Octubre 11 del 2004 Se ha vuelto muy permisiva la Iglesia, porque se ha corrompido. |  |  |
Rosario.
Mensaje de Dios Padre, Dios Espíritu Santo y la Santísima Virgen María a J.V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, Yo Soy vuestro Dios, vuestro Creador. Las almas cuando se donan a Mí, se tienen que perder en Mí, y al perderse en Mí, adquieren una esencia nueva; es en ese momento en que el alma se perfecciona, es en ese momento cuando el alma al encontrarme, puede tomar de Mí, todo lo que necesita y Yo le doy más.
Es en ese momento cuando el alma, al olvidarse de sí misma, tiende a su Creador, y tiende a buscar lo que le agrada a su Creador, el alma que Me pertenece, se olvida de sí misma, esa alma adquiere una nueva esencia, un nuevo por qué en su vida, sus metas, cambian totalmente, porque entra a la Divinidad.
El alma, cuando vive para el Mundo se rebaja, no da su máximo, al no vivir para su Dios, no se está llenando y no está llevando a cabo su obra completamente. La obra del alma es espiritual.
Por eso debéis vaciaros, Mis pequeños, dejar que Yo os satisfaga, que sea vuestro Dios, El que camine, El que hable, El que piense, El que actúe por vosotros. Así el alma, al apartarse de su pobreza, va a adquirir una riqueza infinita; pero ¡Qué difícil es para el hombre quitarse ese traje sucio al que tanto ama! ¿Por qué no os ponéis la Túnica Divina que Yo os quiero dar? Estáis tan arraigados al Mundo que aún, lo sucio, que aún lo pobre lo tomáis como lo máximo, porque os falta Fe.
Debéis llegar a Mí totalmente olvidados de vosotros mismos, deseosos de que Yo os levante, deseosos de que Yo os purifique, deseosos de poder ser llamados nuevamente: hijos de Dios.
Buscad, Mis pequeños, que este deseo se haga realidad a través de vuestra humildad, a través de vuestra donación de corazón, y a través de vuestro olvido de vosotros mismos; venid a Mí, y Yo os daré esos Tesoros Infinitos, esos Tesoros Eternos que el alma, debe añorar.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
Hijitos Míos, si el Mundo aprendiera a vivir, a vivir bajo Mi Voluntad, a vivir fuera del error, a vivir en humildad y en donación, estarías viviendo las Delicias del Cielo.
Voy tomando almas, las voy cambiando, las voy llevando hasta la Presencia de Nuestro Dios, la Voluntad de Nuestro Dios se tiene que realizar en Nosotros porque somos siervos, porque somos hijos, porque somos Amados.
Se nos ha dado mucho Amor, se nos ha dado demasiado, Mis pequeños, pero para Nuestro Dios, nunca es demasiado, porque Él Es el Infinito, y el Amor no tiene límites.
Pero qué poco se Le agradece, qué poco se vive en lo que Él nos manda, en lo que Él nos pide y que siempre va a ser para Nuestro bien. Véanme a Mí, Mis pequeños, vuestra Madre, cómo, Yo, al aceptar Su Voluntad desde pequeña, tuve grandes cosas, obras del Amor.
Sí, a pesar de que tuve sufrimiento, a pesar de que tuve dolor, las Bendiciones infinitas, con las que Me colmó Nuestro Dios, valen la pena.
Por eso Mis pequeños, nunca apartéis, ni rechacéis lo que os manda vuestro Dios en vuestra vida, aún el dolor, os va a santificar, aún las penas os van a llevar a la santidad, todo, todo lo que pase en vuestra vida, tomadlo, Mis pequeños, para alcanzar esa perfección en la Santidad, a la cual todos, todos vosotros habéis sido llamados; muchos aún mantienen sus oídos sordos, no quieren permitir que su corazón actúe.
Sí, Mis pequeños, prefieren que la mente actúe y no el corazón. Dejad ya vuestra mente a un lado, dejad vuestros razonamientos humanos, dejad vuestra lógica humana y dejad que sea vuestro Dios el que actúe en cada uno de vosotros.
