Las Escrituras se están cumpliendo. Yo les estoy dando las Señales del Fin de los Tiempos y sin embargo, muchos de los Míos se niegan a reconocer estas Señales"¿Cómo es que ustedes no pueden reconocer los Tiempos?
Mensaje de Jesús a Vássula Rydén
PROFECÍA DE SAN VICENTE FERRER (1350 - 1419).
Pronunció un célebre discurso en la Ciudad de los
condes, la antigua Capital del Principado. Era el año de 1401,
13 de septiembre y versaba sobre "El fin de los tiempos":
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"Vendrá un tiempo -dice- que
ninguno lo habrá visto semejante hasta entonces... llorará la Iglesia, las
viudas se lamentarán, hiriendo sus pechos, y no encontrarán consuelo. Ahora
está lejos, pero vendrá sin falta, y muy cercano de aquel tiempo en que
"dos empezarán a llamarse Reyes", pero sus días no se alargarán
mucho. Llorad, viejos y ancianos; suplicad y llorad, si algunos sois testigos
de aquel "estruendo tan grande que ni fue, ni será, ni se espera ver
otro mayor, sino el que se experimentará en el día del juicio"
Pero la tristeza se convertirá en gozo. El Rey de Reyes y el Señor" de los Señores todo lo purificará y regenerará, La Francia con su orgullo será del todo abatida: En la Casa Santa, en las vuestras y en las de toda España, prevendréis y dispondréis la justicia; los días no distarán; están ya a las puertas, Veréis"una señal" y no la conoceréis; pero advertid que en aquel tiempo las mujeres vestirán como los hombres, y se portarán según sus gustos y licenciosamente; y los hombres vestirán igualmente como mujeres. Ved ahí una señal "pequeña" de un castigo "grande". Advirtió el gran orador que la señal pasará desapercibida para los tranquilos moradores de la tierra. |
SAN PABLO EN LA CARTA A SU AMIGO ENTRAÑABLE
TIMOTEO, 2Tim. 3, 1-7; DIJO: SOBRE EL CARÁCTER DE LOS HOMBRES EN LOS
POSTREROS DÍAS (PARA NUESTRO TIEMPO)
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1 - Has de saber que EN POSTREROS DÍAS sobrevendrán tiempos difíciles.
2 - Porque LOS HOMBRES SERÁN:
amadores de sí mismos y del dinero, jactanciosos, soberbios, maldicientes,
desobedientes a sus padres, ingratos, impíos,
3 - inhumanos, desleales,
calumniadores, incontinentes, despiadados, enemigos de todo lo bueno,
(POLITIQUEROS mafiosos, inquisidores, asesinos, criminales, ladrones,
terroristas, etc,)
4 - traidores, temerarios,
prepotentes, amadores de los placeres más que de Dios.
5 - TENDRÁN CIERTAMENTE APARIENCIA
DE PIEDAD, mas negarán a Dios, que es su fuerza. A estos apártalos de ti.
6 - Porque ellos son los que se
infiltran en las casas y se ganan mujerzuelas cargadas de pecados, juguetes
de las más diversas pasiones,
7 - Y SIEMPRE ESTARÁN APRENDIENDO Y
NUNCA SERÁN CAPACES DE LLEGAR AL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD.
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Signos del tiempo final - Batallas
por la fe - Caos
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No sería útil a la humanidad saber exactamente cuándo se producirá el cambio espiritual, porque saberlo con exactitud mermaría su libre albedrío, pues el hombre se vería obligado a cambiar su manera de vivir cuando ese tiempo estuviera cercano. Pero no es la Voluntad de Dios que la gente sepa de antemano el día y la hora que Él disponga para el juicio; deben saber sólo que el fin está cerca y reconocerlo en los signos de la época. Sin embargo, cuando gente llena de fe pida iluminación a Dios, Él les dará respuestas que sean beneficiosas para la salvación de sus Almas. El tiempo final precede al último juicio. En este corto tiempo habrá un breve periodo marcado por una lucha extraordinariamente fuerte a causa de la fe. Tan pronto como esta lucha se haga de manera abierta y no se actúe ya en secreto contra todo movimiento espiritual, cuando se promulguen leyes prohibiendo a los hombres todo esfuerzo espiritual, cuando ninguno de los mandamientos divinos sea respetado, cuando empiece la persecución contra todos los fieles y ellos ya no puedan apelar a la justicia, el tiempo final entrará en su última fase, y el juicio final podrá ser esperado cada día y cada hora. Antes que se encienda esta batalla por la fe, la humanidad se encontrará en el caos espiritual y terrenal. Por doquier será manifiesta una regresión causada por gente dominada por Satán. Él se manifestará mediante la destrucción y la desolación terrenal, en reglamentaciones sin amor y en un modo de vida blasfemo; en revuelta y furia contra la fuerza gobernante y en tiranía brutal y restricción de la libertad, y en la violación del derecho y de la justicia. Esto ocurrirá