Rosario vespertino
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- Meditad la palabra “eterna”, pedidLe ayuda a Mi Esposo, el Espíritu Santo, para que os haga entender lo que es la eternidad, estaréis sufriendo por toda una eternidad o estaréis gozando por toda una eternidad.
- Luz, Soy Yo, Luz debéis ser vosotros, hijos Míos. Ciertamente, satanás tratará de apagar la Luz de vuestra presencia y, especialmente en estos tiempos, en los que él ha provocado que muchas almas vivan en las tinieblas.
- El don de la vida es un regalo inmenso, inconmensurable y, al tenerlo, debéis trabajar fuertemente para agradarMe a Mí, vuestro Dios y, a Mí, Me agradáis, salvando almas.
- Si producís amor, el amor regresará a vosotros, si actuáis en el mal o en la indiferencia, también ése mal se regresará a vosotros y cada vez más incrementado.
- El hecho de haberos dado la vida, éste don tan grande, es que vosotros fuerais corredentores con Mi Hijo Jesucristo.
- No estáis viviendo como Yo quisiera que vivierais, amándoos los unos a los otros, en plena confianza los unos con los otros, de que no se van a aprovechar de alguna forma de vosotros y que os puedan causar algún daño, sino al contrario.
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.
Ofrecimiento, Habla La Santísima Virgen María. Sobre: Meditad la palabra “eterna”, pedidLe ayuda a Mi Esposo, el Espíritu Santo, para que os haga entender lo que es la eternidad, estaréis sufriendo por toda una eternidad o estaréis gozando por toda una eternidad. (Lenguas…) Hijitos Míos, no os imagináis, Mis pequeños, cuánto Amor y cuánta ternura os tiene, a cada uno de vosotros, Nuestro Padre y Nuestro Dios.
Yo, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, os puedo asegurar esto, porque veo cómo el Amor de Nuestro Dios, llega a cada uno de vosotros, pero, desgraciadamente, no en cada corazón reacciona igual el Amor de Nuestro Dios, no todos los corazones están abiertos a Su Unción.
Hay almas que están atentas a la acción de Nuestro Dios, porque viven con Él, viven en Gracia, viven en la oración, reciben con agrado lo que Nuestro Dios les manda y, además, saben detectar, en ellos, cuando la Gracia de Nuestro Dios llega a su vida, ya sea a su persona, ya sea a su familia, a sus negocios, a lo propio de ésa persona y saben agradecer.
En otros, llega la Gracia de Nuestro Dios, y al estar distraídos en cosas del mundo, pero que todavía llegan a estar, de repente, en la búsqueda de la Gracia y de las Enseñanzas de Nuestro Dios, se llegan a dar cuenta, pero es menos, menos la intensidad que se aprovecha, porque no están abiertos de corazón a Su Gracia y, también, es poco lo que agradecen. Y hay otras almas, que reciben de igual manera, porque todas las almas reciben igual, pero éstas están cerradas a la vida espiritual y no aprovechan prácticamente nada y menos aún, agradecen.
Ciertamente, es la Parábola del Sembrador, Mis pequeños y, vosotros, sois la tierra, ¿acaso sois tierra fecunda o seréis piedra o tierra seca?
Nuestro Dios no hace distinción, todos vosotros recibís igual, vosotros sois los que hacéis la diferencia, o estáis con Dios o no estáis con Él.
Y así se van ganando también los méritos para la Vida Eterna y quiero que quede bien claro, Mis pequeños, porque muchos de vosotros no actuáis de forma correcta con Nuestro Dios, creéis que os merecéis mucho más de lo que tenéis y de lo que merecéis, pero no hacéis lo debido.
Sois muy ingratos con el Amor de Nuestro Dios, Él os da todo y, vosotros, prácticamente nada.
Ciertamente, se viene el momento en que os veréis interiormente y os daréis cuenta cómo está vuestro interior. Os he ido avisando esto alrededor del mundo por mucho tiempo y, los momentos en que se darán éstos acontecimientos, ya están más cerca de lo que imagináis.
A pesar de que se os ha venido avisando de mucho tiempo atrás, muy pocas almas han detenido su paso en la vida y han cambiado de rumbo hacia el Bien. Pero muchas otras, a pesar de que tuvieron el Llamado, no le hicieron caso o ni siquiera les interesó.
Los momentos de vuestro Juicio Personal os indicarán cómo está vuestra vida y vuestro interior, cómo os presentaréis ante vuestro Dios. Él es Justo y dadivoso en extremo, vosotros no.
