martes, 26 de abril de 2016

Mzo 10_16 Estáis viviendo en la noche obscura espiritual de la humanidad.

Mzo 10_16 Estáis viviendo en la noche obscura espiritual de la humanidad.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Mi Corazón arde de Amor por cada uno de vosotros y más en estos tiempos, en que por el hecho de que estáis viviendo los últimos tiempos, satanás no quiere perder la batalla y se llevará a muchas almas; contáis con Mi Gracia, pero ¿la utilizaréis?
  • Temeos a vosotros mismos, temed a vuestra soberbia, satanás no va a tener compasión de vosotros, Yo sí, Mis pequeños, pero tenéis que tener una actitud más humilde, más sencilla y pedir Mi ayuda.
  • Vuestra purificación se acerca, estáis ya a las puertas, esto no se debió de haber dado, si vosotros hubierais sido realmente hijos Míos, que hubierais querido crecer y vivir más una vida profunda de amor.
  • Necesito de vosotros, necesito de vuestra sencillez, de vuestra obediencia. Falta poco, el gran cambio se acerca, Mis pequeños, Yo necesito pequeñitos obedientes, para que Yo os pueda tomar como verdaderos instrumentos.
  • Os he pedido que cada noche lo toméis como un Juicio particular, que os enfrentéis a Mí, vuestro Dios, que seáis honestos y que esto os sirva, no para reprenderos, sino para que crezcáis en humildad y con ganas de crecer en el Bien.



Mensaje de Dios Padre a J. V.


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Mi Corazón arde de Amor por cada uno de vosotros y más en estos tiempos, en que por el hecho de que estáis viviendo los últimos tiempos, satanás no quiere perder la batalla y se llevará a muchas almas; contáis con Mi Gracia, pero ¿la utilizaréis?

Hijitos Míos, una vida os di, esa vida Me la debéis entregar de regreso; os di una vida nueva, para que trabajarais para Mí, aquí en la Tierra, una vida que la debíais haber llenado con méritos, con amor, con obras buenas, una vida para que pudierais regresar al Reino de los Cielos, en vuestro Juicio, y que Yo Me sintiera orgulloso de haberos mandado a la Tierra a ayudarMe en la conversión y salvación de las almas.

Una bella tarea os di a cada uno de vosotros, en eso se resume vuestra vida en la Tierraamar y salvar almas. Esa es la vida de toda alma, la salvación de vuestros hermanos; ¡cuánto se desperdicia! y, muchas veces, en lugar de salvar almas, perdéis hasta la vuestra y es lo que sucede con tantos de vuestros hermanos.

Venís a la Tierra a servirMe y termináis muertos a la Gracia, muertos al amor que debisteis haber dado, porque no os llenasteis de él ni lo disteis a vuestros hermanos. ¡Cuánta tristeza Me dan infinidad de almas! Cómo ellas no se nutren de Mi Amor y, además, terminan condenadas por no tener cuidado de su alma. Ciertamente, la primer alma que debéis proteger y salvar, es la vuestra y no lo hacéis.

Cuántas almas viven vacías de Mi Gracia y de Mi Amor, muchas de ellas, os he dicho, que hasta se vuelven instrumentos de satanás.

¡Qué tristeza Me dais, Mis pequeños, con todo esto que os digo! Tenéis un lugar en el Reino de los Cielos. Estáis trabajando para el Creador del Universo.

Os regalo Bendiciones inmensas, que muchas almas quisieran tener; contáis con tantas cosas positivas para vuestra alma, para vuestra salvación, para salvación de muchos y las desperdiciáis.

Mi Amor, tan valioso, tan necesario para vuestro crecimiento y lo hacéis a un lado, preferís lo inútil para vuestro crecimiento espiritual. La lucha está empezando, lucha de poderes que iréis sintiendo cada vez más fuertes. Ahora es cuando empezaréis a ver las potencias de satanás.

Tenéis que alimentaros de Mi Gracia, de la oración, de la vida Sacramental. Ciertamente, os iré protegiendo, iréis viendo cómo muchas almas irán cayendo, pero aunque estas almas pierdan la vida del cuerpo, no pierden la Gracia del alma. Esto es importantísimo, Mis pequeños, que lo entendáis y de vosotros depende que muchas almas se salven.

Cuando vosotros pedís por alguien, ésas Bendiciones también llegan a vosotros por vuestra intercesión. Este es un bien muy grande que concedo a las almas, ya que mientras más veis por vuestros hermanos, todo ése bien se os regresa y estáis protegidos contra los ataques de satanás. Ciertamente, sus ataques se irán incrementando en fuerza y en cantidad, pero Yo también os iré protegiendo, para que salgáis adelante de ésas pruebas.

Soy vuestro Padre y vuestro Dios, Mi Amor es lo mejor para vosotros y de hecho, lo tenéis, pero no lo utilizáis, Yo Vivo en cada uno de vosotros.

Venid pues, Mis pequeños a Mi ardiente Corazón, Mi Corazón arde de Amor por cada uno de vosotros y más en estos tiempos, en que por el hecho de que estáis viviendo los últimos tiempos, satanás no quiere perder la batalla y se llevará a muchas almas; contáis con Mi Gracia, pero ¿la utilizaréis? No desperdiciéis lo que os doy, Mis pequeños, os protejo en estos momentos difíciles, pero, también, os tengo que advertir que las potencias de satanás se van a incrementar y si no estáis junto a Mí, ciertamente, por vosotros mismos no podréis defenderos, necesitáis de Mí. No desperdiciéis todo el Amor que derramo por cada uno de vosotros, aprovechadlo, no solamente para vosotros, aprovechadlo para la salvación de las almas de los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Temeos a vosotros mismos, temed a vuestra soberbia, satanás no va a tener compasión de vosotros, Yo sí, Mis pequeños, pero tenéis que tener una actitud más humilde, más sencilla y pedir Mi ayuda.

Hijitos Míos, cuando os he dicho que estos son tiempos para hacer milagros y que son tiempos, también, para que pidáis exageradamente, con esto os estoy dando a entender que los ataques que tendréis de satanás, serán muy fuertes y, si no estáis preparados, podríais sucumbir a sus ataques.

Os gusta, a veces, bromear con estas situaciones que son serias para Mí. Os gusta minimizar los acontecimientos y burlaros del poder satánico, de esta forma, vosotros mismos perdéis, porque al minimizar y al burlaros del enemigo, vosotros no os protegéis, os sentís superiores, sentís que podéis terminarlo o podríamos decir, exterminarlo fácilmente y no es así, Mis pequeños.

