Conforme se han venido cumpliendo algunos signos y señales
profetizados en las Sagradas Escrituras y en algunas Apariciones de la
Santísima Virgen, se ha hecho costumbre el transmitir mayormente a través de
internet mensajes y revelaciones privadas de un sinnúmero de videntes, cuyo
origen no queda siempre debidamente autentificado, lo que de por sí causa mucha
desconfianza.
Pero lo más grave es que se comparten mensajes que en
apariencia corroboran el auténtico mensaje del Cielo y las distintas profecías
de la Sagrada Escritura, sin embargo están llenos de imprecisiones y
desaciertos teológicos que lo único que provocan es más confusión, y lo más
importante, desvian el propósito fundamental del Mensaje de la Santísima
Virgen.
En efecto, con más frecuencia se transmiten por correos
electrónicos mensajes sobre la profecía del Aviso, el Secreto de Fátima, el
Anticristo, la aparición pública de Enoc y Elías, la Gran Tribulación, los
"días de oscuridad", el microchip, el Gobierno Mundial, los
Illuminati, fechas de eventos y un largo etcétera, que como dije anteriormente,
no pasan por ningún tipo de discernimiento y con ello se filtran aciertos y
desaciertos, luces y oscuridades, que van creando cada vez más confusión para
el lector en general, pues llegan ya los tiempos en que cada día será más
difícil poder discernir lo que es de Dios de lo que no lo es, o lo que tiene
sólo un origen humano, o lo que es peor, un origen diabólico.
Además de lo anterior, estamos también asistiendo a una gran
proliferación de profecías paganas y esotéricas relativas a la llegada de una
nueva era, fenómenos astronómicos, anuncios de fin de un ciclo y el despertar
de un nuevo amanecer para la humanidad, con conceptos ecológicos y cósmicos
sobre la naturaleza y la creación, y todo ello aunado a la distorsión sobre el
orden natural que han venido legalizando no pocos países en el mundo. Y como se
ha dicho, en todo esto siempre hay un fondo o semillas de verdad que exige un
conocimiento y discernimiento de los tiempos y de las profecías a la luz de la
fe. No se trata nada más de reenviar y mandar mensajes "sin ton ni son",
sino que hay que ser asertivo en la formación de lo que se envía para luego no
ser causa de deformación para los demás.
Así pues, tenemos que matizar algunos aspectos sobre
diversas profecías:
Aviso de Dios
Respecto a este punto hay dos errores muy frecuentes. Primero,
anunciar que es inminente. Se ha venido diciendo desde el 2000 que será ese
año, en la Cuaresma, en la Navidad, etc. y así ya han pasado 14 años, sin tomar
en cuenta que el Gran Aviso de Dios o también conocido como el Día de la
Iluminación de las Conciencias, ocurrirá en medio de un gran caos mundial, y
cuando hayan ocurrido ya ciertos eventos precisos, y más específicamente, un
gran cisma de la Iglesia que enfrentará a dos “Papas”. Por tanto, mientras esto
no ocurra, no tendrá lugar el Aviso, que por lo demás vendrá al mundo cuando la
situación esté en su peor momento en general.
También hay que precisar que el Aviso no está asociado, como
algunos mensajes lo afirman, a eventos catastróficos. Es exclusivamente un
evento de orden espiritual e interior para todo ser humano en la Tierra, aunque
ciertamente iniciará o será detonado por un evento natural de orden cósmico
pero que no traerá aparejada la muerte, a menos que sea de la impresión, del
shock.
Anticristo
Se afirma que si ya está por aparecer, que si Maitreya, o
algunos de los personajes políticos actuales de la esfera mundial. Pues ni lo
uno ni lo otro. Volvemos a aclarar que el nombre genérico de Maitreya no es el
nombre del Anticristo. Es decir, Maitreya es un nombre muy antiguo del Budismo
y que encubre el nombre del quinto Buda que habrá de manifestarse próximamente
dentro del budismo, como ha habido muchos. Los personajes a los que se les ha
atribuido el título o mote de Maitreyas, no son el último Anticristo; a lo
sumo, serán falsos Cristos.
