domingo, 22 de diciembre de 2013

PREPARACIÓN PARA LA NAVIDAD



 PREPARACION PARA LA NAVIDAD
Novena completa de la Santa Navidad
Luisa Piccarreta
Novena de la Santa Navidad.  A la edad de diecisiete años me preparé a la fiesta de la Santa Navidad practicando diferentes actos de virtud y mortificación, honrando especialmente los nueve meses que Jesús estuvo en el seno materno con nueve horas de meditación al día, referentes siempre al misterio de la Encarnación.
 PRIMER DIA (1º).-  Como por ejemplo, en una hora me ponía con el pensamiento en el paraíso y me imaginaba a la Santísima Trinidad:  Al Padre que mandaba al Hijo a la tierra, al Hijo que prontamente obedecía al Querer del Padre, y al Espíritu Santo que consentía en ello.  Mi mente se confundía tanto al contemplar un misterio tan grande, un amor tan recíproco, tan igual, tan fuerte entre Ellos y hacia los hombres, y en la ingratitud de estos, especialmente la mía, que en esto me habría quedado no una hora sino todo el día, pero una voz interna me decía:
“Basta, ven y mira otros excesos más grandes de mi Amor.”
 SEGUNDO DIA (2º).-  Entonces mi mente se ponía en el seno materno y quedaba estupefacta al considerar a aquel Dios tan grande en el Cielo y ahora tan humillado, empequeñecido, restringido, que casi no podía moverse, ni siquiera respirar.  La voz interior me decía:
“¿Ves cuánto te he amado?  ¡Ah! dame un lugar en tu corazón,  quita todo lo que no es mío, porque así me darás más facilidad para poderme mover y respirar.”
Mi corazón se deshacía, le pedía perdón, prometía ser toda suya, me desahogaba en llanto, sin embargo, lo digo para mi confusión, volvía a mis habituales defectos.  ¡Oh! Jesús, cuán bueno has sido con esta miserable criatura.
 TERCER DIA (3º).-  “Hija mía, apoya tu cabeza sobre el seno de mi Mamá, mira dentro de él a mi pequeña Humanidad.  Mi Amor me devoraba, los incendios, los océanos, los mares inmensos del Amor de mi Divinidad me inundaban, me incineraban, levantaban tan alto sus llamas que se elevaban y se extendían por doquier, a todas las generaciones, desde el primero hasta el último hombre, y mi pequeña Humanidad era devorada en medio de tantas llamas, ¿pero sabes tú qué cosa me quería hacer devorar mi eterno Amor?  ¡Ah, a las almas!  Y sólo estuve contento cuando las devoré todas, quedando todas concebidas conmigo; era Dios, debía obrar como Dios, debía tomarlas a todas; mi Amor no me habría dado paz si hubiera excluido a alguna.  Ah hija mía, mira bien en el seno de mi Mamá, fija bien los ojos en mi Humanidad recién concebida y en Ella encontrarás a tu alma concebida conmigo y también las llamas de mi Amor que te devoraron.  ¡Oh, cuánto te he amado y te amo!”
Yo me perdía en medio a tanto amor, no sabía salir de ahí, pero una voz me llamaba fuerte diciéndome:
“Hija mía, esto es nada aún, estrecha te más a Mí, dale tus manos a mi amada Mamá a fin de que te tenga estrechada sobre su seno materno, y tú da otra mirada a mi pequeña Humanidad concebida y mira el cuarto exceso de mi Amor.”
 CUARTO DIA (4º).-  “Hija mía, del amor devorante pasa a mirar mi amor obrante.  Cada alma concebida me llevó el fardo de sus pecados, de sus debilidades y pasiones, y mi Amor me ordenó tomar el fardo de cada uno, y no sólo concebí a las almas sino las penas de cada una, las satisfacciones que cada una de ellas debía dar a mi Celestial Padre.  Así que mi Pasión fue concebida junto conmigo.  Mírame bien en el seno de mi Celestial Mamá, oh cómo mi pequeña Humanidad era desgarrada, mira bien como mi pequeña cabecita está circundada por una corona de espinas, que ciñéndome fuerte las sienes me hace derramar ríos de lágrimas de los ojos, y no puedo moverme para secarlas.  Ah, muévete a compasión de Mí, sécame los ojos de tanto llanto, tú que tienes los brazos libres para podérmelo hacer.  Estas espinas son la corona de los tantos pensamientos malos que se agolpan en las mentes humanas, oh, como me pinchan más estos pensamientos que las espinas que produce la tierra, pero mira qué larga crucifixión de nueve meses, no podía mover ni un dedo, ni una mano, ni un pie, estaba aquí siempre inmóvil, no había lugar para poderme mover un poquito, qué larga y dura crucifixión, con el agregado de que todas las obras malas, tomando forma de clavos, me traspasaban manos y pies repetidamente.”  Y así continuaba narrándome pena por pena todos los martirios de su pequeña Humanidad, y que quererlas decir todas sería demasiado extenso.  Entonces yo me abandonaba al llanto, y oía decir en mi interior:
“Hija mía, quisiera abrazarte pero no lo puedo hacer, no hay espacio, estoy inmóvil, no lo puedo hacer; quisiera ir a ti pero no puedo caminar.  Por ahora abrázame y ven tú a Mí, y después cuando salga del seno materno iré Yo a ti.”
Pero mientras con mi fantasía me lo abrazaba, me lo estrechaba fuertemente a mi corazón, una voz interior me decía:
“Basta por ahora hija mía, y pasa a considerar el quinto exceso de mi Amor.”
QUINTO DIA (5º).-  Entonces la voz interior seguía:  “Hija mía, no te alejes de Mí, no me dejes solo, mi Amor quiere compañía, este es otro exceso de mi Amor, el no querer estar solo.  ¿Pero sabes tú de quién quiere esta compañía?  De la criatura.  Mira, en el seno de mi Mamá, conmigo están todas las criaturas concebidas junto conmigo.  Yo estoy con ellas todo amor, quiero decirles cuánto las amo, quiero hablar con ellas para decirles mis alegrías y mis dolores, para decirles que he venido en medio de ellas para hacerlas felices, para consolarlas, y que estaré en medio de ellas como un hermanito dando a cada una todos mis bienes, mi reino, a costa de mi muerte; quiero darles mis besos, mis caricias; quiero entretenerme con ellas, pero, ay, cuántos dolores me dan, quién me huye, quién se hace la sorda y me reduce al silencio, quién desprecia mis bienes y no se preocupan de mi reino y corresponden mis besos y caricias con el descuido y el olvido de Mí, y mi entretenimiento lo convierten en amargo llanto.  ¡Oh, cómo estoy solo a pesar de estar en medio de tantos!  ¡Oh, cómo me pesa mi soledad!  No tengo a quien decir una palabra, con quien hacer un desahogo de amor; estoy siempre triste y taciturno porque si hablo no soy escuchado.  ¡Ah, hija mía, te pido, te suplico que no me dejes solo en tanta soledad!  Dame el bien de hacerme hablar con escucharme, presta oídos a mis enseñanzas, Yo soy el maestro de los maestros.  Cuántas cosas quiero enseñarte, si me escuchas me harás dejar de llorar y me entretendré contigo.  ¿No quieres tú entretenerte conmigo?”
Y mientras me abandonaba en Él, compadeciéndolo en su soledad, la voz interior continuaba:  “Basta, basta, pasa a considerar el 6º exceso de mi Amor.”
