Oct 06_15 Son dos tareas muy diferentes, está Mi Misericordia y está la tarea del profeta. |
Rosario vespertino.
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo, a J. V.
Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Debéis estar muy unidos a Mí, para que podáis vosotros, entender verdaderamente la mentira que os está tratando de inducir satanás y que en una forma muy calculada os puede destruir vuestra espiritualidad.
Hijitos Míos, un árbol bueno da buenos frutos, un árbol malo da malos frutos.
Mis pequeños, si vosotros estáis Conmigo, vuestras palabras, vuestras acciones, vuestros pensamientos serán sanos, serán santos, serán fruto bueno que los demás podrán tomar de vosotros como si los tomaran de Mi Persona, como cuando caminé en la Tierra para vuestros hermanos de aquel tiempo. Yo estoy viviendo en aquellos que Me han abierto su corazón, realmente Vivo entre vosotros, en la persona de aquellos que Me aman, de aquellos que Me han tomado para que Yo pueda seguir viviendo y transmitiendo Mis Verdades a través de ellos.
Esa fue Mi Promesa desde que estuve en la Tierra, que Mi Iglesia, o sea, Mi Predicación, Mis Enseñanzas, Mi Vida, iba a mantenerse hasta el fin del mundo y Yo, por eso, os estoy transmitiendo todavía Mis Enseñanzas, ciertamente no son nuevas Enseñanzas, son las que Yo os di en aquel tiempo y el hombre las sigue necesitando.
Sois como niños pequeños aprendiendo. Ya os lo he dicho, que se os necesita enseñar lo mismo varias veces, repetirlo, para que lo entendáis y lo toméis en vuestra vida, solamente así, a través de los actos repetitivos, es como vosotros vais aprendiendo la lección.
Ciertamente hay algunos hermanos vuestros que entienden a la primera, pero en general, como estáis tan atacados por las fuerzas de satanás, se os necesita repetir la misma lección muchas veces, para que la toméis como propia.
No os imagináis, Mis pequeños, cuánto os amo y sabéis que necesitáis aprender todas estas cosas, para que cuando entréis al Reino de los Cielos, sea lo normal para vosotros, porque allá en el Reino de los Cielos, lo normal es vivir, como Yo os enseñe aquí en la Tierra. Es una lucha muy fuerte, ciertamente, porque, aquí, os podéis desviar fácilmente hacia todo aquello que satanás os pone para que le sigáis y vosotros, debéis discernir y debéis escoger a donde ir, si vivir en el bien, o sea Conmigo o tomar el mal y aceptar lo que satanás os dé.
En el Reino de los Cielos no habrá opciones, es una sola, Mi Amor y todas las Enseñanzas que os di y os seguiré dando, porque el aprendizaje nunca termina, la perfección nunca termina en el hombre. Yo Soy Infinito, como Mi Padre lo es y El Espíritu Santo también, así que, siempre habrá algo nuevo que aprenderéis y gozareis en el Reino de los Cielos. Seguid adelante, Mis pequeños, aprendiendo y manteniéndoos en Fe y en Amor Conmigo que Yo os iré guiando y os iré fortificando para que no caigáis en tanta mentira que pone alrededor de vosotros satanás.
PedidMe el Discernimiento Santo, os he pedido, para que podáis distinguir entre sus engaños y la Verdad que Yo os he dejado, satanás es muy sutil y os puede llevar a una equivocación muy grave poniéndoos mucho de Verdad y un poco solamente de mentira.
Debéis estar muy unidos a Mí, para que podáis vosotros, entender verdaderamente la mentira que os está tratando de inducir satanás y que en una forma muy calculada os puede destruir vuestra espiritualidad. Tened cuidado Mis pequeños, si os mantenéis Conmigo, Yo os ayudaré a que no caigáis en las mentiras de él.
Gracias Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: El profeta, el vidente y todos vosotros que sois bautizados, sois también profetas por el sacramento del bautismo; debéis profetizar y cambiar corazones.
Hijitos Míos, la oración y el sacrificio, son poderosísimos ante Mis Ojos y en Mi Corazón, Mis pequeños.
Cuando oráis, desde lo más profundo de vuestro corazón, estáis orando con amor, estáis orando con un verdadero sentimiento bueno y, podría decir, hasta Divino, porque, os he dicho, que Yo estoy en vuestro corazón, y desde ahí nacen y se producen los milagros, Mis pequeños.
