Mayo 23_13 Si estáis Conmigo, os iré protegiendo, aún a pesar de que caminéis por caminos obscuros. |
Rosario vespertino
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Es más sabio callar que hablar mal de vuestros hermanos y Yo os premiaré esta acción de callar porque, sabiamente, sabéis que no sois capaces de juzgar al prójimo. Hijitos Míos, la medida con la que vosotros juzgáis es muy diferente a la Mía y, es más, vosotros ni siquiera debierais juzgar, porque no estáis capacitados para hacerlo, porque no sois perfectos, no sois santos, no sois sabios, como Yo lo Soy, vuestro Dios.
Mis pequeños, Mi medida, que es Perfecta, es también Misericordiosa. Yo Juzgo como Padre, Juzgo como Dios, pero Juzgo siempre en el Amor, en Mi Amor Perfecto. Al juzgar así, Mis pequeños, realmente estoy juzgando Sabiamente, correctamente y con esto, al hacerlo en forma neutral, Yo realmente veo la magnitud de vuestros pecados, pero también la magnitud de vuestras buenas obras. Yo sí puedo poner en la balanza lo bueno y lo malo de cada uno de vosotros, porque Yo os conozco perfectamente.
Vosotros, cuando juzgáis, juzgáis en una forma incorrecta, a la mejor estáis viendo por vuestras necesidades o por vuestra forma de pensar incorrecta, y así, vuestros juicios no van a ser imparciales, no van a ser correctos, juzgáis mal y lo peor de todo, es que ponéis ante vuestros hermanos a una persona juzgada incorrectamente, a quien la van a tratar injustamente y todo por vuestra culpa y todo porque vosotros no estáis capacitados para juzgar como Yo os juzgo.
Mis pequeños, el Juicio de cada uno de vosotros, que será al final de vuestra existencia, será para que vosotros obtengáis vuestro regalo o vuestro castigo pero, esto será en forma imparcial. Yo no estoy buscando el condenaros porque alguna vez Me tratasteis mal y Me quedé adolorido por mucho tiempo y que puedo aprovechar esta oportunidad de Juicio parcial de vosotros para condenaros y así desquitarMe de lo que Me hicisteis. No, Mis pequeños, Yo os voy a juzgar correctamente y os voy a dar vuestro premio o vuestro castigo correctamente, vosotros no debéis tomar un papel que no os corresponde porque estáis tomando un papel Divino y no estáis capacitados para ello, porque no conocéis el corazón de vuestros hermanos.
En las Escrituras se os dice que “calléis antes de juzgar” y ésa será una forma sabia de actuar, porque si vosotros juzgáis y al juzgar mal, como os he dicho, vuestros hermanos van a tratar mal al que fue juzgado incorrectamente, vosotros seréis culpables de las acciones que él pueda cometer, porque fue mal juzgado por vosotros.
Algún hermano vuestro, igual se puede desquitar por vuestro juicio equivocado o al ver que todos le rechazan, quizá hasta pudiera tomar una acción contra sí mismo o hasta quitarse la vida, porque se va a sentir señalado por todos los que le rodean y esto, porque fue un juicio incorrecto.
¡Cuántos errores no se han cometido en el pasado!, y vosotros sabéis de muchos de ellos, que el hombre juzgó incorrectamente a otros y se cometieron muchas atrocidades. Os repito, es más sabio callar que hablar mal de vuestros hermanos y Yo os premiaré esta acción de callar porque, sabiamente, sabéis que no sois capaces de juzgar al prójimo porque no conocéis perfectamente su corazón como Yo lo conozco.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Si vosotros escogéis el Bien, debéis ser ejemplo de ése Bien, ya no podéis, en ninguna forma, dar un mal ejemplo, ni con palabras, ni con obras, ni con deseos vanos. Hijitos Míos, San Juan, Mi discípulo amado, os dice en las Escrituras, que si se pudieran escribir todas las cosas que Yo les dije en aquél tiempo, no alcanzarían los libros y llenarían toda la Tierra. Pero Yo os digo, Mis pequeños, que todas Mis Enseñanzas, se resumen en una sola cosa, en actuar en el Amor.
Mis pequeños, hay dos cosas solamente en vuestra actuación y vosotros escogéis: el Bien o el mal.
