Mostrando entradas con la etiqueta Dios Padre manifiesta. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dios Padre manifiesta. Mostrar todas las entradas

lunes, 23 de mayo de 2016

Mayo 05_16 Mi Santo Espíritu os llevará a conocer todo lo que está velado en estos momentos.

Mayo 05_16 Mi Santo Espíritu os llevará a conocer todo lo que está velado en estos momentos.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Os pido, a vosotros, a los que he ido preparando por años, a que os preparéis para el Pentecostés particular que tendréis cada uno de vosotros.
  • Estando Conmigo, Mis pequeños, se goza, a pesar de que se sufre, también, pero, cuando actuáis caritativamente con vuestros hermanos, que les lleváis Mi Amor, que hacéis milagros para servirles, son regalos, todavía más grandes, tanto para los otros, como para vosotros.
  • No desperdiciéis vuestro tiempo de vida, en preocuparos en lo que sucederá, sino que vuestra preocupación, tiene que estar centrada en cuántas almas todavía podéis salvar, día a día, antes de que se vengan los acontecimientos fuertes.
  • Cuando, oréis, os unáis, como almas escogidas que sois, con vuestros hermanos videntes, profetas, almas de oración profunda; almas que se han dado totalmente a Mí.
  • Yo escucho vuestras oraciones, conozco vuestro corazón, conozco la intención de vuestro corazón y de acuerdo a ésa intensidad de oración y, sobre todo, del amor que pongáis en vuestra oración, es como ella va a trabajar sobre los demás.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.


Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os pido, a vosotros, a los que he ido preparando por años, a que os preparéis para el Pentecostés particular que tendréis cada uno de vosotros.

Hijitos Míos, Mi Iglesia, la Iglesia que Yo fundé, empezó Santa, como Santo Soy Yo. Mis apóstoles, que, ciertamente, eran gente de pueblo, sin instrucción, sin grandes capacidades, fueron transformados por Mi Santo Espíritu.

Todo lo fui preparando durante ésos tres años de Evangelización y de preparación para Mis apóstoles, todo tenía que ser perfecto, como Perfecto Soy Yo. Mis apóstoles tenían que vivirla; Yo, como Dios, sabía perfectamente lo que quería hacer, pero Yo regresaría al Padre y ellos quedarían aquí en la Tierra; ellos llevarían Mi Palabra, llevarían Mi Mensaje, que aprendieron durante ésos tres años, vivirían Mi Amor, ellos llevaban Mi Presencia, por Obra de Mi Santo Espíritu.

Por eso ahora os pido, a vosotros, a los que he ido preparando por años, a que os preparéis para el Pentecostés particular que tendréis cada uno de vosotros. Me habéis seguido, os he ido preparando, he probado vuestro amor hacia Mí, Me habéis defendido en momentos difíciles y habéis sido echados a un lado de la sociedad, como lo han hecho también Conmigo.

Sois Mis apóstoles de estos tiempos y, así, como con los primeros, que los mandé a Evangelizar, así, también, vosotros evangelizaréis en estos tiempos al resto fiel. Uniréis a todos aquellos hermanos vuestros, que serán preservados y protegidos de la Purificación y haréis el Pueblo de Dios, uniendo a esta primera humanidad, vamos a llamarla así, después de la Purificación. Almas, que, por su obediencia, por su amor, por su tenacidad, por su fortaleza y demás Virtudes, se ganaron el ser escogidos para los Nuevos Cielos y las Nuevas Tierras. Os uniréis en un solo Amor, en un solo pensar, en un solo Dios. Ciertamente, perteneceréis a diferentes pueblos, naciones, pero todos perteneceréis a un solo Dios. Me buscaréis y Me buscarán y Mi Santo Espíritu os unirá, serán momentos bellos, creceréis juntos, repasaréis todo lo que Yo os di y viviréis de acuerdo a lo Enseñado por Mí, por vuestro Dios, Jesucristo.

Dejaos, pues, mover por Mi Santo Espíritu, para que seáis transformados. Todos os uniréis en Mi Corazón y, así, Mi Santo Espíritu os llevará a conocer todo lo que está velado en estos momentos, porque no estáis preparados, ni física ni espiritualmente, para conocer lo que perdieron vuestros Primeros Padres por el Pecado Original.

Os aseguro, Mis pequeños, que gozaréis inmensamente lo que os daré y, especialmente, por vuestro amor y vuestra fidelidad hacia Mí.

El tiempo se acerca presurosamente, gozad, desde este momento, os he dicho, Mi Promesa para vosotros, los escogidos, pero, orad fuertemente, por los que serán recogidos de la Tierra y juzgados, pero, para que no se pierdan eternamente. Orad por ellos, son vuestros hermanos, ciertamente, cometieron más errores que vosotros y, por eso, no serán semilla buena, pero no quiero que se pierdan, porque son Mis hijos, son Mis hermanos, son vuestros hermanos.

Que vuestra vida sea de más profunda oración y que la viváis más en lo profundo de vuestro ser. Os querría decir, que os quedarais en vuestro corazón, alabándoMe, amándoMe, aprendiendo de Mí, escuchándoMe. Sé que tenéis que salir al Mundo a llevar a cabo vuestras obligaciones; cuando lo tengáis qué hacer, invitadMe a ir con vosotros, tomaré vuestra invitación con gran gusto, porque Me estáis tomando en cuenta en vuestra vida. Yo Mismo os ayudaré a que lo que hagáis, os saldrá todavía mejor de como os pudiera salir, hasta os podría decir que os conviene que Yo vaya con vosotros, acompañándoos en todo lo que hagáis, y, así, Yo os cuidaré y os ayudaré a que todo lo que hagáis, no importa lo que hagáis, os saldrá mejor que si lo hicierais vosotros solos.

No Me abandonéis, tomadMe en cuenta continuamente en todo lo que hagáis, Mis pequeños. Empezad a practicar ésa unión íntima Conmigo, Soy vuestro Dios, ciertamente, no necesito de nadie para ser feliz, pero os creé en Mi Amor y cuando vosotros Me dais vuestro tiempo y Me dais vuestro amor, lo gozo inmensamente. Sois como un regalito extra de lo que Soy, vuestras acciones son regalitos que Yo Me doy a Mí Mismo por haberos creado y porque respondéis a Quien Soy, Yo vuestro Creador y vuestro Dios.

Id adelante, no detengáis ya vuestro paso y apresurad vuestra preparación para recibirMe, os amo, Mis pequeños, en todo momento estaré con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estando Conmigo, Mis pequeños, se goza, a pesar de que se sufre, también, pero, cuando actuáis caritativamente con vuestros hermanos, que les lleváis Mi Amor, que hacéis milagros para servirles, son regalos, todavía más grandes, tanto para los otros, como para vosotros.

(Lenguas…) Hijitos Míos, ¡cuánta alegría Me dais cuando os veo caritativos los unos con los otros!¡cuando compartís de lo que tenéis con vuestros hermanos que no tienen!¡cuando os quitáis el bocado y se lo dais al hermano necesitado!¡cuando os dais por completo por ayudar a vuestros hermanos y no escatimáis tiempo ni dádiva para ayudar al necesitado! Eso es lo que Yo os Enseñé, Mis pequeños, Caridad, Amor en todo momento. Mi donación de esos tres años de Evangelización fueron de trabajo arduo, pero tenía que darMe por vosotros.

Vosotros todavía no alcanzáis a ver, perfectamente, lo que sucedía en lo espiritual, cuando Yo estaba Evangelizando a vuestros hermanos y ahora, ésa Evangelización ha llegado a vosotros, en estos tiempos.

Mi Donación era total, a veces, descansaba muy poco y, prácticamente, no Me alimentaba por serviros. Los enfermos, tanto de cuerpo como de alma, llegaban constantemente a verMe y, Mi donación, era total. A veces Me levantaban temprano y no había descansado lo suficiente, pero así era Mi Donación porque, Mi Padre, así Me lo pidió.