después de un descomunal terremoto causado por la Voluntad de Dios para acabar una gigantesca batalla entre naciones que no podrá ser terminada por voluntad humana. Este terremoto significará para la humanidad un profundo cambio de la manera de vivir a la que estaba acostumbrada la gente, una época de tremendas privaciones y de condiciones de vida difíciles. Al principio, esta época parecerá realmente apropiada para la difusión de la Palabra divina, pero no promoverá el poder mundial de la Iglesia, porque la humanidad luchará intensamente por mejorar sus condiciones de vida terrenales, y estos esfuerzos serán opuestos al impulso espiritual, a la fe en un Poder que pide a la humanidad que asuma sus responsabilidades, y a los mandamientos divinos que postulan el Amor. Por lo tanto, todo lo que estorbe la restauración del antiguo estilo de vida será combatido; razón por la que la batalla de la fe se dará muy cerca de la intervención de Dios, la cual conducirá los sucesos mundiales por otros caminos. Los incidentes se seguirán en rápida sucesión, acelerados por la degradación espiritual de la humanidad, muy obvia y reconocible por las acciones sin amor de la gente y por el modo de pensar que testimoniará su más profunda corrupción y preparará acciones que pueden ser llamadas satánicas. Cuando esto suceda, vosotros los hombres también os daréis cuenta que han llegado los tiempos en los que puede esperarse la intervención de Dios; en los mismos acontecimientos del mundo verán las señales de ellos. Cuando vean lo que la humanidad es capaz de hacer, reconocerán que se ha alejado totalmente de Dios, y ello pondrá claramente de manifiesto que la raza humana no podrá esperar un nuevo despertar espiritual. Aquellos hombres que sean leales a Dios se acercarán aún más a Él; ellos serán en verdad «Su Iglesia», que se mantendrá con miseria y sufrimiento; pero su número será pequeño. El mundo, sin embargo, niega a Dios y es hostil a todo lo que es de Dios y combate todo lo que es por Dios. Y esta miseria espiritual es un presagio del fin. Así que estad atentos a los signos de los tiempos, observad la conducta de la humanidad, su apostasía de Dios y su inclinación al mundo. Si la gente está notoriamente bajo la influencia de Satán; si son adictos a él y hacen todo lo contrario a los mandamientos divinos; si ya nada es sagrado, ni la vida de sus semejantes, ni sus propiedades; si la mentira triunfa y la Verdad es atacada, entonces sepan que el fin esta cerca. Así serán capaces de dar testimonio de los sucesos que fueron profetizados, porque todo ello sucederá durante la vida de un hombre, quien de algún modo apresurará la desintegración, quien ama el principio destructivo, quien no es constructivo sino activo en la destrucción. Y con el fin de ese hombre llegará también el fin del mundo, es decir, el fin de esta Tierra en su forma presente, y el fin de los seres humanos que actualmente la habitan, quienes estarán separados de aquellos que pertenecen a Dios. Ahora sabéis que sólo queda un tiempo corto, que no habrá más largos aplazamientos, que el fin es inminente. Y debéis estar preparados, vivir como si cada día fuera el último, porque no sabéis cuando seréis llamados al Reino del Más Allá ni si viviréis todavía para ver el fin de la Tierra. Si sois necesarios como combatientes por Dios durante el conflicto previo al fin, Dios guiará vuestro pensamiento y seréis capaces de reconocer cuando ha llegado el tiempo de la intervención de Dios a través de los poderes desatados de las fuerzas de la naturaleza, el tiempo de la batalla por la fe y el tiempo del Juicio Final. Dios desea que alertéis la atención de la humanidad; por consiguiente, Él iluminará también vuestro espíritu y guiará vuestro pensamiento para que podáis reconocer lo recto y proclamarlo y transmitirlo a vuestros semejantes ahora que lo habéis reconocido. Amén. |
El Fin de los Tiempos lo citan las
Sagradas Escrituras en el Apocalipsis, en algunas cartas de San Pablo, de San
Pedro; en Mateo 24,
así como en el antiguo Testamento, se
citan los Últimos Tiempos y sus signos.
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Vendrán acompañados de signos
claros y precisos:
a).- Se proclamará el Evangelio en todo el mundo. -Mt. 24,14. b).- Dejadez espiritual; práctica despreocupada de los vicios humanos; vendrá una gran confusión general. -2.Tim. 3,1 c).- Llegará la Gran Apostasía dentro de la Iglesia de Dios, aparecerán falsos profetas, y seguirán a maestros que proclamarán enseñanzas y prácticas erradas, confundiendo a muchos, y llevándoles a la perdición. -1.Tim. 4,1.