Si vosotros escogéis el Bien y queréis vivir en el Bien, inmediatamente y absolutamente, deberéis rechazar todo el mal que llegue a vosotros y, además, de aquél que nazca en vuestro corazón.
Ciertamente, al estar en el mundo, estáis rodeados también del ataque de satanás. Hay maldad a vuestro alrededor, hay maldad que os ataca, hay maldad que quiere destrozar vuestra alma para que no tenga el premio eterno en el Reino de los Cielos. Vosotros, al tener el libre albedrío, podéis escoger entre Mi Bien o el mal que él también ha diseminado.
Si vosotros escogéis el Bien, debéis ser ejemplo de ése Bien, ya no podéis, en ninguna forma, dar un mal ejemplo, ni con palabras, ni con obras, ni con deseos vanos. Vuestro pensamiento, vuestro actuar tienen que estar alineados hacia el Amor. Cuando vosotros os llenáis realmente de Mi Amor, todo debe ser santidad en vuestra vida.
Ser santos es reproducir Mi Imagen sobre la Tierra.
Ser santos es tocar corazones para su conversión.
Ser santos es ayudar a aquellos que han escogido el camino del mal y vosotros, les abrís los ojos para que se den cuenta que su caminar, su actuar, su vivir, no es el correcto.
Ser santos, es saber sufrir y morir por Mi Ideal Divino, que es el de transmitirle a todos vosotros Mis Enseñanzas y Mi Amor.
Ser santos es ser valientes ante los ataques de personas, hermanos vuestros, que humanamente puedan tener una posición más alta que vosotros, ya sea económica, social y aún espiritual. Esta valentía solamente se obtiene viviendo en la Verdad y en el Amor. Ser santos es mostrarles a vuestros hermanos de este tiempo, que Yo sigo trabajando en las almas y que Yo sigo Viviendo y Existiendo en las almas, que no Soy un Dios del pasado, que no Soy un Dios Bíblico, que quedó plasmado solamente en un libro y que ése libro fácilmente se puede guardar en una gaveta y olvidarlo ahí. No, Mis pequeños, Yo Soy un Dios que vive, respira, actúa, que está entre vosotros, que está en vuestra vida, que está en vuestro interior.
Ser santos es vivir en la Justicia, es vivir en la Verdad, es vivir como verdaderos hermanos, preparando a todos los hombres de la Tierra, para entrar en contacto con vuestros hermanos de los Cielos y, así, que la Tierra y el Cielo se unan, para que sean ya una sola familia.
Os pido, Mis pequeños, seáis ésas almas valientes, ésas almas decididas, ésas almas llenas de Mi Amor, para que podáis mover corazones, como Yo los he movido y empezando por los vuestros, porque si vosotros Me estáis escuchando, es porque Mis Palabras, Mis Obras y Mi Amor os movieron y Me seguís porque Me amáis y porque queréis llegar a la perfección a la que habéis sido llamados.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: No os quisisteis dar por vuestros hijos, no les quisisteis dar la Verdad, que como vosotros, padres, os obligaba a enseñarla a vuestros hijos. ¡Ay de vosotros, generaciones futuras, cómo sufriréis por vuestro error! Sufriréis lo que vosotros no inculcasteis en vuestros hijos. Sufriréis porque no les enseñasteis a amar y a respetar. Sufriréis porque no les enseñasteis que existe un Dios, que es Todo Bondad, que es Todo Donación, que es Todo Vida y le dejasteis a vuestros hijos escoger su tipo de vida de acuerdo a su poca experiencia y las experiencias de su alrededor, que las más de las veces, son erróneas, equivocadas y aún podría decir, malvadas.
Sufriréis vuestro error, porque eso que les dejasteis aprender sin ninguna guía espiritual, se volverá contra vosotros y contra los vuestros.
Cuando alguien no crece bajo leyes determinadas, toma caminos equivocados, quizá en algún momento de su vida, podrá tener acceso a la Verdad y oportunidad de cambiar, pero, si su error persiste, mucho error transmitirán y ése error, lo padeceréis y lo padecerán vuestros hermanos.