Muchos son los llamados pocos los escogidos, porque muchos se arraigan fuertemente al Mundo y les cuesta tanto desarraigarse de todo lo que poseen, de todo lo que saben, de todo lo que en una forma de mentira os está arraigando; la Verdad es el desprendimiento de todo; la mentira es el arraigarse a lo que os da el Mundo, a lo que podéis tocar y ver. Lo que es Sublime, entra en el plano de la Fe y del Amor, y ahí es en dónde debéis estar cada uno de vosotros, en la Sublimidad del Amor, en la Confianza a vuestro Dios, allí os quiero llevar, Mis pequeños, dejaos, dejaos, ya no opongáis resistencia, dejaos.
Gracias, Mis pequeños
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, hay ya tantas almas que permanecen en la obscuridad, y que esa obscuridad cada vez se les hace más densa, que sienten no poder salir de ella; todo a su alrededor se obscurece, porque no saben cómo buscar la Luz.
A vosotros se os ha dado la Luz, vivís ahora en la Luz, y debéis ayudar a vuestros hermanos a alcanzarla. Muchos, muchos de vuestros hermanos, ya en la desesperación, imploran el poder llegar a ver que su camino se haga visible, que haya Luz que los Guíe.
Por eso, Mis pequeños, vuestra estancia en la Luz debe dar mucho fruto, vuestra oración, vuestra donación, vuestra libertad a Mi Voluntad es la que da frutos.
Vosotros vais orando e intercediendo por vuestros hermanos, realmente vosotros no sabéis hasta donde Yo llevaré vuestra oración, vuestra intercesión, vuestro corazón a vuestros hermanos, Yo voy levantando almas, las voy llevando al encuentro de la Luz.
Por eso vuestras oraciones deben de ser más profusas, más continúas, debéis manteneros en esa íntima unión Conmigo, vuestro Padre, como lo estaba vuestro Hermano, Mi Hijo Jesucristo.
Era una Unión Perfecta en todo momento, Es la Unidad la que debéis buscar Conmigo, y así todos vuestros actos, toda vuestra vida se vuelve oración y Yo voy llevando vuestra oración y la de tantos como vosotros que han querido dejarse mover por Mi Voluntad, para ir logrando la salvación de muchas almas.
Y aunque aún no os dais cuenta los alcances de vuestra oración, os daréis cuenta de vuestro Regalo, cuando lleguéis a Mí, al Reino de los Cielos; veréis todas vuestras oraciones, vuestra intercesión, vuestros dolores, vuestra vida en la Gracia, cómo fructificaron y cómo Yo pago.
Manteneos fieles, Mis pequeños, sencillos, para que sea el Amor el que os siga Guiando y a la vez vosotros podáis ayudar a vuestros hermanos a ser guiados a éste Reino de Amor que os tengo prometidos.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, a lo largo de la historia Me He derramado en Bendiciones sobre toda la humanidad, He sido un Padre paciente, un Padre consentidor, un Padre que ve por Su creatura; pero en éstos tiempos de tribulación, de tribulación espiritual, que se manifiesta en lo físico, en el Mundo, el ataque que está propiciando Mi enemigo contra Mi Amor es muy fuerte, porque es muy fuerte la cantidad de hijos Míos, que Me han dado la espalda.
Es tanto el error que vive el hombre actualmente, que ya no sabe discernir dónde está lo bueno y lo malo, porque lo vive en todo momento.
Hasta los grandes, los que dan el ejemplo, aún Mis ministros se han dejado contaminar por ese mal, se ha vuelto muy permisiva la Iglesia, porque se ha corrompido por el mismo mal que habita en Ella. Mi Iglesia, es Santa, Mi Iglesia es Pura, Mi Iglesia debe ser Ejemplo de lo que Es su Dios.
Y en estos momentos, Mi Iglesia, no lleva ésos parámetros. Éstos son tiempos de obscuridad espiritual, como ya os He dicho, y la Luz tiene que vencer y vencerá, la Luz de la Verdad llegará aún a aquellos que Me han traicionado, porque Yo Soy todo Amor, Soy Justicia, y el Amor siempre va a buscar a los que están perdidos, para eso vino Mi Hijo al Mundo, para atraerlos a la Luz, para atraerlos hacia Mi Corazón, a pesar de que la necedad del hombre es muy grande, el Amor todo lo puede y todo lo va a lograr, siempre y cuando vosotros Mis pequeños y a los que vaya escogiendo alrededor del Mundo, busquen, busquen el complacerme salvando almas.
