domingo, 6 de marzo de 2016

Feb 04_16 PedidMe vuestro Pentecostés personal, pedidMe lo que les di a Mis primeros apóstoles.

Feb 04_16 PedidMe vuestro Pentecostés personal, pedidMe lo que les di a Mis primeros apóstoles.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino.


Temas:

  • Gozad, ya desde ahora, esta Promesa que os estoy haciendo y que se dará, Mis pequeños, se dará, son tiempos bellos después de la gran tribulación, tiempos que el hombre no ha vivido antes.
  • En la espiritualidad madura, en la espiritualidad adulta, aprendéis a dar y es cuando el hombre tiene que decir: “aquí estoy Padre, ¿en qué te puedo servir?”, estos son tiempos de servicio, Mis pequeños, ya debéis olvidar ésa espiritualidad infantil.
  • Estáis llamados, Mis pequeños, a producir milagros, os lo he dicho antes, ahora preguntaos ¿por qué no habéis hecho los milagros que vuestros hermanos necesitan a través vuestro? ¿Os falta Fe u os falta amor o ambas cosas?
  • Por las que estoy pidiendo que oréis, son aquellas almas que en su niñez, principalmente, no tuvieron una guía espiritual de parte de sus padres, crecieron y por ellos mismos han vivido el bien y el mal; hay cierto bien en su corazón y por ése bien, van a responder a vuestras oraciones y a vuestra donación.
  • PedidMe pues, la efusión de Mi Santo Espíritu, para que os afirme en Fe, para que os dé una Fe a prueba de todo y, de esta forma, tengáis también la valentía de un amor muy grande por vuestros hermanos para llevarMe a ellos.


Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Gozad, ya desde ahora, esta Promesa que os estoy haciendo y que se dará, Mis pequeños, se dará, son tiempos bellos después de la gran tribulación, tiempos que el hombre no ha vivido antes.
Hijitos Míos, hace algún tiempo os había dicho que todo lo que Yo he Creado, fue Creado en el Amor y ése es el distintivo que tendrán aquellos hijos Míos que serán protegidos de los acontecimientos fuertes. También, todo aquello que sea bueno para ellos, también será hecho en el Amor. Todo lo que Yo he Creado, lo he Creado en el Amor y todo lo que vosotros, Mis hijos, también produzcáis, dentro de lo tecnológico, también será Creado en el Amor.

Ciertamente, lo que es tecnológico, no tiene vida, pero, vosotros, Mis hijos, sí tenéis Mi Presencia en vosotros y lo que se creará después de ésta Purificación, será creado por manos de aquellos que serán escogidos como resto fiel para iniciar una nueva generación en el Mundo y en el Universo entero. Un ejemplo feo, nefasto, que el hombre ha creado, son las armas de destrucción, desde un revólver hasta bombas, que destruyen pueblos enteros. Así como el hombre puede crear cosas negativas, porque no Me tiene en su corazón, así el hombre de este Nuevo Tiempo, con la ayuda de Mi Santo Espíritu, creará cosas buenas, cosas que os ayudarán para un avance tecnológico y de la civilización que crearéis, y será bueno para todos vosotros.

Yo siempre estoy atento a Mis hijos, os voy guiando, os voy protegiendo, os voy cuidando, nunca dejo a un alma, que está Conmigo, que vaya sola, que vaya a la deriva, sin protección, sin guía sabia.

Cuando un alma está en íntimo contacto con el Amor, especialmente el Amor de Mi Santo Espíritu dentro de vosotros, produce maravillas para el bien de sus hermanos. El que está Conmigo, como dicen las Escrituras, produce el 30, el 60 o el 100% de buenas cosas, esto es lo que os voy prometiendo que se dará y, vosotros, los que viviréis en ésos tiempos, gozaréis lo que tendréis porque viviréis en un ambiente de paz, en un ambiente de amor, en un ambiente de ayuda mutua en donde cada uno os ayudaréis con las capacidades que os dará Mi Santo Espíritu. Os ayudaréis los unos a los otros como verdaderos hermanos, seréis una verdadera familia y gozaréis esa familia incipiente, porque Mi Amor os envolverá a todos vosotros.

Tantas cosas que os quiero dar, que os quiero regalar, con las que os quiero premiar a vosotros, el resto fiel, porque habéis sido fieles a lo que Yo os pedí y, que a pesar de que caíais, os levantabais pidiendo perdón, buscando nuevamente Mi Gracia, para no pecar más.

Ciertamente, satanás será encadenado y estos tiempos que vendrán, serán tiempos de santidad entre los seres humanos. Gozad, ya desde ahora, esta Promesa que os estoy haciendo y que se dará, Mis pequeños, se dará, son tiempos bellos después de la gran tribulación, tiempos que el hombre no ha vivido antes.

Dejad que Mi Santo Espíritu os vaya llevando a la profundidad de esta Promesa, para que ya, desde ahora, la gocéis y, al tener la mira puesta en ésa Promesa, los acontecimientos de la purificación que afectarán a toda la humanidad, no harán mella en vuestra mente, en vuestro corazón, en vuestros sentidos, os mantendréis en íntima conexión Conmigo, en ése agradecimiento profundo de haber sido escogidos por Mí, para iniciar una nueva generación.

Ciertamente, Mi Santo Espíritu, os irá indicando quiénes sois los escogidos y, vuestra actitud, en ése momento, será de agradecimiento, de humildad y de un amor inmenso por Mí, por el Amor que Yo he derramado sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: En la espiritualidad madura, en la espiritualidad adulta, aprendéis a dar y es cuando el hombre tiene que decir: “aquí estoy Padre, ¿en qué te puedo servir?”, estos son tiempos de servicio, Mis pequeños, ya debéis olvidar ésa espiritualidad infantil.
Hijitos Míos, hace tiempo os expliqué que teníais que cambiar de la espiritualidad infantil a la espiritualidad adulta, esto se da en la madurez del espíritu en vosotros.