Tenéis que ser conscientes de la situación que estáis viviendo. Sí, hay maldad a vuestro alrededor, en algunos lugares, maldad muy fuerte, maldad satánica, brutalidad entre hermanos, eso viene de satanás. Hermanos vuestros que viven más gravemente esta situación de los ataques de satanás contra ellos. Mis hijos, se dan cuenta de la realidad espiritual que están viviendo y ellos no se burlan ni minimizan el poder satánico, saben contra quien están luchando y se protegen con todo lo que Yo os he dado.

Tenéis que ser más sabios e inteligentes y tomar la situación que estáis viviendo más en serio, es una guerra espiritual real y muy fuerte, donde podéis perder vuestra vida espiritual eternamente.

Yo, como Padre vuestro, os aviso, os prevengo, os ayudo, para que podáis luchar contra las fuerzas de satanás, sois Mis instrumentos y os necesito para la gran lucha. Tengo necesidad de vosotros para que salvéis, tanto vuestra vida como la de muchos de vuestros hermanos, pero no tomáis toda esta vida en serio, muy pocos son los que se dan cuenta de la realidad espiritual que estáis viviendo.

¿Cuántos de vosotros os perderéis? ¿Cuántos Me daréis la espalda en los momentos difíciles? Preguntaos esto, Mis pequeños y protegeos. Mientras sigáis bromeando, mientras no toméis los acontecimientos en serio, fácilmente os va a exterminar satanás; él no tiene compasión de las almas, quiere destruir todo lo que Yo he creado, porque Yo amo todo lo que he Creado, especialmente a vosotros, que sois Mis hijos.

El salvarse tiene un precio y un trabajo, ¿podréis sacar adelante vuestra vida y la de vuestros hermanos? ¿Estáis preparados para ello? ¿Creéis poder luchar solos y no necesitar de Mi ayuda y la del Cielo? Si vuestra respuesta es afirmativa, posiblemente os podáis condenar por vuestra soberbia, por vuestra falta de Sabiduría. Temeos a vosotros mismos, temed a vuestra soberbia, satanás no va a tener compasión de vosotros, Yo sí, Mis pequeños, pero tenéis que tener una actitud más humilde, más sencilla y pedir Mi ayuda.

Sois creaturitas, no sois ángeles que están más preparados, en potencias, para la lucha y para la vida en la Gracia. Vosotros tenéis muchas deficiencias, especialmente espirituales y, específicamente, en Fe, si no os acercáis a Mí, pidiendo Mi ayuda, os repito, fácilmente satanás os va a destruir.

Estoy con vosotros, os voy a ayudar a salir adelante, sois Mis instrumentos, pero mientras más pequeños os hagáis, más posibilidades tengo Yo de ayudaros.

Orad, entrad en vuestro corazón, pedid Mi ayuda, para que entendáis cómo os debéis mover en estos tiempos. No os sintáis prepotentes, sentíos como realmente sois, pequeñitos e indefensos y, así, Yo, como Padre vuestro, os podré ayudar y os podré salvar.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Vuestra purificación se acerca, estáis ya a las puertas, esto no se debió de haber dado, si vosotros hubierais sido realmente hijos Míos, que hubierais querido crecer y vivir más una vida profunda de amor.
Hijitos, hace tiempo os dije que así como se fuera acercando el tiempo de los acontecimientos más fuertes, las cloacas de todos los secretos humanos, en donde, ciertamente, satanás está actuando, se iban a abrir e ibais a conocer cómo satanás ha trabajado con el hombre y todo lo que estaba escondido se iba a develar.

Pedid Mi Gracia, Mis pequeños, para poder soportar la realidad espiritual que os rodea y os estaba afectando inmensamente. Conoceréis la problemática satánica dentro de la Iglesia, dentro de los gobiernos de la Tierra, cómo os han movido a vosotros, como sociedad, cómo se han ido aprovechando de vosotros estas potencias y os han ido disminuyendo, en lugar de ayudaros a crecer y ser individuos de potencias espirituales altísimas.

Satanás os ha aplastado, no os ha dejado crecer, no estáis viviendo como debierais ya vivir a los niveles a donde Yo os he querido levantar. Satanás es el príncipe de éste Mundo y, ciertamente, todo está afectado por él. Pudisteis haber crecido si os hubierais abocado a buscar vuestra espiritualidad y dejar más las cosas del Mundo.

Las capacidades que les di a vuestro Primeros Padres, eran inmensas. Si os he dicho que eran los reyes de la Creación, que eran ellos lo más perfecto que creé, si comparáis lo que eran, a lo que sois vosotros, sois una caricatura de la perfección que ellos tuvieron en un Principio.

Todo esto os lo digo, Mis pequeños, porque después de todo lo que Yo os he dado y, especialmente la Vida de Mi Hijo, debierais haber crecido y debierais haber recuperado una buena parte de la perfección en la que fueron creados vuestros Primeros Padres, pero satanás os siguió engañando y os siguió llevando por caminos en donde vosotros os sentíais a gusto, cuando, realmente, no estabais creciendo en lo espiritual y, aún en lo humano, sino todo lo contrario, ibais disminuyendo cada vez más y, si realmente sois sabios y honestos, podéis ver cómo la humanidad se mueve como en un estercolero; vuestra vida, da asco. Y disculpen que os hable así, no estáis viviendo en la vida espiritual en la que Yo os creé y que debisteis haber buscado.

Cada uno de vosotros podéis hacer vuestro propio juicio, sed honestos con vosotros mismos, ¿acaso habéis seguido fielmente Mis Leyes, Mis Mandamientos, los habéis cumplido a la perfección? ¡No! ¿Habéis seguido las Enseñanzas de Mi Hijo a la perfección? Tampoco. ¿Crecisteis, os sentís que lleváis una vida santa o de ejemplo? Tampoco es así.

Os he dado mucho, he buscado el cuidaros y llevaros a la perfección a la que Yo quería que crecierais, pero no pusisteis de vuestra parte. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy el Perfecto y Mi Hijo os lo pidió, “sean perfectos, como Mi Padre es Perfecto” y ¿qué hicisteis? Os conformabais, pero con servir a satanás, no a Mí. Os conformabais con ser medianamente buenos, pero no perfectos.