Cuando vosotros oráis así de corazón, estáis orando junto Conmigo, estáis llegando a lo más profundo de Mi Corazón, también, y esto es decir que estáis tocando las fibras más nobles, más íntimas, más sensibles, de Mi Corazón Divino. Vosotros no podéis entender esta Sensibilidad Divina, algún día os dejaré que viváis, sintáis y entendáis esta belleza tan grande de Mi Corazón, por eso, los milagros se dan por vuestra intercesión, por el amor que sale de vuestro corazón y que llega a lo profundo de Mi Corazón.
Si la oración la unís al sacrificio, a la penitencia, se vuelve mucho más poderosa. Si vosotros entendierais esta Gracia tan grande y lo que se puede obtener de ella; podríais cambiar al Mundo entero, podríais abatir las fuerzas de satanás y podríais hacer de este mundo y del Universo, un Nuevo Cielo, que es para lo que estáis viviendo y militando en la Tierra. Vinisteis a traer el Cielo a la Tierra Mis pequeños y se puede lograr, si vosotros entendierais lo que os acabo de decir, cuando vosotros evangelizáis, cuando predicáis Mi Palabra. Estáis moviendo corazones, estáis logrando cambios muy fuertes y, con ellos, nuevamente os digo, vienen los milagros.
Tenéis el ejemplo de Jonás, ciertamente él no quería ir a predicar, porque pasó lo que él temía que, después de la predicación, no se iba a dar el castigo, que iba a quedar en ridículo ante los demás.
Esto es muy importante que lo entendáis Mis pequeños, especialmente los que ahora sois videntes y profetas en el Mundo, son dos tareas muy diferentes, está Mi Misericordia y está la tarea del profeta. El profeta tiene que hacer su tarea, que es el transmitir lo que Yo le pido que transmita. Su predicación, si llega al corazón de vuestros hermanos, porque lo hace con lo profundo de su corazón, como os explique, se puede lograr el milagro. El profeta, el vidente y todos vosotros que sois bautizados, sois también profetas por el sacramento del bautismo; debéis profetizar y cambiar corazones.
Ahora, volviendo al profeta actual, cuando cambia corazones, cuando la gente vuelve a Mí, arrepentidos, con deseos del cambio, Yo no puedo causarles un castigo, aunque esté profetizado, Mi Misericordia está antes que el castigo, porque, Mi Misericordia, es Amor profundo por Mis hijos y, como os explicaba, el profeta tiene, por misión, transmitir y cambiar corazones, si él hizo bien su tarea, y la gente entiende y se produce el cambio, entra Mi Misericordia y no se da el castigo o se retrasa éste, no tiene por qué sentirse traicionado por parte Mía, o ridiculizado ante los demás, puesto que el vidente o el profeta, hizo bien su tarea y, Yo, la respaldo con Mi Misericordia.
Mis pequeños, cuando suceden estas cosas, que no entendéis, es que no os habéis adentrado en lo profundo de Mi Corazón. Misericordia, es un Amor Infinito por Mis hijos, Yo tengo esa debilidad ante vosotros, Mis pequeños, cuando vosotros os arrepentís, de corazón, cuando deseáis de corazón que Mi gracia caiga sobre vosotros, para que cambie vuestra alma pecaminosa, en un alma pura y deseosa de vivir en estado de Gracia. Yo no os puedo castigar, Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador, no puedo enviar un castigo, donde estoy viendo arrepentimiento, quiero que entendáis esto en Mi Persona, como Amor Infinito que Soy. Ciertamente, Yo leo los corazones, conozco como están actuando anteriormente, y ante la humildad, ante ese deseo de cambio, Yo no puedo castigar.
Agradeced, pues, que estáis recibiendo, a través de videntes y profetas alrededor del mundo, Mi palabra. Y si queréis que Mi Misericordia detenga, al menos por un tiempo, los castigos que os merecéis, agradecedlo, agradecedlo, porque también vosotros estáis haciendo un esfuerzo por ser mejores. Yo, eso lo premio con Mi Misericordia, con Mi Amor Infinito sobre vosotros y Mis cuidados, para que vosotros logréis alcanzar lo que Me estáis pidiendo que es un cambio profundo y, quizá, hasta buscando vuestra santificación, para cambiar éste Mundo y que podáis, también, vivir eternamente Conmigo.