En la espiritualidad infantil, vosotros os veis a vosotros mismos, así como sucede con los niños pequeños, no conocen más mundo que ellos mismos, piden y exigen a los padres que les den todo: tiempo, alimentos, jugar con ellos, total atención para ellos, piden, piden, piden.

En la espiritualidad madura, en la espiritualidad adulta, aprendéis a dar y es cuando el hombre tiene que decir: “aquí estoy Padre, ¿en qué te puedo servir?”, estos son tiempos de servicio, Mis pequeños, ya debéis olvidar ésa espiritualidad infantil. A los que he escogido para estos momentos, para cuidar a sus hermanos, debéis vivir plenamente en ésa espiritualidad madura, adulta.

Os he pedido que intercedáis por ellos, que intercedáis por vuestros hermanos continuamente, que ya no os veáis a vosotros mismos y, de hecho, ya no necesitáis veros a vosotros mismos, porque Yo estoy Presente en vosotros. Si os veis a vosotros mismos,  debéis de verMe a Mí y si Me veis a Mí, vuestro Dios en vosotros, os debéis dar a vuestros hermanos, como Yo Me di por ellos y por vosotros también y en todos los tiempos.

La espiritualidad adulta, es la donación de uno hacia los demás, es el ver primero por el bienestar de vuestros hermanos y no por vuestro propio bienestar. Es el darse completamente por el hermano, por sus necesidades físicas, materiales, espirituales. Es el ser Yo, vuestro Jesús, en vosotros, para el bien de vuestros hermanos.

Os he dicho que sois Mi resto fiel, que sois los Cristos de este tiempo y estoy confiando en vosotros para la salvación de vuestros hermanos. Si realmente habéis llegado a ésa espiritualidad adulta, madura, os debéis estar dando cuenta de vuestra responsabilidad, pero también, debéis agradecerMe, con todo vuestro corazón, con todo vuestro ser, el haber sido escogidos para vivirMe en estos tiempos y para salvar, con vuestra donación, a infinidad de hermanos vuestros.

Es una tarea muy bella, sublime, salvar un alma es lo más grande que un ser puede hacer por otro. Sois hermanos, sois familia y salvarMe a un hermano vuestro, os acarrea infinidad de Bendiciones. Levantar a un alma muerta en el pecado, en la maldad y regresárMela convertida y con deseo de salvación, no os imagináis el gozo que Me dais y el gozo que recibe el Cielo.

Hay muchas ovejas perdidas a vuestro alrededor, así como Yo, sois el Pastor que va cuidando de las ovejas, necesito muchas ovejas de regreso al redil, Mis pequeños.

PedídMe lo que necesitéis: capacidades espirituales, salud física, Sabiduría Divina, lo que Mi Santo Espíritu os indique en vuestro corazón, pedídMelo, Yo no puedo negarle Mis Dones, Mis Regalos a aquellas almas que están trabajando para la salvación de Mis hermanos, que son vuestros hermanos. No escatiméis, no pidáis poco, os he dicho que exageréis en vuestro pedimento, conozco el poder de satanás sobre vosotros y sé que necesitáis dones fuertes, desarrollados, para que vosotros podáis vencer a las fuerzas de satanás y así devolverMe a las almas que necesitan de salvación.

¡SalvadMe almas, Mis pequeños, las necesito, las amo!
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estáis llamados, Mis pequeños, a producir milagros, os lo he dicho antes, ahora preguntaos ¿por qué no habéis hecho los milagros que vuestros hermanos necesitan a través vuestro? ¿Os falta Fe u os falta amor o ambas cosas?
(Lenguas…) Hijitos Míos, os he hablado otras veces de lo que es un Milagro. El Milagro es una petición muy profunda de vuestro corazón a Mi Corazón y Yo no puedo negarMe, porque es vuestro corazón el que lo está pidiendo profundamente, para el bien de un hermano vuestro.

Eso debiera ser la vida del hombre: un milagro, vuestra vida debiera ser un milagro continuo, que es la unión íntima de vuestro ser, de vuestro corazón, con el Mío. Si vosotros os dais cuenta, la vida de las almas santas que conocéis, son almas que no viven, prácticamente, en el Mundo, están distraídas del Mundo, porque están en íntimo contacto Conmigo, con vuestro Dios y Señor.

Para estas almas, el milagro es lo normal en su vida, porque están Conmigo, Me están viendo, viven la profundidad de Mi Amor y lo comparten con sus hermanos. El milagro que se produce, es un acto de Amor, como os dije, de aquellas almas que viven profundamente Mi Amor, simplemente, lo están transmitiendo a sus hermanos.

Yo Soy Todo Amor y, por eso, las personas que se acercaban a Mí, cuando estuve entre los hombres, con sólo tocarMe, tocaban Mi Amor, recibían una efusión de Amor y obtenían el Milagro.

Ciertamente, la Fe influye, tremendamente, para recibir el milagro. Fe y Amor, una combinación perfecta para vivir íntimamente Conmigo.

Todo esto os lo he pedido continuamente. Ciertamente, el ya estar Conmigo, el vivir en oración, es Fe y Amor al mismo tiempo.

Estáis llamados, Mis pequeños, a producir milagros, os lo he dicho antes, ahora preguntaos ¿por qué no habéis hecho los milagros que vuestros hermanos necesitan a través vuestro? ¿Os falta Fe u os falta amor o ambas cosas?