Yo Soy, Fuente de Vida, Soy Fuente de Perfección y muchas veces os lo he dicho, que de Mí, podíais tomar lo que quisierais para lograr esa perfección en vosotros y ayudar, con ella, a vuestros hermanos, pero ¿qué hicisteis?, prácticamente nada. No os interesaron Mis Palabras, no os interesó vivir en la perfección, os aburre ya hablar de Mí y vivir en Mí; os he protegido tanto contra los ataques de satanás. Por eso, vuestra purificación se acerca, estáis ya a las puertas, esto no se debió de haber dado, si vosotros hubierais sido realmente hijos Míos, que hubierais querido crecer y vivir más una vida profunda de amor. Mi Hijo os pidió que os amaráis los unos a los otros, ¿dónde está ése amor entre vosotros? Tampoco lo seguisteis.

Ciertamente, perdono vuestros errores y os ayudo a crecer y a regresar a Mí, pero la purificación la necesitaréis, pocas almas pasarán la prueba y, de ahí, un Nuevo Mundo construiré.

Me da tanto dolor, Mis pequeños, y que esto os sirva de lección a vosotros y las generaciones futuras de cómo os debéis comportar con lo que Yo pido a Mis hijos, a Mis creaturas, a vosotros, que os creé, con todo Mi Amor. Aceptad, pues, la Purificación, primeramente, por el dolor que Me habéis causado porque Yo os traté con Amor, os creé con Amor os he cuidado con tanto Amor y vosotros no habéis pagado de la misma forma, y aceptad, también, esta Purificación, para que tenga compasión de vosotros, que os podáis salvar, que podáis vivir Conmigo eternamente. Os amo, os creé para amaros, y vosotros, ¿también Me necesitáis, como Yo os necesito?
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Necesito de vosotros, necesito de vuestra sencillez, de vuestra obediencia. Falta poco, el gran cambio se acerca, Mis pequeños, Yo necesito pequeñitos obedientes, para que Yo os pueda tomar como verdaderos instrumentos.

Hijitos Míos, en las Escrituras podéis leer el pasaje, cuando voy con Mis apóstoles, que Me acerco a una higuera y quiero tomar de ella un fruto y no encuentro en ella ese fruto y la trato de destruir, porque no tiene frutos y Me dicen que no, que le dé otra oportunidad.

No os imagináis, Mis pequeños, cuántas oportunidades os he dado a cada uno de vosotros. Si fuera el Dios del Antiguo Testamento, ése Dios en el que muchos Me ven duro, cruel, ¿cuántos de vosotros viviríais en estos momentos, si Me comportara así, duro, rígido, con lo que Yo os he mandado que hicierais y que vosotros no habéis cumplido? ¿Cuántos frutos habéis dado, como para que pudierais mantener vuestra vida activa? ¿Realmente dais frutos o Me causáis dolores con vuestros pecados, con vuestras maldades? ¿Realmente sois almas de las cuales Yo Me pueda congratular, que pueda Yo presumiros, que pueda estar a gusto con vuestra vida en la Tierra, porque estáis dando mucho fruto? ¿Estáis viviendo Mi Amor y lo estáis dando a vuestros hermanos?

Cada uno de vosotros conoce la respuesta, si Yo os tratara como Juez Severo, ¿en dónde estaríais ahora cada uno de vosotros?, ¿estaríais vivos?, ¿habría respetado vuestra vida, porque sí estáis trabajando para Mí o ya hubiera arrancado vuestra vida de este mundo y os hubiera aventado ya al fuego eterno, porque en lugar de dar frutos, causasteis la muerte espiritual a muchos de vuestros hermanos, con vuestro mal ejemplo, con vuestras malas acciones?

Vosotros conocéis la respuesta y muchos de vosotros debierais estar ya en el fuego eterno, pero Soy Amor, Soy un Dios de Perdón, Soy un Dios Paciente, Soy Todo Bondad, os creé para vivir, no para destruiros, sino para daros otra oportunidad.

Siempre voy a estar cuidando de vosotros y voy a tener paciencia con vosotros. Oportunidades, tendréis muchas, el perdón lo tendréis continuamente, siempre os lo voy a dar. Yo quiero vuestra salvación, entended que sois Mis instrumentos, necesito de vosotros para levantar a este Mundo de la maldad en la que vive. Ciertamente, Yo lo podría hacer sin vosotros, pero sois parte de Mí y quiero que vosotros compartáis el triunfo, el triunfo de Mi Amor, del Amor Divino que vive en vosotros. Quiero que le mostréis a satanás, como, siendo unas creaturitas pequeñas, podéis destruir su soberbia, su orgullo, su maldad, con vuestra obediencia a Mí, vuestro Dios.

Por eso sois tan necesarios para la Obra de la Salvación: cómo la pequeñez va a destruir su maldad, porque se siente grande, y empezando con la Pequeñez de Mi Hija, la Siempre Virgen María y la de vosotros, Sus hijos. Destruiréis ésa maldad con la que tanto os ha atacado y con la que os quiere destruir eternamente. El Amor, junto con vuestra obediencia y vuestra sencillez, va a dar el triunfo a vuestras almas y a las de vuestros hermanos. Os uniréis al Triunfo de Mi Hijo, Jesucristo, viviréis unidos en Su Amor y, así, el poder de satanás será encadenado.

Necesito de vosotros, necesito de vuestra sencillez, de vuestra obediencia. Falta poco, el gran cambio se acerca, Mis pequeños, Yo necesito pequeñitos obedientes, para que Yo os pueda tomar como verdaderos instrumentos.

Ved lo que hizo Moisés, los portentos que pude hacer a través de él. Estáis llamados a eso, Mis pequeños, Yo puedo hacer eso y más y, así os lo dije en las Sagradas Escrituras, vais a hacer lo que Mi Hijo hizo y más, pero no por soberbia, sino por obediencia y amor hacia Mí y por el bien de vuestro hermanos. Unidos todos en amor, en obediencia, en Fe, lograreMos el triunfo de Mi Amor sobre la maldad de satanás.

El triunfo es Mío y lo compartiré con vosotros y eso os dará un gozo eterno, Mis pequeños. Os he creado para este tiempo, para que podáis gozar eternamente este momento en el cual, cada uno de vosotros, Me estáis ayudando y Me ayudaréis; sois una generación triunfadora.

