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viernes, 10 de julio de 2015

Día 19. Consagración a Mi Inmaculado Corazón: Soy la Reina del Santísimo Rosario

Tomado del Libro: “María, Maestra de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, Tomo I, Consagración a Mi Inmaculado Corazón” (Ene 2010)Revelaciones dadas a Agustín del Divino Corazón – Manizales, Colombia
MaríaMaestradelosApóstolesdelosÚltimosTiempos
Consagración a Mi Inmaculado Corazón (2010)
Día 19.  Soy la Reina del Santísimo Rosario[1]
Enero 10/2010 (11:20 am)
“Hijos Míos: Yo soy la Reina del Santísimo Rosario. Reina que quiere recibir de cada uno de vosotros ramos de rosas perfumadas y de vivos colores. Rosas que sembraré en uno de los jardines del Cielo. Rosas que serán cultivadas por Mis purísimas Manos. Rosas con las que haré una preciosa corona para ceñirla en vuestra cabeza, el día que entréis a gozar de la Presencia perpetua de Dios. Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, y como Reina del Cielo y de la Tierra, os llamo a esta oración diaria,oración sencilla y fervorosa; oración que hace palpitar Mi Inmaculado Corazón de amor por todos vosotros; oración que hace que os abrase con la Llama de Mi Amor Santo. Oración que ensancha Mi Corazón Virginal, para daros albergue en este final de los tiempos; porque la humanidad corre riesgo de perderse porque muchos hombres se han apartado del camino de la salvación.
Yo soy la Reina del Santísimo Rosario: tomad en vuestras manos esta arma poderosísima, arma que derrotará y encadenará a satanás; arma que os revestirá de una fuerza sobrenatural para que resistáis la gran prueba que se os aproxima; arma que os dará el coraje para no dejaros amilanar en los 42 meses, en que el hijo de la perdición ocupe el puesto que no le pertenece; arma que os mantendrá ocultos, bajo los pliegues de Mi Sagrado Manto; de tal modo, que os hagáis invisibles frente al adversario y su ejército sanguinario.Yo soy la Reina del Santísimo Rosario y os pido, hijos de Mi predilección, que recéis la corona completa diariamente, para que no seáis confundidos ni engañados por el falso cristo y la falsa iglesia.
Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, y os llamo con urgencia e insistencia a una cruzada del Santo Rosario. Cruzada que prepara a la humanidad para el gran Aviso; Aviso que está muy próximo porque, debido a la sobreabundancia y proliferación del pecado, el tiempo se ha abreviado y Dios se manifestará al mundo entero con un último gesto de Misericordia. Yo soy la Reina del Santísimo Rosario y extiendo Mi invitación a todo el mundo de rezarlo, porque la apostasía está llegando al punto culmen, la difusión del error está sacando a muchos de Mis hijos de la verdad, los está llevando a gestar el gran cisma; hecatombe para la Iglesia.
Yo soy la Reina del Santísimo Rosario y os insisto en esta Mi Oración predilecta; oración que poco se reza en familia, porque la televisión y la internet son las cajas negras de las casas; son las puertas abiertas que llevarán al Infierno un número indeterminado de almas. Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, y convoco a todos los soldados rasos de Mi ejército victorioso, a batallar contra el dragón rojo y la bestia negra, para que juntos les debilitemos; porque el Santo Rosario es arma letal para todos los espíritus del mal. Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, oradlo con vuestros labios, con vuestro corazón; es la mejor defensa contra satanás. Os recuerdo: legiones de demonios han sido soltados del Infierno para seducir y engañar.
Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, permaneced en Mi Presencia con esta bellísima oración, el Santo Rosario. Las almas marcadas por Jesús, por San Miguel Arcángel o por Mí deben ser devotísimas del Santo Rosario que os hará santos; devoción que os dará la Gracia de repudiar lo mundano y el pecado. Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, oradlo frecuentemente porque cesarán las advertencias del Cielo; advertencias que son poco escuchadas por los hombres; el mundo está avocado a la gran purificación; purificación que transformará la Tierra, la naturaleza volverá al orden primero para la cual fue creada. Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, ato a los elegidos con esta prodigiosa cadena de amor; el adversario perseguirá cruelmente a Mi resto fiel, maltratará en forma inmisericorde a todos los que profesen ser almas Eucarísticas y Marianas; pero no tengáis temores, Consagraos a Mi Inmaculado Corazón que Yo os defenderé del maligno, aplastaré la cabeza de la serpiente con Mi Talón.
Hijos carísimos: Rezad el Santo Rosario para que debilitéis a satanás; no podrá atacar a ninguno de Mis hijos, porque Yo los ampararé contra toda asechanza. Rezad el Santo Rosario; os recuerdo: es el arma poderosa que encadenará a satanás en este final de los tiempos; es el arma poderosa con la cual lo derrotaréis; es el arma poderosa con la que anticiparéis el Triunfo de Mi Inmaculado Corazón y el Reinado del Sagrado Corazón.”

