Mzo 10_16 Estáis viviendo en la noche obscura espiritual de la humanidad. |
Rosario vespertino
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Mi Corazón arde de Amor por cada uno de vosotros y más en estos tiempos, en que por el hecho de que estáis viviendo los últimos tiempos, satanás no quiere perder la batalla y se llevará a muchas almas; contáis con Mi Gracia, pero ¿la utilizaréis?
Hijitos Míos, una vida os di, esa vida Me la debéis entregar de regreso; os di una vida nueva, para que trabajarais para Mí, aquí en la Tierra, una vida que la debíais haber llenado con méritos, con amor, con obras buenas, una vida para que pudierais regresar al Reino de los Cielos, en vuestro Juicio, y que Yo Me sintiera orgulloso de haberos mandado a la Tierra a ayudarMe en la conversión y salvación de las almas.
Una bella tarea os di a cada uno de vosotros, en eso se resume vuestra vida en la Tierra, amar y salvar almas. Esa es la vida de toda alma, la salvación de vuestros hermanos; ¡cuánto se desperdicia! y, muchas veces, en lugar de salvar almas, perdéis hasta la vuestra y es lo que sucede con tantos de vuestros hermanos.
Venís a la Tierra a servirMe y termináis muertos a la Gracia, muertos al amor que debisteis haber dado, porque no os llenasteis de él ni lo disteis a vuestros hermanos. ¡Cuánta tristeza Me dan infinidad de almas! Cómo ellas no se nutren de Mi Amor y, además, terminan condenadas por no tener cuidado de su alma. Ciertamente, la primer alma que debéis proteger y salvar, es la vuestra y no lo hacéis.
Cuántas almas viven vacías de Mi Gracia y de Mi Amor, muchas de ellas, os he dicho, que hasta se vuelven instrumentos de satanás.
¡Qué tristeza Me dais, Mis pequeños, con todo esto que os digo! Tenéis un lugar en el Reino de los Cielos. Estáis trabajando para el Creador del Universo.
Os regalo Bendiciones inmensas, que muchas almas quisieran tener; contáis con tantas cosas positivas para vuestra alma, para vuestra salvación, para salvación de muchos y las desperdiciáis.
Mi Amor, tan valioso, tan necesario para vuestro crecimiento y lo hacéis a un lado, preferís lo inútil para vuestro crecimiento espiritual. La lucha está empezando, lucha de poderes que iréis sintiendo cada vez más fuertes. Ahora es cuando empezaréis a ver las potencias de satanás.
Tenéis que alimentaros de Mi Gracia, de la oración, de la vida Sacramental. Ciertamente, os iré protegiendo, iréis viendo cómo muchas almas irán cayendo, pero aunque estas almas pierdan la vida del cuerpo, no pierden la Gracia del alma. Esto es importantísimo, Mis pequeños, que lo entendáis y de vosotros depende que muchas almas se salven.
Cuando vosotros pedís por alguien, ésas Bendiciones también llegan a vosotros por vuestra intercesión. Este es un bien muy grande que concedo a las almas, ya que mientras más veis por vuestros hermanos, todo ése bien se os regresa y estáis protegidos contra los ataques de satanás. Ciertamente, sus ataques se irán incrementando en fuerza y en cantidad, pero Yo también os iré protegiendo, para que salgáis adelante de ésas pruebas.
Soy vuestro Padre y vuestro Dios, Mi Amor es lo mejor para vosotros y de hecho, lo tenéis, pero no lo utilizáis, Yo Vivo en cada uno de vosotros.
Venid pues, Mis pequeños a Mi ardiente Corazón, Mi Corazón arde de Amor por cada uno de vosotros y más en estos tiempos, en que por el hecho de que estáis viviendo los últimos tiempos, satanás no quiere perder la batalla y se llevará a muchas almas; contáis con Mi Gracia, pero ¿la utilizaréis? No desperdiciéis lo que os doy, Mis pequeños, os protejo en estos momentos difíciles, pero, también, os tengo que advertir que las potencias de satanás se van a incrementar y si no estáis junto a Mí, ciertamente, por vosotros mismos no podréis defenderos, necesitáis de Mí. No desperdiciéis todo el Amor que derramo por cada uno de vosotros, aprovechadlo, no solamente para vosotros, aprovechadlo para la salvación de las almas de los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Temeos a vosotros mismos, temed a vuestra soberbia, satanás no va a tener compasión de vosotros, Yo sí, Mis pequeños, pero tenéis que tener una actitud más humilde, más sencilla y pedir Mi ayuda.