EN LA SAGRADA BIBLIA
Errores nunca vistos oficialmente;
herejías; apostasía generalizada; guerras fratricidas, catástrofes
naturales, huracanes, terremotos; persecución a la Iglesia, desacralización
del templo de Dios. -Mt. 24,16-35; -Dn 8, 13-18.
"Ten presente que en los últimos días sobrevendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos, desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien, traidores, temerarios, infatuados, más amantes de los placeres que de Dios, que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán su eficacia." -2.Tim. 3,1-4. "El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, entregándose a espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas." -1.Tim. 4,1. Prácticas satánicas, fanfarronerías, difamaciones; división dentro de la misma Iglesia, abusos, seglarización del clero, abandono espiritual de los fieles... ¿No estamos observando estos signos cada vez con más frecuencia? Los Evangelios lo dicen claramente:
«Porque habrá entonces una gran
tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente
ni volverá a haberla. Y si aquellos días no se abreviasen, no se
salvaría nadie.» -Mt. 24, 21
También en muchos "mensajes celestiales", de los más variados lugares y culturas, Jesucristo y su Santa Madre nos anuncia la inminencia de los Últimos Tiempos: Kerizinen, Unbe, Garabandal, El Escorial; al Padre Gobbi, al P. Ottavio Michelini; Medjugorje. La Salette, Fátima, Lourdes, Knock, Amsterdam, Heede, Beauraing, Potmain, Lavang, Finca de Betania, etc. En las apariciones recientemente aprobados por la Iglesia, Akita, Kibeho, las llamadas son siempre más urgentes y apremiantes. 1.- ANUNCIA LOS ÚLTIMOS TIEMPOS. 2.- UN AVISO DE DIOS A LA HUMANIDAD. 3.- SEGUIDO DE UN GRAN MILAGRO. 4.- ANUNCIA TRES DÍAS DE TINIEBLAS. 5.- Y UN CASTIGO DE DIOS A LA HUMANIDAD. 6.- Y LA SEGUNDA VENIDA DE N. S. JESUCRISTO. LA GRAN TRIBULACIÓN «Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin. Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, anunciada por el profeta Daniel, erigida en el Lugar Santo -el que lea, que entienda-, entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes. ... Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni volverá a haberla. Y si aquellos días no se abreviasen, no se salvaría nadie;... Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas... aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. El enviará a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.» -San Mateo, 24,1-31. VIENEN A AYUDARNOS
Como en La Salette, Fátima,
Akita, Kibeho, Amsterdam, Jesús y María vienen a personas
humildes y sencillas:
A.- Los mensajes dicen todos lo mismo; con palabras casi idénticas. B.- Por su condición social y poca cultura, los videntes, no tienen, ni pudieran tener la erudición y desenvoltura demostrada en los mensajes. C.- Ni mucho menos la "sabiduría del mundo", y las posibilidades económicas necesarias para perpetrar semejante manejo. D.- Hay muchos mensajes ya aprobados por la Iglesia, que dicen esencialmente lo mismo, que las otras apariciones. La Santísima Virgen y Nuestro Señor piden oración, penitencia y sacrificio; cumplimiento de los deberes cristianos, el rezo del santo rosario, ir decentemente vestidos a misa, tomar la sagrada comunión en la boca y de rodillas, nunca en la mano, amar y ayudar a nuestros hermanos... etc. Ellos vienen a muchos lugares para prepararnos y ayudarnos. Nos advierten, nos asisten amorosamente, para superar esta gran tribulación: «Vengo para preveniros de todo lo que va a ocurrir, como una buena madre. ... No me duele el dolor , me duele que mis hijos vayan al abismo. Eso es lo que me duele: mis hijos.» - 17.8.1988.
«¡He aquí que vengo pronto! Bienaventurado el que guarda
las palabras de la profecía de este libro.» -Apocalipsis 22,6.
Sin duda alguna estamos en el
umbral cósmico de los grandes cambios espirituales, astronómicos y
geofísicos, (lo uno como consecuencia de lo otro), comparable a
lo anunciado en el libro del Apocalipsis.
Esto, aun los no creyentes lo pueden percibir en los acontecimientos diarios transmitidos por la la prensa, la radio y la televisión. Pero los que creen y esperan, no dudan, tienen ya la certeza de que así es, pues fué anunciado por Jesucristo y por su Santísima Madre en muchos lugares de aparición. Y a pesar de que algunos atacan estas manifestaciones y revelaciones con muchas citas bíblicasmanipulando la verdad, no son contrarios a lo revelado en la Sagrada escritura. Todo lo contrario: Los mensajes de las varias apariciones verdaderas existentes en todo el mundo, clarifican y complementan lo revelado en los libros sagrados, (Mt. 24.; Mc. 13; Lc. 21): los signos de los tiempos: «El Señor, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que están para suceder ... ¡He aquí que vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.» -Apocalipsis 22,6. Pero en la gran confusión reinante en nuestros días se niega todo..., hasta lo más visible y palpable. Esta "confusión" también fué anunciada:
"Ten presente que en los últimos
días sobrevendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, avaros,
fanfarrones, soberbios, difamadores, rebeldes a los padres, ingratos,
irreligiosos, desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados,
enemigos del bien, traidores, temerarios, infatuados, más amantes de los
placeres que de Dios, que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán
su eficacia." -2.Tim. 3,1-4.