Asimismo, el Anticristo no tiene nada que ver con los
actuales políticos; éstos son, a lo mucho, profetas o precursores del
Anticristo. Porque el Anticristo será un ser que tendrá el poder total del
Dragón o de Satanás (Ap. XIII) y que asimismo, entre otras cualidades, tendrá
la de "poder violar la ley natural", por lo que no se sujetará a
ella, a diferencia de Jesucristo quien sí se sometió a la misma. Esto quiere
decir que puede nacer en el 2015 y, para el 2025, aparecer como de 40 ó 50
años.
Y en todo caso, el Anticristo no puede manifestarse en
escena pública hasta que no llegue a su clímax la apostasía; hasta que no tenga
lugar el gran cisma de la Iglesia; hasta que no sea "removido" el
último Papa Romano –que no es Francisco-, el último de la lista de Papas
Romanos (II Tes 2, 7); y hasta que no tengan lugar grandes catástrofes y
desastres naturales, sociales y económicos en que parezca que ya no hay
solución. Será entonces cuando surgirá en escena el personaje
"salvador" del Anticristo, "que hará grandes prodigios y
milagros engañosos hasta confundir a los mismos elegidos" (II Tes,
II), que por lo demás nacerá de una falsa virgen, una mujer que después de
haber sido de muchos hombres, y ex religiosa, se presentará ante el mundo con
una especie de virginidad, pero que será falsa, una "virgen de
tinieblas" que pretenderá remedar a la Virgen de Luz, María.
La Segunda Venida de Cristo
Otro de los temas que conllevan mucha confusión es el de la
Segunda Venida de Cristo. Ciertamente éste es dogma de fe y probablemente el
más importante de todos, pero su realización está envuelta en un gran misterio.
No es exacto lo que se afirma por ahí de que la Segunda Venida de Jesús (como
hasta ahora lo ha explicado la Iglesia) que descenderá físicamente de las nubes
del cielo, rodeado de sus ángeles y sus santos, donde "todo ojo lo verá"
(Apoc 1, 7), vaya a tener verificativo ahora, en los próximos años, pues este
evento, como lo estamos detallando, sólo ocurrirá al fin de la Historia de la
humanidad, poco antes del Juicio Final, donde el Señor Dios pondrá a su derecha
a "los benditos de su Padre" y a la izquierda a "los
malditos merecedores del fuego eterno".
Lo que en realidad pone fin al Misterio de la Iniquidad del
que habla San Pablo es la llamada Parusía o Manifestación del Señor, que con su
resplandor pondrá término a toda la terrible tribulación pavorosa que
desencadenará el último y personal Anticristo, para inaugurar en la Historia
precisamente la llamada Parusía, que será un período largo e indeterminado de
tiempo en la Tierra donde se cumplirán un sinnúmero de profecías bíblicas (ver
Isaías 65), y donde el bien se impondrá sobre el mal; será un tiempo de gracia,
belleza, armonía, santidad, justicia y paz, donde Cristo Jesús tendrá el
escenario histórico en el que se proclamará y será reconocido como Rey de reyes
y Señor de señores. Pero en este tiempo no estará Jesucristo físicamente como
ya lo estuvo hace 2,000 años, aunque su presencia espiritual se palpará y se
sentirá por todo el orbe de la Tierra, sin dejar de admitir que puedan darse –y
de hecho se darán– esporádicas manifestaciones visibles, como las que tuvo
exactamente igual en esos 40 días que siguieron a su Resurrección, antes de su
Ascensión gloriosa a los cielos.
En fin, que es un tema complejo que no puede profundizarse
en un artículo, pero que al menos erradica la idea errónea de que el Señor
Jesús ya está listo a volver físicamente y que estará viviendo entre nosotros
durante mil años o el tiempo que dure su Reinado en la Tierra. Esta postura
llevada al extremo está condenada por la Iglesia y se conoce como Milenarismo o
en griego Kiliasmo. Lo que está cerca de tener lugar es la Parusía
del Señor, donde se inaugura Su Reino en la Tierra, y al final de la Parusía,
tendrá lugar el último acto, que será su Manifestación Gloriosa y visible para
todos. La Segunda Venida de Cristo es parte de Su Parusía, pero la Parusía es
un concepto mucho más amplio e históricamente más extenso.
