosario vespertino.


Temas: 

  • ¿Cómo podría Yo, vuestro Dios, vuestro Hermano, vuestro Amigo, apartarMe en los momentos más difíciles de vuestra vida? Soy vuestro Dios en las buenas y en las malas y, así, deberéis tenerMe, como el Dios que escucha, como el Dios que os ama y que os quiere ayudar en todo.
  • Pido, a vosotros, los que entendéis esta realidad, que vengáis a Mí, que reparéis por el mal que Me hacen hermanos vuestros, que Me tratan con grosería, porque no les concedo lo que quieren.
  • PedidMe, de corazón y con todas vuestras fuerzas, ésa Luz que ha de bajar, para que ilumine vuestra mente y vuestro corazón.
  • A Mí, Me vencéis fácilmente, Mis pequeños, y Me vencéis con Mi Amor, que tenéis en vuestro corazón. 
  • De esto depende vuestra subsistencia sobre la Tierra, ¿queréis ser destruidos, plenamente, por satanás? dejad que el mal que tenéis en vuestro corazón, aflore; pero, si queréis que esta humanidad se mantenga y venza a satanás, dejad que el Amor, Mi Amor, que tenéis en vuestro corazón, aflore y vencerá sus potencias.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V. 



Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: ¿Cómo podría Yo, vuestro Dios, vuestro Hermano, vuestro Amigo, apartarMe en los momentos más difíciles de vuestra vida? Soy vuestro Dios en las buenas y en las malas y, así, deberéis tenerMe, como el Dios que escucha, como el Dios que os ama y que os quiere ayudar en todo.

Hijitos Míos, ciertamente, a Mi Iglesia, se le ha ido perdiendo devoción, cariño, amor. Vais, la gran mayoría de vosotros, porque tenéis que ir los domingos, para cumplir con el Precepto, pero, realmente ¿lo cumplís con amor, con respeto y vais, realmente, de humor para estar Conmigo? ¿O vais obligados, vosotros, los pequeños o jóvenes, por vuestros padres? o ¿los adultos, vais obligados, para que vuestros vecinos no os señalen?

Mis pequeños, cuando vosotros vais a casa de un buen amigo vuestro, vais con gusto y, desde que vais caminando, ya sea a pie o en vuestro coche, hacia la casa de vuestro amigo, vais gozando, porque vais a ver a vuestro buen amigo. Vais pensando de qué platicaréis y, sobre todo, si no lo habéis visto en mucho tiempo, le contaréis vuestras aventuras, vuestro trabajo, vuestros viajes, lo que habéis hecho, qué os ha gustado mucho, y lo querréis compartir con vuestro buen amigo. Qué, acaso, ¿no Soy Yo, mejor que vuestro buen amigo? Soy vuestro Salvador, Yo Me di por completo por vosotros.

Yo estoy esperando que vosotros lleguéis a Mi Casa, todos estáis invitados, y Yo quiero que vosotros entréis a ésta, que también es vuestra casa, y platiquemos, pero, realmente. ¿Cuántos de vosotros llegáis de buen humor, empezando por ahí, y con deseos de platicar Conmigo?

Es una tristeza, Mis pequeños, que lleguéis de mal humor y obligados. Yo Me pongo triste, Yo quiero platicar con vosotros y no obtengo, de la gran mayoría de vosotros, ése diálogo íntimo, en que podeMos platicar, en que os puedo aconsejar, en que os puedo quitar ésas cargas que traéis de vuestras obligaciones de estado o de los problemas que habéis tenido en la semana, ya sea en vuestro trabajo, en la familia, con los vecinos. Tantas y tantas cosas que, por un lado, os aquejan y tantas otras que, también, os causan alegría, que Me gustaría que Me compartierais. Pero, no os imagináis, Mis pequeños, cuán pocos de vuestros hermanos llegan realmente a lo que deben de llegar, a estar Conmigo, a compartir, a darMe un rato de alegría, o que Yo os lo dé, porque os pondréis a platicarMe de vuestros problemas y Yo traeré Paz a vuestro corazón y, ciertamente, muchos de vosotros, salís de la Iglesia transformados, porque os doy Mi Paz y os ayudo a que vosotros tengáis la respuesta a vuestros problemas.

Algunos llegan a Mí, implorando Mi Amor, implorando Mi Ayuda, eso es en el caso de aquellos que no Me tienen, todavía, como Hermano y que Me tienen, hasta, podría decir, demasiado respeto, que eso evita que llegueMos a la confianza fraterna, a la cual quiero que lleguéis Conmigo. Una fraternidad respetuosa debe existir, pero que tampoco Me tengáis allá a lo lejos, bajo un capelo y que, vosotros mismos, os sintáis como apartados de Mí y que no podáis platicar Conmigo, porque estoy demasiado alto, demasiado lejos y creáis que nos os voy a escuchar.

No, Mis pequeños, Yo estoy siempre con vosotros, os acompaño a lo largo de vuestra existencia, es más, voy en vuestro interior y conozco todo lo que traéis en vuestra mente y en vuestro corazón. 

Lo que más quiero de vosotros, es ésa sencillez de trato, que no utilicéis palabras ostentosas, palabras que os separan, realmente, de ésa íntima conversación, que seáis sencillos, como niños, sencillos, como dos amigos que se quieren mucho, quiero de vosotros la fraternidad.

Ciertamente, Soy vuestro Dios y merezco respeto por Quien Soy y por todo lo que Yo he hecho por vosotros, pero, también, quiero que tengáis ése trato hermoso de familia, respetuoso, ciertamente, pero, también, un trato alegre, sencillo, humilde.

No Me apartéis, pues, Mis pequeños, de vuestra vida, no os mantengáis en la idea de que Soy el Inalcanzable, que estoy muy lejos de vosotros. No, Mis pequeños, conozco vuestra vida perfectamente y vuestras necesidades, pero quiero que vengáis a Mí, con toda ésa seguridad de que sintáis de que vais a ser escuchados realmente y, eso es una realidad, ¿cómo podría Yo, vuestro Dios, vuestro Hermano, vuestro Amigo, apartarMe en los momentos más difíciles de vuestra vida? Soy vuestro Dios en las buenas y en las malas y, así, deberéis tenerMe, como el Dios que escucha, como el Dios que os ama y que os quiere ayudar en todo.

No limitéis Mi Amor hacia vosotros, no limitéis Mi trato amoroso hacia vosotros, sed sencillos, vosotros, porque Yo también Soy Sencillo con cada uno de vosotros.

Venid, venid a Mí y que, la próxima vez que vayáis a Mi Casa a escuchar la Santa Misa, que sería lo mejor, o que paséis, cuando menos, a visitarMe unos momentos, platiquemos como Hermanos, como Amigos o, si queréis que solamente os escuche acerca de vuestros problemas, de vuestras necesidades, podréis contar Conmigo y Yo os daré Mi Paz y os ayudaré en vuestras preocupaciones.
Gracias, Mis pequeños. 


Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Pido, a vosotros, los que entendéis esta realidad, que vengáis a Mí, que reparéis por el mal que Me hacen hermanos vuestros, que Me tratan con grosería, porque no les concedo lo que quieren.

