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martes, 19 de mayo de 2015

“Cuando hayáis matado a todos mis profetas, entonces: ¡¡GRITARÁN LAS PIEDRAS!!” - "La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús" - Dictados de Jesús a Marga


Tomado del Libro: La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús 
Dictados de Jesús a Marga
MargaLaVerdaderaDevoción

23-02-2005
Jesús:
Como comprenderás, nada de lo que se ha creído por los siglos es mentira… Porque tú estés en desolación y porque todo tu entorno ennegrezca no van a dejar de ser verdad las Verdades inmutables. Porque nadie crea, no por eso dejo Yo de existir. Porque no haya nadie o muy pocos que me escuchen ya, dejo Yo de hablar. Yo, que Soy la Palabra.[1]
¿Puede alguien dictarle a Dios lo que tiene que hacer? ¿Podrá alguien opinar sobre los gustos de Dios, a quién elige o deja de elegir, cómo y en cuáles circunstancias habla o deja de hablar, qué ha de decir? ¿Puede alguien dictarle a Dios sus Planes? ¿Es que hay alguien que sepa más que Dios?
¡Oh, Dios mío! eres Omnipotente. ¡Cómo te bajas hacia tu criatura! ¡Oh, qué Humildad la de Dios, qué bajo desciende! Oh, Dios mío, no soy digna de que entres en mi casa…
Sin embargo, quiero entrar. ¿Quién me ha de frenar?
¡Oh, Corazón de Jesús! ¿Cómo hacer que otros te amen?
Deja que Yo me ocupe de tus cosas. Tú ocúpate de Mí y de las Mías.
Hay cosas que no entiendo, Jesús.
Deja que Yo guíe tu vida. Todo es siempre tan sencillo… Consiste en elegirme a Mí o no elegirme a Mí. En estar conmigo o contra Mí.[2]

26-02-2005
Jesús:
Sonríe, pese a las dificultades. Alegre, siempre alegre. Tú estás en la felicidad de Dios, no dejes que nadie te contagie su pesimismo. Contagia tú más bien tu optimismo y tus ganas de vivir.
¿Podrías hacerme el honor de sonreír hoy a cada persona como si de Mí se tratara? Hazme ese honor. Te estaré esperando.
Yo te bendigo y bendigo esta casa tres veces en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

