Nov 05_15 El Día del Señor vendrá cuando menos os lo esperéis. |
Rosario vespertino
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros, ciertamente, habéis sido ya llamados por Mí, pero para que vuestro trabajo sea más perfecto, necesitáis de lo que os acabo de decir: Dones, Virtudes, Carismas, Gracias especiales que, generalmente, no Me pedís.
Hijitos Míos, esto que os voy a decir, es para aquellos que realmente quieren estar Conmigo, aquellos que realmente quieren vivir para Mí, aquellos que realmente Me aman. Os he dicho que vosotros estáis aquí en la Tierra para servirMe, os he dado el don de la vida para ser otros Cristos, en estos momentos, y para poder salvar a infinidad de almas que necesitan de oración, de intercesión, de ejemplo de vida.
Se os ha pedido ser perfectos, como Yo, vuestro Padre, Soy Perfecto. Para ser perfectos, Mis pequeños, necesitáis las Virtudes, los Dones, los Carismas, todo esto no es para que vosotros presumáis de ellos, no es para que vosotros los tengáis como un adorno.
Cuando vosotros tenéis un coche o una maquinaria muy especializada, a éstas maquinarias se les puede poner aditamentos para hacer su trabajo más perfecto. Vosotros, ciertamente, habéis sido ya llamados por Mí, pero para que vuestro trabajo sea más perfecto, necesitáis de lo que os acabo de decir: Dones, Virtudes, Carismas, Gracias especiales que, generalmente, no Me pedís y las necesitaréis, Mis pequeños. Los tiempos son ya difíciles, satanás también está preparando a su ejército para atacaros y vosotros necesitáis llevar una vida espiritual, cada vez más perfecta, más unida a Mí, más entregada a Mí, a Mi Voluntad.
Por eso, os pido, Mis pequeños, que dejéis que Mi Santo Espíritu, que Vive en vosotros, actúe en vosotros y os dé la Luz, para que vosotros Me pidáis lo que necesitaréis, para que Yo os lo pueda conceder. Yo sé lo que necesitáis cada uno de vosotros, Yo os he dado el don de la Vida y Yo sé en qué Me vais a servir, pero Yo quiero que vosotros os deis cuenta de ello, que salga de vosotros ése deseo de servicio, que no sea una imposición Mía, que no lo sintáis así, sino que vosotros, por amor y por buscar vuestra perfección espiritual, Me lo pidáis. Os estoy preparando para algo muy grande, Mis pequeños, que ya os he dicho antes y que necesito que lo entendáis desde lo más profundo de vuestro ser. Los ataques de satanás van a ser fortísimos y necesitaréis Mi ayuda para poder, no solamente, detener su poder, sino para vencerlo con Mi Gracia, con Mi Amor.
Sed humildes, sencillos y dejad que Mi Santo Espíritu trabaje en vosotros, después de que vosotros Me deis vuestra anuencia de purificaros, de perfeccionaros, para que Me podáis ayudar en estos tiempos de gran tribulación espiritual.
DejadMe, Mis pequeños, que Yo os convierta en ésos Cristos de estos tiempos que necesito que seáis, para que Me mostréis ante los hombres, para que vean vuestros hermanos que estoy con vosotros, que vamos a vencer y que todo va a cambiar a favor de aquellos que Me aman, que Me buscan, que quieren estar Conmigo, no solamente ahora, sino eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: A ojos cerrados deberéis obedecer, porque Yo nunca os voy a llevar hacia un mal y ni os voy a pedir cosas que vosotros no podáis hacer.
Hijitos Míos, nunca dudéis de lo que Yo os diga, ciertamente, para vuestras capacidades pequeñitas, os estoy hablando de cosas inmensas. Quizá mucho de lo que Yo os diga u os prometa, os sonará increíble o fantasioso, pero no estáis capacitados, todavía, para entender Mis Designios, por eso, os he pedido tantas veces de que os dejéis mover como niños.
Vosotros, como adultos, cuando le pedís algo a vuestros hijos, para vosotros, ya es normal lo que les estáis pidiendo, para ellos, no, pero lo hacen, porque vosotros lo estáis pidiendo para un bien y ellos tienen plena confianza de que lo que estáis pidiendo será para un bien para todos y eso es lo que Yo quiero de vosotros.
Nuevamente os lo pido, os lo repito, que seáis como niños, grandes cosas veréis, grandes cosas vuestros ojos verán y deberéis estar plenamente confiados en que lo que os estoy pidiendo, va a engrandecer la espiritualidad, no solamente vuestra, sino Mundial y Universal.