Meditadlo en vuestro corazón y con humildad y arrodillados, pedidMe lo que necesitéis. Debéis ser ejemplo ante el Mundo de que Yo habito en vosotros. Es el resultado de tener vida en Mí, es la vida espiritual, que deberéis dar a vuestros hermanos, acompañado por los milagros que produzcáis por Mi Poder Divino.

Cuando entendáis esto, perfectamente, y lo viváis, es cuando entenderéis por qué os he repetido tanto que sois los apóstoles de estos tiempos. Mis apóstoles vivían plenamente ésa Fe y ése amor que tanto os pido. Sé que sois débiles y pequeños, pero, también, os he repetido muchas veces que debéis ponerMe vuestra pequeñez y vuestra falta de Fe a Mis Pies, para que Yo os transfigure, para que crezcáis a los niveles a los cuales Yo quiero que viváis ya, en estos tiempos y que empecéis ya a dar ése ejemplo vivo de que Yo estoy con vosotros y que vosotros Me pertenecéis.

Actuad ya, Mis pequeños, el tiempo corre, la purificación se acerca y deberéis estar preparados para ayudar a infinidad de vuestros hermanos a regresar a Mí. Confío en vosotros, soltaos a Mi Gracia, sed humildes y así Me derramaré más fácilmente sobre vuestra alma y sobre vuestro corazón. Sois Míos, traedMe a muchos más de vuestros hermanos, para que también sean Míos.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Por las que estoy pidiendo que oréis, son aquellas almas que en su niñez, principalmente, no tuvieron una guía espiritual de parte de sus padres, crecieron y por ellos mismos han vivido el bien y el mal; hay cierto bien en su corazón y por ése bien, van a responder a vuestras oraciones y a vuestra donación.
Hijitos Míos, ya os había avisado de un tiempo para acá, que estáis ya en tiempos de Justicia, pero Mi Amor sigue actuando y, por eso, os he pedido vuestras oraciones desde lo más profundo de vuestro corazón, para seguir salvando almas que todavía tienen oportunidad de salvación, porque algo bueno les queda todavía en su interior y de ahí Me tomo para salvarlas.

No os imagináis, Mis pequeños, cuánto os amo y cómo busco a las almas para su salvación eterna. Ciertamente, a lo largo de vuestra vida, Yo os voy acompañando, voy tratando de que vuestra misión, que es para el bien de todos y para vuestro propio bien, se vaya dando correctamente. Todos vosotros tenéis la oportunidad de salvar almas y de salvar vuestra propia alma.

Sabéis que nadie puede dar aquello que no tiene, ciertamente, si vosotros no habéis cultivado una vida espiritual profunda, difícilmente podréis ayudar a otra alma, porque si no podéis salvar ni vuestra propia alma, ¿cómo podréis salvar a la de los demás?

Por eso, os pido, Mis pequeños, que busquéis el salvar almas a como dé lugar, arrebatádselas a satanás, él ha hecho su obra destructiva a lo largo del tiempo y ya son muchas las almas que van por el camino de perdición, porque no han querido acercarse a Mí, porque satanás las ha convencido de vivir en el Mundo y para el Mundo, por eso vosotros, Mi resto fiel, al que Me he estado dirigiendo últimamente, tenéis una tarea muy grande, bellísima, que es la de salvar las almas con Mi Gracia y con Mi Amor.

La maldad de satanás es tremenda, no perdona a nadie, aparenta ayudar, pero satanás es traicionero y mentiroso y no va consentir a ningún alma ni le dará lo que les ha prometido. Cuando se enfrenten a esta realidad los que le siguen, será ya demasiado tarde, su condenación es segura.

Por las que estoy pidiendo que oréis, son aquellas almas que en su niñez, principalmente, no tuvieron una guía espiritual de parte de sus padres, crecieron y por ellos mismos han vivido el bien y el mal; hay cierto bien en su corazón y por ése bien, van a responder a vuestras oraciones y a vuestra donación. Mi Santo Espíritu moverá a ésas almas hacia su salvación. Os he dicho que, ciertamente, no serán semilla buena para iniciar un Nuevo Tiempo con ellas pero, primeramente Yo busco la salvación de las almas y Me daréis mucha alegría al hacerlo, Mis pequeños.

Así como el hombre selecciona la semilla buena y hacen muchas pruebas para estar seguros de que ésas semillas que han estado cuidando, reproduciendo y escogiendo para tener cultivos grandes, así las almas que quedarán en estos tiempos, son almas que se han llenado de Mí, que producen amor a su alrededor, que llenan corazones, a veces, hasta con solamente su sola presencia.

Son almas que Me reproducen, que Me transmiten, ésos serán los Nuevos Tiempos, será el Cielo en la Tierra. El Cielo Soy Yo, porque Soy el Amor y estos Nuevos Tiempos serán marcados por Mi Amor, así que un alma que no ama, que no produce amor, es un alma estéril, un alma que será apartada y quemada en el fuego eterno.

Las almas escogidas Me dieron su “fiat”, Me han dejado manejarlas según Mi Voluntad, reconocen Mi Sabiduría, pero sobre todo Mi Divinidad. Son almas humildes, sencillas y deseosas de llenarse de Mí. Son almas virtuosas, que han aprendido a darse.

Dejad que Mi Amor os purifique y os santifique. Si hay amor en vuestro corazón, estad seguros que tendréis Mi Reino, pero ¡ay!, de aquellos que han atacado Mi Amor, lo desprecian y lo han tratado de destruir, éstas son almas que se llenaron del odio de satanás, quien no soporta ver amor, porque a él se le quitó por traicionarMe, por traicionar Mi Amor.