Ciertamente, tenía momentos de descanso, que utilizaba para orar, para estar con Mi Padre, para que Me diera Fuerzas, Consejos, que derramara Su Amor.

En el cansancio también hay alegría: una sonrisa, un abrazo, un beso de agradecimiento por su curación de cuerpo o alma o ambas.

Estando Conmigo, Mis pequeños, se goza, a pesar de que se sufre, también, pero, cuando actuáis caritativamente con vuestros hermanos, que les lleváis Mi Amor, que hacéis milagros para servirles, son regalos, todavía más grandes, tanto para los otros, como para vosotros.

Que vuestra misión sea la de servir a vuestros hermanos, viéndoMe a Mí en ellos. No desperdiciéis las oportunidades de servirMe, ayudando a vuestros hermanos. ¡Hay tanta necesidad y tan pocos los trabajadores que quieran llevar Mi Palabra y Mi Presencia a vuestros hermanos! El Amor cambia corazones.

A lo largo de vuestra Evangelización conoceréis de todo, pero todas las almas responden al Amor, sobre todo, las que quedarán después de la Purificación, estarán ávidas de conocerMe, de seguirMe, de amarMe.

Seguid, seguid adelante, Mis pequeños, escuchando Mi Santo Espíritu en vuestro interior y, a pesar de que todo se obscurezca todavía más, que los ataques de satanás se incrementen, porque no querrá que vosotros salvéis almas para el Reino de los Cielos, a pesar de que aún, hermanos vuestros os ataquen y no quieran escucharos, orad por ellos e insistid en su salvación.

Os amo, Mis pequeños, porque Me lleváis en vuestro corazón, porque la preparación que os he dado, ha dejado un nicho en vuestro corazón y en ése nicho, estoy Yo. Ya no podéis vivir sin Mí, entrad en vuestro interior, como Yo lo hacía, por noches enteras, para platicar con Mi Padre, hacedlo también Conmigo, con Mi Santísima Trinidad.

Que Mi Amor quede con vosotros y Mi Paz en vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: No desperdiciéis vuestro tiempo de vida, en preocuparos en lo que sucederá, sino que vuestra preocupación, tiene que estar centrada en cuántas almas todavía podéis salvar, día a día, antes de que se vengan los acontecimientos fuertes.

Hijitos Míos, no os preocupéis tanto por el mal que vendrá a vuestras vidas, como así lo queréis ver, sino más bien, preocupaos por el bien que todavía tenéis qué hacer. Recordad que seréis juzgados por el bien y por el mal que hayáis hecho y, también, por el bien que pudisteis haber hecho y no lo hicisteis y de eso se está aprovechando satanás en estos tiempos. Os está distrayendo mucho, sabiendo que algo se viene, que Yo voy a enviar, os distrae, para que vosotros cambiéis vuestra mirada hacia otro lado, no hacia lo Mío, sino a lo que él quiere que vosotros imaginéis que sucederá, él no sabe lo que sucederá, intuye algo, igual que vosotros; él no conoce el futuro, pero puede inventar cosas para que vosotros os distraigáis y dejéis la oración, porque entráis en pánico, en temor, imaginándoos cosas que no vienen de Mí.

Ya os he dicho que no os podéis imaginar cómo va a ser esta Purificación, que Yo Soy vuestro Dios y que puedo hacer cosas que, aún, ni siquiera vosotros conocéis, que hayan sucedido en el pasado como un punto de referencia. Yo puedo hacer grandes cosas nuevas, muy diferentes a lo que haya pasado en tiempo anterior. Por eso, os repito, no desperdiciéis vuestro tiempo de vida, en preocuparos en lo que sucederá, sino que vuestra preocupación, tiene que estar centrada en cuántas almas todavía podéis salvar, día a día, antes de que se vengan los acontecimientos fuertes.

Uníos continuamente a la Comunión de los Santos, para que vuestra oración sea fuerte, como os he Enseñado, y la salvación de tantas almas, se dé.

Quizá, en estos momentos, hasta podríais preguntaros que si realmente, vuestras pequeñas oraciones están salvando a muchísimas almas. Ciertamente no lo sabréis ahora, en esta vida, sino hasta que lleguéis al Reino de los Cielos. Allá, os alegraréis, con gozo Divino, estando Conmigo y, os digo, con “gozo Divino”, porque lo que estáis haciendo es salvar almas para Mi Reino, para que goce Yo, en Mi Divinidad, lo que vosotros estáis haciendo. Me estáis dando un gran gozo, y os repito que, en estos momentos, no os dais cuenta de ello, pero, que, estando ya en el Reino de los Cielos, lo gozaréis inmensamente, porque lo gozaréis en vuestra alma y vuestra alma, libre ya de vuestro cuerpo, tiene un gozo indecible, un gozo que ahora vosotros no podéis, ni siquiera medir porque, vuestra alma, está, todavía, encadenada a vuestro cuerpo.

Ayudad a cuantos podáis, que vuestra oración sea Universal, poneos a orar Conmigo. En el Huerto de los Olivos Yo oraba por vosotros, por todas las almas, por todos los tiempos, por los que Me aman y por los que no Me aman y, aun así, os sigo amando, porque he recibido mucha traición y desprecio de parte de tantas almas por las que, también, Me di. Eso Me causa mucho dolor, porque es el darse por alguien, a quien se le ama, y el que recibe, no sabe apreciar ése regalo, que, hasta Mi Vida Me costó.

Poco pensáis en Mí, Mis pequeños, poco hacéis por Mí y por vuestros hermanos, creéis  hacer mucho, pero desperdiciáis tanto tiempo. Retomad, el tiempo que no Me habéis ofrecido ni Me habéis invitado a compartirlo con vosotros, para que no se desperdicie y que, al ser unido a Mi Tiempo, le dé salvación a infinidad de almas.

Mi Amor lo doy en exceso, quisiera que lo apreciarais y que Me lo pidierais, casi arrebatándoMelo, pero Soy el Dios olvidado, que venís a Mí, sólo cuando Me necesitáis, para que os saque de vuestros problemas, además son pocas las almas que Me comparten, también, su amor.

PedidMe esto, Mis pequeños, pedidMe la unión Conmigo, en las buenas y en las malas, en las alegrías y en las tristezas, porque vosotros estabais así, en Mi Pensamiento y en Mi Corazón mientras caminaba sobre la Tierra y que Me di por vosotros. No Me hagáis a un lado, porque Yo, no os hice a un lado durante Mi Vida, y de Mi Donación, por vuestra salvación.

Os amo, Mis pequeños, haced todo lo posible para que Me llevéis en vuestro corazón, no Me olvidéis, no Me dejéis a un lado de vuestra vida, porque Yo Soy vuestra Vida.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Cuando, oréis, os unáis, como almas escogidas que sois, con vuestros hermanos videntes, profetas, almas de oración profunda; almas que se han dado totalmente a Mí.

Hijitos Míos, hace tiempo os pedí que os unierais en la Comunión de los Santos cada vez que orarais, cada vez que fuerais a Misa, cada vez que hicierais, aunque fuera, una pequeña oración, pero, ésta, en unión con la Comunión de los Santos, o sea, con todos vuestros hermanos del Cielo, del Purgatorio, de la Tierra y del Universo entero; vuestra oración sería más fuerte. Os he dicho, también, que en la unión reside vuestra Fuerza, vuestra Fuerza espiritual, junto Conmigo, con vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad, Mi Hija, la Virgen María, el Señor San José; pero ahora, la unión que quiero, es que, cuando, oréis, os unáis, como almas escogidas que sois, con vuestros hermanos videntes, profetas, almas de oración profunda; almas que se han dado totalmente a Mí, que Evangelizan y muchos de ellos, que, ni siquiera sabéis que están haciendo pero que llevan Mi Palabra, Mi Presencia, Mi Amor, a lugares a donde vosotros, ni siquiera imagináis que existan pero que están trabajando para Mi Reino.

