Rosario vespertino
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- Meditad todo esto, Mis pequeños, porque es una realidad de la cual no podréis escapar, estáis ya a momentos en que el Justo Juez se presente a vosotros, ¿cómo estaréis ante Mis Ojos?
- Cuando no Me buscáis a Mí, y no os apoyáis en Mí, vuestra vida no puede ser correcta.
- No habéis aprendido a soltaros a Mi Voluntad. Mi Voluntad es la perfección misma. Buscadla, Mis pequeños, dejaos mover por Mí, Yo no os fallaré, porque Soy la Bondad Infinita, Soy la Verdad Absoluta.
- Esto es la vida del Cielo y es lo que quiero que se dé en la Tierra.
- No hay misión más loable que ésta, Mis pequeños, ver por el bien de vuestros hermanos, ver por su salvación eterna y, con esto, agradarMe a Mí, vuestro Dios, infinitamente.
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Meditad todo esto, Mis pequeños, porque es una realidad de la cual no podréis escapar, estáis ya a momentos en que el Justo Juez se presente a vosotros, ¿cómo estaréis ante Mis Ojos? Hijitos Míos, cuando vosotros sois padres de familia, tenéis la intención de lograr una familia lo más perfecta posible, en donde nada os falte, que estéis unidos, que podáis cumplir con todo lo necesario para que vuestros hijos sean personas de bien y que sean ejemplo ante el mundo.
Ciertamente, estoy hablando de un matrimonio cristiano, un matrimonio con ideales de perfección y santificación. Pero, ¿qué sucede cuando, a pesar de todas vuestras intenciones e intentos, vuestros hijos se desvían y prefieren el mal al bien que vosotros habéis deseado y enseñado a vuestros hijos? Os sentís mal porque, el ataque de satanás es muy fuerte, y vuestros hijos son engañados por sus artimañas y caen.
Eso mismo Me sucede a Mí, Mis pequeños. Yo, como vuestro Dios y Creador, os he dado el don de la vida, para que vosotros bajarais a la Tierra, a llevar Mi Vida y llevarla a los vuestros. Para que vuestro ejemplo, vuestras palabras, vuestros deseos, oraciones, intenciones, fueran cambiando el entrono en donde vivís y al mundo entero. Pero el hombre prefiere desviarse y aceptar la maldad de satanás.
Las almas se vuelven estériles, las almas se vuelven malas, no hay vida espiritual que las soporte, no hay vida espiritual que las salve y, así, muchas almas, que han bajado a la Tierra, en lugar del bien que debieron haber hecho, causaron mucho mal a la misión que Yo les encomendé y que era para vuestra salvación y la de los vuestros.
Mis pequeños, un alma es valiosísima ante Mis Ojos, un alma puede hacer grandes cosas, inmensas, cuando el alma vive en Mí, cuando el alma se apoya en Mí, cuando el alma se santifica a través Mío. Os he dado a Mi Hijo como Ejemplo, para que vosotros lograrais vuestra santificación y también lograrais la santificación de vuestros hermanos. Las almas que viven con esta intención, son almas santas, son almas que hacen mucho bien a otras almas, son almas que producen mucho fruto, son almas en las cuales Me deleito y bendigo mucho porque, también, mucho han tomado de Mí y Yo Me congratulo con ellas.
Mis pequeños, ¿por qué ser de ésas almas que Me traicionan y traicionan también a sus hermanos? Cuando vosotros actuáis en el mal, os volvéis instrumentos de satanás, si sois instrumentos de satanás, ¿a qué estáis aspirando?
Ciertamente, muchas de éstas almas que Me traicionan, son las que luego se voltean contra Mí y Me exigen un bienestar y bendiciones que no se merecen. Actuáis por conveniencia y actuáis en mentira. No vivís de acuerdo a lo que Yo os pido, pero sí exigís que todo os vaya bien en vuestra vida, ¿no se os hace esto incongruente, Mis pequeños?