Por eso hay tanto error en el mundo, porque los padres ya no han enseñado a los hijos, primeramente, a respetarMe a Mí, vuestro Dios. No les enseñaron a respetar y a dejarse guiar por Mis Leyes y consejos que tenéis en las Escrituras. No les enseñasteis a que hay un futuro y que ése futuro será eterno y que hay que luchar por él, porque si no es así, padeceréis un futuro de dolor.
¡Tanto que dejasteis de hacer por vuestros hijos y, por eso, por los errores que ahora viven, lo sufriréis en carne propia! No enseñasteis el amor y, el odio humano, el odio satánico, la maldad que se encierra en los corazones no bien guiados, se volverá contra vosotros, primeramente contra aquellos que fueron los progenitores y que no enseñaron el bien vivir a sus hijos.
Eso es una Ley Divina, Mis pequeños, que todo lo que vosotros hagáis o dejéis de hacer, tarde o temprano se volverá contra vosotros y contra los vuestros. Así que no os quejéis y Me echéis la culpa de lo que os suceda, Mis pequeños, porque esto será causado por vuestro error, porque no os quisisteis dar por vuestros hijos, no les quisisteis dar la Verdad, que como vosotros, padres, os obligaba a enseñarla a vuestros hijos.
Yo os he dado el don de la vida y el don de la vida no es un juego, es una grave responsabilidad. Cuando vosotros Me pedisteis tener hijos, al darles el don de la vida, vosotros adquiristeis una responsabilidad muy grave ante Mi Presencia y en una multitud de casos, veo almas vacías, infinidad de almas que no llevaron a cabo su misión, primeramente con sus hijos y luego con vuestros hermanos, o sea, vuestro prójimo.
Todo eso que dejasteis de hacer, se volverá contra vosotros.
Ahora veis cómo actúan los jefes de estado, cómo actúan hermanos vuestros que tienen el poder en sus manos, ¿acaso sus acciones son correctas, son sabias, son justas? No, Mis pequeños, la gran mayoría de sus acciones no son las que saldrían de Mí, vuestro Dios y os lo digo así, Mis pequeños, porque Yo Soy el Perfecto y vosotros teníais la obligación de transmitirle a vuestros hijos, las obras, las Enseñanzas de Quien Es el Perfecto y ése Soy Yo. Al no tener Mis Enseñanzas, se mueven como animalitos y de acuerdo a su propio albedrío, que no es el correcto y, así, vosotros vais padeciendo vuestro error y vais sufriendo vuestra necedad, porque no os disteis a vuestros hijos, no os disteis a vuestros hermanos, no disteis el ejemplo correcto, para que se viviera en la Tierra, como se vive en el Cielo.
Así que no os quejéis, Mis pequeños, no os quejéis, porque vosotros fuisteis los autores del dolor que ahora padecéis. No enseñasteis a amar a los vuestros y, ahora, estáis padeciendo lo que ellos aprendieron del mundo y el mundo, es satanás. Dolor hay en todos lados, hay muerte, hay destrucción, y eso no viene de Mí, viene de satanás y eso lo aprendieron vuestros hijos porque no les enseñasteis primeramente a amar y a respetar a vuestros hermanos.
Orad, orad mucho, pero sobre todo, dad buen ejemplo, dad el ejemplo de tenerMe a Mí en vuestro corazón y así podréis todavía arreglar un poco de vuestro error, haciéndole ver a vuestros hermanos de vuestro cambio y cambio radical. El Amor Soy Yo, y Mi Amor debe estar en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Meditad todo esto, Mis pequeños, para que Me deis vuestro amor, el amor que no Me quisieron dar muchos de vuestros hermanos de ayer ni muchos de vuestros hermanos de hoy. Hijitos Míos, la gran mayoría de vosotros, solamente veis Mi Cruz con la que fui al Calvario. Una Cruz de madera, pesada, una Cruz, que luego Me sostuvo y Me mostraba ante los hombres como alguien deplorable, malvado, despreciable. Esa Cruz fue la culminación de Mi Vida como Redentor, como Maestro del Amor pero, ciertamente, ésa no fue solamente Mi Cruz, Yo tuve también Mi Cruz en la vida, como Hombre.
Ciertamente Dios, pero, también, ciertamente, hombre y lo quise hacer así, Mis pequeños, respetando el deseo de Mi Padre, de tomar un cuerpo humano, para también sentir lo que vosotros sentís, desde lo más sencillo y natural, como son los cambios de temperatura, hasta el rechazo del prójimo, que es muy doloroso, Mis pequeños, especialmente cuando viene de un ser querido, como fueron Mis apóstoles.