Habéis escuchado en las lecturas de éste día cómo se levantará la reina del sur, cómo se levantará Nínive, en contra de las almas de éstos tiempos para juzgarlas, porque ellos no conocieron Mi Verdad a través de Mi Hijo, y aún así se salvaron y reconocieron Mi Verdad a través de Mis Profetas de ése Tiempo.
Habéis tenido al Profeta de los Profetas, a Mi Hijo, y ha sido rechazado por muchos, pero el Amor, Sus Enseñanzas fructificaron en muchas almas y entre ellos estáis vosotros.
Ciertamente, porque os habéis dado cuenta de ello, vuestra tarea se incrementa, pero vuestro premio también se incrementará, porque debéis trabajar mucho por vuestros hermanos, como mucho trabajó Mi Hijo, El Es el Maestro, vosotros los discípulos, y debéis trabajar y daros como se dio el Maestro.
Mis pequeños, no temáis al trabajo, no temáis a lo que se os venga, porque Yo os daré todo para que podáis caminar entre las tinieblas y entre la corrupción.
El Mundo necesita la Luz, el Mundo necesita el Amor; insisto tanto en esto, Mis pequeños, Yo no os quiero hablar de desastre, porque el desastre puede ser aminorado, ó puede desaparecer, cuando el Amor entra en pleno en el alma del hombre.
Antes que buscar los acontecimientos de terror, buscad el Amor, y al encontrar el Amor tendréis la Paz que tanto necesita el alma, si tenéis el Amor y la Paz que de ella se deriva, podréis caminar por entre las tinieblas y podréis conservar la cordura para ayudar a vuestros hermanos a recuperar lo perdido.
Manteneos con la Paz, Mis pequeños, como Mi Hijo os la dio y vosotros así la deberéis dar.
Que la Paz quede con vosotros y con los vuestros. Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Espíritu Santo.
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo. Hermanos vuestros que se guían por otras ideologías, pero que el Padre, vuestro Padre aún así Guía y protege, os hablan de la evolución del hombre para alcanzar esos “nuevos estados de conciencia” como hablan ellos; Mis pequeños, lo que estáis teniendo ahora, es una recuperación de las Gracias y Bendiciones que vuestros Primeros Padres tenían, no es evolución, es recuperación del Amor Pleno de vuestro Dios.
Vuestros Primeros Padres deseosos están de que tengáis esos Dones, esos Portentos de Gracia que ellos tenían. Ellos oran, ellos interceden por todos vosotros.
Por eso se habla de nuevos seres que llegan a la Tierra con capacidades superiores.
Mis pequeños, la perfección de vuestros Primeros Padres era altísima, bellísima y vais hacia ese camino, vosotros estáis viendo los cambios y estáis ayudando a ello; agradeced a vuestro Dios el momento que estáis viviendo, agradeced todas las maravillas que tenéis y que tendréis. Agradeced en todo momento a vuestro Dios en Su Santísima Trinidad, por ese Amor tan grande que tiene sobre la creatura a pesar de la traición, en cada momento. Sabemos de vuestra pequeñez, sabemos de vuestra debilidad, y por eso apreciamos fuertemente cuando volteáis y agradecéis y os dais cuenta de que nada se mueve, si no es por Nuestra Voluntad, que todo lo que tenéis es por el Amor Nuestro, y que si vais adelante, es porque así os lo ha permitido vuestro Dios y las generaciones venideras se darán cuenta plena de lo que tenía el Hombre en su principio y agradecerán.
No habléis más de lo que tenían vuestros Primeros Padres, hablando mal de ellos, de su pérdida, fue una debilidad, debilidad que también tenéis cada uno de vosotros, hablad más bien de la Caridad, buscad ese respeto y dadles vuestro perdón.
Vais hacia delante, vais en ascensión hacia las bellezas de vuestro Dios, os colmará de grandes Bendiciones, agradeced a vuestro Dios lo que tenéis y lo que tendrán vuestros descendientes, porque os habéis mantenido en Fe, y vais buscándola a pesar del error que os rodea; que Mi Luz os siga Guiando, os siga protegiendo, os siga llevando hacia esa Perfección, esa Perfección que os hará gozar de los Bienes del Cielo.
Gracias, Mis pequeños.  |