Vosotros mismos, en vuestra familia, ¿acaso premiáis al hijo que se porta mal?, ¿acaso debo Yo premiar al alma que se porta mal? No, Mis pequeños, no os engañéis y no seáis injustos Conmigo, que Soy vuestro Dios, que Soy todo Amor y Soy todo Justicia.
Ciertamente, Mi Misericordia es muy grande y espero vuestra conversión, pero muchos de vosotros no buscáis vuestra conversión, y seguís actuando en el mal. Mucho os he dado, principalmente, la Presencia de Mi Hijo entre los hombres. Tenéis Sus Enseñanzas, tenéis un Ejemplo de Perfección. Las almas deben tomar Su Ejemplo, para que podáis dar mucho fruto, pero no os importa, ya más, esto que os pido, no os importa, ya más, agradarMe con vuestra presencia entre vuestros hermanos y dar Vida con vuestra vida, con vuestras palabras, con vuestra intercesión.
Vergüenza Me dan infinidad de almas que se comportan como verdaderos demonios. Yo, que os di la vida, Yo que os doy el sustento, Yo que cuido por vosotros y vosotros, os volvéis muerte para muchos de vuestros hermanos. Vuestro ejemplo es nauseabundo, vuestras palabras, groseras, destructivas, palabras de muerte.No hay amor en vuestra vida ni en vuestros actos, hay destrucción, hay vicio, hay maldad. No hay respeto a Mis Leyes, no respetáis lo que viene de Mí. Sí, sois instrumentos de satanás, porque de vosotros no sale vida, sino solamente muerte, maldad, destrucción espiritual. Os podéis imaginar cuál será vuestro futuro eterno, que, aunque, ciertamente tratáis de acallarlo, tratáis de no pensar en él y creer que no hay un futuro eterno, equivocados estáis, Mis pequeños, porque el futuro eterno existe y, así, como vosotros os estáis ganando vuestra condenación, también las almas buenas se estarán ganando la vida eterna, la felicidad eterna Conmigo, en el Reino de los Cielos.
Yo Soy un Dios Justo, Soy un Padre Justo, vosotros seréis vuestros propios jueces, cuando al final de vuestra vida os presentéis ante Mí. ¿Podréis verMe a los Ojos cuando estéis ante Mí, o querréis ocultaros para que Yo no os vea? Dependerá de vosotros cómo estaréis al final de vuestro tiempo, y qué cuentas daréis de la vida que Yo os concedí.
Meditad todo esto, Mis pequeños, porque es una realidad de la cual no podréis escapar, estáis ya a momentos en que el Justo Juez se presente a vosotros, ¿cómo estaréis ante Mis Ojos? Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Cuando no Me buscáis a Mí, y no os apoyáis en Mí, vuestra vida no puede ser correcta. Hijitos Míos, Yo Soy vuestro Dios y Yo juzgo en forma muy diferente a lo que vosotros juzgáis. Vosotros veis vuestro exterior, Yo juzgo vuestro interior, vosotros buscáis lo que es externo, lo que es material, lo que da gusto a vuestros sentidos y Yo busco vuestra alma, vuestros pensamientos, vuestro corazón y lo que da gusto a Mi Amor.
Vosotros actuáis para vuestro bienestar externo, mundano y Yo busco vuestro bienestar Divino, que es vuestra alma, que es Mi Presencia en vosotros. Mi Divinidad, en vuestro interior, os da una vida muy diferente de la que vosotros buscáis.
Yo juzgo de acuerdo a lo que vosotros debéis ser y lo que debéis dar, de acuerdo a lo que Mi Hijo os ha enseñado, para que podáis tener vida eterna, y os juzgo para un bien eterno. Todo lo contrario hacéis vosotros. Juzgáis de una forma muy injusta, temporal y, para aquellos momentos, en los cuales, vosotros, solamente viviréis para el mundo o para presentaros ante vuestros hermanos según vuestras conveniencias.
No, Mis pequeños, no juzgamos de la misma forma, Yo Soy vuestro Dios y Mi Juicio es Justo, porque conozco vuestro interior y vuestro exterior. Vosotros sois injustos, porque solamente veis el exterior y buscáis solamente lo que os conviene y lo que os gusta para manteneros en el mundo, buscando solamente bienes materiales y no buscando lo que os va a dar, os repito, bienes eternos.