Ciertamente llevé una Cruz pesada en Mi Vida pública, fui rechazado, atacado, depreciado y Yo lo único que quería era el bien de todos vosotros.
Si vosotros estuvierais en Mi lugar, comprenderíais mejor la situación que Yo padecí. Poneos por un momento en Mi lugar, Soy un Dios de Amor, vengo en paz, vivo en la Paz total, traigo un regalo inmenso para todos los hombres que son las Leyes y Enseñanzas Divinas que, al actuar, al vivir en ellas, solamente os van a producir bienestar, una paz que de ninguna otra forma podréis sentir vivir.
Yo quería lo mejor para las almas de ése momento y para todas las futuras, también, pensando en vosotros, ¿acaso es malo transmitir un bien? Y aún por ello Me estaban atacando.
Os vuelvo a repetir, poneos en Mi lugar, ahora vosotros, sois Yo, vuestro Jesús, vosotros estáis caminando entre los hombres, les estáis llevando amor, paz, una forma de vivir correcta y esto, automáticamente os lleva a altos grados de perfección en lo que estéis haciendo, porque cuando se vive en el Bien, cuando se vive correctamente, cuando se vive en la Verdad, todos os ayudáis y de esta forma, todos crecéis y lo que estéis haciendo va a dar mucho mejor fruto.
Seguís estando en Mi lugar, estáis llevando amor a vuestros hermanos y de repente os empiezan a atacar, os empiezan a maldecir y vosotros, os quedáis estupefactos, ¿por qué me están atacando?, si yo solamente les estoy dando un bien, les estoy enseñando a vivir lo correcto, que les va a dar un bien supremo.
Seguís enseñando, seguís dando el buen ejemplo y os siguen atacando, os apedrean, os blasfeman y, un tiempo después, hasta piden vuestra muerte y todo por hacer el bien.
¿Se os hace esto correcto, Mis pequeños? ¿Se os hace justo? Si vosotros mismos que estáis tomando Mi lugar no entendéis el actuar de vuestros hermanos, que cómo es posible que os hayan atacado y hasta hayan pedido vuestra muerte, porque los amáis, porque queréis lo mejor para ellos y no lo entendéis. ¿Os dais cuenta de cómo el corazón del hombre es tan diverso y hay maldad en él? Ciertamente, ésta maldad, viene de satanás y como estáis en sus dominios, él no quiere saber de Mí, de vuestro Dios. Él no quiere saber del Amor y, por eso, a Mí, el Hijo de Dios, fui Sacrificado por los mismos hombres a quienes Enseñé a amar y despreciaron el Amor y siguieron buscando el odio y la maldad, porque no quisieron llenar su corazón de Amor.
¿Se os hace todo esto justo, Mis pequeños? Si para vosotros mismos esto os duele, y no lo comprendéis, imaginad lo que Me hicieron a Mí, el Hijo de Dios, el Dios hecho Carne. Yo, Todo Bondad, Todo Amor, que además les dio ejemplo de Divinidad al curar a muchos de vuestros hermanos y, aún así, pidieron Mi Muerte. ¿Se os hace esto justo, Mis pequeños?
Meditad todo esto, meditad, Mis pequeños, para que sintáis en vosotros Mi Dolor, para que sintáis la injusticia, para que comprendáis Mi Vida sobre la Tierra. Meditad todo esto, Mis pequeños, para que Me deis vuestro amor, el amor que no Me quisieron dar muchos de vuestros hermanos de ayer ni muchos de vuestros hermanos de hoy.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Todo aquél que viva para Mí, será protegido de los ataques de satanás, Yo arreglaré sus problemas, vosotros, enmendaréis vuestro camino, al ver cómo os voy protegiendo Hijitos Míos, agradeced en todo momento lo que venga a vuestra vida. Vosotros no entendéis muchas cosas que pasan a vuestro alrededor, pero todo está dentro de un Plan Divino, que es Perfecto.