01-03-2005
Jesús:
Manifestaciones extraordinarias: Es el camino que Yo empleo para esta Hora, donde casi nadie me escucha ya. Manifestaciones extraordinarias, porque las ordinarias no las atienden. ¡No me escucháis! No me escucháis ya.
Os hablo a través de los libros, de las buenas lecturas que nadie compra.
Os hablo a través de la Biblia, la Palabra de Dios que nadie lee.
Os hablo a través de la Eucaristía que (casi) nadie recibe en Gracia.
Os hablo a través de la oración, que nadie hace.
Os hablo a través del silencio, que nadie emplea, a través de la pobreza y las privaciones voluntarias, que nadie busca.
Y finalmente os hablo a través de mi Madre, a quien ya nadie acude. ¡¡¿Cómo podréis escucharme?!!
¿Cómo podréis escucharme, oh, cruel generación que matáis a los profetas?Os envío profetas. Os envío el Don de profecía, que prolifera en estos Días y al cual no hacéis caso y al cuál perseguís hasta dar muerte.
Os envío mi Espíritu en gran profusión a través de mi Eucaristía, en las Adoraciones, en los Sagrarios. ¿Cuántos acudís? ¿Cuántos acudís a recibirlo?
Me comunico a vosotros en vuestras comuniones, cuerpos a los que he de entrar con repugnancia, plagados como se encuentran de pecados. Aun así os hablo, ¿cuántos me escucháis?[3]
Os hablo a través del remordimiento de vuestra vida pasada y de vuestra vida actual de pecado, ¡oh, cuántos me escucháis!
Aun así os digo Palabras de Amor, Palabras de Cariño… de las que huís con miedo. Os asusto. Os asusta mi Amor. ¡¿Por qué?!
Decidme, ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Por qué os asusta mi Amor, el Amor de Yo, que Soy Dios… ¿por qué? Es un Amor Infinito. ¿Por qué tener miedo? Borrará todas tus culpas, si te arrepientes con corazón sincero. Ven a Mí. ¡Venid a Mí y lo experimentaréis! Arrepentíos por un solo segundo. ¡Jugad a eso si queréis! ¡Probad a arrepentíos una vez por un solo segundo! Veréis a mi Espíritu descender sobre vosotros y arrebataros en su Amor mostrándoos su Belleza, de la que ya no podréis huir, no podréis huir más, porque os habrá cautivado.
No queréis. Decidme, ¿por qué no queréis? No queréis cambiar de vida. Es eso. Pero, ¿por qué? ¿No veis cómo vuestra vida actual sólo os trae sufrimientos? ¿No queréis sufrir en esta hora actual con los santos?
¡Oh…! ¡Se acaba, se acaba el tiempo de salvación! ¡Ya no quieren ser salvados!¡Los hombres no quieren ser salvados! Ya no.[4]
¡Padre! ¡Padre! ¡Adelanta esta Hora! ¡Adelántala, pues los hombres ya no quieren ser salvados! Míralos, ¡no se cogen a mi Mano! No quieren… Caen en el abismo ¡¿Para qué me sacrifiqué?! ¡¡Para qué mi Sacrificio!![5]
Santos. ¡Santos de los Últimos Tiempos! Sabed que en vosotros pensé en aquella Hora de mi Pasión para tener cumplimiento en ésta de la Iglesia. Sabed que vuestros sufrimientos de esta Hora me dieron valor para continuar con la Mía. Que mereció la pena por la Gloria que me dais tan sólo uno de vosotros. Sabed, en el Cielo llevaréis esta inscripción: «Los Santos de los Últimos Tiempos» los que supieron sufrir, los que supieron morir en la Hora de la Pasión de la Iglesia por la salvación de sus hermanos.
Los Santos sobre los que se cebó el último ataque fiero del Maligno sobre mis hijos. Los Santos sobre los que se derramó el Espíritu Santo en efusión nunca conocida en el mundo. Son los Santos cuya Pasión es más semejante a la Mía, porque es una Pasión sobre todo moral. Es una ruptura del Corazón, es una ruptura interior. Y sobre algunos también exterior.
Pero Yo os digo: Sabed que Dios-Jesús, en su Hora de su Pasión pensó en vosotros y que por el más insignificante recibió el consuelo, el grande consuelo para que su Corazón no se rompiera y pudiera seguir hasta el final. Que por el amor de uno de vosotros, el más insignificante, le mereció la pena morir. Que fuisteis el Consuelo de Dios-Jesús en esa Hora y lo sois ahora para toda la Iglesia que agoniza en dolores de parto.
Daréis a Luz la Nueva Generación. La Iglesia no morirá, sino que, por vosotros, quedará nuevamente constituida. Quedará renovada y su Pasión llegará a su fin, alcanzando su Resurrección.
Esto es Doctrina de la Iglesia. Esto es Verdad de fe nuevamente revelada.
No añado nada nuevo. Lo especifico, lo aclaro para esta Hora.
Atended, escuchad el Don de Profecía, no lo desdeñéis. Atended, escuchad a mis Profetas. Os hablan. Os hablan porque si callan estos, gritarán las piedras.
Cuando hayáis matado a todos mis profetas, entonces: ¡¡GRITARÁN LAS PIEDRAS!![6]
________________________
[1] Cfr. Jn 1,1.
[2] Cfr. Lc 11,23; Mt 12,30; Mc 9,40.
[3] Hace llorar este Dolor del Corazón de Jesús. Cómo dice: «¡Cuántos me escucháis!».
[4] Qué angustia la del Corazón de Jesús. Parece Getsemaní.
[5] Jesús alarga la Mano y no quieren agarrarse a ella. Se tranquiliza y parece que piensa en mí. Se yergue Jesús. Ahora está de blanco y radiante.
[6] Se cierra con esa Voz potente de Jesús. Entiendo que desaparecerá el Don de Profecía y estallará el Reino Nuevo incluso con un estallido material de la Creación material en pleno. ¡Qué bonito! ¡Qué Mensaje más precioso! Lo leo ahora y ¡Dios mío! ¡no es exactamente así como me lo has dicho! Tu Palabra era distinta. Entendía más cosas de las que he puesto. Cfr. Lc 19,40.

viernes, 15 de mayo de 2015

“Cuando se haga con todo el poder. En lo alto de la Iglesia.” - La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús - Dictados de Jesús a Marga.