Hijitos Míos, cuando os digo que vengáis a visitarMe a Mi Casa, que es la Iglesia, ciertamente, os he dicho que vengáis a pedirMe lo que necesitéis, pero, muchos de vosotros, os enojáis Conmigo, porque no cumplo vuestros deseos. Pero deberéis recordar, primeramente, Mis pequeños, que Soy vuestro Dios y que siempre voy a buscar lo mejor para vosotros.

Escuchad lo que os voy a decir, y deberéis tener la humildad de aceptar lo que os voy a aconsejar: No estáis capacitados para pedir correctamente. Sí, suena feo y doloroso, pero la más de las veces, vosotros, Me pedís cosas que os van a hacer más daño que bien y lo peor de todo, es que vosotros pedís, sin antes consultarMe.

Cuando sois pequeños, vosotros, siempre pedís a vuestros padres algo y ellos, en su madurez, ya obtenida por los años, deciden si lo que estáis pidiendo es bueno o es malo, especialmente cuando sois pequeños y deseáis algo que solamente los adultos pueden tener, como armas o algunas otras cosas que vosotros no sabéis manejar, porque sois pequeños, que habéis visto, quizás, en la televisión y se os antojan, pero os van a hacer daño.

Lo mismo hago Yo, Mis pequeños, por poneros un ejemplo sencillo. Vosotros pedís, sin realmente saber qué necesitáis. Cada uno de vosotros, tenéis una misión qué llevar a cabo en la Tierra, necesitáis dones, Virtudes, capacidades especiales, y os las voy dando, de acuerdo a como vayáis madurando en la Fe y, ciertamente, si veo que vosotros, realmente, vais madurando junto a Mí y no os vais por mal camino, ya que satanás os va desviando, os voy aumentando los dones. 

Vosotros no sabéis pedir, os repito, porque ya satanás ha afectado todo a vuestro alrededor y, quizá, lo que creéis que es bueno para vosotros, en la realidad no lo es y, menos a nivel espiritual. Ha distorsionado los valores, os ha llevado por caminos erróneos y, vosotros, os dejáis guiar por la generalidad de vuestros hermanos, porque muchos ya han tomado ése camino erróneo y creéis que porque muchos lo han tomado, es lo correcto y, desgraciadamente, no es así. Muchos hermanos vuestros se han desviado y llevan vida de gran pecado.

Es obvio que Yo no os voy a conceder algo que os va a llevar por ésos caminos de error y de pecado, porque satanás os quiere poner en contra Mía. Yo os voy a llevar hacia la perfección. Muchas veces tardáis, vosotros, en entender esto que os estoy diciendo y ya que lo entendéis, Me dais las gracias, pero, mientras tanto, os enojáis Conmigo, Me blasfemáis y Yo tengo que soportar todos estos dolores, a pesar de que estoy buscando vuestro Bien.

Eso nunca, nunca lo meditáis, siempre Me echáis la culpa de que no os concedo lo que vosotros queréis y porque no lo conseguís, dudáis de Mí y os apartáis, muchas veces, de la Iglesia o de la oración, como venganza a que Yo no os escuché o que no os di lo que vosotros queríais y, como niños malcriados, Me abofeteáis, cosa que no Me merezco, Mis pequeños, porque Yo siempre actúo en el Amor hacia vosotros, os respeto y quiero lo mejor para vosotros, pero vosotros respondéis solamente como niños malcriados, como os dije, y no os ponéis a meditar que si realmente, lo que Me estabais pidiendo, iba a ser para vuestro bien o para vuestro mal.

Por eso pido, a vosotros, los que entendéis esta realidad, que vengáis a Mí, que reparéis por el mal que Me hacen hermanos vuestros, que Me tratan con grosería, porque no les concedo lo que quieren. Sed de aquellos, hermanos Míos, que Me aman de corazón, que entienden perfectamente lo que os estoy diciendo, que sufro por vosotros, que os cuido, aunque no siempre escucho agradecimientos de corazón.

Soy ése Dios olvidado, Yo Soy ése Dios, que os está pidiendo limosna de vuestro amor, que Me deis las migajas de vuestro amor, que os acordéis, aunque sea, un poquito de Mí. Cuando debiera ser al revés, ya que Yo Soy el Dios, Rico, Poderoso, que tengo tanto qué regalar y que vosotros debierais venir a Mí, hasta con cierto temor de pedirMe migajas de Mis Riquezas. Vuestra soberbia ha subido tanto en vuestros corazones, que Me tratáis al revés, como si vosotros fuerais los poderosos, los que os merecéis todo y que os acordáis de Mí, solamente, cuando tenéis problemas o cuando no tenéis nada qué hacer.

¿Os dais cuenta de esta horrible realidad, Mis pequeños? ¡Tan poco amor que recibo de vosotros, a pesar de tanto Amor que derramo por toda la Tierra, por toda la humanidad y por el Universo entero! ¡Son tan pocas las almas que aman de corazón! y, por eso las consiento, porque son, Mis verdaderos amigos. 
Gracias, Mis pequeños.
                   

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: PedidMe, de corazón y con todas vuestras fuerzas, ésa Luz que ha de bajar, para que ilumine vuestra mente y vuestro corazón.

Hijitos Míos, pedidMe, de corazón y con todas vuestras fuerzas, ésa Luz que ha de bajar, para que ilumine vuestra mente y vuestro corazón. Estáis viendo cómo vuestro Mundo se ha vuelto un caos y esto es propiciado por satanás. Los gobiernos se han dejado mover por él, han hecho pacto con él, para llevaros al caos, al dolor, al temor y, de esta forma, os preocupáis con vuestro alrededor, pero, lo peor de todo, Mis pequeños, es que vosotros no reaccionáis y debierais contraatacar todo ése mal con oración, con la pureza de corazón, con la vida Sacramental. Solamente os enojáis, habláis, reprendéis, pero no contraatacáis, como os digo, con la vida de oración y con una vida íntima Conmigo.

Os digo contraatacar, que es muy diferente a atacar. Al mal, no se le destruye con el mal, y eso sería atacar; contraatacáis, tratando de disminuir el mal que os está atacando, precisamente, con un bien y esto es, con Mi Amor y todo lo que se deriva de él.

Tenéis armas poderosas espirituales, para destruir la realidad que estáis viviendo, debéis estar conscientes que lo que empieza a generarse en vuestro interior, como una idea, como un deseo malo, luego lo ponéis en práctica y eso es lo que está sucediendo con las almas que se han vendido a satanás, y os lo puedo decir así, prácticamente, los gobernantes de las mayores potencias del Mundo, se han vendido a satanás, porque él os quiere destruir, quiere destruir Mi Obra, quiere destruir vuestras almas, porque son parte de Mí, quiere destruir aquello que os lleve a una espiritualidad alta, madura, que os haga crecer en el Amor.

Se os olvida, Mis pequeños, que vivís en terrenos de satanás, él es el príncipe de éste Mundo y él no desea que, en su Mundo, se viva el Amor, se viva la Paz, se viva Mi Presencia entre vosotros, y vosotros no estáis contraatacándole con el Bien que debierais utilizar.

Os digo, tenéis los Sacramentos, tenéis el Rezo del Santo Rosario, que tanto os lo ha pedido Mi Hija, la Siempre Virgen María, en todas Sus Apariciones. Es un arma poderosísima, sencilla, como la honda que usó David contra Goliat.

