Mostrando entradas con la etiqueta de conversión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta de conversión. Mostrar todas las entradas

lunes, 20 de junio de 2016

Jun 02_16 Os doy una de las últimas oportunidades que tendréis, de conversión.

Jun 02_16 Os doy una de las últimas oportunidades que tendréis, de conversión. ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas: 

  • ¡Os amo tanto, Mis pequeños!, que os daré lo que necesitéis y como os dije antes, si vuestra oración viene de lo profundo de vuestro corazón, seguramente, obtendréis lo que necesitáis.
  • Protegeos, pues, en la oración, meditad el valor de vuestra alma y todo lo que podéis hacer con ella en la salvación de las almas, dejadMe a Mí, vuestro Dios, velar por lo que necesitáis en lo material.
  • Si hay Sabiduría en vosotros y humildad, arrepentíos y regresad a Mí, preparad vuestra alma a bien morir, el tiempo se acerca y muchos, muchos de vosotros no estáis preparados para el momento en que os presentaréis ante Mí.
  • Nadie puede amar a su prójimo, si no Me lleva en su corazón. Aún aquellos que no Me conocen o que no Me han buscado, Yo estoy en su corazón y Mi Amor actúa en ellos y tendrán su momento para conocerMe y agradecerán, de corazón, el que Yo haya vivido en ellos, aun sin conocerMe.
  • Mi Hija, la Siempre Virgen María, en cada Aparición, cuando llevaba Mis Designios Divinos, os pidió el rezo del Santo Rosario; si lo rezarais de corazón y todos unidos, destruiríais, inmediatamente, el poder de satanás.




Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.




Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¡Os amo tanto, Mis pequeños!, que os daré lo que necesitéis y como os dije antes, si vuestra oración viene de lo profundo de vuestro corazón, seguramente, obtendréis lo que necesitáis.

Hijitos Míos, así como vosotros ahorráis moneditas de diferentes tamaños y de diferentes valores, así, también, podéis ayudar con vuestras oraciones, dirigidas al Reino de los Cielos, para que éstas se derramen hacia vuestros hermanos, después de que Yo las haya recibido.

Mis pequeños, os he explicado antes, que lo que importa en la oración, es la intencionalidad.

Toda oración, lleva una intención. Si vosotros oráis con el corazón, con una intención muy buena y ayudando fuertemente a vuestros hermanos, estad seguros de que Yo la escucharé y que recibirán vuestros hermanos, lo que vosotros estáis pidiendo.

Hay otros que desperdician su tiempo, creen que deben hacer cosas muy grandes para ser escuchados, y con ese pretexto, no hacen nada, no dan nada, no dan fruto, porque no oran, porque no interceden, en resumen, porque no aman.

Vosotros tenéis a diario, alrededor del Mundo, infinidad de ocasiones para orar por vuestros hermanos, que no, necesariamente, sean los que viven en vuestro hogar o los que vosotros veis a vuestro alrededor, que os ayudan o que recibís sus servicios, como ir a comprar al súper, ir a la escuela, cuando os subís a un camión. Vosotros estáis en contacto continuamente, con hermanos vuestros y de muchos de ellos, quizá, conocéis sus necesidades.

Veis en noticieros, periódicos, medios de comunicación, lo que hermanos vuestros están padeciendo alrededor del Mundo. Si, realmente, vosotros, orarais de corazón y usarais vuestro tiempo para ayudar a vuestros hermanos, tened por cierto, que no terminaríais en un solo día, en pedir por todos vuestros hermanos que necesitan de Mi Ayuda y eso, ciertamente, os atraería infinidad de Bendiciones, a vosotros y a los vuestros.

No dudéis en pedir cosas grandes o cosas pequeñas, Yo puedo ayudar a vuestros hermanos con lo que necesitan y, aunque, variadas sean sus necesidades, Yo, como Creador, puedo ayudarles en lo que se necesite para que salgan adelante en sus problemas.

Os he dicho que vosotros deis el primer paso y Yo haré lo demás. Que vuestro amor hacia vuestros hermanos os haga dar el primer paso para que intercedáis por ellos y veréis que no os fallaré. 

Confiad, confiad plenamente en Mi Amor hacia vosotros, Yo nunca Me taparé Mis Oídos para no escuchar por vuestras necesidades.

