Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J.V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre. Hijitos Míos, así como buscáis la salud de vuestro cuerpo cuando las infecciones, las afecciones, todos aquellos ataques que vuestro cuerpo obtiene a través de los microorganismos; también hay microbios que afectan vuestra alma y para ello debéis mantenerla en buen estado de salud. La salud de vuestra alma; el alma se contagia, así tan seguido como se contagia el cuerpo de las infecciones que lo rodean, muchos contagios tiene el alma.
Las enfermedades del alma no solamente la van a atacar a ella, sino también repercuten en el cuerpo, por eso debéis de tratar de mantener esa salud en vuestra alma; y la salud os la da la vida en la Gracia.
¿Cuántas personas no conocéis que estando afectadas de su alma, no están también afectadas de su cuerpo? Muchos de ellos al tener una buena confesión, al tener un perdón hacia sus hermanos también obtienen la curación del cuerpo. Por eso es tan importante, Mis pequeños, que os mantengáis en esa salud de vuestra alma, esa Vida Íntima con vuestro Dios os dará esa salud.
Como os digo, al estar en estado de Gracia, al estar en íntima comunicación Conmigo, con vuestro Dios, Quien todo lo puede, Quien todo os da, que todo lo Santifica, que todo lo hace bueno.
Tratad de ayudar a vuestros hermanos que os rodean, que están padeciendo también problemas de cuerpo y alma, y así Mis pequeños, conociendo esto y ayudándolos a veces con una plática, con un consejo, con un apoyo, los podréis curar, no solamente del alma, sino también del cuerpo.
Hay tantas almas infectadas en el Mundo por el pecado. El pecado tiene muchas facetas y todas ellas os afectan, en mayor o en menor grado; pero el pecado siempre va a afectar a vuestra alma, y por eso debéis tener cuidado, poner todos vuestros sentidos, protegiéndoos de las acechanzas del mal.
El demonio es muy astuto y tratará de llevarlos a un aparente bien, porque todos ya están envueltos en ese aparente bien; y no es así Mis pequeños, debéis luchar contra corriente, debéis luchar contra lo que ya es normal para la mayoría y que es un pecado, que es una falta grave contra Mí, que es algo grave contra el Amor, contra la Fe, contra las Virtudes.
Manteneos siempre alertas, siempre con esa vida interior, con esa búsqueda de lo Divino, con esa búsqueda de lo Perfecto, en las Enseñanzas de Mi Hijo; luchad por manteneos siempre así, en Vida, en Vida interior, para que la muerte o las infecciones que éstas causan, no os acarreé esa separación con El Supremo Bien, que Soy Yo.
Ayudad a vuestros hermanos a recuperar la salud; hay tantos enfermos a vuestro alrededor. Pedid, pedid la Gracia de poder encontrar la enfermedad en el corazón de los hombres para que podáis ayudarlos. Gracias, Mis hijitos.
Segundo Misterio, Habla la Santísima Virgen María. Hijitos Míos, qué mayor ejemplo podéis tener que la Sagrada Familia, si Yo como Madre de la Sagrada Familia, Yo Me mantenía en íntima comunicación con los deseos de Mi Padre, con los deseos de Mi Hijo, con los deseos de Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor.
La Docilidad se Me daba por ese Estado de Gracia, por esa obediencia, sabiendo que los que Me estaban Guiando era Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad.
Mis pequeños, ¿Qué más se puede pedir cuando realmente estáis confiados en esa Vida en la Santísima Trinidad? Vosotros estáis siendo guiados así, también por la Santísima Trinidad, y por Mí, vuestra Madre, pertenecéis a la Sagrada Familia.
Daos cuenta de esta Belleza que os digo... Estáis con la Sagrada Familia, Mi esposo de la Tierra, San José también está con vosotros, lo único que tenéis que poner de vuestra parte es vuestra voluntad para manteneros a la escucha de Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad.
Mis pequeños debéis volcaros hacia esta realidad, apartaros del Mundo, vivir en intimidad con los consejos que vuestro Dios os da continuamente, no solamente en estos momentos en que estáis unidos con Cielo a través del Santo Rosario, estáis unidos en la Sagrada Familia todo el día, todos vuestros momentos conscientes y aún los del sueño si así lo queréis; pero Mis pequeños, debéis buscar esa intimidad que encontró Francisco viviendo así para Su Dios, a la escucha de Su Dios, Yo Misma, vuestra Madre lo llevaba así, Mi Hijo Jesús también.
