Rosario vespertino.
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros, Me dais con amor vuestras acciones y os las agradezco; cuando estéis Conmigo, en el Reino de los Cielos, comprenderéis cuánto Amor tengo por vosotros y gozaréis infinitamente Mi Amor, porque estaréis ya, plenamente, en Mí y entenderéis lo que Yo hice por vosotros, durante vuestro tiempo en la Tierra.
Hijitos Míos, respondo a vuestra inquietud. Cuando Yo os digo que Me doy en pleno, es así, Mis pequeños, Me doy en totalidad por cada uno de vosotros, porque tengo ése Poder de hacerlo. Cada uno de vosotros es como si fuerais el único sobre la Tierra, os cuido perfectamente, a cada uno de vosotros, os conozco hasta en lo más íntimo. Yo os creé, Mis pequeños, y lo hice con todo Mi Amor. Me doy en pleno, porque Soy vuestro Creador, vosotros no podríais subsistir ni física ni espiritualmente, si Yo no os estuviera cuidando, en todo momento, de los ataques de satanás quien os rodea continuamente.
Me doy en pleno, porque cada uno de vosotros sois para Mí, el hijo perfecto. Ciertamente, vosotros tenéis el libre albedrío, falláis y Me podéis dar la espalda, pero Yo os creé perfectos. Aún vuestros mismos científicos no pueden crear, no son dioses, tratan de dar vida, pero ésa vida no es correcta.
Yo Soy vuestro Dios y conozco perfectamente todo, puesto que Soy Creador, mientras tanto, vuestros científicos, van adivinando y todavía no llegan a un término, porque no Me preguntan, porque no están Conmigo, porque no se dejan guiar por Mí. La soberbia los aparta de Mí, quieren hacer todo por ellos mismos, con sus capacidades caídas por el Pecado Original y, de esta forma, si ellos no aceptan su pequeñez, su incapacidad de entendimiento y se hacen pequeños y se hacen humildes, nunca van a alcanzar a llegar a Mí, porque el que es soberbio, no ve para arriba, solamente ve para abajo, no acepta que haya un Ser Superior a ellos, que ése Soy Yo. Ellos, se sienten superiores y nunca voltean hacia Mí para que les ayude a alcanzar la Verdad que están buscando en los diferentes campos de la ciencia en los que están.
Vosotros, ciertamente, por vuestras ocupaciones, no os dais por completo, os tenéis que dar por la familia, por el trabajo, por tantas y tantas cosas, que el mismo hombre ha inventado y os distraéis demasiado, pero Me amáis y, para Mí, cuenta mucho, Mis pequeños, que tengáis tiempecitos a lo largo del día en que estéis Conmigo, en que Me ofrezcáis vuestras pequeñas cosas o grandes cosas que hagáis, que, cuando dudéis, volteéis a Mí y Me pidáis la Sabiduría, para decidir hacia dónde ir.
Ciertamente, vuestra entrega hacia Mí, no es continua como la Mía, pero estáis Conmigo, y no os apartáis de Mí. Me alegra el que no Me neguéis, que os mantengáis fieles a lo que Yo os pido, a que os mantengáis fieles a Mis Mandamientos, hacia donde os llevo, que es la Perfección, os cuesta trabajo, pero os mantenéis luchando.
Ésa, es una gran entrega, no será total, pero es vuestra lucha de día a día, que tratáis de mejorar y tratáis, a veces, difícilmente, de dejar el pecado y todo aquello que pueda dañar vuestra alma, pero para estar Conmigo y ser mejores.
Yo comprendo que Me digáis que no os dais por completo, pero Soy vuestro Padre, Soy comprensivo y amoroso o acaso, ¿vosotros no abrazaríais a vuestros pequeños de un año, de dos años o tres, que apenas están yendo a la escuela, que están haciendo sus pininos y tratan de hacer un dibujito o una escultura de plastilina? Vosotros sabéis que no son perfectos, pero vuestro hijito os los lleva con cariño y os los entrega, ¿lo vais a regañar porque ésas obras no son perfectas?, no, ¿verdad?, lo abrazaréis, lo llenaréis de besos, le agradeceréis, porque os los está dando con todo su amor.