 SEXTO DIA (6º).-  “Hija mía, ven, ruega a mi amada Mamá que te haga un lugarcito en su seno materno, a fin de que tú misma veas el estado doloroso en el cual me encuentro.”Entonces me parecía con el pensamiento, que nuestra Reina Mamá, para contentar a Jesús me hacía un pequeño lugar y me ponía dentro.  Pero era tal y tanta la oscuridad que no lo veía, sólo oía su respiro y Él en mi interior seguía diciéndome:
“Hija mía, mira otro exceso de mi Amor.  Yo soy la luz eterna, el sol es una sombra de mi luz, pero ve adonde me ha conducido mi Amor, en qué oscura prisión estoy, no hay ni un rayo de luz, siempre es noche para Mí, pero noche sin estrellas, sin reposo, siempre despierto, ¡qué pena!, la estrechez de la prisión, sin poderme mínimamente mover, las tinieblas tupidas; hasta el respiro, respiro por medio del respiro de mi Mamá, ¡oh, cómo es cansado!  Y además agrega las tinieblas de las culpas de las criaturas, cada culpa era una noche para Mí, las que uniéndose juntas formaban un abismo de oscuridad sin confines.  ¡Qué pena!  ¡Oh exceso de mi Amor, hacerme pasar de una inmensidad de luz, de amplitud, a una profundidad de densas tinieblas y de tales estrechuras, hasta faltarme la libertad del respiro, y esto, todo por amor de las criaturas!”
Y mientras esto decía gemía con gemidos sofocados por falta de espacio, y lloraba.  Yo me deshacía en llanto, le agradecía, lo compadecía, quería hacerle un poco de luz con mi amor como Él me decía, ¿pero quién puede decirlo todo?  La misma voz interna agregaba:
“Basta por ahora.  Pasa al séptimo exceso de mi Amor.”
 SEPTIMO DIA (7º).-  La voz interior continuaba:  “Hija mía, no me dejes solo en tanta soledad y en tanta oscuridad, no salgas del seno de mi Mamá para que veas el séptimo exceso de mi Amor.  Escúchame, en el seno de mi Padre Celestial Yo era plenamente feliz, no había bien que no poseyera, alegría, felicidad, todo estaba a mi disposición; los ángeles reverentes me adoraban y estaban a mis órdenes.  Ah, el exceso de mi Amor, podría decir que me hizo cambiar fortuna, me restringió en esta tétrica prisión, me despojó de todas mis alegrías, felicidad y bienes para vestirme con todas las infelicidades de las criaturas, y todo esto para hacer el cambio, para dar a ellas mi fortuna, mis alegrías y mi felicidad eterna.  Pero esto habría sido nada si no hubiera encontrado en ellas suma ingratitud y obstinada perfidia.  Oh, como mi Amor eterno quedó sorprendido ante tanta ingratitud y lloró la obstinación y perfidia del hombre.  La ingratitud fue la espina más punzante que me traspasó el corazón desde mi concepción hasta el último instante de mi Vida, hasta mi muerte.  Mira mi corazoncito, está herido y gotea sangre.  ¡Qué pena!  ¡Qué dolor siento!  Hija mía, no seas ingrata; la ingratitud es la pena más dura para tu Jesús, es cerrarme en la cara las puertas para dejarme afuera, aterido de frío.  Pero ante tanta ingratitud mi Amor no se detuvo y se puso en actitud de amor suplicante, orante, gimiente y mendigante, y este es el octavo exceso de mi Amor.”
 OCTAVO DIA (8º).-  “Hija mía, no me dejes solo, apoya tu cabeza sobre el seno de mi amada Mamá, porque también desde afuera oirás mis gemidos, mis súplicas, y viendo que ni mis gemidos ni mis súplicas mueven a compasión de mi Amor a la criatura, me pongo en actitud del más pobre de los mendigos y extendiendo mi pequeña manita, pido por piedad, al menos a título de limosna sus almas, sus afectos y sus corazones.  Mi Amor quería vencer a cualquier costo el corazón del hombre, y viendo que después de siete excesos de mi Amorpermanecía reacio, se hacía el sordo, no se ocupaba de Mí ni se quería dar a Mí, mi Amor quiso ir más allá, debería haberse detenido, pero no, quiso salir más allá de sus límites y desde el seno de mi Mamá Yo hacía llegar mi voz a cada corazón con los modos más insinuantes, con los ruegos más fervientes, con las palabras más penetrantes.  ¿Pero sabes qué les decía?  “Hijo mío, dame tu corazón, todo lo que tú quieras Yo te daré con tal de que me des a cambio tu corazón, he descendido del Cielo para tomarlo, ¡ah, no me lo niegues!  ¡No defraudes mis esperanzas!”  Y viéndolo reacio y que muchos me volteaban la espalda, pasaba a los gemidos, juntaba mis pequeñas manitas y llorando, con voz sofocada por los sollozos le añadía:  “¡Ay, ay! soy el pequeño mendigo, ¿ni siquiera de limosna quieres darme tu corazón?”  ¿No es esto un exceso más grande de mi Amor, que el Creador para acercarse a la criatura tome la forma de un pequeño niño para no infundirle temor, y pida al menos como limosna el corazón de la criatura, y viendo que ella no se lo quiere dar ruega, gime y llora?”
Después me decía:  “¿Y tú no quieres darme tu corazón?  ¿Tal vez también tú quieres que gima, que ruegue y llore para que me des tu corazón?  ¿Quieres negarme la limosna que te pido?”
Y mientras esto decía oía como si sollozara, y yo le dije:  “Mi Jesús, no llores, te dono mi corazón y toda yo misma.”  Entonces la voz interna continuaba:  “Sigue más adelante, y pasa al noveno exceso de mi Amor.”
 NOVENO DIA (9º).-  “Hija mía, mi estado es siempre más doloroso; si me amas, tu mirada tenla fija en Mí para que veas si puedes dar a tu pequeño Jesús algún consuelo, una palabrita de amor, una caricia, un beso, que dé tregua a mi llanto y a mis aflicciones.  Escucha hija mía, después de haber dado ocho excesos de mi Amor, y que el hombre tan malamente me correspondió, mi Amor no se dio por vencido, y al octavo exceso quiso agregar el noveno, y este fueron las ansias, los suspiros de fuego, las llamas de los deseos de que quería salir del seno materno para abrazar al hombre, y esto reducía a mi pequeña Humanidad aun no nacida a una agonía tal, que estaba a punto de dar mi último respiro.  Y mientras estaba por darlo, mi Divinidad que era inseparable de Mí me daba sorbos de vida, y así retomaba de nuevo la vida para continuar mi agonía y volver a morir nuevamente.  Este fue el noveno exceso de mi Amor, agonizar y morir continuamente de amor por la criatura.  ¡Oh, qué larga agonía de nueve meses!  ¡Oh, cómo el amor me sofocaba y me hacía morir!  Y si no hubiera tenido la Divinidad conmigo, que me daba continuamente la vida cada vez que estaba por morir, el amor me habría consumado antes de salir a la luz del día.”  Después agregaba:
“Mírame, escúchame como agonizo, como mi pequeño corazón late, se afana, arde; mírame, ahora muero.”
Y hacía un profundo silencio.  Yo me sentía morir, se me helaba la sangre en las venas y temblando le decía:  “Amor mío, Vida mía, no mueras, no me dejes sola.  Tú quieres amor y yo te amaré, no te dejaré más, dame tus llamas para poderte amar más y consumirme toda por Ti.”
+  +  +