Todo será bellísimo, Mis pequeños, Yo Soy vuestro Dios, Yo Soy el Perfecto, vosotros apenas estáis iniciando un aprendizaje. Aunque os sintáis adultos, vuestra espiritualidad es muy pequeña, por eso, os pido esa confianza plena a lo que Yo os estoy anunciando. A ojos cerrados deberéis obedecer, porque Yo nunca os voy a llevar hacia un mal y ni os voy a pedir cosas que vosotros no podáis hacer que, de hecho, si os pido algo que no entendáis y que veáis como imposible, van a ser Mis Capacidades Divinas, dentro de vosotros, las que os ayuden a llevar a cabo la misión que veréis casi imposible que vosotros podáis lograr.
Por eso, repito, no dudéis, estando Conmigo, nunca dudéis, porque Yo tengo todo el Poder, toda la Gloria, para que podáis llevar a cabo lo que Yo os pida.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador y si os he escogido y os estoy diciendo que confío en vosotros, es porque os conozco y sé qué capacidades tenéis y qué capacidades tendréis cuando Yo os tome plenamente en el momento de la lucha.
Hijitos Míos, el Día del Señor vendrá cuando menos os lo esperéis. Vosotros, los que estáis Conmigo, no necesitáis poneros nerviosos ni preocupados por los acontecimientos, pero sí, por las almas por las que os he pedido que oréis por ellas, por vuestros hermanos que tanto necesitan de conversión para su salvación.
El Día del Señor es tremendo, como en los días de Noé llegará cuando menos se lo espere ésta humanidad.
Estaréis haciendo lo cotidiano, estaréis viviendo como ahora lo estáis haciendo y vendrá, ¿quién se salvará? Deberéis ser como las esposas fieles que llevan su lámpara, ésa lámpara es vuestra alma, deberá estar limpia, como esa llama que veis en la lámpara, encendida de ése calor de amor que Me debéis tener y no por obligación, sino que sea verdadero amor. Llevad aceite extra, para que nunca se termine ése amor hacia Mí.
¿Cuántas almas están preparadas para ése Día del Señor? ¿Cuántos se salvarán? ¿Cuántas almas se perderán? Yo no Soy un Dios Injusto, no Soy un Dios de maldad, os aviso siempre cuando va a haber un cambio y os vengo avisando desde hace mucho tiempo, pero no creéis, porque el tiempo en que vosotros vivís, es un tiempo diferente al Mío y lo hago, precisamente, para que no tengáis una fecha específica y manipuléis vuestras acciones, queriendo aparentar que sois buenos, solamente en el último momento. No, Mis pequeños, los que pertenecen al Reino de los Cielos, son almas verdaderamente santas, almas buenas, almas que no tienen doblez, que Me pertenecen plenamente, que no se aprovechan de las cosas del Mundo y, si caen en él, al otro día, vienen a Mí.
Os he dicho que coquetear con satanás y sus obras, no os va a ayudar a tener una verdadera espiritualidad y un verdadero amor hacia Mí. Cuando coqueteáis con satanás, Me estáis traicionando, estáis traicionando vuestra misión, para la cual Yo os di el Don de la vida.
Las almas que permanecerán para los Cielos Nuevos, Tierras Nuevas, el Nuevo Mundo, serán almas de una sola pieza, almas que defiendan Mis Mandamientos, que defiendan Mi Amor, que Me defiendan ante aquellos que quieren destruir todo lo Mío. Esas son las almas que necesito y os he ido preparando a vosotros para ello, que defendáis Mi Santo Nombre y el de Mi Hija, la Siempre Virgen María, ante todos aquellos que quieran destruir Mi Obra sobre la Tierra.
Estáis viendo que la maldad, cada vez se va apoderando de más almas, muchos ya dudan hasta de la espiritualidad que tenían antes, que venían viviendo por muchos años y ahora se han vuelto del lado del mal. Así se van perdiendo muchas almas, son las pruebas de las que se hablan en las Escrituras, es el acrisolamiento en Mi Amor, en Mis Leyes, en Mis Mandatos. Las tentaciones os rodean, los que son Míos, las desprecian y no caen en ellas, porque se tratan de cubrir con Mis Gracias, con Mis Dones, con Mi Amor, con Mi Sabiduría. Las almas que Me siguen, saben que son débiles y que necesitan estar plenamente Conmigo para vencer a satanás.
Las almas soberbias, atacan a satanás y son vencidas, porque sienten que tienen capacidades suficientes para poder enfrentarse a satanás, y satanás no tiene corazón, es maldad absoluta y destroza a estas almas soberbias.
Las almas que permanecen y triunfan, siempre están tomadas de Mi Mano, siempre actúan bajo Mi Voluntad, bajo Mi Sombra. No se envanecen, son temerosas de ellas mismas, saben que por ellas mismas, no pueden lograr nada, son humildes, son sencillas, buscan siempre estar Conmigo y hacer todo lo que Yo les ordeno.