No os imagináis cómo os ama y, vosotros, cómo Le falláis. Soy vuestra Madre y voy buscando a cada alma para que regrese al redil; veis la Bondad de la intención, pero no os interesa, pretextos tenéis a miles para no venir a donde Nuestro Dios quiere que estéis!
Vosotros mismos os juzgaréis en el momento indicado, ya no os podréis esconder, todo quedará claro ante vuestros ojos, sabréis perfectamente adónde iréis yvosotros mismos tomaréis el rumbo que vuestro corazón os indique.
Benditas aquellas almas que gozarán, porque verán a Nuestro Dios alegre, porque fuisteis almas que acudisteis a Su Llamado, Le seguisteis y hasta sufristeis por manteneros en la Verdad y en el Amor de Nuestro Dios, vuestro momento, de gran felicidad, también se acerca, mientras para unos será el sufrimiento y el llorar, para otros será la alegría y el reír.
Mientras tanto, Mis pequeños, Yo, como Madre vuestra, seguiré tratando de convencer a las almas alejadas, a regresar al rebaño de Mi Hijo. Vosotros, los que entendéis ésta problemática espiritual, orad, orad por aquellos que no buscan el vivir para Nuestro Dios, pero sobre todo, que no buscan una vida eterna en Nuestro Dios. Entended, Mis pequeños, que os estáis jugando vuestra vida eterna, si vais hacia el mal, vuestro sufrimiento será eterno, no hay vuelta atrás.
Meditad la palabra “eterna”, pedidLe ayuda a Mi Esposo, el Espíritu Santo, para que os haga entender lo que es la eternidad, estaréis sufriendo por toda una eternidad o estaréis gozando por toda una eternidad, ya no habrá tiempos, el tiempo desaparecerá. Seréis parte, los que fuisteis malos, de un mal eterno y los buenos, seréis parte de un bien eterno. Obscuridad y Luz, totalmente separados unos de otros. Son palabras fuertes, Mis pequeños, entended esta realidad y que os haga temblar el simple hecho de pensar que podríais estar en un ambiente de maldad eterno.
Orad, orad profundamente para que podáis entender estar realidad. Os amo, Mis pequeños, acudid a Mí para que os ayude, Mis pequeños en vuestra salvación. Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, que os ama con todo Su Corazón. Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Luz, Soy Yo, Luz debéis ser vosotros, hijos Míos. Ciertamente, satanás tratará de apagar la Luz de vuestra presencia y, especialmente en estos tiempos, en los que él ha provocado que muchas almas vivan en las tinieblas. Hijitos Míos, Mis pequeños, si Yo Soy Luz, todos aquellos que Me siguen también serán Luz, porque Yo habito en vosotros. Ciertamente, la obscuridad prácticamente ya os cubrió, satanás se ha adueñado de infinidad de almas y aún las almas buenas, también, han sido víctimas de él.
Lo importante, Mis pequeños, que debéis tener en mente, es el que sois Luz en éstos momentos de la historia, momentos importantísimos, momentos de cambio. Si estáis Conmigo, mucha Luz dejaréis por todos lados. A veces, ni una palabra tendréis qué decir y dejaréis Luz en los corazones, pero es por vuestra actuación, será santa, porque no podéis llevar la Luz, que solamente viene de Mí, si vuestro corazón no es puro, no es limpio, si no lleva buenas intenciones hacia vuestros hermanos.
Vosotros, los que seréis Luz en estos momentos de la humanidad, deberéis quitar, de vuestra vida, todo aquello que no os deje actuar plenamente para Mí. Distracciones, os pone infinidad de ellas satanás, para que no os deis cuenta de vuestra misión particular. Luz, Soy Yo, Luz debéis ser vosotros, hijos Míos. Ciertamente, satanás tratará de apagar la Luz de vuestra presencia y, especialmente en estos tiempos, en los que él ha provocado que muchas almas vivan en las tinieblas.
Cuidaos, Mis pequeños, de su ataque, que, ciertamente tendréis, porque si atacó a Mi Hijo Jesucristo, que era Luz entre los hombres, al ser vosotros los Cristos de éstos momentos, tendréis que ser atacados también, porque tomaréis la Cruz de Mi Hijo, pero que eso os alegre, porque seréis Luz de salvación para infinidad de almas.
