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miércoles, 29 de agosto de 2012

Oct 18_04 Debéis apartaros del Mundo, porque vosotros no pertenecéis al Mundo.

Rosario.
Temas:
  • Ellos son Ministros del Milagro más grande que tenéis sobre la Tierra, ellos son coautores de ese Pan Divino.
  • Fuisteis levantados, ahora levantad a otros.
  • Yo, el millonario, Nací pobre, Viví pobre, no busqué en lo absoluto los poderes del Mundo.
  • Cada uno de vosotros es un emisario que Yo He  enviado.
  • Ser santos es hacer Mi Voluntad, Mi Voluntad, que os va llevar al gozo, pero también a una dificultad de vida entre vuestros hermanos.


Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J.V. 

Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ellos son Ministros del Milagro más grande que tenéis sobre la Tierra, ellos son coautores de ese Pan Divino.
Pequeños Míos, aunque Mi Gracia es más grande que el pecado, y aunque Mi Gracia pasa a través aún de Mis Ministros que no se encuentran sin pecado y aún así con pecado están Oficiando Mi Benevolencia, Mi Amor hacia todos vosotros supera el pecado del Sacerdote, y vosotros podéis recibir Mi Sacratísimo Cuerpo, Mi Bendita Sangre para todos vosotros.
Pero no por ese hecho debéis apartar vuestra mirada y vuestras oraciones de Mis Ministros.
Ellos tienen un sufrimiento mayor, tienen una Misión más fuerte, se les ataca mucho, el demonio los ataca mucho. Cuando no tienen realmente una Fuerza Poderosa en su interior que Soy Yo, sufren, dudan, sucumben; por eso vuestra oración, por eso vuestra donación, vuestra intercesión por ellos debe ser constante, fuerte para apoyarlos.
Ellos son Ministros del Milagro más grande que tenéis sobre la Tierra, ellos son coautores de ese Pan Divino. Gracias a ellos tenéis Mi Alimento en la Tierra. Ayudadles, protegedles, hacedles crecer en virtud y en Amor.
El ataque del mal es insidioso sobre ellos, constantemente los está atacando, ellos son cabeza de Mi Iglesia, y él quiere destruir a Mi Iglesia y a todos vosotros.
Dadles apoyo espiritual, platicad con ellos, apoyadles en sus necesidades, tanto espirituales como económicas.
Vosotros recibís la Misa, la Sagrada Eucaristía y salís, confiados en que el Sacerdote tiene todo; que es instrumento Mío y que no necesita más.  Pero es un ser humano que también tiene sentimientos, que también lleva una vida íntima, y eso es lo que debéis proteger, que sientan ese amor y ese apoyo de parte de vosotros; para que el mismo mal no los tiente y les haga caer y destruir su espiritualidad y su apostolado.
Orad y ofreced por ellos, por su santificación, por su vida de oración, por su apostolado que es difícil ya en estos tiempos.
No los abandonéis, guiadlos y llevadlos de nuevo sobre las sendas del bien y de la Verdad cuando los veáis desviados.
No los critiquéis apoyadles con amor.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre. 
Sobre: Fuisteis levantados, ahora levantad a otros.
Mis pequeños, el Amor es sublime, el Amor debe ser Santo, el Amor multiplica, el Amor da frutos de Bien. El Mundo se ha desviado por consecuencia del mal.
Los amoríos de ahora destruyen, hacen que el alma se olvide de su Creador. Estos amoríos matan, estos amoríos separan. Se habla del amor, pero ya no es del Amor Santo y Puro, del Amor que Vivifica, el Mundo se ha desviado por consecuencia de su pecado.
Estad alerta, Mis pequeños, para no caer en la tentación de pensamiento ni de obra, porque los amoríos humanos son carnales.
Como os he dicho en las Escrituras, el primer bocado es dulce, pero cuando se traga es amargo como la hiel, llega al alma y esa amargura, destruye y no produce fruto.
Cuando el alma encuentra a su Creador, lucha por mantenerse en ese Amor. Los frutos son abundantes, el alma vive contenta, vive un éxtasis, vive para su Dios, embelesada, feliz de haber encontrado el Gran Bien.
Debéis ayudar, Mis pequeños a todas aquellas almas atribuladas, a todas aquellas almas que creen haber encontrado el bien a través de los amoríos mundanos. Pero su alma está llena de amargura, por fuera hay mucha presunción, en su interior, muerte.