Estáis perdiendo la oportunidad inmensa de obtener un bien eterno, que no os imagináis siquiera, pero que os he prometido, porque os falta Fe y porque no Me habéis buscado. Os habéis alejado de Mí y habéis hecho vuestra propia vida y vosotros, al no ser perfectos, no podréis dar una vida perfecta a vuestro ser.
Vuestro juicio, es incorrecto y, así, incorrectas serán vuestras obras. Cuando no Me buscáis a Mí, y no os apoyáis en Mí, vuestra vida no puede ser correcta. Si actuáis en Sabiduría, entenderéis esto perfectamente, y si actuáis en humildad, dejaréis vuestra vida pasada, vida pasada, vida que os lleva al error, y buscaréis lo que Yo os he dado para que alcancéis la perfección.
Mis pequeños, mucho se os ha dado, os busco, pero no os dejáis encontrar. Permito todos estos momentos difíciles, que está pasando la humanidad, para que vosotros os deis cuenta de que sois nada y que necesitáis un apoyo grande, fuerte, Divino, que solamente Yo os puedo dar.
Satanás ha adquirido mucha fuerza por culpa vuestra, os está atacando y os está llevando a un error fatal y no os queréis dar cuenta de ésta realidad.
Os sigo buscando y protegiendo, pero ¿hasta cuándo entenderéis, pueblo infiel y terco? BuscadMe y Me dejaré encontrar, buscadMe y hallaréis vuestra salvación. BuscadMe y encontraréis Vida Eterna. Yo Soy un Dios Sencillo, un Dios Sensible, pero depende de vosotros que os dejéis mover por Mí y que tengáis ésa Sabiduría para que Me dejéis actuar en vosotros.
Os Bendigo, Mis pequeños y os envío Mi Santo Espíritu, para que os dejéis mover por Él y que os dé la Luz necesaria para que vosotros podáis discernir el actuar de vuestra vida y podáis ver si realmente estáis viviendo para un fin eterno bello o un fin eterno de dolor. Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: No habéis aprendido a soltaros a Mi Voluntad. Mi Voluntad es la perfección misma. Buscadla, Mis pequeños, dejaos mover por Mí, Yo no os fallaré, porque Soy la Bondad Infinita, Soy la Verdad Absoluta. Hijitos Míos, ¿acaso hay algo mejor que Yo? Vosotros mismos, en algún momento de vuestra vida, habéis experimentado Mi Presencia en vosotros. Puede haber sido en momentos muy difíciles por los que pasasteis o puede haber sido en algún momento extraordinario, bellísimo de vuestra vida, en donde claramente os dais cuenta de que lo que ha llegado a ella, la sensación que tenéis o lo que experimentasteis, ciertamente no puede venir, simplemente, de lo humano, sino que tiene que haber sido de algo extraordinario, muy fuera de vuestro mundo.
Con esto os quiero decir, Mis pequeños, que el alma siempre anhela un apoyo alto, un apoyo extraordinario, un apoyo que no está a nivel de vuestros sentidos, sino que supera vuestras capacidades de pensamiento y pasan al plano de lo espiritual, de lo inexplicable y, ahí es donde entro Yo, Mis pequeños. Para vosotros, muchas de Mis actuaciones en vuestra vida, son inexplicables pero, la Fe, las hace aceptables a ella. Es vuestra Fe la que debe actuar constantemente en vuestra viday, de esta forma, ya no necesitáis que se os expliquen todas éstas extraordinarias situaciones por las que pasáis, simplemente, las aceptáis, porque vuestra alma, al estar en contacto Conmigo, -que eso, os lo da la Fe-, las recibís como un regalo Mío o, a veces, también, como una represión Mía, para que entendáis que vais por caminos errados.
