Jul 07_05 Os doy la Gracia de la Predicación. |
Rosario.
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J.V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Yo Soy vuestro Dios y os quiero a todos, a todos, Mis pequeños, no Me importan vuestros defectos, os quiero, os Amo. Hijitos Míos, Mis pequeños, así como dicen los Evangelios, ¿acaso un padre puede darle una piedra en lugar de pan al hijo que se lo pide?
Así es con Mi Palabra, con Mis Bendiciones, con Mi Amor, Mis pequeños, Yo no puedo dar la espalda a aquel que viene a Mí a pedirMe favores, a pedir Mi ayuda, a pedirMe el sustento de cada día. Yo Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios. Aún a pesar de aquellos que vengan solamente con ése interés, Yo no puedo darles la espalda, algunos vendrán con un corazón lleno de Amor, con un corazón humilde, con un corazón sencillo, con un corazón amoroso de saber que vendrán con su Padre y que su Padre los escuchará, aún a pesar de que haya duda en su corazón, Yo os escucho, Mis pequeños.
Otros vienen en otra posición, de desacato, de grosería, de exigencia y aún así los escucho, son hijitos, hijitos Míos, que no tuvieron una educación, que no han aprendido que la Bondad de sus Dios se va a manifestar aún a pesar de su grosería y que ésa grosería se va a perdonar su ellos se dan cuenta del error en el que viven.
Os pido, Mis pequeños, que vengáis a Mí, de una u otra forma, porque, ya el acudir a Mí, ya es un acto de Fe que Yo iré acrecentando, no importa que en vuestro corazón haya mucho amor o haya poco amor y el hecho de que estéis ante Mí, pidiéndoMe o exigiendo, en el peor de los casos, Yo, con el derramé de Amor que os dé os iréis mejorando, os iréis perfeccionando en el Amor.
Yo necesito tener a todos Mis hijos cerca de Mí, que vengan a Mí, Yo Soy vuestro Padre, Yo Soy vuestro Dios y os quiero a todos, a todos, Mis pequeños, no Me importan vuestros defectos, os quiero, os Amo y os iré puliendo para que estéis preparados, en algún tiempo. A llegar al Reino de los Cielos.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Hay que ser congruentes con la Vida que se enseña, que es Mi Vida y con la que vivís vosotros, debemos ser uno, para que no causéis escándalo. Hijitos Míos, el alma necesita alimentarse, ése Alimento Soy Yo. Yo os vine a dar Alimento, Yo os vine a anunciar el Reino de Dios.
Y así como en ése tiempo, el Alimento se les daba solo a algunos cuantos y aún así, tergiversaban las palabras de los profetas antiguos, ahora en éste tiempo, Yo que Soy el Alimento Divino, a muchos, muchos de vuestros hermanos se les ha evitado, se les ha cancelado ésta Gracia, porque sus mismos padres no quisieron llenarse de Mí, no quisieron tomar de Mí y trajeron hijos al mundo pero no los llenaron de Vida.
Éstos son tiempos de una esterilidad espiritual, estáis viviendo y estáis rodeados de almas estériles, de almas que no tienen educación espiritual, no tienen vida espiritual.
Sí, viven como animalitos, viven cada vez más por el instinto. Gran cantidad de ellos, ciertamente, no tiene culpa de ello, pero su culpa radica, de cualquier manera, en no buscarMe, porque oportunidades tendrán para encontrarme. Yo no dejo abandonadas a las almas, pero muchas, muchas prefieren las cosas del mundo, las desviaciones que les pone satanás, porque son una vida fácil, regalada, vida en la cual pueden vivir en el pecado sin sentir que están cometiendo algo malo, porque sus valores han sido disminuidos, por ésa vida mundana, por ésa equivocación en la que viven, por eso vuestra oración, Mis pequeños, debe también ir encaminada hacia ellos, para que la Luz del Espíritu Santo ilumine a éstas almas, pero no solamente ello, sino que ellos abran su corazón a éste cambio, que estén dispuestos, en humildad, a aceptar éste cambio.
Os doy la Gracia de la Predicación, para que vosotros, Mis pequeños, podáis ir ante éstas almas y transmitir Vida, la Vida que Yo di cuando estuve aquí en la Tierra y la Vida que di en enseñanzas. TraédMe a Mis pequeños, a ésos hermanos vuestros que han crecido sin Vida, sin dar fruto y muchos de ellos, quizá hasta hayan destruido muchas otras vidas, pero sin estar plenamente conscientes de ello.
Necesitáis, Mis pequeños VivirMe y hacerMe Vivir en vuestros hermanos, sin presión, con amor, llevándoles el ejemplo de vuestra vida, que eso es muy importante, Mis pequeños, hay que ser congruentes con la Vida que se enseña, que es Mi Vida y con la que vivís vosotros, debemos ser uno, para que no causéis escándalo. Si Yo estoy en vuestro corazón, Me debéis mostrar a los demás de ésa misma forma y así engrandeceréis Mi Reino y os engrandeceréis vosotros mismos.
