Feb 04_16 PedidMe vuestro Pentecostés personal, pedidMe lo que les di a Mis primeros apóstoles. |
Rosario vespertino.
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Gozad, ya desde ahora, esta Promesa que os estoy haciendo y que se dará, Mis pequeños, se dará, son tiempos bellos después de la gran tribulación, tiempos que el hombre no ha vivido antes.
Hijitos Míos, hace algún tiempo os había dicho que todo lo que Yo he Creado, fue Creado en el Amor y ése es el distintivo que tendrán aquellos hijos Míos que serán protegidos de los acontecimientos fuertes. También, todo aquello que sea bueno para ellos, también será hecho en el Amor. Todo lo que Yo he Creado, lo he Creado en el Amor y todo lo que vosotros, Mis hijos, también produzcáis, dentro de lo tecnológico, también será Creado en el Amor.
Ciertamente, lo que es tecnológico, no tiene vida, pero, vosotros, Mis hijos, sí tenéis Mi Presencia en vosotros y lo que se creará después de ésta Purificación, será creado por manos de aquellos que serán escogidos como resto fiel para iniciar una nueva generación en el Mundo y en el Universo entero. Un ejemplo feo, nefasto, que el hombre ha creado, son las armas de destrucción, desde un revólver hasta bombas, que destruyen pueblos enteros. Así como el hombre puede crear cosas negativas, porque no Me tiene en su corazón, así el hombre de este Nuevo Tiempo, con la ayuda de Mi Santo Espíritu, creará cosas buenas, cosas que os ayudarán para un avance tecnológico y de la civilización que crearéis, y será bueno para todos vosotros.
Yo siempre estoy atento a Mis hijos, os voy guiando, os voy protegiendo, os voy cuidando, nunca dejo a un alma, que está Conmigo, que vaya sola, que vaya a la deriva, sin protección, sin guía sabia.
Cuando un alma está en íntimo contacto con el Amor, especialmente el Amor de Mi Santo Espíritu dentro de vosotros, produce maravillas para el bien de sus hermanos. El que está Conmigo, como dicen las Escrituras, produce el 30, el 60 o el 100% de buenas cosas, esto es lo que os voy prometiendo que se dará y, vosotros, los que viviréis en ésos tiempos, gozaréis lo que tendréis porque viviréis en un ambiente de paz, en un ambiente de amor, en un ambiente de ayuda mutua en donde cada uno os ayudaréis con las capacidades que os dará Mi Santo Espíritu. Os ayudaréis los unos a los otros como verdaderos hermanos, seréis una verdadera familia y gozaréis esa familia incipiente, porque Mi Amor os envolverá a todos vosotros.
Tantas cosas que os quiero dar, que os quiero regalar, con las que os quiero premiar a vosotros, el resto fiel, porque habéis sido fieles a lo que Yo os pedí y, que a pesar de que caíais, os levantabais pidiendo perdón, buscando nuevamente Mi Gracia, para no pecar más.
Ciertamente, satanás será encadenado y estos tiempos que vendrán, serán tiempos de santidad entre los seres humanos. Gozad, ya desde ahora, esta Promesa que os estoy haciendo y que se dará, Mis pequeños, se dará, son tiempos bellos después de la gran tribulación, tiempos que el hombre no ha vivido antes.
Dejad que Mi Santo Espíritu os vaya llevando a la profundidad de esta Promesa, para que ya, desde ahora, la gocéis y, al tener la mira puesta en ésa Promesa, los acontecimientos de la purificación que afectarán a toda la humanidad, no harán mella en vuestra mente, en vuestro corazón, en vuestros sentidos, os mantendréis en íntima conexión Conmigo, en ése agradecimiento profundo de haber sido escogidos por Mí, para iniciar una nueva generación.
Ciertamente, Mi Santo Espíritu, os irá indicando quiénes sois los escogidos y, vuestra actitud, en ése momento, será de agradecimiento, de humildad y de un amor inmenso por Mí, por el Amor que Yo he derramado sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: En la espiritualidad madura, en la espiritualidad adulta, aprendéis a dar y es cuando el hombre tiene que decir: “aquí estoy Padre, ¿en qué te puedo servir?”, estos son tiempos de servicio, Mis pequeños, ya debéis olvidar ésa espiritualidad infantil.
Hijitos Míos, hace tiempo os expliqué que teníais que cambiar de la espiritualidad infantil a la espiritualidad adulta, esto se da en la madurez del espíritu en vosotros.
En la espiritualidad infantil, vosotros os veis a vosotros mismos, así como sucede con los niños pequeños, no conocen más mundo que ellos mismos, piden y exigen a los padres que les den todo: tiempo, alimentos, jugar con ellos, total atención para ellos, piden, piden, piden.