Tomado del Libro: La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús 
Dictados de Jesús a Marga
MargaLaVerdaderaDevoción

AÑO 2005
03-01-2005
Jesús:
¿Estáis preparados, hijos? ¿Estáis preparados?
El mundo camina hacia su autodestrucción. Muchos serán condenados. Es una lucha abierta contra el mal, ¿estáis preparados? El mal os ataca y os atacará más fuerte.
Resistid todas las insidias del Maligno. Hay ataques externos, pero los peores son los internos.[1]
Rechazad todo lo que os haga alejaros de vuestra vocación.
El mal os atacará, y de una manera cada vez más fuerte. Resistidle firmes en la fe.[2] También obtendréis de Mí una fuerza y unas Gracias cada vez mayores.
¿Sabéis, hijos, de qué lo hago depender? De vuestro amor y de vuestra feTodo depende del amor que tengáis por el Hijo del Hombre y de la fe en sus Promesas.
Vosotros empezad, aunque no sepáis muy bien hacia dónde,[3] fiados de mis Palabras, que dependiendo de vuestra fe y confianza, así como de vuestro amor, Yo obraré a través vuestro.
Empezad. Aunque no sepáis muy bien hacia dónde. Que sólo os preocupe amar a vuestros hermanos, porque me amáis a Mí primero. Tratad de ganar mucho amor al prójimo para que así podáis ser capaces de realizar mis obras.
Pensad en todos aquellos que se condenan porque nadie nunca les habló de mi Amor … y que eso os impulse a dar la vida por ellos. No penséis más en vosotros mismos, ni en vuestros gustos, ni en vuestras preferencias de personas. ¡Amaos! ¡Amaos! Amaos como Yo os he amado.
Quiero ver en vosotros verdadero amor hacia los demás y olvido de sí. Que en vuestra mente sólo esté esta palabra: «¡Darse!» «¡Darse!» «¡Darse!». No deis cosas, daos a vosotros mismos. La gente no necesita cosas, necesita amor. Necesita palpar el Amor de Dios. Necesita llegar al Amor de Dios a través del Amor que nota que sale de vosotros para ellos, del amor que tenéis hacia ellos. Así podrán decir: «¡Dios es Amor! Lo veo en ellos, mis hermanos»
Sed hermanos para todos. Que nadie se sienta extraño entre vosotros.
Me gustaría que os inflamarais del Amor de Dios entre vosotros hablando y comentando mis Dulzuras para cada uno de vosotros. Quiero que hagáis partícipes a vuestros hermanos de los beneficios que recibís de Mí. ¡Hablad!, ¡hablad de mis Gracias! para que entre vosotros también me améis porque me conozcáis más. Y conociendo cómo os amo a cada uno de vosotros, me améis más. Cada vez más.
Seguid mis indicaciones. Con fidelidad, con confianza en Dios. Son el cauce del Torrente de Dios que quiere llegar a vosotros. Que hace llegar el Amor de Dios hacia vosotros para que vosotros, plenos de Mí, podáis ser cauce que haga llegar mi Amor hacia los demás.

08-01-2005
Jesús:
Hija mía, ¡ven! ¡Ven! ¡Habla a tu pueblo!
Quiero que ames, que ames, que ames. Vive todo tu día amando. Crece en cada momento en amor a Cristo y al mundo.
Ve y profetiza a las naciones. Profetiza: En lo alto de la Iglesia se ha encaramado un hacedor de corrupción. ¡Desbancadle! ¡Desbancadle! O logrará perder a los fieles, desencadenando una guerra fratricida dentro de mi Casa, a la que costará ponerle fin cuando se vea preparado. Cuando se haga con todo el poder. En lo alto de la Iglesia.
Destapa[4] su caja y deja libre a los espíritus inmundos, que irán consumiendo todo por doquier, principalmente a las almas, con su apariencia de bien y milagros.
¡No creedle! ¡No creedle! Es el Anticristo.

07-02-2005
Jesús:
Repara. Repara. Lunes de Carnaval. Repara. Por ti, por los otros. Por todos tus pecados de orgullo, los de los otros. Por la maledicencia. Por creerse superiores. Por las malas palabras. Las tuyas, las de los otros. Por no tener dolor de los pecados. Por la pereza y lentitud. Por el desamor. Trabaja. Trabaja.
Jesús, ¿me perdonas?
Sí y sí. Tú lo sabes que Sí. Y todas las veces que quieras, Yo te perdono.[5]
Hija mía: Ámame. Mira, ámame. Dirígete a Mí siempre con cariño. Yo te amo.
¡Oh, Jesús! Me parece como falso decirte que te amo cuando te he ofendido tanto.
Y sin embargo no lo es.
¡Te amo! ¡Te amo, Jesús!
¡Un acto de amor repara mil ofensas![6]
________________________
[1] En el interior de cada uno.
[2] Cfr. I P 5,9.
[3] Cfr. Hb 11,8.
[4] Este «hacedor».
[5] Aquí me hace llorar por su Infinita Bondad conmigo y con todos.
[6] Se puso muy contento. Cfr. I P 4,8; St 5,20; Pr 10,12: «El amor cubre multitud de pecados.»