Sí, Mis pequeños, cuando a veces os suceden cosas inexplicables, pero no muy agradables, también debéis aceptarlas con amor, porque os jalo las orejas, os hago ver vuestros errores, os instruyo para que no sigáis por malos caminos y, todo esto, lo hago por Amor, para vuestro bien, para que vosotros caminéis con pasos seguros en un ambiente que ciertamente, es contrario a vuestra Fe, a vuestro amor, a vuestra espiritualidad, porque estáis caminando por caminos de satanás, porque él es el príncipe de éste mundo y él tratará de llevaros por caminos erróneos.
Mis pequeños, la Fe en Mí, siempre os va a ayudar. En vuestros malos momentos, hará que os acerquéis a Mí para que Yo os apoye, para que ésos malos momentos se vuelvan buenos porque, siempre de un mal, Yo voy a sacar un bien para vuestra educación espiritual, para vuestro crecimiento, para vuestra salvación. Y, si Yo permito un bien en vuestra vida, también vosotros deberéis voltear hacia Mí, para agradecerMe que ése bien haya llegado a vuestra vida, que no fue una casualidad, como muchos quieren creer o hacer creer a sus hermanos, porque no hay casualidades, todo está controlado por Mí, Mis pequeños, especialmente cuando os dejáis mover por Mi Voluntad.
Estas Palabras a algunos les molesta. Cuando Yo digo que todo está controlado por Mí, es para vuestro bien. Si Yo Soy el Bien Supremo, Mis pequeños y vosotros Me dais la libertad de vuestra vida, ¿qué podéis esperar? Obviamente todo saldrá bien para vosotros, todo será perfección, todo será alegría y, aunque se os presente algo no muy agradable, aún eso os ayudará a crecer y a madurar en una vida espiritual profunda que Yo quiero tengáis todos vosotros.
En Mí, Mis pequeños, no hay maldad, porque entonces no sería Yo ése Dios del Bien que os creó, para que lo tuvierais también vosotros, un Bien que pudierais transmitir a vuestros hermanos.
Cuando os apoyáis en Mí, todo vuestro ser se transforma, vuestra alma sabe qué es lo que vosotros estáis recibiendo y sabéis que son los tesoros de Mi Amor.
Las almas que son ejemplo de santidad ante vosotros, que han sido nombrados por Mi Iglesia, encontraron éste gran tesoro, que es el de darse plenamente a Mí y dejarse mover por Mi Voluntad. Ciertamente, pasaron momentos difíciles en su existencia, pero os repito, Mis pequeños, siempre de un mal que satanás os produce o con el que él os quiere atacar, para que os separéis de Mí, de ahí siempre sacaré Yo un Bien, para que os perfeccionéis y alcancéis ésa santidad de vida que os dará una vida espiritual altísima y alcanzaréis vuestra santificación.
Vuestra forma de pensar, Mis pequeños, eserrónea, tratáis de rechazar todo mal, todo dolor, toda preocupación que os cause un malestar en vuestra vida, sin ver, realmente, el bien que luego os va a producir.
No habéis aprendido a soltaros a Mi Voluntad. Mi Voluntad es la perfección misma. Buscadla, Mis pequeños, dejaos mover por Mí, Yo no os fallaré, porque Soy la Bondad Infinita, Soy la Verdad Absoluta. En Mí, nada perderéis, ganaréis infinitamente.
BuscadMe en vuestro interior, buscadMe en la oración, buscadMe en vuestra perfección, buscadMe, y cuando Me encontréis, os daréis cuenta de las Verdades que ya os había anunciado.
Entended que sois Mis hijos, que os amo infinitamente y, si conocéis el amor de un padre o de una madre amorosos en la Tierra, Yo sobrepaso infinitamente ése amor humano que vosotros conocéis, porque Yo Soy vuestro Dios y Yo os creé.
Os amo infinitamente, Mis pequeños, dejad que Me goce dándoos Mi Amor abundantemente, para que gocéis lo que un Padre Amorosísimo, como Soy Yo, os puede dar. Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo. Sobre: Esto es la vida del Cielo y es lo que quiero que se dé en la Tierra. Hijitos Míos, cuando viví sobre la Tierra, hubo un momento en que un doctor de la Ley se acercó a Mí y Me preguntó que cómo se podrían resumir los Mandamientos que Mi Padre les había dado y Yo le contesté: “amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo, como a ti mismo”.