Oración, la oración, os une, os fortifica, os da seguridad, os da mucha fuerza Mis pequeños; unidos, así, como os estoy pidiendo, es como venceréis a satanás más fácilmente.

Él, ciertamente, también une sus fuerzas satánicas para atacar; contra Mí no puede, pero quiere atacaros a vosotros y apartaros, para que no os unáis. No dejéis que en ningún momento, por alguna causa o por muchas causas diferentes, os pueda separar satanás.

Él os atacará, primeramente, en vuestro orgullo, para que vosotros os sintáis agredidos en lo profundo de vuestro ser. Sois soberbios y os sentís atacados y maltratados cuando tocan vuestro ser y vuestras capacidades y esto lo sabe perfectamente satanás, porque es un punto débil, en el que vosotros, Mis hijos, caéis fácilmente. Os gusta sobresalir, estar por encima de todos, y cuando os tocan en ése punto, en donde os disminuyen, que os hacen bajar del pedestal en donde que os habíais colocado, caéis en el pecado por la soberbia y, en ése momento, perdéis.

Por eso, tantas veces, en la Predicación de Mi Hijo, os pidió humildad. Si vosotros vivís en humildad, vivís ayudándoos los unos a los otros a crecer espiritualmente. Si os ataca satanás, y sois humildes, no os podrá vencer poniéndoos trampas para acrecentar vuestra soberbia, para elevar vuestro orgullo y vuestra personalidad, en lo que os imagináis que podéis ser.

Yo quiero almas pequeñas, almas sencillas, almas humildes, almas donadas, almas, que si reciben un ataque, afectando su orgullo, no se conmuevan, no les afecte, porque vivís en la pequeñez, vivís en la humildad, y esto quiere decir que primero Soy Yo en vuestra vida, antes que vosotros.

Cuando Me dais el primer lugar en vuestra vida, ya vosotros no os estáis sintiendo grandes ni poderosos, os estáis sintiendo como sois, Mis pequeños siervos, Mis hijos, Mis ayudantes, que, ciertamente, es una posición grande, porque Me estáis sirviendo a Mí, vuestro Dios, pero ya estáis en segundo lugar, el lugar que os corresponde, que, para Mí, es primer lugar, porque sois Mis hijos, porque estáis haciendo bien vuestra tarea, porque Me estáis llevando a vuestros hermanos, porque estáis gozando con llevar a cabo vuestra misión.

Si os ponéis siempre en ésa posición, de hijos Míos, de Mis servidores, de Mis ayudantes, difícilmente satanás os podrá hacer caer en un ataque de soberbia. Manteneos humildes y así viviréis tranquilos, como niños, como lo que debéis ser: Mis pequeñitos ayudantes en la salvación de las almas, los corredentores que sois, que para ello que fuisteis llamados. Os amo, Mis pequeñitos, manteneos sencillos, muy sencillos.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Yo escucho vuestras oraciones, conozco vuestro corazón, conozco la intención de vuestro corazón y de acuerdo a ésa intensidad de oración y, sobre todo, del amor que pongáis en vuestra oración, es como ella va a trabajar sobre los demás.

Hijitos Míos, aprovechad el poder de la oración, para orar por vuestros hermanos, a quienes no podéis tener frente a vosotros. Ése es uno de los valores grandes de la oración, que puede llegar a miles de kilómetros y estar vosotros, ante vuestros hermanos, como si estuvierais ahí presentes uno en frente del otro. Os permito conocer lo que está sucediendo alrededor del Mundo, para que vuestro corazón se mueva en compasión por todos aquellos hermanos vuestros que necesitan de vuestra oración.

Os he dicho que, vosotros mismos, habréis tenido la Gracia de que la oración de algún hermano vuestro, de alguna parte del Mundo y, quizá, muy lejano de vosotros, haya orado, en general, por las necesidades mundiales y esta Gracia cayó en vosotros y, de repente, vuestro problema se arregló. Ésa Gracia, la obtuvisteis de algún hermano vuestro que, a lo mejor, está a miles de kilómetros, como os dije.

Con esto os quiero decir, que quiero que entréis en ésa confianza plena, que sepáis que sois escuchados y que podéis hacer grandes cosas por vuestros hermanos. Yo escucho vuestras oraciones, conozco vuestro corazón, conozco la intención de vuestro corazón y de acuerdo a ésa intensidad de oración y, sobre todo, del amor que pongáis en vuestra oración, es como ella va a trabajar sobre los demás.

La oración, es parte importantísima de vuestra vida religiosa, de vuestra espiritualidad. Con vuestra oración, primeramente, os protegéis vosotros; al orar, estáis orando Conmigo en vuestro interior, os estáis acercando a Mí, para que os dé Luz de cómo orar y a quién llevar vuestras oraciones. Podéis orar así, en profundidad, por algún problema espiritual, por algún problema económico, por problemas de los países, por las ánimas del Purgatorio, por las almas del mismo Cielo, para que se acerquen cada vez más a Mí. Por la oración y por los deseos que vosotros tengáis sobre vuestros seres queridos, podéis orar para que crezcan espiritualmente aquellos que están vacíos en su corazón, por el fin de las guerras, porque se detenga tanta maldad que hay en el Mundo.

Todo lo que escuchéis, que leáis, que veáis, en los medios de comunicación, cuando vuestro corazón sienta que hermanos vuestros necesitan de vuestra oración, deteneos y entrad en vuestro corazón y ponedMe, sobre Mi Corazón, vuestra petición, para que vuestros hermanos reciban Mis Bendiciones, estén donde estén.

Debiera deciros que todas las almas que están misionando sobre la Tierra, debieran ser almas de oración. Ciertamente, vivís en el Mundo y dependéis, en cierta forma, del Mundo, de sus valores, para cubrir vuestras necesidades de vuestro cuerpo y las necesidades diarias del Mundo, pero vuestra misión más importante, es espiritual y ahí es donde entra la oración. La oración os une, os unís Conmigo, con vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad.

Debéis de tomarle el gusto a la oración y de ahí conoceréis el valor tan grande que tiene y, así, no la dejaréis. No os imagináis cuántas almas, alrededor del Mundo, necesitan de la oración de algún hermano para que les ayuden, que intercedan por ellas, para las necesidades, grandes o pequeñas que tienen. En la oración, vosotros Me estáis tomando en cuenta, Me estáis pidiendo a Mí, vuestro Dios o a Mi Hija, la Siempre Virgen María, que les arregle sus problemas a vuestros hermanos. Ya, en sí, es oración cuando vosotros sentís la necesidad de ayudar a un hermano vuestro.

La oración es un llamado a Mi Corazón, todas vuestras oraciones son escuchadas por Mí, de esto, no lo dudéis, Mis pequeños.

Seguid pues, Mis pequeños, en una oración profunda y orando, fuertemente, por vuestros hermanos necesitados. PonédMelos en Mi Corazón, para que Yo les resuelva sus necesidades, y lo haré porque vuestro corazón se ha movido en amor por ellos y, así Me lo estáis pidiendo, para que ellos, puedan resolver sus problemas con vuestra oración.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

sábado, 30 de abril de 2016

Abr 01_16 La transfiguración que tendréis será en el Amor.

Abr 01_16 La transfiguración que tendréis será en el Amor.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino.


Temas:

  • Manteneos firmes, Míos pequeños, la prueba fuerte ya está por venir, pedidMe una Fe a prueba de todo y satanás no podrá con vosotros.
  • Entrad en vuestro corazón, y pedidLe a Ella, vuestra Madre, que os prepare, para que podáis decirle a Mi Padre: “hágase” y podáis vosotros tener Bendiciones inmensas, cuando os soltéis totalmente a Nuestra Santísima Trinidad.
  • Las almas, en el Cielo, se deleitan con la Creación, porque ellos ya la pueden ver y vivir, como la creé; vosotros, por el Pecado Original y por el pecado que seguís cometiendo, impedís escuchar, gozar, vivir la Creación.
  • Retomad todo lo que habéis desperdiciado y unidlo, en estos momentos, a Mis Méritos para que no se desperdicien. Recordad que vivís en un eterno presente Conmigo; todo lo que hagáis en todo momento, llega a Mí, porque Soy Eterno, no hay Tiempo para Mí, todo es un presente.
  • El Discernimiento os va a llevar a un juicio profundo y honesto de vuestro ser, de vuestro actuar, de vuestra vida espiritual, ante Mí, sobre todo, y ante vuestros hermanos.


Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Manteneos firmes, Míos pequeños, la prueba fuerte ya está por venir, pedidMe una Fe a prueba de todo y satanás no podrá con vosotros.

Hijitos Míos, la maldad os rodea. Con esto, os quiero hacer recordar que, en los últimos tiempos, esto iba a suceder, pero son pocos los que realmente se dan cuenta de ello. Ciertamente, estáis viendo una problemática mundial; la economía cae, como ya os lo había avisado.

El mal os rodea, camina por vuestras calles y no lo puede detener nadie, tal y como os lo había avisado hace años. Estáis viendo la impunidad y esto es signo de que satanás ha tomado el poder mundial.

Os he venido avisando todo esto, Mis pequeños, para que os fuerais preparando y no en lo económico, no para que atesorarais de los bienes del Mundo, sino para que os fuerais preparando en lo espiritual; para que no os preocuparais, para que ésas preocupaciones no os apartaran del camino espiritual, en el cual debíais ya haber crecido lo suficiente, para poder combatir a satanás en estos tiempos.

Al mal, se le combate con el Bien, pero, satanás, al conocer cómo vive el hombre, preocupándose por las cosas pasajeras, por las cosas del Mundo, desvía vuestra atención de lo espiritual, que sí le afecta, a lo material, que no le afecta. Porque él trabaja en lo material y hace que vosotros estéis enfrascados en la problemática del Mundo, para que os olvidéis de lo espiritual.

En cambio, Yo os he venido preparando, para que vosotros vierais lo espiritual, dentro de todo lo material y mundano que os está rodeando.

Todo lo que estáis viviendo, tiene un trasfondo espiritual, que es la salvación de las almas y de la lucha espiritual que debéis tener contra satanás. Pero si os estáis preocupando nada más por las cosas del Mundo, no tenéis tiempo para prepararos en lo espiritual, y esto, es a través de la oración, de los Sacramentos, de una vida profunda Conmigo, oración de corazón a Corazón.

Ciertamente, como os he dicho, el cambio que se va a dar, no solamente a nivel de vuestro Mundo, sino del Universo, va a ser un cambio fuerte; todo lo que estáis viendo ahora, no será después, será diferente, será purificado. ¿Estaréis preparados para ver el cambio, y sobre todo, manteneros en oración, mientras estéis viendo los cambios benéficos, pero también la lucha de satanás, para tratar de destruiros?

Satanás sabe lo que puede hacer la oración, lo que puede hacer un alma que se deja mover por Mi Voluntad y, por eso, los ataques se dan más fuertes sobre las almas a las que voy preparando. Por vuestra actuación, él sabe a qué grado de espiritualidad vais creciendo y los ataques se hacen peores;os trata de desestabilizar y debéis volver a vuestro corazón, en donde Yo habito. No le deis más importancia de la debida a las cosas del Mundo, la lucha espiritual va a ir creciendo y os debéis ir preparando para ello.

Este Mundo pasará, lo Mío, no pasará, lo Mío se mantiene, porque es eterno, porque es Perfecto, porque es estable.

Los que estáis Conmigo, vivís ésa paz interior a la que os he ido preparando, para que no seáis movidos como el viento mueve a las hojas de un árbol y las tira. Vosotros debéis estar bien enraizados para que cuando vengan vientos fuertes, satanás no debe de tiraros, os debéis mantener de pie, ciertamente, sintiendo su ataque, pero vosotros firmes en Fe, en Mí, vuestro Dios, y esto, solamente os lo dará ésa vida íntima Conmigo, la vida de oración y la vida Sacramental.

Manteneos firmes, Mis pequeños, la prueba fuerte ya está por venir, pedidMe una Fe a prueba de todo y satanás no podrá con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Entrad en vuestro corazón, y pedidLe a Ella, vuestra Madre, que os prepare, para que podáis decirle a Mi Padre: “hágase” y podáis vosotros tener Bendiciones inmensas, cuando os soltéis totalmente a Nuestra Santísima Trinidad.

Hijitos Míos, Mi Evangelización, aquí en la Tierra, se resume en una sola palabra: Amor, como Amor es Mi Padre, vuestro Padre. Todo fue Creado en el Amor.

Mi Padre, vuestro Dios Creador, quiso compartir Su Amor con una Creación que iba a formar en el Amor.

El libre albedrio que se os dio, primeramente a los Ángeles y luego a vuestros Primeros Padres, y que lo tenéis también vosotros, es el que ha echado a perder la Obra en Nuestra Santísima Trinidad, y todo porque falta amor, falta una donación total, como lo tuvo Mi Madre, la Siempre Virgen María.

Mi Madre, vuestra Madre, es el Ejemplo que debéis seguir, ya que, a pesar de que Ella, también, teniendo el libre albedrío, no Nos falló en Nuestra Santísima Trinidad, aceptó en totalidad todo lo que se le pidió. Sabía las consecuencias, sabía del dolor, sabía que Me perdería y sufriría inmensamente al verMe Sufrir y Morir por todos vosotros y, en ningún momento dudó.

Vivir totalmente anonadados en el Amor de Nuestra Santísima Trinidad y, sobre todo, obedientes a Nuestra Voluntad, es el Ejemplo que os da Mi Madre. Vida santísima, Vida de donación, pero, sobre todo, el olvidarse de sí mismos, primero Somos Nosotros y luego es la creatura.

Vosotros ponéis muchos “peros”, cuando el vivir totalmente sueltos a Nuestra Voluntad, lo único que os va a traer, son Bendiciones. Aunque sufráis, aunque veáis que todo se hunde, que todo sale muy diferente a lo que vosotros pensáis, al final, todo sale perfecto, porque, Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, lo vamos guiando. Vosotros teméis por perder vuestra vida, y estáis nada más pensando en vuestra vida física, cuando lo importante sería perder vuestra vida espiritual.

Yo, vuestro Hermano Jesucristo, le di Mi Vida a Mi Padre y Él Me la regresó. Morí por vosotros y Resucité por vosotros y os dije que, aquellos que Me siguieran, harían lo mismo que Yo hice y más; así que, si Mi Padre, en algún momento os pidiera la vida, os la va a restaurar después. ¿Por qué dudáis de Aquél que os dio la vida, de Aquél que os creó, de Aquel que os ha dado todo? Es Mi Padre, es vuestro Padre, es vuestro Creador y es Todo Amor.

Desconfiáis mucho, Mis pequeños, desconfiáis del Amor de Todo un Dios, que os ama Infinitamente. Vosotros, estando en Nuestra Santísima Trinidad, no perdéis nada, ganáis inmensamente.

Ved a Mi Madre, Se donó totalmente a Nuestra Santísima Trinidad, no perdió a Su Hijo, o sea, a Mí, no Me perdió, Me vio Morir, pero, también, Me vio Resucitado. No perdió Su Vida, no murió, y subió a los Cielos.

Vosotros, os repito, no perdéis, estando totalmente sueltos a Mi Voluntad, vais a ganar Bendiciones que ni siquiera imagináis, que ni siquiera podéis medir.

Sed sencillos, como Mi Madre. Quisiera escuchar de cada uno de vosotros, el “fiat”, el hágase Tu Voluntad, como le dijo al Arcángel Gabriel, respetando la Voluntad del Padre, “hágase”. Entrad en vuestro corazón, y pedidLe a Ella, vuestra Madre, que os prepare, para que podáis decirle a Mi Padre: “hágase” y podáis vosotros tener Bendiciones inmensas, cuando os soltéis totalmente a Nuestra Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Las almas, en el Cielo, se deleitan con la Creación, porque ellos ya la pueden ver y vivir, como la creé; vosotros, por el Pecado Original y por el pecado que seguís cometiendo, impedís escuchar, gozar, vivir la Creación.