Virtud de la Divina Voluntad
[2]
“Dejad que Jesús actúe en vuestra vida, entregadle vuestro corazón para que sea Él quien os muestre el atajo de entrada al Cielo. Cielo abierto, Cielo con muchísimas moradas; moradas equipadas para las almas que vivieron en la Divina Voluntad. Almas que murieron a sí mismas; almas que se rindieron al Amor Divino. Almas que actuaron movidas por el soplo del Espíritu Santo. Almas que renunciaron a su voluntad humana, para dar rienda suelta al Querer de Dios. Almas que ansían el Cielo, almas que saben que para entrar en él deben dejar apegos, deben soltarse de amarras y volar hacia un encuentro con Él. Cumplir con la Divina Voluntad es asemejaros a Jesús, Hijo amado, que fue obediente hasta la muerte; Hijo amado, que no se atrevió a decir: No. Porque temía contristar a Su Padre. Padre Eterno que por amor a la humanidad Lo descendió a la Tierra como Redentor, como Alma Víctima Divina que se ofrendaría en Holocausto perenne de Amor. Hijo amado, que no tergiversó el Plan de Dios. Llegó al culmen de Su Ofrecimiento.
Os llamo también a vosotros a hacer lo mismo: a imitarlo a Él y a Mí. Nosotros proseguimos Nuestro camino, a pesar de las dificultades; supimos abrazar la Cruz, tuvimos fuerzas en llevarla con dignidad sobre nuestros hombros; de nuestros labios no salieron reproches. Aceptamos el Plan de Dios, pese al sufrimiento. Cumplid, vosotros, con la Divina Voluntad y recibiréis premio; premio de gloria, premio que no hallaréis en la Tierra, lo encontraréis en el Cielo. Cumplid, vosotros, con la Divina Voluntad y os haréis acreedores de un galardón de oro. Cumplid, vosotros, con la Divina Voluntad y empezaréis a oler a Cielo. Cumplid, vosotros, con la Divina Voluntad y vuestro ser se irradiará, porque la Luz de Dios os invadirá haciéndoos semejantes al refulgir de una estrella.”
Termina con el rezo del Santo Rosario, las Letanías y la oración final.
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[1] Agustín del Divino Corazón, Libro 12, ‘María, Maestra de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, Tomo I, Consagración a Mi Inmaculado Corazón, Día 19’.
[2] Agustín del Divino Corazón, Libro 7, ‘María, Arca de la Salvación’.  Mensaje de María Santísima  en fecha: Diciembre 16, 2008.

domingo, 17 de mayo de 2015

Día 12. Consagración a Mi Inmaculado Corazón: Os llamo a la oración, al arrepentimiento