Ciertamente, Mis pequeños, vosotros, primeramente, os debéis plenamente a Mí. Tenéis el don de la vida por Mí, habéis bajado a la Tierra, para Mí, para servir a Nuestro Padre, para servirMe a Mí, vuestro Dios, de la misma forma en que Yo servía a Mi Padre.
Vosotros debéis amarNos en Nuestra Santísima Trinidad. Un Dios, Tres Personas diferentes, pero Un solo Dios que Nos une por el Amor.
Vosotros sois parte de ése Amor que une a Nuestra Santísima Trinidad, porque vosotros habéis sido creados por Nuestro Amor, para vivir Nuestro Amor, para desear y transmitir ése Amor a vuestros hermanos y, de esta forma, vivir el Reino Divino, que se resume solamente en vivir en el Amor.
Elucubráis demasiado, Mis pequeños, buscando cosas inexistentes o muchas veces, que no os explicáis, porque al elucubrar demasiado, vosotros mismos acabáis por no entender vuestras explicaciones humanas y no os dejáis mover por la simplicidad Mía, de vuestro Dios, en donde Yo os vuelvo a repetir una y mil veces, que lo único que quiero de vosotros, es lo que Yo os di, que es el vivir el amor, Mi Amor.
Los Mandamientos, como os dije, se resumen en ello, amar a vuestro Dios con todo vuestro corazón, pero esto es, con Mi propio Amor.
Cuando vosotros conocéis a un personaje más alto, poderoso, quizá, con mucho dinero y muchos bienes y le queréis hacer un regalo, se lo daréis a nivel a lo que él está acostumbrado y se lo daréis de todo corazón. Sabéis que ése personaje tiene una sensibilidad muy especial y el regalo que le debéis dar, tiene que mantener ésa sensibilidad, si no, vuestro regalo no será tan bien aceptado. Y es lo mismo que pasa Conmigo, con vuestro Dios, Yo no os estoy pidiendo algo fuera de vuestras capacidades. Yo os he dado capacidades de amor y lo único que quiero de vosotros, es Mi propio Amor. Así de sencillo, Yo Soy el Dios de Amor, Yo os he creado en el Amor, vosotros, al vivir en Mi Amor, Me pagaréis con la misma moneda, que será devolverMe actos de Amor y, de ésta forma, Me agradaréis infinitamente, porque si Yo busco Amor, quiero recibir Amor y esto, lo traduciréis de la misma forma a vuestros hermanos y así cumpliréis con el Segundo Mandamiento resumido, en que amaréis a vuestros hermanos de la misma forma en que vosotros os amáis y si vosotros os amáis con Mi Amor, a ellos mismos los amaréis también con Mi Amor.
Si vosotros meditáis esto, Mis pequeños, ya no necesitáis los siguientes Mandamientos que, ciertamente, no son coartantes sino, ellos os están haciendo recordar en qué podéis caer y dañar vuestra alma.
Si vosotros amáis realmente a vuestros hermanos, no les causaréis un mal porque, tampoco, os queréis causar un mal a vosotros mismos y así se cumplirán los dos Mandamientos de Mi Ley, en donde Me amaréis a Mí, con todo vuestro corazón y a vuestros hermanos como a vosotros mismos. Si a Mí no Me queréis causar ningún dolor, porque Yo quiero solamente vuestro bien y que viváis en el bien, a vuestros hermanos tampoco les querréis causar algún mal y los trataréis como vosotros quisierais ser tratados, y que es, en el amor. Así veréis que salen sobrando todos los demás Mandamientos, porque os recuerdan cómo les podéis causar un dolor a vuestros hermanos y, así, al actuar en el Amor, solamente estaréis viviendo Mi Bien en vuestro corazón y transmitiendo Mi Bien a vuestros hermanos.