Dejaos, pues, que Yo os siga perfeccionando y en ningún momento sintáis temor de que os vaya a abandonar. Si os he venido preparando por tanto tiempo, no os voy a dejar que caigáis en este tiempo en el que tendréis que luchar contra las fuerzas del mal.
Os dije que Yo confío en vosotros, pero dejad que estas Palabras, entren en lo más profundo de vuestro ser: Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador y si os he escogido y os estoy diciendo que confío en vosotros, es porque os conozco y sé qué capacidades tenéis y qué capacidades tendréis cuando Yo os tome plenamente en el momento de la lucha. Solamente quiero que os donéis plenamente a Mi Voluntad y que no hagáis nada sin Mí. Vamos a luchar juntos, Seremos Uno sólo, no actuaréis haciéndoMe a un lado, actuareMos juntos, para lograr este Nuevo Mundo de bellezas inimaginables que tendréis y, por otro lado, trabajareMos juntos también, para encadenar a satanás y a sus secuaces.
Grandes bellezas os daré, pero la más grande, es que venceréis junto Conmigo. Sois Mis hijos, Mis hijos predilectos de este tiempo. Gozad Conmigo ya el triunfo y seguid siendo pequeños, para que Yo os engrandezca en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Venid a Mí, aceptad de corazón lo que Yo os pida, para que podáis vivir en el Reino de los Cielos, según Mis Mandatos que Yo he dado allá y que os pido tengáis aquí.
Hijitos Míos, Yo os mandé a Mi Hijo, Jesucristo, para enseñaros, para que os ayudara a crecer espiritualmente, para que Me conocierais, para que vierais que Yo no era el Dios del Antiguo Testamento, el Dios castigador, el Dios de los ejércitos, destructor, malvado. Mi Hijo dijo que aquél que Lo viera a Él, estaba viendo al Padre.
Soy todo Amor, Mis pequeños, Mi Reino es de Amor y todos estáis llamados a vivir en el Reino del Amor.
Mi Hijo os llevó, como vosotros lleváis a vuestros pequeñitos, a un crecimiento, no solamente humano, sino espiritual. Empezáis a enseñar con lo más sencillo y con paciencia, los vais levantando, los vais haciendo crecer en conocimiento humano y espiritual, y de una forma en que ellos gocen lo que están aprendiendo.
Ciertamente, hay algunos de vosotros que presionáis a vuestros hijos a que ellos sean como vosotros y esto no es una forma correcta de enseñar.
Mi Hijo no presionó a nadie para que llegaran a un conocimiento profundo de las Enseñanzas que se os estaban dando desde el Cielo. Mi Hijo, os estaba bajando el Cielo a la Tierra, la Vida del Cielo, os la estaba mostrando con su Vida y os dio la libertad de escoger, de manteneros en vuestra ignorancia, vivir en vuestros pecados o escoger la Gracia, las Bellezas que se os estaban enseñando y, sobre todo, llevaros a una paz profunda y a un amor inmenso, como antes nunca habíais vivido. Satanás se encarga de que vuestro alrededor se vuelva hostil, porque estáis viviendo en sus dominios y sus dominios no son lo más bello que vosotros podáis tener ni desear. Mi Hijo vino a detener ése mal que estaba destruyendo a las almas, pero de una forma muy sencilla, amorosa, con Parábolas, con Ejemplos, con Milagros y, a pesar de ello, no Le entendieron, Lo rechazaron y hasta gritaron “crucifícaLe”.
Esa es la ingratitud del hombre, se le quiere ayudar y se niega a ver la Luz, a seguir Mi Amor, a llenarse de Mis Enseñanzas, hay tantas almas tan testarudas. Vieron a Mi Hijo, vieron a Dios Mismo caminar entre ellos y, aun así lo negaron y sucedería lo mismo en estos tiempos, si Mi Hijo bajara ahora entre vosotros. El hombre, en su mayoría, se cierra a lo Divino, se cierra a lo perfecto, cada quien escoge su forma de vida y no se quiere salir de ahí. ¡Desperdiciáis tantas Bendiciones, tanto Conocimiento, tanto Amor!, os queréis solamente aprovechar de lo bueno que Yo os doy, pero no queréis tomar ningún tipo de compromisos, que, ciertamente, ésos compromisos os dan libertad y os llevan a vuestra salvación.
Yo nunca presiono a un alma, si ella escoge ir por caminos de error, que seguramente le va a dar la condenación eterna, Yo la dejo seguir por ése camino, pero siempre, siempre, le voy a dar oportunidades de arrepentimiento y de que vea que su caminar es erróneo. Le pongo todos los elementos necesarios para que, al ver su error, se arrepienta y regrese a Mí, pero si se enterca en su forma de ser y de pensar, Yo no puedo presionar al alma, porque os he dado la libertad y Yo no puedo coartar ésa libertad.
