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martes, 19 de marzo de 2013

Mensaje de María a Agustín del Divino Corazón, sábado 24 de Abril del 2010





LA FALSA IGLESIA SERA ANIQUILADA PORQUE EL IMPERIO DEL ANTICRISTO SERA RELATIVAMENTE CORTO (MENSAJE DE LA VIRGEN MARIA A AGUSTIN DEL DIVINO CORAZON. COLOMBIA)

SÁBADO 24 DE ABRIL DE 2010


Revelaciones dadas a Agustín del Divino Corazón (Colombia) 
Mensajero de los Sagrados Corazones Unidos y Traspasados de Jesús y María


El tiempo se os acaba

María Santísima dice:

Abril 23/08 (7:15 p.m.)


Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos míos, haced caso a mis advertencias porque el tiempo se os está acabando y lo peor es que no os dais cuenta porque creéis que el final de los tiempos está demasiado lejano y pensáis que cuando llegue el momento ya no estaréis en la tierra, por eso vivís vuestro compromiso Bautismal medianamente, ya que vuestros pensamientos divagan de un lado para otro como veleta en alta mar.
Aún no habéis tomado conciencia de todo lo que os he venido previniendo porque os cuesta creer, se os hace difícil pensar que me valga de la incapacidad del instrumento para alertaros en todas las cosas que están por acontecer. Aún, no habéis entendido que Dios utiliza lo pequeño, lo que no cuenta, para mostraros que es Él.
Quitad de vuestros ojos las escamas que no os dejan ver, destapad vuestros oídos para que escuchéis mi voz, abrid vuestro corazón a mi presencia, abajad vuestro orgullo y creed, doblegad vuestra inteligencia y pensad como niños sin racionalizar los Misterios Divinos.
Oídme pequeñitos míos, dejarían de ser misterios el día en que todo sea revelado a vuestros ojos, hay muchas cosas en el cielo que en la tierra jamás las comprenderéis porque vuestra carne os aprisiona, os oprime ante tanta grandeza, ante tanta majestuosidad.
Tan sólo os pido que os dejéis conducir por Mí, porque os quiero equiparar para el combate, os quiero llevar de mi mano, os quiero amparar como una Madre abriga con ternura a su niño para que se duerma; os quiero refugiar en mi Inmaculado Corazón para que no os perdáis, para que no seáis sorprendidos a cualquier hora del día por la bestia y se lleve consigo a uno de mis hijos que no quiso acercarse a Dios porque siempre mantuvo corazón de acero, corazón que rebotaba a lo espiritual por su dureza, por su aparente fuerza.
Os quiero prevenir para evitaros sufrimientos, sufrimientos terribles que os acompañarían por una eternidad sin fin.
Os quiero alimentar de mi leche maternal para que estéis sanos, os quiero proteger de días aciagos.
Os quiero rescatar para la Nueva Jerusalén.
Sed dóciles a mis manifestaciones en medio de vosotros, porque es por la Misericordia Divina que os hablo, que os alerto, que os amonesto para que no caigáis en la trampa de satanás, porque él os quiere seducir presentándose a vosotros sutilmente disfrazado con piel de cordero para engañaros.
Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el hijo de perdición, el adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios. ¿No os acordáis que ya dije esto cuando estuve entre vosotros? Vosotros sabéis qué es lo que ahora le retiene, para que se manifieste en su momento oportuno. Porque el misterio de la impiedad ya está actuando. Tan sólo con que sea quitado de en medio del que ahora le retiene, entonces se manifestará el impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca, y aniquilará con la Manifestación de su Venida.
La venida del impío estará señalada por el influjo de satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que los hubiera salvado. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad” (2 Tesalonicenses 2,3-12).
Hará los mismos milagros que me Hijo Jesús hizo en la tierra, se proclamará como el mesías, como el enviado.
Si alguno os dice: Mirad, el Cristo está aquí o allí, no lo creáis. Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. Mirad que os lo he predicho.
Así que si se os dice: Mirad, está en el desierto, no salgáis; mirad, está en lo interior de las casas, no lo creáis. Porque como el relámpago sale por oriente y brilla hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre. Donde está el cadáver, allí se juntarán los buitres” (Mateo 24, 23-28).
Hijitos el día en que esté en medio de vosotros rehuidle a su mirada porque os eclipsará, tapad vuestros oídos a su voz, no sea que os seduzca y os haga siervos de satanás.
Impedid a toda costa, aún, con vuestra propia vida que seáis marcados con el sello de la bestia, porque días vendrán en que teniendo dinero no podréis comprar nada porque no estáis marcados.
No os preocupéis porque entre mis mismos elegidos intercambiaréis alimentos y cosas para que a través del trueque supláis vuestras necesidades. No os moriréis de hambre porque el cielo os alimentará con un maná especial como en los tiempos del antiguo testamento.
Estad atentos hijitos míos y discernid las Sagradas Escrituras porque “hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre.
¡Aquí se requiere sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la bestia; pues se trata de la cifra de un hombre. Su cifra es 666”(Apocalipsis 13,16-18).
Sed fieles a mi Hijo Jesús, sufrid dulcemente por Él que os recompensará, no os apartéis de la Verdadera Iglesia aunque aparentemente esté destruida, en ruinas. La falsa iglesia será aniquilada porque el imperio del anticristo será relativamente corto. “Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco; el que lo monta se llama Fiel y Veraz; y juzga y combate con justicia. Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce; viste un manto empapado en sangre y su nombre es: Palabra de Dios. Los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco y puro, le seguían sobre caballos blancos. De su boca sale una espada afilada para herir con ella los paganos; él los regirá con cetro de hierro; él pisa el lagar del vino de la furiosa cólera de Dios Todopoderoso.
Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de Señores. Luego vi un Ángel de pie sobre el sol que gritaba con fuerte voz a todas las aves que volaban por lo alto del cielo: Venid, reuníos para el gran banquete de Dios, para que comáis carne de reyes, carne de tribunos y carne de valientes, carne de caballos y de sus jinetes, y carne de toda clase de gente, libres y esclavos, pequeños y grandes.
Vi entonces a la bestia y a los reyes de la tierra con sus ejércitos, reunidos para entablar combate contra el que iba montado en el caballo y contra su ejército. Pero la bestia fue capturada, y con ella el falso profeta el que había realizado al servicio de la bestia las señales con que seducía a los que habían aceptado la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen (los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre). Los demás fueron exterminados por la espada que sale de la boca del que monta el caballo, y todas las aves se hartaron de sus carnes” (Apocalipsis 19,11-21).
Pequeñitos de mi corazón conservad la sana doctrina, que vuestra fe no tambaleé ante los vientos huracanados que están por venir. “En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros.
Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre, y esta es la promesa que él mismo os hizo: la vida eterna.
Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros y no necesitáis que nadie os enseñe.
Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas -y es verdadera y no mentirosa- según os enseñó, permaneced en él.
Para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.
Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él” (1 Juan 2,24-29).
Conservad la calma confiando en el Triunfo de mi Inmaculado Corazón y en el Reinado del Sagrado Corazón. No tengáis miedo que con mi talón aplastaré la cabeza de la serpiente.
Os amo y os bendigo. …+ + +

http://www.ejercitovictoriosodeloscorazonestriunfantes.com.co/

martes, 5 de marzo de 2013

Coronilla a San Miguel Arcángel, de protección y liberación, para estos tiempos.





Dr. Rafael Arango con Agustín del Divino Corazón.