Vuestro lugar eterno está en el Reino de los Cielos, debéis cambiar a éste mundo, debéis cambiar al Universo entero, con vuestro deseo, con vuestros actos, con vuestro amor.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Las almas sensibles no soportan tanta maldad y ellas han ganado Mi Corazón y, por eso, el cambio es inminente. Preparaos, pues, Mis pequeños, para que Mi Amor produzca este gran cambio, que gozarán las almas buenas, las almas que Me lo han pedido.
Hijitos Míos, cuando vosotros ponéis de vuestra parte, en manteneros en Mí y en estado de Gracia, ése simple hecho hace que Mi Corazón se estremezca en Bondad, y en Amor muy profundo por vosotros. Ciertamente, os he dicho muchas veces, que sois muy pequeños, y que el poder de satanás es inmenso y, precisamente por eso, esa acción que tomáis vosotros, es grandísima ante Mis Ojos, porque estáis luchando contra fuerzas negativas muy poderosas.
Ciertamente, que contáis con Mi Presencia en vuestra mente, en vuestro corazón y salís airosos de las pruebas, gracias a que Yo estoy apoyándoos en todo momento, pero el libre albedrío es vuestro y vosotros decidís qué hacer o qué no hacer y ahí radica la importancia de vuestra misión y el mérito de ella.
Sois instrumentos de Mi Amor, y eso os debiera llevar a una alegría inmensa. Yo estoy confiando en vuestra vida, os di la vida, para que vosotros fuerais instrumentos Divinos, meditad esto Mis pequeños, porque es muy grande, no estáis siendo instrumentos de cualquier persona, por muy importante que os parezca que puede ser algún hermano vuestro en la Tierra. Sois instrumentos Míos, de vuestro Dios, vuestra misión es espiritual, es inmensa, estáis llamados a hacer grandes cosas para el Cielo, y cuando os digo para el Cielo, quizá no entendáis tal magnitud, pero ahí es donde debe entrar la Fe. Es infinitamente grande vuestra misión en la Tierra, Mis pequeños, y estoy confiando en vuestra nada, sois nada, ciertamente, pero cuando vosotros Me dejáis entrar a Mí en vuestro corazón, vuestra alma adquiere un valor grandísimo, y esto lo sabe satanás y por eso ataca más a las almas que se han dejado mover por Mí, que se han vuelto verdaderos instrumentos Míos y se vuelven transmisores de Mi Amor hacia sus hermanos; satanás no soporta Mi Amor, satanás, no quiere que Mi Amor se dé en el Mundo y en el Universo entero, pero el cambio vendrá y será bellísimo, Mis pequeños, y vosotros, los que estáis Conmigo, gozareis de este cambio, porque sois partícipes de Mi Alegría, sois instrumentos Míos y vais a gozar junto Conmigo el éxito de la purificación y santificación de las almas.
Ya estáis en el tiempo de este gran cambio, estáis a segundos o milésimas de segundo podría decir, para que este cambio empiece Mis pequeños. Hay una cosa que va a iniciar todo esto, el amor,el amor que está naciendo en infinidad de corazones que están deseando Mi intervención Divina,para que Yo pueda cambiar a este Mundo, eliminar la maldad, como de alguna forma lo hice con Sodoma y Gomorra, como lo hice con el Diluvio.
Fueron momentos difíciles para la humanidad pero, con ello, fui eliminando la maldad de ésos momentos y lo haré también ahora. Cuando el Mundo se llena de tanta maldad, hay corazones buenos que no soportan la maldad y Yo escucho el pedimento de esas almas buenas, y sobreviene el cambio.
Como os dije antes, tengo esa debilidad con las almas buenas. Cuando un alma buena Me pide, de corazón, algo, no puedo defenderMe, Mi sensibilidad Divina hace que se produzca el milagro y este es el momento del Gran Milagro, para la Tierra y el Universo entero, porque hay almas buenas, hay almas que están deseándoMe, de todo corazón, que se de este cambio que la maldad ha causado en tantos corazones y ya es imposible vivir como estáis viviendo ahora.
Las almas sensibles no soportan tanta maldad y ellas han ganado Mi Corazón y, por eso, el cambio es inminente. Preparaos, pues, Mis pequeños, para que Mi Amor produzca este gran cambio, que gozarán las almas buenas, las almas que Me lo han pedido.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: En estos momentos, en los que vivís encerrados en un cuerpo que aprisiona vuestras capacidades, no entendéis muchas cosas y os las voy explicando poco a poco para que os deis cuenta la magnificencia en la que fuisteis creados.
