Abr 01_16 La transfiguración que tendréis será en el Amor. |
Rosario vespertino.
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Manteneos firmes, Míos pequeños, la prueba fuerte ya está por venir, pedidMe una Fe a prueba de todo y satanás no podrá con vosotros.
Hijitos Míos, la maldad os rodea. Con esto, os quiero hacer recordar que, en los últimos tiempos, esto iba a suceder, pero son pocos los que realmente se dan cuenta de ello. Ciertamente, estáis viendo una problemática mundial; la economía cae, como ya os lo había avisado.
El mal os rodea, camina por vuestras calles y no lo puede detener nadie, tal y como os lo había avisado hace años. Estáis viendo la impunidad y esto es signo de que satanás ha tomado el poder mundial.
Os he venido avisando todo esto, Mis pequeños, para que os fuerais preparando y no en lo económico, no para que atesorarais de los bienes del Mundo, sino para que os fuerais preparando en lo espiritual; para que no os preocuparais, para que ésas preocupaciones no os apartaran del camino espiritual, en el cual debíais ya haber crecido lo suficiente, para poder combatir a satanás en estos tiempos.
Al mal, se le combate con el Bien, pero, satanás, al conocer cómo vive el hombre, preocupándose por las cosas pasajeras, por las cosas del Mundo, desvía vuestra atención de lo espiritual, que sí le afecta, a lo material, que no le afecta. Porque él trabaja en lo material y hace que vosotros estéis enfrascados en la problemática del Mundo, para que os olvidéis de lo espiritual.
En cambio, Yo os he venido preparando, para que vosotros vierais lo espiritual, dentro de todo lo material y mundano que os está rodeando.
Todo lo que estáis viviendo, tiene un trasfondo espiritual, que es la salvación de las almas y de la lucha espiritual que debéis tener contra satanás. Pero si os estáis preocupando nada más por las cosas del Mundo, no tenéis tiempo para prepararos en lo espiritual, y esto, es a través de la oración, de los Sacramentos, de una vida profunda Conmigo, oración de corazón a Corazón.
Ciertamente, como os he dicho, el cambio que se va a dar, no solamente a nivel de vuestro Mundo, sino del Universo, va a ser un cambio fuerte; todo lo que estáis viendo ahora, no será después, será diferente, será purificado. ¿Estaréis preparados para ver el cambio, y sobre todo, manteneros en oración, mientras estéis viendo los cambios benéficos, pero también la lucha de satanás, para tratar de destruiros?
Satanás sabe lo que puede hacer la oración, lo que puede hacer un alma que se deja mover por Mi Voluntad y, por eso, los ataques se dan más fuertes sobre las almas a las que voy preparando. Por vuestra actuación, él sabe a qué grado de espiritualidad vais creciendo y los ataques se hacen peores;os trata de desestabilizar y debéis volver a vuestro corazón, en donde Yo habito. No le deis más importancia de la debida a las cosas del Mundo, la lucha espiritual va a ir creciendo y os debéis ir preparando para ello.
Este Mundo pasará, lo Mío, no pasará, lo Mío se mantiene, porque es eterno, porque es Perfecto, porque es estable.
Los que estáis Conmigo, vivís ésa paz interior a la que os he ido preparando, para que no seáis movidos como el viento mueve a las hojas de un árbol y las tira. Vosotros debéis estar bien enraizados para que cuando vengan vientos fuertes, satanás no debe de tiraros, os debéis mantener de pie, ciertamente, sintiendo su ataque, pero vosotros firmes en Fe, en Mí, vuestro Dios, y esto, solamente os lo dará ésa vida íntima Conmigo, la vida de oración y la vida Sacramental.
Manteneos firmes, Mis pequeños, la prueba fuerte ya está por venir, pedidMe una Fe a prueba de todo y satanás no podrá con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Entrad en vuestro corazón, y pedidLe a Ella, vuestra Madre, que os prepare, para que podáis decirle a Mi Padre: “hágase” y podáis vosotros tener Bendiciones inmensas, cuando os soltéis totalmente a Nuestra Santísima Trinidad.