CORONILLA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
De protección y liberación

Rezar diariamente y en estado de gracia

(Cuenta grande 1 vez) 

Ave María Purísima, sin pecado concebida, hija de San Joaquín y Santa Ana
Es María Santísima

(Cuentas chicas 10)

Quien como Dios?
Nadie como Dios

(al terminar la decena 1 vez)

Huid poderes Malignos
Venció Cristo el Señor

(3 veces)

Corazones Triunfantes de Jesús y de María
Reinad en mi vida y en mi corazón, Amén




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domingo, 3 de marzo de 2013

EJERCITO VICTORIOSO DE LOS SAGRADOS CORAZONES - Agustín del Divino Corazón - Coloquio 1

Coloquios con el Amor Divino
Coloquio 1
Julio 07/2012
1:27 p.m.

Alma: Señor bendice a este tu pueblo, Señor deja una huella imborrable en cada corazón.

Jesús: Ya he dejado una huella de amor, un toquecito de amor en cada corazón abierto y dispuesto en recibir mis gracias.
Ya he dejado una huella imborrable en cada alma generosa que ha escuchado mi llamado, mi voz; voz que ha calado en lo profundo de cada corazón y les ha llevado a suspirar de amor.

Alma: Señor que seas tú el timón de nuestras vidas, que seas tú Señor el capitán que dirija este navío por medio de la alta mar, que no nos de miedo atravesar por en medio de vientos fuertes encontrados o mareas altas.

Jesús: Soy el piloto de vuestras vidas, quiero tomar vuestros corazoncitos para Yo mismo direccionaros.
Quiero ser la brújula que os muestre el oriente y el occidente, el norte y el sur.
Quiero daros la seguridad y la certeza de que estando a mi lado nada os sucederá; podréis atravesar por en medio de los ríos y no os ahogaréis, podréis atravesar por en medio de fuertes torbellinos y no seréis arrastrados, y mucho menos arrancados de mi regazo paterno.
Quiero ser vuestra única ilusión, la máxima y la constante en vuestras vidas.
Quiero que penséis en Mí desde el mismo instante que abráis vuestros ojos en cada amanecer.
Quiero que sintáis el arropo de mi Madre en cada anochecer.

Alma: Señor danos la gracia de una conversión de corazón, danos la gracia Señor de pensar solamente en dar gloria y honra a tu santo nombre, danos la gracia Señor de sentirte siempre a nuestro lado aún en nuestros momentos de soledad.

Jesús: Sed como niños, comportaos como niños. Siempre permaneceré a vuestro lado, como un buen Padre vela por el bienestar de sus hijos. Aún en la soledad me haré sentir, aún en la tristeza verteré en vuestros corazones gotitas de mi amor, sorbitos de mi amor para que sonriáis y sintáis paz en medio del sufrimiento.
El día en que descubráis verdaderamente mi presencia en vuestras vidas, y sintáis que os he salido a vuestro camino y si sois dóciles, si lloráis vuestros pecados y reparáis por vuestras culpas, os concederé la gracia de una conversión de corazón, conversión perfecta y transformante, de tal modo que terminéis viendo con mis ojos, escuchando con mi oídos, tocando con mis manos, caminando con mis pies y sintiendo con mi corazón.

Alma: Señor despierta en cada uno de nosotros amor por la Eucaristía, ansias de soledad, deseos de escucharte desde tu Sagrario.

Jesús: Desde este mismo instante derramo rayitos de luz que brotan de mi Corazón Eucarístico, rayitos de luz que os herirán de amor y a partir de este instante sentiréis el anhelo de encontraros Conmigo en la soledad de mi nuevo Getsemaní. En mi excelso trono os haré sentir mi amor, sanaré vuestras heridas con el óleo bendito de mis sagradas llagas.

Desde este mismo instante renuevo vuestra manera de pensar y de actuar. Ya no podréis vivir si no me sentís a vuestro lado, ya no pasaréis de largo por una capilla o por un templo. Saetaré vuestros corazones con mis rayos de luz y os atraeré como imán se adhiere al metal, y por un instante, por unos minutos o quizás por unos segundos, os bastará encontraros Conmigo en esta pequeña porción del cielo en la tierra y os daré la fuerza que necesitáis para continuar con vuestra jornada, jornada del día en la que me rindáis gloria y alabanza por ser vuestro eterno Dios presente en la Sagrada Eucaristía.

Alma: Señor enséñanos a llevar la cruz, a cargar con la cruz de cada día, sin reproches, sin lamentos Señor, enséñanos señor a aceptar la cruz de la enfermedad.

Jesús: Amados míos entended que sin cruz no entráis al cielo. Acaso cuando fui aprehendido como un criminal, cuando mis huesos fueron dislocados y bruscamente extendido mi cuerpo santísimo en la cruz me lamenté, o lancé improperios contra todo un pueblo que me atacaba. Supe en todo obrar de acuerdo a la divina voluntad de mi Padre, antes bien, añoraba y deseaba el momento de abrazar la cruz, cruz que sería madero de victoria porque a través de mi muerte en cruz redimiría al género humano de todo pecado, a través de mi muerte en cruz pagaría vuestra deuda contraída por el pecado.

No penséis que ya no os amo cuando os sintáis enfermos, cuando decida probaros a través del sufrimiento, es que necesitáis pasar por el fuego de la tribulación, necesitáis ser refinados como oro y como plata.

Recordad que un corazón manchado, un corazón teñido de oscuridad o salpicado del lastre del mundo no podrá entrar al reino de los cielos. La cruz os pule, os talla, os da perfección. La cruz os asemeja al Mártir del Gólgota, al Mártir del Calvario.

Alma: Señor y qué decir aquellas veces cuando nos sentimos en momentos de desierto, en momentos de aridez, aquellas veces cuando no nos provoca orar, Señor, o la oración se hace demasiado rutinaria. ¿Qué hay que hacer?

Jesús: Amados míos, aún en el desierto sentiréis una fuente de agua viva, fuente de agua viva que os refrescará, fuente de agua viva que remojará la tierra estéril de vuestro corazón. Muchas almas, en momentos de desierto, en momentos cuando ya no sienten mi presencia, mis dádivas divinas, se alejan de Mí, caen de nuevo en los peñascos del mundo y muchas de estas pobres almas han sucumbido, han fracasado, han olvidado los pactos de amor que un día me juraron en el Sagrario.

En vuestros momentos de aridez espiritual acudid a la fuente de mi Sagrario. Si no os fluyen palabras, vuestra mera presencia es oración; si no os sale de vuestro interior palabras, me vasta con escuchar un “te amo” de vuestros labios, me vasta con escuchar “aquí estoy Señor, aún en mi aridez, aún en mi momento de desierto, pero tengo la fe, mis ojos y mi corazón puesto sen Ti”.

En vuestros momentos de aridez espiritual repetid jaculatorias, San Francisco de Asís entraba en éxtasis y en oración profunda con sólo repetir y decir “mi Dios y mi todo, mi Dios y mi todo, mi Dios y mi todo”.

En vuestros momentos de aridez espiritual pedidle también a vuestro santo ángel de la guarda, él como vuestro guardián y protector, os acercará a Mí, quebrantará vuestros espíritus y os sumergirá en alabanza contemplativa.

Alma: Señor, sabemos de que tú nos amas con amor de Padre, con amor de amigo, con amor de hermano; y ¿qué hemos de hacer cuando algunas veces ponemos nuestra confianza más en la creaturas, en los hombres, y vienen los desengaños, las heridas, las desilusiones?

