Mensaje de Nuestra Señora –
María, Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo
Mundo – Palabras de Nuestra Señora
el tiempo de preparación para la purificación de la humanidad
26 de
febrero del año 2012 – 1er domingo de Cuaresma
Queridos hijos, hoy en el
día del Señor, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad,
vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, la Santa Palabra
de Dios os da el conocimiento sobre la Salvación que El os ofrece a cada
instante de vuestras vidas. Muchos no se interesan todavía por ella, no
demuestran la gratitud por ella porque no quieren despegarse del pecado. La
mayor parte de la humanidad peca alarmantemente de día y de noche sin parar,
practica la crueldad, las barbaridades, no se interesa por las enseñanzas del
Santo Evangelio.
Mis hijos, a cada momento
es recordado por Dios, las Promesas que El os hace, y hoy está repitiendo
diciéndoos: “Creed en el Santo Evangelio” y “Sois también invitados a
valorar vuestro Bautismo.”
Cuántas veces estáis
permaneciendo con vuestros corazones cerrados para Dios y abiertos para el
pecado. Así estáis solamente retrocediendo y no avanzando para vuestra mejoría
delante de Dios.
Dios os alerta sobre la
aproximación de Su Reino en la tierra, vos debéis prepararse para la llegada de
El y todos los que se convirtieran sentirán la gran alegría de poder ser parte
de El.
Este
tiempo de ahora es para el hombre progresar más, evolucionar para vencer todas
las pruebas que pasaran antes de la llegada del Reino de Dios, valorar y
obedecer las Leyes que El os dio.
Obedeciendo los
Mandamientos podéis recuperar la Felicidad perdida por culpa de vuestra
desobediencia a Dios. La desobediencia atrae castigos para el mundo.
Es tiempo de despertar y
reparar vuestras culpas, es tiempo del hombre demostrar su gratitud por la
vida.
El hombre sólo está
retrocediendo contra la Voluntad de Dios porque está idolatrando la
desobediencia, no está humillándose para pedir perdón a Dios de sus pecados. La
mayoría vive así sin pedir a Dios el perdón de sus errores, no quiere
enderezarse.
Esto es falta de interés
por la Salvación. La hora viene llegando, el Reino de Dios está cada segundo
más cerca. Arrepentiros de vuestros
pecados, regresad a Dios antes que no haya más tiempo de reparar todo lo que
hicisteis errado en la vida.
Viene ahí un gran castigo
para el mundo, preparaos para no caer en el desespero. El secreto de la felicidad está en el Cielo, vos lo conoceréis si
creéis en Dios y os convertís.
Debéis luchar contra el mal
y conquistar la Gracia de llegar al Cielo, allá no existe la infelicidad, no
hay sufrimientos, no hay hambre, ni sed, ni enfermedades, ni guerras, ni la
hostilidad, ni agitaciones, sólo existe amor, existe vida, existe todo lo
bueno. Creáis Mis hijos, y nada os faltará. Vos necesitáis de paz y amor, sólo
Dios os puede dar.
Vos estáis dando inicio al
tiempo de la Santa Cuaresma para ser recordada por vos, sabéis todo lo que
Jesucristo paso durante aquellos cuarenta días en el desierto preparándose para
salvaros. Sabéis que el enemigo desafiaba a Jesucristo queriendo ganar la
victoria, pero Jesucristo ya era el vencedor, porque es Dios. El enemigo Lo
desafiaba y hoy continúa Desafiándolo por medio del pecador, porque el hombre
todavía cae en las trampas y peca, así el
enemigo cada día trata de vengar su derrota usando la debilidad humana contra
Dios.
Cuidado Mis hijos,
Jesucristo vence, nunca será vencido, pero vos
estáis todavía en peligro de perder la Salvación que El os dio, porque estáis
aceptando el dominio del demonio, estáis apegados al pecado, si no os
convertís perderéis la Gracia de Dios.
Desde el Nacimiento de
Jesucristo, la humanidad debería luchar más por el Cielo, El vino para Salvar y
vos no estáis cuidando de vuestras almas, no estáis agradeciendo a Dios la
venida de la Salvación.
Vamos a comenzar vuestro
viaje a vuestra Pascua, valorando más este tiempo de Cuaresma y haciendo
vuestra parte, arrepentidos de vuestros pecados cada día más y pedid el perdón
de Dios.
Jesucristo
ya venció la muerte por vos, pero vos no estáis percibiendo todavía que es
necesario desapegarse del pecado para merecer el Cielo. Es
necesario tener gratitud por la Salvación que El os ofrece.
Es esto lo que vengo a
avisaros hoy para vuestra conversión, quien
no cuida del alma, no está en busca de la Felicidad, corre el peligro de
perder el Cielo y merecer el infierno.
