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martes, 26 de marzo de 2013

Mar 20_13 Los que han vivido en el bien vs. aquellos que han vivido en el mal.




Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Días aciagos se acercan, Mis pequeños, días difíciles, días de dificultad y persecución.
Satanás trata de eliminar toda la veta buena que queda en el mundo y, aunque sabe que está vencido ya, de antemano, porque Yo, Jesucristo, lo vine a vencer, él, aun así, tratará de destruir lo más que pueda.
Él quisiera implantar su poderío nuevamente, pero Mis Verdades y Mi Amor lo han ido venciendo, aun a pesar de que ahora se ve mucho más fuerte; se ve toda la maldad a vuestro alrededor. Los que han vivido en el bien, perseguidos serán, parecerá que ellos son los que están viviendo en el mal, al ir en contra de lo que satanás ha diseminado, y que parece bueno ante los ojos de los hombres, pero la realidad es otra, Mis pequeños.
En cambio aquellos que han vivido en el mal, y le han sacado provecho a ese mal, causando mal a sus hermanos, causando mal a su alrededor, tendrán por fin su ejecución, tendrán por fin, su castigo. El mal se volverá hacia ellos porque eso es lo que alentaron, eso es lo que alimentaron, eso es lo que prefirieron hacer aquí en la tierra, en vez de eliminarlo de sus vidas y la de sus hermanos. El mismo mal, el mismo satanás, acabará con ellos, porque satanás no agradece, traiciona, y va a traicionar a los suyos, a todos aquellos que se dejaron mover por su maldad.
Mis pequeños, pronto el sol saldrá con un nuevo fulgor, alumbrará todo, alumbrará consciencias, alumbrará vuestro ser. Conoceréis mucho más de lo que ahora conocéis, os arrepentiréis de haber obrado como obrasteis en vuestra vida, pero esta es una gracia muy especial para aquellos que me han buscado y que han tratado de vivir en las virtudes, porque es una virtud muy grande la humildad, al reconocerse imperfectos y, sobre todo, al reconocer que han dañado Mi Sacratísimo y Purísimo Corazón.
Los que habéis sido escogidos, sabéis en vuestro corazón que todo ya está cerca, lo intuís, lo sentís a vuestro alrededor y lo deseáis ya de corazón, porque esto quiere decir que viene un cambio, un cambio ya muy necesario para todos vosotros. Todo se irá purificando, se irá iluminando lo malo de sobre la faz de la tierra.
Vuestra oración es necesarísima para la salvación de aquellos hermanos vuestros que todavía tienen algo de amor, de bondad en su corazón y pueden ser tocados por Mi Gracia para su arrepentimiento. En cambio hay almas que están prácticamente satanizadas, y ellas ya no dejan que entre algo bueno, que venga de Mí, a su corazón, y así perecerán, no solamente de cuerpo sino también de alma, y eternamente, Mis pequeños.
Los que estáis conmigo, Mi Bien tendréis, Mi Bien, de Su Dios, de vuestro Padre, en vuestro interior y en vuestra vida. Qué más puede pedir un alma que vivir el amor de su Dios, de vuestro Dios. Tendréis que luchar fuertemente, Mis pequeños, y uníos a Mí, vuestro hermano, para que no claudiquéis en la prueba. Por más difícil que lo veáis vosotros, recordad que estando Conmigo todo se vuelve más fácil y llevadero, pero tendréis que luchar mucho, por lo que más queréis, que es vivir la vida con vuestro Dios. Vosotros sabéis que podréis tener todo lo material, en abundancia, pero si la Gracia Divina no está con vosotros, os sentís mal, sentís que nada vale, os sentís vacíos. Y os repito, esto es una Gracia muy especial, porque vosotros reconocéis, que es Nuestra Presencia en vosotros, lo que hace sentiros bien, sentiros satisfechos, sentir que no necesitáis de nadie ni de nada, sino simplemente y enteramente de vuestro Dios.
Por eso os pido que sigáis luchando, que sigáis protegiendo a los vuestros, que no perdáis la esperanza y que todo lo que venga, aunque parezca bueno, realmente será algo difícil de llevar.
Recibid Mis Bendiciones, Mis pequeños, para que sigáis protegiéndoos con Mi Gracia, con Mi donación, con mi Resurrección. La humanidad tiene que sufrir para luego reencarnarse en Mí, vuestro Dios y, entonces, ya vivir la promesa, para aquellos que han sido escogidos.
Os amo Mis pequeños, y os pido recibáis Mi Bendición y la multipliquéis con vuestros actos, palabras, pensamientos, oraciones e intercesión por vuestros hermanos necesitados.
Mi Amor quede con vosotros, Mis pequeños.

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