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martes, 19 de agosto de 2014

Vídeo de la aparición y mensaje de Iván en Vicenza


El domingo 17 de agosto de 2014 se celebró un encuentro de oración con la presencia del vidente Iván Dragicevic en la hermosa Iglesia de Santa Corona en Vicenza ante unas mil personas. Lo acompañó Krizan Brekalo, quien tradujo las palabras en croata de Iván, ya sea durante el testimonio como el mismo mensaje que dio la Virgen.
La jornada estuvo animada con los cantos de Roland. La Santa Misa fue celebrada por Don Primo Martinuzzi y Mons. Ezio Busato dirigió la Adoración Eucarística. También estuvo presente Saverio Gaeta, vaticanista particularmente ligado a Medjugorje.
A continuación les ofrecemos el vídeo de la aparición a Iván y los detalles de su encuentro con la Virgen, los cuales le transcribimos:
«Esta noche la Virgen ha venido contenta y feliz. Nos ha saludado a todos con su saludo materno: “¡Sea alabado Jesús, queridos hijos!” Después oró por un tiempo sobre todos nosotros con los brazos extendidos, de modo particular oró por todos los enfermos aquí presente. Después oró particularmente por los sacerdotes presente. Luego la Virgen dijo:
“Queridos hijos, hoy de manera especial, los invito a orar por la paz. Ábranse al Espíritu Santo, queridos hijos, que el Espíritu Santo los guíe: de manera especial, queridos hijos, en este tiempo, oren por mi amadísimo Santo Padre, oren por su misión, la misión de la paz. La Madre ora junto a ustedes e intercede ante su Hijo por cada uno de ustedes. Gracias, queridos hijos, porque también hoy han respondido a mi llamado.”
Después, la Virgen, oró por la paz en el mundo. Luego nos bendijo con su bendición materna y bendijo todos los artículos religiosos que han traído para la bendición. Los encomendé a todos ustedes, todas sus necesidades, sus intenciones, esta parroquia y esta diócesis en la que estamos. A continuación siguió una conversación privada con la Virgen. Luego la Virgen continuó orando un tiempo sobre todos nosotros y en esta oración se marchó, se marchó en el signo luminoso de la luz y de la cruz con su saludo: “Vayan en paz, queridos hijos míos.”
Esto es lo más importante del encuentro con la Virgen de esta noche. Ella nos invita nuevamente a orar por la paz, a abrirnos al Espíritu Santo para que nos guíe y, particularmente, a orar por el Papa Francisco y sus proyectos por la paz. Espero que esta noche nos vayamos renovados espiritualmente y que esta renovación espiritual continúe en sus familias, que todos seamos verdaderamente nuevos apóstoles…
En otro mensaje la Virgen dijo: “No hablen solo de oración, inicien a vivir la oración. No halen solo de paz, inicien a vivir la paz. Queridos hijos, en este mundo de hoy hay muchas palabras: hablen menos y hagan más.” Gracias.»



Fuente: Guarda Con Me
Traducido del italiano por ROSAS PARA LA GOSPA

miércoles, 12 de febrero de 2014

La Gospa quiere que cada familia sea una pequeña Capilla - Ivan Dragicevic


Ivan Dragicevic: “la Virgen quiere que cada familia sea una pequeña Capilla”

Aunque somos testigos de la crisis que afecta a la humanidad -la crisis espiritual y económica se entrelazan o se derivan una de la otra- muchos suplicantes peregrinos dan testimonio de que la solución a ésta crisis está en la paz que ofrece Dios.
IvanTodos los videntes de Medjugorje suelen hacer hincapié en que el llamado que hace la Virgen a la paz. El vidente Ivan dice lo siguiente:
“La Virgen quiere hacerse cargo de las familias que rezan, ella quiere que cada familia sea un pequeño grupo de oración en el que puedan orar todos los días. Nuestra Señora quiere que cada familia sea una pequeña Capilla. La Virgen quiere sanar todo nuestro dolor, nuestras heridas, ella tiene ese deseo porque nos ama y quiere conducirnos a su Hijo Jesús”.
Traducido por ROSAS PARA LA GOSPA

sábado, 17 de septiembre de 2011

Cuando, desde Medjugorje, Ivan Dragicevic se saltó el guión

Aquel viernes de junio, en el 30 aniversario de las apariciones de Medjugorje, Ivan Dragicevic dejó de lado su habitual estilo testimonial para elevar la mirada a lo viniente.


“Muchos peregrinos, incluidos los sacerdotes, no comprenden porqué la Virgen viene cada día. ¿Qué me cuenta la Señora todos los días y que le digo yo? En primer lugar debo decir que hablamos mucho. Pero un día cuando las cosas vengan reveladas, comprenderemos, y nuestros ojos se abrirán. Cuando veamos los cambios físicos que sucederán en el mundo comprenderemos porqué venía cada día.