Jesús: Amados míos, soy el Dios verdadero que ha bajado del cielo y se ha quedado hasta la consumación de los siglos en la Hostia consagrada.
Entended que el ser humano es frágil por naturaleza, el amor humano muchas veces coacciona, manipula, reprime, es egoísta; mientras que mi amor es ilimitado, incondicional.
Me doy sin reservas a todas aquellas almas que me buscan y de hecho me dejo encontrar.
Gran error poner vuestra confianza en los hombres. Si tenéis plena convicción que estoy en el Sagrario, venid a Mí, que aún en la simpleza de la Hostia consagrada me dejaré ver con vuestros ojos del alma. Aquí en el Sagrario seré vuestro confidente, vuestro amigo, amigo dispuesto en escucharos y en daros la ayuda que necesitáis en ese momento, quizás crucial de vuestras vidas. No pongáis vuestras ilusiones, vuestras esperanzas y confianzas en las creaturas. Soy el Dios que os ha engendrado en el vientre de vuestras madres, os he creado a mi imagen y semejanza; soy el Dios que todo lo puede y obra según sea vuestra fe, no os defraudaré, os consolaré, os levantaré, os animaré a continuar la marcha.
Siempre el amigo fiel os esperará en su Tabernáculo de amor.
Siempre Jesús, el humilde hijo del carpintero, os espera en su ebanistería divina para tallaros, puliros y daros perfección de alma y de espíritu.

Alma: Señor y qué hemos de hacer en aquellos momentos de desesperación, en aquellos momentos en que aún creyendo de que tu nos ayudas y nos auxilias, entra la congoja, entra el desánimo Señor.

Jesús: No permitáis que la turbación entre en vuestro corazón. La turbación os la pone el enemigo del alma para sembrar caos, para llevaros a la ruina espiritual.
Sosegad vuestro corazón agitado en mi presencia eucarística y sentid mi presencia eucarística, mis palabras como brisa suave que entrapan vuestra alma y os llevan a la paz, al regocijo.
Entended que todo problema tiene solución, no hay dificultad en la que no os pueda ayudar. Sólo necesitáis la fe de la hemorroísa, ella con su enfermedad tenía la convicción plena que con tan sólo tocar la orla de mi manto quedaría sana y vosotros qué fe tenéis en Mí, ¿acaso os encerráis en vuestros problemas, os ahogáis en vuestras dificultades?, ¿acaso llegáis a Mí en el último momento de vuestras vidas a contármelo todo? Cuando todo lo conozco, cuando todo lo sé.
La turbación de espíritu es gangrena mortal que os pudre interiormente y os hace añicos. Conservad la paz, excesiva confianza en Mí que todo lo puedo y obro prodigios grandes si sois dóciles, si sois obedientes y abiertos en recibir mis gracias.

Alma: Señor y cuando hemos pecado tanto, cuando nos hemos apartado tantos años de tus leyes, cuando hemos violado tus mandamientos Señor, cuando tantos años de nuestras vidas fueron desgastados y tantas veces abusamos de tu misericordia divina Señor, cuando no valoramos el sacramento de la confesión, nos confesábamos y al instante pecábamos. ¿Qué piensas de ello? ¿Qué quieres enseñarnos Jesús?

Jesús: Recordad que soy el buen pastor, que va tras la oveja perdida y una vez la encuentra la lleva sobre sus hombros y le sana sus heridas. ¿Cuál fue mi actitud con el hijo pródigo? Aquel hombre tentado por el mundo, aquel hombre saturado de pecado, ¿acaso le recriminé cuando se presento ante Mí pidiéndome perdón? De inmediato le puse ropajes nuevos, ceñí nuevas sandalias, puse en su dedo una argolla, eso mismo hago y haré con todos vosotros el día en que lleguéis a Mí pidiéndome perdón.

¿Qué hice con la mujer pecadora cuando fue vista, atrapada de manera infragante, mientras todo un pueblo le juzgaba? Yo escribía en la tierra, qué dije: quien esté libre de pecado que le arroje la primera piedra. A ella en ese instante le liberé de sus ataduras, de sus vicios y esclavitudes. Mi mirada de amor le purificó y le perfumó la hediondez que llevaba dentro, no la censuré, tan sólo le invité a ser buena, a cambiar de vida.

El amor es ternura, es terapia para el alma y el corazón herido, enfermo. Soy un Dios de misericordia y siempre os estaré esperando en mi tribunal abierto las 24 horas del día, tribunal en el que siempre entraréis siendo culpables y saldréis libres, exentos de toda culpa. Recordad que donde sobreabundó el pecado, sobre abunda la gracia. Reparad por vuestros pecados, tened un corazón contrito y humillado, y recibiréis gracias. Mi perdón ya os lo he dado, ¿acaso os parece poco mi muerte e inmolación en la cruz?

Alma: Señor, gracias por todo lo que tú nos enseñas, gracias Señor porque la paz entra en lo profundo de nuestro corazón y cala en la profundidad de nuestra alma ¿Cómo debemos de comportarnos? ¿Qué es lo que más te agrada a ti Señor? ¿Cuál es la mejor de las reparaciones que quieres que hagamos?

Jesús: Comportaos de acuerdo a mi Evangelio; os he dejado unas normas, unas leyes, mi Palabra divina no puede pasar desapercibida en vuestras vidas. Leed y meditad las Sagradas Escrituras, allí aprenderéis a ser santos.
La mejor de las reparaciones que podéis hacer y desagraviar los ultrajes a mi Sacratísimo Corazón es convirtiéndoos del todo a Mí, dejad la vida de pecado, el pecado es ruptura a mi filiación divina, el pecado deforma vuestra alma, ensombrece mi luz; el pecado os hace títeres de satanás.
La mejor de las reparaciones: una conversión de corazón, conversión perfecta y transformante.
Aprende a rechazar el pecado, buscad a toda costa la santidad, comportaos como ángeles en la tierra.

Alma: Señor, María, la mujer del fiat; María la elegida del Padre Eterno para ser tu madre, la Madre del salvador.

Jesús: Amadla en extremo, amándola a Ella me amáis a Mí, dejaos tomar de sus virginales manos porque es el camino seguro de encuentro Conmigo. Ella es la puerta del cielo siempre abierta. Su Corazón Inmaculado exalta de gozo cuando os escucha rezar el Santo Rosario, Santo Rosario que os hará fuertes en la tentación, Santo Rosario que formará una coraza de protección en vuestra vida espiritual y satanás no podrá con vosotros.
Cuando estaba en la cruz, pronunciando mis últimas palabras, llamé a mi amado discípulo Juan y le dije: Hijo ahí esta tu madre, y a mi Madre,Madre ahí está tu hijo. Desde aquel instante Ella os acogió a todos vosotros como sus hijos amados. Desde aquel instante Ella extendió su manto maternal sobre todos los hombres de cualquier época, de cualquier cultura. Y Ella siempre os estará esperando para abrazaros con la llama de su amor santo, Ella os estará esperando para interceder por vosotros en vuestras necesidades, dificultades.

Alma: Señor, tanto nos hablan del pecado, de las consecuencias nefastas del pecado Señor y caemos, te herimos, te lastimamos.

Jesús: Hijo amado, el pecado me lleva a un nuevo Getsemaní. El pecado flagela de manera inmisericorde mi cuerpo santísimo. El pecado agranda las llagas de mis manos y de mis pies. El pecado traspasa mi Corazón agonizante de lado a lado. El pecado deforma el alma de todos mis hijos. El pecado ha llevado a la condenación eterna a un sin número de almas. El pecado se roba mis gracias.

Permaneced en estado de gracia. Buscad al sacerdote, os perdonaré, os liberaré de vuestro yugo y esclavitud a través de su bendición.

Buscadme a Mí, cuantas veces caigáis os levantaré y os daré ánimos, fuerzas para que derrotéis las fuerzas tenebrosas del mal con el sacrificio, la mortificación, la penitencia. No juguéis con lo más sagrado de vuestras vidas, la salvación de vuestras almas; no os acomodéis jamás a los criterios del mundo. Pecado seguirá siendo pecado frente a mi presencia, el pecado trae consecuencias nefastas en vuestra vida espiritual, os separa de Mí, os pone una valla entre tú y Yo.

Lo oscuro no se mezcla con lo claro, vuestro corazón debe permanecer radiante como una estrella, nítido y transparente como el agua. No puede haber mitad oscuridad y mitad luz.