Vosotros sentís que, con el Rezo del Santo Rosario, no obtendréis grandes cosas, que necesitáis armas más poderosas para vencer al mal y no os dais cuenta que, durante el Rezo del Santo Rosario, todo el Cielo está con vosotros, los Ángeles, los Santos, aún las  Benditas almas del Purgatorio, están orando con vosotros, son miles y millones de almas que están con vosotros, especialmente, cuando los invitáis. Toda ésa, es una Potencia de oración, y eso le va menguando fuerza a satanás.

A Mí, Mis pequeños, Me gusta lo sencillo, para contraatacar lo que, aparentemente, es grande, cuando viene de satanás. Tenéis en las Sagradas Escrituras, varios ejemplos, en donde, en la sencillez, se muestra Mi Grandiosidad. Como en el pasaje de Moisés, cuando va a recibir las Tablas de la Ley. Él escucha, primeramente, truenos, luego vienen temblores, terremotos y Yo no estoy ni en uno ni en otro, luego viene una brisa y ahí llego Yo, en la sencillez, en la suavidad. Como en el pasaje con Eliseo, aquél capitán que se quería curar de la lepra, nada más le dijo, “báñate siete veces en el Jordán”, era algo sencillo y no lo quería hacer, él quería que se mostrara Mi Potencia Inmensa y, en la sencillez, se curó. Mi Hijo curaba siempre con las formas más sencillas, no aparatosas, a veces, simplemente, les decía: “vete, tú Fe te ha salvado”.

¿Por qué queréis ver vosotros, cosas aparatosas? Estáis acostumbrados a cómo actúa satanás en su soberbia. La maldad es así, aparatosa, para que tengáis miedo y así se os controla y, si lo notáis, así os controlan los jefes de los pueblos, con lo aparatoso, con los temores, guerras en cambio, todo lo que viene de Mí, es sencillo, así es como debierais vivir, Mis pequeños, para tener paz en vuestro corazón, en la sencillez.

Sed sencillos, pues, y mostrad a vuestros hermanos que Yo Vivo en vosotros, actuando, precisamente, en esa sencillez y no en lo aparatoso, como le gusta aparecer a satanás ante vosotros. 
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: A Mí, Me vencéis fácilmente, Mis pequeños, y Me vencéis con Mi Amor, que tenéis en vuestro corazón. 

Hijitos Míos, Yo no Soy el Dios del Antiguo Testamento, Dios Vengador, el Dios que exige, pero de una forma guerrera, Sus Derechos, el Dios que impone, el Dios que tiene el Poder de matar a Sus enemigos, destruir pueblos, destruir a todos sus habitantes.

Envié a Mi Hijo, para que vosotros fuerais conociendo Mi Faceta de Amor. Si Yo fuera ése Dios de guerra, de destrucción, Me equipararíais, quizá, con el mismo satanás, porque él es destrucción, es maldad.

Ciertamente, Soy un Dios Celoso y lo podéis ver en el Antiguo Testamento, cuando escogí al pueblo Israelita, para que fuera el pueblo en el que Me derramaría en regalos espirituales y aún materiales, siempre y cuando cumplieran Mis Mandamientos. Los consentía, los amaba, les daba lo mejor de la Tierra, cuando ellos respondían a Mi Llamado y actuaban dentro de la Ley que les pedí cumplieran. Pero desobedecían continuamente, porque están muy apegados a las cosas del Mundo, a sus riquezas, y cuando los pueblos vencidos les enseñaban que sus dioses les daban o les ayudaban para obtener ésas riquezas, Me hacían a un lado y se dedicaban a seguir a ése dios y se volvían idólatras. Preferían a un dios de barro y, a Mí, Me hacían a un lado: un Dios Vivo, que hablaba con Su pueblo a través de los profetas, pero no les gustaba que Yo les llamara la atención por los males que hacían y, simplemente, Me borraban de su vida y dejaba que ellos mismos se castigaran, siguiendo con ésos ídolos. No se daban cuenta que, atrás de ésos ídolos, era satanás a quien adoraban y, satanás, nunca os va a traer el bien, os engaña dándoos lo material, que vosotros pedís tontamente, y no crecéis en lo espiritual, que es vuestra vida futura.

Cuando Yo Me apartaba de ése pueblo, caían en desgracia, y todo por la desobediencia, pero, sobre todo, por su tontería, por no tener Sabiduría Santa para escogerMe, para seguir Conmigo, cuando Yo, en todo momento, les daba protección en todos sentidos y los hacía fuertes ante todos los demás pueblos.

Así estáis ahora vosotros, no estáis buscando todo aquello que os va a hacer fuertes contra la guerra que os está dando satanás. Os atemorizáis, porque no Me tenéis en vuestro corazón. Si, realmente, Yo viviera en vuestra vida, en vuestro interior, que fuera vuestro soporte espiritual, no le temeríais al mal que os está rodeando y que os está tratando de destruir.

Queréis manteneros en la idea que Soy el Dios castigador del Antiguo Testamento y no el Dios de Amor del Nuevo Testamento, que Yo Me Manifesté a través de Mi Hijo y Él así lo confirmaba: “el que Me ve a Mí, ve al Padre” y veían Mi Bondad, veían Mi Poder a través de Mi Hijo, veían Mis Milagros que Mi Hijo producía entre el pueblo. 

Ése Soy Yo, Mis pequeños, en Mi Santísima Trinidad, un Dios de Amor, un Dios que os quiere, a pesar de vuestra maldad, a pesar de vuestros pecados y que, solamente, quiero escuchar de vosotros un arrepentimiento desde lo más profundo de vuestro corazón y Yo, os abriré nuevamente, de par en par, las Puertas del Reino de los Cielos.

A Mí, Me vencéis fácilmente, Mis pequeños, y Me vencéis con Mi Amor, que tenéis en vuestro corazón. Vosotros, no podríais amar, si Yo no os hubiera compartido antes Mi Amor, Y Soy vuestro Dios, el que genera el Amor en vosotros, en todo lo que os rodea, en el Universo entero, en todo lo Creado. Todo se mueve, por Mi Amor. Y aquellos que viven en Mi Amor, gozan plenamente Mi Presencia en ellos y viven, realmente, Mi Paraíso, ya desde la Tierra.

Os he dicho que Mi Amor es dinámico, que no lo podéis detener. Cuando vosotros amáis, lo transmitís por necesidad, no lo podéis detener, es tan bello, es tan grande, es tan fuerte, que vosotros no podéis detener su acción y es así, que, vosotros, los que estáis Conmigo, transmitís vida, vida de amor, necesariamente, a los que están a vuestro alrededor y, es así, como quiero que se vaya transformando el Mundo. No por las guerras, no por las luchas que estáis viendo a vuestro alrededor, que son causadas por satanás, sino es Mi Amor el que va a transformar al Universo entero.

Por eso, os debéis preguntar, cada uno de vosotros, ¿vuestra vida, está Conmigo, porque producís amor, porque producís bien a vuestro alrededor? o ¿sois de satanás, porque vivís causando problemas a vuestro alrededor, causando muerte, causando destrucción? Meditad, bien, Mis pequeños, sólo hay Amor y maldad, Vida y destrucción, ¿con quién queréis estar?,  ¿con quién creéis estar?
Gracias, Mis pequeños.


Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: De esto depende vuestra subsistencia sobre la Tierra, ¿queréis ser destruidos, plenamente, por satanás? dejad que el mal que tenéis en vuestro corazón, aflore; pero, si queréis que esta humanidad se mantenga y venza a satanás, dejad que el Amor, Mi Amor, que tenéis en vuestro corazón, aflore y vencerá sus potencias.

Hijitos Míos, os explicaba que, en la sencillez, Yo muestro Mi Grandiosidad y, por eso, esto mismo lo tomo para vosotros. Cuando vosotros dais poco, pero de corazón, para Mí, es grande, porque vosotros os vais a unir, a los Méritos de Mi Hijo, os vais a unir al Amor de Mi Hija, la Siempre Virgen María, os vais a unir al Amor de Mi Santo Espíritu y así, vuestra pequeñez, se vuelve grande, porque Yo voy a recibir de ellos, lo que vosotros sentís como poquito, pero va a ser grande ante Mis Ojos, porque es vuestro pequeño amor, unido a Mi Gran Amor, en Mi Santísima Trinidad y esto Yo lo aprecio inmensamente, Mis pequeños.

Os he dicho que entiendo vuestra vida, entiendo vuestras obligaciones de estado, vivís a veces, vidas caóticas, buscáis hacer tantas cosas a la vez, pero lo que Me gusta, cuando sois realmente almas de oración, es que Me procuráis unos minutos, os detenéis para amarMe por unos momentos, para ofrecerMe vuestras delicias, para platicarMe de vuestros problemas.

Cuando hacéis esto, Mis pequeños, Me dais un gran gusto, porque puedo estar unos momentos con vosotros. Vosotros sabéis lo que es la soledad, cuando vosotros sois rechazados en vuestro propio hogar, se os hace a un lado, os sentís solos y, realmente, ésa soledad duele, porque no os sentís amados.

El alma  necesita amor, vosotros, necesitáis, por vuestra espiritualidad, sentiros amados de los que os rodean, de los que vosotros consideráis vuestra familia y, cuando de ellos no recibís muestras de amor, os sentís abandonados. Podéis recibir muestras de amor de amistades, pero no es lo mismo, porque no las sentís como vuestra familia.

ImaginadMe a Mí, Mi posición de Padre y Creador vuestro, que he velado por vosotros desde antes de vuestra concepción. Os conozco, os he amado desde antes que bajarais del Cielo y, desde que fuisteis concebidos, os he cuidado durante vuestra misión en la Tierra; cada segundo de vuestra vida, está en Mi Corazón.

Vais creciendo, y si vuestros padres os enseñaron a amarMe, estaré más seguido en vuestro corazón, pero si no os enseñaron a amarMe, quizá, quizá con el tiempo, podáis llegar a amarMe, que, ciertamente, pondré todas las oportunidades que estén a Mi alcance, para que, a lo largo de vuestra existencia, en algún momento, seáis tocados por este Amor tan grande por vosotros. Algunas almas responden y de otras, prácticamente, no obtengo muestras de amor a lo largo de toda su vida sobre la Tierra. ¿No se os hace esto, triste, Mis pequeños? Estas almas, de las cuales no recibo nada o prácticamente nada, toda su vida fue cuidada por Mí, y así lo dicen las Escrituras “el sol sale todos los días, para buenos y malos” y esto es, que Mi Amor se da para buenos y malos, Mi Amor siempre está alumbrándoos, cuidándoos, guiándoos, alimentándoos, porque vuestra alma, no podría subsistir, si no tuviera muestras de Amor y, vosotros, como os decía antes, cuando no recibís ése amor en vuestro hogar, muestras de cariño, de respeto, os sentís decepcionados, os sentís mal. Pero conozco vuestro corazón y Me acerco a vosotros, Me derramo en vosotros y hago que vuestro corazón Me Viva, Me sienta y llego como salvavidas a vuestra vida, a ayudaros a subsistir y suena feo esta palabra, a subsistir, cuando debierais vivir plenamente, en Mi Amor, porque esto debiera darse plenamente en vuestra familia: que todos Me amaran y que todos os compartierais de Mi Amor.

Realmente, como os dije, estáis viviendo momentos caóticos, momentos, en los cuales, satanás, prácticamente, se ha adueñado de toda la humanidad.

Manteneos, pues, en la gran lucha, contraatacando, como os dije, con Mi Amor, no con el mal que todos tenéis en vuestro interior, que si lo utilizáis, estaréis agrandando más el mal que os rodea y que, eso quiere satanás, que os matéis los unos a los otros, que os dañéis los unos a los otros, que os arrebatéis lo material y aún lo espiritual, los unos a los otros.

Entended bien esto, Mis pequeños, porque de esto depende vuestra subsistencia sobre la Tierra: ¿queréis ser destruidos, plenamente, por satanás? dejad que el mal que tenéis en vuestro corazón, aflore; pero, si queréis que esta humanidad se mantenga y venza a satanás, dejad que el Amor, Mi Amor, que tenéis en vuestro corazón, aflore y vencerá sus potencias.
Gracias, Mis pequeños.
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miércoles, 17 de agosto de 2016

Milagro Eucarístico en Tangara de la Serra, Mato Grosso, Brasil el 15 de Agosto del 2016

¡Honor y Gloria a Ti por siempre Señor Jesús que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar!
Día de la Asunción de la Santísima Virgen María, en la "Adoración a Jesús Eucaristía"






La Santísima Hostia se va disolviendo, hasta diluirse completamente y se convierte en La Preciosa Sangre de Cristo


Oh Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, aquí presente en el Santísimo Sacramento del altar, creo todo lo que Vos, mi Señor, me habéis revelado. 
Arrepentido de todos mis pecados, esperando en Vos que nunca permite que sea confundido, agradeciendo por este don supremo, amándoos sobre todas las cosas en este Sacramento de vuestro amor, adorándoos en el misterio profundo de vuestra humildad, os manifiesto y hago patente todas las heridas y miserias de mi pobre corazón y os pido me deis todo lo que necesito y deseo. 
Pero tan solo os necesito a Vos, oh Dios mío, tan solo os deseo a Vos, vuestra gracia y la gracia de usar debidamente vuestras gracias, poseeros en esta vida y poseeros en la otra.
Bendito seáis, oh poder divino de vuestro paternal Corazón, que aunque todo lo podéis, sin embargo, no podíais darnos un don más precioso que este Santísimo Sacramento.
Oh Pan celestial, gran Sacramento, os adoro y os alabo en todo momento. (repítase después de cada alabanza.)

Bendita seáis, oh Sabiduría del Verbo Divino, que todo lo sabéis y lo ordenáis, y sin embargo no sabíais prepararnos una comida más exquisita, que este Santísimo Sacramento.
Bendito seáis, oh Dios mío, que en vuestra inefable dulzura de amor os habéis transformado en este pan para dárosnos como el más dulce manjar.
Bendito seáis, oh Dios mío, que habéis encerrado todos vuestros misterios en esta humilde forma de pan terrenal. ¡Oh Trinidad Santísima!
Amén



martes, 16 de agosto de 2016

Jul 26_16 Poned a toda la humanidad, bajo el resguardo de Mi Hija, la Siempre Virgen María.


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Rosario vespertino.