jueves, 14 de mayo de 2015

El Nuevo Orden Mundial no viene por la mano de hombre, sino por Satán.- La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús - Dictados de Jesús a Marga

Tomado del Libro: "La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús"
Dictados de Jesús a Marga

MargaLaVerdaderaDevoción

16-03-2004
Jesús:
Todo lo que está para sucederos ha sido predicho. Sí, está pasando. Sí. ¿No te alegras?
    Jesús, detén todo esto. Detenlo todo, aunque haya sido       predicho. ¡Jesús! ¡Jesús! Detenlo todo, por tu Amor, por     el amor que te tenemos.
Si tengo que hacerlo, hija mía, por el amor que me tenéis, no encuentro fuerza para detenerlo, pues no me lo tenéis, no me amáis. Precisamente os viene por no amarme.
Vas a ver cosas mayores. Dolor mayor. Quebranto mayor. Porque los hombres no queréis volveros a Mí.
Éstos son los desastres causados por manos de los hombres. Faltan (luego vienen) los desastres causados por Mano de Dios. Ellos son peores.
La Iglesia no da razón de su esperanza. Los hombres, angustiados, acudirán a ella y no la encontrarán. En su lugar surgirá una falsa iglesia, que se prepara ahora en las catacumbas, preparada para el momento. Son hombres que no se arrodillan ante Dios. Son hombres arrogantes. Aparentemente fuertes. Su potencia, unida en el mal, causa miedo entre mis ovejas. Pero Yo vengo a deciros: ¡No temáis!
Hija mía: se van a hacer los Sacrilegios.[1] Acusa a los sacerdotes falsos.

18-03-2004
Virgen:
Querida, «muchos cardenales, obispos y sacerdotes van por el camino de la perdición, llevando con ellos a muchas almas»[2]
Sí… la Iglesia ha dejado de ser mi Iglesia. ¡Oh, Dolor Profundo de mi Corazón!
Se cogen a los niños y se les enseña prácticas satánicas. Sí, hija, prácticas satánicas. No me refiero sólo a las misas negras. ¡Oh, malditos hijos! ¡Pobres malditos hijos! Muchos, si supieran lo que les espera nunca lo harían, ¡nunca jamás![3]
Pero vosotros, Iglesia de España, cogéis a mis hijos y les enseñáis a coger el Cuerpo de Cristo y profanarlo. A tomarlo por burla. A pisarlo. Se os cae, hijos, se os cae de la mano y lo pisan en el suelo.
¡Oh, mis niños pequeños pisando el Cuerpo de Cristo! ¡Oh, comulgando sin confesarse! Pobres niños. ¿Por qué dejáis que hagan eso?
¡Hacedlo vosotros, si es que queréis condenaros, pero no impulséis a ello a mis hijos, mis niños pequeños!
Sí, hija, ¿tú lo comprendes? Es horrible. Se profana a mi Hijo, y también es por mis (vuestros) hijos pequeños.
¡Oh, ¿por qué no lo verán mis ministros, empecinados en este Nuevo Orden Mundial? ¡Oh! ¡Os ha engañado a todos! ¡Os ha engañado a todos! Así no vendrá el Nuevo Orden Mundial. Esto es una práctica de la Masonería. El Nuevo Orden Mundial no viene por la mano de hombre, sino por Satán.
Es Dios quien instaurará la Nueva Civilización, la Civilización del Amor. Pero debéis haceros obedientes y seguir el mandato de mi Iglesia, la Verdadera Iglesia.

19-03-2004
(San José)
Jesús:
Mi padre San José… Yo le amé en la tierra como a un auténtico padre. Y en el Cielo disfruta de un puesto de preferencia a mi lado. Pero está como en la tierra; como en un segundo plano. Yo le amo. Y le amo por todo lo que dedicó al Verbo Encarnado, por su fe, por su pureza, mansedumbre de corazón y caridad. ¡Oh, si muchos fuerais como San José…! Echo de menos en la tierra otros San José. San José era sólo hombre, era sólo hombre… no lo olvidéis.