Vosotros, Me dais con amor vuestras acciones y os las agradezco; cuando estéis Conmigo, en el Reino de los Cielos, comprenderéis cuánto Amor tengo por vosotros y gozaréis infinitamente Mi Amor, porque estaréis ya, plenamente, en Mí y entenderéis lo que Yo hice por vosotros, durante vuestro tiempo en la Tierra.
Dejaos mover por Mí, Mis pequeños, dejad que Mi Amor os llene y lo podáis transmitir a vuestros hermanos, dejad que Mi Vida esté en vosotros, sed instrumentos fieles de Mi Amor, y no os preocupéis por ésas pequeñeces, dadMe vuestro amor y dádselo a vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: La Fe, hace milagros y, el primer milagro y más grande, lo hace en vosotros, en vosotros mismos, Mis pequeños, porque empezáis a recibir Mis Bendiciones, porque creéis en Mí y Me gozáis grandemente en vuestro interior, no Me veis, pero sabéis que os amo y que estoy con vosotros.
(Lenguas…) Hijitos Míos, las almas que están Conmigo, que comparten Mi Pensamiento, que comparten Mi Amor, que respetan Mis Mandamientos y lo que Yo os pido para que os conservéis en Gracia, tienen un poder muy grande sobre Mí. Sí, Mis pequeños, así como lo escucháis, vosotros tenéis un poder muy grande sobre Mí, porque vuestras peticiones van en la misma línea de Mi Pensamiento y de Mi Amor.
Cuando vosotros Me pedís algo, es porque estáis haciendo Mi Voluntad, es porque estáis manifestando Mis Pensamientos, Mis Deseos, es porque estáis amando, como Yo amo. Por eso tenéis un poder muy grande sobre Mí, porque queréis lo que Yo quiero y, cuando alguno de vosotros Me pedís algo, con estos requisitos Divinos, Yo os los concedo y, muchas veces, serán milagros los que se darán por vuestras peticiones, porque estáis viviéndoMe en vosotros, estáis sintiendo Mi Alegría, pero también estáis sintiendo Mis Penas, Mi Dolor cuando las almas no están actuando en el Bien.
Os volvéis uno en Mí, os volveMos Unidad y es a lo que deben tender las almas.Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador, todo ha salido de Mí y todo tiene que regresar a Mí y, cuando estáis actuando así, estáis ya viviendo ése regreso a Mí y, por eso, Yo no os puedo negar nada, porque sois parte de Mí.
Vosotros sois una elongación de Mi Amor y de Mis Deseos y, eso, es lo que deseo de cada uno de vosotros. Cuando Mi Hijo os pidió: “amaos los unos a los otros”, es lo que quiero, Mis pequeños, que os estéis amando con Mi Amor, que os estéis respetando como Yo os respeto, que os ayudéis y os guíes unos a otros con los Deseos que hay en Mi Corazón.
Imaginad un Mundo así, Mis pequeños, en donde se viva plenamente Mi Amor, donde actuéis según Mis Deseos de Amor. Ciertamente, mantendréis vuestra personalidad, porque os he creado a todos diferentes, pero, todos, bajo un mismo deseo de estar en Mí, de vivirMe, de transmitirMe, de gozarMe. El alma que aprende a hacer esto, que vive plenamente en Mí, es un alma gozosa, es un alma que vive el Cielo en la Tierra, es un alma que Me da inmensas alegrías, es un alma llena de Mi Amor y Yo Me reflejo en ésa alma, y ésa alma hace mucho por sus hermanos.
Ciertamente, las almas que están en el Cielo, cubren todas ésas expectativas, porque ya están Conmigo, pero un alma que está todavía viviendo en Fe, vale más, porque no Me ha visto. Ciertamente, Me siente, Me intuye, Me goza, pero sin verMe, por eso, os he dicho que la Fe es muy fuerte, es muy grande, muy poderosa cuando actuáis a través de ella, porque creéis sin ver.
