07-07-1999
Yo os
bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu. Amén.
Pero
comprenden que esta Bendición no sirve de nada, si no es acogida por vosotros e
implica un cambio radial en vuestra forma de vida.
Yo os
miro y me recordáis a los paganos, que afanan sus días en recaudar ganancias
para el mundo. De cuya mente obtusa sólo obrengo pensamientos materiales y
egoístas. En cuyo corazón no reina el amor. En cuya vida no reino Yo.
Tú me
pides Bendiciones… Bien…. Yo os Bendigo, ¿Encontraré respuesta?
Mirad que
se acortan los días y vuestro puesto en el Combate está sin cubrir. Porque ante
mi Llamada, cada uno me presentasteis diversas escusas.
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La
Verdadera Devoción al Corazón de Jesús – Dictados de Jesús a Marga-