Temas:

  • Vosotros, Me dais con amor vuestras acciones y os las agradezco; cuando estéis Conmigo, en el Reino de los Cielos, comprenderéis cuánto Amor tengo por vosotros y gozaréis infinitamente Mi Amor, porque estaréis ya, plenamente, en Mí y entenderéis lo que Yo hice por vosotros, durante vuestro tiempo en la Tierra.
  • La Fe, hace milagros y, el primer milagro y más grande, lo hace en vosotros, en vosotros mismos, Mis pequeños, porque empezáis a recibir Mis Bendiciones, porque creéis en Mí y Me gozáis grandemente en vuestro interior, no Me veis, pero sabéis que os amo y que estoy con vosotros.
  • Todos aquellos que os habéis consagrado a Mi Hija, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, seréis protegidos por Ella contra las acechanzas de satanás, no os podrá vencer satanás, puesto que ya le pertenecéis a Mi Hija.
  • Mi Padre os ha anunciado la Purificación del Universo entero, la eliminación de todas las almas que prefirieron la puerta ancha, la puerta del pecado, la puerta de la maldad, la puerta que no admite la Fe.
  • Vosotros, los que estáis Conmigo, vivid para alegrarMe, vivid para mostrarMe que, lo que hizo Mi Hijo por vosotros, sí sirvió para mover vuestra alma hacia el Bien, hacia la Verdad, hacia el Amor.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.



Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros, Me dais con amor vuestras acciones y os las agradezco; cuando estéis Conmigo, en el Reino de los Cielos, comprenderéis cuánto Amor tengo por vosotros y gozaréis infinitamente Mi Amor, porque estaréis ya, plenamente, en Mí y entenderéis lo que Yo hice por vosotros, durante vuestro tiempo en la Tierra.

Hijitos Míos, respondo a vuestra inquietud. Cuando Yo os digo que Me doy en pleno, es así, Mis pequeños, Me doy en totalidad por cada uno de vosotros, porque tengo ése Poder de hacerlo. Cada uno de vosotros es como si fuerais el único sobre la Tierra, os cuido perfectamente, a cada uno de vosotros, os conozco hasta en lo más íntimo. Yo os creé, Mis pequeños, y lo hice con todo Mi Amor. Me doy en pleno, porque Soy vuestro Creador, vosotros no podríais subsistir ni física ni espiritualmente, si Yo no os estuviera cuidando, en todo momento, de los ataques de satanás quien os rodea continuamente.

Me doy en pleno, porque cada uno de vosotros sois para Mí, el hijo perfecto. Ciertamente, vosotros tenéis el libre albedrío, falláis y Me podéis dar la espalda, pero Yo os creé perfectos. Aún vuestros mismos científicos no pueden crear, no son dioses, tratan de dar vida, pero ésa vida no es correcta.

Yo Soy vuestro Dios y conozco perfectamente todo, puesto que Soy Creador, mientras tanto, vuestros científicos, van adivinando y todavía no llegan a un término, porque no Me preguntan, porque no están Conmigo, porque no se dejan guiar por Mí. La soberbia los aparta de Mí, quieren hacer todo por ellos mismos, con sus capacidades caídas por el Pecado Original y, de esta forma, si ellos no aceptan su pequeñez, su incapacidad de entendimiento y se hacen pequeños y se hacen humildes, nunca van a alcanzar a llegar a Mí, porque el que es soberbio, no ve para arriba, solamente ve para abajo, no acepta que haya un Ser Superior a ellos, que ése Soy Yo. Ellos, se sienten superiores y nunca voltean hacia Mí para que les ayude a alcanzar la Verdad que están buscando en los diferentes campos de la ciencia en los que están.

Vosotros, ciertamente, por vuestras ocupaciones, no os dais por completo, os tenéis que dar por la familia, por el trabajo, por tantas y tantas cosas, que el mismo hombre ha inventado y os distraéis demasiado, pero Me amáis y, para Mí, cuenta mucho, Mis pequeños, que tengáis tiempecitos a lo largo del día en que estéis Conmigo, en que Me ofrezcáis vuestras pequeñas cosas o grandes cosas que hagáis, que, cuando dudéis, volteéis a Mí y Me pidáis la Sabiduría, para decidir hacia dónde ir.

Ciertamente, vuestra entrega hacia Mí, no es continua como la Mía, pero estáis Conmigo, y no os apartáis de Mí. Me alegra el que no Me neguéis, que os mantengáis fieles a lo que Yo os pido, a que os mantengáis fieles a Mis Mandamientos, hacia donde os llevo, que es la Perfección, os cuesta trabajo, pero os mantenéis luchando.

Ésa, es una gran entrega, no será total, pero es vuestra lucha de día a día, que tratáis de mejorar y tratáis, a veces, difícilmente, de dejar el pecado y todo aquello que pueda dañar vuestra alma, pero para estar Conmigo y ser mejores.

Yo comprendo que Me digáis que no os dais por completo, pero Soy vuestro Padre, Soy comprensivo y amoroso o acaso, ¿vosotros no abrazaríais a vuestros pequeños de un año, de dos años o tres, que apenas están yendo a la escuela, que están haciendo sus pininos y tratan de hacer un dibujito o una escultura de plastilina? Vosotros sabéis que no son perfectos, pero vuestro hijito os los lleva con cariño y os los entrega, ¿lo vais a regañar porque ésas obras no son perfectas?, no, ¿verdad?, lo abrazaréis, lo llenaréis de besos, le agradeceréis, porque os los está dando con todo su amor.

Vosotros, Me dais con amor vuestras acciones y os las agradezco; cuando estéis Conmigo, en el Reino de los Cielos, comprenderéis cuánto Amor tengo por vosotros y gozaréis infinitamente Mi Amor, porque estaréis ya, plenamente, en Mí y entenderéis lo que Yo hice por vosotros, durante vuestro tiempo en la Tierra.

Dejaos mover por Mí, Mis pequeños, dejad que Mi Amor os llene y lo podáis transmitir a vuestros hermanos, dejad que Mi Vida esté en vosotros, sed instrumentos fieles de Mi Amor, y no os preocupéis por ésas pequeñeces, dadMe vuestro amor y dádselo a vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.


Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: La Fe, hace milagros y, el primer milagro y más grande, lo hace en vosotros, en vosotros mismos, Mis pequeños, porque empezáis a recibir Mis Bendiciones, porque creéis en Mí y Me gozáis grandemente en vuestro interior, no Me veis, pero sabéis que os amo y que estoy con vosotros.

(Lenguas…) Hijitos Míos, las almas que están Conmigo, que comparten Mi Pensamiento, que comparten Mi Amor, que respetan Mis Mandamientos y lo que Yo os pido para que os conservéis en Gracia, tienen un poder muy grande sobre Mí. Sí, Mis pequeños, así como lo escucháis, vosotros tenéis un poder muy grande sobre Mí, porque vuestras peticiones van en la misma línea de Mi Pensamiento y de Mi Amor.

Cuando vosotros Me pedís algo, es porque estáis haciendo Mi Voluntad, es porque estáis manifestando Mis Pensamientos, Mis Deseos, es porque estáis amando, como Yo amo. Por eso tenéis un poder muy grande sobre Mí, porque queréis lo que Yo quiero y, cuando alguno de vosotros Me pedís algo, con estos requisitos Divinos, Yo os los concedo y, muchas veces, serán milagros los que se darán por vuestras peticiones, porque estáis viviéndoMe en vosotros, estáis sintiendo Mi Alegría, pero también estáis sintiendo Mis Penas, Mi Dolor cuando las almas no están actuando en el Bien.

