Jun 05_15 BuscadMe en vuestro corazón, entrad en él, platicad Conmigo, os escucho. |
Rosario vespertino.
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Yo os sigo dando oportunidad de arrepentimiento, os quiero salvar, Mis pequeños, quiero que viváis eternamente Conmigo pero, si desde ahora hay rechazo y no queréis estar Conmigo, vuestro rechazo a la Gracia, os llevará a ésa condenación eterna.
Hijitos Míos, ciertamente que Vivo Yo, vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad, en vosotros, pero Le he dejado a Mi Santo Espíritu, que os acompañe, que os guíe, que os eduque, que os ayude pero, para muchos, muchos de vosotros, ni siquiera Soy el Amigo invisible, simplemente, no existo. No se Me toma en cuenta, no se Me llama en vuestras necesidades, aún en vuestras necesidades buscáis por otros lados ayuda, siendo que Me tenéis dentro de vosotros.
A un amigo, vosotros le llamáis por teléfono o vais a su casa y le buscáis para que os ayude, pero ponéis de vuestra aparte para ir a buscar al amigo. Vosotros, Me tenéis en vuestro interior, pero no Me tomáis en cuenta y, ciertamente, debéis llamarMe, para que Yo esté atento a vuestras necesidades, pero, también, a vuestros agradecimientos, a vuestra compañía, a que Me compartáis de vuestras cosas bellas o de vuestras dificultades. Vivo en vosotros, Mis pequeños, ¡os lo he dicho tantas veces!, pero sigo siendo olvidado por la gran mayoría de vosotros.
Esto os lo digo, Mis pequeños, porque estáis ya a momentos de que se vengan grandes problemas yno tendréis el apoyo de Mis ministros de la Iglesia y de aquella gente que os pudiera ayudar en lo espiritual.
Deberéis entrar en vuestro corazón y buscarMe y, en ésa intimidad, Yo os ayudaré a que caminéis por los caminos seguros que habrán, también, en los momentos difíciles.
Yo Soy vuestro Dios y voy protegiendo a Mis hijos y voy manteniendo el pueblo, el pueblo escogido, que son todos aquellos que han aceptado Mis Mandamientos, que Me buscan, que Me aman y que luchan por mantenerMe en su corazón y Me dan, también, a los demás para que Me vayan conociendo.
BuscadMe en vuestro corazón, entrad en él, platicad Conmigo, os escucho. Comparto todo lo vuestro, aunque ya lo sé, pero Me gusta el diálogo, el diálogo amistoso, el diálogo fraterno, el diálogo confiado. Eso es muy bello para Mí, Mis pequeños, porque estáis Conmigo, Me estáis buscando, Yo Me doy a vosotros, vosotros os dais a Mí, en confianza total y eso es la Fe, eso es lo que quiero que crezca en vosotros, Mis pequeños, porque estos serán tiempos muy difíciles, en donde la Fe, es la que os va a ayudar a salir adelante, os va a dar ésa seguridad de poder caminar aún por caminos difíciles y peligrosos. Confiados en Mí, os sentiréis apapachados, protegidos, cuidados y, así, caminaréis seguros, aún a pesar de los ataques de satanás, que tendréis todos vosotros, en estos tiempos de purificación.
Os he dicho que la purificación se tiene que dar, pero, vosotros la relacionáis más para vuestro cuerpo, la purificación que Yo quiero que se dé en vosotros, es espiritual; porque va a haber un cambio muy fuerte espiritual en toda la Tierra y en el Universo entero.
Vuestra alma es la que tiene que hacer el cambio para que se una a Mí, a vuestro Dios y, así, caminemos juntos. Os he pedido que os unáis en Mi Divina Voluntad y es necesarísimo ya en estos tiempos que seamos uno, que viváis unidos a Mi Trinidad, porque fuisteis creados para Mí, para vivir unidos, para gozar de lo Mío, para vivir felices, estando Conmigo.
Satanás os quiere llevar a una felicidad superflua, pecaminosa, mala, sin crecimiento espiritual y ahí es donde debéis vosotros poner vuestro discernimiento. Lo que estáis haciendo, aunque le llaméis amor a lo que estáis haciendo, realmente, ¿está en concordancia con Mi Amor y con Mis Leyes?