Hijitos Míos, a través de varios pasajes en las Sagradas Escrituras, os hice ver que Yo no venía a dar una Evangelización para los poderes del mundo, para que buscarais lo del mundo, su dinero, sus placeres, la vida disipada. Toda Mi Evangelización fue para un crecimiento espiritual. Vuestra vida futura y eterna, es espiritual. Vuestro exterior, y todo lo que os rodea, se os dio, solamente, para que vuestro cuerpo tuviera vida y pudiera llevar a vuestra alma a misionar a diferentes lugares.
Daos cuenta de a dónde os ha llevado satanás, sin que vosotros lo notarais, os está haciendo creer que vuestro exterior es lo que cuenta y que los valores del mundo, en donde él es príncipe de este mundo, es lo que debéis obtener y es lo único que cuenta. Vosotros, habéis sido engañados y os tragáis esa mentira y seguís buscando las cosas del mundo. Algo fuerte tiene que venir para vosotros, y es un cambio espiritual, primeramente, porque eso es lo que Me interesa, a Mí vuestro Dios, un cambio en vuestra espiritualidad, en vuestra alma. Llenándose vuestra alma de Mí, el cuerpo se Transfigura, es tan grande Mi Potencia de Amor, que un alma que se llena fuertemente de Mí, puede hasta matar el cuerpo, porque el cuerpo no soporta tanta fuerza de Amor y, por eso, vuestro cuerpo, también, tiene que ser transfigurado, para soportar tanto gozo del alma, de lo que Yo os voy a dar.
Os voy explicando esto, Mis pequeños, para que entendáis el cambio que vais a tener. Vuestra alma tiene una potencia infinita, porque vuestra alma está hecha a Imagen y Semejanza Mía. Tiene esa fuerza infinita, ciertamente, no tan poderosa como la Mía que es además Omnipotente; estáis llamados a algo muy grande, Mis pequeños.
En estos momentos, en los que vivís encerrados en un cuerpo que aprisiona vuestras capacidades, no entendéis muchas cosas y os las voy explicando poco a poco para que os deis cuenta la magnificencia en la que fuisteis creados.
No quiero que lleguéis a la soberbia, que de nada serviría, porque vuestras potencias espirituales no se van a manifestar, si vosotros entráis en soberbia y eso os lleva a la maldad. Vuestras potencias espirituales se van a dar en vuestra humildad, en vuestra sencillez, en vuestra donación total a Mí, vuestro Dios.
Cuando vosotros vais subiendo un monte, os vais dando cuenta de cosas que van apareciendo en el horizonte que no conocíais, y vuestro horizonte se va haciendo más extenso mientras más arriba estáis. Cuando llegáis a la punta del monte, os podéis dar cuenta de todas las bellezas que existían alrededor vuestro y que no las conocíais.
Así estáis vosotros, Mis pequeños, estáis subiendo un monte, que es Mi Gracia, que es el conocimiento sobre Mí y de todas Mis Capacidades, pero una verdadera alma humilde, mientras va subiendo más alto, se va dando cuenta de su pequeñez y así cuando llega a la cima, se da cuenta que es un granito de arena en una extensión inmensa y ahí es cuando llegáis a la perfección ante Mis Ojos. Os dais cuenta de la inmensidad, os dais cuenta para lo que fuisteis creados, y de las Potencias que os están protegiendo y os están alimentando, que Soy Yo.
Arriba, en el monte os dais cuenta de Mis Capacidades, de Mis Poderes Divinos y la humildad os lleva a reconocer y a agradecer que sois pequeñitos, muy pequeñitos, en comparación a toda la inmensidad que estáis viendo, pero que, a pesar de ser tan pequeñitos, hay un Dios Inmenso, Inconmensurable, que os ama infinitamente y que mandó a Su Hijo a salvaros, a pesar de vuestra nada. Ese es Mi Amor Mis pequeños, que siendo nada, os amo infinitamente.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido cambiéis de vida inmediatamente, el tiempo se terminó, la purificación es inminente, regresad a Mí, os quiero de regreso, aún a pesar de vuestros pecados, de vuestra maldad, pero quiero un arrepentimiento profundo, un arrepentimiento de corazón y regresareis a Mí.
Hijitos Míos, Mi Pedagogía Divina es perfecta y a cada quien lo voy guiando de acuerdo a sus capacidades intelectuales y espirituales. No presiono a las almas que no puedan soportar una presión, que les causaría un daño grave y se alejarían de Mí, en cambio, a las que están Conmigo, que Me entienden, les exijo más, porque quiero su perfección y, con esto, llevarlas a la santificación porque son almas escogidas, almas que harán mucho para la Tierra y para el Cielo.