Tomado del Libro: “María, Maestra de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, Tomo I, Consagración a Mi Inmaculado Corazón” (Ene 2010)Revelaciones dadas a Agustín del Divino Corazón – Manizales, Colombia
MaríaMaestradelosApóstolesdelosÚltimosTiempos
Consagración a Mi Inmaculado Corazón (2010)
Día 12.  Os llamo a la oración, al arrepentimiento[1]Enero 6/2010 (6:00 pm)
“Hijos amados: Os llamo a la oración, al arrepentimiento verdadero de vuestras culpas; reparad, porque son muchos los pecados que comete la humanidad. Reparad, porque el hombre no se comporta según las Leyes de Dios, actúa movido por los dictámenes de satanás. Reparad, porque los fenómenos sobrenaturales son considerados producto de la mente, menguándoles su carácter sobrenatural.Reparad, porque borrascas impetuosas arrastran a muchas almas a las profundidades del Infierno. Reparad, porque el demonio está haciendo de las suyas, ha instaurado su reinado en el corazón de muchísimos  hombres. Reparad, porque el mundo ha tergiversado el Evangelio, ha deformado la Palabra. Reparad, porque lo Divino, lo Sagrado ha perdido valor, la fe escasea en el corazón de Mis hijos. Reparad, porque el mundo se ha vuelto pagano, Dios ya no ocupa el primer lugar en el corazón de las creaturas y mucho menos en el seno de las familias. Reparad, para que la humanidad entera vuelva sus ojos a Dios, para que comprenda que la vida sin Dios es nula, vacía, para que sientan la necesidad de buscar el perdón, perdón que sólo lo hallarán en el Sacramento de la Confesión, perdón que es vital para la vida plena, vida en abundancia.
Hijos Míos, el final de los tiempos va precedido por algunos signos que muestran palpablemente la parusía (Advenimiento glorioso de Jesucristo al fin de los tiempos), como los fenómenos extraordinarios que aparecerán en el firmamento; firmamento que os muestra a Dios como Infinito, que os lleva a evocar las moradas que el Padre Eterno os tiene preparadas. Tantas veces, hijos Míos, Me he aparecido; tantas veces se han dado manifestaciones sobrenaturales y la humanidad entera no ha querido despertar, no ha sabido leer los signos y señales que acompañan el final de los tiempos; tiempos en los que ‘el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que llegue el día grande y patente del Señor’. (Hechos 2, 20). ‘Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, a cuya vista todos los pueblos de la Tierra prorrumpirán en llantos; y verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes resplandecientes del cielo con gran poder y majestad’. (Mateo 24, 30). ¿Qué más fenómenos extraordinarios queréis ver? Fenómenos que os muestran que Dios existe, fenómenos que os deben llevar a una conversión perfecta, fenómenos que son voz de alerta para que cambiéis de vida y os acerquéis al Señor; fenómenos que son anuncios para la segunda llegada de Jesús, fenómenos que os demuestran que la eternidad es una realidad en la que tarde o temprano tendréis que enfrentar.
Hijos amados, como Maestra que soy de cada uno de vosotros, Me encuentro en la necesidad de daros estas Lecciones del Cielo, porque es importante que os preparéis al pronto regreso del Señor; no quiero que ante Su llegada seáis sorprendidos dormidos y sin aceite en vuestras lámparas; no quiero que os pase lo mismo que a las vírgenes necias; vírgenes que llegaron tarde al convite y hallaron las puertas cerradas. Sólo os pido que permanezcáis en vela, caminando por las sendas de la oración, mortificación y penitencia; os pido que viváis los Mensajes de la misma manera como el pueblo de Israel obedeció a Moisés y dejó Egipto para ir hacia la tierra prometida. Por la premura del tiempo debéis dejar las vacilaciones, los titubeos; cortad con todo lo que sea pecado y reparad porque la Justicia de Dios pronto se dejará ver y sentir.
Consagraos, hijos Míos, a Mi Inmaculado Corazón, integrad las filas del ejército victorioso y combatid contra el enemigo; enemigo que será derrotado, enviado a los abismos más profundos del infierno; porque muy pronto (así como en los tiempos de Noé, unos pocos se refugiaron en el arca construida por sus propias manos) en este final de los tiempos, unos pocos se refugiarán en Mi Inmaculado Corazón y se salvarán. La Consagración a Mi Inmaculado Corazón obrará prodigios espirituales en vuestras vidas, recibiréis un toque Divino de Mi Maternidad, seréis Mis hijos amados a los que siempre protegeré porque Mi Manto Celestial siempre os estará cubriendo. Consagrándoos a Mi Inmaculado Corazón, vuestros miedos se diluirán, volveréis al camino del Señor, seréis peregrinos en la Tierra que esperan la pronta venida del Señor.”