Hijitos Míos, cuando os he dicho que estos son tiempos para hacer milagros y que son tiempos, también, para que pidáis exageradamente, con esto os estoy dando a entender que los ataques que tendréis de satanás, serán muy fuertes y, si no estáis preparados, podríais sucumbir a sus ataques.
Os gusta, a veces, bromear con estas situaciones que son serias para Mí. Os gusta minimizar los acontecimientos y burlaros del poder satánico, de esta forma, vosotros mismos perdéis, porque al minimizar y al burlaros del enemigo, vosotros no os protegéis, os sentís superiores, sentís que podéis terminarlo o podríamos decir, exterminarlo fácilmente y no es así, Mis pequeños.
Tenéis que ser conscientes de la situación que estáis viviendo. Sí, hay maldad a vuestro alrededor, en algunos lugares, maldad muy fuerte, maldad satánica, brutalidad entre hermanos, eso viene de satanás. Hermanos vuestros que viven más gravemente esta situación de los ataques de satanás contra ellos. Mis hijos, se dan cuenta de la realidad espiritual que están viviendo y ellos no se burlan ni minimizan el poder satánico, saben contra quien están luchando y se protegen con todo lo que Yo os he dado.
Tenéis que ser más sabios e inteligentes y tomar la situación que estáis viviendo más en serio, es una guerra espiritual real y muy fuerte, donde podéis perder vuestra vida espiritual eternamente.
Yo, como Padre vuestro, os aviso, os prevengo, os ayudo, para que podáis luchar contra las fuerzas de satanás, sois Mis instrumentos y os necesito para la gran lucha. Tengo necesidad de vosotros para que salvéis, tanto vuestra vida como la de muchos de vuestros hermanos, pero no tomáis toda esta vida en serio, muy pocos son los que se dan cuenta de la realidad espiritual que estáis viviendo.
¿Cuántos de vosotros os perderéis? ¿Cuántos Me daréis la espalda en los momentos difíciles? Preguntaos esto, Mis pequeños y protegeos. Mientras sigáis bromeando, mientras no toméis los acontecimientos en serio, fácilmente os va a exterminar satanás; él no tiene compasión de las almas, quiere destruir todo lo que Yo he creado, porque Yo amo todo lo que he Creado, especialmente a vosotros, que sois Mis hijos.
El salvarse tiene un precio y un trabajo, ¿podréis sacar adelante vuestra vida y la de vuestros hermanos? ¿Estáis preparados para ello? ¿Creéis poder luchar solos y no necesitar de Mi ayuda y la del Cielo? Si vuestra respuesta es afirmativa, posiblemente os podáis condenar por vuestra soberbia, por vuestra falta de Sabiduría. Temeos a vosotros mismos, temed a vuestra soberbia, satanás no va a tener compasión de vosotros, Yo sí, Mis pequeños, pero tenéis que tener una actitud más humilde, más sencilla y pedir Mi ayuda.
Sois creaturitas, no sois ángeles que están más preparados, en potencias, para la lucha y para la vida en la Gracia. Vosotros tenéis muchas deficiencias, especialmente espirituales y, específicamente, en Fe, si no os acercáis a Mí, pidiendo Mi ayuda, os repito, fácilmente satanás os va a destruir.
Estoy con vosotros, os voy a ayudar a salir adelante, sois Mis instrumentos, pero mientras más pequeños os hagáis, más posibilidades tengo Yo de ayudaros.
Orad, entrad en vuestro corazón, pedid Mi ayuda, para que entendáis cómo os debéis mover en estos tiempos. No os sintáis prepotentes, sentíos como realmente sois, pequeñitos e indefensos y, así, Yo, como Padre vuestro, os podré ayudar y os podré salvar.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vuestra purificación se acerca, estáis ya a las puertas, esto no se debió de haber dado, si vosotros hubierais sido realmente hijos Míos, que hubierais querido crecer y vivir más una vida profunda de amor.
Hijitos, hace tiempo os dije que así como se fuera acercando el tiempo de los acontecimientos más fuertes, las cloacas de todos los secretos humanos, en donde, ciertamente, satanás está actuando, se iban a abrir e ibais a conocer cómo satanás ha trabajado con el hombre y todo lo que estaba escondido se iba a develar.
Pedid Mi Gracia, Mis pequeños, para poder soportar la realidad espiritual que os rodea y os estaba afectando inmensamente. Conoceréis la problemática satánica dentro de la Iglesia, dentro de los gobiernos de la Tierra, cómo os han movido a vosotros, como sociedad, cómo se han ido aprovechando de vosotros estas potencias y os han ido disminuyendo, en lugar de ayudaros a crecer y ser individuos de potencias espirituales altísimas.