"El Espíritu dice claramente que
en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, entregándose a
espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas." -1.Tim. 4,1.
Unos dicen que no, que no nos
preocupemos, "que no nos dejemos atemorizar, pues no va a pasar
nada"; "que ya en tiempos de San Pablo esperaban la Segunda
Venida de Jesucristo a la tierra, y no pasó nada".
Interpretan mal las Escrituras,
tomando solamente lo que les interesa y rechazando lo que no se adapta a su
pensar mundano.
Desprecian el contexto general de la Sagrada Biblia, y todo lo que no concuerda con sus ideas preconcebidas; negándose a admitir la posible existencia de apariciones, y no aceptan sus mensajes de advertencias a la humanidad; y esto, a pesar de que en la Biblia misma lo vemos claramente reflejado. -Mt. 24.; Mc. 13; Lc. 21.
"1 Por lo que hace a la Venida de
Nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con Él, os rogamos
hermanos, 2 que no os turbéis de ligero, perdiendo el buen sentido,
y no os alarméis, ni por espíritu, ni por discurso, ni por
epístola, como si fuera nuestra, como si el día del Señor estuviera
inminente. 3 Que nadie en modo alguno os engañe, porque antes ha de
venir la apostasía, y ha de manifestarse el hombre de la iniquidad, el
hijo de la perdición, 4 que se opone y se alza contra todo lo que
se dice de Dios o es adorado, hasta sentarse en el templo de Dios y
proclamarse dios a sí mismo". ... 6 Y ahora sabéis qué es lo que le
contiene, hasta que llegue el tiempo de manifestarse. 7 Porque el
misterio de iniquidad está ya en acción; solo falta que el que le retiene sea
apartado del medio. 8 Entonces se manifestará el inicuo, a quien el
Señor Jesús matará con el aliento de su boca, destruyéndole con la
manifestación de Su Venida." -2Tes 2.
Vemos que lo que dice San Pablo es que antes de la Segunda Venida de Jesús, vendrá la Gran Apostasía, y se manifestará el anticristo.
En el Apocalipsis de San Juan, en las cartas de San Pablo, de San Pedro y de San
Juan; así como en los evangelios, y en algunos libros del Antiguo
Testamento, se citan los Últimos Tiempos, y sus signos.
Esto no lo podemos negar. Pero en la gran confusión reinante en nuestros días se niega todo, hasta lo más visible y palpable: la realidad estremecedora del mundo, los SIGNOS DE LOS TIEMPOS. "... 9 Cuando oyereis hablar de guerras y revueltas no os aterréis, porque es preciso que sucedan estas cosas primero. 10 ... se levantará nación contra nación y reino contra reino; 11 habrá grandes terremotos, y en diversos lugares hambres, pestes, espantos y grandes señales del Cielo. ... 20 Cuando viereis a Jerusalén cercada por los ejércitos, entended que se aproxima su desolación. ... 25 Habrá señales en el sol, en la luna, y en las estrellas, y sobre la tierra perturbación de las naciones, aterradas por los bramidos del mar, y la agitación de las olas, 26 exhalando los hombres sus almas por el terror, y el ansia de lo que viene sobre la tierra, pues los poderes celestes se conmoverán. 27 Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y majestad. 28 Cuando estas cosas empiecen a suceder, levantad vuestras cabezas, alegraos, porque se acerca vuestra redención." -San Lucas 21,9-28. En algunos lugares del planeta, estas señales ya llegaron. Nos las traen los periódicos y la televisióny nos recuerdan inevitablemente lo que ya fué anunciado. Meter la cabeza en la arena, y decir: "no se preocupen, que no va a pasar nada", no es muy inteligente, ni muy viable. Cerrar los ojos no va a servir de nada, no lo va a poder evitar. Lo que tenga que venir llegará irremisiblemente. Lo hubiéramos podido parar con nuestras oraciones y nuestra conversión. Con sinceridad. Vivimos en medio de una tremenda confusión, y el enemigo acecha por doquier. Por este motivobueno es remitirnos a las advertencias de Nuestra Santa Madre y de Nuestro Señor, en muchos lugares de aparición, donde nos dan a conocer "los signos de los tiempos". |