jueves, 19 de diciembre de 2013

Mensaje a Luz de María - 18 Diciembre 2013

MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
 18 DE DICIEMBRE DEL 2013


Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:

Mi Hijo nació en un Pesebre en total humildad, así, quien se llame cristiano a sí mismo, debe ser humilde, humilde en el espíritu para obedecer y acatar cuanto Mi Hijo solicita de ustedes.

 Amados Míos:

LOS MANDAMIENTOS DEBEN SER PARA USTEDES EL PAN DE CADA DÍA, EL ALIMENTO ESPIRITUAL, ESE SIN EL CUAL NO PUEDEN CAMINAR; DEBEN HACERLOS VIDA EN USTEDES.

LOS SACRAMENTOS DEBEN SER OBEDECIDOS Y AMADOS POR USTEDES, Y LAS BIENAVENTURANZAS DEBEN SER PARA USTEDES EL MAYOR SIGNO DE HUMILDAD Y DE OFRENDA A MI HIJO.

Invito a Mis hijos Predilectos a llamar a todo el Pueblo Fiel, a recibir dignamente a Mi Hijo: el Rey de Reyes y Señor de Señores.  El hombre ha creado protocolos para recibir con dignidad a aquellas criaturas importantes en el mundo y Mi Corazón se duele, ya que quienes se acercan a recibir a Mi Hijo, indignamente preparados, ofenden al Rey de Reyes.  La mujer particularmente, en su desnudez se acerca a recibir a Mi Hijo y Mis hijos Predilectos lo consienten. Así como han creado protocolos para ser recibidos por altas creaturas que comandan y lideran el mundo, ASÍ MI HIJO MERECE TODO EL RESPETO.

La humanidad ha perdido la modestia y se ha sumergido en la inmoralidad, y con ella y en ella han caminado hacia Mi Hijo.  Los modernismos, modernismos son y Mi Hijo es el Rey de Reyes y ante Él deben llegar con dignidad.  GUARDAN RESPETOS HUMANOS, PERO A MI HIJO NO LE GUARDAN EL RESPETO DIVINO QUE SE MERECE.

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:

¡CON CUÁNTA LIVIANDAD ES TRATADO EL PECADO!
¡CON CUÁNTA LIVIANDAD SE LE LLAMA AL PECADO: DEBILIDAD!...

Pero ustedes que son conscientes de cómo se ofende a Mi Hijo, deben actuar con rectitud en todo instante.  Esta generación que ha transgredido todos los parámetros y normas, rehúye la Justicia de Mi Hijo y con la misma intensidad la niegan.

Esperan al anticristo, a un personaje… y YA  están en manos de él, ya que aquellos que le patrocinan, tienen al Pueblo de Mi Hijo en sus manos. (*)

CADA UNO DEBE CONVERTIRSE EN UN LUCHADOR, EN UN DEFENSOR DE MI HIJO…
 CADA UNO DEBE SER FIEL Y NO PERDER LA FE.