La Fe, hace milagros y el primer milagro y más grande, lo hace en vosotros, en vosotros mismos, Mis pequeños, porque empezáis a recibir Mis Bendiciones, porque creéis en Mí y Me gozáis grandemente en vuestro interior, no Me veis, pero sabéis que os amo y que estoy con vosotros y ya, con ése simple hecho, vosotros gozáis inmensamente. Cuando estéis Conmigo, cuando regreséis al Reino de los Cielos, vuestro gozo va a ser inmensamente más grande que el de las almas que ya están Conmigo, porque creísteis grandemente en Fe, y muchas de ellas creyeron, grandemente, hasta que estuvieron Conmigo.
Seguid pues, Mis pequeños, ésa vida en Fe que lleváis, amadMe de corazón, aunque no Me veáis y llevadMe a vuestros hermanos, con todo vuestro corazón, para que también ellos, aprendan a amarMe inmensamente en Fe.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Todos aquellos que os habéis consagrado a Mi Hija, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, seréis protegidos por Ella contra las acechanzas de satanás, no os podrá vencer satanás, puesto que ya le pertenecéis a Mi Hija.
Hijitos Míos, Yo Creé a Mi Hija, la Siempre Virgen María, para que, vosotros, tuvierais a Quien acercaros con más confianza. Así lo hacéis en lo humano, generalmente, os acercáis más a vuestra madre para obtener los favores de vuestro padre.
El hecho de haberLa Creado, primeramente, fue para que de Ella Naciera Mi Hijo Jesucristo, el Salvador; para que tuvierais ése Ejemplo de Familia, la vida de Hogar, ésa vida de Amor entre esposos y cuidarais luego, con un gran Amor, a vuestro hijo o hijos.
Vosotros, en general, vais aprendiendo con el ejemplo. Desde que sois pequeñitos tomáis de vuestro alrededor el conocimiento, y qué mejor Ejemplo que el que os dio la Familia Celestial, Mi Hijo Jesucristo, Mi Hija, la Siempre Virgen María y el Señor San José, Varón Justo, a quien le di Gracias Infinitas, y que tuvo el honor, por su Pureza y Santidad, de ser el esposo de Mi Hija, la Siempre Virgen María y el padre terreno de Mi Hijo Jesucristo el Salvador.
Mi Hija, la Siempre Virgen María, Ejemplo de todas las Virtudes en su máxima expresión y, especialmente, la de la Humildad. Os dije, en el Misterio anterior, que cuando un alma entra en Mí, se vuelve una Conmigo; el Amor es lo más grande que puede tener un alma, pero, un alma, no puede llegar a obtener todas estas Virtudes, con las que Yo os puedo regalar, si no hay la Virtud principal, que esté actuando fuertemente en vosotros, que es la Humildad. Ella es la llave que os abre la puerta de todas Mis Gracias y Bendiciones. El alma humilde, al alma sencilla, recibe todas Mis Bendiciones, porque se sabe necesitada de Mí.
No fue el caso, ciertamente, de Mi Hija, la Siempre Virgen María, puesto que a Ella, en Nuestra Santísima Trinidad, la dotaMos de todas las Virtudes en su máxima expresión, entre ellas, obviamente, la Humildad y, Ella, utilizando la Humildad, todavía se ganó más Nuestro Beneplácito, porque, teniendo las Virtudes en su máxima expresión, podía haber, sido, prácticamente, como Dios, como Yo, y no lo quiso en ningún momento. Mi Hijo, ciertamente, no Creado, también con las Gracias y Mis Bendiciones en su máxima expresión, al Ser Engendrado, ciertamente, es superior a Mi Hija la Siempre Virgen María, porque, es parte, plenamente de Mí, y del Espíritu Santo; pero Mi Hija, la Siempre Virgen María, teniendo ésas capacidades Divinas, Se quiso hacer Pequeñita, no quiso actuar en autonomía, que, ciertamente, se Le dio; quiso seguir sirviendo a Su Dios, en Mí, en Mi Santísima Trinidad y, al hacerse Pequeñita, como os dije, se ganó mayormente Nuestro Beneplácito y a Ella Le concedeMos todo lo que Nos pide, porque Ella Vive, plenamente, en Nosotros.