DadMe las gracias por esto, Mis pequeños, porque estáis viviendo en estos tiempos de cambio, de triunfo de Mi Amor sobre las fuerzas del mal y del principio de una nueva generación de Amor. Gozad pues, Mis pequeños, desde ahora, vuestro triunfo, porque estáis Conmigo, que Soy vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños. 

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Os he pedido que cada noche lo toméis como un Juicio particular, que os enfrentéis a Mí, vuestro Dios, que seáis honestos y que esto os sirva, no para reprenderos, sino para que crezcáis en humildad y con ganas de crecer en el Bien.

Hijitos Míos, después de la noche sigue el día, estáis viviendo en las tinieblas espirituales, estáis viviendo en la noche obscura espiritual de la humanidad, estáis viviendo, prácticamente, ésos días obscuros de muerte, en los que Mi Hijo Murió en la Cruz, pero luego Resucitó, para daros Vida.

Ahora estáis viviendo una obscuridad espiritual tremenda, cada quien, prácticamente vive su propia espiritualidad, por nombrarlo así, porque muchos de vuestros hermanos llevan una espiritualidad muy diferente a lo que se os ha enseñado en las Sagradas Escrituras.

La obscuridad espiritual que cada uno de vosotros traéis, os va llevando por diferentes caminos.

Los que traéis una espiritualidad verdadera, bella, que fue lo que Yo os he dado en Mi Santísima Trinidad, estáis dando frutos, frutos de vida, con vuestro ejemplo, con vuestras palabras, con vuestras oraciones. Otros, que se han dejado engañar por satanás y que han tomado diferentes corrientes espirituales, no dan fruto. Muchos viven para su propio egoísmo, se llenan de soberbia, porque buscan el llenarse de poderes o capacidades superiores al resto de sus hermanos y, en la mayoría de los casos, es satanás el que está atrás de todo eso, de ésas vidas de aparente espiritualidad, en donde el engaño a donde han caído, los está llevando a la perdición.

Yo, vuestro Dios, os he dado lo sencillo, que es el Amor y el Amor conlleva a la paz entre los hombres, a una vida fraterna, a una vida de ayuda entre unos y otros y, todo lo que se salga de esto, no puede venir de Mí. Yo elevo a las almas en una forma sencilla, pero inmensa, Yo Me he dado por cada uno de vosotros y lo visteis en la Presencia de Mi Hijo Jesucristo entre vosotros, Soy Yo en Él, Él en Mí, Somos Uno sólo, junto con el Espíritu Santo. Mi Donación en Él, es total y Él, hacia vosotros, fue total, aquél que no se da por sus hermanos, aquél que no busca el bien del hermano, no lleva amor en su corazón. Esto lo podéis ver todos los días, entre toda la gente que veis a vuestro alrededor, o con la que tratáis, cuántos no llevan amor.

Tanta maldad en el corazón del hombre, que hace difíciles las relaciones humanas y todo porque no hay Caridad en vuestra forma de ser hacia vuestros hermanos. No hay amor en vuestras relaciones humanas, no hay respeto, no hay cariño, no hay crecimiento espiritual. Este ya no es un Mundo de amor, es la selva, el más fuerte contra el más pequeño. Ya no buscáis el bienestar del hermano, buscáis aprovecharos del hermano no os importa cómo lo dejéis después: abatido, destrozado, vacío, lo importante es vuestro ser. Os veis a vosotros mismos, queréis tener más y no importa a quién le quitáis para tener más, y no compartís de lo que tenéis ni de lo espiritual ni de lo material. Vida de consumismo, vida de desigualdades, de injusticias, de maldad, de falsedad, de mentira, de odios.

Al final del día, ¿qué Me podéis presentar? Estaréis orgullosos de ofrecerMe cosas buenas que hicisteis a vuestros hermanos, con las capacidades que Yo os di o no querréis ni verMe ni pensar en Mí, sabiendo que os remuerde vuestra conciencia, por el mal que hicisteis durante el día y que no Me podéis ofrecer algo bueno.

Ahora tenéis todavía oportunidad de arrepentiros y confesar vuestros pecados, de reparar. Ciertamente, os he pedido que cada noche lo toméis como un Juicio particular, que os enfrentéis a Mí, vuestro Dios, que seáis honestos y que esto os sirva, no para reprenderos, sino para que crezcáis en humildad y con ganas de crecer en el Bien. Os quiero perfectos, os lo vuelvo a repetir, y esto solamente lo lograréis en la honestidad de vuestro ser.

Si no lo habéis hecho, empezad, Mis pequeños, para que día a día, al enfrentaros a Mí cada noche, antes de dormir, podáis ir mejorando, ir presentándoMe cada día, una mejora en vuestra actuación en la Tierra hacia vuestros hermanos y, así, os preparéis para el encuentro final y que, ése encuentro final, sea de alegría en que Me podáis ofrecer, muchas, muchas cosas buenas, aunque, ciertamente, algo malo habrá, por vuestras imperfecciones naturales, pero, con ése deseo de perfección, fácilmente olvidaré Yo, ésas imperfecciones, para daros entrada rápida al Reino de los Cielos. Quiero almas santas, almas buenas, almas que busquen su perfección, pedídMelo y Yo estaré ahí para ayudaros.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

miércoles, 20 de abril de 2016

Mzo 08_16 Si no sabéis cómo amarMe, os repito, acercaos a Mí y Yo os enseñaré, Soy el Amor Absoluto.

Rosario vespertino


Temas: 

  • La Paz absoluta es Divina, es Celestial y vosotros estáis llamados a ello, a vivir la Paz aquí en la Tierra, porque, la Paz, sólo la pueden obtener aquellos que están Conmigo.  
  • Vivid pues lo que os quede de vivir, para amarMe y para reparar vuestra vida de pecado anterior, hay lugar para todos en el Reino de los Cielos.
  • Volved, os repito, a las Sagradas Escrituras, llenaos de la Sabiduría Divina, un Nuevo Mundo se acerca, Mis pequeños, para aquellos que han dejado que ésa Sabiduría os transforme.
  • Ayudad pues, con vuestra oración, a vuestros hermanos día a día, a que salgan infinidad de almas del Purgatorio y ésa alegría que les daréis a las almas que ayudasteis a salir, os transformarán también a vosotros, es una realidad, que viviréis, ayudadles y ellos os ayudarán después.
  • Venid, Mis pequeños, apartaos del mal que habéis escogido toda vuestra vida, toda vuestra existencia, una existencia de error y de pecado, tenéis ése derecho, porque sois Mis hijos, os podéis arrepentir de ése mal y buscar el Bien al que os llamo, vuestro Reino es Mi Reino, sois Mis hijos, lo Mío es vuestro, venid, Mis pequeños, venid, os amo.