Ayudadles, platicadles con amor, con paciencia, pedid ayuda para que podáis dar el consejo debido. Tened cuidado de lo que habláis, para que vuestro corazón sea el que hable y no las pasiones que todo hombre lleva en su corazón
Que vuestras palabras sean de aliento y de crecimiento. No os volváis testigos del mal. Vosotros pertenecéis al Cielo, pertenecéis a vuestro Dios y eso es lo que debéis transmitir: Vida.
Debéis levantar al que está oprimido por el pecado, comprendedlo, no lo rechacéis, poneos en su lugar. Fuisteis levantados, ahora levantad a otros. Dadles Mi Vida, y agradeced a vuestro Dios lo que ahora tenéis y que se os dio porque le buscasteis. Ayudadles a vuestros hermanos a encontrar lo que ahora tenéis.
Gracias Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Yo, el millonario, Nací pobre, Viví pobre, no busqué en lo absoluto los poderes del Mundo.
Hijitos Míos muchas, muchas almas y aún vosotros en algún tiempo, creísteis y muchos creen, que mientras más tenéis de los valores del Mundo, más valéis.
El demonio os ha llevado esta a creencia y muchos de vuestros hermanos la siguen fuertemente. Se os hace creer desde pequeños que esto es una ley. Que debéis llenaros de cosas materiales, casas, coches, cuentas bancarias, ropa en abundancia, joyas.
Daos cuenta Mis pequeños que todo es material, todo es Mundo, todo os lleva a una pérdida de valores. El hombre ya no busca esos valores inmensos de las Virtudes, del Amor.
Ven débil a aquel que busca esos valores, sin darse cuenta que realmente están criticando y están despreciando al que es millonario.
¿De qué le sirve al Mundo llevarse todos esos bienes? cuando se presenten ante Mí las almas ¿Qué se van a llevar del Mundo? nada, Mis pequeños, de nada os habrá ayudado el Mundo. Al contrario, habréis desperdiciado el tiempo y las oportunidades para vuestra santificación. ¡Cuánto error! ¡Cuánta maldad!
Todo eso que el demonio os ha aconsejado os lo habéis tragado como si fuera una ley divina, y lo que Yo os Enseñé, no tiene valor.
Yo, el millonario, Nací pobre, Viví pobre, no busqué en lo absoluto los poderes del Mundo.
Entended Mi Vida, buscadla en los Evangelios, estudiadla a la Luz del Espíritu Santo y entenderéis realmente el valor de esa pobreza; que es la negación de uno mismo para los bienes del Mundo.
Vosotros no habéis venido a llenaros de Mundo, vosotros vinisteis a luchar contra el Mundo.
Ahora veis la realidad, ahora se os da la realidad y la Verdad, porque ya vuestro corazón ahora está apegado al Bien. Ahora podéis reconocer dónde está el Verdadero Bien, después de que os He quitado ese velo que cubría vuestros ojos y no dejaba que vuestra mente pensara correctamente.
Ahora os Voy purificando, ahora aceptáis de corazón, las Verdades que Yo Enseñé. Ahora veis la realidad que muchos de vuestros hermanos no alcanzan a ver.
Todo lleva un proceso y el proceso se lleva a cabo en la humildad.
Vuestros hermanos no buscan esa humildad, todos quieren sobresalir de una forma u otra. Quieren ver sus nombres en grandes letras, quieren ser reconocidos y alabados por los mismos hombres, y si os dais cuenta todo os va llevando a un abismo. No tenéis Vida espiritual, solamente Mundo, solamente bienes, espejismos que poco durarán, envidias, porque veis que vuestro hermano tiene más que vosotros. Esa es vuestra plática, ese es vuestro pensamiento: presumir de las cosas del Mundo.
El que es Mío, el que está Conmigo, el que ya encontró el Verdadero Bien, no presume, se aparta de esa irrealidad y ora y vive Conmigo, con su Dios.  Se aparta del Mundo, se esconde para que Yo esté con él, con su Tesoro.
Seguid buscando, Mis pequeños e iréis encontrando cada vez más ese Tesoro que ya Vive en vosotros, que es un Tesoro Infinito y que debéis ir acrecentando día a día. No os conforméis con unas cuantas Perlas. Habéis sido llamados a poseer de los Tesoros Inmensos e Infinitos del Cielo, buscadlos y compartidlos.
Gracias, Mis pequeños.
 