Hijitos Míos, Mi Evangelización, aquí en la Tierra, se resume en una sola palabra: Amor, como Amor es Mi Padre, vuestro Padre. Todo fue Creado en el Amor.
Mi Padre, vuestro Dios Creador, quiso compartir Su Amor con una Creación que iba a formar en el Amor.
El libre albedrio que se os dio, primeramente a los Ángeles y luego a vuestros Primeros Padres, y que lo tenéis también vosotros, es el que ha echado a perder la Obra en Nuestra Santísima Trinidad, y todo porque falta amor, falta una donación total, como lo tuvo Mi Madre, la Siempre Virgen María.
Mi Madre, vuestra Madre, es el Ejemplo que debéis seguir, ya que, a pesar de que Ella, también, teniendo el libre albedrío, no Nos falló en Nuestra Santísima Trinidad, aceptó en totalidad todo lo que se le pidió. Sabía las consecuencias, sabía del dolor, sabía que Me perdería y sufriría inmensamente al verMe Sufrir y Morir por todos vosotros y, en ningún momento dudó.
Vivir totalmente anonadados en el Amor de Nuestra Santísima Trinidad y, sobre todo, obedientes a Nuestra Voluntad, es el Ejemplo que os da Mi Madre. Vida santísima, Vida de donación, pero, sobre todo, el olvidarse de sí mismos, primero Somos Nosotros y luego es la creatura.
Vosotros ponéis muchos “peros”, cuando el vivir totalmente sueltos a Nuestra Voluntad, lo único que os va a traer, son Bendiciones. Aunque sufráis, aunque veáis que todo se hunde, que todo sale muy diferente a lo que vosotros pensáis, al final, todo sale perfecto, porque, Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, lo vamos guiando. Vosotros teméis por perder vuestra vida, y estáis nada más pensando en vuestra vida física, cuando lo importante sería perder vuestra vida espiritual.
Yo, vuestro Hermano Jesucristo, le di Mi Vida a Mi Padre y Él Me la regresó. Morí por vosotros y Resucité por vosotros y os dije que, aquellos que Me siguieran, harían lo mismo que Yo hice y más; así que, si Mi Padre, en algún momento os pidiera la vida, os la va a restaurar después. ¿Por qué dudáis de Aquél que os dio la vida, de Aquél que os creó, de Aquel que os ha dado todo? Es Mi Padre, es vuestro Padre, es vuestro Creador y es Todo Amor.
Desconfiáis mucho, Mis pequeños, desconfiáis del Amor de Todo un Dios, que os ama Infinitamente. Vosotros, estando en Nuestra Santísima Trinidad, no perdéis nada, ganáis inmensamente.
Ved a Mi Madre, Se donó totalmente a Nuestra Santísima Trinidad, no perdió a Su Hijo, o sea, a Mí, no Me perdió, Me vio Morir, pero, también, Me vio Resucitado. No perdió Su Vida, no murió, y subió a los Cielos.
Vosotros, os repito, no perdéis, estando totalmente sueltos a Mi Voluntad, vais a ganar Bendiciones que ni siquiera imagináis, que ni siquiera podéis medir.
Sed sencillos, como Mi Madre. Quisiera escuchar de cada uno de vosotros, el “fiat”, el hágase Tu Voluntad, como le dijo al Arcángel Gabriel, respetando la Voluntad del Padre, “hágase”. Entrad en vuestro corazón, y pedidLe a Ella, vuestra Madre, que os prepare, para que podáis decirle a Mi Padre: “hágase” y podáis vosotros tener Bendiciones inmensas, cuando os soltéis totalmente a Nuestra Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Las almas, en el Cielo, se deleitan con la Creación, porque ellos ya la pueden ver y vivir, como la creé; vosotros, por el Pecado Original y por el pecado que seguís cometiendo, impedís escuchar, gozar, vivir la Creación.