¡Cuánta Belleza! ¡Cuánta Dulzura! ¡Cuánto Amor en Ella! Pobres hermanos vuestros, a los que ha engañado satanás y que los ha alejado de Su Protección y de Sus Cuidados. Satanás no puede nada contra Ella, y aquellos que La siguen, que La aman de corazón, son almas predestinadas a la salvación. ¿Cuántas veces no os comparan a vosotros con vuestra madre?, porque de ella tomáis su forma de ser, su forma de actuar, su forma de hablar, sus virtudes, el amor hacia los demás, sus enseñanzas; las enseñanzas de vuestra madre, hacen mella en vuestro corazón, para siempre.
¿Qué no va a hacer, pues, el Amor de Mi Hija, la Siempre Virgen María, en aquellos que Le quieren seguir y amarla de corazón?, son almas predestinadas. Puesto que La tratáis de seguir, de igualar, se vuelve Modelo de Virtudes, y los que estáis llenos de Su Amor, La buscáis, para ser como Ella y, con ése deseo, vais creciendo en perfección y, por ello, os vais ganando el Cielo, porque os vais pareciendo a Mi Hija, La Llena de Virtudes, La Llena de Amor, La Llena de Dios.
Satanás, Le tiene miedo y, por eso, estos son tiempos de Mi Hija, Quien vencerá a las Potencias Infernales. Todos aquellos que os habéis consagrado a Mi Hija, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, seréis protegidos por Ella contra las acechanzas de satanás, no os podrá vencer satanás, puesto que ya le pertenecéis a Mi Hija.
Poned, Mis pequeños, a toda la humanidad, bajo el resguardo de Mi Hija, la Siempre Virgen María, para que Ella os proteja, a todos vosotros, contra los ataques de satanás. Juntos, unidos a Ella, venceréis a satanás y a todos sus secuaces, a todos aquellos que se han vuelto seguidores de satanás.
Estando con Ella, Mis pequeños, estáis asegurando vuestra salvación eterna, pero, sobre todo, estaréis gozando Mi Amor en Ella, Mis Virtudes y Bendiciones, con que La he dotado y que vosotros Le pedís que os conceda y, ciertamente, Ella intercede por vosotros ante Mí, para que las obtengáis.
Ella es la Gran intercesora de todas las almas, son tiempos de María Santísima en la Tierra y en el Universo entero. Su Sencillez, Su Humildad, Su Pureza, Su Donación, Su Pequeñez, Le dará el triunfo sobre las fuerzas de satanás y, Ella, Me entregará, a Mí, vuestro Padre, a través de Mi Hijo, el Triunfo, el Triunfo de Su Corazón Inmaculado sobre las fuerzas de satanás y la salvación de las almas que se hayan acercado a Ella y que hayan buscado crecer a través de Ella.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mi Padre os ha anunciado la Purificación del Universo entero, la eliminación de todas las almas que prefirieron la puerta ancha, la puerta del pecado, la puerta de la maldad, la puerta que no admite la Fe.
Hijitos Míos, cuando estuve en la Tierra predicando, guiando, amándoos, Yo conviví con el hombre y, ciertamente, como Dios os conocía perfectamente y conocía vuestra forma de ser, pero, Mi Padre Me pidió estar entre vosotros, para que tuvierais un Ejemplo de Vida, un patrón de Vida Perfecta, que os mostré Yo, como Dios y que lo viví como Hombre, un patrón Perfecto de Virtud, de Amor, de Convivencia, aún de trabajo, haciendo Mi trabajo lo más perfecto posible y cobrando lo justo.
Mis pequeños, Yo, como Dios, y conociéndoos perfectamente, pude haber llegado a la Tierra y trabajar en algún lugar donde Yo Me pudiera enriquecer, como muchos ahora lo hacen, y no honestamente. Yo podría aprovechar toda Mi Sabiduría para pasarla bien entre vosotros, comprando poder por todos lados y siendo un líder, pero no bueno, sino un líder corrupto, malo, como muchos los hay en este tiempo y que siempre ha habido, porque el hombre está caído en el pecado y tiende hacia el mal, porque no lucha por el Bien.