Venid Mis pequeños, los que sabéis amar, dejadMe que os llene de Bendiciones, de cuidados, Soy vuestro Dios y tengo grandes Regalos para vosotros, Yo Soy Amor y vosotros, los que sabéis amar, estáis Conmigo y estaréis eternamente, os lo prometo.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: PedidMe pues, la efusión de Mi Santo Espíritu, para que os afirme en Fe, para que os dé una Fe a prueba de todo y, de esta forma, tengáis también la valentía de un amor muy grande por vuestros hermanos para llevarMe a ellos.
Hijitos Míos, ciertamente es mucha la maldad que os rodea y satanás os lleva a la mentira, a la duda, a la falsedad y por eso vuestra falta de Fe. Sois pequeños en la Fe, tan necesaria para vosotros.

Mis mismos apóstoles, aún, a pesar de que Me veían hacer los Milagros, dudaban. Estuvieron tres años Conmigo y aún al final, dudaron. Fue Mi Santo Espíritu el que tuvo que bajar hacia ellos, por intercesión de Mi Madre, la Siempre Virgen María, para que les afirmara en Fe.

San Pedro, Me pidió poder caminar sobre las aguas cuando Yo Me acercaba a la barca y Me vieron caminar sobre ellas, lo pudo hacer unos momentos, la Fe le faltó y se hundió. Prácticamente todos, todos ellos, en algún momento, Me fallaron en Fe y eso que estuvieron Conmigo, con el Maestro, con su Dios.

Por eso, en las Escrituras también se os dice que benditos aquellos que sin haberMe visto, creen, y ésas bendiciones son para vosotros. Ciertamente, no he estado con vosotros como estuve con Mis apóstoles y con Mis discípulos, pero creéis, también, vuestra Fe es débil, pero creéis.

PedidMe pues, la efusión de Mi Santo Espíritu, para que os afirme en Fe, para que os dé una Fe a prueba de todo y, de esta forma, tengáis también la valentía de un amor muy grande por vuestros hermanos para llevarMe a ellos. Tenéis una tarea grande, como la que tuvieron Mis apóstoles y discípulos cuando los mandé a Evangelizar el Mundo entero.

Ciertamente, Mis apóstoles, tuvieron una tarea mayor, y mayores fueron las bendiciones que derramé sobre ellos. Vosotros, como os he dicho, sois Mis apóstoles de estos tiempos y si realmente queréis trabajar para Mí, vuestro Dios, pedidMe lo que les di a Mis primeros apóstoles. Para vosotros ha pasado mucho tiempo entre ellos y vosotros, para Mí no, porque Yo no estoy en el tiempo, así que podéis pedirMe lo que ellos tuvieron como si fuera el momento ahora, cuando recibieron a Mi Santo Espíritu en Pentecostés, pedidMe vuestro Pentecostés personal, para que Me podáis servir ayudando a vuestros hermanos en su conversión.

Es una tarea ardua, pero muy bella, los apóstoles gozaban en su predicación, gozaban haciendo milagros, gozaban transformando vidas, gozaban derrotando a satanás, gozaban teniéndoMe a Mí junto a ellos.

Entrad, pues, en ése gozo, que os tengo reservado a cada uno de vosotros. Compartid Mi Amor y Mi Reino con todos vuestros hermanos. Dejadles gozar lo que vosotros ya estáis gozando al conocer todo lo que os he dado. Ellos llevaron un tiempo de preparación y vosotros también lo habéis tenido.

Seguid pues Mi Obra de Redención y traedMe muchas almas.
Gracias, Mis pequeños.

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Ene 28_16 Vosotros ya os conocíais antes de bajar a la Tierra y os amabais inmensamente.

Ene 28_16 Vosotros ya os conocíais antes de bajar a la Tierra y os amabais inmensamente.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino

Temas:

  • Se os tiene que rescatar ya, porque, si no, muchas almas, aún buenas, serán destruidas por este lobo rapaz que os está acechando y os quiere destruir.
  • Ya no estáis en tiempo de hacer planes para un futuro; planes humanos, planes materiales, estáis ante una realidad espiritual de la cual os he venido anunciando desde hace varios años en muchos lugares de la Tierra.
  • BuscadMe y buscad Mi Sabiduría y seréis bien recompensados, si al encontrarla la seguís y la compartís con vuestros hermanos.
  • El tiempo ya está sobre vosotros, el tiempo en que se os tomará en cuenta lo que hicisteis y lo que dejasteis de hacer, vuestro Juicio Personal se acerca, ¿cómo estaréis, ante Mí, en ése momento?
  • Lo que os dé satanás, aunque aparentemente sea agradable a vuestros sentidos, nunca, nunca, Mis pequeños, os va a dejar paz, paz absoluta en vuestro ser. 



Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.



Primer Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Se os tiene que rescatar ya, porque, si no, muchas almas, aún buenas, serán destruidas por este lobo rapaz que os está acechando y os quiere destruir.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María. Yo Soy Reina de todas las almas, Soy vuestra Madre y os protejo a todos vosotros. Estoy en el Cielo, estoy en el Purgatorio, estoy en la Tierra, a cada uno de vosotros os voy cuidando de acuerdo a lo que necesitáis, pero, pocas almas se dan cuenta de ello. Para muchos, prácticamente no existo, eso Me duele; os falta mucha confianza y mucha Fe, Mis pequeños.

Sabed que estos son Mis tiempos. Los que Me conocéis y Me amáis, sabéis esto, pero hay tantas almas que no lo saben, porque estos son tiempos de la gran lucha.