Haced un propósito en este día, alcanzar la santidad a toda costa. Imitad el heroísmo y la valentía de los santos, ellos supieron y aprendieron a vencerse a sí mismo, ellos domaron, colocaron freno al potro o caballo brioso que llevaban dentro; ellos se asemejaron al santo de los santos.

Alma: Señor y qué decir de aquellas personas que dudan de ti en la Eucaristía, o de aquellas personas que se atreven a recibir tu cuerpo y tu sangre en pecado mortal, personas que han recibido un mal consejo Señor y vemos que en este mundo actual lo sagrado va perdiendo valor e importancia.

Jesús: Un jueves santo, instituí el mandamiento del amor. Un jueves santo instituí el sacerdocio. Un jueves santo, decidí quedarme hasta el fin de los fines, hasta la consumación de los siglos presente en la sagrada Hostia. Pensé en vosotros, no quise dejaros solos y mucho menos huérfanos. Pero los intelectuales, los empíricos, aquellos que solo creen en aquello que puede ser controlado y verificado a través de los sentidos, siembran dudas en las almas sencillas y buenas.

Mi inventiva de amor parece ser que no ha sido lo suficiente para demostrarle a la humanidad entera mi gran amor, mi derroche de misericordia y ternura para con todos vosotros.

Vosotros que sí tenéis fe en Mí, reparad en el Sagrario por aquellos que creen que la hostia consagrada es un embuste, un engaño; tarde o temprano se darán cuenta del error, del gran error.

Vosotros que os acercáis a Mí con espíritu de fe, amadme por aquellos que no me aman, adoradme por aquellos que no me adoran, glorificadme por aquellos que no me glorifican. Y eso bastará para que el manto de mi misericordia se extienda, aún, sobre las almas más pecadoras, sobre las almas más embadurnadas de pecado.

Y qué decir de aquellos pobres hijos míos que sin las debidas licencias o disposición para recibirme en mi augusto sacramento se atreven a comulgar las especies del pan y del vino en pecado mortal. Pobres almas, están bebiendo y comiendo su propia condenación y destrucción. Pobres almas, hacen de sus corazones guillotinas de martirio para mi cuerpo adorable.

Vuestro corazón, amados míos, purificadlo en el sacramento de los ríos de la gracia, perfumadlo primero con el nardo de la santidad y de la virtud y una vez estéis aptos para recibirme no tengáis miedo, los latidos de mi Corazón Eucarístico se confundirán sin cesar con los vuestros.

Alma: Señor y aquellas personas que fueron llamadas para una vida sacerdotal, religiosa desde el vientre de sus madres y no te respondieron, o por cobardía lo dejaron todo.

Jesús: Hijo amado, a cada uno le encomiendo una misión, una tarea específica qué cumplir. Los hombres aún no han valorado ni han comprendido la grandeza y la dignidad del sacerdocio, algunos no han comprendido el gran amor y el derroche de misericordia que tengo con las almas consagradas. Almas que han dejado, aún, sus propias familias, veredas, pueblos o han tenido que salir de sus propios países para llevar la Buena Nueva a toda creatura.

Los hombres no han comprendido la grandeza de la vocación religiosa. Las almas que siendo llamadas a la vida sacerdotal o religiosa y se han dejado cautivar por el mundo, siempre llevarán un vacío en su corazón. Por momento, la nostalgia y el recuerdo, pero como soy un Dios compasivo, misericordioso, mi ternura y mi amor siempre, siempre les acompañará.

Si alguno de vosotros, sentís un llamado a dejarlo todo por el Todo, vale la pena que os aventuréis a caminar tras la huellas del Maestro de sandalias desgastadas. Vale la pena que no escatiméis en generosidad, os pagaré el ciento por uno.

Alma: Señor gracias por lo que tú nos enseñas, has invadido nuestro corazón de tu paz. Nos miras con amor, con ternura.
Señor, gracias porque tú sanas, gracias porque tú restauras, tú liberas. Gracias porque algo nuevo sentimos que obras en nuestras vidas. Aleluya Señor.






jueves, 14 de junio de 2012

Llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, del 29 mayo al 14 junio/ 2012



Junio 14/2012
7:36 a.m.


Hijos amados, os espero en el Sagrario, escuela de amor divino en la que os haréis santos, escuela de amor divino en la que recibiréis sabios consejos que os llevarán a andar por caminos de rectitud y de verdad, escuela de amor divino en la que conoceréis los misterios del cielo que en este final de los tiempos se os están revelando, se os están descubriendo.

En el Sagrario, frente a mi presencia eucarística adquiriréis la fortaleza necesaria para afrontar la dura prueba, porque los dolores de parto ya han comenzado.

En el Sagrario, frente a mi presencia eucarística comprenderéis lo caduca que es vuestra vida. Recorreréis por el camino de la renuncia, de la inmolación y de la reparación porque los pecados de los hombres han rebosado de justa cólera el Corazón de mi Padre Eterno.

Mi llamado angustioso os debe mover en este día a un arrepentimiento de corazón. La crisis que se aproxima hará tambalear aún a los más fuertes, el sisma que estallará como bomba atómica en el campo de concentración o de guerra, sumergirá en confusión y caos a muchísimos de mis hijos, hijos que se desviarán de la verdad por caminar tras espejismos de filosofías llamativas y extrañas, hijos que caerán en el engaño desviándose del camino que les lleva a la salvación.

Mi llamado angustioso es para que toméis conciencia de una realidad que no podéis disimular ni mucho menos esconder.

¿Acaso os parece poco las señales del cielo? ¿Acaso os parece poco las manifestaciones que evidencian mi pronto regreso a la tierra? No juguéis con lo más sagrado, la salvación de vuestras almas, no ahoguéis mi voz en vuestros corazones, no guardéis mis llamados angustiosos en gavetas oxidadas, vividlos; quedaos con lo bueno, dadlos a conocer al mundo entero, traducidlos en varios idiomas porque mi pueblo perece por falta de conocimiento, mi pueblo camina al borde del precipicio.

Por qué temer, por qué experimentar miedo si soy un Padre de amor y misericordia. Os espero en mi tribunal divino para restituiros  la gracia que un día perdisteis por el pecado.



Junio 14/2012
9:58 a.m.


Hijos amados, escuchad mis llamados angustiosos, mi agonizante Corazón es traspasado por dardos de desamor, de nuevo soy crucificado por unos hombres obstinados en el pecado, de nuevo soy crucificado, la maldad ha enceguecido y desviado de camino a muchísimos de mis hijos. Me he quedado hasta la consumación de los siglos en todos los Sagrarios del mundo.

Venid y uníos a mi sufrimiento místico. Reparad por vuestros pecados y los pecados del mundo entero. Asistid al santo sacrificio de la Misa para que recibáis fuerzas para el duro combate, necesitáis estar lo suficientemente alimentados en el espíritu para que el enemigo no os haga daño, no os debilite en el duro caminar que os espera.

Haced cruzadas de reparación, necesito recibir consuelo de las almas. Haced cruzadas de reparación, soy el Mendigo del Amor y tengo sed de almas.

Hijos amados, estáis en el tiempo del no tiempo, estáis en el fin de los fines; convertíos de corazón haced en todo mi divina voluntad y recibiréis un premio de gloria en la vida eterna, aumentad las filas del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes consagrándoos al Corazón Inmaculado de mi Madre, necesitáis recibir la marca de los hijos de Dios, de los señalados por el cielo.

Satanás muy sutilmente ha empezado a marcar a los suyos, satanás astutamente se disfrazará de ángel de luz para engañar y seducir con sus falsos milagros a muchísimos de mis hijos. Recorred junto conmigo la calle de la amargura, prestadme vuestro hombro para yo descargar sobre vosotros una parte del peso extenuante de mi cruz.

No os dejéis confundir ni sacar de la verdad, mi Evangelio, mi Palabra no puede ser cambiada. El pecado jamás lo justificaré, mis mandamientos deben ser cumplidos cabalmente para que os ganéis una de las moradas de mi reino.