Hijitos Míos, el Amor transforma todo. Cuando algo es tocado, o alguien es tocado por Mi Amor, es transmutado.

El Amor es lo que os va a transformar en cuerpo y alma, la transfiguración que tendréis, será en el Amor.

No podéis entender lo que Mi Amor va a lograr en todos vosotros, porque ahora estáis envueltos en la maldad de satanás; vosotros mismos, la sociedad, el Mundo, el Universo entero.

Mi Amor, cuando toca algo o a alguien, lo transforma; hace poco os hablaba de lo que vendrá. Todo en el Universo, antes del Pecado Original, tenía música, tenía Luz, tenía una belleza intrínseca, porque a cada cosa que fui creando, le di vida y esa vida, alaba Mi Santo Nombre, Me agradece, vive en Mí, vive para Mí.

Las almas, en el Cielo, se deleitan con la Creación, porque ellos ya la pueden ver y vivir, como la creé; vosotros, por el Pecado Original y por el pecado que seguís cometiendo, impedís escuchar, gozar, vivir la Creación, sigue viva, pero, vosotros no os podéis dar cuenta de ésa vida, porque no están desarrollados vuestros instintos, vuestras capacidades, vuestros sentidos, como estarán después de la purificación y como estaban antes del Pecado Original.

Os hablo mucho del Pecado Original, porque fue un parteaguas entre lo bello que creé, con la afectación de satanás, que echó a perder Mi Obra, pero, ciertamente, es por un tiempo, porque cuando se le haya vencido, todo regresará al Primer Orden, al Orden Santo, Puro, Amoroso y ahí estaréis vosotros, también, para gozar lo que ahora está velado para vuestros ojos, para vuestros sentidos, para vuestras capacidades.

Sabiendo todo esto, debierais llorar la pérdida de lo que tenían vuestros Primeros Padres y que ahora no tenéis vosotros. Ciertamente, fue un Pecado grave y pronto será todo restaurado, después de la purificación. Conoceréis cómo Yo consentía a vuestros Primeros Padres y cómo consiento a las almas en el Cielo. Conoceréis cómo un pecado de desobediencia, de soberbia, pudo terminar, por un tiempo, todas las bellezas que creé para consentiros a todos vosotros. Al saber esto, también, Mis pequeños, debierais estar arrodillados, pidiéndoMe que venga ya, nuevamente, con todo lo que os di en la Creación, porque todo fue creado en el Amor.

¡Os di tanto y regresará!, pero debéis pedírMelo, os está esperando, cambiad vuestra actitud y vuestra forma de ser hacia el Amor, por eso os he pedido que insistáis en ser transfigurados, porque ésa transfiguración, os llevará a empezar a vivir lo que tenían vuestros Primeros Padres y lo que ya están gozando las almas en el Reino de los Cielos.

PedidMe ya ése gozo que os estáis perdiendo, soltaos a Mi Voluntad, dejadMe que os transforme. Regresad a la obediencia total hacia Mí y gozaréis inmensamente. Os daréis cuenta lo que tuvieron vuestros Primeros Padres y lo perdieron, y que eso sea una lección de vida en lo futuro, para que no Me desobedezcáis y sepáis que, cuando os mantenéis Conmigo, todo es gozo, todo es bello, todo es Amor, todo es Vida, todo es Luz, todo es alegría, todo es música en el Universo y en todo lo Creado.

PedidMe ya el cambio, Mis pequeños y poned de vuestra parte, para que se vaya dando ya en vuestras almas.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Retomad todo lo que habéis desperdiciado y unidlo, en estos momentos, a Mis Méritos para que no se desperdicien. Recordad que vivís en un eterno presente Conmigo; todo lo que hagáis en todo momento, llega a Mí, porque Soy Eterno, no hay Tiempo para Mí, todo es un presente.

Hijitos Míos, Yo tomé naturaleza humana para poder convivir entre los hombres, pero para que vosotros os dierais cuenta que Yo también vivía, sufría y gozaba igual que vosotros y, así, supierais que os entiendo mejor.

Vosotros, a ratos, gozáis, a ratos sufrís, lo mismo pasaba Conmigo. Veía, también, vuestras tribulaciones, las cuales, también, Yo tuve. Dolor de Corazón, más fuerte que el vuestro, al ver las injusticias y la maldad que os rodeaba, pero también los ataques de satanás sobre vosotros, que os tenía muy atribulados.

Yo, conviví entre los hombres y sigo estando entre vosotros, vivo en vosotros, pero muy pocos se dan cuenta de esto y, todavía, Me creen un Dios lejano, sentado en un trono, en el Cielo, observando y tomando decisiones desde allá arriba. Por eso, hay tantas almas, o que no se acercan a Mí o ni siquiera Me toman en cuenta o Me blasfeman, porque Me creen el autor de vuestros males.

Yo sigo estando con vosotros, en vosotros, a vuestro alrededor, cuando os dejáis guiar por Mí. Os aconsejo de la mejor forma, porque Yo, también, viví situaciones iguales o semejantes a las vuestras. Os conozco perfectamente, sé de vuestros dolores, de vuestras alegrías, de vuestros dolores externos e internos. No Me tenéis confianza, por eso no os acercáis a Mí, pero, lo más importante de todo esto, Mis pequeños, es que quise padecer todo esto, para vuestro bien, para vuestra salvación. A Mí Mismo Me daba una Fuerza Divina el saber que todo esto, que vosotros padecéis y que Yo también padecí, iba a ser transformado con Mi Donación, una Donación Divina, para que vosotros, en lo futuro, cuando os unierais a Mí, cuando unierais vuestros padecimientos a los Míos y Me los ofrecierais, iban a tener una función transformadora de las almas y salvadora también, tanto, como para vuestra propia alma, como para la de vuestros hermanos.

El dolor, las preocupaciones, vuestros sufrimientos íntimos, tomaban ya otra razón, otra función, ya no era el dolor por el dolor, ya no era el padecer por el padecer, todo lo que Me dierais y vivierais, quedaba ya transformado por Mi Donación y eso os debe llevar a una gran alegría, porque, ya, vuestros dolores, todo lo que vivís y padecéis, junto con vuestras alegrías, todo, ya queda unido a Mi Vida y Mi Vida fue para vuestra salvación y para la restauración del Reino.

Ciertamente, el dolor y los padecimientos, no los vais a poder evitar, mientras viváis en la Tierra, pero ya no los toméis, solamente, como padecimientos que debéis soportar, sino que serán medios de crecimiento espiritual y de salvación para las almas y, por eso, adquieren otra finalidad; y eso, es lo que os debe dar ésa alegría de estar en la Tierra, vida, viviendo como Yo Viví, padeciendo, como Yo padecí, ofreciéndoMe por vosotros para vuestra salvación. Si realmente tenéis la Sabiduría para entender vuestra vida, la podréis comparar a la Mía y, así, os abrazaréis, también, a vuestra Cruz con alegría, porque ciertamente, también moriréis, pero vuestra muerte no va a ser inútil, vuestra muerte ofrecida con la Mía, va a ser una muerte que dará vida a muchas almas.

Recordad que un pequeño dolor, ofrecido y unido a Mis Méritos, puede hacer grandes milagros, no desperdiciéis lo que vuestra Cruz, de cada día, os permite. Aprovechad todos los momentos, aparentemente, insignificantes de vuestra vida, como Yo aprovechaba los Míos, para ofrecérselos a Mi Padre por vuestra salvación.

Os he dicho, Mis pequeños, que desperdiciáis muchas oportunidades de dar Vida, de salvar almas, de crecer hacia la perfección a la que estáis llamados, ¡desperdiciáis tanto!