A un niño pequeño no le podéis pedir, exigir, ni explicar, el futuro en palabras fuertes. Si vosotros tratáis de decirle que tendrá que estudiar muy duro y de los problemas que se van dando con el estudio, con la vida, de los ataques de satanás durante su existencia y los llenáis con puras situaciones negativas, ese niño se va a agobiar y hasta en un momento dado querrá hasta quitarse la vida, para evitar todas esas preocupaciones tan fuertes que le estáis planteando que van a ser de su vida futura. El alimento que se le va dando a los niños, es diferente al alimento del adulto, la forma de explicarles a los niños, es muy diferente que al adolescente, que al adulto. Y así os voy llevando, también, en lo espiritual Mis pequeños.
Si Yo os dijera, o tratara de explicaros un futuro incierto, o inventando, como muchos hermanos vuestros suelen hacerlo, y poniendo todo negativo, insalvable, difícil, no querríais vosotros tener ése futuro, especialmente, pensando que es insalvable y que os quedaríais en el camino.
Cuando voy llamando Yo a las almas, Me pongo a su altura, les explico a un nivel en que puedan entender lo que deseo darles, uso palabras sencillas en algunos y, en otros, palabras más sofisticadas o con un sentido más fuerte, dependiendo de su carácter. Me hago a la manera de ser de cada uno de vosotros, no Soy igual para todos. Ciertamente, la finalidad va a ser la misma para todos vosotros, vuestra salvación eterna, pero vosotros tenéis antes que ese final, toda una vida en que deberéis dejar fruto en la tierra, el final es vuestro premio o vuestro castigo, en caso de que estuvisteis en contra Mía, pero Me interesa vuestra vida y por ella seréis juzgados. Qué hicisteis a lo largo de vuestra existencia, cómo os dejasteis mover por Mí, y qué frutos dejasteis en la Tierra para la salvación de las almas, para un crecimiento espiritual que ayude a vuestros hermanos a llegar a Mí. Cuánto amor mostrasteis a vuestros hermanos y cómo dejasteis marcados sus corazones con lo que hicisteis. El alma crece de acuerdo a la cantidad de Mi Amor y Enseñanzas que tenga en su corazón, si un alma no es educada, no crece, por eso, alguna vez os dije, que cuando vosotros Me pedís un hijo, Yo no os estoy dando un hijo, os estoy dando un alma para que la hagáis crecer en Mi Amor, que cuando crezca en Mi Amor, pueda dar ese Amor a los que le rodean, porque al final, serán juzgados en el Amor y entrareis finalmente a un Reino de Amor.
Entonces, de qué vale un alma que llevó una vida viviendo para el mundo, para embellecer su cuerpo, para llenarse de valores de mundo, será juzgada, y le preguntaré cuánto amor dejó y se verá vacía en ése momento, porque, simplemente, vivió para el mundo.
Entended, Mis pequeños, que fuisteis hechos para el Amor, y el Amor radica en vuestra alma, vuestro cuerpo muestra lo que tenéis vosotros en vuestro corazón. Muestra el bien y actúa en el bien, si vuestra alma, si vuestro corazón, están llenos de Mí, y vuestro cuerpo actúa en el mal si vuestra alma y vuestro corazón están llenos de mal.
Las acciones de vuestro cuerpo, no son culpa de vuestro cuerpo, son culpa de lo que traéis vosotros en vuestra alma, en vuestro corazón, por eso Yo os juzgaré con vuestra alma presente ante Mí, vuestro cuerpo se quedara aquí para volverse polvo, vuestra alma estará frente a Mí, para darMe razón de vuestra vida, cómo actuasteis, qué dejasteis atrás de vosotros: dejasteis vida espiritual o matasteis almas con vuestra mala actuación, vuestro mal ejemplo, vuestros malos consejos, vuestra acción disipada y pecaminosa.
Os pido cambiéis de vida inmediatamente, el tiempo se terminó, la purificación es inminente,regresad a Mí, os quiero de regreso, aún a pesar de vuestros pecados, de vuestra maldad, pero quiero un arrepentimiento profundo, un arrepentimiento de corazón y regresareis a Mí.
Os amo Mis pequeños, el tiempo se terminó, os quiero de regreso.
Gracias, Mis pequeños.
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