Mi Padre, el Señor San José, llevaba un oficio sencillo y el dinero alcanzaba para vivir con lo necesario y, además, para pasar inadvertidos entre la gente. Pasé treinta años de Mi Vida, trabajando como cualquier otro, pero siempre haciendo las cosas en la perfección, viviendo honestamente, sin lujos, pero llenos de Amor, en un hogar lleno de Virtud.
A lo que voy, Mis pequeños, es que la gran mayoría de vosotros, os habéis dejado engañar por satanás; creéis que el poder que os da el comprar a vuestros hermanos, para que hagan vuestra voluntad y moverlos como queráis, o tener mucho dinero, ganado honesta o deshonestamente, para tener lujos exagerados, creéis que todo eso, os va a dar gran alegría y, ciertamente que no, porque siempre querréis más y más y llegará un momento, en que querréis algo más que ya no obtendréis y caeréis en pecados mayores, porque le querréis quitar al hermano lo que no os pertenece, pero que vosotros deseáis, en forma enfermiza, obtener.
Cuando no hay Virtud en el hogar, cuando no hay Virtud en la persona, cuando no hay virtud en vuestra vida, que, ciertamente, a la Virtud, no la compraréis a ningún precio, no podréis, sin ella, vivir en paz, en alegría, no podréis vivir en Mí, vuestro Dios, como Nosotros vivíaMos en ése Hogar de Nazaret.
Cuántas veces, una familia de escasos recursos, ciertamente, vive más unida, se siente un ambiente más bello, de paz, de armonía, de amor, de hermandad, ya que en muchos casos, en donde se tiene la opulencia, donde se vive la exageración, eso os lleva hasta a pecados graves y pleitos entre hermanos, entre parientes, entre amistades, donde, ciertamente, no es la amistad la que los une, sino los intereses monetarios.
Donde hay Virtud, estoy Yo, está vuestro Dios, estaMos en Nuestra Santísima Trinidad; está el Cielo, donde hay Virtud. Donde hay vicio, donde hay exageración, donde hay maldad, donde no hubo honestidad y honradez para obtener ésos recursos económicos, se vive la guerra, el desprecio, la grosería, la maldad, el asesinato, la muerte. Se pelean unos y otros por títulos, por riquezas, por herencias y mueren así, en faltas graves y se condenan y todo por la exageración y el buscar, solamente, los bienes terrenos, que para ellos, se vuelven su perdición.
Vosotros fuisteis creados a Imagen y Semejanza Mía, en Nuestra Santísima Trinidad, fuisteis Creados para vivir Mi Vida entre vosotros, para que fuerais otro Cristo en la Tierra y, así, convivierais como se vive en el Cielo, pero es lo que menos hacéis. Buscáis, primeramente, los valores materiales y creéis que cuando lleguéis a un límite, en donde ya aseguraréis vuestro futuro, empezaréis a pensar en lo espiritual y, no es así, Mis pequeños, ciertamente, lo material os va a absorber plenamente y no habrá lugar para Mí, en vuestra mente ni en vuestro corazón.
Vuestra vida se vuelve avariciosa, no compartís con el pobre, no ayudáis al necesitado, os burláis del que os pide, os volvéis groseros con el que no tiene para comer, los tratáis con desprecio y no os dais cuenta de que Yo, vuestro Dios, estoy en cada alma, estoy en cada pobre, estoy en cada hermano vuestro, que vosotros hacéis a un lado de vuestra vida y despreciáis, porque no queréis compartir de lo que no es vuestro, porque, de hecho Mi Padre os lo ha dado en Su Providencia Divina.