Esta lucha se viene dando ya de un buen tiempo para acá, os voy protegiendo de los ataques de satanás, de tantas formas en que él os ataca y os desvía del camino de la Verdad que os trazó Mi Hijo.

Son tiempos de acercamiento espiritual a Mi Hijo y, para eso, estoy Yo también, Mis pequeños, atrayendo a las almas al redil, protegiéndoos del lobo rapaz que os quiere destruir.

Ciertamente, la destrucción, en la cual, primeramente, teméis, es la de vuestro cuerpo. Pensáis en dolores, padecimientos fuertes, accidentes, pero la peor pérdida que podéis tener, Mis pequeños, es la de vuestra alma y el lobo rapaz se está haciendo cargo de ello, os está apartando de Mi Hijo, os está llevando a vivir solamente en las cosas del Mundo. Hace que os distraigáis y os intereséis por diferentes cosas, sabe qué es lo que más os atrae y os va llevando por ésos caminos, que, a la larga, se vuelven espejismos y que no os llevan a nada bueno, son irrealidades en vuestro camino espiritual.

Muchas veces os hace creer que debéis seguir por ahí y con eso llenaréis vuestra parte espiritual y, cuando os dais cuenta del camino equivocado, muchas veces ya no podéis regresar porque os faltan las bases, las fuerzas, el deseo de regresar.

Os he dicho que satanás es muy astuto, conoce vuestro carácter, vuestros gustos y deseos. Ciertamente, no conoce vuestro interior, en donde Vive Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad y Yo también,Mis pequeños, por eso se os ha dicho que la oración profunda es importantísima, para que os podáis defender de sus ataques, pero la gran mayoría de vosotros no os estáis dando cuenta de la falta de espiritualidad que hay a vuestro alrededor. Se habla solamente de las cosas del Mundo y rara, muy rara vez, se escucha la palabra “Dios”, “Jesús” o Mi Nombre, “María”. ¡Qué tristeza nos da en los Cielos ver esta aridez espiritual entre los hombres!

Se os tiene que rescatar ya, porque, si no, muchas almas, aún buenas, serán destruidas por este lobo rapaz que os está acechando y os quiere destruir.

Se os ha dicho que ya no hay tiempo y que estáis ya viviendo momentos previos a la gran purificación y es una realidad, Mis pequeños, por eso estoy más Presente entre vosotros, para cuidaros y sobre todo, cuidar vuestra alma, para que se pueda salvar.

Ciertamente, las que se salven, no todas tendrán el mismo premio. Hay almas que llevan toda una vida buscando a Nuestro Dios y Señor; otras, se han ido convirtiendo a lo largo de su vida, pero, en estos momentos, se irán convirtiendo cuando empiecen a ver los acontecimientos en tal o cual país o aún dentro de su propio país.

Mis pequeños, se ha hecho mucho por vosotros y vosotros no queréis responder, aun así, los acontecimientos se irán dando en forma de que, aquellos que no quisieron entender por las buenas, como debió haber sido siempre, sobre todo que hubierais vivido en el amor a Nuestro Dios, os podréis convertir por los acontecimientos que se sucederán y cuando veáis que vuestra vida pueda quedar terminada por algún accidente o una situación de los acontecimientos de la purificación, es cuando podréis tener vuestro arrepentimiento y salvación. Estas almas, ciertamente, podrán salvarse, pero no tendrán el mismo premio que aquellas que buscaron a Nuestro Dios y Me buscaron a Mí a lo largo de su existencia.

Nuestro Dios es Justo y da de acuerdo al amor que vosotros tengáis en vuestro corazón y el que deis a vuestros hermanos. Os seguiMos avisando, os seguimos llamando la atención.

Orad los unos por los otros, para que haya muchas conversiones y que sean muy pocas las almas que se condenen. No juzguéis, porque no conocéis el interior de los hombres, simplemente, orad, orad de corazón, para que todos podáis salvaros, porque vosotros ya os conocíais antes de bajar a la Tierra y os amabais inmensamente.

Orad, para que os volváis a reencontrar en el Reino de los Cielos y ése amor que solamente puede venir de Nuestro Padre Dios, siga en el Reino de los Cielos para todos vosotros.

Os amo, Mis pequeños, sois Mis hijos y una madre ama a todos los hijos, seáis como seáis, pero Nuestro Padre Dios ha puesto Reglas y, si no las seguís, os podéis perder eternamente. Así como por el Amor que os tiene, Nuestro Padre reparte Bendiciones, Gracias, Dones a todos Sus hijos, porque os ama, también tiene derecho a Su Justa Justicia y dará a cada quien su merecido, de acuerdo a vuestras acciones y al daño que Le hayáis causado a Su Sacratísimo Corazón.

Orad, arrepentíos, desead regresar al Reino de los Cielos, purificad vuestro corazón con el Sacramento de la Confesión y vivid el poco o mucho tiempo que os quede sobre la Tierra, amando a Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, con todo vuestro ser.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ya no estáis en tiempo de hacer planes para un futuro; planes humanos, planes materiales, estáis ante una realidad espiritual de la cual os he venido anunciando desde hace varios años en muchos lugares de la Tierra.
Hijitos Míos, ya no estáis en tiempo de hacer planes para un futuro; planes humanos, planes materiales, estáis ante una realidad espiritual de la cual os he venido anunciando desde hace varios años en muchos lugares de la Tierra.

Os he dicho que cuando escojo profetas o videntes que os den Mi Palabra, es para que os preparéis, porque un cambio fuerte se vendrá a la Tierra. Lo que estáis viviendo ahora, se ha vivido en el pasado, cuando les anunciaba lo que iba a pasar.