Recordad lo que dicen las Escrituras, que a una vela no se le pone debajo de una cama para esconderla, para esconder su luz, así que vosotros, no os escondáis del mundo. Dad la cara, dad ejemplo de que Yo, vuestro Dios, estoy con vosotros. Dadles Vida a todas las almas que podáis, todo lo que tenéis no es vuestro: dones, capacidades, vida espiritual, todo vine de Mí. Lo que sí será vuestro, será el fruto que Me deis cada uno de vosotros con los dones recibidos y de ahí se basará vuestro Juicio Personal. Animaos, Mis pequeños, para que podáis cambiar muchas almas que viven en la obscuridad, que viven en el error, para que pasen hacia la Luz. Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: El don de la vida es un regalo inmenso, inconmensurable y, al tenerlo, debéis trabajar fuertemente para agradarMe a Mí, vuestro Dios y, a Mí, Me agradáis, salvando almas. Hijitos Míos, este es tiempo en que debéis dejar la apatía a un lado, son momentos de acción, son momentos en que se debe imponer la Ley Divina. Ciertamente lucharéis contra la maldad de satanás, ella se ha introducido en muchos corazones y lucharéis contra hermanos vuestros que están llenos de su maldad, pero seréis protegidos. Por otro lado, también lucharéis contra espíritus inmundos, que también os rodean y os atacan.
Recordad que satanás ya está vencido, que está dando sus patadas de ahogado, pero que todavía tiene fuerza descomunal para destruir muchas almas. Se os han dado indicaciones de cómo ir eliminando su poder y es, especialmente, a través del Santo Rosario y de vuestra vida sacramental.
El Amor debe ser parte de vuestra vida, porque no puede satanás atacar a las almas que están llenas de Mi Amor. Ciertamente, al actuar así, como actuáis, buscando vida sacramental, dando buen ejemplo y perdonando a aquellos que no están dando el buen ejemplo, ayudadles, que de vosotros solamente salga ejemplo de vida en Dios. A satanás no le gusta esto y seréis atacados, pero Yo estaré a vuestro lado. No hay nada a qué temer, más bien, temeos a vosotros mismos si no estáis haciendo lo que Yo os pido, porque de esto seréis juzgados. Daos cuenta, Mis pequeños, que si estáis en la Tierra y que si estáis trabajando para Mí, vuestro Dios, la salvación de muchas almas depende de vosotros.
Sí, Mis pequeños, preocupaos por esto, porque el don de la vida es un regalo inmenso, inconmensurable y, al tenerlo, debéis trabajar fuertemente para agradarMe a Mí, vuestro Dios y, a Mí, Me agradáis, salvando almas.
Ahora, preguntaos vosotros mismos, ¿sois ejemplo de vida ante vuestros hermanos? ¿Ellos ven en vosotros a un salvador o están viendo a un alma que causa escándalo?, ya sea por sus palabras, por su ejemplo. ¿Sois realmente almas que están ayudando a otras en su salvación o sois almas que están hundiendo a la perdición eterna a muchos de vuestros hermanos?
Alguna vez os he hablado de ésos hermanos vuestros que los catalogáis como “artistas”, ved, en algunos de ellos, cómo actúan, qué ejemplo están dando. Ciertamente éstas almas deben preocuparse mucho más, porque están dando un mal ejemplo a muchísimos de vuestros hermanos, a miles, a millones. Ahora, vosotros, en el ambiente en el que vivís, ¿cómo os comportáis?, recordad que el ejemplo que dais, sea bueno o malo, se va a reproducir en cadena y, así, afectaréis en bien o afectaréis en mal a muchas almas también.
Muy pocos de vosotros meditáis lo que estáis logrando con vuestra vida sobre la Tierra, muchos ojos os ven, ¿qué les estáis dejando? En vuestro Juicio Personal os mostraré lo que dejasteis en aquellas almas que estuvieron en algún momento junto a vosotros a lo largo de vuestra vida y lo que vuestra actuación, buena o mala, fue dejando en hermanos vuestros a través de generaciones.
Cuando dais un buen ejemplo, algo bello, algo grande, lo ven vuestros hermanos y ellos lo transmitirán a sus hijos y luego los nietos y así sucesivamente, pero lo bueno o lo malo, lo vieron de vosotros. Y, nuevamente, os pregunto ¿cómo afectasteis almas a lo largo de vuestra existencia sobre la Tierra? ¿Fue para Bien o fue para mal? ¡Cuántas, cuántas generaciones están llevando lo bueno que hicisteis en su vida, en su corazón, o lo malo con lo que las afectasteis también! Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Si producís amor, el amor regresará a vosotros, si actuáis en el mal o en la indiferencia, también ése mal se regresará a vosotros y cada vez más incrementado. Hijitos Míos, hace tiempo os previne de estos momentos que ya estáis viviendo, en donde os avisé que las fuerzas de la Naturaleza se iban a volver en contra vuestra si no cambiabais, si no enmendabais el camino.