Se habla mucho de amor, os sentís bien cuando habláis de amor, pero son amores superfluos y pecaminosos. Os unís sin el Sacramento y simplemente, porque decís que hay amor, ya os queréis sentir bien, cuando realmente no estáis haciendo Mi Voluntad ni estáis respetando Mis Leyes.
Y así, tantas y tantas cosas, a donde satanás os ha llevado y os ha hecho creer que estáis viviendo bien, cuando en la realidad, Me estáis dando la espalda.
Si fuerais honestos con vosotros mismos y pidierais Mi Discernimiento Santo, entonces iríais ya viviendo la santidad en vuestra vida, porque por el simple hecho de reconocer que posiblemente haya pecado en vuestras acciones, eso os está llevando ya a una purificación y a una perfección espiritual.
Cuando, en soberbia, creéis que estáis en el bien y os mantenéis en ésa creencia falsa, vais de caída. No vais creciendo espiritualmente, vuestras potencias espirituales caen y vosotros no crecéis. Hay que ser humildes, lo suficientemente humildes y honestos para entrar en vuestro corazón, preguntarMe:“Padre, ¿estoy en el bien? y, si no es así, perdóname y guíame hacia él”, pero son tan pocos, tan pocos los hombres que buscan la perfección, que prefieren quedarse en el mal, que no piden perdón, y estas son las almas que acaban condenándose, por frialdad espiritual, por falta de honestidad en sus actos, en sus pensamientos y, sobre todo, porque no quieren aceptar su mal y solamente buscan el aparente bien superfluo en el que están viviendo.
Estos son tiempos en que os deberéis introducir en vuestro corazón y ser honestos, estáis viviendo para Mí y seréis Juzgados por Mí, nadie más os va a juzgar al final de vuestra existencia, lo creáis o no lo creáis. A lo largo de vuestra existencia, ya habéis sentido, alguna vez, en vuestro corazón, que Mi Santo Espíritu os hace sentir vuestro error y os invita a que os mejoréis, pero vosotros no accedéis a Su petición, Yo os sigo dando oportunidad de arrepentimiento, os quiero salvar, Mis pequeños, quiero que viváis eternamente Conmigo pero, si desde ahora hay rechazo y no queréis estar Conmigo, vuestro rechazo a la Gracia, os llevará a ésa condenación eterna.
Meditad todo esto, Mis pequeños, ciertamente, os amo infinitamente, pero no veo que haya mucho amor de vosotros hacia Mí y eso Me duele mucho.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Entended bien, Mis pequeños, que Yo no quiero que vosotros os condenéis, os quiero para Mí, en el Reino de los Cielos, y que, aún a pesar de vuestros errores, si os arrepentís de corazón, podréis gozar el Reino de los Cielos eternamente.
Hijitos Míos, podría Yo dividir a la humanidad en personas de almas sensibles y personas de almas insensibles. Tanto Yo, como Mi Hija, os hemos dicho que veáis los acontecimientos que se están dando alrededor del Mundo, en el Cielo y en la Tierra, para que éstos os vayan guiando y os vayáis preparando para los acontecimientos de la purificación que se ha de venir.
En Mi Grande Amor, os voy a ir preparando, os voy a ir dando la oportunidad, a los que no estáis Conmigo o no queréis estar Conmigo, y a través de los acontecimientos que se den, que debéis cambiar, que debéis hacer un alto en vuestra vida, que debéis meditar vuestra actuación pasada y que debéis regresar a Mí, si queréis vivir contentos, ya sea aquí en la Tierra, con los Nuevos Tiempos, o en el Cielo, eternamente Conmigo.
Muchos, muchos hermanos vuestros, todavía Me tienen como el Dios del Antiguo Testamento, un Dios castigador, destructor de almas, para llevarlas al castigo inmediatamente, un Dios al que no se le puede ver Su Rostro, porque caería fulminado en ése momento, un Dios de las lejanías, un Dios inalcanzable y es todo lo contrario, Mis pequeños, por eso os envié a Mi Hijo, para que os mostrara Mi Amor a través de Él.
