Mostrando entradas con la etiqueta No es tiempo ya de que vosotros estéis haciendo vuestra voluntad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta No es tiempo ya de que vosotros estéis haciendo vuestra voluntad. Mostrar todas las entradas

lunes, 21 de abril de 2014

Abr 03_14 No es tiempo ya de que vosotros estéis haciendo vuestra voluntad.

Abr 03_14 No es tiempo ya de que vosotros estéis haciendo vuestra voluntad.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino.

Temas:

  • Quiero que seáis almas dóciles para que Yo, vuestro Dios, pueda moveros para cambiar a éste Mundo y llevarlo a la perfección que ha perdido por el Pecado Original y por la testarudez del hombre.
  • ¿A dónde queréis llegar? ¿Qué queréis para vuestro futuro, cercano y lejano? ¿Qué queréis para la eternidad? Éstas y otras preguntas os las tenéis que hacer, y vosotros tenéis la respuesta.
  • Yo no puedo pasar por sobre vuestra voluntad, os respeto y si vosotros no Me dais permiso para que Yo os pueda tomar y ser instrumentos de Amor, de salvación y de triunfo en éstos tiempos, no podré si vosotros no Me lo permitís.
  • ¡Mucha pena y mucho dolor Me da ver tantas almas destrozadas por el pecado y que no hacen nada por levantarse!, vosotros, los que estáis Conmigo, orad incesantemente por vuestros hermanos que están así.
  • Verdaderamente gozaréis lo que Yo os daré, esperadlo con ansía y seguid adelante, como habéis venido siendo a lo largo de vuestra vida, fieles a Mí, vuestro Dios.

Mensaje de Dios Padre a J. V.


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Quiero que seáis almas dóciles para que Yo, vuestro Dios, pueda moveros para cambiar a éste Mundo y llevarlo a la perfección que ha perdido por el Pecado Original y por la testarudez del hombre.
Hijitos Míos, en las Sagradas Escrituras leéis que no sabéis ni el día ni la hora del Regreso del Hijo del Hombre, pero tampoco sabéis ni el día ni la hora de las tribulaciones que deberéis padecer y, por eso, os vuelvo a aconsejar, Mis pequeños, que debéis manteneros en Estado de Gracia, en oración, sumidos totalmente a Mi Voluntad. Que estéis viendo por Mi bien, por lo que Yo quiero que vosotros hagáis y viváis. No es tiempo ya de que vosotros estéis haciendo vuestra voluntad.
Ciertamente, tenéis el libre albedrio, pero las almas que han entendido el Mensaje que por tanto tiempo os he dado, deberán haber aprendido que deben de poner su libre albedrío, su voluntad, a Mi disposición, para que Yo os mueva a como Mi Voluntad deseé y, os puedo decir que, ciertamente, os llevaré a la perfección, a la santidad de vida.
Vosotros siempre os imagináis que os voy a quitar muchas cosas cuando os pongáis ante Mi Presencia y Me deis vuestra voluntad, quiero que meditéis, Mis pequeños, como en alguna otra ocasión os he pedido, que ¿quién creéis que va a salir ganando cuando Yo tome posesión de vosotros, si vosotros o Yo, vuestro Dios?
Yo, Soy el Perfecto, Soy el Creador, Soy Fuente de Vida, Soy Providencia Infinita. Vosotros sois imperfectos, sois receptores, estáis todavía creciendo, no lleváis la perfección en vuestro ser. Si Yo os tomo, os vuelvo a repetir, ¿quién saldrá ganando, vosotros o Yo? La respuesta es obvia, Mis pequeños y, por eso, quiero que, en total confianza hacia Mí, Me deis vuestra voluntad, que Me dejéis que Yo mueva vuestra vida a como Yo necesito que se mueva. Sois instrumentos de Mi Amor, sois instrumentos de salvación, sois instrumentos de crecimiento espiritual.
Yo os voy a aconsejar muchas cosas que van a servir a vuestros hermanos a crecer espiritualmente o a salvarse eternamente y tantas y tantas cosas que vosotros podéis hacer por vuestros hermanos para su vida espiritual, para su vida humana, para su salvación eterna.