Muchos no lo saben y otros no lo recuerdan, porque no están atentos a su misión en la Tierra, la principal misión de las almas, es la de vivir en Mí, para que luego Me puedan transmitir a los demás.

El alma que Me vive, que Me deja que Yo la mueva, es un alma obediente, donada y amorosa.
Como os decía, cuando Yo suscito profetas y videntes, es para anunciaros un cambio fuerte, no se trata de un fin de Mundo, sino un fin de Tiempos. Estáis viviendo momentos de mucho pecado, a donde os ha llevado satanás y él quiere que Yo Me enoje contra todos vosotros y os destruya, como en Sodoma y Gomorra, pero no será así, Mis pequeños, ciertamente, seréis purificados a través de múltiples catástrofes en el Mundo, especialmente desastres naturales, como ya se os ha dicho.

La razón de esto, Mis pequeños, es que durante el desastre natural, ya sea temblor, el tsunami, las erupciones volcánicas, lo que vaya a suceder, que son Mis misterios, en ése momento el alma se mueve hacia Mí; instintivamente, busca a un Ser Superior que le pueda ayudar a salir del problema y ése Ser Superior Soy Yo, Mis pequeños. A pesar de que crean en alguien más, que le hayan seguido como religión, siempre el alma entenderá que solamente Yo, vuestro Dios, os puedo sacar adelante de la problemática que se os presente, y que os pueda costar la vida.

Es ése el momento, el más importante para vuestra alma, vuestra conversión o al menos, vuestro arrepentimiento.

En el desastre natural, tenéis segundos o escasos minutos para entender la situación y pediréis Mi Presencia en ése momento para que os ayude, y que hasta os podáis arrepentir, como os he dicho. Pobres de aquellas almas que, teniendo el corazón duro, no aprovechen ésos momentos para arrepentirse de sus pecados, ésas almas, prácticamente están condenadas.

Entended, Mis pequeños, que busco nuevamente vuestra vida espiritual, que volváis a Mí, que Me améis, pero no con un amor de conveniencia, sino con un amor real, de padres a hijos o de hermanos, con Mi Hijo Jesucristo, pero quiero que estéis Conmigo.

Os he dicho que Yo puedo perdonar vuestros pecados y dejar vuestras almas perfectamente limpias si ése es vuestro deseo.

Tenéis muy poco tiempo para que os llenéis de Mí, si no lo habéis hecho a lo largo de vuestra existencia pero, también, os he dicho que Me importa más la calidad de vuestra oración y de vuestras obras, que la cantidad de ellas, si no obráis de corazón, de nada vale lo que hagáis.

BuscadMe, buscadMe a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, Me dejaré encontrar y os ayudaré a dar el paso que todas las almas tienen que dar, para que se presenten ante Mí. Ése momento, vuestra presencia ante Mí, ¿cómo estaréis?, ¿habréis hecho los méritos suficientes para vuestra salvación eterna?, u ¿os ganasteis vuestra muerte eterna, porque no creísteis, porque no quisisteis entender todo lo que se os pidió, todo lo que se hizo por vosotros para que regresarais al redil y preferisteis hacer vuestra voluntad pecaminosa, vacía de Mí, vuestro Dios pero, también, vacía de un trato amoroso con vuestros hermanos?

Os repito, el tiempo se terminó, los acontecimientos ya están sobre vosotros y se irán agravando día a día. Aquellos que queráis vivir de lo superficial, de lo mundano, de lo económico, a veces hasta con exageración, estas almas difícilmente podrán llegar a Mí eternamente.

BuscadMe, Me dejaré encontrar, os guiaré a un buen morir, pero salvaré vuestra alma, que eso es lo que más os debe de importar, Mis pequeños. Vuestra alma tiene vida y puede ser de gozo eterno o de condenación. Cuidad vuestra alma, Mis pequeños, cuidadla, para que estéis eternamente Conmigo.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: BuscadMe y buscad Mi Sabiduría y seréis bien recompensados, si al encontrarla la seguís y la compartís con vuestros hermanos.
Hijitos Míos, estáis viviendo el ocaso de este Mundo, que no debió haber sido así. Desde el Antiguo Testamento y luego en el Nuevo Testamento, se os dieron todas las lecciones, Palabras, Bendiciones, para que este Mundo fuera bello, grande, próspero, que se viviera el Amor del Cielo aquí en la Tierra, pero preferisteis escuchar a satanás y echasteis a perder la obra de Mi Hijo para infinidad de almas.

¡Qué falta de amor! ¡Qué falta de prudencia! ¡Qué falta de Sabiduría! ¡Qué falta de inteligencia! Tener todo, tener el Tesoro del Rey y desperdiciarlo.

Echasteis a perder la Obra de Mi Hijo, no apreciasteis Su Amor, Su Donación, la Sabiduría Divina que se os dio para vuestro crecimiento espiritual.

Muchos de vosotros, a lo largo de vuestra existencia, os la vivís buscando, supuestamente, lo mejor para vosotros y vuestra familia, para vuestros hijos. Trabajáis afanosamente, ahorráis para tener, según vosotros, lo mejor y como nada más veis lo humano, lo económico, lo monetario, pronto se os terminan vuestros sueños e ilusiones, y todo porque no utilizasteis Sabiduría Divina para normar vuestra vida, vuestra existencia. Satanás os apartó y os sigue apartando de la vida espiritual, vida profunda del alma, en la que Me podéis encontrar y, de esta forma, conocer la realidad que debe normar vuestra existencia.