Las almas sensibles han aprendido a reconocer Mi Presencia en Mi Hijo y han tratado de que ellas mismas puedan ir llevando Mi Presencia a los demás. Han aprendido a cómo vivir en el bien, cómo transmitirlo, cómo tocar almas, cómo cambiar almas pecadoras hacia almas que puedan salvarse y que den fruto.
Las almas sensibles, las que están Conmigo, van cambiando el Mundo y Yo, a través de ellas, voy recuperando almas que, si estaban en duda, al verlas a ellas, regresarán a Mí, porque estas almas son almas seguras de sí mismas, porque Yo habito en su corazón. Saben que las voy a respaldar en sus acciones, porque así os lo dijo Mi Hijo, son Promesas Divinas y las almas sensibles lo saben, por eso caminan con seguridad en el Mundo, sin detenerse, sin temer y ayudando a todos aquellos que se acercan a ellas.
Las almas insensibles, necesitan situaciones difíciles, como las que tendréis, éstas les ayudarán a que haya ése cambio espiritual, a que se arrepientan y regresen a Mí. Todavía podré rescatar a algunas de ésas almas insensibles, cambiarán por temor, cambiarán porque tendrán, en cierta forma, un castigo. Yo no quisiera que fuera así, porque Yo quiero tener almas que Me amen y no que Me teman, Mi Reino es de Amor y no de temor. Estas almas insensibles que cambiarán, las salvaré a través del temor, aunque sea así, aunque sea con el regaño, como vosotros, padres de familia, hacéis con los hijos. El regaño también educa, el golpe, digamos, amoroso, también educa. Daos cuenta, Mis pequeños, que os quiero rescatar de las garras de satanás y voy a utilizar infinidad de formas para hacerlo. Yo no os creé para que sufrierais eternamente, os creé para que pudierais estar Conmigo eternamente, después de que cumplierais con vuestra misión, si no totalmente, aunque fuera parcialmente, pero hicisteis, cuando menos, un esfuerzo en agradarMe.
Ved, Mis pequeños cómo os amo, cómo busco vuestra salvación, cómo os doy infinidad de oportunidades para regresar a Mí. A pesar de que soporto vuestros pecados, vuestras maldades, vuestras infidelidades, vuestros errores, soporto tantas cosas feas que vienen de vosotros, que Me duelen muchísimo, pero lo soporto, para que vosotros podáis salvaros.
Vosotros, como padres de familia, también conocéis este sentimiento, cómo, a veces, vuestros hijos, con sus actos malos y, a veces malvados, os hacen sufrir, imaginad Mi Dolor cuando esto Me lo hacen no un hijo, ni diez ni veinte, sino millones. Mucho Dolor recibo todos los días de parte de la gran mayoría de las almas de la Tierra y del Universo entero, ahora podéis comprender Mi Amor. Un Amor que soporta todo, un Amor que perdona, un Amor que quiere salvar, aún a pesar de los dolores que se le causan.
Mi Amor os quiere de regreso, os quiere dar vida, os quiere purificar, os quiere santificar. Entended bien, Mis pequeños, que Yo no quiero que vosotros os condenéis, os quiero para Mí, en el Reino de los Cielos, y que, aún a pesar de vuestros errores, si os arrepentís de corazón, podréis gozar el Reino de los Cielos eternamente. Quiero vuestro arrepentimiento, quiero el dolor de vuestros pecados, quiero que os apartéis del mal que Me causa, a Mí, tanto dolor y a vosotros, os puede causar un dolor eterno y, con eso, también Me causaríais mucho dolor.
Sed perfectos, como Mi Padre es Perfecto, os dijo Mi Hijo, buscad la perfección, tratad de encontrarla y Yo os ayudaré a que realmente la encontréis y, así, siendo perfectos, gozaréis inmensamente el Reino de los Cielos. Luchad, Mis pequeños, por ser mejores y Mis Bendiciones serán infinitas sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Entended, Mis pequeños, que os amo infinitamente, que no hay nadie que os pueda amar como Yo os amo, ni siquiera una madre puede llegar a amar como Yo os amo a cada uno de vosotros, porque conozco, no solamente vuestro exterior y vuestro actuar, Yo conozco hasta vuestro pensar.