Debilitad las fuerzas tenebrosas del mal, derrotad a satanás con el Santo Rosario. Visitadme frecuentemente en el santísimo sacramento del Altar y escuchad mis lamentos divinos que brotan desde lo profundo de mi agonizante Corazón en mi nuevo Getsemaní. Llevad con vosotros medallas o crucifijos de san Benito, necesitáis protección porque el demonio os ronda como león rugiente queriéndoos devorar. Amad en extremo a vuestros hermanos, perdonad a vuestros enemigos y haced muchísimas obras de caridad porque la caridad os borra multitud de pecados. 

Junio 13 de 2012
3:55 p.m.


Hijos amados extiendo el manto de mi misericordia sobre un mundo pagano, mundo que ha cambiado las leyes divinas por leyes perniciosas que llevan  a la condenación.

El manto de mi misericordia se extiende sobre todo el mundo, un mundo sin Dios y sin ley. Los falsos ídolos  han tomado asiento en el corazón de muchísimos de mis hijos.

Extiendo el manto de mi misericordia sobre un mundo que camina al borde del abismo. Satanás le ha enceguecido y ensordecido a mi voz. Escuchad pueblo amado mis llamados angustiosos, las suplicas de un buen Padre que quiere lo mejor para sus hijos.

¿Qué esperáis para volver a Mí?

¿Qué esperáis para dar inicio a un proceso de conversión perfecta y transformante en vuestra vida?

¿Qué esperáis para soltar las cadenas oxidadas del pecado y sumergiros en las fuentes insondables de mi amor y de mi gracia?

Escuchad pueblo amado mis llamados angustiosos, enderezad vuestros caminos. No podéis continuar en un estado pasmoso y de parálisis espiritual cuando los signos y señales anuncian de mi segunda venida, cuando las advertencias de mi Madre están próximas a cumplirse.

Un cisma estallará inesperadamente, como cuando una bomba es lanzada en el campo de batalla. Permaneced en la verdad, no dejándoos desviar de las fuentes fidedignas de las Sagradas Escrituras, Magisterio de la Iglesia y de la Tradición.

Obedeced a la autoridad infalible del santo papa, orad por él, su cruz es demasiado pesada.

Mi amparo paternal permanecerá sobre vosotros, sed fieles a las enseñanzas que os he trasmitido. Atended a  los consejos de mi Madre, ella es puerta del cielo, que os conduce a un encuentro cercano y definitivo conmigo.

Os bendigo y derramo mi Santo Espíritu sobre vosotros para que permanezcáis en la verdad.



Junio 13 de 2012
4:05 p.m.


Hijos amados  haced  reparación por vuestros pecados, mi agonizante corazón se desangra de desamor e ingratitud por la mayoría de los hombres.

¿Por qué os cuesta tanto dejar el mundo?

¿Por qué  se os dificultad emprender un nuevo camino, camino de renuncia, de abandono y confianza plena en vuestro Amo y Señor?

Escuchad mis llamados angustiosos, no os pongáis tapones en los oídos, no os pongáis vendas en vuestros ojos, no os pongáis aldabas en vuestros corazones, no pretendáis tapar la luz del sol con vuestras manos, no pretendáis convertir la noche en día, no persistáis más en la duda, en la vacilación.

Mi máxima preocupación sois todos vosotros, por eso os envío profetas que como Juan Bautista allanen el camino para mi segunda venida.

Tarde o temprano os daréis cuenta de la veracidad de mis palabras;  tarde o temprano algunos de vosotros lamentareis el haber desechado, menospreciado los avisos del cielo; tarde o temprano, queráis o no, estaréis cara a cara conmigo en el día de mi  gran misericordia, ultima oportunidad para que rectifiquéis vuestros caminos, ultima oportunidad para que os arrepintáis de vuestras culpas y reparéis el daño causado a mi cuerpo místico.

Cómo silenciarme si el mundo yace en la impiedad, en la frialdad religiosa, como silenciarme si el mundo tiene otros intereses, como silenciarme si aún muchos de mis hijos se encuentran anclados al pecado, esclavizados al vicio.

Venid y os perdonaré, venid y os declararé libres e inocentes de toda culpa, venid y despertaré en vosotros amor  a mi cruz, deseos de padecer y sufrir como expiación de vuestros pecados y los pecados del mundo entero.

Orad por medio oriente, cada vez más se agudizará la situación en aquella parte del mundo.

Esperad gozosos mi retorno glorioso a la tierra. Leed y meditad las Sagradas Escrituras, convenceos y comprobad que no os hablo nada distinto del Libro Santo.

Vuestra luchas, vuestra batalla no ha terminado. Armaos con mi armadura divina y dad por segura vuestra victoria.

Junio 9 de 2012
7:52 p.m.


Hijos amados escuchad mi llamado angustioso, os espero en el sagrario para que mitiguéis mi dolor. Son muchos los dardos de desamor que atraviesan mi agonizante corazón. En el sagrario recibiréis la fuerza que necesitáis para enfrentar la dura prueba; en el sagrario recibiréis la sabiduría necesaria para no dejaros engañar por los falsos profetas; en el sagrario recibiréis la luz divina para no dejaros arrastrar por filosofías llamativas y extrañas; en el sagrario conoceréis el camino que debéis andar; en el sagrario conoceréis mis misterios divinos, profundizareis en la ciencia del cielo; en el sagrario os sentiréis protegidos cuando os sintáis asediados, perseguidos.

Os pido adoración y reparación eucarística porque  son muchos los ultrajes que recibo diariamente en mi tabernáculo de amor divino, son muchos los pecados que me llevan de nuevo a una agonía y sufrimiento extremo.

La gran prueba ha comenzado, es necesario que oréis y pidáis mi protección divina. Satanás os asedia presto en devoraros, en arrastraros a las profundidades del averno. Cómo no lanzar un llamado angustioso a toda la humanidad si yace en un sueño profundo, como no lanzar un llamado angustioso a toda la humanidad si el hombre se destruye a sí mismo, como no lanzar un llamado angustiado a toda la humanidad cuando estáis próximos a un alumbramiento y nacimiento definitivo que hará historia.

Si queréis fortaleceros para el tiempo fuerte que os espera, venid al sagrario que os guardaré en uno de los aposentos de mi corazón eucarístico.

Amados míos, vivo un nuevo Getsemaní. El extenuante peso de mi cruz me hace tambalear. Venid y consolad mi agonizante corazón y escuchad mi voz desde mi excelso trono.

Reparad por vuestros pecados y los pecados de todos los hombres. Hoy me veis en la sencillez del pan consagrado, pronto me veréis vestido de majestad y gloria.

Amados míos, venid al sagrario, reparad mi corazón eucarístico maltratado y menospreciado por muchísimos de mis hijos y meditad en los lamentos divinos y desde esta pequeña porción del cielo en la tierra dirijo a toda la humanidad.



Junio 8/2012
7:05 a.m.


Hijos amados, satanás quiere silenciar, callar a mis verdaderos profetas; profetas que son un estorbo a sus planes maléficos, profetas que quiere destruir, sacarlos de su paso porque su fin es inyectar veneno letal en la mayoría de sus hijos.

Aparentemente ha alcanzado victoria, aparentemente las fuerzas tenebrosas del mal son más potentes que las fuerzas del bien. Satanás sabe que le queda poco tiempo, satanás sabe que muy pronto será encadenado por un tiempo de mil años, por eso su afán desmedido de llevar al pecado a la humanidad, de prostituir a los pueblos peor que las ciudades de Sodoma y Gomorra.