Mis Profetas fieles continuarán alertando a Mi Pueblo sin cesar, alertándolo sin detenerse acatando Mi llamado para que la humanidad no sea confundida, y en este alertar a Mis hijos, un amado Profeta Mío perecerá como Gran Mártir de la Verdad de Mi Hijo, perecerá en manos de los secuaces del anticristo, no sin antes desenmascararlos delante de toda la humanidad.

Amadísimos Míos:

¡PARA EL HOMBRE ES TAN FÁCIL LLAMARSE CRISTIANO, PERO TAN DIFÍCIL PENETRAR EN EL MISTERIO DEL AMOR Y DE LA ENTREGA SIN DISTINGOS Y SIN MIRAMIENTOS!

Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:

MI HIJO, REY  DE HUMILDAD DESEA PENETRAR DE “IPSO FACTO” EN SUS VIDAS,
YA QUE EL TIEMPO NO ES TIEMPO Y CADA UNO CON SU LIBRE ALBEDRÍO, CON TODAS LAS FUERZAS DE SU SER DEBE LUCHAR PARA ASCENDER PRONTAMENTE.

Debe haber un cambio radical en la vida de los hijos de la Iglesia, ya que ésta  se estremecerá desde sus cimientos.  Ustedes mantengan la Fe pues aún falta purificación para la Iglesia. 

MI HIJO SE ACERCA EN SU SEGUNDA VENIDA Y CUANDO EL REY SE ACERCA, EL CRISOL SE ENCUENTRA ANTE CADA UNO DE LOS SUYOS.  No se sumerjan con tanta facilidad en la mundanidad, tengan conciencia de que el mundo ejerce una gran influencia imperceptible en los sentidos y en la voluntad del hombre, que aún es sumamente débil, ya que no se ha sumergido en una fuerte y profunda espiritualidad. 

Amadísimos de Mi Corazón Inmaculado:

Todo cuanto revelé en el pasado, se está cumpliendo a pasos agigantados; de ahí que Mis Profetas alerten en este instante a Mis Hijos. No les desoigan pero les invito a mantenerse en el Espíritu Santo para que disciernan el trigo de la cizaña. No todo aquel que diga: “Señor, Señor entrará en el Reino de los Cielos” ni todo aquel que se llame a sí mismo profeta, es profeta.

Deben mirar con cuidado porque el enemigo se ha levantado con fuerza ante esta generación para confundirla, y ha tomado la palabra de algunas creaturas para desvirtuar los llamados del Cielo. 

Son instantes sumamente importantes para el Pueblo de Mi Hijo, son instantes definitivos para la salvación; y así como Yo, Madre de todos los hombres, les alerto, del mismo modo el mal quiere llevarles a la confusión, pero si ustedes son seguidores de los Mandamientos de Dios y los aman, los hacen vida en ustedes y los obedecen, ustedes podrán discernir con claridad.

MI HIJO NO SE MODERNIZA, ES EL MISMO DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE…

LOS MANDAMIENTOS NO SE MODERNIZAN, SON LOS MISMOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE…

LOS SACRAMENTOS NO SE MODERNIZAN, SON LOS MISMOS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE…

LAS BIENAVENTURANZAS NO SE MODERNIZAN, SON LAS MISMAS DE AYER, DE HOY Y DE SIEMPRE…

LO QUE SÍ SE ACTUALIZA, ES QUE LA VOLUNTAD DIVINA DEBE REINAR Y MORAR EN CADA UNO PARA QUE RESISTAN LO VENIDERO.

 Esta es la novedad de novedades: el que se entreguen con confianza y amor a la Voluntad Trinitaria, colocando cada uno en las Manos Trinitarias su vida, su obrar y actuar. Así como Mi Hijo nació en la humildad de un pesebre, así ustedes desde este instante, dispónganse a reencontrarse con el Rey de Reyes.

Amadísimos Míos:

LA TRANSFORMACIÓN DEL HOMBRE DEBE DARSE EN ESTE INSTANTE, DEBE PASAR DE SER UN HOMBRE MEDIOCRE A SER UN HOMBRE CONSCIENTE DE QUE SE ENFRENTARÁ A UNA CRUENTA BATALLA, Y SI NO SE DECIDE POR SÍ MISMO A TRANSFORMAR SU VIDA EN UN ALTAR PARA CRISTO, PERECERÁ.

Y, ¡Ay de aquellos que penetren en estos Mis Llamados tratando conscientemente de encontrar algún punto oscuro en ellos, porque serán más confundidos por Mí!  Pero aquellos que se acerquen a estos Mis Llamados buscando la luz, encontrarán la plenitud y el camino correcto para acercarse a Mi Hijo.

NO OLVIDEN INVITAR CONSTANTEMENTE A MI HIJO A PARTICIPAR DE LA VIDA DE USTEDES, DE SUS ACTOS Y DE SUS OBRAS PARA QUE ASÍ RESISTAN MÁS EL MAL.

Se acerca más el instante en que del Cielo vendrá la Gran Bendición para esta humanidad, para esta generación, que les guiará y les acercará al Camino de Mi Hijo. 

¡Cuántos de Mis Profetas luchan hoy y por ello son señalados y enjuiciados, luchan contra el mal y contra los secuaces del imperio del anticristo! Ustedes oren por ellos, pero Yo, como Madre de la Humanidad, no dejaré a Mi Pueblo solo y no dejaré de alertarles bajo ninguna circunstancia, ya que obedezco a la Divina Voluntad.  Pero esta Madre les acuna entre Sus Brazos y Mi Hijo es luz en el camino de Sus fieles. 

Mis Legiones Angélicas se encuentran en la Tierra guiando y protegiendo a Mis Fieles hijos, amadores de Mi Hijo Jesucristo. 

No están solos hijos, al final la luz brillará y ustedes triunfarán con Mi Hijo.  No teman a lo venidero, transformen la vida. 

Les amo, les bendigo en el Nombre del Padre, de Mi Hijo y del Espíritu Santo.


AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

 
 (*) Anticristo leer...

COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
AL  MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Hermanos (as):

Nuestra Madre Santísima, atenta a Sus hijos, continúa externando la Verdad para alertar al Pueblo de Su Hijo, el que le ha sido encomendado a Ella.