¡Os amo tanto, Mis pequeños!, que os daré lo que necesitéis y como os dije antes, si vuestra oración viene de lo profundo de vuestro corazón, seguramente, obtendréis lo que necesitáis.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Protegeos, pues, en la oración, meditad el valor de vuestra alma y todo lo que podéis hacer con ella en la salvación de las almas, dejadMe a Mí, vuestro Dios, velar por lo que necesitáis en lo material.

Hijitos Míos, la acción del Espíritu Santo, será muy fuerte en estos tiempos, pedidMe que estéis vosotros bajo Su Amparo, bajo Su Protección, bajo Su Sabiduría.

La tribulación, cada vez se irá acrecentando más. Vosotros mismos estáis viendo cómo se van haciendo bandos, aún dentro de la Iglesia y en la sociedad; unos pensáis de una forma, otros, de otra, unos preferís algunos guías, o gobernantes, otros, los atacan. Hay mucha diversidad de opiniones, pero no buscáis lo más valioso, que es la Sabiduría Santa, que solamente puede venir de Mí y es la que os va a unificar a todos vosotros.

Satanás va causando toda esta tribulación y vosotros os enfrascáis en ella y os olvidáis de Mí, no buscáis lo que sólo puede venir de Mí, que es, la Sabiduría Divina. 

Cada quien desea hacer su propia voluntad y seguir a quien le conviene, de acuerdo a sus intereses personales, que, en la mayoría de los casos, están errados, porque buscáis nada más por lo vuestro y no por las multitudes. 

Os falta tanta Caridad, Mis pequeños, tanto amor por el prójimo, tanto amor hacia Mí, vuestro Dios y Creador.

Satanás sabe bien cómo convenceros a todos para que os apartéis de Mí y que viváis en la mentira, porque, todo lo que os rodea, os he dicho, es pura mentira. 

La tribulación que lleváis en vuestro interior, es lo que está causando que vosotros no marquéis en vuestra vida una línea recta que os lleve hacia Mí y, si lo hacéis, satanás se encarga de distraeros y os olvidáis de llevar a cabo vuestra misión, por estar viendo por las cosas del Mundo, que muchas hay que os distraen de vuestra principal atención, que es el llegar a Mí y llevar a otros, también, al Reino de los Cielos. 

Mis pequeños, estáis en una guerra real contra satanás, contra sus potencias. Vuestra guerra, es espiritual, pero satanás os desvía a que lo veáis todo dentro de lo material y, así no os protegéis con Mi Sabiduría y vosotros os desviáis fácilmente.

La maldad es mucha, muy fuerte y vosotros estáis muy desprotegidos. Por ejemplo, por estar viendo lo material, a donde os lleva satanás, porque él, con sus compinches alrededor del Mundo, hace que se eleven o caigan los valores del Mundo y, con tan poca cosa, vosotros os distraéis, porque estáis viendo cómo vuestro dinero, vuestros ahorros, se van para abajo o se mejoran un poco, y ahí, simplemente con eso, que es una tontería, vosotros vais perdiendo vuestro tiempo y os enfrascáis, nada más, en buscar cómo cuidar vuestro dinero y vuestras pertenencias y lo que, realmente debéis buscar y cuidar, que es vuestra alma, no le hacéis caso.

Os he pedido tanto que Me pidáis el don de Discernimiento, que Le pidáis a Mi Santo Espíritu, que os guíe por los caminos de la Verdad y dejéis los caminos que van debilitando vuestra espiritualidad.

Meditad esto, Mis pequeños, entrad en vuestro corazón y, siendo honestos, haced un análisis de vuestra espiritualidad y veréis que dejáis mucho qué desear, por estar solamente protegiendo vuestros intereses materiales y no estáis protegiendo lo que más vale en vosotros, que es vuestra alma y lo que podáis hacer con ella.

Satanás conoce perfectamente vuestras debilidades y os desvía por ahí. Sois tan frágiles que con tan pocas cosas con que os desvía satanás, os olvidáis completamente de lo Mío y lo que puedo hacer por vosotros en vuestra alma. 

Protegeos, pues, en la oración, meditad el valor de vuestra alma y todo lo que podéis hacer con ella en la salvación de las almas, dejadMe a Mí, vuestro Dios, velar por lo que necesitáis en lo material, Yo os di el don de la vida, os di un cuerpo físico y os puse en un lugar físico, que es la Tierra, para que os desarrollarais aquí y os prometí velar por vuestros intereses, y vosotros debéis velar por Mis intereses, que es la salvación de vuestra propia alma y la de vuestros hermanos. 