Mensaje de Dios Padre Nuestro Señor Jesucristo la Santísima Virgen María a J. V. 


Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo
Sobre: La Paz absoluta es Divina, es Celestial y vosotros estáis llamados a ello, a vivir la Paz aquí en la Tierra, porque, la Paz, sólo la pueden obtener aquellos que están Conmigo.  

La Paz sea con vosotros, Mis pequeños, así Me presentaba Yo, en aquellos hogares en donde esperaban Mi Presencia, cuando estuve en la Tierra predicando lo que Mi Padre Me pidió darles, para que siguieran Mis Enseñanzas, el Conocimiento de Mis Obras y de esta forma, alcanzarais vuestra santificación.

Mis pequeños, el deseo que trae esta frase, es grandísimo, es poderosísimo. Si vosotros meditáis con el corazón, entenderéis lo que esta frase significa. “La Paz sea con vosotros”, es un deseo Divino, porque vosotros, aquí en la Tierra, difícilmente podéis encontrar la Paz, la Paz, que Yo, vuestro Dios Jesucristo, deseaba que tuvierais y que tuvieran vuestros hermanos.

La Paz absoluta es Divina, es Celestial y vosotros estáis llamados a ello, a vivir la Paz aquí en la Tierra, porque, la Paz, sólo la pueden obtener aquellos que están Conmigo. Todos vosotros necesitáis de la Paz, de la Paz que solamente puede venir del Reino de los Cielos. Yo os vine a traer el Reino, os vine a compartir lo que se vive en los Cielos, empezando con la Paz.

Ahora podéis ver cómo la gente, a vuestro alrededor, está atribulada. Sufre de tantas cosas, miedos, ataques, temores de toda índole. Vivís con presiones, con tensiones, corréis, no os detenéis algunos momentos a meditar cómo va vuestra vida. No hay momentos para Mí, vuestro Dios, en los que os detengáis y, como dicen las Escrituras, entréis a vuestra recámara, cerréis la puerta y ahí, solos, podamos platicar. Ya no tenéis tiempo para eso, Mis pequeños, habéis perdido la paz, Mi Paz y la paz del Mundo y sólo cuando estéis Conmigo, podréis alcanzar la Paz del Cielo.

Sí, Mis pequeños, vivís corriendo, no tenéis paz para poder meditar en Mis Misterios, en Mi Amor, en Mis Enseñanzas, en Mi Sabiduría. Todo esto y más os dejé Mis pequeños, en Mis Ejemplos, en Mis Milagros, todo, todo lo que Yo hice para la gente de aquél tiempo y que está en las Sagradas Escrituras. Quedó como Ejemplo para vosotros, para que, estudiando, meditando, entrando en vuestro corazón, junto Conmigo, Yo os pudiera enseñar lo que enseñé a vuestros hermanos en aquél tiempo.

Debéis de tomaros momentos de paz y, como os dije, en el silencio de vuestra habitación, entrar en vuestro corazón. Os debéis dejar mover por Mí, por Mi Santo Espíritu, para que vosotros empecéis a crecer espiritualmente, meditando Mi Vida y comparándola con la vuestra.

Si vivís atribulados, meditad como Yo lo hacía, porque Yo vivía en Paz, vivía con Mi Padre, en Mi Corazón y vosotros debéis hacer lo mismo.

Si vivís atribulados, no pensáis correctamente, debéis estar en completa paz, para llevar a cabo vuestra tarea, vuestra misión en la Tierra.

Mis pequeños, la Paz debe estar con vosotros para que vosotros también la transmitáis a  vuestros hermanos. Sois mensajeros Míos, sois mensajeros de Mi Paz y de Mi Amor. Si os he pedido ser otros Cristos, eso es lo primero que debéis mostrar a vuestros hermanos, la Paz que Yo tenía, el Amor que daba a vuestros hermanos, la Sabiduría Divina que movía corazones, tantas y tantas cosas muy bellas.

Entended, pues, Mis pequeños, que si queréis vivir más unidos a Mí, os debéis tomar un tiempo todos los días y dármelo, compartiéndolo Conmigo, meditando vuestra vida, compartiendo Conmigo vuestros éxitos, poniéndoMe también vuestros fracasos, para que, con Sabiduría Santa, con Mi Consejo, os vayáis perfeccionando; pero, sobre todo, lo que debéis buscar más al estar Conmigo, es el obtener Mi Paz y eso, solamente lo obtendréis en la oración, unidos en lo profundo y siendo honestos con vosotros mismos.

Si no tenéis Paz, es porque no estáis confiados a Mí plenamente, dudáis que Yo pueda resolver todos vuestros problemas. Aquellas almas que viven en Paz, son aquellas que se dejan mover como niños pequeños. Los niños pequeños confían plenamente en sus padres, y la Paz está en ellos, en Mis pequeñitos o, ¿cuándo habéis visto a un pequeño atribulado por las preocupaciones de la vida? Ellos confían en sus padres, en que les puedan resolver todo. 

Vosotros, ciertamente, habéis crecido ya, os sentís sabios, inteligentes, capaces de muchas cosas, pero atribulados; ya no tenéis Paz, la habéis perdido. 

Meditad todo esto, Mis pequeños, os estoy invitando al encuentro nuevamente, vosotros Conmigo, para llevaros a la profundidad de Mi Corazón y ahí alcanzaréis la Paz que tanto necesitáis cada uno de vosotros, la que necesita el Mundo entero y el Universo entero, Mis pequeños. Por ahora, os deseo la Paz, la Paz quede con vosotros y dejad que Mi Paz inunde todo vuestro ser.
Gracias, Mis pequeños. 

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vivid pues lo que os quede de vivir, para amarMe y para reparar vuestra vida de pecado anterior, hay lugar para todos en el Reino de los Cielos.

Hijitos Míos, satanás quisiera la eliminación de todas las almas de la Tierra y del Universo entero, una aniquilación total, además que os condenarais, también, y perdierais vuestro derecho al Reino de los Cielos.