Virtud del Amor
[2]
“Hijos Míos: Habéis de saber que el Amor es la medicina del alma. Medicina que cicatriza vuestras heridas, sana vuestras llagas, limpia los enconos de vuestro corazón. Amad sin medida, amad con hartura, amad en abundancia porque el amor es: terapia para el alma, descanso a vuestro espíritu y alivio para vuestro interior. Si Dios es Amor, sois creados por el Amor y para el Amor. No seáis mezquinos en prodigar amor.
Amad a vuestros enemigos, aguijones ponzoñosos, que os hacen aferrar más a Dios. Amad a vuestros padres, ellos os dieron la vida y como tal debéis aceptarlos con sus defectos y con sus virtudes. Amad a vuestros hermanos, mirad en cada uno de ellos la presencia de Mi Hijo Jesús. Amad a los niños, creaturas indefensas que son el desvelo de Mi Inmaculado Corazón. Amad a los ancianos, sed pacientes y afectuosos, los años pesan sobre sus cuerpos, carecen de la lucidez que tuvieron en su juventud; pensad que hoy sois jóvenes, mañana seréis viejos. Amad a los animales, son obra perfecta de la creación de Dios. Amad y cuidad de la naturaleza, su Artífice es Dios; Dios que pensó en vosotros; recreaos con la armonía y gallardía del paisaje. Amad a todos los hombres de la Tierra, son hechuras de las Manos de Dios, fuisteis creados a Su Imagen y semejanza.
El amor excusa, justifica. El amor perdona, libera de culpas. El amor aligera vuestras penas, os dulcifica. El amor os da libertad, os pone alas; alas para volar hacia el Cielo. El amor os une a Mi Amor Santo y al Amor Divino; Amor que trasciende, Amor que cautiva, Amor que atrapa. El amor echa fuera el temor, dándoos tenacidad, aguante. El amor es camino de dulzura, de bienestar, de confort espiritual. El amor es deleite, fragancia celestial que cautiva, enamora. El amor es semejanza de Dios en la Tierra.”
Termina con el rezo del Santo Rosario, las Letanías y la oración final.
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[1] Agustín del Divino Corazón, Libro 12, ‘María, Maestra de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, Tomo I, Consagración a Mi Inmaculado Corazón, Día 12’.
[2] Agustín del Divino Corazón, Libro 7, ‘María, Arca de la Salvación’.  Mensaje de María Santísima  en fecha: Diciembre 12, 2008.

jueves, 14 de mayo de 2015

Consagración a Mi Inmaculado Corazón: Es el último llamado, sois libres en elegir. - "María, Maestra de los Apóstoles de los Ultimos Tiempos, Consagración a Mi Inmaculado Corazón" - Agustín del Divino Corazón

Tomado del Libro: “María, Maestra de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, Tomo I, Consagración a Mi Inmaculado Corazón” (Ene 2010)Revelaciones dadas a Agustín del Divino Corazón – Manizales, Colombia
MaríaMaestradelosApóstolesdelosÚltimosTiempos
Consagración a Mi Inmaculado Corazón (2010)
Día 11.  Es el último llamado, sois libres en elegir[1]Enero 6/2010 (2:15 pm)
“Hijos carísimos: Atended a Mi último llamado; tanto tiempo os he estado hablándoos de lo mismo y Mis Palabras caen en el vacío, Mis Mensajes son poco leídos y mucho menos vividos, la indiferencia de Mis hijos lastiman Mi Inmaculado Corazón, la renuencia que hay a estas manifestaciones Me hacen llorar. Entiendo que hay proliferación de mensajes: mensajes de dudosa procedencia, mensajes que llevan a la confusión, mensajes que llevan a la pérdida de la fe, mensajes que no han sido dados por el Cielo, han sido creados, imaginados; mensajes de seudo-videntes que se atribuyen misión profética, mensajes que ya han sido leídos o escuchados. ‘¡Ay de los profetas insensatos, que siguen su propio espíritu y no ven nada!’ (Ezequiel 13,3). ‘Vanas son las visiones que ellos tienen, y embustes sus adivinaciones, cuando dicen: El Señor ha dicho; siendo así que no son enviados del Señor, y persisten en asegurar aquello que han anunciado’ (Ezequiel 13,6).
Discernid, bajo la Luz del Espíritu Santo; Espíritu que sopla y actúa en este final de los tiempos. Pedid que se os muestren las verdaderas manifestaciones e intervenciones de Dios. Son pocos los profetas, son pocas las almas privilegiadas que reciben comunicaciones del Cielo; permaneced alertas para que no seáis engañados, no andéis más de un lado para otro por el prurito de oír novedades, sosegad vuestro espíritu, aquietad vuestro corazón e id al Sagrario, que Jesús os espera para daros todo Su Amor. Jesús os espera para revelaros Sus secretos y tesoros escondidos, porque ya ha llegado la hora de mostrarlos, de darlos a conocer, porque el tiempo se os acaba; la proximidad de los acontecimientos es sorprendente, os llegarán en el momento menos pensado; por eso el Cielo os ha ido avisando, os ha estado preparando para que esperéis la pronta venida de Jesús sin temor. El mundo se encuentra envuelto por una ola inmensa de oscuridad, el mundo está al borde de un cataclismo universal; pero lo peor de todo esto, es que el mundo ni siquiera se ha dado cuenta; satanás ha obnubilado y enceguecido espiritualmente a la humanidad; humanidad de duro corazón a los llamamientos Divinos, humanidad que ha caído en la trampa de satanás: hacerles creer que no existe para después pasarles la cuenta de cobro.
Hijos Míos, no seáis de aquellos que dicen: siempre se nos ha hablado de la segunda venida del Señor y hasta ahora nada ha pasado; pensad, el porqué de tantas Apariciones y Avisos del Cielo, por qué las Lágrimas de las Imágenes, por qué los Milagros Eucarísticos. La respuesta es clara, es sencilla: pronto la Tierra volverá al orden primero de la creación. Pero antes que todo esto ocurra sucederán signos que os muestran que estáis en el final de los tiempos, signos profetizados como el horroroso sacrilegio en el que aparecerá el hombre impío, ‘el cual se opondrá a Dios, y se alzará contra todo lo que se dice Dios, o se adora, hasta llegar a poner su asiento en el templo de Dios, dando a entender que es Dios’ (2 Tesalonicenses 2,4). ‘Y entonces se dejará ver aquel perverso, a quien el Señor Jesús matará con el resuello o el solo aliento de Su Boca, y destruirá con el resplandor de Su Presencia a aquel inicuo que vendrá con el poder de satanás, con toda suerte de milagros, de señales, y de prodigios falsos’ (2 Tesalonocenses 2, 8-9); prodigios que engañarán, aun, a los mismos elegidos; prodigios que harán del hombre impío, simio de Dios, porque aquí se cumplirá lo predicho por el profeta Daniel (9,27) ‘cesarán las hostias y los sacrificios’.
Hijos amados, la Presencia de Jesús en la Eucaristía es verdadera; precisamente por el amor desbordado que os tiene, se ha quedado Vivo en la Hostia Consagrada. Hostia que debéis adorar porque en ella reside Dios. Hostia que debéis reparar porque son muchos los ultrajes, las profanaciones contra el Cuerpo Eucarístico de Jesús. Sed, pues, soldados valerosos de Mi Ejército Victorioso, defended a Jesús en la Eucaristía, adoradle por los que no Le adoran, glorificadle por los que no Le glorifican. Consagraos a Mi Inmaculado Corazón; es una urgencia de este final de los tiempos, tiempos de terrible confusión, tiempos en los que los dolores de parto ya han comenzado. Os recuerdo: es el último llamado. Sois libres en elegir. El Cielo os está dando infinidad de oportunidades. Es vuestra la decisión, sólo os alerto para que os evitéis sufrimientos, para que os ganéis una morada en el Cielo.”