Satanás os ha aplastado, no os ha dejado crecer, no estáis viviendo como debierais ya vivir a los niveles a donde Yo os he querido levantar. Satanás es el príncipe de éste Mundo y, ciertamente, todo está afectado por él. Pudisteis haber crecido si os hubierais abocado a buscar vuestra espiritualidad y dejar más las cosas del Mundo.
Las capacidades que les di a vuestro Primeros Padres, eran inmensas. Si os he dicho que eran los reyes de la Creación, que eran ellos lo más perfecto que creé, si comparáis lo que eran, a lo que sois vosotros, sois una caricatura de la perfección que ellos tuvieron en un Principio.
Todo esto os lo digo, Mis pequeños, porque después de todo lo que Yo os he dado y, especialmente la Vida de Mi Hijo, debierais haber crecido y debierais haber recuperado una buena parte de la perfección en la que fueron creados vuestros Primeros Padres, pero satanás os siguió engañando y os siguió llevando por caminos en donde vosotros os sentíais a gusto, cuando, realmente, no estabais creciendo en lo espiritual y, aún en lo humano, sino todo lo contrario, ibais disminuyendo cada vez más y, si realmente sois sabios y honestos, podéis ver cómo la humanidad se mueve como en un estercolero; vuestra vida, da asco. Y disculpen que os hable así, no estáis viviendo en la vida espiritual en la que Yo os creé y que debisteis haber buscado.
Cada uno de vosotros podéis hacer vuestro propio juicio, sed honestos con vosotros mismos, ¿acaso habéis seguido fielmente Mis Leyes, Mis Mandamientos, los habéis cumplido a la perfección? ¡No! ¿Habéis seguido las Enseñanzas de Mi Hijo a la perfección? Tampoco. ¿Crecisteis, os sentís que lleváis una vida santa o de ejemplo? Tampoco es así.
Os he dado mucho, he buscado el cuidaros y llevaros a la perfección a la que Yo quería que crecierais, pero no pusisteis de vuestra parte. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy el Perfecto y Mi Hijo os lo pidió, “sean perfectos, como Mi Padre es Perfecto” y ¿qué hicisteis? Os conformabais, pero con servir a satanás, no a Mí. Os conformabais con ser medianamente buenos, pero no perfectos.
Yo Soy, Fuente de Vida, Soy Fuente de Perfección y muchas veces os lo he dicho, que de Mí, podíais tomar lo que quisierais para lograr esa perfección en vosotros y ayudar, con ella, a vuestros hermanos, pero ¿qué hicisteis?, prácticamente nada. No os interesaron Mis Palabras, no os interesó vivir en la perfección, os aburre ya hablar de Mí y vivir en Mí; os he protegido tanto contra los ataques de satanás. Por eso, vuestra purificación se acerca, estáis ya a las puertas, esto no se debió de haber dado, si vosotros hubierais sido realmente hijos Míos, que hubierais querido crecer y vivir más una vida profunda de amor. Mi Hijo os pidió que os amaráis los unos a los otros, ¿dónde está ése amor entre vosotros? Tampoco lo seguisteis.
Ciertamente, perdono vuestros errores y os ayudo a crecer y a regresar a Mí, pero la purificación la necesitaréis, pocas almas pasarán la prueba y, de ahí, un Nuevo Mundo construiré.
Me da tanto dolor, Mis pequeños, y que esto os sirva de lección a vosotros y las generaciones futuras de cómo os debéis comportar con lo que Yo pido a Mis hijos, a Mis creaturas, a vosotros, que os creé, con todo Mi Amor. Aceptad, pues, la Purificación, primeramente, por el dolor que Me habéis causado porque Yo os traté con Amor, os creé con Amor os he cuidado con tanto Amor y vosotros no habéis pagado de la misma forma, y aceptad, también, esta Purificación, para que tenga compasión de vosotros, que os podáis salvar, que podáis vivir Conmigo eternamente. Os amo, os creé para amaros, y vosotros, ¿también Me necesitáis, como Yo os necesito?
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Necesito de vosotros, necesito de vuestra sencillez, de vuestra obediencia. Falta poco, el gran cambio se acerca, Mis pequeños, Yo necesito pequeñitos obedientes, para que Yo os pueda tomar como verdaderos instrumentos.
Hijitos Míos, en las Escrituras podéis leer el pasaje, cuando voy con Mis apóstoles, que Me acerco a una higuera y quiero tomar de ella un fruto y no encuentro en ella ese fruto y la trato de destruir, porque no tiene frutos y Me dicen que no, que le dé otra oportunidad.