Dios Padre:
Hija mía, los hombres… los hombres camináis por el camino de la autodestrucción. Hay muchos más que estos 200,[4] más que estos 200 hombres asesinados en el mundo. Muchos más. Y a diario. Vosotros os miráis sólo a vosotros mismos cuando se trata de subsistir, y si no lo encontráis seguro, os desesperáis. ¡La vida eterna! ¡La vida eterna…! pensad en la vida eterna. Esa sí merece la pena vivirla. Esa sí que debéis reencontrarla. A esa sí que debéis tender. Y buscad con todas vuestras ansias. No la vida vulgar y perecedera. No. Eso es un simple paso del camino. ¡Recorred! ¡Recorredlo todo! Hasta llegar a Mí. Como Padre Bueno os espero al final. No sé si todos podréis resistir mi presencia. Limpiaos, purificaos, para luego poder reencontraros Conmigo.
Los hombres… Hija mía: se prepara la falsa iglesia. Escúchame: Ahora muchos se volverán a Dios y acudirán a la Iglesia a encontrar consuelo. Pero en su lugar encontrarán la perdición, porque muchos párrocos han preparado ya la iglesia de Satanás. Sí, lo han hecho, y verán en éste el momento de resurgirla. Gentes desesperadas buscando razones, buscando consuelos y gestos de cariño, buscando apoyo… acudirán a la Iglesia, su Madre, ¡y en su lugar encontrarán a la Gran Ramera![5] Esta no es una madre, pues ha fornicado con todos.
La Madre Verdadera[6] se ha ido. ¡La Madre! ¡La Madre! ¿Dónde está? Está oculta, por miedo, debajo de los sótanos, está aterrada… ¡salid a dar razón de vuestra esperanza! Se os necesita. Se os necesita mucho. ¡Salvad a mis hijos de perecer a manos de esa Furcia, que no busca más que su perdición! Mira sus manos manchadas de tanta perdición, ¡les mancha! ¡Les mancha![7] Mis hijos llenos de perdición.
Y los sacerdotes[8] erigidos como diosecillos, diosdecillos de barro. Mirad sus rostros de consuelo, mirad sus semblantes de alegría. «¡Por fin conseguimos lo propuesto!» piensan.
He aquí «lo propuesto»: Comulgar en la mano profanando el Cuerpo de Cristo. Suprimir la confesión, comulgando en pecado. Suprimir los Mandamientos del decálogo, sobre todo los que hablan de la fornicación, dejando nada más: «Amarás a tu prójimo», pero el prójimo serás tú.[9]
Vosotros[10] lo veréis horrorizados. Con la idea de que no podéis hacer nada. Tal será la fuerza de esta falsa iglesia. ¡Pero sí podréis! ¡Sí podréis! Venid con María, mi Madre, la Madre Verdadera. Cread la Iglesia sin Mancha, semejante a la Inmaculada. Estando con la Inmaculada y desde la Inmaculada. Absorbed para sí[11] todos los pobres condenados, los que nadie quiere. Sólo esos serán salvos. Porque sobre los importantes estarán puestos los ojos de la Masonería, procurando captarlos para sí. Y tendrán demasiadas tentaciones, demasiadas tentaciones… y sucumbirán.
Hija mía, la tentación es del orden: Si tú no sigues estos ritos, serás abandonado a tu suerte. Y allá tú si puedes subsistir. Te serán negados: comida, bebida, colegio de tus hijos, alimento y vestido. No podrás comprar ni gastar. No, si no tienes la señal en la frente.[12] No, si no fornicas con nosotros. No, porque no te has querido plegar al Nuevo Rito. Y por ello, ¡perece tú y los tuyos aislado en esa cueva! Sin que se te ocurra hacer proselitismo de tus creencias. O vendremos y os degollaremos a todos.