Rezad, rezad, rezad por el
Santo Padre el Papa Benedicto XVI, por todo el Clero, por los religiosos y
religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y
paganos, es acto de amor ayudar a buscar a los que están todavía comprendiendo
que corren peligro de perder el Cielo.
Con oraciones podéis atraer
almas para Dios. Hagáis más esfuerzo.
Rezad por la Santa Iglesia
fundada por Jesucristo, este es el último tiempo para que todos se conviertan,
por esto debéis valorar más la Santa Cuaresma y cuidar más de vuestras almas.
Viváis estos días en unión con Dios sabiendo que solo El puede Salvaros.
La
Salvación es para todos, pero es necesario que cada uno quiera ser salvo, quien
desprecia esta Gracia, acaba perdiendo el derecho a ella. Todos podéis decir a Dios
si quieren o no la Salvación. Felices serán todos los
que La quisiesen.
Ayudad al Santo Padre el
Papa más en este tiempo de más persecución de la Santa Iglesia. Dedicad más
tiempo a Dios. Vos estáis en gran peligro.
Yo os amo mucho y os cubro
con Mi Manto de Amor.
Mi Inmaculado Corazón está
abierto en vuestra espera, vengan a refugiaros en El, este es el tiempo de gran
sufrimiento para todos.
A vosotros brasileños,
rezad más, vienen ahí las horas de mucha aflicción para vos.
A todas las naciones,
aumentad vuestras oraciones, el mundo está en peligro de gran guerra.
Permanezcáis vigilantes, para suavizar los sufrimientos. Únanse cada día más,
extendéis vuestras manos unos a los otros.
Ahora os bendigo en el
Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo,
el Salvador del mundo,
María, la
Inmaculada Concepción.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo.
23 de
febrero del año 2012
Jesús me llamó dentro de mi
corazón y Lo atendí con gran alegría. El me dijo:
Ven a Mí flor de trigo, Yo
Soy Dios, Soy el que Soy. Mi hija, ven y cumple tu misión, no os quedéis
pensativa, tú eres instrumento Mío para la hora final de conversión de todos
los pueblos.
Ven Mi hija, quiero hacerte
feliz, quien Me sirve es feliz.
Ya ofrecí felicidad para
todos, pero pocos están aceptando. Los que aceptan se están esforzando para
hacer lo que Yo hago. Yo sólo amo, es difícil para la humanidad sólo amar, ella
se desliza por causa de los siete Pecados Capitales. Pero es necesario querer,
es necesario Servirme.
Soy el Buen Jefe, trato a
Mis siervos con justicia verdadera, doy a ellos el salario justo, y ellos Me
agradecen.
Sabéis hija, hoy hablaré
poco, es sólo para quien Me escucha. No
Me ama aquel que no Me escucha.
Soy el que sacia el alma
sedienta de amor, de justicia, y de paz. Mi Palabra es Alimento, es Salvación.
Y para sembrar Mi Palabra
es que llamo a Mis siervos, es tiempo de plantar, de cuidar de sembrar y
preparar para la cosecha.
Mi plantío no es vegetal,
es plantío de vida humana, si ella no recibe Mi Luz, Mi Palabra, ella se seca y
será quemada en el infierno. Yo Soy Dios, planto vidas y cuido de ellas, vos,
todos vos debéis grabar esto en vuestros corazones para vivir, necesitáis de
Mí, Soy el Agua Viva que fluye del Corazón de Mi Padre para que vos tengáis
vida en Mí.
Confiad que Mi Amor os
mantiene de pie y no tengáis miedo de nada.
El día de vuestra
purificación se aproxima, preparaos. Fue para daros conocimiento de este día en
que os llamé a Mis siervos, ellos siembran Mi Amor por toda la tierra. Vos
pensáis que Mis siervos sólo hablan de catástrofes, de sufrimientos, porque
vuestros corazones no están acostumbrados con el amor que planté en ellos, si tuvieseis vuestros pensamientos para
Mí, sabríais que Mis Avisos
son para mostraros que tenéis valor especial.
Si no os avisase de las
catástrofes, vos pensaríais que vuestras vidas terminarían con lo que está
sucediendo. Pero os alerto para que os
preparéis porque vuestra vida continua después de las catástrofes y si vos
no tenéis amor por ellas y no Me amáis, continuareis vivos en el fuego del
Infierno, no viviereis Conmigo en el Cielo. Si Yo le quitase la vida a quien
cae en el Infierno, qué sentido tendría, pues ellos no sentirían el castigo.
Por
esto He inundado al mundo de avisos para que todos aprendan cómo poder vivir en
Mí eternamente.