Sabemos que en nuestra conciencia espiritual mora el Espíritu Santo, debido a esto la Madre Santísima nos llama con insistencia, nos pone de manifiesto que quien se olvida de Su Hijo para cuanto obre y actúe en cada instante de la vida, es sumamente ingrato, ya que sin el gran poder de Cristo, no podríamos realizar nada de cuanto hacemos en la vida.

Nos enfatiza que en las intenciones, los hombres se estancan porque no las llevan a la práctica, ¡cuántos desean ser buenos, pero los hábitos son los que llevan al hombre a caer!, la rutina corroe la conciencia y estanca a la criatura.

Por eso hermano (a):


QUE NADA EN TU VIDA SEA UN HÁBITO, SINO UN CONTINUO RENACER, SÓLO ASÍ LOGRAREMOS SER LIBRES, PERO LIBRES DE VERDAD.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Mensaje de Dios Padre a J.V. - Dic 05_13 El ladrón os está quitando la Vida, que es Mi Presencia Real en la Eucaristía.

Dic 05_13 El ladrón os está quitando la Vida, que es Mi Presencia Real en la Eucaristía.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino

Temas:
  • No estáis llevando una vida espiritual correcta de acuerdo a Mis Leyes y Preceptos que os he pedido siguierais.
  • Duele, Mis pequeños, ciertamente que duele ésta soledad, Yo, esperando que platiquéis Conmigo y Me confiéis toda vuestra vida y, sigo esperando.
  • ¿Cómo queréis tener una gran protección a nivel de vuestro mundo, si no estáis cuidando lo que os da ésa protección, que es Mi Presencia Real en la Eucaristía? El ladrón os está quitando la Vida y vosotros, ni cuenta os dais.
  • Cuando os digo en las Escrituras, que podéis mover montañas, es verdad, y solamente con la Fe lo podéis lograr, pero es una Fe humilde, una Fe confiada, una Fe sencilla, una Fe de niño.
  • Deberéis poner todo vuestro empeño, Mis pequeños, en manteneos viviendo en el amor y haciendo que otros aprendan a vivir el amor que solamente Yo os puedo dar.