Retomad todo lo que habéis desperdiciado y unidlo, en estos momentos, a Mis Méritos para que no se desperdicien. Recordad que vivís en un eterno presente Conmigo; todo lo que hagáis en todo momento, llega a Mí, porque Soy Eterno, no hay Tiempo para Mí, todo es un presente.

Estáis, como os he dicho, para ser otros Cristos en estos momentos de la historia, aprovechad todos vuestros momentos de dolor, de alegría, de tristeza, de amor, todo eso lo viví por vosotros, ahora, vividlo por Mí, para vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: El Discernimiento os va a llevar a un juicio profundo y honesto de vuestro ser, de vuestro actuar, de vuestra vida espiritual, ante Mí, sobre todo, y ante vuestros hermanos.

Hijitos Míos, os he insistido mucho en que pidáis el don de Discernimiento. El Discernimiento os va a llevar a un juicio profundo y honesto de vuestro ser, de vuestro actuar, de vuestra vida espiritual, ante Mí, sobre todo, y ante vuestros hermanos. Esto, Mis pequeños, lo debéis pedir para toda la humanidad y para el Universo entero. Un Discernimiento Santo, para que podáis diferenciar entre lo bueno y lo malo, para que os deis cuenta cómo satanás ha afectado Mi Creación y cómo de ser Buena, la llevó hacia el mal.

El Discernimiento profundo, os va a ir llevando, poco a poco, a conocer cómo fue todo en un Principio, cuando todo estaba colmado con Mi Amor.

Vosotros estáis, ahora, cubiertos de maldad, obscurecidos por la sombra de satanás, porque, prácticamente, no hay amor puro, amor santo, entre vosotros.

Vuestra vida no se desarrolla plenamente en el amor. En un mismo día, vosotros tenéis diversidad de actuaciones, con algunos de vuestros hermanos os portaréis de una forma, con otros, de otra; con algunos, trabajaréis con la mentira, con otros, con la verdad; con otros con amor, con otros, con desprecio.

Sois muy volubles, no mantenéis una línea de virtud y de amor, ni siquiera durante todo un día y, si esto lo multiplicáis o lo traducís a toda una vida, podréis notar vuestras imperfecciones claramente, por eso os he pedido que trabajéis en ello, que tratéis de manteneros en virtud y en amor.

Trabajad sobre ello, Mis pequeños. Llevadlo primero, aunque sea por un tiempo pequeño, media hora, una hora al día, vivid en amor, en virtud, en pureza, en santidad, luchando contra vosotros mismos, id aumentando el tiempo, hasta que logréis un día, que os podáis mantener, como Yo vivía sobre la Tierra, inamovible en Quien Soy. Ciertamente, no sois dioses y tenéis muchas debilidades, pero, también, os dije que debíais tomar de Mí y, de Mí debéis tomar todo lo necesario para buscar vuestra perfección, que es a lo que estáis llamados. Y, así, luchando por vuestra perfección, en el momento en que vais a cambiar de actitud ante vuestros hermanos o ante Nosotros Mismos, en Nuestra Santísima Trinidad, tomaos de Mí y tomad de Mí, la o las virtudes necesarias para que os sigáis manteniendo en la línea que prometisteis tomar al principio del día; que debe ser una línea de amor, una vida en virtud, una vida en perfección.

Es necesario que os lo propongáis y que os mantengáis en ésa línea, que es Mi línea y que es el Camino que os llevará directamente al Reino de los Cielos. Esa es la línea que tomaron los que ahora conocéis como santos y de muchos otros, que no conocéis, que ahora están en el Reino de los Cielos, pero que se dedicaron a vivir como Yo viví entre vosotros, buscando vuestra perfección, buscando una línea ascendente hacia la perfección, que os llevará a la santidad y al Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

martes, 26 de abril de 2016

Mzo 18_16 Mi Esencia es Amor, así que, vuestra esencia Soy Yo y Soy Amor.

Mzo 18_16 Mi Esencia es Amor, así que, vuestra esencia Soy Yo y Soy Amor.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Yo he puesto vuestra alma en vuestro cuerpo y vuestra alma, sale de Mí y Soy Todo Amor, ya con esto, vosotros podéis entender que fuisteis creados en el Amor, que debéis regresar a vuestro Origen, que Soy Yo.
  • Si no dais amor, si os escondéis del hermano que necesita de vosotros, eso mismo recibiréis de parte Nuestra. Yo os dije muchas veces, estando aquí en la Tierra: lo que hagáis con vuestro hermano, Me lo hacéis a Mí, vuestro Dios.
  • ¿Qué dejasteis en la Tierra, para que Yo esté contento de vosotros, de vuestra actuación, cuando regreséis a ser Juzgados para el Reino de los Cielos o para el dolor eterno? A esta pregunta le debéis temer, porque es lo que os va a dar el gozo eterno o vuestro dolor eterno.
  • ¡Cuántos errores cometéis a diario y todo, porque no vivís en la perfección que Yo os dejé en los Evangelios!
  • La puerta de la Gracia, la puerta de la perfección es estrecha, dolorosa, porque tenéis que estar luchando continuamente contra vosotros mismos, contra todo aquello que os lleva al pecado y contra todos aquellos, a vuestro alrededor, que os incitan, también, a vivir en el error y en el mal.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Yo he puesto vuestra alma en vuestro cuerpo y vuestra alma, sale de Mí y Soy Todo Amor, ya con esto, vosotros podéis entender que fuisteis creados en el Amor, que debéis regresar a vuestro Origen, que Soy Yo.

Hijitos Míos, vosotros os imagináis que porque Soy vuestro Dios, no necesito de vosotros; ciertamente, como Dios, Soy Perfecto y no necesito de nadie para que Yo esté perfectamente Completo en Mi Ser, pero sois Mis hijos y, así, como un padre o una madre necesitan del amor, del cariño, de las palabritas, de la compañía de sus hijos, Yo, también, Mis pequeños.

Ciertamente, os he creado, os voy guiando, os protejo, voy viendo cómo os desempeñáis en la Tierra, de acuerdo a Mi Voluntad. Os conozco a cada uno por vuestro nombre, por vuestras acciones, pero os necesito también.

Vosotros, necesitáis de Mí, porque Soy vuestro Creador, pero os metéis tanto en las cosas del Mundo, que os olvidáis de Mí, a tal grado, que muchas veces pueden pasar días, semanas, en que no os acordéis de Mí. En cambio Yo, vuestro Padre y Creador, en todo momento estoy con vosotros, buscando lo mejor para vosotros, tratando de entrar en vuestro corazón, tratando de hablaros y que vosotros entendáis Mis Palabras y entendáis, principalmente, lo que Mi Voluntad quiere de vosotros.

Os necesito, Mis pequeños, os necesito, a cada uno de vosotros. Tenéis parte de Mi Amor, porque Mi Esencia es Amor. Yo he puesto vuestra alma en vuestro cuerpo y vuestra alma, sale de Mí y Soy Todo Amor, ya con esto, vosotros podéis entender que fuisteis creados en el Amor, que debéis regresar a vuestro Origen, que Soy Yo, vuestro Dios, el Dios del Amor y que debéis dejar en la Tierra, una estela de Amor para el bien de vuestros hermanos.

Se escucha fácil, pero vuestras distracciones hacen que todo se vuelva difícil y Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, sufro, porque os olvidáis de Mí y de lo que Me debéis ofrecer.

Yo os acompaño en todo momento de vuestra vida y vosotros, ni cuenta os dais. No os imagináis de cuántas ocasiones os he salvado de los ataques de satanás, de cuántos accidentes que pudisteis haber tenido, a veces, naturales y a veces, ataques del mismo satanás, para que, si fuera posible, perdierais la vida en los momentos en los cuales, vuestra alma, no está en sus mejores condiciones de salud espiritual y os podríais perder eternamente.