En la espiritualidad madura, en la espiritualidad adulta, aprendéis a dar y es cuando el hombre tiene que decir: “aquí estoy Padre, ¿en qué te puedo servir?”, estos son tiempos de servicio, Mis pequeños, ya debéis olvidar ésa espiritualidad infantil. A los que he escogido para estos momentos, para cuidar a sus hermanos, debéis vivir plenamente en ésa espiritualidad madura, adulta.
Os he pedido que intercedáis por ellos, que intercedáis por vuestros hermanos continuamente, que ya no os veáis a vosotros mismos y, de hecho, ya no necesitáis veros a vosotros mismos, porque Yo estoy Presente en vosotros. Si os veis a vosotros mismos, debéis de verMe a Mí y si Me veis a Mí, vuestro Dios en vosotros, os debéis dar a vuestros hermanos, como Yo Me di por ellos y por vosotros también y en todos los tiempos.
La espiritualidad adulta, es la donación de uno hacia los demás, es el ver primero por el bienestar de vuestros hermanos y no por vuestro propio bienestar. Es el darse completamente por el hermano, por sus necesidades físicas, materiales, espirituales. Es el ser Yo, vuestro Jesús, en vosotros, para el bien de vuestros hermanos.
Os he dicho que sois Mi resto fiel, que sois los Cristos de este tiempo y estoy confiando en vosotros para la salvación de vuestros hermanos. Si realmente habéis llegado a ésa espiritualidad adulta, madura, os debéis estar dando cuenta de vuestra responsabilidad, pero también, debéis agradecerMe, con todo vuestro corazón, con todo vuestro ser, el haber sido escogidos para vivirMe en estos tiempos y para salvar, con vuestra donación, a infinidad de hermanos vuestros.
Es una tarea muy bella, sublime, salvar un alma es lo más grande que un ser puede hacer por otro. Sois hermanos, sois familia y salvarMe a un hermano vuestro, os acarrea infinidad de Bendiciones. Levantar a un alma muerta en el pecado, en la maldad y regresárMela convertida y con deseo de salvación, no os imagináis el gozo que Me dais y el gozo que recibe el Cielo.
Hay muchas ovejas perdidas a vuestro alrededor, así como Yo, sois el Pastor que va cuidando de las ovejas, necesito muchas ovejas de regreso al redil, Mis pequeños.
PedídMe lo que necesitéis: capacidades espirituales, salud física, Sabiduría Divina, lo que Mi Santo Espíritu os indique en vuestro corazón, pedídMelo, Yo no puedo negarle Mis Dones, Mis Regalos a aquellas almas que están trabajando para la salvación de Mis hermanos, que son vuestros hermanos. No escatiméis, no pidáis poco, os he dicho que exageréis en vuestro pedimento, conozco el poder de satanás sobre vosotros y sé que necesitáis dones fuertes, desarrollados, para que vosotros podáis vencer a las fuerzas de satanás y así devolverMe a las almas que necesitan de salvación.
¡SalvadMe almas, Mis pequeños, las necesito, las amo!
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estáis llamados, Mis pequeños, a producir milagros, os lo he dicho antes, ahora preguntaos ¿por qué no habéis hecho los milagros que vuestros hermanos necesitan a través vuestro? ¿Os falta Fe u os falta amor o ambas cosas?
(Lenguas…) Hijitos Míos, os he hablado otras veces de lo que es un Milagro. El Milagro es una petición muy profunda de vuestro corazón a Mi Corazón y Yo no puedo negarMe, porque es vuestro corazón el que lo está pidiendo profundamente, para el bien de un hermano vuestro.
Eso debiera ser la vida del hombre: un milagro, vuestra vida debiera ser un milagro continuo, que es la unión íntima de vuestro ser, de vuestro corazón, con el Mío. Si vosotros os dais cuenta, la vida de las almas santas que conocéis, son almas que no viven, prácticamente, en el Mundo, están distraídas del Mundo, porque están en íntimo contacto Conmigo, con vuestro Dios y Señor.
Para estas almas, el milagro es lo normal en su vida, porque están Conmigo, Me están viendo, viven la profundidad de Mi Amor y lo comparten con sus hermanos. El milagro que se produce, es un acto de Amor, como os dije, de aquellas almas que viven profundamente Mi Amor, simplemente, lo están transmitiendo a sus hermanos.
Yo Soy Todo Amor y, por eso, las personas que se acercaban a Mí, cuando estuve entre los hombres, con sólo tocarMe, tocaban Mi Amor, recibían una efusión de Amor y obtenían el Milagro.
Ciertamente, la Fe influye, tremendamente, para recibir el milagro. Fe y Amor, una combinación perfecta para vivir íntimamente Conmigo.
Todo esto os lo he pedido continuamente. Ciertamente, el ya estar Conmigo, el vivir en oración, es Fe y Amor al mismo tiempo.