En el Cielo, las almas viven en total libertad, no son Mis esclavas, como satanás normalmente hace con las almas, las encadena y las esclaviza; Yo os doy una total libertad, vosotros escogéis en total libertad. Venid a Mí, aceptad de corazón lo que Yo os pida, para que podáis vivir en el Reino de los Cielos, según Mis Mandatos que Yo he dado allá y que os pido tengáis aquí.
Estáis aquí para salvar almas y para acrisolaros. El ser un alma perfecta, conlleva mucho trabajo, sacrificio y negación a uno mismo, que eso es lo más difícil en vosotros. No estáis acostumbrados a ser humildes, estáis acostumbrados a querer sobresalir, la soberbia os ciega. Los que son Míos, son pequeñitos, humildes, sencillos; los que son de satanás, buscan ser los primeros y que se les alabe por cualquier cosa que hagan, estas almas no aceptan que se les llame la atención, que se le les dé un consejo para que mejoren, para que aparten de su vida y de su forma de ser la soberbia. ¡No!, ellas lo saben todo, son almas prepotentes, almas con las cuales es difícil llevar una vida de relación. En el Cielo, no caben estas almas.
Mi Hijo, siendo Dios entre los hombres, nunca mostró prepotencia ni soberbia, os mandé a Mi Hijo como Ejemplo de Vida, para que os llevara a la perfección. Los santos, son santos porque imitaron alguna de Sus Virtudes. Os quiero a todos vosotros santos, y el santo se arrodilla ante Mi Presencia, no hay arrogancia, es sencillo y acepta lo que Yo le mande.
Os he estado llevando hacia la santidad, Mis pequeños, agradecédMelo y dejad que os siga acrisolando, será para vuestro bien y tendréis toda una eternidad para agradecérMelo.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os insisto mucho en la Virtud de la Humildad, porque ella es la llave que abre las puertas para todas las demás Virtudes.
Hijitos Míos, os insisto mucho en la Virtud de la Humildad, porque ella es la llave que abre las puertas para todas las demás Virtudes.
Os he dicho que el alma humilde reconoce sus necesidades de crecimiento espiritual, el alma humilde, se reconoce defectuosa, se reconoce necesitada de Mí para crecer, para moverse en este Mundo y para regresar al Reino de los Cielos.
El alma humilde acude, continuamente, a Mí, para pedir Mi Sabiduría y saber cómo moverse en este Mundo, cómo guiar almas a su salvación y hacia su perfección.
El alma humilde es servicial, da sin esperar recibir, porque al momento en que da, goza al ver cómo crece la otra alma y ésa es su paga y su alegría.
El alma humilde goza inmensamente con Mis momentos de Amor con que Yo le regalo a lo largo de su existencia.
Las amas humildes son Mi alegría y las consiento porque el alma humilde absorbe, como esponja, todo lo que viene de Mí. Me busca, Me desea, Me goza dentro de sí y también fuera de sí, al ver todas las maravillas que os rodean.
El alma humilde es como ése niño pobre, que no tiene nada y que lo más sencillo que se le dé, lo goza como un gran tesoro y, así hago con las almas humildes cuando les doy Mis regalos espirituales y aún materiales. Aunque sean pequeños o sean grandes, los gozan inmensamente, pero lo mejor de todo, los agradecen, también, inmensamente.
Ciertamente, Yo Me derramo grandemente sobre estas almas porque, ellas Me llevan en su corazón y Yo también las llevo en Mi Corazón.
Eso fue lo primero que os mostró Mi Hijo al llegar a la Tierra, la humildad, la sencillez y también murió así, en total humildad, pudiendo utilizar Sus Poderes Divinos para destruir a todos aquellos que Lo estaban destrozando.
En Humildad, Mi Hijo aceptó todo lo que Yo Le pedí y os digo, Él llegó Humilde a la Tierra, pequeñito, pobre, prácticamente sin nada, el Rey del Universo en un pesebre, el Rey del Universo no tenía en dónde nacer y así fue toda Su Vida, Humilde. Siendo la Sabiduría Divina, sirvió a los demás, se hizo Pequeño, para que los pequeños se sintieran a gusto y no quería ser como los fariseos, prepotentes, soberbios, que el pueblo no los quería, porque se aprovechaban de ellos.
Por eso os digo, el que quiera ser grande en el Reino de los Cielos, que sea como os enseñó Mi Hijo, como Vivió Mi Hijo entre vosotros: Pequeñito, Sencillo, Humilde. Sed humildes y Yo os daré riquezas inmensas, que gozaréis y Me agradeceréis, por ser humildes.
Gracias, Mis pequeños.
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