Por eso, os dije que es muy difícil, en general, entrar al Reino de los Cielos, porque tenéis que pasar por una puerta angosta y ésa puerta angosta, es la que está llena de Virtudes, llena de dolor, llena de Amor, llena de vida espiritual, para llegar al Cielo, a Mi Reino, a vuestro Hogar. Os tenéis que purificar, pero, a veces, eso os lleva toda una vida el ir eliminando de vosotros, todos los vicios y maldades que vais tomando de vuestro alrededor o que se os enseñaron desde pequeños, quizá porque vuestros padres, ya vivían así, vivían en el error, y error fuisteis absorbiendo y creciendo con él, hasta que Mi Gracia os toca y os pide regresar a Mí. Algunos aceptan el Llamado, y la gran mayoría, lo rechaza.
Esa puerta angosta, se os hace difícil a la gran mayoría de vosotros, porque tenéis que eliminar, de vosotros mismos, todo lo que os aleja de la Pureza del alma y, prácticamente, nadie, quiere luchar contra sí mismo. Preferís la vida del Mundo, que es la puerta ancha que os ofrece satanás: las desviaciones, el goce de los vicios, de la maldad, de la impureza, de todo aquello que os va a llevar a gozar, pecaminosamente, de vuestro cuerpo, de vuestra moralidad y va a arrastrar vuestra alma hacia el pecado. Ésa puerta ancha, os va a llevar a la perdición eterna.
En la mayoría de los casos, preferís gozar lo que estáis palpando, lo que estáis tocando, lo que vuestros sentidos viven; y la Fe, hacia todo lo que Yo os dejé de Enseñanza en la Tierra, no la consideráis. No hay Fe para vosotros, no es parte de vosotros, vivís y perseguís lo que vuestros sentidos pueden gozar y alcanzar. La Fe, no tiene significado para la gran mayoría de vosotros y, por eso, son tantas las almas que se pierden, porque no hay Fe en vosotros que os lleve por el camino de la Verdad y de la seguridad eterna.
¡Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños! ¡Conviví entre los hombres, os Enseñé el camino seguro para llegar al Reino de los Cielos y ni lo tomáis en cuenta! ¡Cuánta necedad del hombre! ¡Cuánta ceguera espiritual! ¡Cuánto Dolor Me causáis!
Ciertamente, volvería a Morir por vosotros, pero veo que es inútil, vuestra mente y vuestro corazón, están cerrados a Mi Amor, por eso, Mi Padre os ha anunciado la Purificación del Universo entero, la eliminación de todas las almas que prefirieron la puerta ancha, la puerta del pecado, la puerta de la maldad, la puerta que no admite la Fe.
Vosotros, los que Me amáis, los que Me seguís, los que creéis, en Fe, todo lo que Yo os dejé, seguidMe, seguid adelante, Soy el Buen Pastor y ya estoy entre vosotros, juntando al rebaño que subsistirá, que ganará los Nuevos Cielos y las Nuevas Tierras Prometidas, seguidMe, estoy en vuestro corazón.
Vosotros, ciertamente, escucháis Mi Voz, estáis Conmigo, ya no escucháis las voces del Mundo, ya no os importan los bienes materiales, ya no necesitáis las riquezas, ya no buscáis los vicios y todo aquello que endulza vuestros sentidos.
Vosotros, ya aprendisteis a gozar el Amor de vuestro Dios y aprendisteis a vivir en las Virtudes y gozáis en ello. Las vivís, las transmitís y vais haciendo un ambiente de paz a vuestro alrededor y, al hacerlo así, Mis pequeños, Yo estoy Presente, porque Yo Soy la Paz, Yo Soy el Amor, Yo soy vuestro Dios que os vino a traer el Cielo a la Tierra, Soy vuestro Salvador, Soy vuestro Jesús, Soy vuestro Dios, que Me di por cada uno de vosotros para vuestra salvación y, estoy aquí, entre vosotros, ya voy abriendo las Puertas de la Tierra Prometida, falta poco, Mis pequeños, seguid viviendo en Fe, en Virtudes y en Amor, alegraos, sois Mi rebaño, sois el resto fiel, sois Míos.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros, los que estáis Conmigo, vivid para alegrarMe, vivid para mostrarMe que, lo que hizo Mi Hijo por vosotros, sí sirvió para mover vuestra alma hacia el Bien, hacia la Verdad, hacia el Amor.