Os volvéis uno en Mí, os volveMos Unidad y es a lo que deben tender las almas.Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador, todo ha salido de Mí y todo tiene que regresar a Mí y, cuando estáis actuando así, estáis ya viviendo ése regreso a Mí y, por eso, Yo no os puedo negar nada, porque sois parte de Mí.

Vosotros sois una elongación de Mi Amor y de Mis Deseos y, eso, es lo que deseo de cada uno de vosotros. Cuando Mi Hijo os pidió: “amaos los unos a los otros”, es lo que quiero, Mis pequeños, que os estéis amando con Mi Amor, que os estéis respetando como Yo os respeto, que os ayudéis y os guíes unos a otros con los Deseos que hay en Mi Corazón.

Imaginad un Mundo así, Mis pequeños, en donde se viva plenamente Mi Amor, donde actuéis según Mis Deseos de Amor. Ciertamente, mantendréis vuestra personalidad, porque os he creado a todos diferentes, pero, todos, bajo un mismo deseo de estar en Mí, de vivirMe, de transmitirMe, de gozarMe. El alma que aprende a hacer esto, que vive plenamente en Mí, es un alma gozosa, es un alma que vive el Cielo en la Tierra, es un alma que Me da inmensas alegrías, es un alma llena de Mi Amor y Yo Me reflejo en ésa alma, y ésa alma hace mucho por sus hermanos.

Ciertamente, las almas que están en el Cielo, cubren todas ésas expectativas, porque ya están Conmigo, pero un alma que está todavía viviendo en Fe, vale más, porque no Me ha visto. Ciertamente, Me siente, Me intuye, Me goza, pero sin verMe, por eso, os he dicho que la Fe es muy fuerte, es muy grande, muy poderosa cuando actuáis a través de ella, porque creéis sin ver.

La Fe, hace milagros y el primer milagro y más grande, lo hace en vosotros, en vosotros mismos, Mis pequeños, porque empezáis a recibir Mis Bendiciones, porque creéis en Mí y Me gozáis grandemente en vuestro interior, no Me veis, pero sabéis que os amo y que estoy con vosotros y ya, con ése simple hecho, vosotros gozáis inmensamente. Cuando estéis Conmigo, cuando regreséis al Reino de los Cielos, vuestro gozo va a ser inmensamente más grande que el de las almas que ya están Conmigo, porque creísteis grandemente en Fe, y muchas de ellas creyeron, grandemente, hasta que estuvieron Conmigo.

Seguid pues, Mis pequeños, ésa vida en Fe que lleváis, amadMe de corazón, aunque no Me veáis y llevadMe a vuestros hermanos, con todo vuestro corazón, para que también ellos, aprendan a amarMe inmensamente en Fe.
Gracias, Mis pequeños.


Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Todos aquellos que os habéis consagrado a Mi Hija, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, seréis protegidos por Ella contra las acechanzas de satanás, no os podrá vencer satanás, puesto que ya le pertenecéis a Mi Hija.

Hijitos Míos, Yo Creé a Mi Hija, la Siempre Virgen María, para que, vosotros, tuvierais a Quien acercaros con más confianza. Así lo hacéis en lo humano, generalmente, os acercáis más a vuestra madre para obtener los favores de vuestro padre.

El hecho de haberLa Creado, primeramente, fue para que de Ella Naciera Mi Hijo Jesucristo, el Salvador; para que tuvierais ése Ejemplo de Familia, la vida de Hogar, ésa vida de Amor entre esposos y cuidarais luego, con un gran Amor, a vuestro hijo o hijos.

Vosotros, en general, vais aprendiendo con el ejemplo. Desde que sois pequeñitos tomáis de vuestro alrededor el conocimiento, y qué mejor Ejemplo que el que os dio la Familia Celestial, Mi Hijo Jesucristo, Mi Hija, la Siempre Virgen María y el Señor San José, Varón Justo, a quien le di Gracias Infinitas, y que tuvo el honor, por su Pureza y Santidad, de ser el esposo de Mi Hija, la Siempre Virgen María y el padre terreno de Mi Hijo Jesucristo el Salvador.

Mi Hija, la Siempre Virgen María, Ejemplo de todas las Virtudes en su máxima expresión y, especialmente, la de la Humildad. Os dije, en el Misterio anterior, que cuando un alma entra en Mí, se vuelve una Conmigo; el Amor es lo más grande que puede tener un alma, pero, un alma, no puede llegar a obtener todas estas Virtudes, con las que Yo os puedo regalar, si no hay la Virtud principal, que esté actuando fuertemente en vosotros, que es la Humildad. Ella es la llave que os abre la puerta de todas Mis Gracias y Bendiciones. El alma humilde, al alma sencilla, recibe todas Mis Bendiciones, porque se sabe necesitada de Mí.

No fue el caso, ciertamente, de Mi Hija, la Siempre Virgen María, puesto que a Ella, en Nuestra Santísima Trinidad, la dotaMos de todas las Virtudes en su máxima expresión, entre ellas, obviamente, la Humildad y, Ella, utilizando la Humildad, todavía se ganó más Nuestro Beneplácito, porque, teniendo las Virtudes en su máxima expresión, podía haber, sido, prácticamente, como Dios, como Yo, y no lo quiso en ningún momento. Mi Hijo, ciertamente, no Creado, también con las Gracias y Mis Bendiciones en su máxima expresión, al Ser Engendrado, ciertamente, es superior a Mi Hija la Siempre Virgen María, porque, es parte, plenamente de Mí, y del Espíritu Santo; pero Mi Hija, la Siempre Virgen María, teniendo ésas capacidades Divinas, Se quiso hacer Pequeñita, no quiso actuar en autonomía, que, ciertamente, se Le dio; quiso seguir sirviendo a Su Dios, en Mí, en Mi Santísima Trinidad y, al hacerse Pequeñita, como os dije, se ganó mayormente Nuestro Beneplácito y a Ella Le concedeMos todo lo que Nos pide, porque Ella Vive, plenamente, en Nosotros.

¡Cuánta Belleza! ¡Cuánta Dulzura! ¡Cuánto Amor en Ella! Pobres hermanos vuestros, a los que ha engañado satanás y que los ha alejado de Su Protección y de Sus Cuidados. Satanás no puede nada contra Ella, y aquellos que La siguen, que La aman de corazón, son almas predestinadas a la salvación. ¿Cuántas veces no os comparan a vosotros con vuestra madre?, porque de ella tomáis su forma de ser, su forma de actuar, su forma de hablar, sus virtudes, el amor hacia los demás, sus enseñanzas; las enseñanzas de vuestra madre, hacen mella en vuestro corazón, para siempre.

¿Qué no va a hacer, pues, el Amor de Mi Hija, la Siempre Virgen María, en aquellos que Le quieren seguir y amarla de corazón?, son almas predestinadas. Puesto que La tratáis de seguir, de igualar, se vuelve Modelo de Virtudes, y los que estáis llenos de Su Amor, La buscáis, para ser como Ella y, con ése deseo, vais creciendo en perfección y, por ello, os vais ganando el Cielo, porque os vais pareciendo a Mi Hija, La Llena de Virtudes, La Llena de Amor, La Llena de Dios.