Cuando buscáis solamente lo material, esta, vuestra realidad, no lleva Sabiduría, es puro acto humano, puros deseos humanos, superfluos, sin ninguna finalidad, más que tener más y más de lo material, para que, con soberbia, presumáis ante vuestros hermanos que tenéis más que ellos. Si lo meditáis correcta y profundamente, ésa es vuestra realidad, presunción, soberbia, que os lleva a una vaciedad total.

Ciertamente, necesitáis de lo material del Mundo, pero, solamente para que mantengáis en salud vuestro cuerpo y, de esta forma, vuestra alma pueda misionar por mucho tiempo, mientras tengáis la salud que, sabiamente debéis mantener; porque, cuántas veces no os engaña satanás, llevándoos a un hedonismo iluso, haciéndoos creer que os debéis cuidar para vivir más años, saludables, hermosos ante los hombres pero, otra vez, vana ilusión. No os dais cuenta que vuestra belleza real, está en vuestra alma.

Mientras vosotros vais decayendo en vuestro exterior, vuestra alma, al contrario, se va embelleciendo, si habéis encontrado la realidad de vuestra existencia, porque os habréis acercado a Mí, que Soy vuestro Dios, y por ello comparto de Mi Sabiduría Divina.

Las almas que buscan Mi Sabiduría, terminan siendo almas hermosas, almas santas, almas bellas, y esta belleza espiritual, durará eternamente, porque, lo que hagáis aquí en la Tierra, mientras misionáis, os hará ganar méritos, ésos méritos os llevarán a ésa belleza espiritual, pero, cuántos, cuántos de vosotros, actualmente, buscáis el crecer espiritualmente y esto es, siguiendo las Enseñanzas que tenéis en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, el Libro de la Sabiduría, el Libro Divino, el Libro del Amor.

Ahí está encerrada la Verdad a la cual vosotros, tarde o temprano, llegaréis. Ciertamente, para algunos, la Verdad llegará y la gozaréis inmensamente, porque la habéis buscado con todo vuestro ser y al llegar a obtenerla, la gozáis inmensamente, porque se os abre un horizonte grandísimo, bellísimo, que os durará toda vuestra eternidad, un gozo inmenso para las almas sabias, para las almas grandes, para las almas buenas.

Ciertamente, para las almas malas, también, tarde o temprano, llegarán a la Verdad, pero, esta Verdad, las acusará. Se darán cuenta de todo el tiempo que desperdiciaron, que su actuar sobre la Tierra fue erróneo, pecaminoso, destructivo, malo. Esta Verdad los aplastará, Mi Verdad, que no quisieron apreciar ni buscar, los enjuiciará y les dará el castigo eterno. Desperdiciar y, algunos, hasta atacar Mi Verdad, solamente les acarrea condenación.

Pedid pues, Mis pequeños, en el tiempo que os quede, que Mi Sabiduría os guíe no importa el tiempo que quede. Así como en la Parábola, los que trabajaron poco en la viña y que se les pagó lo mismo que aquellos que trabajaron mucho, todos recibieron la misma paga, la misma moneda, que es el Reino de los Cielos.

BuscadMe, Mis pequeños, aún en el último momento que os quede de existencia, vosotros no sabéis quiénes quedarán y quiénes serán juzgados para no regresar a la Tierra.

BuscadMe y buscad Mi Sabiduría y seréis bien recompensados, si al encontrarla la seguís y la compartís con vuestros hermanos. Mi Sabiduría Divina es para todos vosotros y es un regalo de Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: El tiempo ya está sobre vosotros, el tiempo en que se os tomará en cuenta lo que hicisteis y lo que dejasteis de hacer, vuestro Juicio Personal se acerca, ¿cómo estaréis, ante Mí, en ése momento?
(Lenguas…) Hijitos Míos, todos sabéis, perfectamente, cómo está vuestra alma, porque Mi Santo Espíritu habita en vosotros y Él os hace ver la realidad espiritual en la que vivís. Cada alma que baja a la Tierra, lleva una misión y todos sois necesarios en la misión que se os confirió, para que Mi Cuerpo Místico se restaure.

Os dije: “sed perfectos, como Mi Padre es Perfecto” y vosotros os dais cuenta perfectamente si estáis tendiendo a ésa perfección. Vuestra vida debe ser ascensional todo el tiempo. “Estáis en el Mundo, pero no sois del Mundo”, Palabras también de las Sagradas Escrituras y que todos debéis tomar en cuenta para vuestra existencia.

¿Qué habéis buscado cada uno de vosotros?, ¿vivir en Mí y para Mí, buscando ésa vida ascensional espiritual?, o estáis solamente para buscar lo del Mundo y que eso os va a llevar a una caída espiritual.

¿Cuántas son las almas que se desvían? Muchísimas, Mis pequeños. ¿Cuántas almas no van a arrepentirse y a llorar en el momento en que Mi Santo Espíritu os haga daros cuenta de todo lo que hicisteis y de lo que dejasteis de hacer y, esto es, cuando tengáis vuestro Juicio Particular? Otra oportunidad y ya de las últimas, para que os deis cuenta qué fue de vuestra vida, qué fue de vuestra existencia.

Os repito y os repito, Mis pequeños, esta idea y esta realidad, porque se os olvida pronto, y no le queréis hacer caso: todos seréis juzgados en algún momento de vuestra existencia,  cuando os haga regresar a Mí y os pida cuentas de lo que hicisteis y lo que dejasteis de hacer.