Como os dije hace un momento, Yo os he visto crecer, ¡Cómo quisiera que entendierais, Mis pequeños!, cuál es vuestra tarea en la Tierra!, que es la de amar y producir amor entre vuestros hermanos, para que podáis regresar contentos al Reino de los Cielos, porque disteis amor, cambiasteis almas hacia el amor y, esto se logra solamente, estando Conmigo.

Espero pues, Mis pequeños, entendáis cuál es vuestro Origen, porque vuestro Origen, Soy Yo, vuestro Dios. Habéis salido de Mí, os he Creado Yo, vuestro Dios y Mi Esencia es Amor, así que, vuestra esencia Soy Yo y Soy Amor y vosotros debéis ser amor; que Me vean a Mí en vosotros y a través de vosotros.

Poned todo de vuestra parte, para que podáis producir el amor que va a ir, ya, en estos tiempos, cambiando a toda la Tierra. Que seáis de ésos instrumentos Míos que van a dejar estela, como dije, que van a dejar Mi Amor, Mi Esencia, Mi Ejemplo entre vuestros hermanos. Sed pues, dóciles, Mis pequeños, para que Yo pueda hacer con vosotros bellezas espirituales.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Si no dais amor, si os escondéis del hermano que necesita de vosotros, eso mismo recibiréis de parte Nuestra. Yo os dije muchas veces, estando aquí en la Tierra: lo que hagáis con vuestro hermano, Me lo hacéis a Mí, vuestro Dios.

Hijitos Míos, Mi Vida sobre la Tierra, se desarrolló en la Caridad, en la ayuda a vuestros hermanos, en comprender su situación y darles salida a sus problemas, tanto físicos como espirituales, pero lo que quiero enfatizar, Mis pequeños, es la vida en la Caridad, que es la vida en el Amor, que Nosotros teneMos en Nuestra Santísima Trinidad.

Yo os mostré, en Mi Persona, en Mis Palabras, lo que es la Vida del Cielo. Yo vine a hacer lo que Mi Padre Me pidió, Yo os mostré Vida de Cielo, que se desarrolla en el Amor, en la donación, en el cuidado por los demás, a tal grado que uno se da por los demás, aún a costa de su propia vida.

Vosotros a eso le teméis inmensamente, os preguntáis, ¿acaso tenemos que morir por el hermano, por el necesitado? No necesariamente es muerte física, es el morir a vuestros intereses mezquinos. Quizá, hacéis más daño y mal ejemplo cuando vosotros no compartís con vuestros hermanos de lo que tenéis, que, ciertamente, no es vuestro. Os he dado mucho para compartir con vuestros hermanos, y no os estoy hablando de lo económico. Lo espiritual es lo que mueve corazones, lo espiritual es lo que mueve a cada uno de vosotros y vosotros, no os preparáis para eso, para daros por vuestros hermanos.

Cuando os he dicho ser otros Cristos, es Caridad, es Amor, es Vida de Cielo, pero sois muy egoístas. Ciertamente, veis las necesidades materiales y espirituales de vuestros hermanos, pero difícilmente os acercáis a ellos, preferís haceros a un lado y no entablar conversación con vuestro hermano necesitado.

Cuánto egoísmo de vuestra parte y eso, entendedlo bien, es muy castigado por Nosotros porque va contrariamente al amor que debéis dar. Entended bien eso, Mis pequeños, si no dais amor, si os escondéis del hermano que necesita de vosotros, eso mismo recibiréis de parte Nuestra. Yo os dije muchas veces, estando aquí en la Tierra: lo que hagáis con vuestro hermano, Me lo hacéis a Mí, vuestro Dios. Cuando no actuáis en Caridad, cuando no actuáis en el bien con vuestros hermanos y, ya sea, que no queráis dar u os escondáis del hermano o lo rechacéis, eso mismo haremos Nosotros con vosotros y será muy doloroso, porque Mi Reino es de Amor y no egoísmos y menos de maldad.

El Cielo, vuestro Hogar, se gana con vuestra donación, se gana con el trabajo espiritual que hagáis hacia vuestros hermanos, pero ese trabajo espiritual, debe ser lo que exista profundamente en todo vuestro ser y, principalmente, en vuestro corazón. Es el amor el que debe ser también vuestra esencia, si os llenáis de Mi Amor, fácilmente lo daréis a vuestros hermanos, pero si vosotros mismos impedís que fluya de vosotros ése Amor que recibisteis gratuitamente y, si no lo dais, tendréis que padecer una purificación larga, en la Tierra y en el Purgatorio para poder entrar al Reino de los Cielos. A Nuestra forma de ver, en Nuestra Santísima Trinidad, es una falta muy grave que cualquiera de vosotros no deis lo que gratuitamente recibís. El Amor debe ser también vuestra esencia.

Tened pues cuidado, Mis pequeños, con la Caridad, dadla, dadla a manos llenas, para que recibáis, también, de Nuestra Santísima Trinidad, a manos llenas, desde ahora y por toda la eternidad, compartid lo que gratuitamente se os dio.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: ¿Qué dejasteis en la Tierra, para que Yo esté contento de vosotros, de vuestra actuación, cuando regreséis a ser Juzgados para el Reino de los Cielos o para el dolor eterno? A esta pregunta le debéis temer, porque es lo que os va a dar el gozo eterno o vuestro dolor eterno.

Hijitos Míos, hace tiempo os dije que el Espíritu Santo ya estaba entre vosotros, os he dicho también, que Yo no impongo, en Nuestra Santísima Trinidad, no imponeMos Nuestro Amor, no imponeMos lo que vosotros debéis vivir, que es Nuestra Voluntad.

Os he dicho que quisiera imponeros Mi Voluntad, porque con eso os perfeccionaríais, vuestra santidad llegaría de inmediato. Todo lo que salga de Nosotros, os da crecimiento, os da vida espiritual, os da perfección; si vosotros estudiarais las Sagradas Escrituras y las pusierais en práctica, necesariamente os llevaría a la santidad.

El obrar en el amor, ayudar a vuestros hermanos en el amor, dar consejos en el amor, todo eso y más os lleva a una vida de perfección. El amor es la perfección, porque Yo Soy el Perfecto, Mi Santísima Trinidad es la Perfección Misma y en Nosotros no puede haber egoísmo, por eso os dejaMos las Sagradas Escrituras, para que a través de ellas, pudierais también vosotros llegar a la perfección. Muchas veces se os hace muy difícil esto que os pido. Creéis que esto es difícil, lo que es difícil es que vosotros os neguéis a vosotros mismos, preferís seguir viviendo en el pecado, en las inmundicias de la Tierra, que hacen que a vuestra alma la desperdiciéis.

Vuestra alma, en algún momento llegará de regreso al Reino de los Cielos y le pediremos cuenta de todas vuestras obras: qué tanto hicisteis por dejar Nuestro Amor sobre la Tierra, ¿qué responderéis vosotros ante estas preguntas de lo que debisteis haber dejado sobre la Tierra?, ¿cómo os comportasteis entre vuestros hermanos?, ¿qué dejasteis de bueno en sus corazones?, aunque no los conocierais, el ejemplo arrastra. Si vosotros sois ejemplo bueno, ejemplo de vida, necesariamente los que os rodean, os conocen.

Esa pregunta, ¿cómo Me la podréis contestar? ¿Qué dejasteis en la Tierra, para que Yo esté contento de vosotros, de vuestra actuación, cuando regreséis a ser juzgados para el Reino de los Cielos o para el dolor eterno? A esta pregunta le debéis temer, porque es lo que os va a dar el gozo eterno o vuestro dolor eterno.

¿Qué hicisteis con vuestro tiempo, con el tiempo que se os concedió para dejar vida de amor para vuestros hermanos?, y quizá, para muchos de ellos, vuestro ejemplo pudo haber sido de salvación y, por no darlo, pudo ser también, de condenación.

Cuidad, pues, de vuestras palabras, de vuestras obras y, especialmente, de vuestros pensamientos, porque lo que tengáis dentro de vosotros, saldrá después, en palabras y obras hacia vuestros hermanos.