Hijitos Míos, estáis viendo en estos tiempos, cómo se están cumpliendo muchas cosas que se os dieron en las Sagradas Escrituras. Se os dijo que habría un tiempo en que se diría: “El Mesías está aquí, el Mesías está allá” y así os ha desviado satanás, poniéndoos infinidad de cultos, religiones, guías espirituales, todo esto, falso, para que no siguierais el verdadero camino que Yo os tracé a través de los profetas y que Mi Hijo, confirmó y os guio cuando estuvo entre vosotros.
Yo Mismo os he dicho, y confirmado por Mi Hijo, que ser un verdadero hijo Mío, es difícil, difícil porque tenéis que luchar contra vosotros mismos, contra vuestras pasiones, contra vuestros pecados, contra vuestras inclinaciones nefastas para vuestra alma. Sí, la lucha, primeramente, es contra vosotros mismos. Tenéis que sacar de vuestra mente y de vuestro corazón, todo aquello que os está dañando y que no os permite estar plenamente Conmigo.
Desgraciadamente, como os he dicho, muchos padres no les enseñaron a sus hijos lo que les debieron haber enseñado para que no se dieran todos los problemas que actualmente veis a vuestro alrededor. Se ha vuelto una idea muy generalizada, el de no Bautizar a los bebés, sino dejarlos crecer, hasta que ellos se convenzan de qué religión han de seguir, y no se dan cuenta los padres, porque no tienen esa educación, de que les están privando a sus hijos de crecimiento espiritual. No se dan cuenta del valor del Sacramento del Bautismo, que os abre las puertas de la Gracia y, sobre todo, os protege contra ataques del enemigo y os ayuda a que podáis regresar a Mí. Cuántos errores tenéis a vuestro alrededor y, muchos de ellos, los defendéis a capa y espada, creyéndolos buenos.
Necesitáis regresar a Mis Enseñanzas, meditarlas, estudiarlas, para que os deis cuenta la profundidad y la perfección que tienen.
Las Sagradas Escrituras, son un mundo de enseñanzas, y seguirlas os llevan a la perfección, y sois agradables a Mis Ojos cuando os embebéis de Mis enseñanzas Divinas en vuestra vida.
Cometéis tantos errores y no os queréis dar cuenta de que estáis obrando en el mal. Repetís los errores, una y otra vez y llega el momento en que creéis que son normales, que podéis hacerlos y que están permitidos. Así trabaja satanás, quitándoos de vuestro corazón el Discernimiento Santo y, luego, haciéndoos creer que, lo que erróneamente, estáis haciendo, es bueno, que no hay de qué preocuparse, que mientras os sintáis bien, lo podéis seguir haciendo, y esto es un grave error, Mis pequeños.
Así que, si buscáis el Reino de los Cielos, os tenéis que vencer a vosotros mismos. Si queréis vivir Conmigo eternamente, tenéis que luchar por esa meta. Ganar Mi Reino, es para las almas valientes, las almas que luchan, las almas que aman, las almas que quieren vivir bajo Mi Voluntad y eso las lleva a la perfección.
Entended, Mis pequeños, que os amo infinitamente, que no hay nadie que os pueda amar como Yo os amo, ni siquiera una madre puede llegar a amar como Yo os amo a cada uno de vosotros, porque conozco, no solamente vuestro exterior y vuestro actuar, Yo conozco hasta vuestro pensar y, eso, Me da ventaja por sobre todos vosotros para el conocimiento de los que os rodean, así que, si Yo permito algo en vuestra vida, u os doy direcciones específicas para que vayáis por ellas y os perfeccionéis, hacedlo.