No os imagináis, Mis pequeños, cuántas oportunidades os he dado a cada uno de vosotros. Si fuera el Dios del Antiguo Testamento, ése Dios en el que muchos Me ven duro, cruel, ¿cuántos de vosotros viviríais en estos momentos, si Me comportara así, duro, rígido, con lo que Yo os he mandado que hicierais y que vosotros no habéis cumplido? ¿Cuántos frutos habéis dado, como para que pudierais mantener vuestra vida activa? ¿Realmente dais frutos o Me causáis dolores con vuestros pecados, con vuestras maldades? ¿Realmente sois almas de las cuales Yo Me pueda congratular, que pueda Yo presumiros, que pueda estar a gusto con vuestra vida en la Tierra, porque estáis dando mucho fruto? ¿Estáis viviendo Mi Amor y lo estáis dando a vuestros hermanos?
Cada uno de vosotros conoce la respuesta, si Yo os tratara como Juez Severo, ¿en dónde estaríais ahora cada uno de vosotros?, ¿estaríais vivos?, ¿habría respetado vuestra vida, porque sí estáis trabajando para Mí o ya hubiera arrancado vuestra vida de este mundo y os hubiera aventado ya al fuego eterno, porque en lugar de dar frutos, causasteis la muerte espiritual a muchos de vuestros hermanos, con vuestro mal ejemplo, con vuestras malas acciones?
Vosotros conocéis la respuesta y muchos de vosotros debierais estar ya en el fuego eterno, pero Soy Amor, Soy un Dios de Perdón, Soy un Dios Paciente, Soy Todo Bondad, os creé para vivir, no para destruiros, sino para daros otra oportunidad.
Siempre voy a estar cuidando de vosotros y voy a tener paciencia con vosotros. Oportunidades, tendréis muchas, el perdón lo tendréis continuamente, siempre os lo voy a dar. Yo quiero vuestra salvación, entended que sois Mis instrumentos, necesito de vosotros para levantar a este Mundo de la maldad en la que vive. Ciertamente, Yo lo podría hacer sin vosotros, pero sois parte de Mí y quiero que vosotros compartáis el triunfo, el triunfo de Mi Amor, del Amor Divino que vive en vosotros. Quiero que le mostréis a satanás, como, siendo unas creaturitas pequeñas, podéis destruir su soberbia, su orgullo, su maldad, con vuestra obediencia a Mí, vuestro Dios.
Por eso sois tan necesarios para la Obra de la Salvación: cómo la pequeñez va a destruir su maldad, porque se siente grande, y empezando con la Pequeñez de Mi Hija, la Siempre Virgen María y la de vosotros, Sus hijos. Destruiréis ésa maldad con la que tanto os ha atacado y con la que os quiere destruir eternamente. El Amor, junto con vuestra obediencia y vuestra sencillez, va a dar el triunfo a vuestras almas y a las de vuestros hermanos. Os uniréis al Triunfo de Mi Hijo, Jesucristo, viviréis unidos en Su Amor y, así, el poder de satanás será encadenado.
Necesito de vosotros, necesito de vuestra sencillez, de vuestra obediencia. Falta poco, el gran cambio se acerca, Mis pequeños, Yo necesito pequeñitos obedientes, para que Yo os pueda tomar como verdaderos instrumentos.
Ved lo que hizo Moisés, los portentos que pude hacer a través de él. Estáis llamados a eso, Mis pequeños, Yo puedo hacer eso y más y, así os lo dije en las Sagradas Escrituras, vais a hacer lo que Mi Hijo hizo y más, pero no por soberbia, sino por obediencia y amor hacia Mí y por el bien de vuestro hermanos. Unidos todos en amor, en obediencia, en Fe, lograreMos el triunfo de Mi Amor sobre la maldad de satanás.
El triunfo es Mío y lo compartiré con vosotros y eso os dará un gozo eterno, Mis pequeños. Os he creado para este tiempo, para que podáis gozar eternamente este momento en el cual, cada uno de vosotros, Me estáis ayudando y Me ayudaréis; sois una generación triunfadora.
DadMe las gracias por esto, Mis pequeños, porque estáis viviendo en estos tiempos de cambio, de triunfo de Mi Amor sobre las fuerzas del mal y del principio de una nueva generación de Amor. Gozad pues, Mis pequeños, desde ahora, vuestro triunfo, porque estáis Conmigo, que Soy vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os he pedido que cada noche lo toméis como un Juicio particular, que os enfrentéis a Mí, vuestro Dios, que seáis honestos y que esto os sirva, no para reprenderos, sino para que crezcáis en humildad y con ganas de crecer en el Bien.