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: No estáis llevando una vida espiritual correcta de acuerdo a Mis Leyes y Preceptos que os he pedido siguierais.
Hijitos Míos, el amor no se obliga, el amor tiene que crecer en lo profundo de vuestro corazón, vosotros no podéis obligar a alguien a amar o a amaros. Uno ama de corazón por sentimiento, por agradecimiento, pero no ama por obligación.
Cuando Yo os pido amor, Mis pequeños, os pido que Me améis como Padre, como Creador, como vuestro Dios, pero si vosotros no Me conocéis, no podéis amar a Aquél a quien vosotros no conocéis y eso es lo que ha pasado en muchas familias. A muchas personas, no se les ha transmitido vida espiritual y se han alejado de Mí, de Mis Leyes, de todo lo que se refiere a Mí.
Soy vuestro Dios desconocido y aún a pesar de que hay tantas almas que no Me conocen, Yo Me sigo dando, os sigo cuidando, y os sigo enviando Mis Bendiciones para que, en algún momento de vuestra vida, os lleguen y podáis recapacitar y entender que todo lo que tenéis y que habéis tenido a lo largo de vuestra existencia, viene de Mí, vuestro Dios.
Vuestro comportamiento en el amor debe empezar desde vuestro interior. Si vosotros no vivís las Virtudes, si vosotros no vivís el Amor, ¿cómo podréis transmitir lo que no tenéis ni vivís?
Y así vais viviendo a vuestro alrededor toda ésa falta de valores espirituales que ahora tenéis, que por dos, tres generaciones o más, no han tenido hermanos vuestros alrededor del mundo, por lo que se ha aprovechado satanás de que, al no tener vosotros un soporte espiritual, suficientemente fuerte, os ha venido engañando y van cayendo muchas almas en su poder. Les engaña y las lleva a buscar valores que no son buenos para su salvación eterna.
Esos valores a los que os lleva satanás, son mundanos, son materiales y muchas veces, hasta malos, haciéndoos creer que son buenos y que si no los tenéis, no vais a triunfar en la vida y, así, llenos vosotros de soberbia, os vais creyendo lo que satanás os va inculcando, enseñando y ofreciendo, y ahora veis el resultado a donde os ha llevado. Veis la frialdad de los corazones, veis cómo ya no hay Virtud, en cambio, hay excesos de vicio y de maldad. Ya no hay amor, pero Verdadero Amor, que hace que confiéis los unos de los otros y ahora tenéis todo lo contrario, desconfiáis de todo el mundo a vuestro alrededor, precisamente porque las Virtudes no han crecido en el interior de vuestros hermanos y quizá no lo suficiente tampoco en vuestro corazón.
La misma Iglesia no es ejemplo ya de Virtud, que es la encargada de transmitir vida espiritual, se ha desviado hacia lo material, hacia lo del mundo.  Mucho escándalo se ha dado en los últimos tiempos y, ciertamente, por manipulaciones satánicas para desacreditar lo que viene de Mí, pero por no tener vosotros bases espirituales fuertes, vais perdiendo la poca Fe y el poco Amor que le teníais a ésta Institución Divina, que es la Iglesia entre vosotros.
¿Qué habéis hecho con la Creación que Yo os pedí cuidarais? Ya no vivís en paz, os cuidáis de todo el mundo para que no os hagan algún mal, no tenéis confianza en nadie, no hay paz en vuestro corazón.
La maldad manipulada por ciertos personajes, está causando que vosotros no viváis como debierais vivir, como Yo quise que fuera ésta Creación, pero vosotros, no habéis hecho prácticamente nada para tratar de recuperar lo que Yo os di desde un Principio. Os habéis apartado de Mis Leyes, de Mis Preceptos, de la Oración, de los Sacramentos. Todo lo que es de valor para el alma, lo habéis despreciado, y es cierto que si vuestro interior no es bueno, no podréis transmitir valores buenos.
Un árbol bueno debe producir buenos frutos y una gran mayoría de ésta humanidad, ya no son árboles buenos.
Ciertamente no puedo permitir ya esto. Escucho voces de almas que Me piden el cambio, que Me piden ayuda, que Me ruegan que termine éste castigo, el cual, vosotros mismos os habéis impuesto por apartaros de Mí.
No aprendéis con la historia, no aprendéis con los acontecimientos pasados, volvéis a caer en vuestras necedades, en vuestros pecados, en vuestra maldad. Por vuestra negligencia y por vuestro olvido a vuestras obligaciones hacia Mí, vuestro Dios, echáis a perder lo que Yo creé para que vosotros gozarais y vivierais como hijos consentidos.
Voy permitiendo que los acontecimientos se vayan dando lentamente, para que recapacitéis y entre en vosotros el Discernimiento Santo para que os deis cuenta de que vosotros podéis detener toda esta maldad con un cambio de actitud y una vuelta hacia Mí, vuestro Dios.
Todo puede cambiar si vosotros empezáis a cambiar en vuestro interior, a aceptarMe a Mí, vuestro Dios, como lo primero y lo último en vuestra vida. Regresad a vuestras obligaciones de estado espiritual, respetad Mis Leyes y Mandatos para que, así como les prometía Yo en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento a vuestros hermanos de ésos tiempos, aquellas almas que se mantuvieran en Mí, Yo las iba a consentir.
Debéis estar conscientes que en éstos tiempos, con todo lo que estáis haciendo, viviendo en pecado, en maldad y olvidándoos de Mí, no os puedo consentir, porque no estáis poniendo nada de vuestra parte para que Yo os consienta, pero si cambiáis, seguramente sentiréis Mis Bendiciones y viviréis lo que siempre he querido para vosotros, Mis pequeños.
El mal se ha adueñado de todo lo bueno que teníais que Yo creé para vosotros. Se ha adueñado hasta de Mí Misma Iglesia, que debiera ser vuestro oasis de paz y de crecimiento espiritual y vosotros lo habéis permitido, porque no habéis defendido lo que era vuestro, así que, no os quejéis de que os vaya mal y Me echéis la culpa a Mí, vuestro Dios. Sed honestos con vosotros mismos y veréis que tengo razón con lo que os digo, porque no estáis llevando una vida espiritual correcta de acuerdo a Mis Leyes y Preceptos que os he pedido siguierais. Todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos si vosotros cambiáis de corazón, todo depende de vosotros.
¿Dejaréis que satanás siga manipulando vuestra vida y os lleve a sufrir lo que estáis sufriendo ahora?, o ¿podréis cambiar los acontecimiento y vivir de acuerdo a lo que Yo quise siempre para vosotros si regresáis a Mí?
Vosotros tenéis la última palabra, el cambio depende de vosotros, Yo os respeto, respeto vuestra decisión, pero os quiero ver como siempre quise que vivierais, alegres, felices, en paz y llenos de Mi Amor, vosotros decidís.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Duele, Mis pequeños, ciertamente que duele ésta soledad, Yo, esperando que platiquéis Conmigo y Me confiéis toda vuestra vida y, sigo esperando.