La Virtud del Desprendimiento
[2]
“Haced caso a cada una de Mis enseñanzas que os imparto con amor. Enseñanzas que os adelanta en vuestra infancia espiritual y os va haciendo más maduros en vuestra fe. Ha llegado el momento de que os hable de la Virtud del DesprendimientoVirtud que os da desapego de lo terrenal. Virtud que os hace tomar conciencia de vuestros actos baldíos; baldíos porque os aferráis a cosas caducas que no podréis llevar cuando seáis llamados a la Patria celestial. Haced un alto y reflexionad cuáles son vuestros apegos y tomad la férrea decisión de erradicarlos de vuestra vida. Andad ligeros de equipaje, que no os sorprenda la noche con vuestra misma manera de pensar. Renovaos, pues, en vuestra manera de actuar y emprended un nuevo camino. Camino diferente, camino en el que no os duela desprenderos de todo, aún, de vosotros mismos.
Hijitos Míos, no existe una báscula que pese el gran amor que una buena Madre tiene por Su Hijo. Desde el anuncio de Mi Maternidad, Me doné sin reservas a la Voluntad de Dios. Mi Corazón se ha inundado de felicidad, mezclada con dolor, porque desde antes de Su Nacimiento sabía del enorme sufrimiento que Me esperaba, al tener que desprenderme de lo más amado de Mi Inmaculado Corazón. Pero Me abandoné por completo en las Manos del que todo lo puede sin objetar en lo más mínimo, porque el dolor ofrecido produce efectos maravillosos en el alma. Así es, pues, pequeñitos Míos, que debéis hacer de vuestra vida un desprendimiento constante, para que lentamente vayáis muriendo a vuestros apegos y nazca en vosotros un nuevo ser adherido a Dios.”
Termina con el rezo del Santo Rosario, las Letanías y la oración final.
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[1] Agustín del Divino Corazón, Libro 12, ‘María, Maestra de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, Tomo I, Consagración a Mi Inmaculado Corazón, Día 11’.
[2] Agustín del Divino Corazón, Libro 4, ‘Triunfo de Mi Inmaculado Corazón y Reinado del Sagrado Corazón’.  Mensaje de María Santísima  en fecha: Abril 28, 2008.