Yo Soy el Amor y lo que os pueda dar Yo, siempre irá envuelto en Amor. Aún alguna reprensión o castigo, una llamada de atención que Yo os haga, siempre irá envuelta en Amor. Mi Amor es todo y las almas que se han llenado de Mi Amor, saben Quién Soy Yo. Así que, buscadMe, Mis pequeños y gozaréis inmensamente. Aún la purificación que haga en vosotros, aunque os duela, la gozaréis, porque sabéis que es El Amor, o sea, Yo, vuestro Dios, el que os está ayudando y gozaréis ésa purificación.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os he dicho que muchos cambios vendrán, tanto físicos como espirituales, la estructura de vuestro Mundo cambiará y vuestra propia estructura, también cambiará, molecular y atómicamente hablando.
Hijitos Míos, cada uno de vosotros elige su propia vida. Yo os doy el don de la vida para que bajéis a servirMe, os doy dones y capacidades especiales para la misión, diferente, que llevaréis cada uno de vosotros.
Todos vosotros os necesitáis mutuamente, uno complementa al otro, el otro, al otro. A veces, necesitáis de muchos de vuestros hermanos, a vuestro alrededor, para que os complementéis, pero, ciertamente, a lo largo de vuestra existencia, si os ponéis a meditar a dónde habéis llegado hasta ahora, veréis que necesitasteis de la ayuda de muchísimos hermanos vuestros, tanto como para crecer intelectualmente, moralmente, como espiritualmente; unos os enseñáis a los otros.
Si esto lo tuvierais muy dentro de vuestra mente y de vuestro corazón, dejaríais las guerras, dejaríais las luchas fraternas, respetaríais a vuestros hermanos, porque todos os necesitáis a todos vosotros.
Os repito, todos vosotros os necesitáis los unos a los otros y esto lo hice adrede así, Mis pequeños, para que no hagáis menos a vuestros hermanos, aunque lo seguís haciendo. Hasta del más pequeño de vuestros hermanos podéis ser ayudados en algún momento de vuestra existencia.
Al actuar así, necesitándoos unos a otros, debierais haber vivido en Caridad, en amor fraterno, cuidando de vuestro hermano, porque él tiene algo que vosotros no tenéis y necesitáis de ello.
Si realmente os cuidarais, cuidarais a vuestros hermanos, cambiaríais vosotros y vosotros haríais cambiar al Mundo entero.
Necesito almas valientes, sencillas, honestas, amorosas, que vayan por el Mundo enseñándoles a los hombres lo que Yo he hecho con vosotras, almas valientes, almas agradecidas, almas honestas, que reconocen Mi ayuda en vosotros y, eso, os ha dado una personalidad, muy especial.
Es muy diferente, por decir algo, un profesionista, que hace su trabajo, pero lo hace por su gusto y por ganar dinero, que es válido; a un profesionista, haciendo lo mismo, pero viviendo en Mí.
Cuando un alma vive unida a Mí, su vida se vuelve más fácil, se vuelve más sencilla, porque esta alma, continuamente, Me está pidiendo que la acompañe, que la guíe, que le dé Sabiduría para llevar a cabo su trabajo y, lo más bello de todo, es que reconoce Mi Presencia en su vida, en su trabajo, en sus problemas y Me ofrece sus alegrías.
Estas almas, siempre serán exitosas, porque se dejan guiar por Mí, y Yo Soy Quien os cuida y hago que lo que hagáis, sea perfecto y le deis gusto a los demás con lo que sabéis hacer, pero aquellos no sabrán, que Soy Yo, el que trabaja a través de ésas almas que se dejan mover por Mí.
Os he dicho que muchos cambios vendrán, tanto físicos como espirituales, la estructura de vuestro Mundo cambiará y vuestra propia estructura, también cambiará, molecular y atómicamente hablando. Ahora no entendéis esto, pero se irá dando y lo iréis viviendo.
En estos momentos, no sois los que debéis ser. El pecado, tanto el que cometieron vuestros Primeros Padres, como los subsecuentes, que habéis cometido cada uno de vosotros, os ha llevado a una degradación inmensa. Sois como ésas plantitas y arbolitos Bonsáis, que han tenido poco alimento, poca agua, que se os ha castigado, para que no crezcáis, siendo que ése mismo árbol, de ésa misma especie, puesto en tierra fértil, crece inmensamente.