Hijitos Míos, ciertamente Soy un Dios amoroso, un Dios paciente y espero vuestra conversión, pero todo llega a un límite, Mis pequeños, sobre todo cuando se os han dado muchas oportunidades.
Recordad el pasaje de las Escrituras, donde paso junto a un árbol que no había dado fruto, y lo seco. Sí, suena feo, pero es un árbol que ya tenía mucho tiempo de no dar fruto.
No es el otro árbol, al que se le pide que se le remueva la tierra y se le da otra oportunidad. Ciertamente, Yo os doy muchas oportunidades a lo largo de vuestra vida, pero hay almas que se cierran totalmente a su maldad, a su mundo, que no son buenas, que no se puede confiar en ellas, ¿cuántas de éstas almas hay en estos momentos alrededor del mundo?
Vosotros mismos podríais hacer una recapitulación de vuestra vida. Si en éste momento os pidiera cuentas, ¿cuánto fruto habéis dado a lo largo de vuestra vida?, ¿al menos salvasteis a alguna alma?, ¿ayudasteis a algún hermano a cambiar de vida de maldad a regresar a vida de amor?, ¿qué tantas obras buenas hicisteis que os puedan ayudar a ganar el Cielo que os prometo?, ¿o a caso fuisteis almas que causasteis escándalo, o que llenasteis a almas de maldad?, ¿o disteis un mal ejemplo, que en lugar de que vivieran en Virtud, las llevasteis a vivir en maldad?
Ciertamente, tendréis en ése momento, ante Mi Presencia, todo lo bueno y lo malo que hicisteis,  ¿cómo os sentís ahora, Mis pequeños?, ¿sentís que pudierais entrar fácilmente al Reino de los Cielos, que no hubiera reproche Mío y que os pudiera dejar pasar libremente?
En el Reino de los Cielos están las almas que dan mucho fruto, almas confiables, almas sin revés, almas que están llenas de Mi Amor y, al estar así, pueden llenar a otras almas de más amor.
¡Cómo se desperdicia toda una vida, a pesar de que os doy la Gracia de vivir para Mí y transmitirMe a lo largo de vuestra existencia! ¡Cuánto tiempo desperdiciáis y pudisteis ayudar a tantas almas a crecer espiritualmente y a salvarse! En estos momentos, pensad en lo que hicisteis en éste día, ¿cuánto hicisteis para Mí, de todas las horas del día?, ¿qué hicisteis para ayudar a las almas vivas y difuntas, para ganarse el Reino de los Cielos?, ¿Me tuvisteis presente en vuestros gustos, en vuestros éxitos, en vuestra vida diaria, en las cosas mínimas y aún en las importantes? ¿Fui para vosotros un soporte de vida, que os acercarais a Mí con confianza, como amigos, parientes, hermanos, con ésa confianza con la que os habláis con aquél a quien queréis y lo hicisteis Conmigo a lo largo de éste día?
Vosotros mismos, cuando necesitáis la ayuda de alguien, de alguna forma u otra y, a veces, en situaciones difíciles, buscáis, a como dé lugar, a la persona indicada para que os ayude y, a Mí, Me tenéis en vuestro interior, esperando a que os acerquéis a Mí, para que Yo os dé la Sabiduría y el consejo que necesitáis y no Me tomáis en cuenta. Os falta Fe, mucha Fe y confianza en Mí, Mis pequeños.
Me tenéis, dentro de vosotros. No tenéis que caminar, no tenéis que buscar, simplemente, tenéis que entrar en vuestro corazón y compartirMe lo que necesitáis y no lo hacéisNo Me tenéis confianza, no creéis que Yo os pueda responder y os pueda ayudar, ¿Qué, acaso, no Soy vuestro Padre? ¿Qué acaso no sois vosotros Mis hijos? ¿Por qué Me tratáis como a un desconocido y desconfiáis de Mí?
Os habéis perdido a lo largo de vuestra existencia, de lo más bello, que es el intercambio amoroso de un Padre a un hijo y de un hijo a un Padre, por ésa falta de Fe. No habéis tenido ésa vida íntima Conmigo, creyendo que Yo no os iba a responder, ni a guiar ni a aconsejar. ¡Tanto que deseo que Mis hijos Me platiquen, que estén en contacto Conmigo, que Me pregunten, que confíen plenamente toda su vida a Mí, y no lo hacéis!
Sigo siendo el Dios desconocido y, lo peor de todo, ¡es estar dentro de vosotros! Vosotros mismos os sentiríais mal si, conviviendo con vuestra familia, no se os tomara en cuenta. Así estoy Yo, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador, Soy vuestro Padre y Me dejáis abandonado ¡en vuestro interior! Duele, Mis pequeños, ciertamente que duele ésta soledad, Yo, esperando que platiquéis Conmigo y Me confiéis toda vuestra vida y, sigo esperando.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: ¿Cómo queréis tener una gran protección a nivel de vuestro mundo, si no estáis cuidando lo que os da ésa protección, que es Mi Presencia Real en la Eucaristía? El ladrón os está quitando la Vida y vosotros, ni cuenta os dais.
Hijitos Míos, hablándoos a nivel humano, todos vosotros tenéis vuestro tesoro, grande o pequeño y lo tenéis en un lugar escondido, aparte, en un lugar que vosotros conocéis y protegéis, para que el ladrón no venga y os lo robe. Quizá lo tengáis en vuestro hogar, quizá lo tengáis en el banco, pero tenéis vuestro pequeño tesoro o gran tesoro, que os ha costado trabajo, a lo largo del tiempo, crear. Si viene el ladrón y os lo roba, vosotros os sentís muy mal, caéis en depresión, sobre todo, si ya la edad os ha alcanzado y dependíais de ello, os desesperáis, no sabéis qué hacer. Ciertamente, es una pérdida grande, porque confiabais plenamente en ése, vuestro tesoro, para ayudaros a vivir y pasar vuestra ancianidad sin problemas.
Mis pequeños, Yo os he dado un Tesoro espiritual, os di Mi Iglesia, es lo más grande que podéis tener en la TierraEs Mi Presencia Real y Verdadera en la Tierra.No la habéis cuidado y el ladrón ha entrado a robar y se ha llevado lo  más precioso, os está quitando Mi Vida, que es para vosotros. Así como vuestro tesoro os iba a mantener vuestra vida humana bien cuidada, con el alimento que podríais comprar, vuestra alma, también, necesita ése Alimento y prácticamente ya no lo tenéis. Satanás, al introducirse dentro de Mi Iglesia, os ha ido quitando, poco a poco, la vida espiritual. Voltead la cara y comparad la actual Iglesia con la primitiva Iglesia, cuando se vivía con alegría, con respeto, con gran amor.
Ciertamente, satanás se fue introduciendo poco a poco, caía, se perdía la Fe, pero volvía nuevamente a recuperarse y se crecía nuevamente. Ciertamente, a lo largo del tiempo, ha tenido subidas y bajadas, ha tenido buenos representantes y malos representantes en su cúspide, pero, Mis pequeños, ahorita estáis en los momentos difíciles, en donde mucho se os ha quitado y se os sigue quitando lo más grande que tenéis, que es la vida del alma, los Sacramentos, la oración, el amor, el conocimiento de vuestro Dios y, vosotros, no hacéis nada, no buscáis el mantener lo que Mi Hijo os dio y que tanto le costó.