Estáis llamados, Mis pequeños, a producir milagros, os lo he dicho antes, ahora preguntaos ¿por qué no habéis hecho los milagros que vuestros hermanos necesitan a través vuestro? ¿Os falta Fe u os falta amor o ambas cosas?
Meditadlo en vuestro corazón y con humildad y arrodillados, pedidMe lo que necesitéis. Debéis ser ejemplo ante el Mundo de que Yo habito en vosotros. Es el resultado de tener vida en Mí, es la vida espiritual, que deberéis dar a vuestros hermanos, acompañado por los milagros que produzcáis por Mi Poder Divino.
Cuando entendáis esto, perfectamente, y lo viváis, es cuando entenderéis por qué os he repetido tanto que sois los apóstoles de estos tiempos. Mis apóstoles vivían plenamente ésa Fe y ése amor que tanto os pido. Sé que sois débiles y pequeños, pero, también, os he repetido muchas veces que debéis ponerMe vuestra pequeñez y vuestra falta de Fe a Mis Pies, para que Yo os transfigure, para que crezcáis a los niveles a los cuales Yo quiero que viváis ya, en estos tiempos y que empecéis ya a dar ése ejemplo vivo de que Yo estoy con vosotros y que vosotros Me pertenecéis.
Actuad ya, Mis pequeños, el tiempo corre, la purificación se acerca y deberéis estar preparados para ayudar a infinidad de vuestros hermanos a regresar a Mí. Confío en vosotros, soltaos a Mi Gracia, sed humildes y así Me derramaré más fácilmente sobre vuestra alma y sobre vuestro corazón. Sois Míos, traedMe a muchos más de vuestros hermanos, para que también sean Míos.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Por las que estoy pidiendo que oréis, son aquellas almas que en su niñez, principalmente, no tuvieron una guía espiritual de parte de sus padres, crecieron y por ellos mismos han vivido el bien y el mal; hay cierto bien en su corazón y por ése bien, van a responder a vuestras oraciones y a vuestra donación.
Hijitos Míos, ya os había avisado de un tiempo para acá, que estáis ya en tiempos de Justicia, pero Mi Amor sigue actuando y, por eso, os he pedido vuestras oraciones desde lo más profundo de vuestro corazón, para seguir salvando almas que todavía tienen oportunidad de salvación, porque algo bueno les queda todavía en su interior y de ahí Me tomo para salvarlas.
No os imagináis, Mis pequeños, cuánto os amo y cómo busco a las almas para su salvación eterna. Ciertamente, a lo largo de vuestra vida, Yo os voy acompañando, voy tratando de que vuestra misión, que es para el bien de todos y para vuestro propio bien, se vaya dando correctamente. Todos vosotros tenéis la oportunidad de salvar almas y de salvar vuestra propia alma.
Sabéis que nadie puede dar aquello que no tiene, ciertamente, si vosotros no habéis cultivado una vida espiritual profunda, difícilmente podréis ayudar a otra alma, porque si no podéis salvar ni vuestra propia alma, ¿cómo podréis salvar a la de los demás?
Por eso, os pido, Mis pequeños, que busquéis el salvar almas a como dé lugar, arrebatádselas a satanás, él ha hecho su obra destructiva a lo largo del tiempo y ya son muchas las almas que van por el camino de perdición, porque no han querido acercarse a Mí, porque satanás las ha convencido de vivir en el Mundo y para el Mundo, por eso vosotros, Mi resto fiel, al que Me he estado dirigiendo últimamente, tenéis una tarea muy grande, bellísima, que es la de salvar las almas con Mi Gracia y con Mi Amor.
La maldad de satanás es tremenda, no perdona a nadie, aparenta ayudar, pero satanás es traicionero y mentiroso y no va consentir a ningún alma ni le dará lo que les ha prometido. Cuando se enfrenten a esta realidad los que le siguen, será ya demasiado tarde, su condenación es segura.
Por las que estoy pidiendo que oréis, son aquellas almas que en su niñez, principalmente, no tuvieron una guía espiritual de parte de sus padres, crecieron y por ellos mismos han vivido el bien y el mal; hay cierto bien en su corazón y por ése bien, van a responder a vuestras oraciones y a vuestra donación. Mi Santo Espíritu moverá a ésas almas hacia su salvación. Os he dicho que, ciertamente, no serán semilla buena para iniciar un Nuevo Tiempo con ellas pero, primeramente Yo busco la salvación de las almas y Me daréis mucha alegría al hacerlo, Mis pequeños.
Así como el hombre selecciona la semilla buena y hacen muchas pruebas para estar seguros de que ésas semillas que han estado cuidando, reproduciendo y escogiendo para tener cultivos grandes, así las almas que quedarán en estos tiempos, son almas que se han llenado de Mí, que producen amor a su alrededor, que llenan corazones, a veces, hasta con solamente su sola presencia.