Satanás, Le tiene miedo y, por eso, estos son tiempos de Mi Hija, Quien vencerá a las Potencias Infernales. Todos aquellos que os habéis consagrado a Mi Hija, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, seréis protegidos por Ella contra las acechanzas de satanás, no os podrá vencer satanás, puesto que ya le pertenecéis a Mi Hija.

Poned, Mis pequeños, a toda la humanidad, bajo el resguardo de Mi Hija, la Siempre Virgen María, para que Ella os proteja, a todos vosotros, contra los ataques de satanás. Juntos, unidos a Ella, venceréis a satanás y a todos sus secuaces, a todos aquellos que se han vuelto seguidores de satanás.

Estando con Ella, Mis pequeños, estáis asegurando vuestra salvación eterna, pero, sobre todo, estaréis gozando Mi Amor en Ella, Mis Virtudes y Bendiciones, con que La he dotado y que vosotros Le pedís que os conceda y, ciertamente, Ella intercede por vosotros ante Mí, para que las obtengáis.

Ella es la Gran intercesora de todas las almas, son tiempos de María Santísima en la Tierra y en el Universo entero. Su Sencillez, Su Humildad, Su Pureza, Su Donación, Su Pequeñez, Le dará el triunfo sobre las fuerzas de satanás y, Ella, Me entregará, a Mí, vuestro Padre, a través de Mi Hijo, el Triunfo, el Triunfo de Su Corazón Inmaculado sobre las fuerzas de satanás y la salvación de las almas que se hayan acercado a Ella y que hayan buscado crecer a través de Ella.
Gracias, Mis pequeños.


Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mi Padre os ha anunciado la Purificación del Universo entero, la eliminación de todas las almas que prefirieron la puerta ancha, la puerta del pecado, la puerta de la maldad, la puerta que no admite la Fe.

Hijitos Míos, cuando estuve en la Tierra predicando, guiando, amándoos, Yo conviví con el hombre y, ciertamente, como Dios os conocía perfectamente y conocía vuestra forma de ser, pero, Mi Padre Me pidió estar entre vosotros, para que tuvierais un Ejemplo de Vida, un patrón de Vida Perfecta, que os mostré Yo, como Dios y que lo viví como Hombre, un patrón Perfecto de Virtud, de Amor, de Convivencia, aún de trabajo, haciendo Mi trabajo lo más perfecto posible y cobrando lo justo.

Mis pequeños, Yo, como Dios, y conociéndoos perfectamente, pude haber llegado a la Tierra y trabajar en algún lugar donde Yo Me pudiera enriquecer, como muchos ahora lo hacen, y no honestamente. Yo podría aprovechar toda Mi Sabiduría para pasarla bien entre vosotros, comprando poder por todos lados y siendo un líder, pero no bueno, sino un líder corrupto, malo, como muchos los hay en este tiempo y que siempre ha habido, porque el hombre está caído en el pecado y tiende hacia el mal, porque no lucha por el Bien.

Mi Padre, el Señor San José, llevaba un oficio sencillo y el dinero alcanzaba para vivir con lo necesario y, además, para pasar inadvertidos entre la gente. Pasé treinta años de Mi Vida, trabajando como cualquier otro, pero siempre haciendo las cosas en la perfección, viviendo honestamente, sin lujos, pero llenos de Amor, en un hogar lleno de Virtud.

A lo que voy, Mis pequeños, es que la gran mayoría de vosotros, os habéis dejado engañar por satanás; creéis que el poder que os da el comprar a vuestros hermanos, para que hagan vuestra voluntad y moverlos como queráis, o tener mucho dinero, ganado honesta o deshonestamente, para tener lujos exagerados, creéis que todo eso, os va a dar gran alegría y, ciertamente que no, porque siempre querréis más y más y llegará un momento, en que querréis algo más que ya no obtendréis y caeréis en pecados mayores, porque le querréis quitar al hermano lo que no os pertenece, pero que vosotros deseáis, en forma enfermiza, obtener.

Cuando no hay Virtud en el hogar, cuando no hay Virtud en la persona, cuando no hay virtud en vuestra vida, que, ciertamente, a la Virtud, no la compraréis a ningún precio, no podréis, sin ella, vivir en paz, en alegría, no podréis vivir en Mí, vuestro Dios, como Nosotros vivíaMos en ése Hogar de Nazaret.

Cuántas veces, una familia de escasos recursos, ciertamente, vive más unida, se siente un ambiente más bello, de paz, de armonía, de amor, de hermandad, ya que en muchos casos, en donde se tiene la opulencia, donde se vive la exageración, eso os lleva hasta a pecados graves y pleitos entre hermanos, entre parientes, entre amistades, donde, ciertamente, no es la amistad la que los une, sino los intereses monetarios.

Donde hay Virtud, estoy Yo, está vuestro Dios, estaMos en Nuestra Santísima Trinidad; está el Cielo, donde hay Virtud. Donde hay vicio, donde hay exageración, donde hay maldad, donde no hubo honestidad y honradez para obtener ésos recursos económicos, se vive la guerra, el desprecio, la grosería, la maldad, el asesinato, la muerte. Se pelean unos y otros por títulos, por riquezas, por herencias y mueren así, en faltas graves y se condenan y todo por la exageración y el buscar, solamente, los bienes terrenos, que para ellos, se vuelven su perdición.

Vosotros fuisteis creados a Imagen y Semejanza Mía, en Nuestra Santísima Trinidad, fuisteis Creados para vivir Mi Vida entre vosotros, para que fuerais otro Cristo en la Tierra y, así, convivierais como se vive en el Cielo, pero es lo que menos hacéis. Buscáis, primeramente, los valores materiales y creéis que cuando lleguéis a un límite, en donde ya aseguraréis vuestro futuro, empezaréis a pensar en lo espiritual y, no es así, Mis pequeños, ciertamente, lo material os va a absorber plenamente y no habrá lugar para Mí, en vuestra mente ni en vuestro corazón.

Vuestra vida se vuelve avariciosa, no compartís con el pobre, no ayudáis al necesitado, os burláis del que os pide, os volvéis groseros con el que no tiene para comer, los tratáis con desprecio y no os dais cuenta de que Yo, vuestro Dios, estoy en cada alma, estoy en cada pobre, estoy en cada hermano vuestro, que vosotros hacéis a un lado de vuestra vida y despreciáis, porque no queréis compartir de lo que no es vuestro, porque, de hecho Mi Padre os lo ha dado en Su Providencia Divina.

Por eso, os dije que es muy difícil, en general, entrar al Reino de los Cielos, porque tenéis que pasar por una puerta angosta y ésa puerta angosta, es la que está llena de Virtudes, llena de dolor, llena de Amor, llena de vida espiritual, para llegar al Cielo, a Mi Reino, a vuestro Hogar. Os tenéis que purificar, pero, a veces, eso os lleva toda una vida el ir eliminando de vosotros, todos los vicios y maldades que vais tomando de vuestro alrededor o que se os enseñaron desde pequeños, quizá porque vuestros padres, ya vivían así, vivían en el error, y error fuisteis absorbiendo y creciendo con él, hasta que Mi Gracia os toca y os pide regresar a Mí. Algunos aceptan el Llamado, y la gran mayoría, lo rechaza.