Sois tercos y tontos, estáis sufriendo a pesar de que Yo os previne, no quisisteis ir por el buen camino, no quisisteis tomar providencia en lo que pudiera suceder, no creísteis en Mis Palabras y, si seguís así, se incrementará la fuerza destructiva de la Naturaleza contra vosotros, porque ahora está siendo manipulada por las fuerzas de satanás.
Os vuelvo a prevenir, estáis viendo y habéis visto ya en muchos casos y en varios países, cómo las fuerzas de la Naturaleza han castigado fuertemente a hermanos vuestros, en un grado que nunca antes se había visto.
Os he dicho que el vivir en la oración, vivir en estado de Gracia, el vivir Conmigo, vuestro Dios, os asegura un bienestar, tanto espiritual como físico, tanto en lo personal como a vuestro alrededor. Si tenéis salud espiritual, tendréis salud corporal y todo lo que os rodea en la Naturaleza también cambia, todo se vuelve bello, resplandeciente, porque vivís en el Amor y agradable a Mis Ojos, porque os volvéis verdaderamente hijos Míos, hijos que se saben amar unos a otros y que saben, principalmente, moverse de acuerdo a como Yo les pida, porque estaréis siempre atentos a Mi Voluntad y no a la vuestra.
Estáis entrando a etapas más difíciles y las podréis detener o aminorar si vosotros incrementáis la oración, las obras buenas, la vida en el Amor. De vosotros depende, en parte vuestro futuro, Yo, que Soy vuestro Dios, puedo modificar las leyes de la Naturaleza, a Mi Libre Albedrío, siempre y cuando vuestros actos Me lleven a ello. Si Yo veo un cambio en vosotros, ciertamente, Yo provocaré un cambio a vuestro alrededor y aún a vuestra propia persona.
Entended esta lección, Mis pequeños, el bienestar vuestro y el de vuestros hermanos, depende de vuestro actuar particular. Si producís amor, el amor regresará a vosotros, si actuáis en el mal o en la indiferencia, también ése mal se regresará a vosotros y cada vez más incrementado. ¿Queréis sufrir?, manteneos fuera de Mí, ¿queréis gozar?, vivid Conmigo, pero entended ya, Mis pequeños. Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: El hecho de haberos dado la vida, éste don tan grande, es que vosotros fuerais corredentores con Mi Hijo Jesucristo. Hijitos Míos, recordad las Bienaventuranzas. Los que estáis Conmigo, estáis viendo la impunidad de aquellos que obran en el mal. Vosotros, buscáis la Justicia, buscáis el bienestar de los pueblos, de las familias, de la sociedad, aún de vuestra propia familia. Quisierais el cambio y de hecho, os he pedido que se realice ya ése cambio, que Me lo pidáis de corazón, que venga desde lo más profundo de vuestro corazón, que insistáis, como la viuda insistía en las Sagradas Escrituras, para que le hicieran justicia y así, debéis estarMe insistiendo. Yo os podría dar todo de una manera muy fácil, pero ¿dónde queda el mérito de vosotros, vuestra presencia en la Tierra, vuestra oración, vuestra intercesión, vuestra donación?
El hecho de haberos dado la vida, éste don tan grande, es que vosotros fuerais corredentores con Mi Hijo Jesucristo. Es una gran tarea, es una bendición muy grande para las almas, no alcanzáis vosotros, los que tenéis vida, a daros cuenta de ésta Gracia tan grande que es el don de la vida. Venir a servirMe a la Tierra, es el deseo de miles y millones de almas y, vosotros, tenéis ésa Gracia, pero muchos de vosotros lo tomáis como una carga, como algo que no debió haber aparecido en vuestra vida. Los que estáis Conmigo, empezáis ya a vislumbrar lo que es ésta Gracia tan grande. Los que estáis llenos de soberbia y de maldad, no alcanzáis a daros cuenta de éste regalo tan grande. Servir a vuestro Dios, es un regalo inmenso que los ángeles gozan y vosotros no os queréis dar cuenta de ello. Vuestro estado espiritual cambia de nivel al final de vuestra existencia, crecéis y aumentáis de gozo por el bien que hicisteis aquí en la Tierra o desperdiciaréis y sufriréis vuestro estado espiritual si no actuasteis en el Bien.