La Sabiduría viene de Mí y, cuando Yo os la concedo, para que vosotros la transmitáis a vuestros hermanos, vosotros mismos gozáis con lo que les decís a vuestros hermanos y con la ayuda que les dais. Ellos se alegran de la ayuda que vosotros les dais y, honestamente, vosotros os dais cuenta de que lo que dijisteis o hicisteis, verdaderamente no era vuestro, porque no eran vuestras palabras, no eran vuestros consejos, porque los conocéis y, es cuando Me dais crédito a Mí, vuestro Dios, de que Yo os tomé para el bien y el crecimiento del alma de un hermano vuestro. Vosotros os sentís satisfechos de haberMe ayudado a ayudar a crecer a un alma de un hermano vuestro y, si es así, ¿por qué no Me dejáis más seguido hacerlo, Mis pequeños? Hay tantas y tantas almas alrededor del mundo, y a vuestro alrededor, a quienes les podríais hacer tanto bien, pero vosotros Me limitáis poder hacerles el bien, porque no os soltáis perfectamente a Mi Voluntad, para que Yo os mueva según lo que las almas necesitan.
Entended bien esto, Mis pequeños, vosotros debéis ser prolongación de Mi Sabiduría, debéis ser prolongación de Mi Amor, de Mis Milagros, de la Vida de Mi Hijo. Os puedo tomar y hacer con vosotros tantas cosas bellas y buenas para vuestros hermanos y para vosotros mismos, pero si Me limitáis y no Me dejáis actuar libremente, no podremos hacer todas las cosas que Yo quisiera hacer para el bien del Mundo y del Universo entero.
Quiero que seáis almas dóciles para que Yo, vuestro Dios, pueda moveros para cambiar a éste Mundo y llevarlo a la perfección que ha perdido por el Pecado Original y por la testarudez del hombre que no quiere buscar lo mejor para su vida ni para los suyos.
Dependo de vosotros, Mis pequeños para hacer grandes cosas. Ciertamente, Yo las podría hacer por Mí Mismo, pero quiero que Me ayudéis para que seáis corredentores en ésta obra de salvación de miles de millones de almas que Me necesitan y que, por desgracia, no hay muchas almas que se donen a Mí voluntad, para que Yo las pueda tomar y lleven Mis Bendiciones a aquellos hermanos vuestros que Me necesitan.
DejadMe, pues, que Yo Me sirva de vosotros para engrandecer Mi Reino en la Tierra y en el Universo entero y empecéis a gozar fuertemente de Mis regalos Celestiales. No detengáis ya Mi Obra, Mis pequeños, dejadMe Ser en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¿A dónde queréis llegar? ¿Qué queréis para vuestro futuro, cercano y lejano? ¿Qué queréis para la eternidad? Éstas y otras preguntas os las tenéis que hacer, y vosotros tenéis la respuesta.
Hijitos Míos, uno de los mayores problemas que tenéis para cumplir con vuestra misión en la Tierra, esvuestra debilidad espiritual. Si fuerais realmente conscientes de vuestra tarea en la Tierra, primeramente, os alegraríais de estar sirviéndoMe, como se alegran los ángeles en el Cielo al servirMe en todo momento, con gran alegría y con una disponibilidad total. Así debierais estar también vosotros, agradeciéndoMe el don de la vida y poniéndoos en total disponibilidad para que Yo os tome en lo que Yo necesito para la salvación de las almas de todos los tiempos, del Mundo y del Universo entero. Pero vuestra debilidad espiritual cada vez aumenta más, porque hay una gran separación ahora, ya del hombre con Mi Iglesia, con vuestra vida espiritual, con vuestra espiritualidad hacia Mí, con vuestra obediencia al cumplir las Leyes y Decretos que Yo os he dado. Estáis débiles espiritualmente hablando y satanás lo sabe y, por eso, muchos de vosotros sois vencidos fácilmente por las tentaciones de satanás.
Lo estáis viendo alrededor del Mundo, cómo la espiritualidad va decreciendo, cómo los templos se van quedando cada vez más vacíos, pero sobre todo, se va terminando la hermandad entre los pueblos. Ya no os cuidáis los unos a los otros, no veis por vuestros hermanos, os volvéis cada vez más malos, os apartáis de la Gracia, no os interesan ya los Sacramentos ni la oración, ¿a dónde queréis llegar, Mis pequeños?, ¿a dónde? Sabéis que sin Mí no sois nada ni nadie, os he dado todo para que podáis servirMe correctamente en lo personal y también servirMe, sirviendo a vuestros hermanos, como lo hizo Mi Hijo Jesucristo.