Jesús:
Sí, hija, es cierto esto que tú intuyes estos días: Es la iglesia la que pondrá la marca en la frente y en la mano. Es la iglesia la dispensadora de los alimentos y la que se presentará como única salvación del hombre… Pero es la falsa iglesia.¿Sabes cómo se han estado preparando? Se han estado verdaderamente preparando. Y para este momento.
No el Papa. No Obispos Santos. No Tradición ni Mensajes del Cielo. No dones y virtudes del excelso Espíritu Santo. No Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero. No María Santísima, su Madre. ¡Ni Rosario! ¡Ni Eucaristía!
Reunión fraterna, plegarias falsas. Atención a los pobres y necesitados. Sí y sólo si piensan como ellos. «Ponte esta señal en la frente y te dispensaremos los alimentos». «Únete a nosotros». «Abandona ritos ancestrales». «Ven a una reunión con tus hermanos y goza de la alegría fraterna verdadera». «No vivas aislado». «¿Te crees mejor? ¿Te crees bueno? …». «No te aíslas tú, sino que aíslas a tus hijos por querer seguir con tradiciones ancestrales pasadas de moda». «¿No sabes que la iglesia ha cambiado?». «Libérate y no te llenes de hijos. Sobre todo no en esta época de carestía».[13]
Y una vez que dices que no, que no te pueden convencer, los malos, los peores[14] te perseguirán hasta procurarte, incluso, la muerte.
Estos son los que están verdaderamente puestos al servicio de Demonio[15] y son ellos mismos un demonio. Son los utilizados por él para asesinar. Pero no temas, no pueden robarte el alma. Esa es toda Mía.
¿Cómo puede ser, Jesús, que desde tu Iglesia se haga esto?
No es mi Iglesia. Ésta es mi Verdadera Iglesia: vosotros. Ya no tiene Templo, no. No tiene Templo físico, pero está en vosotros, vosotros sois su verdadero y único Templo. Expulsados de las sinagogas, realizad un Templo en vuestra morada. Amadme en vuestro Templo familiar. Adoradme allí. Tenedme allí. Alimentaos de Mí allí. Yo nunca os abandonaré. Nunca os dejaré.[16]
La gente que esté en la falsa iglesia, adorará a un dios, pero éste no es vuestro Verdadero Dios y Verdadero Hombre. Es un hombre endemoniado, es un servidor de Satanás. Sí, ¡preparaos! ¡Preparaos! No os asustéis, no. Tranquilos, con paz, pero ardientes y activos por mi Reino. Y al final mi Reino vendrá. Y será gracias a vosotros, pequeños arquitectos, que lo construisteis con vuestra sangre y la de vuestros hijos.
¡Continuad viviendo! Vivid la Verdadera Vida. Comed la Verdadera Comida.
¿Cómo se suprimirá la Eucaristía?… Después de tantas profanaciones, Yo os voy a abandonar. No estaré ya más donde se profana mi Cuerpo y mi Sangre. Me quedaré con vosotros, pequeñas eucaristías vivientes. Y vosotros seréis quienes me daréis al resto. ¡Oh, los sacerdotes fieles! ¡Los sacerdotes fieles en este momento! ¡Cómo me agradan y son la Delicia de mi Corazón! ¡Cuidadlos! ¡Cuidadlos como oro en paño! ¡Defendedlos! Aunque sea con vuestra vida. Ellos portan el Agua y la Comida de la Salvación. Y si ellos perecen, mi pueblo morirá de inanición. Cada sacerdote que pueda consagrar, que consagre en espíritu y en verdad. Es tesoro para vosotros. ¡¡Cuidadlo!!
Empieza a ver el odio que surgirá para todos los que no se pliegan a lo Nuevo. Empieza a verlo.
________________________
[1] Horror. Se me agolpaban imágenes horrorosas de ceremonias, en teoría Misas de la Iglesia Católica. En las que el sacerdote invitaba a los fieles al altar. Cogían la Forma, el Cuerpo de Cristo y lo profanaban. Veo una falsa iglesia alrededor de los ministros de la Iglesia Católica. ¡Promovida por ellos! ¡Dios mío! ¡No puede ser! Me llena de angustia. Jesús habla de que ahora, encima del horror de las muertes, atentados, desastre… se va a profanar más todavía el Cuerpo de Cristo hasta llegar al Sacrilegio mayor. Suprimirle. Suprimir la Eucaristía. Me dicen: «¡Has hecho una acusación contra los sacerdotes!»
[2] ¡Oh, qué triste está la Virgen! ¡Pobre Mamá!
[3] No es que la Virgen maldiga a los que hacen misas negras, ya están malditos, y siente mucha pena por ellos.
[4] Del atentado en Madrid del 11-M.
[5] Cfr. Ap 17,1.15.16; 19,2.
[6] La Iglesia Madre.
[7] Veía unas manos grandes que embadurnaban de porquería (pecado) a gente.
[8] Algunos Sacerdotes.
[9] Tú mismo. Amor propio y punto.
[10] Nosotros y la gente como nosotros. La gente sencilla, la de la Iglesia de siempre.
[11] Para esa Iglesia Verdadera.
[12] Cfr. Ez 9,4; Ap 7,3; 9,4; 14,1.
[13] Se cargan toda la doctrina a favor de la vida.
[14] De esta gente mala, la que es la peor…
[15] Cfr. Ap 13,11-18.
[16] Cfr. Mt 28,20.

lunes, 11 de mayo de 2015

“España, tu Patria, volverá a Mí ASÍ.” - La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús - dictados de Jesús a Marga.