En estos momentos Me quiero centrar a que entendáis ésta Gracia tan grande del don de la vida, vinisteis a la Tierra a servirMe, estáis en el campo de batalla, si os mantenéis en Mí, lográis el equivalente a una medalla de honor, crecéis en Gracia, aumentáis en vida espiritual y en gozo celestial y así las almas se van acercando más a Mí y, al subir de nivel, porque de hecho, existen niveles de gozo en el Cielo, de castigo en el Purgatorio y en el Infierno, vosotros debéis meditar esto, Mis pequeños y luchar por tener un lugar más cercano a Mí en el Reino de los Cielos, porque es natural que si os acercáis más a la Fuente de Vida, a la Fuente de Gracias, que Soy Yo, más gozo tendréis.
No desperdiciéis ya vuestros momentos de vida aquí en la Tierra, aprovechadlos, para que podáis crecer espiritualmente, viviendo en el Amor y trabajando arduamente por Mi Reino y todo lo que ello conlleva. Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: No estáis viviendo como Yo quisiera que vivierais, amándoos los unos a los otros, en plena confianza los unos con los otros, de que no se van a aprovechar de alguna forma de vosotros y que os puedan causar algún daño, sino al contrario. Hijitos Míos, Yo, vuestro Dios, Dios de Amor, Dios que os Creó para amar, quiero que estéis conscientes en que, si se os están dando todas éstas advertencias de lo que os puede suceder, si preferís vivir en el mal que en el Bien, no las toméis como algo negativo. Desgraciadamente el hombre, en su gran mayoría, responde más a una advertencia de dolor que a una advertencia de Amor.
Mi Hijo os vino a dar toda una Evangelización de Amor, Él no levantó Su Mano para golpear o tomó alguna espada para destruir una vida, al contrario, Él fue atacado fuertemente y por aquellos que debieran ser ejemplo en ése tiempo, que eran los sacerdotes, los escribas, los que supuestamente debieran estar llenos de la Palabra de Amor que Yo ya les había dejado, pero que no la vivían.
Él os dejó Amor, porque la salvación viene por el seguimiento del Amor, pero ¿cuántos, cuántos Le siguieron? Muy pocos.
En cambio, cuando algo grave sucede en el mal, que os duele, porque perdéis vuestros bienes o la salud o aún vuestra vida, o la de vuestros hermanos, entonces sí respondéis. Por eso os hablo fuerte, trato de mover vuestro ser advirtiéndoos qué os puede pasar si no regresáis al Bien. Mi Evangelización, que es la de Mi Hijo, es de Amor, os quiero Conmigo, con un Amor que os dé una verdadera paz y armonía en vuestra vida, que no viváis con dudas, con preocupaciones, que afecten vuestro estado de ánimo, porque, ciertamente, lo primero que os da el vivir en el Amor, es la paz y Yo veo en éstos momentos de la humanidad, cómo habéis perdido la paz, cómo habéis perdido la confianza en el trato con vuestros hermanos, no sabéis si al decirles algo, responderán positivamente o en forma negativa, que os puedan causar hasta un mal grave.
No estáis viviendo como Yo quisiera que vivierais, amándoos los unos a los otros, en plena confianza los unos con los otros, de que no se van a aprovechar de alguna forma de vosotros y que os puedan causar algún daño, sino al contrario, sabiendo que podéis contar plenamente con vuestros hermanos en lo que necesitéis y que ellos, a la vez, confiarán en vosotros, porque viviréis un amor pleno.
¡Qué lejos estáis de eso¡ ¿verdad, Mis pequeños?, satanás se ha encargado de que no tengáis paz en vuestro corazón ni en vuestra vida y vosotros, no hacéis nada al respecto, cuando menos, en vuestro alrededor, en vuestra vida de familia, en vuestra vida de relación con los que tenéis que platicar o hacer algún trato de negocio, para obtener de sus bienes. ¿Cuánto realmente hacéis, Mis pequeños, para llevar una vida como quisierais llevarla? y no como ahora que vivís en la zozobra. Si vosotros no trabajáis en ello, Yo no os puedo obligar, os tenéis que dar plena cuenta vosotros mismos, de que el cambio tiene que venir de lo profundo de vuestro corazón y no de una imposición Mía. Os he dado la libertad, ¿cómo la estáis usando?, dad ejemplo de amor y el amor regresará a vosotros. Trabajad en ello, Mis pequeños. Gracias, Mis pequeños.
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