Yo conozco perfectamente cómo actúa satanás y si Me lo pedís y si confiáis plenamente en Mí, Yo puedo velar, perfectamente bien y mejor, mucho mejor que vosotros, de vuestras necesidades materiales, físicas. 

Vosotros, os repito, debéis velar por vuestra espiritualidad y la de vuestros hermanos, esto es importantísimo que lo entendáis, Mis pequeños. Vuestro cuerpo, vuestra envoltura terrena, junto con todo lo terreno que tenéis a vuestro alrededor y que habéis usado para vivir en este Mundo, desaparecerá cuando regreséis a Mí, al Reino de los Cielos, vuestra alma llegará ante Mí, sin nada de lo físico o de lo que consideráis valioso, en estos momentos, dentro de lo material; estaréis ante Mí, dándoMe cuentas de lo que hicisteis en el ámbito de lo espiritual.

Meditad y buscad realmente el valor de vuestra misión y de vuestra existencia aquí en la Tierra y veréis que lo que os estoy diciendo, es realmente lo que debéis vosotros buscar y en lo que os debéis de concentrar.

Dejad que Mi Santo Espíritu, que está en vosotros y que habita en estos momentos, ya, en vosotros, os mueva hacia la Verdad. Nada os faltará, os he dicho, de lo que vuestro cuerpo necesita para vivir y, de hecho, Yo estoy más interesado en ello, puesto que si vuestro cuerpo muere, vuestra alma ya no puede misionar aquí en la Tierra; así que, Yo busco vuestra salud de cuerpo, vosotros buscad vuestra salud de alma y ayudad a vuestros hermanos, a que mantengan esa salud de alma, con la ayuda que les deis en lo espiritual.
Gracias, Mis pequeños. 

Tercer MisterioHabla Nuestro  Señor Jesucristo.
Sobre: Si hay Sabiduría en vosotros y humildad, arrepentíos y regresad a Mí, preparad vuestra alma a bien morir, el tiempo se acerca y muchos, muchos de vosotros no estáis preparados para el momento en que os presentaréis ante Mí.

Hijitos Míos, en la antigüedad, cuando conviví entre los hombres, les hablé en Parábolas en aquél tiempo a los que Me rodeaban, para que entendieran mejor lo que les quería decir, ahora, han pasado un poco más de dos mil años y en este tiempo os hablo directamente. 

Los tiempos han pasado, cuando empezaba Mi Evangelización hacia los hombres, algunos entendieron, otros, la rechazaron y en estos tiempos, vuelve a suceder lo mismo, por eso, ahora os hablo directamente, sin Parábolas, prácticamente.

Yo os he dicho que teniendo vosotros el libre albedrío, y al haberos dado más de dos mil años para que meditarais Mi Palabra, entendierais Mis Obras y Mi Donación por vuestra salvación, vosotros podríais estar, ya, más avanzados, espiritualmente hablando, para que escogierais lo que Yo os di, pero, por lo visto, cerrasteis vuestro corazón a todo lo que viene de Mí y, por eso, ésta Purificación, que os he venido anunciando, será para eliminar todas las almas necias que se cerraron a las Enseñanzas Divinas que se os dejaron para vuestra salvación.

Es una tristeza, Mis pequeños, porque una gran cantidad de almas Me niegan, a pesar de que muchas de ellas fueron Bautizadas, enseñadas a amarMe, cuando fueron pequeños, pero crecieron y en lugar de mejorarse y buscar con interés y con amor lo que Yo os había dejado, no solamente se olvidaron de ello, despreciaron todo lo que Yo os dejé y muchas almas, hasta atacaron y blasfemaron contra Mi Santo Nombre y, como os he dicho: creáis o no creáis, la Purificación se avecina para toda la humanidad y para el Universo entero. Todos, creáis o no creáis, seréis juzgados y estaréis ante Mí, vuestro Dios, pero, lo peor de todo, para estas almas necias e incrédulas, que muchas de ellas, hasta Mi Existencia niegan, será un golpe fuerte cuando lleguen ante Mí y es cuando se darán cuenta de su error, de su necedad, de su tontería. Querrán arrepentirse, pero ya no habrá tiempo para ello, porque, ya, estando ante Mi Presencia, sólo queda el Juicio que tendrá cada uno de vosotros. Un Juicio Justo, ante un Dios Justo.