Ciertamente, estáis viviendo momentos difíciles y lo estáis sintiendo; estáis sintiendo la maldad de satanás a vuestro alrededor, lo veis en el actuar de vuestros hermanos, lo veis en su libertinaje, también en ellos. Los valores, las Virtudes, todo se va perdiendo, ¿no os dais acaso cuenta, que se están ya dando más fuertemente los hechos que os están anunciando el cambio que tendréis?

Todo esto lo voy anunciando alrededor del Mundo y en el Universo, para que os preparéis, pero hay infinidad de almas que están dormidas, que no quieren darse cuenta de la realidad. Han creado su propia realidad por conveniencia, para no preocuparse, para tratar de tapar con un dedo Mi Realidad Divina, pero, aún a pesar de que así lo quieran, Yo voy a poner todas las posibilidades para vuestra conversión y salvación.

Mis pequeños, estos tiempos difíciles que estáis viviendo, también serán de Vida para muchas almas. A pesar de que se vengan desastres gravísimos, las almas, muchas de ellas, se salvarán. Sí, Mis pequeños, muchas almas se salvarán al ver los desastres naturales que se irán dando a vuestro alrededor, porque se arrepentirán.

Tiene que venir el cambio, un cambio favorable, un cambio en donde los que están Conmigo, lo gozarán y los que no están Conmigo, se querrán esconder bajo las piedras, como dicen las Escrituras.

Ahora, en estos momentos, vuestra Fe os dice que existo y que vendré. Os juzgaré, ciertamente, pero en el momento que Me presente ante vosotros, ya no va a ser la Fe, ya va a ser la realidad, será Mi Presencia entre vosotros y, al verMe, las almas malas no sabrán dónde esconderse. Aquellos que Me han negado, aquellos que Me han atacado, aquellos que no quieren vivir Conmigo, aquellos que no Me quieren transmitir a sus hermanos, aquellos que han blasfemado Mi Santo Nombre, aquellos que le han quitado la Fe, el Amor a los pequeños, con sus malos tratos, con sus malas enseñanzas, con una vida de error, de maldad, de traición a Mi Amor, estas almas sufrirán con Mi Presencia. Lo que para algunos será un éxtasis de Amor, para los malos será tremendo el verMe, será aterrador, porque saben lo que tienen en su corazón y sabrán, en ése momento, cómo desprecio sus pecados.

Os vuelvo a llamar a vosotros, los que estáis en contra Mía, los que no creéis en Mi Amor ni en Mi Misericordia Infinita. Aquellos que no queréis seguirMe, porque se os hace aburrido o porque os habéis llenado de la maldad de satanás y no queréis verMe ni tener compromisos Conmigo, vuestro Dios, sufriréis, sufriréis inmensamente por vuestro error. Os seguiré dando oportunidades de conversión y salvación y en vosotros está el alcanzar vuestra salvación, aceptándome en vuestro corazón.

Yo perdono vuestras faltas, perdono todos vuestros pecados, pero debéis venir arrepentidos y con un deseo grande de no volver a cometer ni el  más pequeño de los pecados que traigáis.

Os amo, os amo con un Amor que todavía no entendéis, que es inmensamente grande, que es humilde, que es sencillo.

Vivid pues lo que os quede de vivir, para amarMe y para reparar vuestra vida de pecado anterior, hay lugar para todos en el Reino de los Cielos y, ¡os pido tan poco, Mis pequeños!, o qué, ¿se os hace tan difícil amar al Amor, que Soy Yo?

PedidMe que os ayude a amarMe, porque las almas en el Cielo, Me aman y Me amarán por toda la eternidad.

Si no sabéis cómo amarMe, os repito, acercaos a Mí y Yo os enseñaré, Soy el Amor Absoluto. Vosotros, Mis pequeños, Mis hijos, no Me abandonéis ni Me hagáis a un lado, Soy vuestro Dios, Soy el Amor, Soy vuestra vida, Soy vuestra Fuente de Alimento de Vida, sin Mí, no podéis vivir, entendedlo.

Sed humildes, para que seáis grandes ahora y en el Reino de los cielos.
Gracias, Mis pequeños. 

Tercer Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Volved, os repito, a las Sagradas Escrituras, llenaos de la Sabiduría Divina, un Nuevo Mundo se acerca, Mis pequeños, para aquellos que han dejado que ésa Sabiduría os transforme.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María. Sabéis que son Mis tiempos, sabéis que Yo he de buscar a las almas para su salvación y traerlas al redil de Mi Hijo. Busco afanosamente la forma de salvar a las almas.

Ciertamente, ya no sois almas dóciles, como en tiempos pasados, necesitáis situaciones inesperadas y Divinas que se salgan totalmente de vuestras capacidades de asombro. Ciertamente, estáis acostumbrados ya, a través de los medios de comunicación, a ver muchas cosas increíbles, pero Nuestro Padre Dios sabrá mover vuestras almas a la conversión.

Soy vuestra Madre y una madre siempre va a buscar el bien por sus hijos, os habéis descarriado ya demasiado, Mis pequeños. Esta humanidad, os hemos dicho, que está peor que Sodoma y Gomorra.

El amor a Nuestro Dios, se conserva solamente en pocos corazones. 

Si Nuestro Padre Dios dejara que siguiera como va, difícilmente se salvarían las almas de muchos de vosotros.

Satanás ha ido destrozando vuestra alma poco a poco y, vosotros ni siquiera os dais cuenta de ello, simplemente, os dejáis llevar por lo que sucede a vuestro alrededor. Al haber abandonado la oración, al haber abandonado vuestros deseos de crecer espiritualmente, vuestra alma, vuestro crecimiento espiritual, ha caído inmensamente, os estáis dejando llevar por una vida fácil, una vida regalada, una vida llena de pecado.

Lo que antes eran valores que debías vosotros cultivar para estar bien ante los Ojos de Nuestro Dios, ahora no los buscáis y ni siquiera os interesáis por ellos.

Ya no hay pureza en los corazones, la maldad es casi vuestra forma de vida y satanás, astutamente, os ha llevado a ello y os hace creer que si no estáis a la defensiva, se aprovecharán de vosotros y es mejor atacar y contraatacar, en lugar de buscar la paz, la sencillez y el perdonar a vuestros hermanos que se aprovechan de vosotros.

Toda la Sabiduría la tenéis en las Sagradas Escrituras, la Sabiduría que os llevará a la santidad de vida; satanás, os ha apartado de la Sabiduría Divina y ha llevado a esta humanidad a vivir más en lo terreno que en lo Divino. Os defendéis más en lo humano, que viviendo en las Virtudes.