Hijitos Míos, el Amor transforma todo. Cuando algo es tocado, o alguien es tocado por Mi Amor, es transmutado.
El Amor es lo que os va a transformar en cuerpo y alma, la transfiguración que tendréis, será en el Amor.
No podéis entender lo que Mi Amor va a lograr en todos vosotros, porque ahora estáis envueltos en la maldad de satanás; vosotros mismos, la sociedad, el Mundo, el Universo entero.
Mi Amor, cuando toca algo o a alguien, lo transforma; hace poco os hablaba de lo que vendrá. Todo en el Universo, antes del Pecado Original, tenía música, tenía Luz, tenía una belleza intrínseca, porque a cada cosa que fui creando, le di vida y esa vida, alaba Mi Santo Nombre, Me agradece, vive en Mí, vive para Mí.
Las almas, en el Cielo, se deleitan con la Creación, porque ellos ya la pueden ver y vivir, como la creé; vosotros, por el Pecado Original y por el pecado que seguís cometiendo, impedís escuchar, gozar, vivir la Creación, sigue viva, pero, vosotros no os podéis dar cuenta de ésa vida, porque no están desarrollados vuestros instintos, vuestras capacidades, vuestros sentidos, como estarán después de la purificación y como estaban antes del Pecado Original.
Os hablo mucho del Pecado Original, porque fue un parteaguas entre lo bello que creé, con la afectación de satanás, que echó a perder Mi Obra, pero, ciertamente, es por un tiempo, porque cuando se le haya vencido, todo regresará al Primer Orden, al Orden Santo, Puro, Amoroso y ahí estaréis vosotros, también, para gozar lo que ahora está velado para vuestros ojos, para vuestros sentidos, para vuestras capacidades.
Sabiendo todo esto, debierais llorar la pérdida de lo que tenían vuestros Primeros Padres y que ahora no tenéis vosotros. Ciertamente, fue un Pecado grave y pronto será todo restaurado, después de la purificación. Conoceréis cómo Yo consentía a vuestros Primeros Padres y cómo consiento a las almas en el Cielo. Conoceréis cómo un pecado de desobediencia, de soberbia, pudo terminar, por un tiempo, todas las bellezas que creé para consentiros a todos vosotros. Al saber esto, también, Mis pequeños, debierais estar arrodillados, pidiéndoMe que venga ya, nuevamente, con todo lo que os di en la Creación, porque todo fue creado en el Amor.
¡Os di tanto y regresará!, pero debéis pedírMelo, os está esperando, cambiad vuestra actitud y vuestra forma de ser hacia el Amor, por eso os he pedido que insistáis en ser transfigurados, porque ésa transfiguración, os llevará a empezar a vivir lo que tenían vuestros Primeros Padres y lo que ya están gozando las almas en el Reino de los Cielos.
PedidMe ya ése gozo que os estáis perdiendo, soltaos a Mi Voluntad, dejadMe que os transforme. Regresad a la obediencia total hacia Mí y gozaréis inmensamente. Os daréis cuenta lo que tuvieron vuestros Primeros Padres y lo perdieron, y que eso sea una lección de vida en lo futuro, para que no Me desobedezcáis y sepáis que, cuando os mantenéis Conmigo, todo es gozo, todo es bello, todo es Amor, todo es Vida, todo es Luz, todo es alegría, todo es música en el Universo y en todo lo Creado.
PedidMe ya el cambio, Mis pequeños y poned de vuestra parte, para que se vaya dando ya en vuestras almas.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Retomad todo lo que habéis desperdiciado y unidlo, en estos momentos, a Mis Méritos para que no se desperdicien. Recordad que vivís en un eterno presente Conmigo; todo lo que hagáis en todo momento, llega a Mí, porque Soy Eterno, no hay Tiempo para Mí, todo es un presente.