Os quiero perfectos, os repito, si habéis errado a lo largo de vuestra vida, arrepentíos de todo corazón, para que Mi Gracia pueda mover a aquellas almas que quedaron afectadas con vuestro mal ejemplo o con lo que les dijisteis y que marcó su vida y, quizá, en el mal. Tened cuidado, mucho cuidado con vuestros actos, estos serán juzgados fuertemente.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: ¡Cuántos errores cometéis a diario y todo, porque no vivís en la perfección que Yo os dejé en los Evangelios!

Hijitos Míos, Yo decía de los escribas y fariseos: “hagan lo que ellos dicen, pero no hagan lo que ellos hacen”. Ciertamente, ellos podían leer lo que los profetas antiguos recibían de Mi Padre, ellos sabían leer, cosa que el pueblo en general no sabía y no podían refutarles nada a ellos.

Ahora sucede lo mismo, también, Mis pequeños, haced lo que vuestros ministros, o sacerdotes, os dicen, porque leen Mi Palabra, la Palabra que se os ha dado para vuestra vida espiritual; pero el hombre se ha alejado de las acciones. Mi Palabra, la Palabra Santa de las Sagradas Escrituras, no hace mella en sus almas. La dicen, la enseñan, pero no la viven y muchos, muchos dentro de la Iglesia y fuera de ella, que sois todos vosotros, ciertamente escucháis las Palabras de las Escrituras que se leen en cada Misa y qué mejor que vosotros ya fuerais asiduos a la lectura de las Sagradas Escrituras, pero en general no es así. Cómo quisiera que las vivierais, Palabras de Vida, Palabras de Amor y ellas os llevarían a un cambio grandísimo de vuestra forma de ser y, sobre todo de actuar.

Mucho amor desperdiciáis, mucha perfección desperdiciáis, presumís que buscáis las mejores cosas de la vida. Compráis supuestamente, lo más delicado, lo más caro, lo mejor hecho y no buscáis lo perfecto, no buscáis el mejor alimento para vuestra alma, que se encuentra en las  Sagradas Escrituras, entonces, no sois congruentes con lo que vosotros decís: que buscáis lo mejor para vosotros y quizá también para los vuestros y acabáis actuando según lo que satanás os da. ¿En dónde quedó pues, el buscar la perfección, si no la estáis viviendo? Esa es la diferencia, no vivís lo que Yo os di, como Dios entre vosotros. ¡Cuántos errores cometéis a diario y todo, porque no vivís en la perfección que Yo os dejé en los Evangelios!

¿Se os hace difícil, acaso, vivir en el Bien? Es más difícil vivir en el mal, porque además de que todo os sale mal, tenéis las represalias de vuestros hermanos, porque actuasteis en el mal contra ellos y, ciertamente, os llaman la atención y os castigan de diferentes formas. Por el contrario, al vivir en el Bien, al hacerlo, tenéis una amistad profunda Conmigo, con vuestro Dios, y de parte de vuestros hermanos, ellos os tratarán como vosotros los tratéis. Es la regla de oro que os dejé, si dais amor, lo recibiréis tarde o temprano, pero si vivís produciendo odio, maldad a vuestro alrededor, tarde o temprano, también se os regresa; sembráis bueno, recolectaréis bueno, sembráis maldad, recolectaréis odio de parte de vuestros hermanos.

Buscáis la perfección, la tenéis en las Sagradas Escrituras, seguidla, para que os ganéis el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: La puerta de la Gracia, la puerta de la perfección es estrecha, dolorosa, porque tenéis que estar luchando continuamente contra vosotros mismos, contra todo aquello que os lleva al pecado y contra todos aquellos, a vuestro alrededor, que os incitan, también, a vivir en el error y en el mal.

Hijitos Míos, Mis pequeños, Mis hermanos, os dije durante Mi Vida sobre la Tierra, que el seguirMe, ciertamente, es difícil, porque es una puerta estrecha, un camino de piedras, de dolor y aquellos que escogen la puerta ancha y no hay dolor, sino buscan la vida fácil, regalada, difícilmente entrarán al Reino de los Cielos.

Pero, ¿por qué es difícil la vida en la Gracia, Mis pequeños?, vivís en la Tierra, donde satanás es el príncipe de este Mundo y va a hacer de vuestra vida un tormento si estáis Conmigo, si vivís para Mí, si vivís para salvar almas, como Yo lo hice.

Yo bajé a la Tierra para salvar a las almas del presente, del pasado, del futuro. Me di por cada uno de vosotros y también fui atacado por satanás.

Vosotros sois Mis discípulos, vosotros también habéis escogido la vida de la salvación vuestra y la de vuestros hermanos. Vinisteis para luchar contra las fuerzas del mal, contra las injusticias, contra toda maldad que sale del corazón del hombre cuando se deja vencer por los pecados a donde os lleva satanás.

La vida de la Gracia es difícil, porque satanás os traerá muchas, muchas tentaciones para vuestra vida, tratará de desviaros, caeréis, os levantaréis, pero es una eterna lucha. Aquellos que prefirieron la puerta ancha, parecerá que no caen con los ataques de satanás, parecerá que llevan una vida regalada y fácil, parecerá que todo lo tienen y son felices en la Tierra con sus amistades, pero Yo conozco su interior y su corazón no está Conmigo, está con satanás.

Satanás no tiene por qué atacar a los que están con él, ya está seguro que sus almas le pertenecen, los consentirá aquí, para afianzar la maldad que tienen en su corazón y para que no regresen a Mí.

Ciertamente, Yo exijo mucho para las almas que quieren estar Conmigo, Mi Padre os dio los Mandamientos y ya con esto, la gran mayoría no los aceptan, los rechazan, porque limitan sus actos. Luego vengo Yo y os doy toda una vida que os va a llevar a la santidad, pero para ello, vosotros mismos os tenéis que limitar en vuestras acciones, debéis detener a vuestra humanidad, vuestro cuerpo, vuestra carne, que tiende al pecado y debéis luchar contra ello y eso también os molesta y, muchos de vosotros, preferís darle gusto a vuestro cuerpo, darle las libertades que os pide y, de esta forma, si estabais buscando vuestra perfección, la perdéis, perdéis el estado de Gracia, perdéis, quizá, vuestra entrada al Reino de los Cielos y no nacerá en vosotros el arrepentimiento para que podáis entrar después de que hayáis dejado ésa vida regalada, fácil, pecaminosa.

La puerta de la Gracia, la puerta de la perfección es estrecha, dolorosa, porque tenéis que estar luchando continuamente contra vosotros mismos, contra todo aquello que os lleva al pecado y contra todos aquellos, a vuestro alrededor, que os incitan, también, a vivir en el error y en el mal.

Sufrís porque os atacan a vuestro alrededor, aunque, ciertamente, os voy protegiendo y os voy uniendo, para que tengáis el apoyo de almas que también buscan su perfección y, así es como voy reuniendo al rebaño, Mis pequeños, al rebaño que ha buscado el paso por la puerta angosta, aquellos que luchan por su perfección, aquellos que Me aman, aquellos que tienen el corazón en la mano para darlo a sus hermanos, como lo hice Yo, Mis pequeños.

Voy reuniendo el rebaño alrededor del Mundo, almas que tienen ése ideal de vivir eternamente en el Reino de los Cielos. Estoy con vosotros, Mis pequeños, caminé Yo también sobre la Tierra y os conozco, conozco a las almas que quieren estar Conmigo, almas sufrientes, porque son atacadas por satanás y por sus mismos hermanos porque las ven diferentes, porque no son como ellos, que ya están sucios por los pecados del Mundo. Manteneos así, Mis pequeños, con ése ideal, Yo os protegeré y Yo os tomaré de la mano para llevaros a una eternidad de Bendiciones, del Amor del Cielo, de los regalos que solamente podréis tener en el Reino de los Cielos. No claudiquéis, Yo estoy con vosotros, Yo vencí a satanás, Yo vencí a la Muerte y vosotros estáis Conmigo.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com