¡Qué difícil será para muchas almas estar ante Mi Presencia, estar ante Quien negaron, blasfemaron e hicieron a un lado, estar ante el Amor de los Amores, estar ante el Dios que se hizo Pequeño para salvarles y no quisieron aprovechar todo lo que Yo os di!

¡Cuánto dolor presentarán estas almas, ante Mí!, ya no podrán hacer nada por su Bien, desperdiciaron todo el tiempo de su vida y se llenaron de maldad y, esa maldad los juzgará en ése momento.

¿Por qué no entendisteis Mis Palabras? ¿Por qué no aprovechasteis todas las oportunidades que os di para vuestra conversión? Entended, Mis pequeños, que sois Mis hijos, que sois Mis hermanos, que Yo Me di por cada uno de vosotros, por vuestra salvación, que Me costasteis Mi Sangre y Dolores Inmensos. Conoceréis todo eso, pero será ya, demasiado tarde.

Os digo todo esto, Mis pequeños, para ver si Mis Palabras, todavía tocan algún corazón y entiende antes de que os presentéis ante Mí.

El Juicio, es inexorable, lo podréis negar, pero existe y existirá para todos vosotros. Tarde o temprano os tendréis que presentar ante Mí, y si hicisteis el Bien y hubo siempre Fe en vuestro corazón, pasaréis la prueba, pero si Me negasteis y con ello creíais que vuestra vida iba a ser más fácil, porque evitaríais muchos compromisos, que sabíais o presentíais que debierais cumplir y no los cumplisteis, vuestra alma estará en un peligro inmenso de condenación eterna y, os vuelvo a repetir: lo creáis o no lo creáis, sucederá. Os doy una de las últimas oportunidades que tendréis, de conversión y de aceptación, de lo que os estoy diciendo que tendréis todos vosotros.

Tendréis una muerte, de la cual, sabéis que no os podéis escapar. Tendréis un Juicio, porque os presentaréis ante Mí, vuestra alma, estará ante Mí, para ser Juzgada, y tendréis vuestro premio o vuestro castigo y, de ellos, tampoco os podréis escapar.

Si hay Sabiduría en vosotros y humildad, arrepentíos y regresad a Mí, preparad vuestra alma a bien morir, el tiempo se acerca y muchos, muchos de vosotros no estáis preparados para el momento en que os presentaréis ante Mí.

No sé cómo hablaros, Mis pequeños, para que entendáis, no os puedo presionar, porque tenéis el libre albedrío, pero Mi Corazón Amoroso, por cada uno de vosotros, os puede perdonar si os arrepentís, pero debéis creer y aceptar de corazón, que Soy vuestro Dios, que Morí por vosotros y que quiero que resucitéis en Mí, para el Reino de los Cielos. Os lo pido por favor, Mis pequeños, Morí por cada uno de vosotros, derramé toda Mi Sangre por cada uno de vosotros, Me habéis costado demasiado cada uno de vosotros, y, ¿aun así, despreciáis el triunfo eterno que tengo para cada uno de vosotros?
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Nadie puede amar a su prójimo, si no Me lleva en su corazón. Aún aquellos que no Me conocen o que no Me han buscado, Yo estoy en su corazón y Mi Amor actúa en ellos y tendrán su momento para conocerMe y agradecerán, de corazón, el que Yo haya vivido en ellos, aun sin conocerMe. 

Hijitos Míos, Yo, vuestro Hermano Jesucristo, os puse el Ejemplo de cómo debéis actuar ante vuestros hermanos que os están atacando continuamente. Como os dije antes, se va separando ya Mi pueblo, el que continuará, del pueblo que no supo apreciar lo que se le dio.

Vosotros, los escogidos, tenéis muchos méritos y, por eso, seréis el resto fiel. Ciertamente, vuestros méritos, son el resultado de Mi Donación y de vuestra aceptación en recibir, con gratitud, lo que Yo hice por vosotros.

Todos vosotros, los escogidos, creéis en Mí, vuestro Dios Salvador, aceptáis Mi Donación por vosotros, agradecéis Mi Muerte por vosotros y esperáis vuestra resurrección, porque Yo Resucité para enseñaros que sí hay una resurrección, también, para aquellos que Me siguen.