Ciertamente, Nuestro Padre y Nuestro Dios, tiene que detener ya todo esto, porque como dicen las Escrituras, hasta los justos se perderían si toda ésta maldad y corrupción que estáis viviendo, sigue. 

Despertad, Mis pequeños, despertad, volved a las Enseñanzas de Mi Hijo, Cristo Jesús, que os vino a salvar, vino a salvar a esta humanidad. Cuando vivía en la obscuridad, os trajo la Luz y esta humanidad volvió a regresar a las tinieblas y estáis viviendo en tinieblas y no queréis buscar la Luz de Mi Hijo nuevamente. ¿Qué os pasa, Mis pequeños?, satanás no os trae nada bueno a vuestra vida y aun así, ¿le seguís? Quiere vuestra muerte total y vosotros aun así le seguís.

Mi Hijo es Vida, Mi Hijo es Luz, Mi Hijo es Amor y fuisteis creados para ello, no para las tinieblas, que es lo que estáis viviendo ahora.

La maldad es obscuridad, los vicios, el error, el pecado, es obscuridad; la guerra entre hermanos, el  no ver por el bien de vuestros hermanos, es obscuridad. Todo lo que no os deja paz en vuestro interior, todo lo que no os dé alegría, todo lo que no os haga crecer en virtudes, en Amor, viene de satanás; satanás os encadena al mal, al pecado, a la inmoralidad, a la perversión, al robo, al ultraje.

¿Dónde está vuestro deseo de vida? ¿Dónde están vuestros deseos de superación?, nada más buscáis lo material y lo buscáis hasta en forma enfermiza y pecaminosa. Ya no os conformáis solamente con los bienes de vuestro trabajo, sino que os ingeniáis para robar a vuestro hermano lo que no es vuestro. De igual forma, los gobiernos, se aprovechan de sus ciudadanos.

Tanta maldad que hay a vuestro alrededor y no entendéis, os quejáis de ése mal, pero vosotros no cambiáis hacia ése bien, no dais ejemplo de virtud, no oráis, no atendéis a los Sacramentos que os dan Vida. 

Volved, os repito, a las Sagradas Escrituras, llenaos de la Sabiduría Divina, un Nuevo Mundo se acerca, Mis pequeños, para aquellos que han dejado que ésa Sabiduría os transforme. La nueva estirpe, el pueblo escogido, que será la vida del Nuevo Mundo, seguirán las Enseñanzas de Mi Hijo, por eso os insisto tanto. Buscad la Sabiduría Divina, preparaos, vividlas, amadlas, Mi Hijo se dio por vosotros, dio todo Su Amor porque obtuvierais una Nueva Vida, las almas que no sepan amar, no serán escogidas. Sois Mis hijos, una madre aconseja a los hijos para que obtengan el bien máximo que puedan encontrar o alcanzar en su vida, os estoy dando Consejos de una Madre llena de Amor.

El tiempo es corto y estáis sobre los acontecimientos. Vosotros mismos os iréis dando cuenta, cuando veáis los cambios que se darán en los cielos, os avisarán y espero, espero que seáis de los elegidos y os alegraréis por ello.

Mi Hijo os dijo: “amaos los unos a los otros” y Yo, como Madre vuestra os lo repito, amaos los unos a los otros y estad contentos los elegidos, porque veréis a Mi Hijo llegar de entre las nubes y cantaréis Glorias, Hosannas, al ver a vuestro Dios regresar para estar entre vosotros.

Os amo, Mis pequeños, gozad, gozad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Ayudad pues, con vuestra oración, a vuestros hermanos día a día, a que salgan infinidad de almas del Purgatorio y ésa alegría que les daréis a las almas que ayudasteis a salir, os transformarán también a vosotros, es una realidad, que viviréis, ayudadles y ellos os ayudarán después.

Hijitos Míos, Yo, como Hermano vuestro, que caminé entre los hombres, viví las maldades que el hombre puede causar, viví entre el pecado, sufrí los ataques de aquellos que luego Me asesinaron por envidia, por maldad, por falta de Fe e incredulidad. Yo, el Mesías anunciado, Me esperaban ansiosamente, sabían que ya era el tiempo para que Yo naciera, pero el hombre, siempre buscando todo para su provecho, no fui el que los dirigentes judíos esperaban que fuera. Llegué para un cambio espiritual para toda la Tierra, no para que se llenaran más los bolsillos de los bienes del Mundo.

Estáis así ahora, también, Mis pequeños, buscando solamente los bienes del Mundo, no os interesa crecer espiritualmente. El pecado sigue aumentando y todos os vais contaminando con él.

Ciertamente, todo pecado exige una reprimenda, un castigo, pero es muy diferente la forma de pensar del hombre a la Mía, vuestro Dios. Para vosotros, un pecado que sería una mala acción, que lo veis en lo social, tiene una reprimenda en la cárcel o peor aún, hasta llegar a quitarle la vida al que cometió algo grave contra alguien de su pueblo. 

La reprimenda a donde os llevo Yo, Mis pequeños, Yo la llamo purificación espiritual. Vosotros estáis en el Mundo, pero como dicen las Escrituras: “los Míos no sois del Mundo, los que Me aman pertenecen al Reino de los Cielos”. 

Todos cometéis pecados graves o menos graves, pero el castigo que Yo impongo por ellos, os llevan a vuestra purificación, a ir limpiando vuestras vestiduras, a iros preparando para entrar al Reino de los Cielos. ¿Veis la diferencia? 

Cuando estáis en el Mundo, el castigo es para causaros dolor por el mal cometido, en cambio, el castigo que Yo os impongo, os va causando alegría, porque vosotros mismos os dais cuenta de que vuestro error ha manchado vuestra alma, ha manchado vuestras vestiduras y no podréis entrar al Reino de los Cielos si vuestras vestiduras no están blancas, si no estáis preparados para amar; que en eso se resume vuestra purificación.

El Reino de los Cielos es un Reino de Amor, vosotros, al cometer pecados, al cometer faltas, se traduce en falta de amor, primeramente hacia Mí, vuestro Dios y enseguida hacia vuestro prójimo. ¿Cómo podrías entrar a un Reino de Amor, al Reino de los Cielos si no sabéis amar, si al entrar estáis manchados de maldad? Causaríais problemas en donde todos saben amar.