Así sois y así estáis todos vosotros, no crecéis, porque satanás os llevó a una mentalidad nociva, no permitió que os alimentarais correctamente. Os ha quitado Mi Alimento Divino, os ha desviado de la tierra fértil, que os iba a hacer crecer, como debéis ser, como Yo os Pensé en el Principio del Tiempo.
Este es un ejemplo exacto de lo que es el hombre ahora, arbolitos, plantas sin alimento, castigados por satanás y que no crecéis, porque no queréis crecer, porque no queréis estar Conmigo.
Por eso, os he dicho tanto, que estos tiempos de purificación, Me los agradezcáis, porque os voy a liberar de las garras de satanás, os voy a liberar de toda su maldad y os pondré en tierra fértil, para que seáis quien debéis ser ante Mis Ojos.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: DejadMe vivir plenamente en vosotros, para que Mi Presencia se dé todavía sobre la Tierra y que vean a Mi Hijo en vosotros y, así, sigáis salvando almas para el Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, ciertamente, a aquellos que han recibido más de Mis dones, les pediré más, porque es una obligación de amor y porque debieron haber compartido de lo que recibieron gratuitamente, a sus hermanos; pero hay algo muy importante también, que debéis tomar en cuenta, no es solamente el dar de lo que tenéis, sino cómo lo dais a vuestros hermanos.
Imaginad por un momento a Mi Hijo, dando lo que tenía que dar, pero con regaños, enojos, grosería, simplemente, Su Obra, la que Yo Le ordené hacer, no hubiera tenido seguidores.
Le encomendé una Obra de Amor, de Salvación, de Vida Eterna y la dio con alegría, con respeto, con un Amor Divino y, eso, es lo que ha hecho que vosotros Le sigáis, aún a pesar de los dos mil años que lleva Su Predicación.
Él fue Ejemplo de Amor, Él fue Vida entre los que vivían en la muerte, Él trajo Luz, cuando se vivía en las tinieblas, Sus Milagros, cambiaban corazones, aunque muchos Le traicionaron después, pero, también, se arrepintieron después, cuando se dieron cuenta de que realmente era el Mesías.
No importa que tengáis un don o diez dones, os repito, es cómo deis ésos dones a vuestros hermanos,cómo les presentéis a vuestros hermanos lo que les queréis dar para su crecimiento espiritual y para su salvación eterna.
Cuando Yo os he dicho, tantas veces, el ser otros Cristos, es ser otros Cristos en plenitud, no actuar forzadamente, sino actuar en el Amor, compartir lo que tenéis, pero para alegrar a las otras almas, para ayudarles a crecer espiritualmente, para calmarles un dolor físico o espiritual, para dejarles Mi Presencia, que se enamoren de Mi Presencia y que La sigan.
Vosotros sois ejemplo, precisamente, de lo que os estoy diciendo. Desde la Presencia de Mi Hijo en la Tierra, hasta ahora, han pasado muchas generaciones y vuestros parientes han mantenido lo que Mi Hijo os dio. Por eso, Mis pequeños, si Yo os pido ser otros Cristos, respetad, amad y servid a quien os sirvió primero, que fue Mi Hijo y seguid haciendo Su Obra, salvando almas, trayéndoMe almas a Mi Corazón, para que Yo las pueda gozar en el Reino de los cielos.
Mucha alegría Me dais, Mis pequeños, cuando hacéis recapacitar a un alma con los consejos que dais, con el ejemplo que ven en vuestro actuar diario, con el conocimiento que tenéis sobre Mí y que lo compartís. Muchas veces, quizá, ni os dais cuenta cómo movisteis corazones, pero es que Mi Presencia en vosotros, cuando realmente Me dejáis vivir en vuestro corazón, sale, brota en una palabra, en un gesto o simplemente, actuando con respeto y amor hacia los demás.
DejadMe vivir plenamente en vosotros, para que Mi Presencia se dé todavía sobre la Tierra y que vean a Mi Hijo en vosotros y, así, sigáis salvando almas para el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.
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