Son almas que Me reproducen, que Me transmiten, ésos serán los Nuevos Tiempos, será el Cielo en la Tierra. El Cielo Soy Yo, porque Soy el Amor y estos Nuevos Tiempos serán marcados por Mi Amor, así que un alma que no ama, que no produce amor, es un alma estéril, un alma que será apartada y quemada en el fuego eterno.
Las almas escogidas Me dieron su “fiat”, Me han dejado manejarlas según Mi Voluntad, reconocen Mi Sabiduría, pero sobre todo Mi Divinidad. Son almas humildes, sencillas y deseosas de llenarse de Mí. Son almas virtuosas, que han aprendido a darse.
Dejad que Mi Amor os purifique y os santifique. Si hay amor en vuestro corazón, estad seguros que tendréis Mi Reino, pero ¡ay!, de aquellos que han atacado Mi Amor, lo desprecian y lo han tratado de destruir, éstas son almas que se llenaron del odio de satanás, quien no soporta ver amor, porque a él se le quitó por traicionarMe, por traicionar Mi Amor.
Venid Mis pequeños, los que sabéis amar, dejadMe que os llene de Bendiciones, de cuidados, Soy vuestro Dios y tengo grandes Regalos para vosotros, Yo Soy Amor y vosotros, los que sabéis amar, estáis Conmigo y estaréis eternamente, os lo prometo.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: PedidMe pues, la efusión de Mi Santo Espíritu, para que os afirme en Fe, para que os dé una Fe a prueba de todo y, de esta forma, tengáis también la valentía de un amor muy grande por vuestros hermanos para llevarMe a ellos.
Hijitos Míos, ciertamente es mucha la maldad que os rodea y satanás os lleva a la mentira, a la duda, a la falsedad y por eso vuestra falta de Fe. Sois pequeños en la Fe, tan necesaria para vosotros.
Mis mismos apóstoles, aún, a pesar de que Me veían hacer los Milagros, dudaban. Estuvieron tres años Conmigo y aún al final, dudaron. Fue Mi Santo Espíritu el que tuvo que bajar hacia ellos, por intercesión de Mi Madre, la Siempre Virgen María, para que les afirmara en Fe.
San Pedro, Me pidió poder caminar sobre las aguas cuando Yo Me acercaba a la barca y Me vieron caminar sobre ellas, lo pudo hacer unos momentos, la Fe le faltó y se hundió. Prácticamente todos, todos ellos, en algún momento, Me fallaron en Fe y eso que estuvieron Conmigo, con el Maestro, con su Dios.
Por eso, en las Escrituras también se os dice que benditos aquellos que sin haberMe visto, creen, y ésas bendiciones son para vosotros. Ciertamente, no he estado con vosotros como estuve con Mis apóstoles y con Mis discípulos, pero creéis, también, vuestra Fe es débil, pero creéis.
PedidMe pues, la efusión de Mi Santo Espíritu, para que os afirme en Fe, para que os dé una Fe a prueba de todo y, de esta forma, tengáis también la valentía de un amor muy grande por vuestros hermanos para llevarMe a ellos. Tenéis una tarea grande, como la que tuvieron Mis apóstoles y discípulos cuando los mandé a Evangelizar el Mundo entero.
Ciertamente, Mis apóstoles, tuvieron una tarea mayor, y mayores fueron las bendiciones que derramé sobre ellos. Vosotros, como os he dicho, sois Mis apóstoles de estos tiempos y si realmente queréis trabajar para Mí, vuestro Dios, pedidMe lo que les di a Mis primeros apóstoles. Para vosotros ha pasado mucho tiempo entre ellos y vosotros, para Mí no, porque Yo no estoy en el tiempo, así que podéis pedirMe lo que ellos tuvieron como si fuera el momento ahora, cuando recibieron a Mi Santo Espíritu en Pentecostés, pedidMe vuestro Pentecostés personal, para que Me podáis servir ayudando a vuestros hermanos en su conversión.
Es una tarea ardua, pero muy bella, los apóstoles gozaban en su predicación, gozaban haciendo milagros, gozaban transformando vidas, gozaban derrotando a satanás, gozaban teniéndoMe a Mí junto a ellos.
Entrad, pues, en ése gozo, que os tengo reservado a cada uno de vosotros. Compartid Mi Amor y Mi Reino con todos vuestros hermanos. Dejadles gozar lo que vosotros ya estáis gozando al conocer todo lo que os he dado. Ellos llevaron un tiempo de preparación y vosotros también lo habéis tenido.
Seguid pues Mi Obra de Redención y traedMe muchas almas.
Gracias, Mis pequeños.
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