Aquellas palabras no pasaron desapercibidas justo porque no eran esperables. Ivan Dragicevic, siempre pronto a dar testimonio personal sobre su vida, había roto el guión. De repente la imagen de unos tiempos futuros emergió ante todos. En cierto modo se hacía evidente que no se estaba refiriendo en concreto a ninguno de esos 10 secretos que se supone deben ocurrir y que tienen expectantes a tantos. No. Estaba hablando en el contexto de la cotidianidad de los mensajes, de la misteriosa realidad de una Virgen desconcertante que tanto tiene que contar a algunos de sus hijos. Y en ese contexto del porqué viene tanto la Virgen a Medjugorje desveló un aspecto sorprendente. Porque cuando expresamente dijo “que veremos cambios físicos que sucederán en el mundo y que comprenderemos” implícitamente dijo otras muchas cosas. De entrada la presumible cercanía de esos sucesos, porque “los veremos”. Y a continuación su sentido positivo, espiritualmente hablando, porque “se nos abrirán los ojos y comprenderemos el porqué de las apariciones.” Porque llegará un día " en que las cosas nos serán reveladas".


Para Ivan comprender ese porqué de las apariciones no es, como pudiera parecer, hacer justicia a unas apariciones tan amadas como odiadas, sino el poder percibir con los ojos del alma la grandeza de la vida de fe. Lo dirá con otras palabras: “El tiempo que tenemos ante nosotros es de una gran responsabilidad. Cada uno es responsable. Cada familia es responsable. Debemos guiar a nuestras familias espiritualmente y basar nuestra vida en las cosas santas del Evangelio. Debemos llevar a la práctica lo que el Evangelio enseña. Este es el mensaje de estos treinta años. No es una novedad, lo sabemos por la Iglesia. Pero no lo vivimos. La Señora nos invita a ser responsables.” Entonces, cuando esos sucesos ocurran y comprendamos esto de un modo evidente, ¿no es cómo decir que la realidad de Dios ya no permanecerá oculta a nuestro entendimiento? ¿Qué se nos hará patente no sólo que Dios estuvo presente estos oscuros años, que la Virgen realmente se apareció, sino que no hay más opción que o Dios o no Dios, y que la elección por Dios abre las puertas al futuro, mientras que la negación de Dios sólo trae la destrucción de todo y todos?



Algo de esto hay cuando Ivan añada en su discurso estas palabras: “Estas apariciones de la Señora son una alternativa para la humanidad, una nueva llamada, un modo nuevo, un futuro nuevo para la humanidad.” No porque las apariciones de Medjugorje sean un hito mistérico, un súmmum de sobrenaturalidad, sino porque son una catequesis paciente sobre la vida en Dios. Simplemente, ante tanta dificultad y oposición a lo espiritual en este mundo, Medjugorje personifica la paciencia del Cielo para irnos llevando hacia Dios. Así lo explicará Ivan: “Durante algunos años hemos tenido un mensaje cada jueves, después una vez al mes. ¿Por qué? La Señora nos estaba dando tiempo para comprender cada mensaje. Es importante usar bien de nuestro tiempo para vivir los mensajes.” Justo porque la vida es seria y serio es lo que nos jugamos.
 
Pero hay una novedad latente que hizo saltar el guión de lo previsto por los aires. Sí, no es novedad que al actuar inmoral del hombre le sigan sus terribles consecuencias. Este siglo pasado es buen ejemplo de ello. Y los tiempos presentes amenazan negras nubes en todos los ámbitos. Sí. Esa es la enseñanza primera, que si no nos convertimos todos pereceremos. Pero Ivan Dragicevic ha ido más allá. O más bien, ha desvelado un algo más. “Cuando veamos los cambios físicos que sucederán en el mundo comprenderemos” ¿Qué nos tienen reservados los tiempos futuros? Ivan Dragicevic eleva la mirada hacia eso, más allá de las terribles consecuencias de nuestra “irresponsabilidad” si elegimos no-Dios. Porque viene a decir, que a pesar de que podamos ser tan irresponsables (y por esa línea parecen ir los diez secretos de Medjugorje) al final se nos tiene reservado un algo desconcertante que tiene relación con esa presencia casi diaria de la Virgen enseñando a vivir el Evangelio.


Desde luego que las palabras que Ivan Dragicevic dirigió aquel día traen ecos de otros aromas, de otras esperanzas que vienen bien en estos tiempos de tanta dificultad. Ecos, quizá, de aquella otra promesa de María en Fátima de que al final, pase lo que pase, su Corazón Misericordioso triunfará.





cesaruribarri@gmail.com
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