Satanás persigue obstinadamente a los hijos de María, a los siervos de la esclava del Señor; el conocer que la mujer vestida de sol con su talón aplastará su cabeza: le produce cólera, enfado. Por lo tanto, hijo mío, escuchad mi llamado angustioso en este día; enrolaos en las filas del Ejército Victorioso de los corazones triunfantes, dejándoos guiar y conducir por su capitana, caminando tras sus huellas, preparándoos como apóstoles de los últimos tiempos y llevando mi mensaje consolador a toda creatura.

Satanás quiere obstaculizar mi obra, quiere sembrar caos y confusión en el corazón de mis hijos. Estad atentos para que distingáis los lobos disfrazados con piel de cordero. Estad atentos para que distingáis la voz de mis verdaderos profetas de los falsos profetas enviados por el príncipe de la mentira.

Consolad mi agonizante Corazón, el pecado ha deformado el alma de mis hijos. Algunos pueblos se asemejan a la gran Babilonia, pueblos que tarde o temprano estarán en mi tribunal divino para recibir el castigo merecido por sus culpas.

A vosotros amados míos os dejo la tarea de reparar por una humanidad somnolienta y aletargada, por una humanidad debilitada por las fuerzas del mal. Reparad por los pecadores, consolad mi agonizante Corazón mostrándoos al mundo como mis discípulos, como siervos de María, Madre de Dios y Madre vuestra.



Junio 05/2012
5:40 p.m.

Hijos amados, colaboradme en la salvación de las almas, haced penitencia por los pecadores, haced penitencia para que los hombres vuelvan sus corazones a Mí.

Mis llamados angustiosos van dirigidos para todos vosotros, no podéis continuar sumergidos en pozos de aguas putrefactas; ya es hora que cambiéis de vida, que os condoláis por la veces que habéis lacerado mi agonizante Corazón. Secad, pues, las lágrimas que corren de mis purísimos ojos, besad y adorad mis sagradas llagas. Interceded por un mundo indolente, frenético en su proceder.

No ahoguéis mi voz en vuestro corazón, dejad que cada una de mis palabras caigan como briza suave en vuestro interior y os embriague de amor.



Junio 4/2012
6:58 a.m.

Hijos amados, no endurezcáis vuestros corazones, ablandadlos a mi voz, sed sensibles a mis llamados angustiosos. Mi agonizante Corazón sufre y padece soledad, mi voz se pierde en el vacío de la mayoría de los hombres. Cómo quisiera que en este mismo instante la humanidad entera doblase sus rodillas, abajasen sus cabezas y me reconocieran como al Rey del universo; pero el hombre se ha desviado de camino, el hombre abusa cada vez más de mi misericordia, el pecado ha obnubilado sus conciencias, el pecado les ha hecho esclavos de satanás. Hoy que por providencia divina estáis frente a mi presencia, consolad mi agonizante Corazón, pedid y reparad por todos aquellos que son causa de dolor y de sufrimiento para mi agonizante Corazón.

Preparaos para el combate, para la guerra final. No tengáis miedo, el amor echa fuera el temor. No tengáis miedo, por qué no os decidís en este mismo instante en venir como la mujer pecadora, como María, y postraros a mis divinos pies, enjugarlos y ungirlos con el óleo de vuestro arrepentimiento, de vuestra contrición verdadera de corazón; mis lágrimas purificarán la suciedad de vuestros corazones, mi abrazo os fortalecerá para que emprendáis un nuevo camino.

El tiempo que estáis viviendo es un tiempo crítico, satanás y legiones de demonios andan afanosamente en búsqueda de almas; sabe que le queda poco tiempo, sabe que muy pronto la mujer vestida de sol aplastará con su talón su cabeza. Y cómo no prepararos para el desenlace final, cómo no hacer reparación de vuestros pecados si la justicia divina será descargada con toda su cólera sobre un pueblo renuente a mis llamados y a los avisos del cielo, sobre un pueblo que camina al borde de la perdición y del precipicio, pero mi Corazón sobreabunda en misericordia para con el pecador.

No esperéis ver cumplidas una a una las advertencias y profecías de mi Madre para convertiros y acudir al sacramento de la confesión. Es en este mismo instante que os llamo a rasgar vuestras viejas vestiduras y a revestiros con ropajes nuevos. El tiempo de la tribulación va en curso, el tiempo no será postergado, ha sido abreviado.

No quiero ver perecer a muchos de mis hijos, esta última oportunidad es para todos vosotros; sois libres en elegir la felicidad eterna, sois libres en optar por la condenación y desdicha por años sin fin.



Junio 4/2012
9:00 a.m.


Hijos amados, cómo pretendéis ganaros el cielo, si aún las cosas del mundo os atraen, mundo que os ha arrastrado por corrientes de pecado que ponen en alto riesgo la salvación de vuestra alma.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si en vuestro corazón hay mosto, residuos de pecado que opacan mi luz divina, os arrebatan mis gracias.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si aún no habéis tomado conciencia de una realidad, realidad que presento ante vuestros ojos pero estáis ciegos; os estáis dejando manipular por satanás, el pecado os puede más que la gracia, la virtud.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si aún no tomáis tiempo para meditar en mi Evangelio, vivir de acuerdo a mis enseñanzas. Vuestra conversión no es perfecta, hay tinte de mundo en vuestras vidas, hay oscuridad que ensombrece mis bendiciones, mi raudal de gracia.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si aún no habéis abierto vuestro corazón a mis llamados angustiosos, os resulta imposible creer en los profetas verdaderos, en las almas privilegiadas que tienen como misión anunciar mi segunda venida.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si os halláis encajonados en una vida de pecado y de tinieblas. La razón os lleva a la duda, al escepticismo, a la incredulidad.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si ni siquiera creéis en la existencia del cielo, purgatorio e infierno. Satanás ha puesto una venda en vuestros ojos y llegáis a pensar que el infierno se vive en la tierra, que el demonio es invención del hombre para reprimir, para coartar la libertad e impedir que el hombre se mueva y actúe inclinado bajo sus pasiones.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si ponéis en tela de juicio mi verdadera presencia en la Hostia consagrada, si os atrevéis, algunas veces, a recibir mi cuerpo y mi sangre indignamente cuando estáis bebiendo y comiendo vuestra propia condenación.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si os acomodáis a leyes perniciosas, leyes que van en contra de mi mandamientos, pretendéis siempre justificar vuestro pecado.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si os da miedo el sufrimiento, abrazar mi cruz. No os atrevéis a caminar por caminos angostos y pedregosos, porque aún sois flojos en vuestra vida espiritual.

Cómo pretendéis ganaros el cielo si lleváis al cuestionamiento las profecías y advertencias de mi Madre. Discernid los mensajes que verdaderamente provienen del cielo. Estáis en la era de los falsos profetas, estáis en la era de los seudo-místicos. Satanás quiere entorpecer mi proyecto de amor trazado para este final de los tiempos, satanás siembra caos, confusión, él es remedo de Dios, imita lo bueno para que caigáis en sus mentiras.

Mis llamados angustiosos son una de las últimas tácticas del cielo para que os convirtáis, para que resistáis los días aciagos, antes del alumbramiento el dolor, la prueba os sacudirá.

Mis llamados angustiosos son una voz de alerta para toda la humanidad porque el día del gran aviso, el día del gran milagro están muy próximos.



Junio 3/2012
5:56 a.m.

Hijos amados, aún mis llamados angustiosos no han terminado, es urgente que volváis a Mí, que hagáis reparación por vuestros pecados. Os he demostrado mi misericordia, el gran amor que os tengo. No os dejéis desviar de camino, estáis en la era de los falsos profetas, profetas que siembran duda en el corazón de mis hijos, profetas que llevan al error y a la mentira. Pedid discernimiento de espíritus para que no seáis sustraídos de la verdad, las Sagradas Escrituras son fuentes de vida eterna, son manual de instrucción que os llevan a la salvación.