Protecciones para los días malos
También existen cualquier cantidad de mensajes y
revelaciones que pululan por ahí de que busquemos refugios, guardemos velas y
uvas benditas, y demás protecciones ante todo lo que va a venir y poniendo
énfasis en los días de tinieblas y en cerrar ventanas y puertas, y no salir a
la calle ante ese acontecimiento, y cuidar a los animales, etc., lo cual es
distorsionar la esencia y prioridad del Mensaje de la Santísima Virgen,
invirtiendo lo prioritario por lo secundario. No es así.
Lo que la Madre de Dios nos pide como prioridad es la
conversión a través de una vida de oración y sacrificio intensa; práctica de la
penitencia y el ayuno frecuente; así como la participación de los sacramentos,
particularmente la Eucaristía; y que todo esto nos lleve disciplinadamente a
una vivencia de las virtudes, real y auténtica, para de esta forma contribuir
al proyecto de la Madre de Dios, tanto de formar Apóstoles de los Tiempos, así
como la realización y edificación de una Nueva Comunidad en el Reino de Cristo
en la Tierra. Y todo lo demás se nos dará por añadidura, asegurándose el Cielo
de que sepamos qué hacer y a dónde ir ante los desastres terribles que se
avecinan. O sea, que nosotros mismos debemos ser esos aposentos que el cielo
está pidiendo que edifiquemos en la Tierra, con nuestra entrega y vivencia
diaria llena de fe profunda y mediante un apostolado firme, constante y
diligente.
Fechas
Existe una manía creciente en mandar mensajes por internet
donde se hacen análisis y estudios para anunciar que en tal o cual año será el
aviso profetizado en varios lugares de apariciones marianas; que en tal o cual
año será el milagro anunciado en Garabandal y en Medjugorje; y más aún, que en
tal o cual año será la Parusía; que ya ha comenzado la última semana de Daniel
de 7 años; que la Tercera Guerra Mundial comenzaría el año pasado con la crisis
en Siria o comenzará este año con la crisis en Crimea, etc.
Debo reconocer que su servidor fue tentado por esta
tendencia y después de muchos años me he convencido que más que hacer bien hace
mal y crea confusión pues se distorsiona el propósito que el Cielo busca al
revelar sus mensajes, que es principal y exclusivamente la preparación de
nuestro ser trino, a saber: cuerpo, alma y entendimiento. Es mandatorio
prepararnos cada vez más y mejor pues las tres partes de nuestro ser serán
probadas al extremo, es decir, tanto el cuerpo, como el entendimiento, y principalmente
el alma.
Bástele al hombre saber y hacer saber al mundo que los
tiempos han llegado y que estamos en la inminencia de todos los acontecimientos
profetizados en la Sagrada Escritura, en las apariciones marianas y que forman
parte del final de los tiempos que traerán a la postre destrucción y
construcción; derrota y victoria.
Papa Francisco
No quiero terminar este artículo sin mencionar también la
triste y dolorosa postura que no pocos católicos de cierta línea, incluidos
promotores del mensaje mariano, que siguen viendo con profundo recelo al Papa
Francisco, y más grave aún, ventilando sus reservas al público en general,
creando con ello terrible confusión, pues hacen un equivocado discernimiento de
lo que es este Papa y de las razones por las cuales el Cielo lo puso en la
Silla de Pedro.
Entendámoslo bien, este Papa es perfectamente válido y
necesitamos rezar todos los días por él para que pueda cumplir fielmente la
voluntad de Dios en su ministerio petrino. Indudablemente que él forma parte
del entorno general por el que la Iglesia transita en este periodo de la
Historia tan lleno de confusión y tinieblas. La debacle de la Iglesia no
empieza con Francisco sino lleva ya un largo periodo de tiempo en que ha ido
gradualmente alejándose de la Verdad de Cristo. Está en ruinas la Iglesia y el
Cielo la va a reedificar y esa es parte de la misión de nosotros y del Papa,
pero esto no excluye la batalla sangrienta con las caídas que infligirán los
enemigos que están fuera y aún dentro de la misma Iglesia. Por eso, los peores
momentos de la Esposa de Cristo están por venir.
Autor, Luis Eduardo López Padilla, www.apocalipsismariano.com