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre. 
Sobre: Cada uno de vosotros es un emisario que Yo He  enviado.
Hijitos Míos, daos cuenta de que cada uno de vosotros es un emisario que Yo He  enviado para llevar Amor, para llevar Paz, para llevar Alegría al Mundo, para ayudar a vuestros hermanos a que reconozcan los Bienes del Cielo, que recuerden lo que han tenido y que seguirán teniendo cuando termine su misión sobre la Tierra.
Mucho tiempo, mucha hermosura se desperdicia, mucho amor, mucho sacrificio, vida humana que Yo He dado para la renovación de todo el Género Humano se desperdicia tanto...
¿Por qué no quieren seguir toda esa Enseñanza, toda esa Vida que Yo He puesto en su corazón? Sois emisarios en el Mundo, en donde debéis darMe a Mí, parte, conocimiento, de lo que está pasando.
Que os deis cuenta qué es lo que está pasando, que vuestro corazón se mueva en compasión, o en agradecimiento o en Vida hacia vuestros hermanos. Que intercedáis, que mováis, que Me indiquéis qué es lo que pasa para que Yo derrame Mis Bendiciones o reciba vuestro agradecimiento.
Vuestra misión es grande y bella si aprendéis a verla así; sois emisarios de un Dios. Esa es una misión bellísima que cada hombre debiera aceptar, acrecentar, vivir con un gran gusto.
Centraos, Mis pequeños en esto, por eso vuestra vida debe de ser de intercesión, puede ser de oración y de dar vida en el apostolado a través de vuestro ejemplo y vuestras enseñanzas.
Debéis darMe todo vuestro ser, para que Yo pueda mover vuestro corazón hacia donde Yo quiera que vayáis, dadMe vuestra libertad y Yo os moveré a lugares inimaginables, Yo necesito emisarios fieles, para que Yo Me pueda mover por todas partes y levantar a vuestros hermanos más necesitados, y agradecer a los que Me han sido fieles.
Recibid Mis pequeños Mis Bendiciones, pedidMe cuanto necesitéis.
El alma, como la vuestra que ya ha aceptado la Voluntad de su Dios, ve las necesidades tanto de sus hermanos como las propias y Yo tengo para todos vosotros. PedidMe sin medida y agradecedMe también sin medida.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre. 
Sobre: Ser santos es hacer Mi Voluntad, Mi Voluntad, que os va llevar al gozo, pero también a una dificultad de vida entre vuestros hermanos.
Hijitos Míos, Mis pequeños, el ser santo es el estado ideal del hombre, en el que todos debéis tender, la santidad os lleva a la perfección, abre vuestros sentidos, os hace perfectos, ésta perfección os acerca hacia la Divinidad, os hace entender mejor todos los designios, todas las Palabras, las Leyes y Mandatos.
El ser santos es el convivir con vuestro Dios, que Es el Santísimo, el Purísimo, debéis tender a esa santidad. Pero solamente la lograréis a través de esa vida interior, el escuchar esa Voz interior, que es la de Mi Santo Espíritu. No podréis ganar la santidad siguiendo al Mundo.
Debéis apartaros del Mundo, porque vosotros no pertenecéis al Mundo, todos vosotros, el Hombre, no fue enviado para ser posesión del Mundo.
Camináis en el Mundo, pero no pertenecéis a él. Y el ser santos, es llenar esa  vida espiritual, es vivirMe y llevarMe ante vuestros hermanos.
Ser santos es hacer Mi Voluntad, Mi Voluntad, que os va llevar al gozo, pero también a una dificultad de vida entre vuestros hermanos.
El ser santo, es ser perseguido, encarcelado, eliminado de la vida. ¿Por qué? porque el santo esta mostrando con su vida, con sus palabras lo que ellos debieran ser, y eso no le gusta al Mundo; se ven reflejados en maldad, en una pequeñez mala, no hubo desarrollo espiritual y se han quedado mal nutridos, y se ven y se comparan ante el que es santo, se avergüenzan, eliminan a aquel que es santo, porque no quieren ver su fealdad ante la Gracia.
Pero el ser santos, os da Fortaleza, Sabiduría, Entendimiento de la realidad humana y espiritual, aprendéis a ser bondadosos, caritativos, aprendéis a vivir como Yo Viví, porque Me viviréis a Mí, y Me transmitiréis a Mí.
Algunos de vuestros hermanos reaccionan ante esta oposición, ante este reflejo de su fealdad, ante la belleza de la Gracia y de la Virtud.
Vosotros debéis ser fuertes ante el ataque, mostraos como lo que debéis ser: verdaderos testigos de vuestro Dios y esa es la Santidad.
PedídMela, la necesitáis, y vuestros hermanos también, porque vosotros sois los que estáis en contacto directo con vuestros hermanos y deben verMe a Mí, a través de vosotros.
Tarea difícil cuando se está en contra de lo que es Bueno; pero tarea bien pagada cuando la cumplís con amor y con vuestra total donación. 
Gracias, Mis pequeños.