Dad Vida, para que Yo os plenifique en Mi Vida, Mis pequeños.
Gracias, gracias por estar Conmigo.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Ahí os quiero, Mis pequeños, en lo íntimo de vuestro corazón, en donde solamente estemos vosotros y Yo, vuestro Dios. Hijitos Míos, os he enseñado a alimentaros de Mí, os he llevado a ésa profundidad en Mi Amor y éstos son regalos que Yo, como Padre, hago a los hijos consentidos, a los hijos que se sacrifican, a los hijos que realmente viven lo que el Padre quiere.
Sí, Mis pequeños, cuando alguien está interesado en algo y pone en ello toda su vida, todo su interés, necesariamente obtendrá un premio. Vosotros habéis puesto el interés por estar Conmigo, en alimentaros de Mí, en escucharMe y en transmitirMe, por eso Yo Me derramo en vosotros, os lleno de Gracias y Bendiciones. Muchas de ellas no os dais cuenta de que las tenéis en éstos momentos, pero poco a poco, asó como el tiempo vaya avanzando, os daréis cuenta cómo estáis lleno de Luz. Ahora podéis ver, ante una gran cantidad de vuestros hermanos, cómo vosotros tenéis lo que a ellos les falta en abundancia.
Mis pequeños, os pido que os mantengáis en ése deseo de crecimiento, pedidMe tener hambre y sed de Mí, ésa es una Gracia especial para que nunca os separéis de la Fuente Divina, porque todos los que vienen a Mí, Yo los Alimento, les apago su sed, los cuido, los protejo, los guío, pero sobre todo los levanto y los Amo.
Manteneos buscando la Sabiduría, la Sabiduría Eterna, Mis pequeños, aquel que se acerca a Mí, y va obteniendo ésa Sabiduría Eterna, aprende a amarme más, goza más por estar Conmigo y no hay ningún otro gozo que exista que pueda superarme, que pueda superar la vida Conmigo.
Os voy dando probaditas para iros enamorando y así os voy llevando poco a poco a ésa intimidad Conmigo. Os voy tomando de la mano y os voy introduciendo a ésa cámara secreta, en donde solamente el alma puede permanecer a solas Conmigo y vais entrando en ésa familiaridad con vuestro Dios. Ahí os quiero, Mis pequeños, en lo íntimo de vuestro corazón, en donde solamente estemos vosotros y Yo, vuestro Dios, que os apartéis totalmente del mundo, que no veáis nada del mundo, que no sintáis nada del mundo. Vendrá una separación del alma con el cuerpo y ésa es la vida mística, la vida de oración, de vida íntima en donde solamente el alma queda al desnudo con su Dios, queda llena de su Dios, queda abierta a su Dios. Ahí os quiero, Mis pequeños, para revestiros, para daros nueva vida, para derramar sobre vosotros Mis Regalos de Amor.
Así como habéis hecho, a veces, hasta lo imposible pro venir, a asistir a la Santa Misa, a estar Conmigo en el Santo Rosario, ahora os quiero lleva a ésa intimidad. Tomad otro tiempo, tomad ése tiempo para vuestro Dios y si ahora habéis gozado de Mis Bondades, ahí, en ése cuartito os tengo reservado el Gran Regalo. Luchad por ello, luchad por obtener ésa joya, ésa joya Bendita.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: El cambio se tiene que dar en vosotros primeramente, no exijáis de los demás lo que vosotros no podéis dar. Hijitos Míos, cuando vosotros tenéis la idea de empezar a crear un jardín, primero limpiáis el terreno de rocas, de piedras, de insectos, de plagas, abonáis el terreno. SI el terreno realmente se ve muy mal, pedía ayuda, para que alguno de vuestros hermanos, que saben sobre cómo fertilizar, sobre cómo llevar ése terreno a su grado máximo para que luego pueda recibir la semilla o la pequeña plantita, se desarrolle plenamente. Así, ya sea con vuestro propio trabajo o ayudados con el trabajo de vuestros hermanos, vais preparando ése terreno, lo dejáis listo, buscáis después la semilla o la plantita y empezáis a sembrar, cuidáis, regáis, usáis insecticidas para que no se acerquen los animales dañinos o ponzoñosos y así, poco a poco, ése terreno baldío se va llenando de luz, se va llenando de vida y asó ésas plantitas, ésas flores van creciendo por vuestro cuidado y por la ayuda que vuestros hermanos, que saben sobre el tema, os dan.
Así pasa el tiempo, si fueron flores lo que sembrasteis, flores bellas tendréis y hasta los vecinos o vuestros amigos os alabarán por vuestro trabajo. SI fueron árboles frutales, con el tiempo recogeréis fruto de vuestro trabajo y habrá tanto, tanto fruto que hasta repartiréis a vuestros hermanos y así, al tiempo, ése terreno baldío se convierte en un paraíso, en el cual camináis, gozáis con los olores, gozáis con los colores, entráis en ésa paz interior porque satisfechos estáis de vuestro trabajo.