El alma, ella misma se juzga cuando llega ante Mí, siente Mi Amor, vive el Amor que se vive en el Reino de los Cielos y el alma siente ése amor, pero a la vez, siente todavía maldad, la maldad de los pecados que la contaminaron y el alma pide ser purificada, porque no se sentiría a gusto con ésa maldad que todavía trae en su corazón y vivir en un lugar que es puro Amor. 

Las almas se alegran de ser purificadas. Ciertamente, el Purgatorio no es un lugar agradable, ciertamente sufrís, pero sufrís porque negasteis Mi Amor, porque atacasteis a vuestros hermanos en diferentes formas, les causasteis dolor o las llenasteis de vuestra maldad. 

Pensad más en las almas de vuestros hermanos en el Purgatorio. Sufren, pero porque aman y quieren ser purificadas, para amarMe más, para amar como deben amar a sus hermanos, es un dolor que no comprendéis, pero que viviréis. Orad por ellas, porque cuando os toque a vosotros estar en el Purgatorio, si les ayudasteis a vuestros hermanos a salir de ahí, ellos os ayudarán después. Ciertamente se sufre, os repito, en la purificación, pero cuando vais alcanzando la purificación de vuestra alma, de vuestras vestiduras, os vais alegrando.

Ayudad pues, con vuestra oración, a vuestros hermanos día a día, a que salgan infinidad de almas del Purgatorio y ésa alegría que les daréis a las almas que ayudasteis a salir, os transformarán también a vosotros, es una realidad, que viviréis, ayudadles y ellos os ayudarán después.
Gracias, Mis pequeños. 

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Venid, Mis pequeños, apartaos del mal que habéis escogido toda vuestra vida, toda vuestra existencia, una existencia de error y de pecado, tenéis ése derecho, porque sois Mis hijos, os podéis arrepentir de ése mal y buscar el Bien al que os llamo, vuestro Reino es Mi Reino, sois Mis hijos, lo Mío es vuestro, venid, Mis pequeños, venid, os amo.

Hijitos Míos, vuestra vida en la Tierra, en estos momentos, es crítica. Estáis rodeados de tanto mal, que si no os unís a Mí, vuestro Dios, si no buscáis estar unidos íntimamente a Mí, a Mi Hija, al Cielo, con los Santos Ángeles, con los Santos, os podréis perder fácilmente.

Ciertamente, al mandaros a la Tierra, Yo proveí para que tuvierais protección en cuerpo y en alma. Estáis atacados continuamente por satanás y sus secuaces.

Por más que os explico esto, Mis pequeños, no entendéis la magnitud del mal que os está rodeando, especialmente porque no tenéis vida profunda espiritual. Cuando os acercáis a Mí, os empiezo a dar Conocimiento y Luces en lo que os rodea, que es la vida espiritual, buena y mala.

Ciertamente estáis viviendo una batalla espiritual desde que nacéis. Para estos tiempos, cada vez ha sido más grave, porque es el tiempo en que va a darse la Purificación y la separación del trigo y la cizaña.

Sabéis que el príncipe de este Mundo, no quiere vuestro bien y si buscáis el bien, él os ataca cada vez más, pero es peor éste tiempo porque él sabe que va a ser vencido y va a ser encadenado por un tiempo y, por eso, está utilizando todas las oportunidades posibles para llevar a esta humanidad y al Universo entero, a un caos espiritual, en donde quisiera que ninguna alma se salvara.

Sois Mis hijos y Yo os cuido, pero vosotros os escapáis de entre Mis Manos, vuestra incredulidad, vuestra falta de Fe, vuestra falta de compromiso y sobre todo, vuestra falta de previsión, os están llevando a la condenación eterna. 

Se os ha dado todo lo necesario para que os pudierais salvar y crecer espiritualmente, para que pudierais cambiar a este Mundo de mal a un Mundo de Bien, pero no habéis hecho vuestra tarea, no habéis llevado a cabo vuestra misión, que era producir Luz, o sea, amor en el Mundo.

Al deciros que debéis ser otros Cristos, era para que vosotros hicierais lo que Mi Hijo, dar muestras de que estáis Conmigo, de que estáis luchando por un Bien Supremo, que es el Amor y ¿qué habéis hecho la gran mayoría de vosotros?, prácticamente nada. Vivisteis amores, pero amores humanos, amores superfluos, amoríos que no os llevaron a la Virtud  sino al error y al pecado. No vivisteis la Caridad entre vuestros hermanos, compartiendo los bienes que Yo os di y que vosotros debíais dar gratuitamente, bienes materiales y espirituales.

Os habéis apropiado de vuestra propia vida, ciertamente es vuestra y tenéis el libre albedrío, pero las almas sabias, como muchas veces os he explicado, se pusieron a Mi servicio, Me dieron totalmente su libertad, su voluntad, su pequeño amor y Yo las engrandecí, no habéis aprendido la lección porque no hay humildad y amor en vuestro corazón.

Padeceréis vuestros errores, pero Soy vuestro Padre y vuestro Dios, Me compadezco de vosotros, os perdono si venís a Mí arrepentidos y vuestros castigos se  pueden aminorar si así lo hacéis, si venís como el Hijo Pródigo y de hecho, sois todos vosotros hijos pródigos. Estoy aquí, con los Brazos abiertos, esperando vuestro reposo espiritual, con el abrazo de Amor que os quiero dar a cada uno de vosotros. 

Venid, os necesito y vosotros necesitáis de Mí, nunca podréis encontrar un Amor como el Mío, un Amor comprensivo, un Amor de Padre que perdona todo, un Amor que solamente desea vuestro Bien, a pesar de todo el mal que habéis cometido, un Amor con el que quiero consentiros por toda la eternidad, pero necesito vuestro arrepentimiento de corazón, necesito que regreséis a Mí, vuestro lugar está en Mi Reino.

Venid, Mis pequeños, apartaos del mal que habéis escogido toda vuestra vida, toda vuestra existencia, una existencia de error y de pecado, tenéis ése derecho, porque sois Mis hijos, os podéis arrepentir de ése mal y buscar el Bien al que os llamo, vuestro Reino es Mi Reino, sois Mis hijos, lo Mío es vuestro, venid, Mis pequeños, venid, os amo.
Gracias, Mis pequeños.

FUENTE: www.diospadresemanifiesta.com