Por otro lado, también tenéis méritos propios, porque amáis y en eso se resume todo lo que habéis hecho por vuestros hermanos. Porque amáis, reprendéis a vuestros pequeñitos, para que no  hagan el mal y que sigan en el Bien. Porque amáis, le dais de comer al hambriento y le dais de beber al sediento. Todas las obras de Misericordia vosotros las habéis vivido, porque amáis a vuestros hermanos, y, porque Me habéis amado primero a Mí, vuestro Dios. 

Nadie puede amar a su prójimo, si no Me lleva en su corazón. Aún aquellos que no Me conocen o que no Me han buscado, Yo estoy en su corazón y Mi Amor actúa en ellos y tendrán su momento para conocerMe y agradecerán, de corazón, el que Yo haya vivido en ellos, aun sin conocerMe. 

El Amor, solamente puede venir de Nuestra Santísima Trinidad y todas las almas que queden después de la tribulación, se amarán los unos a los otros, porque Mi Amor une y todos vosotros tenéis Mi Amor y os sentiréis como lo que sois verdaderamente, hermanos en Mí, vuestro Dios Jesucristo, vuestro Salvador; porque amáis, Me conoceréis y porque habéis amado, vuestro premio os espera.
Gracias Mis pequeños, por vuestro amor.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Mi Hija, la Siempre Virgen María, en cada Aparición, cuando llevaba Mis Designios Divinos, os pidió el rezo del Santo Rosario; si lo rezarais de corazón y todos unidos, destruiríais, inmediatamente, el poder de satanás.

“Amaos los unos a los otros”, os pidió Mi Hijo, cuando dejaba la Tierra, cuando regresaba al Reino de los Cielos.

¿Por qué sois tan duros de corazón, Mis pequeños? Os peleáis por las cosas del Mundo y de ahí se toma satanás para que haya discordias entre los hombres.

Si vosotros meditáis con Sabiduría lo que han causado las guerras en el pasado, lo que estáis viviendo en el presente, todo es causado por lo material.

No os amáis, porque satanás está en medio de toda guerra, de problemas familiares, de problemas sociales. Si os unierais, como os he dicho, en oración y con una sola intención, la de destruir el mal que os rodea, lo lograríamos, porque, ciertamente, Yo estaría con vosotros ayudándoos. 

Os he dicho, Mis pequeños, muchas veces, que la unión os dará la Fuerza para destruir las fuerzas de satanás, su poder es limitado ante Mis Poderes Divinos. Mi Hija, la Siempre Virgen María, en cada Aparición, cuando llevaba Mis Designios Divinos, os pidió el rezo del Santo Rosario; si lo rezarais de corazón y todos unidos, destruiríais, inmediatamente, el poder de satanás.

Os  he dado el ejemplo de cómo David venció al gigante Goliat con una honda, un arma pequeña, insignificante, contra un gigante poderoso, muy fuerte y fue vencido, porque, ciertamente, Yo estaba dándole fuerza a David, el pequeño.

Vosotros sois como David, pequeños, insignificantes, débiles, pero tenéis ésa arma poderosísima, que es el Santo Rosario y muchas veces, a lo largo de la historia, habéis constatado, con ejemplos que se os dan, de cómo, el rezo del Santo Rosario, ha vencido las fuerzas de satanás en múltiples ocasiones, ya fuera en guerras, ya fuera en ataques directos, ya fuera a satanás, a través de otras personas, hermanos vuestros, que han sido instrumentos de él.

Si siguierais Mis indicaciones, Mis pequeños, y os unierais a rezarlo, con todo fervor, con todo vuestro corazón, destruiríais el poder de satanás y de todos aquellos que están con él.

Os he dado tanto para que lo podáis destruir, pero no os unís, porque no tenéis Fe, porque no tenéis confianza, porque no sois como niños, o porque, queréis seguir siendo manipulados y atacados por satanás, y eso sería una gran tontería de vuestra parte.

En vosotros está la respuesta para destruir su poder, Yo ya os di las armas, ya os he dado los Consejos Divinos que os pueden servir para que os liberéis de las ataduras de satanás. El Rosario está al alcance de todos vosotros, de grandes y pequeños, ¿queréis vencer a vuestro enemigo?, ahí está el Santo Rosario para que lo logréis, si queréis seguir siendo esclavos de sus ataques y de su maldad, seguid como estáis, pero, luego, no os quejéis Conmigo, de que Yo no os ayudo. Vosotros tenéis la respuesta a vuestros problemas.

Tomad o dejad Mi Ayuda, vosotros os podéis liberar, ya, en cualquier momento, todo depende de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com