En vuestra vida espiritual sucede algo similar, se os ha dado un alma, un alma que tenéis que limpiar primero de todo pecado de toda inmundicia, de todo aquello que os daña, quitáis malos pensamientos, tentaciones, maldad, malos deseos, así abonáis la tierra y después os empezáis a llenar de virtudes, ésas virtudes las sembráis y con la lucha diaria, regando con los Sacramentos ésas virtudes y sobre todo haciéndolas trabajar, van creciendo. La tierra es buena, la seguís abonando con la Palabra, con las buenas obras, vais haciendo de vuestra vida ése pequeño vergel, ése jardín propio pero que, además, vuestros hermanos se darán cuenta de ello por vuestra forma de ser, por vuestra forma de actuar así vais convidando de los frutos de vuestro vergel a vuestros hermanos.
El mantener en vida ése terreno, ése vergel, ése jardín, cuesta trabajo, tenéis que estar abonando continuamente, regando continuamente, si no lo hacéis, se seca, se destruye lo que por tanto tiempo estuvisteis cuidando, y tenéis que volver a empezar.
No destruyáis lo que ya tenéis, Mis pequeños, no dejéis que se seque lo que empezasteis a cuidar, no dejéis que entren los animales ponzoñosos, los insectos nocivos, que destruyen aquello que habéis cuidado con todo vuestro amor durante años.
Convidad a vuestros hermanos de los frutos que ya tenéis y ayudadles a comenzar ése jardín, ése vergel y así el paraíso que vosotros iniciasteis en vuestro corazón, lo transmitiréis y al dar fruto, vuestros hermanos gozarán de él y se engrandecerá.
Así, Mis pequeños, estaréis preparando Mi Cielo en la Tierra y así os lo he pedido, que empecéis en vosotros mismos. El cambio se tiene que dar en vosotros primeramente, no exijáis de los demás lo que no podéis dar, por eso las virtudes son tan necesarias en ésta vida, porque la virtud conlleva respeto, comprensión y amor hacia vuestros hermanos. Tratadles con cariño y ayudadles a ser perfectos, como Yo os he pedido que vosotros mismos seáis perfectos, sin presiones, en la libertad de Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Yo voy tocando puertas alrededor del mundo, pero no todos quieren abrirlas. Hijitos Míos, cada quien es, lo que se ha propuesto hacer. El que quiere ser ingeniero, estudia con ahínco para ello, el que quiere ser médico, lo mismo, estudiará fuertemente la ciencia de la medicina para llenarse de ése conocimiento, para que, posteriormente se le pueda llamar por el título que adquiere por su esfuerzo.
Y aunque todos vosotros sois Mis hijos, no todos Me buscáis, sois hijos Míos por hechura, por creación, pero solamente aquellos que se llenan de Mí Vida, que Me buscan, que ponen en su corazón todo lo que Yo os he enseñado a través de Mi Hijo y lo viven para sí mismos y para sus hermanos, ésos son los que se pueden llamara “hijos de Dios”, ése es el título, ése el logro, ése es el regalo al trabajo, a la dedicación, al deseo que pone el alma por encontrarme, aquel que se llama ya hijo de Dios, da fruto, fruto abundante y eso es lo que deseo de cada uno de vosotros, que os podáis llamar hijos de Dios.
Pero al ser hijos de Dios, vuestra obligación de Amor, es engrandecer Mi Reino sobre la Tierra, es llevar a otros Mi Palabra, Mi Amor, Mi Vida, Mi Paz, Mi Sabiduría.
Cuando estéis Conmigo, ya todo es fácil, porque entonces, podréis obtener lo que queráis de Mí, ya puedo confiar en vosotros, porque vosotros pusisteis todo vuestro empeño, a través del sacrificio, de la dedicación, del trabajo por encontrarme y por llenaros de Mí, sobre todo de Mi Amor.
Mis pequeños, en almas como vuestra está el engrandecimiento del Reino. Yo voy tocando puertas alrededor del mundo, pero no todos quieren abrirlas, por eso Me derramo abundantemente en aquellas almas que, abriendo su corazón, aceptándome en su vida, se han dado a Mí, y además se dan por sus hermanos.
PedidMe Mis pequeños, pedidMe abundantemente para que gocéis de vuestro Dios y vuestros hermanos se den cuenta de ése gozo y así os busquen y quieran también tener ése gozo y ahí es donde empieza la predicación.
Yo suscitaré a vuestro alrededor almas que os busquen, que quieran también alimentarse, que quieran también tener ésa vida que vosotros tenéis y que ganasteis con vuestro trabajo, con vuestro estudio, con vuestra dedicación, sois hijos de Dios por creación y por vuestro empeño.
Gracias, Mis pequeños.
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