Hijitos Míos, después de la noche sigue el día, estáis viviendo en las tinieblas espirituales, estáis viviendo en la noche obscura espiritual de la humanidad, estáis viviendo, prácticamente, ésos días obscuros de muerte, en los que Mi Hijo Murió en la Cruz, pero luego Resucitó, para daros Vida.
Ahora estáis viviendo una obscuridad espiritual tremenda, cada quien, prácticamente vive su propia espiritualidad, por nombrarlo así, porque muchos de vuestros hermanos llevan una espiritualidad muy diferente a lo que se os ha enseñado en las Sagradas Escrituras.
La obscuridad espiritual que cada uno de vosotros traéis, os va llevando por diferentes caminos.
Los que traéis una espiritualidad verdadera, bella, que fue lo que Yo os he dado en Mi Santísima Trinidad, estáis dando frutos, frutos de vida, con vuestro ejemplo, con vuestras palabras, con vuestras oraciones. Otros, que se han dejado engañar por satanás y que han tomado diferentes corrientes espirituales, no dan fruto. Muchos viven para su propio egoísmo, se llenan de soberbia, porque buscan el llenarse de poderes o capacidades superiores al resto de sus hermanos y, en la mayoría de los casos, es satanás el que está atrás de todo eso, de ésas vidas de aparente espiritualidad, en donde el engaño a donde han caído, los está llevando a la perdición.
Yo, vuestro Dios, os he dado lo sencillo, que es el Amor y el Amor conlleva a la paz entre los hombres, a una vida fraterna, a una vida de ayuda entre unos y otros y, todo lo que se salga de esto, no puede venir de Mí. Yo elevo a las almas en una forma sencilla, pero inmensa, Yo Me he dado por cada uno de vosotros y lo visteis en la Presencia de Mi Hijo Jesucristo entre vosotros, Soy Yo en Él, Él en Mí, Somos Uno sólo, junto con el Espíritu Santo. Mi Donación en Él, es total y Él, hacia vosotros, fue total, aquél que no se da por sus hermanos, aquél que no busca el bien del hermano, no lleva amor en su corazón. Esto lo podéis ver todos los días, entre toda la gente que veis a vuestro alrededor, o con la que tratáis, cuántos no llevan amor.
Tanta maldad en el corazón del hombre, que hace difíciles las relaciones humanas y todo porque no hay Caridad en vuestra forma de ser hacia vuestros hermanos. No hay amor en vuestras relaciones humanas, no hay respeto, no hay cariño, no hay crecimiento espiritual. Este ya no es un Mundo de amor, es la selva, el más fuerte contra el más pequeño. Ya no buscáis el bienestar del hermano, buscáis aprovecharos del hermano no os importa cómo lo dejéis después: abatido, destrozado, vacío, lo importante es vuestro ser. Os veis a vosotros mismos, queréis tener más y no importa a quién le quitáis para tener más, y no compartís de lo que tenéis ni de lo espiritual ni de lo material. Vida de consumismo, vida de desigualdades, de injusticias, de maldad, de falsedad, de mentira, de odios.
Al final del día, ¿qué Me podéis presentar? Estaréis orgullosos de ofrecerMe cosas buenas que hicisteis a vuestros hermanos, con las capacidades que Yo os di o no querréis ni verMe ni pensar en Mí, sabiendo que os remuerde vuestra conciencia, por el mal que hicisteis durante el día y que no Me podéis ofrecer algo bueno.
Ahora tenéis todavía oportunidad de arrepentiros y confesar vuestros pecados, de reparar. Ciertamente, os he pedido que cada noche lo toméis como un Juicio particular, que os enfrentéis a Mí, vuestro Dios, que seáis honestos y que esto os sirva, no para reprenderos, sino para que crezcáis en humildad y con ganas de crecer en el Bien. Os quiero perfectos, os lo vuelvo a repetir, y esto solamente lo lograréis en la honestidad de vuestro ser.
Si no lo habéis hecho, empezad, Mis pequeños, para que día a día, al enfrentaros a Mí cada noche, antes de dormir, podáis ir mejorando, ir presentándoMe cada día, una mejora en vuestra actuación en la Tierra hacia vuestros hermanos y, así, os preparéis para el encuentro final y que, ése encuentro final, sea de alegría en que Me podáis ofrecer, muchas, muchas cosas buenas, aunque, ciertamente, algo malo habrá, por vuestras imperfecciones naturales, pero, con ése deseo de perfección, fácilmente olvidaré Yo, ésas imperfecciones, para daros entrada rápida al Reino de los Cielos. Quiero almas santas, almas buenas, almas que busquen su perfección, pedídMelo y Yo estaré ahí para ayudaros.
Gracias, Mis pequeños.
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