Debéis buscar esos momentos de intimidad en que estáis con vuestro Dios para que Él os Enseñe, os Guíe, os lleve a esa Gloria que ya podéis gozar desde la Tierra.
Vivid pues, en Nuestra Familia, en ésta Familia que Nosotros logramos hacer a pesar de que vivíamos en el Mundo, pero Nuestra Casita de Nazaret, que era un pedacito de Cielo, era un lugar de Enseñanza, un lugar de Alabanza, un lugar de Oración.
Tratad primeramente en vuestro interior lograr esa Casita de Nazaret y llevarla a vuestro hogar también; poco a poco, no presionéis a los vuestros, hacedlos entrar a Nuestra Casita, para que también vivan en Familia, gozando de todos los Bienes que Nos da Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad. Gracias, Mis pequeños
Tercer Misterio, Habla Dios Espíritu Santo. Hijitos Míos, Yo Soy vuestro Dios Espíritu Santo, El que es la Luz del Mundo, Jesucristo El Verbo, El Verbo Hecho Carne, os trajo Mi Luz que emana de Nuestro Padre Dios a través Mío.
Yo Soy El que da Vida, Yo Soy La Luz de la Verdad, La Luz de la Sabiduría, La Luz del Amor, La Luz del Amor que al irradiarse en las almas, las almas buenas que han abierto su corazón, al Amor, al cambio, reciben todo lo que emana de Mi.
Mis pequeños, muchos son aún los que se resisten a recibir la Luz, debéis buscarlos, al encontrarlos, habladles que esa Luz, Mi Luz solamente les va a traer beneplácito, les va a traer Gloria, les va a traer momentos que nunca antes han tenido por no haber tenido el contacto con su Dios.
Muchos temen, sí Mis pequeños, es increíble decir esto, pero muchos temen al Amor, a ese cambio, están tan acostumbrados a vivir en sequedad espiritual, que al encontrar esos Ríos de Agua Viva, esa Luz que disipa las tinieblas, temen, temen porque le temen a lo desconocido, siendo bello.
Tenéis que hablarles que lo desconocido no es así, sino es realmente vuestra Vida Real, que ya vivisteis, en la que estáis unidos al Cielo. Esa Vida íntima con vuestro Dios es Luz, la Luz que emana de Mí, a través de todos aquellos que abren su corazón y contagian a sus hermanos.
DejadMe trabajar plenamente a través de vosotros, os lo vuelvo a pedir; tenéis que vaciaros de vosotros mismos, debéis dejarMe obrar plenamente a través de vosotros, vuestra humanidad afecta al flujo de Mi Amor.
DejadMe pues, Mis pequeños, obrar plenamente en vosotros y en vuestros hermanos. No temáis y no transmitáis temor, sino manteneos siempre como se os ha pedido, en esa Paz y en esa alegría que será un signo inequívoco de que estáis con vuestro Dios en éstos tiempos de penumbra y de ataque tan fuerte de las fuerzas del mal.
Luz, Luz que traerá Amor, Sabiduría, Paz, Humildad, y con esto Mis pequeños tendréis y tendrán vuestros hermanos las puertas del Cielo abiertas para recibir todas las Bondades de vuestro Padre Dios. Trabajad con ahínco para vuestro Padre Dios.
Al abrir vuestro corazón a estas Verdades, y al derramarse sobre vosotros Mi Don, que es el Don del Padre, haréis grandes cosas por vuestros hermanos. Haced mucho por vuestros hermanos, porque esto lo estaréis haciendo para vuestro Dios.