Mis siervos están sembrando
la esperanza, dejéis caer dentro de vuestros corazones esta semilla para que no
perdáis vuestra herencia, la felicidad que quiero daros.
Mi Señor y mi Dios, soy
toda Vuestra, Vos me llamasteis, aquí estoy, haz de mí sierva de Vuestro Amor.
Yo os pido el perdón de Mis
pecados, perdonadme Señor, dadme una oportunidad más. No estoy lista para el
día de la Purificación, todavía siento miedo. Hay momentos que creo que no
tengo esperanza como es necesaria para vencer, porque no consigo vencer las
dificultades que surgen en mi vida. Ayudadme Señor.
Yo amo a Vos, adoro a Vos,
alabo a Vos, bendigo a Vos, glorifico a Vos, rindo gracias a Vos por Vuestra
inmensa Gloria en las Tres Personas de la Santísima Trinidad.
Hijita, confiad en Mí, Te
ayudo en cada segundo de tu vida, permanece de pie, no caigas, ven, estáis
segura en Mis Manos.
Profetiza a Jerusalén Mi
Iglesia, Mi pueblo.
Mi Señor y mi Dios,
profetizaré según Vuestra Voluntad. Apenas pido a Vos nuevamente el perdón de
Mis pecados, de los pecados de mi patria y de los pecados del mundo.
Soy toda Vuestra, haced de
mí lo que es Vuestra Voluntad en este momento.
La Profecía:
“Jerusalén, Jerusalén,
tenéis una profecía más para ti. Levántate y permanece de pie, escucha Mi voz
Soy tu Dios y necesitáis mucho de Mí, más de lo que te podáis imaginar.
Quiero daros la Gracia que
más necesitas, tu Salvación.
Sabéis que si despreciáis
Mi Palabra, es a Mí a quien despreciáis y así perjudicáis tu vida.
No me ofendáis más
Jerusalén, nada mejorará para ti, porque tu consciencia te pondrá en gran
conflicto contigo misma.
Te di tantas oportunidades
y tu despreciasteis, por causa de tu orgullo estáis volviéndote esclava del
pecado y te has consumido debajo del tiempo que te resta sobre la tierra, esta
tierra donde el pecado entró para arruinar tu humildad.
Si no regresáis, tus días
serán peores para ti.
Cuidado para que no entréis
en el camino al abismo.
Despierta Jerusalén, mira
bien Mi Cara, contempla en Ella Mi Sufrimiento y reacciona, tú no soportaríais
sufrimiento igual al Mío. Yo sufrí por causa de los pecados del mundo, pero tú
no queréis comprender esto porque cargas sólo el peso de tu conciencia, tus
pecados. Sabéis que tus culpas también estuvieron sobre Mis Hombros, valoriza Mi Amor por ti y no pequéis más.
Soy tu Dios y necesitáis
arrepentiros de tus pecados, Pedidme el perdón y reparadlos antes de que venga
el Divino Espíritu Santo para la purificación del mundo.
Prepárate, esta es la
última oportunidad que tenéis, regresad a Mi antes que El venga a purificaros.
Recuerda que tú eres Mi
Iglesia, Mi pueblo, eres tú Jerusalén quien vestiréis vestidura de Luz, Luz que
sale de Mí para iluminarte. Yo te amo, tú eres Mi Esposa. Revístete con gloria
y tú no seréis mas atacada por las fuerzas del Infierno. Yo Soy tu Dios y
quiero darte toda la Felicidad. Te doy la instrucción ahora para que tú
preparéis para el día de la Purificación.
Falta poco para tu
liberación total.
Yo te amo con Amor Eterno.”
Hija, ahora lleva al mundo
lo que te revelé hoy, quiero que toda Mi Iglesia aumente la fe, la esperanza.
Viene ahí, muy pronto, la hora de la purificación.
No os preocupéis con la
hora, más sí con vuestro corazón que está lleno de desobediencia, ay de ellos
si continúan así, donde estuviereis en aquel día, veréis que Yo Soy el Señor y
gusto del corazón puro. Mantenedlos limpios todos vosotros.
Mi Señor y mi Dios,
lavadnos nuevamente para recibir a Vos. Dadnos de esta Agua que santifica
nuestros corazones y nos da el derecho de recibir la Salvación.
Hijita, descenderá del
Cielo el Agua que os purificará, el Divino Espíritu Santo. El Fuego Sagrado os
marcará para entrar en la Tierra Prometida, el Paraíso.
Ahora te bendigo y os
bendigo a todos.
Yo Soy
Dios, Soy el que Soy
Soy
Jesucristo el Salvador del mundo
Soy el
Señor de todos los que viven Mi Palabra.