Es tan sencillo, Mis pequeños, pero vosotros lo hacéis tan difícil. Si todos tratarais de buscar el bien para vuestros hermanos, realmente actuaríais como debéis ser, o sea, como verdaderos hermanos, buscando el bien para ellos y ellos, a la vez, buscarán el bien para vosotros. Esto es la vida del Cielo y es lo que quiero que se dé en la Tierra. Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: No hay misión más loable que ésta, Mis pequeños, ver por el bien de vuestros hermanos, ver por su salvación eterna y, con esto, agradarMe a Mí, vuestro Dios, infinitamente. Hijitos Míos, vosotros mismos, a veces, aún teniendo un corazón malo, instintivamente, cuando veis a un niño pequeñito, que no se puede valer por sí mismo, o veis que necesita una ayuda de alguien mayor, os acercáis a él y le ayudáis. Y os repito, aún a veces a pesar de vuestro mal corazón.
En ese momento, al ver la necesidad de ése pequeñito, vosotros le ayudáis. Instintivamente os movéis, porque veis debilidad ante un pequeño y eso es lo que quiero que hagáis en lo espiritual, hijos Míos.
Hay tantos hermanos vuestros que necesitan de vuestra ayuda, y no importa la edad. Ya no estoy hablando en este momento solamente para pequeñitos, para niños de corta edad, porque hay adultos de corta edad espiritual, que necesitan de vuestra ayuda y una ayuda continua. Mis pequeños, por eso os he dado la Gracia de orar y mover corazones a través de la oración, de hermanos vuestros que necesitan de vuestra intercesión, porque son pequeños, porque no tienen capacidades espirituales suficientes como para poderse mover correctamente en el mundo y, además, para alcanzar su salvación eterna.
Como os dije en el Misterio anterior, os debéis mover en el amor. Si realmente os movéis en el ámbito Celestial, que es la vida del Amor, vosotros debéis estar consientes y también atentos de que hay muchas almas a vuestro alrededor que necesitan de vuestra oración, que necesitan de vuestra ayuda espiritual. Primeramente, para que ellas se muevan en el ámbito del amor y segundo, para que se puedan salvar.
Esa es vuestra misión en la Tierra, así de simple, así de sencilla, ver por vuestros hermanos, como Mi Hijo os lo Enseñó y vio por vosotros y desear vuestra conversión y salvación eterna. Eso es lo que Mi Hijo os enseñó, Él os dio una escuela de Amor y se dio a Sí Mismo, como Holocausto, para vuestra salvación y para que se abrieran las Puertas del Cielo que estaban cerradas por el Pecado Original.
Vosotros debéis seguir con estas Enseñanzas, con esta vida de amor para que Me salvéis muchas almas. No hay misión más loable que ésta, Mis pequeños, ver por el bien de vuestros hermanos, ver por su salvación eterna y, con esto, agradarMe a Mí, vuestro Dios, infinitamente. No hay mayor gusto que Me podáis dar, Mis pequeños, que el salvarMe a un alma y, especialmente, a aquellas que estaban prácticamente condenadas.
Ésas son las ovejas perdidas que os decía Mi Hijo en la Parábola, que salió el Dueño de las ovejas a buscar la oveja perdida. Estáis rodeados de ovejas perdidas que debéis encontrar y, con vuestro ejemplo, con vuestra donación, regresarlas al redil de Mi Hijo.
Os repito, no hay más gusto que podáis darMe que el regresar una oveja perdida a su salvación eterna. No os imagináis, Mis pequeños, cómo os premiaré eternamente en el Reino de los Cielos por cada alma que vosotros regresasteis al redil, o sea, al Cielo.
Os bendigo desde ahora, Mis pequeños, vosotros, los que habéis dejado entrar Mi Amor en vuestro corazón, y que estáis siguiendo los Pasos de Mi Hijo, devolviéndoMe almas para su salvación eterna. Os bendigo infinitamente y esto es solamente el principio de los grandes regalos que os daré eternamente, Mis pequeños. Gracias, Mis pequeños.
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