Mi Iglesia se ha vuelto pasiva, ya no hay actividad, ya no hay crecimiento, no hay vida. ¿Cómo queréis tener una gran protección a nivel de vuestro mundo, si no estáis cuidando lo que os da ésa protección, que es Mi Presencia Real en la Eucaristía? El ladrón os está quitando la Vida y vosotros, ni cuenta os dais, porque ya no hay en vosotros ésa vida espiritual de los primeros tiempos, ése respeto a Mi Presencia Real entre vosotros.
Os habéis dejado robar y, lo peor de todo, es que ni cuenta os habéis dado y el ladrón os está dejando vacíos.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Cuando os digo en las Escrituras, que podéis mover montañas, es verdad, y solamente con la Fe lo podéis lograr, pero es una Fe humilde, una Fe confiada, una Fe sencilla, una Fe de niño.
Hijitos Míos, vosotros, al ser tan limitados, no os imagináis que podéis hacer grandes cosas en Mi Nombre, porque para Mí, no hay límites, lo único que os falta tener, es una Fe a prueba de todo y, esa la obtenéis acercándoos a Mí y confiando plenamente en que Yo, vuestro Dios, puedo trabajar plenamente en vosotros.
Cuando os digo en las Escrituras, que podéis mover montañas, es verdad, y solamente con la Fe lo podéis lograr, pero es una Fe humilde, una Fe confiada, una Fe sencilla, una Fe de niño.
Con ella, Mis pequeños, podéis hacer grandes milagros, podéis hacer grandes obras, porque ya no sois vosotros los que actuaréis, Soy Yo, vuestro Dios el que actúo en vosotros para el bien de vuestros hermanos. Ciertamente tiene que ser una Fe humilde, en donde haréis algo para el bien de vuestros pero la acción y el resultado, no os debe llevar a la soberbia, sino al agradecimiento, de que Yo pude moveros a que vuestros hermanos, obtuvieran un bien. Ciertamente, el hermano que reciba el bien, también actuará en humildad y, así, habrá un agradecimiento doble, del que da y del que recibe, ambos Me agradeceréis a Mí, por el bien recibido. Una Fe total.
La Fe de un niño, no mide consecuencias. Podríais confirmarlo, al pedirle que hiciera algo que, quizá, le pudiera hasta costar la vida, él confía en vosotros, sigue vuestras órdenes y lo realiza. Y así debe ser vuestra Fe, en que no midáis consecuencias, simplemente, cuando Yo os pido algo, hacedlo, no penséis qué pueda pasar, Yo nunca os voy a llevar a algo malo, vosotros actuaréis para que Yo Me manifieste ante los hombres a través de vosotros y ellos recibirán un bien.
Esto lo tenéis también en las Escrituras, cómo Mis apóstoles podían realizar grandes milagros. El mismo Elías y otros grandes personajes de las Sagradas Escrituras hicieron milagros portentosos, pero era Yo a través de ellos.
Tenéis que estar conscientes en que vosotros, nunca, nunca podréis, por vosotros mismos, realizar algo grande,  aunque sea haciendo el bien porque, ciertamente, satanás también puede tomar a algún alma y puede lograr hacer aparentes portentos pero, éstos, nunca, nunca llevarán amor de por medio, sino soberbia, vanidad.
El Amor debe existir siempre en todos vuestros actos y Yo no Me puedo resistir a actuar en el Amor cuando realmente vosotros Me lo pedís de corazón. Cuando Me pedís algún bien para un hermano vuestro, habiendo amor de por medio, ahí estaré Yo, y he de daros ése bien, porque es el Amor el que os está moviendo.
¡Cuánto gozaréis, Mis pequeños, cuando entendáis esto y os dejéis mover por Mí! Ciertamente, al principio, os asombraréis, porque no estáis acostumbrados a poder realizar grandes portentos pero, cuando, en conciencia, comprendáis que Soy Yo el que está realizando todo, a través de vosotros, aprenderéis a haceros pequeños y Me dejaréis actuar a Mí plenamente. Deberéis obedecer Mis Ordenes, Mis Designios, para que Yo pueda moverme libremente a través de vosotros y, así, realizaréis grandes milagros, pero sabréis plenamente que Soy Yo, vuestro Dios, a través vuestro y, os repito, gran alegría tendréis de haber aprendido a haceros pequeños, para que vuestro Dios se manifieste en lo grande, en lo imposible, en lo amoroso.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Deberéis poner todo vuestro empeño, Mis pequeños, en manteneos viviendo en el amor y haciendo que otros aprendan a vivir el amor que solamente Yo os puedo dar.
Hijitos Míos, vosotros vinisteis a la Tierra a trabajar para el Amor. A cada uno de vosotros le he dado uno o varios dones, capacidades, Virtudes, para trabajar para el bien de vuestros hermanos y para que Mi Vida sobre la Tierra se realice.
Mis pequeños, vuestra meta, en vuestra vida, debe ser la de servir. Yo Mismo, vuestro Padre y vuestro Dios, Le pedí a Mi Hijo Jesucristo, os sirviera y toda Su Vida fue de servicio para que se diera Mi Vida sobre la Tierra, que se conociera sobre Mí, que se conociera Mi Amor hacia todos vosotros, que conocierais Quién Soy Yo, vuestro Dios, porque en el Antiguo Testamento, se Me temía y el Nuevo Testamento, es el Testamento del Amor para que Me améis.
Mi Hijo se dio por vosotros, toda Su Vida fue de servicio para todos los que Le rodeaban. Murió sirviéndoos porque, con Su Muerte, se os abrían las Puertas del Paraíso, nuevamente. Su Resurrección, os estaba mostrando vuestra resurrección. 
Y así debéis actuar cada uno de vosotros, con los dones que os he prestado, para que viváis en la Tierra, sirviendo a vuestros hermanos, para su salvación, para su santificación y también para la vuestra.
Cuando vosotros hacéis un bien, y dejáis alegría en vuestros hermanos, os sentís bien. Ése es el sentimiento que vosotros debéis tener día a día y eso querrá decir que estáis trabajando como vuestro hermano Jesucristo para el bien de Mi Reino entre vosotros. Vivir haciendo el bien, Mis pequeños, es vivir en el Amor de vuestro Dios y, viviendo así, Mis pequeños, el cambio que tendréis de vuestra muerte, de éste mundo, a la Vida eterna, no lo sufriréis, no habrá cambio, porque si estáis ya viviendo en el Amor, el Amor proseguirá por toda la eternidad.
Por eso, deberéis poner todo vuestro empeño, Mis pequeños, en manteneos viviendo en el amor y haciendo que otros aprendan a vivir el amor que solamente Yo os puedo dar y vosotros podéis transmitir.
Cuando realmente empecéis a vivir el Verdadero Amor Divino, es cuando aprenderéis a gozar y a agradecer, infinitamente, el que os haya creado y el que os haya dado el don de la vida, porque aquellas almas que han llegado ya a llenarse de Mi Amor, a vivirlo y transmitirlo, gozan inmensamente y esa es vuestra meta y vuestra realización, Mis pequeños, sed almas, almas envueltas en Mi Amor, almas destinadas para vivir eternamente en Mi Presencia, almas que gozarán el gozo de los Bienaventurados eternamente.
Haced todo lo posible, Mis pequeños, para que Yo os lleve a que os realicéis espiritualmente y, es cuando empezaréis a vivir lo que Yo quiero que cada alma viva.
Gracias, Mis pequeños.