Sabiduría debéis pedir, Mis pequeños, para empezar a entender, ligeramente, Mis Designios Divinos. Mientras más humildes seáis y aceptéis Mi Voluntad, más sabios seréis y vuestras capacidades espirituales, crecerán, porque el que es sabio, sabe hacerse pequeño y sabe escuchar a su Dios, sabe dejarLe vivir plenamente en su ser.
Sabéis, porque os lo he dicho, que nada sucede por casualidad, que todo tiene una razón de ser, aún a pesar de que vosotros lo veáis en el mal, Yo siempre buscaré vuestra salvación eterna, Yo siempre buscaré por la salvación de vuestra alma.
Estáis en la Tierra para servirMe. Sabéis, que estando en la Tierra, ataques vendrán por todos lados, pero, también, Mi Gracia os estará cubriendo. Si estáis Conmigo, os iré protegiendo, aún a pesar de que caminéis por caminos obscuros y llenos de maldad. Esto está escrito en las Sagradas Escrituras, es Mi Promesa, porque Soy vuestro Dios.
Todo aquél que viva para Mí, será protegido de los ataques de satanás, Yo arreglaré sus problemas, vosotros, enmendaréis vuestro camino, al ver cómo os voy protegiendo de situaciones difíciles y a veces, imposibles ante vuestros ojos.
Confiad en Mí, Mis pequeños, os lo he dicho muchas veces, pero dudáis, dudáis mucho, no tenéis confianza plena en Mis Palabras.
La vida en la Tierra es solamente un momento de vuestra existencia, no es vuestro hogar, vinisteis a dejar algo de vosotros y no necesariamente de vosotros, sino de Mí, vuestro Dios, pero salido de por vosotros.
Debéis dejar Vida, porque Vida es lo que Yo os di. Os habéis llenado de Mi Vida y vosotros, daréis lo que tenéis en vuestro ser. En las Escrituras leéis que la boca habla de lo que tiene el corazón y puedo añadir que, vosotros, actuáis porque tenéis al Actor de vuestra vida en vuestro interior, que Soy Yo.
Yo debo actuar plenamente a través de vosotros y, por eso, a lo largo de vuestra existencia, podéis ver a hermanos vuestros actuando en el bien y otros actuando en el mal y todo esto se da de acuerdo a que si habéis abierto vuestro corazón al Bien, a la Verdad, al Amor o si lo habéis abierto al mal, a la destrucción, a la muerte, que es de satanás. Y, así, vais viendo a lo largo de vuestra existencia cómo las almas van escogiendo unas, acertadamente y otras erróneamente y con ello ya os podréis imaginar su futuro eterno.
¿Qué camino tomaréis vosotros? Esa es la pregunta que os debéis hacer primeramente, ¿A quién estoy sirviendo? ¿Qué debo transmitir? ¿Qué voy a dejar en mis hermanos? Y recordad que vuestras acciones son parte de una cadena. Si en la cadena en la que estáis y siendo vosotros los eslabones, venía dándose el mal y de repente con vuestra presencia, se da el bien, los siguientes eslabones seguirán en el bien, porque vosotros cambiaréis la acción del futuro de muchos, por vuestro actuar, por vuestras creencias, porque defenderéis a vuestro Dios en el mundo y vuestro premio se dará en magnitud grande si vuestros actos y vuestro ejemplo movieron almas en lo futuro. Pero si vuestro actuar fue malo, destructivo y muchas almas se perdieron por vuestro ejemplo, por vuestra maldad, también se os juzgará por ello y la muerte de ellos, será por vuestra culpa y, de esta forma, por haber actuado en el mal y haber dado mal ejemplo, que destruyó muchas almas, sabéis perfectamente a dónde iréis eternamente.
Os repito, sólo existe el Bien y el mal ¿A dónde iréis vosotros? ¿Qué daréis a vuestros hermanos? ¿Cómo llegaréis ante Mí? ¿Con la frente en alto, con un corazón inmenso o tratándoos de esconder, evitando Mi Mirada, que os quemará, que os acusará y que ya sabréis vuestro destino eterno?
Meditad este momento que tarde o temprano vendrá para cada uno de vosotros, ¿cómo estaréis ante Mí? Nadie se salvará de ése momento, creáis o no creáis en él, creáis o no creáis en Mí, tarde o temprano estaréis ante Mi Presencia.
Gracias, Mis pequeños.
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