Mi llamado angustioso en este día es para que oréis y reparéis por todos los abortos del mundo entero. Desdichados de aquellos países que aprueban esta ley anti-natura, desdichados de aquellos países que con el aborto se ensañan en la vida de almas inocentes, haciéndose mártires desde el vientre de sus madres; desdichados estos países, el castigo divino es inminente. Mi Corazón agonizante es traspasado por una espada de dolor, no puedo contener las lágrimas. Tantas almas yacen en las profundidades del infierno por este horrendo pecado; pecado que ha llevado a la desdicha eterna a muchísimos de mis hijos.

No hay tiempo para que caminéis hacia atrás, no hay tiempo de cerrar vuestros oídos a mi voz, no hay tiempo de endurecer vuestros corazones a mis llamados angustiosos. La señal en el cielo, la muestra de mi omnipotencia en el firmamento llevará a muchos escépticos a creer en Mí. El gran día de la misericordia, el gran día de la iluminación de las conciencias despertará a muchísimos de mis hijos de su sueño letargo, muchos pecadores se acercarán al sacramento de la penitencia y harán reparación por sus múltiples debilidades.

La iluminación de las conciencias es un gesto de amor para una humanidad que se zambulle en el lodo de sus pecados.

La iluminación de las conciencias es una última oportunidad para que el pueblo desviado de mi camino regrese a Mí.

La iluminación de las conciencias abrirá vuestro entendimiento a una luz sobrenatural de que mi segunda venida está muy próxima.

La iluminación de las conciencias llevará a muchos de mis hijos al arrepentimiento y al camino de la cruz.

La iluminación de las conciencias es el puente que os conecta con un mundo nuevo, mundo renovado, plenamente transformado.

¿Por qué sentir miedo, experimentar ansiedad frente a los avisos del cielo,  ¿por qué dar cabida a racionalismos inútiles cuando soy el Dios que todo lo puede? No endurezcáis más vuestros corazones en este día, sanad la herida abierta de mi hombro, el peso de mi cruz me hace tambalear, el peso de mi cruz sumerge mi Corazón en una profunda agonía. Si mis palabras os conmueven, sed mis Cirineos; si mis palabras tocan vuestro corazón, no permanezcáis adormilados, despertad y difundid al mundo entero mis llamados angustiosos porque el tiempo para instaurar mi reino en la tierra se os acerca.

Mayo 29 de 2012
6:50 a.m.

Hijos amados aún estáis a tiempo, os espero, y seguiré esperando con mis brazos abiertos.

Anhelo el día en que lleguéis a Mí con lágrimas en los ojos, con corazón contrito y humillado.

Anhelo el día en que os postréis a los pies de mi cruz y reparéis por vuestros pecados y los pecados del mundo entero.

Anhelo el día en que abráis vuestras vidas a mi voz y mis palabras os conmuevan y os lleven a un cambio, a una conversión verdadera.

Anhelo el día en que mis llamados angustiosos produzcan fruto en vuestra vida espiritual.

Anhelo el día en que sintáis hambre y sed de mi Palabra.

Anhelo el día en que vuestros ojos se levanten hacia el cielo y pidáis perdón y misericordia por un mundo fatuo, endurecido, apartado de mis leyes.

Anhelo el día en que sintáis la necesidad de reconciliaros conmigo en el sacramento de la confesión, sacramento que renovará vuestros corazones dejándolo nuevo.

Anhelo el día en que los soberbios, orgullosos vuelvan sus miradas a mis mensajes y a los anuncios profetizados por mi Madre.

Anhelo el día en que la humanidad entera doble sus rodillas y esperen con ansias mi segunda venida.

Amados míos, como silenciarme, como no daros a conocer estos mis últimos llamados angustiosos porque estáis al borde del cataclismo, al borde de ver cumplidas las profecías marianas.

Como guardar silencio si aún no os despertáis, no tomáis conciencia de la premura del tiempo, tiempo que sufrirá variaciones, cambios notorios para que las almas más empecatadas regresen a Mí, para que los alejados de mi camino anden de nuevo por las sendas angostas que llevan al cielo.

Como guardar silencio si estáis en la hora, en el tope  del gran milagro, de la gran señal pero aun así satanás os hace dudar de mis profetas, de mis mensajeros de este final de los tiempos, satanás os ha anestesiado para que permanezcáis somnolientos, sordos a mi voz, insensibles a mis llamados.

Como guardar silencio si el mundo se haya envuelto en una densa capa de oscuridad, mis rayos de luz son imperceptibles para la mayoría de mis hijos, mis mandamientos, mi Palabra es cambiada por leyes humanas que justifican el pecado.

Como guardar silencio si fuertes vendavales, huracanes impetuosos os harán tambalear.

Amados míos, el tiempo se os acaba, volved a Mí, daos la oportunidad de vivir una experiencia de amor conmigo, daos la oportunidad de reivindicaros  ahora que estáis vivos, daos la oportunidad de hacer penitencia y sacrificios para que seáis vencedores sobre las fuerzas del mal.

Orad, la tierra ruge desde dentro.

Orad la naturaleza se despierta para demostrarle al hombre mi omnipotencia, mi soberanía sobre toda creatura.

Orad para que mis palabras conmuevan al mundo entero y se preparen para el combate espiritual y batalla que pronto llegará a su final.

El gran amor que os tengo hace que mire con ojos de benevolencia a algunas almas elegidas en el mundo y les haga mis profetas, porta voz del cielo en la tierra.

Os bendigo y os revisto de fuerzas para que aguantéis la dura prueba.

 


Mayo 29 de 2012
7:10 a.m.




No os apartéis de mi lado, aun mis palabras no han terminado, en este día quiero sensibilizar vuestros corazones, ablandarlos a mis llamados angustiosos.

Venid por un instante al monte Calvario, al Getsemaní de los sagrarios y escuchad como los latidos de mi agonizante corazón van cesando, lentamente se van perdiendo en el tiempo y en el espacio y pronto me oiréis decir: Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, por aquellos hijos míos que aun yacen en el lodo de sus pecados.

Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, para que el hombre entienda y comprenda que solo es grande cuando está de rodillas ante mi presencia, cuando me reconoce como a su Señor, como al dador de vida.

Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, para que el mundo comprenda que sin Dios no hay salvación.

Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, para que la humanidad entera se prepare a beber el cáliz de la amargura, solo los fuertes, los que se acojan a mi amor y misericordia aguantarán la prueba.

Padre en tus manos encomiendo mi espíritu, para que los impíos, los que andan por caminos equivocados enderecen sus sendas y regresen a Mí. A todos quiero salvar, no quiero que ninguno de mis hijos se condene.

Derrotemos juntos las fuerzas del mal.

Derrotemos juntos al adversario y sus secuaces.

Muchas almas han caído en las profundidades del averno, muchas almas caminan al borde del precipicio.

Sed luz en un mundo de oscuridad.

Sed receptivos a mis llamados angustiosos.

Muy pocos me escuchan, muy pocos se acercan a Mí para consolar mi agonizante y sufriente corazón.

Bebed una dosis de mi amor y de mi paz.

No estáis solos, mi Madre y Yo os acompañaremos siempre.





lunes, 28 de mayo de 2012

LLAMADOS ANGUSTIOSOS DEL CORAZÓN AGONIZANTE DE JESÚS (27 y 28 de Mayo 2012)


EJÉRCITO VICTORIOSO DE LOS SAGRADOS CORAZONES

AGUSTÍN DEL DIVINO CORAZÓN









27 de mayo de 2012
6:45 a.m.
9:05 a.m.

Hijos amados vuestro peregrinaje en la tierra aún no ha terminado, aún nos falta mucho por hacer, aún hay cosas que debéis cambiar, mejorar, aún sois demasiado pequeños en vuestra estatura espiritual, aún os falta abrir más vuestros corazones a mis gracias.