Tomado del Libro: La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús 
Dictados de Jesús a Marga
MargaLaVerdaderaDevoción

11-03-2004
[1]
Virgen:
Se han podido salvar muchas almas que estaban perdidas. Los momentos de agonía les han servido para purgar sus penas y arrepentirse. A algunas Yo les he venido a recoger personalmente.[2]
Otros, por ayudar al hermano,[3] purgan sus muchos momentos de pecado.
Y finalmente, algunos, se han condenado.[4]
Algunos, los más, necesitan de vuestras oraciones. Se encuentran a las puertas del Seol, sin haber caído en él.
Y muchos volverán a Dios.[5]

Jesús:
Jesús, no lo entiendo, te veo tan contento…
Hija mía, España, tu Patria, volverá a Mí.
¡Ah! ¡Dios mío! ¿Tiene que ser así?
Sí. Desoísteis todos mis Llamamientos.
Hija mía, España, tu Patria, volverá a Mí ASÍ.[6]

12-03-2004
Jesús:
Arrodíllate ante la Majestad de Dios. Glorifícalo. Alabad a Dios. Salmodiad para Él.Venerad a su Madre Santísima.
Sí, miraos a vosotros mismos como depositarios de un inmenso don para repartir a los demás. Miraos como cauce de mis Gracias para el mundo, para España.[7]
¡Oh, acordaos de Mí! ¡Acordaos de Mí! Hija, se acordarán de Mí. Impúlsales con tus oraciones y sacrificios a hacer la verdadera oración, la que lleva al cambio de vida. Empújales, con tus sacrificios a que hagan la verdadera confesión, la que brota del corazón.
Anima a mis ministros a que vayan a confesarlos. Anima los a que vayan a bendecirlos, a alentarlos. En su último aliento, que estén presentes. Reza, hija mía, para que haya un sacerdote allí donde cada persona tenga su último aliento. Que no les abandonen. ¡Que no abandonen a mis hijos! Que vayan, que vayan a la cabecera de su cama para ayudarles a morir. Les necesitan. Mira, han ido muchos a dar su sangre… ¿Cuántos han ido a ayudarles a morir? ¿Cuántos a enfocar este sufrimiento según Dios?
¿Tenemos que ir?
Sí. Id en la medida de vuestras posibilidades.
La gente, si encontrara un hermano que le tendiera la mano, se volvería a Dios. ¡Id!, ¡id!
Reza y ofrécete. Reza y ofrécete, hija mía, para ayudar a bien morir a tus hermanos. Otro tanto de almas, por ti, por los tuyos, verán a Dios.
Hija mía, ¿vienes? Deposita tu beso, junto con el mío, en la cabecera de su cama.[8]
He aquí el principal amor: el que da su vida por sus hermanos. He aquí misión grandiosa, misión gozosa.
He aquí sublime pacto: hacerse, por amor, un Cristo. Hacerse uno con Cristo, con su Eucaristía.
He aquí la principal caridad: rezar y sacrificarse por los pecadores. Para que puedan ver el Rostro de Cristo. Para que la Virgen Santísima pueda llevarles en volandas al Reino Nuevo.
Si el alma no está preparada, no envío a mi Virgen. He aquí la muerte gozosa: al terminar la agonía, encontrarse con María. Y que Ella te libre del Infierno, que se abría a tus pies. ¿Desearías, hija mía, que eso te pasara a ti? Deséalo también para tus hermanos. Reza, ora y sacrifícate para que María Santísima pueda venir a ellos y paliar sus sufrimientos. Reza, ora y sacrifícate para que descienda el número de los condenados.
Sí, te necesito.