Satanás sabe que estáis muy débiles espiritualmente y os pone tentaciones en las que caéis fácilmente, ya no necesita luchar demasiado para llevaros al pecado y a la maldad. Fácilmente sucumbís a sus tentaciones porque no tenéis con qué defenderos ante las tentaciones que él os pone.
Es el tiempo de la lucha, es el tiempo de la tentación, es el tiempo de la destrucción espiritual. La respuesta la tenéis vosotros ¿A dónde queréis llegar? ¿Qué queréis para vuestro futuro, cercano y lejano? ¿Qué queréis para la eternidad? Éstas y otras preguntas os las tenéis que hacer, y vosotros tenéis la respuesta Mis pequeños.
¿A dónde queréis llegar? Debéis fortaleceros para que vosotros podáis luchar contra los ataques de satanás.
El mal está a vuestro lado, el mal os rodea, el mal os lleva a la perdición eterna, Yo no os creé para eso, Mis pequeños, os creé para que llegarais a una perfección de vida tal, que os pudierais ganar el Reino de los Cielos eternamente, como regalo a vuestra donación, a vuestro ejemplo, a vuestro trabajo, a vuestra lucha.
Vuestra salvación depende de vuestra docilidad para que os dejéis mover por Mí y os dejéis transformar por Mi Gracia y seáis almas ardientes de Mi Amor y deseosas de la perfección, pero sabéis que Yo no os voy a forzar en ningún momento, si vosotros no os dais a Mí libremente, Yo no os puedo forzar ni obligar de ninguna forma para que Me sigáis y para que os perfeccionéis.
Mi Gracia os está esperando, Mis pequeños, torrentes de bendiciones están esperando para vuestra perfección. La purificación os dejará preparados para que Yo os pueda llenar de todas éstas Gracias y Bendiciones, pero vuestra docilidad y vuestra donación, hará mucho más fácil ése cambio en vosotros.
Os amo, Mis pequeños, recibid Mis Bendiciones. Que así Sea.
Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Yo no puedo pasar por sobre vuestra voluntad, os respeto y si vosotros no Me dais permiso para que Yo os pueda tomar y ser instrumentos de Amor, de salvación y de triunfo en éstos tiempos, no podré si vosotros no Me lo permitís. 
Mis pequeños, os he dicho que éstos tiempos de purificación van a ser para que vosotros crezcáis en Caridad hacia vuestros hermanos.
El Regreso de Mi Hijo a la Tierra, tiene que estar lleno de Amor, los hombres deberán desear ver el Regreso de Mi Hijo, gozar Su Presencia entre vosotros y esto solamente se puede lograr viviendo ya en un mundo de paz, de armonía, de hermandad y todo esto dado por el Amor que debe de nacer de vuestros corazones, por las condiciones que Yo voy a permitir se den entre vosotros, en éste tiempo.
Ciertamente satanás sabe de éstos planes Míos, para que vosotros os preparéis en Amor a recibir a Mi Hijo, pero satanás no quiere ésta Gracia para vosotros y él, junto con sus secuaces, tratará de afectar vuestra espiritualidad, vuestra caridad, el amor que salga de vuestro corazón hacia vuestros hermanos, él no quiere que vosotros triunféis en el Amor.
Él tratará de atacar todo aquello que pueda hacer que vosotros empecéis a vivir en el Amor, hablar en el Amor, gozar del Amor, que solamente puede venir de Mí, el Amor Verdadero, el Amor Santo, el Amor de donación, el Amor de hermandad, el Amor de padres a hijos, de hijos a padres. Yo, vuestro Dios, espero con ansia, éste amor que saldrá de vuestro corazón, deseándoMe, agradeciéndoMe, buscándoMe y se dará, Mis pequeños, aún a pesar de lo que satanás quiera hacer con vosotros, con vuestras familias, con el mundo entero, con el Universo. Por eso os hablo tanto de la docilidad de vuestro ser hacia Mí, de vuestra donación, porque, solamente así, voy a poder trabajar libremente en vosotros y vencer fácilmente los ataques de satanás.
Ciertamente, éstos, los podéis ver ya a vuestro alrededor y cada vez creciendo más, pero el Amor no ha desaparecido de sobre la faz de la Tierra. Hay muchas almas alrededor del Mundo que Yo he ido preparando para éstos momentos y, aunque no son tantas en comparación a las almas malas, que se han soltado a la acción de satanás, las almas buenas que Yo he preparado, van a terminar fácilmente con todo ése poderío satánico que se ha desatado por toda la Tierra y que os quiere acabar, porque satanás quisiera burlarse de Mi Creación, del que Yo os haya dado el don de la vida para servirMe y para hacer grandes cosas para Mi Reino.