Cuando os deis cuenta, como os dije, de que tuvisteis un Tesoro inmenso, Divino entre vosotros y no lo aprovechasteis, todo el Conocimiento que os dejé en Palabras y Obras y no lo aprovechasteis, ¿cuántos de vosotros os arrepentiréis y pediréis otra oportunidad?, pero ya no la habrá. La vida es una, no hay posibilidad de otra existencia para reparar lo que no hicisteis o, tontamente, cuando habláis de reencarnaciones, ¡no!, Mis pequeños, la vida es una, la oportunidad que os doy, es única.

Como os dije, si realmente os interesara vuestra vida, el vivir en la Tierra y ayudar a vivir a otros de vuestros hermanos, como se vive en el Cielo, vuestra vida la habríais aprovechado correctamente.

Estáis para trabajar, para trabajar para vuestra propia salvación y para la de los vuestros y esto, es llevándoMe a las almas. Primeramente, llenándoos vosotros mismos de Mí, de Mi Sabiduría, de Mi Presencia, de Mi Amor, pero si a vosotros no os interesa esto, que fue para lo que se os dio el don de la vida, no Me servís y terminaréis como en la Parábola: seréis arrojados al fuego eterno.

Meditad, Mis pequeños, todo esto, el tiempo ya está sobre vosotros, el tiempo en que se os tomará en cuenta lo que hicisteis y lo que dejasteis de hacer, vuestro Juicio Personal se acerca, ¿cómo estaréis, ante Mí, en ése momento? No sabéis si será ésta noche, mañana, pasado, el tiempo es breve, ¿cómo estaréis ante Mi Ojos?
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Lo que os dé satanás, aunque aparentemente sea agradable a vuestros sentidos, nunca, nunca, Mis pequeños, os va a dejar paz, paz absoluta en vuestro ser.  
Hijitos Míos, el regalo que os tengo preparado en el Reino de los Cielos, es inmensamente bello. Tenéis las experiencias de algunos santos, a los que les he permitido vivir, aunque sea por breves momentos, lo que es el Reino de los Cielos.

San Pablo os dijo: “ni el ojo vio ni el oído escuchó lo que Dios tiene reservado para nosotros”. Se os habla de moradas, de diferentes moradas a través de Santa Teresa. Todo esto, Mis pequeños, se resume solamente en una cosa, en Amor, en el Amor que os tengo.

Ciertamente, vuestro cuerpo no puede soportar todas las bellezas que os tengo reservadas y, por eso, os he pedido, que Me pidáis la transfiguración de cuerpos y almas, para que, cuando viváis los Nuevos Cielos y las nuevas Tierras, podáis gozar algo de las bellezas que viviréis eternamente, cuando terminéis vuestra misión sobre la Tierra.

Y digo “algo”, Mis pequeños, porque vuestro cuerpo no es eterno, vuestra alma, sí, y Yo, siendo Omnipotente, os puedo dar diferentes experiencias místicas, bellísimas, a lo largo de vuestra existencia eterna en el Reino de los Cielos. Lo primero que experimentáis al estar Conmigo en el Reino de los Cielos, es la Paz, la Paz total en vuestra alma y esto lo sabe perfectamente satanás y es lo primero que os quita, cuando, de alguna forma, caéis en sus garras y en sus mentiras. Os he dicho que estáis rodeados de puras mentiras a vuestro alrededor, mientras vivís en la Tierra y con ellas os va quitando la paz, la paz interior. Lo que os dé satanás, aunque aparentemente sea agradable a vuestros sentidos, nunca, nunca, Mis pequeños, os va a dejar paz, paz absoluta en vuestro ser, solamente estando Conmigo, podréis tener ésa Paz.

Él tuvo ésa Paz del Cielo, antes de su pecado grave, él sabe lo que es vivir en el Reino de los Cielos y en su envidia, porque no quiere que vosotros gocéis de Mis Bienes, os va atacando y os va desviando con múltiples mentiras que él utiliza para que vosotros no lleguéis al final de vuestra misión Conmigo, al Reino de los Cielos.

A muchas almas, especialmente cuando Me siguen, cuando Me buscan, cuando quieren estar Conmigo, les permito tener ésos momentos místicos, aunque sean por segundos, para que vayan viviendo lo que, solamente Yo, vuestro Dios, os puedo regalar por buscarMe. Vosotros, todos vosotros, necesitáis la paz interior, porque es la única forma en que os podéis mover libremente sobre la Tierra y en el Cielo mismo. La paz interior solamente la tenéis cuando no hay pecado grave, cuando buscáis Mi Amor, cuando tratáis de ser buenos hijos, cuando tratáis de ser hermanos, como os lo he pedido a través de Mi Hijo. Cuando tenéis ésa paz, Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros, no os está condenando.

Puntualicé el que no tuvierais pecados graves, porque, ciertamente, el pecado grave os va a apartar totalmente de Mí. Vuestra imperfección os lleva a tener continuamente pecados más pequeños, que son fallas que todos tenéis continuamente y que debéis ir puliendo a lo largo de vuestra existencia y, al hacerlo, vuestra paz interior se va incrementando. Solamente, cuando quitáis el pecado grave, con el Sacramento de la Confesión, inmediatamente, después de la absolución que os da el sacerdote, vosotros recobráis la paz y la alegría y, si lo meditáis, muchas veces lo habréis vivido, cómo ésa absolución, que es Mi Gracia, a través del sacerdote, os devuelve ése estado de paz, tan bello, tan necesario para el hombre, es una Gracia especial que le otorgo a las almas que Me buscan. Luchad por ella, no la perdáis, Mis pequeños, manteneos en ella y la gozaréis eternamente cuando regreséis a Mí.
Gracias, Mis pequeños.

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