13-03-2004
Jesús:
Sí, hija mía, id donde vuestros hermanos os necesiten. Ayer escuchabas una parte de la cuestión, conoce ahora el resto: Sabes que vuestros hermanos se reconocen por no pensar más que en sí mismos. No sed así vosotros: el que quiera ser el primero entre vosotros, que sea vuestro servidor.
¡Oh, hija mía! ¡¿Qué les ha hecho el Corazón de Jesús?! Mirad, muchos me odian hoy día. Ayer escuchaba voces que clamaban a Mí. Hoy escucho terror. Atruenan mis oídos la voz de sus odios. De sus odios hacia Mí. Sus odios a Dios.
¿Dónde están esos samaritanos que les iban a ayudar a entender el sufrimiento? ¿Dónde están? ¿Dónde están?
Dónde estáis, oh cristianos, que os refugiáis en casa temiendo vuestros temores. ¡Salid a la calle y dad testimonio de Mí!
¿Sabes, hija? No me conocen, por eso me odian. ¡Oh, Dios mío!… y muchos no volverán a Mí.
No te derrumbes, hija, te necesito. Os necesito a todos. Necesitaría un ejército que diera testimonio de Mí. Sin mentir. Sin aspavientos. Con Amor y con Dolor. Con–sufriendo con ellos. Compadeciendo[9] en su sufrimiento.
Llegará Semana Santa… ¡qué buen momento para unirse con su Cristo! Hermosa Cuaresma si se ha sufrido Conmigo.
¡Invitadles a Resucitar Conmigo! No saben qué hacer. No sabéis qué hacer, hijos míos. Están confundidos. No encuentran respuesta. ¡Vosotros la tenéis! ¡¡Dádsela!!
Jamás nadie confió en el Señor y quedó defraudado.[10]
¡Oh! ¡qué momentos más duros, Jesús mío!
Sí lo son. Y más que os están por venir. Cuando a todos os cubra el mar del dolor. Y llegará por los tobillos, por la rodilla, hasta por el cuello y hasta, algunos, ahogarse en él.
No seáis esos vosotros. ¡Venid Conmigo! Encontradle un sentido a todo esto.
Habrá muchas aves de rapiña que se aprovecharán de sus hermanos en estos momentos de debilidad. Aprovechaos vosotros, pero para llevar la gente a Dios. Aprovechad para no ser esos buitres, sino esos Ángeles que les pondrán en contacto Conmigo.
«Yo no sé rezar», os decía ese niño ayer.[11] ¡Enseñadle! ¡Enseñadle!
Pretenderán buscar en el sentimentalismo la solución. ¡No está ahí! ¡No está ahí![12]
¡Oh!, al pueblo español, ¡no se os engaña! ¡No se os engaña![13] Sabéis que el bien está en los valores nobles, altos. Os viene de raza. Lo que ocurre es que lo habéis olvidado. ¡Recordádselo! ¡Recordádselo!
Poned lo mejor de vosotros mismos. Yo pondré es resto. ¡Enseñad al pueblo, a vuestro pueblo, los valores morales auténticos! ¡Gritad bien alto la Única y Verdadera Devoción!¡Conducid a la gente a la Eucaristía! ¡Propagad mi Devoción! Moved a las gentes, a la familia entera, a rezar un Rosario por la paz.
Sí, lo quiero. ¡Propagad mi Devoción!
Habladles, hijos, lo han olvidado de la Verdadera Devoción para los siglos. Habladles de la Eucaristía y de María. Salid a dar al mundo razón de vuestra esperanza.[14]
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[1] Atentado en Madrid, Estación de Atocha. 125 muertos.
[2] Es que veía, en el momento del horror, cómo venía la Virgen y retiraba los hierros y se llevaba el alma de algunas personas. Esos hierros, en sus Manos, no son duros, es dulzura. Es dulzura para aquella alma ser recogida así por la Virgen. El alma sale del cuerpo a los brazos de María. La ve y sale corriendo. Es una tendencia presurosa de María al alma y del alma a María, asustada por la muerte repentina y violenta, pero aliviada y ansiosa de ir hacia Ella.
[3] Se refiere a heridos que ayudan a otros heridos graves. Posteriormente, en los periódicos salieron casos de personas que habían muerto por ir a auxiliarlos. Me fijé en un caso de un joven vividor, pero que cuando oyó la primera bomba, corrió a ayudar y la segunda explosión le pilló de lleno. Me acordé de este Mensaje de la Virgen.
[4] Qué horrible morir así, y encima condenarte.
[5] Qué manera más bonita de decir esta frase. En estos momentos hay mucha gente que da gracias a Dios porque se ha librado por los pelos. Y familiares de desaparecidos que claman a Dios y hacen promesas. Familiares de los muertos que no se desesperarán, sino que volverán a Dios.
[6] Después de este Mensaje me quedo más que impresionada.
[7] A propósito de los atentados.
[8] Jesús me fue llevando, en un segundo, por las camas de los hospitales. Sobre todo a donde estaban los moribundos a depositar nuestro beso arriba de su cama.
[9] Es interesante tener en cuenta la variedad de términos compuestos con la partícula con que Pablo emplea para significar esta unión mística del bautizado con Cristo: convivir (Rm 6,8; 2 Co 7,3), consufrir (Rm 8,17), ser con-crucificado (Rm 6,6; Gál 2,19), conmorir (Co 7,3), ser consepultado (Rm 6,4; Col 2,12), conresucitar (Col 2,12; 3,1; Ef 2,6), ser convivificado (Col 2,13; Ef 2,5), ser conglorificado (Rom 8,17), ser coheredero (Rm 8,17), conreinar (2 Tim 2,12).
[10] Cfr. Eclo 2,10.
[11] Era un joven, víctima del atentado, que fuimos a visitar en el hospital.
[12] Homenajes a víctimas. Gestos solidarios sentimentales.
[13] Sólo nos conformaremos con la Verdad. Mientras, estaremos muy mal.
[14] Cfr. I P 3,15.