Satanás no podrá vencerMe jamás ni podrá vencer a aquellos que se dejen mover por Mí.PermitidMe, pues, Mis pequeños, que Yo os proteja, que Yo os salve, que Yo os dé una fuerza descomunal para atacar a satanás, vencerlo y que vosotros dejéis que Yo implante Mi Poderío Divino en la Tierra y en el Universo entero, pero siempre a través de vuestra donación, de vuestra docilidad, de que dejéis que Yo tome vuestra voluntad y que os maneje según Mi Voluntad.
Esto os lo repito tanto, Mis pequeños, porque Yo no puedo pasar por sobre vuestra voluntad, os respeto y si vosotros no Me dais permiso para que Yo os pueda tomar y ser instrumentos de Amor, de salvación y de triunfo en éstos tiempos, no podré si vosotros no Me lo permitís.
DejadMe pues, moveros en libertad, regalándoMe vuestra voluntad.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¡Mucha pena y mucho dolor Me da ver tantas almas destrozadas por el pecado y que no hacen nada por levantarse!, vosotros, los que estáis Conmigo, orad incesantemente por vuestros hermanos que están así.
Hijitos Míos, cuando vosotros contraéis una enfermedad, ésta se va desarrollando en vuestro cuerpo, vais sintiendo los efectos que los microbios van causando en vuestra salud, caéis y sufrís.
La humanidad está enferma, y lo estáis viendo, y no está haciendo nada para protegerse. Así como cuando tomáis vosotros algún medicamento para que vuestro cuerpo vaya destruyendo a los microbios que le atacan, ésta pobre humanidad, poco hace para reponerse, para salir de la enfermedad en la que vive y que se puede poner peor y que, de hecho, así será.
Todavía no llegáis a los momentos más fuertes de ésta enfermedad de maldad, en la que ya está envuelta la humanidad y el Universo entero, pero lo peor de todo, es que satanás ha sabido actuar y os ha llevado a ésta enfermedad tan grave, que es el pecado y, vosotros estáis contentos con ello. Ha sabido esconder ése sentimiento de maldad para que vosotros aceptéis la vida que estáis viviendo.
Vosotros mismos os habéis apartado de la Iglesia, del estado de Gracia, de la oración, de la protección que se os dio por tanto tiempo y, especialmente para estos momentos. Estáis totalmente desprotegidos una gran mayoría de vosotros y así, vais a sucumbir a los ataques de satanás, porque estáis viviendo ésta vorágine de maldad que os llevará a la condenación eterna a infinidad de almas.
No estáis luchando contra satanás, no estáis luchando contra el pecado, no estáis tratando de sacar de vuestra vida la maldad que está a vuestro alrededor. Pocos, muy pocos son los que se dan cuenta de ésta realidad y son las almas que están Conmigo, que han abierto su corazón a Mi Gracia, a Mi Sabiduría, al Discernimiento Santo que Yo os he aconsejado tantas veces que Me pidáis para protegeros contra los engaños de satanás.
Poco hacéis para luchar contra ésta maldad que os ha degradado y os ha llevado a tal nivel de pecado, que podríais decir ya, que no sois hijos Míos, sino que sois hijos de pecado, muchos hasta ya, hijos de satanás, por todo el mal que están haciendo,  porque se han vuelto instrumentos de él para llevar a tantas almas a la perdición.
¡Mucha pena y mucho dolor Me da ver tantas almas destrozadas por el pecado y que no hacen nada por levantarse!, vosotros, los que estáis Conmigo, orad incesantemente por vuestros hermanos que están así, desprotegidos de Mi Gracia porque han cerrado su corazón a todo lo que viene de Mí. Orad por ellos y, sobre todo, orad para que crezca en vosotros ése deseo grande de salvarles, que es el deseo por el que se dio Mi Hijo Jesucristo por todos vosotros.
Cuando vosotros veis a alguien que no se da cuenta que va a tener un accidente grave, si sigue por el camino errado por el que va, debéis ayudarle, si no directamente, indirectamente a través de vuestra oración, de vuestra intercesión. Para eso estáis, Mis pequeños y para eso os he dado los dones que tenéis en éstos momentos y que se acrecentarán para salvar almas, porque muchas están ciegas, sordas, mudas a Mi Gracia y a su salvación.