Hijitos Míos, os he dicho que la Purificación, se va a dar en forma muy diferente a lo que vosotros os imagináis.
Vosotros, los que estáis Conmigo, ya os expliqué que debéis vivir en Fe. La Fe, os protege plenamente y, ¿cómo es esto, Mis pequeños? ¿A qué le teméis en los acontecimientos?, ¿a perder vuestra vida?, Yo os la puedo regresar, ¿a perder vuestros bienes?, ¿acaso, ellos os ayudan en vuestra salvación eterna?, ¿a qué más le teméis, Mis pequeños, a la Purificación?, ¿a que no tengáis un techo que os proteja contra las inclemencias del tiempo? Yo Soy vuestro Señor y Dios y Yo proveeré lo que necesitéis, si vais a ser escogidos, para permanecer después de los acontecimientos, Mis pequeños.
Yo estoy siempre con aquellos que Me llaman, pero no con aquellos que, ciertamente, Me llaman solamente por conveniencia. Yo estoy con aquellos que Me llaman para que les acompañe a vivir en Mi Amor, para compartirlo con vuestros hermanos, para ser ejemplo de vida, en Virtud, hacia todos aquellos que prefieren vivir deshonestamente.
En las Sagradas Escrituras, se os dice que ¿acaso a los animales del campo les falta techo o alimento?, no, no les hace falta, porque Yo les protejo y les doy todo lo que necesitan y, también se os dice ¿Qué no valéis vosotros, acaso, más que los animalitos del campo?, ciertamente que sí, entonces, ¿por qué dudáis?, ¿acaso creéis que Yo no velaré por vosotros? u os sentís no merecedores de Mi Gracia y de Mis Cuidados.
Tened cuidado con esto, Mis pequeños, porque entonces, estaríais faltando a la Fe.El que vive en Fe, vive buscando lo Mío, vive buscando cómo servirMe, cómo alegrarMe, cómo reparar. El que no vive en Fe, busca solamente lo suyo, no busca el darMe momentos de alegría y hacerMe olvidar tantos pecados, tanta maldad, tantos errores que Me llegan del Mundo al Cielo.
Vosotros, los que estáis Conmigo, vivid para alegrarMe, vivid para mostrarMe que, lo que hizo Mi Hijo por vosotros, sí sirvió para mover vuestra alma hacia el Bien, hacia la Verdad, hacia el Amor.
MostradMe, Mis pequeños, que, para vosotros, toda la Donación de Mi Hijo no fue inútil y, vosotros, agradecidos por Su Donación, ése agradecimiento llegará a Mí.
Soy vuestro Padre y, como a un padre de la Tierra, también Me gusta que Me agradezcan lo que Mi Hijo hizo por vosotros. Si un hijo vuestro hace un bien a alguien y ésas personas quedan contentas, con la actuación de vuestro hijo, el padre se alegra y Yo, Me alegro con vuestra alegría, con vuestro crecimiento espiritual y, sobre todo, Me alegro porque os apartáis del enemigo malo, que os trata de convencer de vivir en el gusto de las pasiones desordenadas, de la sensualidad y de todo aquello que pueda hacer gozar vuestro cuerpo, que es lo que va obscureciendo a vuestra alma.
Cuando vosotros, Mis pequeños, despreciáis lo que satanás os ofrece, por más agradable que parezca, Me dais un gusto enorme, porque estoy viendo a Mi Hijo en vosotros.
Gracias, Mis pequeños, porque tomasteis para vosotros, lo que Mi Hijo os Enseñó y os volvéis otros Cristos, otros hijos Míos, que también regresarán al Reino de los Cielos, a tomar el lugar que dejasteis para bajar a servirMe. Recibid Mis Bendiciones, recibid Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.
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martes, 16 de agosto de 2016
Jul 26_16 Poned a toda la humanidad, bajo el resguardo de Mi Hija, la Siempre Virgen María.
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