Vuestro trabajo es necesario e importante para la Salvación de los hombres. No apartéis vuestra vista un vuestro interés de los intereses de vuestro Dios, esto es el vivir en Su Voluntad, vivir para Él, y para Sus intereses que son Nuestros intereses. Dar Vida y alejar la muerte y aliviar a vuestros hermanos de todo aquello que los haya dañado, dad Vida Mis pequeños, dejadMe trabajar, dad Vida. Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre. Hijitos Míos, la principal lucha a la cual estáis, en el mundo y a la cual primero debéis de vencer, es vuestra lucha interior. Sois vosotros mismos lo que primero tenéis esa gran lucha y esa es normal, es natural Mis pequeños, porque sois alma y sois cuerpo, debéis venceros a vosotros mismos.
Vuestro propio ser, ayudados con Mi Gracia, debe escoger entre lo bueno y lo malo y qué es lo que debe seguir.
Cuando el hombre lucha, va adquiriendo Gracia a Mis Ojos y se va llenando de Virtud para poder luchar y ayudar a otros. Por eso Mis pequeños, debéis venceros a vosotros mismos de las cosas del Mundo; debéis quitar de vosotros todo aquello que os separen de Mi Gracias, que os separe de aquello que solamente os hace daño, en donde perdéis el tiempo, en donde no vivís sino para vosotros o vivís para el otro, engañados con un falso bien.
La oración íntima sirve principalmente para ello, para que os deis cuenta perfectamente en dónde está vuestro ser, en dónde está vuestra alma, qué posición está tomando el Mundo.
Cuando os conocéis perfectamente podéis vencer todo aquello que os afecta negativamente, pero para ello debéis actuar con humildad y con honestidad, conocer vuestro ser, vuestra alma, y así al conoceros perfectamente, ayudados por Mi Gracias, ya podréis tomar el Camino correcto, y al estar en él, también podréis encausar a vuestros hermanos por el Camino de la Verdad. Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre. Hijito Míos, acostúmbrense a la amabilidad de corazón, que tengáis buenos pensamientos para los demás, que vuestra boca exprese buenos deseos que vuestros actos sean de respeto y de amor para con vuestros hermanos. Y esto no solamente os lo pido para con aquellos de los cuales obtendréis el mismo trato; sino también para aquellos de los cuales sabéis que no viven en Mí, vuestro Dios, y que no os podrán dar el mismo trato, por su forma de pensar o por su educación, pero –esto es muy importante, Mis pequeños- éstos hermanos vuestros, que se han acostumbrado a vivir en el error, en el pecado, al recibir de vosotros un trato o una palabra amable—eso, ese acto de amor que salga de vuestro corazón, puede lograr el cambio en un alma endurecida por el error, por el pecado por esa vida que ha llevado alrededor de él.
Recordad a Mi Hijo, Su Amabilidad, aún con los pecadores, Su deseo de Conversión sobre los pecadores, el darse aún sobre aquellos que los iban a traicionar; siempre fue un trato amable, educado, benévolo, siempre buscando la Conversión a través de la transmisión del Amor.
Por eso se os ha pedido que al transmitir el Amor, no seréis vosotros los que estaréis transmitiéndolo, sino vosotros como instrumentos estaréis transmitiendo Vida.
Por eso ahora encontraréis la explicación del transmitir Vida, porque daréis Vida, a aquellos que están acostumbrados a la muerte: El trato que daréis a los demás será esa Vida.
Mis pequeños, mucho se puede lograr a través de ese trato humilde y amoroso que podéis dar a vuestros hermanos. Al olvidaros de vosotros mismos no estaréis separando en categorías a vuestros hermanos, el trato que debéis dar a vuestros hermanos será uno solo, el que daba Mi Hijo, trato Amoroso, trato de Salvación, trato de Hermano.
Si veis que el mal se acerca, deberéis tratarlo con ese respeto, con esas ganas de volverlo al Bien; Me refiero al malo, al que ha caído en el error. No juzguéis para que Dios no os juzgue, os dijo Mi Hijo; si no juzgáis, Mis pequeños, Yo vuestro Padre os recibiré con los Brazos abiertos con el Amor de Mi Corazón, seréis Mis hijos, Yo vuestro Padre y así quiero que Me traigáis a vuestros hermanos, en esa confianza plena que recibirán un cambio en su corazón cuando vosotros los tratéis con ese respeto y con ese Amor honesto que brote de vuestro corazón, pero porque estéis en unidad íntima Conmigo, vuestro Dios. Gracias, Mis pequeños.