Hijitos Míos, Yo tomé naturaleza humana para poder convivir entre los hombres, pero para que vosotros os dierais cuenta que Yo también vivía, sufría y gozaba igual que vosotros y, así, supierais que os entiendo mejor.
Vosotros, a ratos, gozáis, a ratos sufrís, lo mismo pasaba Conmigo. Veía, también, vuestras tribulaciones, las cuales, también, Yo tuve. Dolor de Corazón, más fuerte que el vuestro, al ver las injusticias y la maldad que os rodeaba, pero también los ataques de satanás sobre vosotros, que os tenía muy atribulados.
Yo, conviví entre los hombres y sigo estando entre vosotros, vivo en vosotros, pero muy pocos se dan cuenta de esto y, todavía, Me creen un Dios lejano, sentado en un trono, en el Cielo, observando y tomando decisiones desde allá arriba. Por eso, hay tantas almas, o que no se acercan a Mí o ni siquiera Me toman en cuenta o Me blasfeman, porque Me creen el autor de vuestros males.
Yo sigo estando con vosotros, en vosotros, a vuestro alrededor, cuando os dejáis guiar por Mí. Os aconsejo de la mejor forma, porque Yo, también, viví situaciones iguales o semejantes a las vuestras. Os conozco perfectamente, sé de vuestros dolores, de vuestras alegrías, de vuestros dolores externos e internos. No Me tenéis confianza, por eso no os acercáis a Mí, pero, lo más importante de todo esto, Mis pequeños, es que quise padecer todo esto, para vuestro bien, para vuestra salvación. A Mí Mismo Me daba una Fuerza Divina el saber que todo esto, que vosotros padecéis y que Yo también padecí, iba a ser transformado con Mi Donación, una Donación Divina, para que vosotros, en lo futuro, cuando os unierais a Mí, cuando unierais vuestros padecimientos a los Míos y Me los ofrecierais, iban a tener una función transformadora de las almas y salvadora también, tanto, como para vuestra propia alma, como para la de vuestros hermanos.
El dolor, las preocupaciones, vuestros sufrimientos íntimos, tomaban ya otra razón, otra función, ya no era el dolor por el dolor, ya no era el padecer por el padecer, todo lo que Me dierais y vivierais, quedaba ya transformado por Mi Donación y eso os debe llevar a una gran alegría, porque, ya, vuestros dolores, todo lo que vivís y padecéis, junto con vuestras alegrías, todo, ya queda unido a Mi Vida y Mi Vida fue para vuestra salvación y para la restauración del Reino.
Ciertamente, el dolor y los padecimientos, no los vais a poder evitar, mientras viváis en la Tierra, pero ya no los toméis, solamente, como padecimientos que debéis soportar, sino que serán medios de crecimiento espiritual y de salvación para las almas y, por eso, adquieren otra finalidad; y eso, es lo que os debe dar ésa alegría de estar en la Tierra, vida, viviendo como Yo Viví, padeciendo, como Yo padecí, ofreciéndoMe por vosotros para vuestra salvación. Si realmente tenéis la Sabiduría para entender vuestra vida, la podréis comparar a la Mía y, así, os abrazaréis, también, a vuestra Cruz con alegría, porque ciertamente, también moriréis, pero vuestra muerte no va a ser inútil, vuestra muerte ofrecida con la Mía, va a ser una muerte que dará vida a muchas almas.
Recordad que un pequeño dolor, ofrecido y unido a Mis Méritos, puede hacer grandes milagros, no desperdiciéis lo que vuestra Cruz, de cada día, os permite. Aprovechad todos los momentos, aparentemente, insignificantes de vuestra vida, como Yo aprovechaba los Míos, para ofrecérselos a Mi Padre por vuestra salvación.