Vosotros debéis ser intercesores, salvadores por vuestra donación de vida, por éstas almas que se pueden perder si vosotros no les ayudáis. Sois pocos, muy pocos los que estáis Conmigo en estos momentos alrededor del mundo, pero haciendo todo en unión con Mi Hijo Jesucristo, así sois infinitamente poderosos por la Gracia y el Amor que os concede Mi Hijo, al ser vosotros corredentores de vuestros hermanos.
Os creé para vuestra salvación eterna, os creé para que vivierais Mi Amor y lo difundierais y no se ha logrado, porque satanás os ha atacado, de tal forma, que muchos de vuestros hermanos prefirieron seguirle, gozar su maldad y apartarse de Mí.
Ahora vosotros, Mis verdaderos hijos, os pido que oréis por vuestros hermanos que han perdido el rumbo,confío en vosotros, pedidMe lo que necesitéis, que Yo os lo daré, para que podáis salvar a vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Verdaderamente gozaréis lo que Yo os daré, esperadlo con ansía y seguid adelante, como habéis venido siendo a lo largo de vuestra vida, fieles a Mí, vuestro Dios.
Hijitos Míos, Mi Mensaje siempre es esperanzador. A pesar, de que os estoy hablando de una purificación mundial y que esto va a costar infinidad de almas, eliminándolas de la Tierra, aún así, Mi Mensaje es esperanzador, porque las almas buenas, las almas deseosas de la paz, las almas deseosas de vivir en Mí, para vivirMe y transmitirMe, Me han pedido, que ya esto termine y, por éstas almas viene la purificación, porque no puedo permitir que satanás termine con todas las almas, y menos de las escogidas, que han luchado por mantenerse Conmigo y que, ciertamente, satanás las está atacando cada vez más fuertemente, para tratar de llevarlas hacia el pecado y hacia la condenación eterna.
Mis pequeños, Mi Misericordia es Infinita y Mi Amor por vosotros también. Estoy ya preparando que éste Mundo y el Universo entero quede purificado para que gocéis los grandes regalos que tengo preparados para vosotros.
Primeramente, vuestra transfiguración, para que gocéis lo que vuestros Primeros Padres gozaban y que perdieron, por el Pecado Original.
Mis pequeños, con éste cambio que tendréis, que es la transfiguración, podréis gozar de toda la Creación y con eso, os estoy hablando de que gozaréis la Creación, que son todos los planetas y todo lo Creado en el Universo entero, lo que ahora es invisible para vosotros.
Iréis conociendo, más a fondo, lo que Yo quise hacer en la Creación. Pensaba en vosotros en cada cosa que Yo creaba, veía vuestro gusto, vuestro deleite, vuestras alabanzas de agradecimiento por el consentimiento que Yo os estaba dando al crear todas éstas bellezas para vuestra recreación. No os imagináis, Mis pequeños, tantas cosas tan bellas que os esperan, tanto para vuestro deleite físico como espiritual.
Hay bellezas inimaginables para vuestros sentidos y para vuestra percepción actual, que gozaréis, tan pronto como termine la purificación.
Agradeceréis con todo vuestro corazón, lo que Yo os daré, Mis pequeños, y éste es un regalo a vuestra perseverancia, a vuestra Fe, a vuestro Amor hacia Mí, vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad.
Por eso os digo que no debéis estar tristes, aún en los momentos de la tribulación, al contrario, cuando estéis en los momentos más álgidos, sabréis que todo se irá preparando ya para ése gozo que pronto vendrá.
Como os decía momentos antes, en una enfermedad, también viene un momento de crisis en lo más alto de la temperatura, de la enfermedad que tenéis, después decrece y os aliviáis. Vuestro mundo está muy enfermo, pero por Mi Gracia, por ésta purificación, se eliminará todo lo que está sucio, enfermo, malo, para que no contamine a las almas buenas, y gozaréis, Mis pequeños, verdaderamente gozaréis lo que Yo os daré, esperadlo con ansía y seguid adelante, como habéis venido siendo a lo largo de vuestra vida, fieles a Mí, vuestro Dios, llenos de Mi Amor, llenos de Mi Gracia, y con unas ganas tremendas de servirMe, de servir a vuestro Dios, para que todos gocéis de los Bienes Prometidos.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com