Esa puerta angosta, se os hace difícil a la gran mayoría de vosotros, porque tenéis que eliminar, de vosotros mismos, todo lo que os aleja de la Pureza del alma y, prácticamente, nadie, quiere luchar contra sí mismo. Preferís la vida del Mundo, que es la puerta ancha que os ofrece satanás: las desviaciones, el goce de los vicios, de la maldad, de la impureza, de todo aquello que os va a llevar a gozar, pecaminosamente, de vuestro cuerpo, de vuestra moralidad y va a arrastrar vuestra alma hacia el pecado. Ésa puerta ancha, os va a llevar a la perdición eterna.

En la mayoría de los casos, preferís gozar lo que estáis palpando, lo que estáis tocando, lo que vuestros sentidos viven; y la Fe, hacia todo lo que Yo os dejé de Enseñanza en la Tierra, no la consideráis. No hay Fe para vosotros, no es parte de vosotros, vivís y perseguís lo que vuestros sentidos pueden gozar y alcanzar. La Fe, no tiene significado para la gran mayoría de vosotros y, por eso, son tantas las almas que se pierden, porque no hay Fe en vosotros que os lleve por el camino de la Verdad y de la seguridad eterna.

¡Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños! ¡Conviví entre los hombres, os Enseñé el camino seguro para llegar al Reino de los Cielos y ni lo tomáis en cuenta! ¡Cuánta necedad del hombre! ¡Cuánta ceguera espiritual! ¡Cuánto Dolor Me causáis!

Ciertamente, volvería a Morir por vosotros, pero veo que es inútil, vuestra mente y vuestro corazón, están cerrados a Mi Amor, por eso, Mi Padre os ha anunciado la Purificación del Universo entero, la eliminación de todas las almas que prefirieron la puerta ancha, la puerta del pecado,  la puerta de la maldad, la puerta que no admite la Fe.

Vosotros, los que Me amáis, los que Me seguís, los que creéis, en Fe, todo lo que Yo os dejé, seguidMe, seguid adelante, Soy el Buen Pastor y ya estoy entre vosotros, juntando al rebaño que subsistirá, que ganará los Nuevos Cielos y las Nuevas Tierras Prometidas, seguidMe, estoy en vuestro corazón.

Vosotros, ciertamente, escucháis Mi Voz, estáis Conmigo, ya no escucháis las voces del Mundo, ya no os importan los bienes materiales, ya no necesitáis las riquezas, ya no buscáis los vicios y todo aquello que endulza vuestros sentidos.

Vosotros, ya aprendisteis a gozar el Amor de vuestro Dios y aprendisteis a vivir en las Virtudes y gozáis en ello. Las vivís, las transmitís y vais haciendo un ambiente de paz a vuestro alrededor y, al hacerlo así, Mis pequeños, Yo estoy Presente, porque Yo Soy la Paz, Yo Soy el Amor, Yo soy vuestro Dios que os vino a traer el Cielo a la Tierra, Soy vuestro Salvador, Soy vuestro Jesús, Soy vuestro Dios, que Me di por cada uno de vosotros para vuestra salvación y, estoy aquí, entre vosotros, ya voy abriendo las Puertas de la Tierra Prometida, falta poco, Mis pequeños, seguid viviendo en  Fe, en Virtudes y en Amor, alegraos, sois Mi rebaño, sois el resto fiel, sois Míos.
Gracias, Mis pequeños.


Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Vosotros, los que estáis Conmigo, vivid para alegrarMe, vivid para mostrarMe que, lo que hizo Mi Hijo por vosotros, sí sirvió para mover vuestra alma hacia el Bien, hacia la Verdad, hacia el Amor.

Hijitos Míos, os he dicho que la Purificación, se va a dar en forma muy diferente a lo que vosotros os imagináis.

Vosotros, los que estáis Conmigo, ya os expliqué que debéis vivir en Fe. La Fe, os protege plenamente y, ¿cómo es esto, Mis pequeños? ¿A qué le teméis en los acontecimientos?, ¿a perder vuestra vida?, Yo os la puedo regresar, ¿a perder vuestros bienes?, ¿acaso, ellos os ayudan en vuestra salvación eterna?, ¿a qué más le teméis, Mis pequeños, a la Purificación?, ¿a que no tengáis un techo que os proteja contra las inclemencias del tiempo? Yo Soy vuestro Señor y Dios y Yo proveeré lo que necesitéis, si vais a ser escogidos, para permanecer después de los acontecimientos, Mis pequeños.

Yo estoy siempre con aquellos que Me llaman, pero no con aquellos que, ciertamente, Me llaman solamente por conveniencia. Yo estoy con aquellos que Me llaman para que les acompañe a vivir en Mi Amor, para compartirlo con vuestros hermanos, para ser ejemplo de vida, en Virtud, hacia todos aquellos que prefieren vivir deshonestamente.

En las Sagradas Escrituras, se os dice que ¿acaso a los animales del campo les falta techo o alimento?, no, no les hace falta, porque Yo les protejo y les doy todo lo que necesitan y, también se os dice ¿Qué no valéis vosotros, acaso, más que los animalitos del campo?, ciertamente que sí, entonces, ¿por qué dudáis?, ¿acaso creéis que Yo no velaré por vosotros? u os sentís no merecedores de Mi Gracia y de Mis Cuidados.

Tened cuidado con esto, Mis pequeños, porque entonces, estaríais faltando a la Fe.El que vive en Fe, vive buscando lo Mío, vive buscando cómo servirMe, cómo alegrarMe, cómo reparar. El que no vive en Fe, busca solamente lo suyo, no busca el darMe momentos de alegría y hacerMe olvidar tantos pecados, tanta maldad, tantos errores que Me llegan del Mundo al Cielo.

Vosotros, los que estáis Conmigo, vivid para alegrarMe, vivid para mostrarMe que, lo que hizo Mi Hijo por vosotros, sí sirvió para mover vuestra alma hacia el Bien, hacia la Verdad, hacia el Amor.

MostradMe, Mis pequeños, que, para vosotros, toda la Donación de Mi Hijo no fue inútil y, vosotros, agradecidos por Su Donación, ése agradecimiento llegará a Mí.

Soy vuestro Padre y, como a un padre de la Tierra, también Me gusta que Me agradezcan lo que Mi Hijo hizo por vosotros. Si un hijo vuestro hace un bien a alguien y ésas personas quedan contentas, con la actuación de vuestro hijo, el padre se alegra y Yo, Me alegro con vuestra alegría, con vuestro crecimiento espiritual y, sobre todo, Me alegro porque os apartáis del enemigo malo, que os trata de convencer de vivir en el gusto de las pasiones desordenadas, de la sensualidad y de todo aquello que pueda hacer gozar vuestro cuerpo, que es lo que va obscureciendo a vuestra alma.

Cuando vosotros, Mis pequeños, despreciáis lo que satanás os ofrece, por más agradable que parezca, Me dais un gusto enorme, porque estoy viendo a Mi Hijo en vosotros.

Gracias, Mis pequeños, porque tomasteis para vosotros, lo que Mi Hijo os Enseñó y os volvéis otros Cristos, otros hijos Míos, que también regresarán al Reino de los Cielos, a tomar el lugar que dejasteis para bajar a servirMe. Recibid Mis Bendiciones, recibid Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.

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