Os he dicho, Mis pequeños, que desperdiciáis muchas oportunidades de dar Vida, de salvar almas, de crecer hacia la perfección a la que estáis llamados, ¡desperdiciáis tanto!
Retomad todo lo que habéis desperdiciado y unidlo, en estos momentos, a Mis Méritos para que no se desperdicien. Recordad que vivís en un eterno presente Conmigo; todo lo que hagáis en todo momento, llega a Mí, porque Soy Eterno, no hay Tiempo para Mí, todo es un presente.
Estáis, como os he dicho, para ser otros Cristos en estos momentos de la historia, aprovechad todos vuestros momentos de dolor, de alegría, de tristeza, de amor, todo eso lo viví por vosotros, ahora, vividlo por Mí, para vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: El Discernimiento os va a llevar a un juicio profundo y honesto de vuestro ser, de vuestro actuar, de vuestra vida espiritual, ante Mí, sobre todo, y ante vuestros hermanos.
Hijitos Míos, os he insistido mucho en que pidáis el don de Discernimiento. El Discernimiento os va a llevar a un juicio profundo y honesto de vuestro ser, de vuestro actuar, de vuestra vida espiritual, ante Mí, sobre todo, y ante vuestros hermanos. Esto, Mis pequeños, lo debéis pedir para toda la humanidad y para el Universo entero. Un Discernimiento Santo, para que podáis diferenciar entre lo bueno y lo malo, para que os deis cuenta cómo satanás ha afectado Mi Creación y cómo de ser Buena, la llevó hacia el mal.
El Discernimiento profundo, os va a ir llevando, poco a poco, a conocer cómo fue todo en un Principio, cuando todo estaba colmado con Mi Amor.
Vosotros estáis, ahora, cubiertos de maldad, obscurecidos por la sombra de satanás, porque, prácticamente, no hay amor puro, amor santo, entre vosotros.
Vuestra vida no se desarrolla plenamente en el amor. En un mismo día, vosotros tenéis diversidad de actuaciones, con algunos de vuestros hermanos os portaréis de una forma, con otros, de otra; con algunos, trabajaréis con la mentira, con otros, con la verdad; con otros con amor, con otros, con desprecio.
Sois muy volubles, no mantenéis una línea de virtud y de amor, ni siquiera durante todo un día y, si esto lo multiplicáis o lo traducís a toda una vida, podréis notar vuestras imperfecciones claramente, por eso os he pedido que trabajéis en ello, que tratéis de manteneros en virtud y en amor.
Trabajad sobre ello, Mis pequeños. Llevadlo primero, aunque sea por un tiempo pequeño, media hora, una hora al día, vivid en amor, en virtud, en pureza, en santidad, luchando contra vosotros mismos, id aumentando el tiempo, hasta que logréis un día, que os podáis mantener, como Yo vivía sobre la Tierra, inamovible en Quien Soy. Ciertamente, no sois dioses y tenéis muchas debilidades, pero, también, os dije que debíais tomar de Mí y, de Mí debéis tomar todo lo necesario para buscar vuestra perfección, que es a lo que estáis llamados. Y, así, luchando por vuestra perfección, en el momento en que vais a cambiar de actitud ante vuestros hermanos o ante Nosotros Mismos, en Nuestra Santísima Trinidad, tomaos de Mí y tomad de Mí, la o las virtudes necesarias para que os sigáis manteniendo en la línea que prometisteis tomar al principio del día; que debe ser una línea de amor, una vida en virtud, una vida en perfección.
Es necesario que os lo propongáis y que os mantengáis en ésa línea, que es Mi línea y que es el Camino que os llevará directamente al Reino de los Cielos. Esa es la línea que tomaron los que ahora conocéis como santos y de muchos otros, que no conocéis, que ahora están en el Reino de los Cielos, pero que se dedicaron a vivir como Yo viví entre vosotros, buscando vuestra perfección, buscando una línea ascendente hacia la perfección, que os llevará a la santidad y al Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.
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