Entended hijos míos que la mortificación y la penitencia son el camino que os lleva a una ascesis, a unos medios que os ayudan a crecer en la virtud porque vuestra vida espiritual no se puede detener, congelar en el tiempo.

Ya es el momento que pongáis de vuestra parte, que luchéis con tesón en dar fin y muerte al pecado, pecado que me ha llevado a una agonía y sufrimiento permanente porque los hombres de estos tiempos se han dejado seducir por satanás, han caído en el lodazal de sus pasiones e inclinaciones desordenadas que han llevado a la muerte y al descalabro a muchísimos de mis hijos.

Mi llamado angustioso, amados míos, es que os arrepintáis de corazón y reparéis por vuestras culpas porque no sabéis ni el día ni la hora en que os llame a mi tribunal divino para tomaros cuenta de vuestra vida.

Mi Madre os ha estado alertando con sus mensajes, no podéis continuar en un comodismo, en un mutismo espiritual, como si nada pasara cuando los signos hablan por sí mismos.

No pretendo sembrar temor, miedo en vuestros corazones, pero es que no estáis preparados para mi pronto regreso, aún no os habéis dado cuenta de la abreviación del tiempo, las manecillas del reloj corren a mayor velocidad y nuestros llamados os despiertan por un momento y después entráis en sueño profundo.

¿Por qué os cuesta tanto creer que me valgo de la debilidad de mis verdaderos profetas para comunicaros anuncios de trascendencia para la historia de la humanidad? ¿Por qué os cuesta tanto creer en los signos y manifestaciones del cielo cuando soy el Dios que todo lo puede, el que hace posible lo imposible?

Orad porque fuertes oleadas de calor y de frio descenderán sobre algunas regiones como huracán que arrasa con todo lo que encuentra a su paso.

Orad por Afganistán, interceded por sus pobladores.

Orad porque muchos de mis hijos sentirán presión en un país donde son extranjeros. El sufrimiento y el dolor pronto golpearán las puertas de sus corazones.

Os aliento a caminar, a abrazar mi cruz y a consolar mi agonizante corazón con una decisión firme en seguirme, en ser mis discípulos.



Mayo 27 de 2012

Hijos amantísimos os envío mi Santo Espíritu para que seáis transformados y renovados.

Os envío mi Santo Espíritu para que seáis abrasados por las ráfagas de fuego de mi amor y sintáis paz, consuelo, aún en medio de la prueba.

Os envío mi Santo Espíritu y os aliento a caminar en medio de una batalla espiritual porque las potestades del infierno luchan contra las potestades del cielo.

Os envío mi Santo Espíritu, os doy mi luz, ilumino vuestro entendimiento para que no os dejéis engañar por la voz de los falsos profetas, para que discernáis y aprendáis a diferenciar las fuentes de donde provienen: del cielo o del infierno.

Os envío mi Santo Espíritu y os unjo con crisma sagrado para que optéis siempre andar por el camino del bien.

Estáis en la era del Espíritu Santo, los dones y carismas fluyen sobre mi Iglesia amada, los dones y carismas os llevan a encontraros con un Cristo vivo y resucitado.

Estáis en la era del Espíritu Santo, avivad vuestra fe, abrid vuestros sentidos a un gran acontecimiento que atraerá  las miradas del mundo entero, a una gran señal que estará expuesta en el cielo para que los escépticos crean, para que los pecadores se conviertan, para que los buenos se hagan más buenos.

Estáis en la era del Espíritu Santo, tiempo en que se os están revelando los secretos del cielo, todo se os mostrará y descubrirá, nada quedará oculto bajo la luz del sol.

Estáis en la era del Espíritu Santo, era que pronto llegará  a su culmen porque después de la purificación universal vendrán cielos nuevos y tierra nueva.

Hijos amados de mi agonizante corazón formad cenáculos de oración, dejaos formar e instruir por mi Madre, sed apóstoles de los últimos tiempos y esperad con ardor un segundo y definitivo pentecostés para mi Iglesia, pentecostés que os llevará a amaros los unos a los otros como Yo os he amado, pentecostés que destruirá las fuerzas de las tinieblas y mi luz resplandecerá sobre toda la tierra, pentecostés en el que vosotros seréis mi pueblo y Yo seré vuestro Dios.

No cerréis vuestros oídos a mis llamados angustiosos, no encapsuléis al Espíritu Santo y le impidáis actuar, moverse en una Iglesia que será purificada, plenamente renovada.

Salid ya del estado pasmoso en el que os encontráis, mostraos al mundo entero como mis discípulos, servidores de Cristo, militantes del cielo en la tierra que añoran mi pronto regreso. Empuñad en vuestras manos el Santo Rosario y desafiad al mundo con esta poderosa oración, satanás será encadenado con esta frágil cadenilla de amor y arrojado a las profundidades del infierno.

Difundid sin temores los mensajes de mi Madre, mis llamados angustiosos, despertad a una humanidad que yace en el dolor y la oscuridad, despertad a una humanidad que ha bajado a Dios de su trono, despertad a una humanidad que abusa de mi misericordia divina y camina al borde del precipicio.

Orad, reparad, abrid vuestros corazones a mi gracia y esperad una efusión del Espíritu Santo, efusión del Espíritu Santo que transformará mi Iglesia y al mundo entero.

Orad porque las alteraciones de la naturaleza se agudizarán más y más.

Orad porque una parte del mundo se estremecerá, estremecimiento que causará dolor y angustia en el corazón de mis hijos.

Mayo 28/2012
6:45 a.m.
Hijos míos, me encuentro atado a una columna, bruscamente me han amarrado, con crueldad han azotado mi cuerpo santísimo. Mirad mi piel despellejada, mis heridas abiertas, heridas de las que fluye mi Sangre preciosa, Sangre preciosa que os lava, os purifica de toda inmundicia y todo pecado.

Miradme atado a la columna preparándome para abrazar el madero de la cruz, el tronco de victoria que os absolverá de toda culpa y os dará salvación y vida eterna.

Miradme atado a la columna, fuertes latigazos descargan sobre Mí. En mi silencio pido perdón al Padre Eterno por estas almas que maltratan cruelmente al Hijo de Dios, al Cordero Inmolado que con su muerte dará vida a todos los hombres que se abren a la gracia divina.

Miradme atado a la columna pensad en qué estado se encuentra mi Corazón sacratísimo, Corazón que sólo sabe amar y perdonar, Corazón fuente de misericordia para los pecadores. Condoleos del Mártir del Gólgota, uníos a mi sufrimiento y consolad mi agonizante Corazón.

Escuchad mi llamado angustioso porque muchos de vosotros estáis atados a la columna del vicio.

Estáis atados a la mediocridad y superficialidad.

Estáis atados a una vida sin sentido, vida despilfarrada.

Estáis atados a la columna de una falsa piedad, porque algunas veces escondéis lo malo, os disfrazáis con apariencia de buenos, faltándoos conversión de corazón, faltándoos compromiso serio y decidido en seguir mis huellas, en caminar tras la voz del único Pastor.

Estáis atados a la columna de la tecnología y de la ciencia. Cómo pretendéis ahondar y descubrir en mis misterios divinos bajo supuestas teorías que os llevan a la verdad, cuando mi misterio es ilimitado e infinito, cuando mi ciencia es inabarcable.

Estáis atados a la columna de un racionalismo equívoco, no queréis aceptar un Espíritu Santo vivo, os tapáis los oídos a la voz de mis profetas. Cerráis vuestros corazones a mis llamados angustiosos, llamados que muchas veces meten el dedo en la llaga y os hacen llorar, remorder vuestras conciencias porque en el fondo de vuestros corazones reconocéis vuestras equivocaciones, debilidades.

Estáis atados a la columna de la inconciencia, del mutismo espiritual. Por momentos mis palabras os conmueven, por momentos os proponéis un cambio en vuestras vidas y después mis palabras se pierden en el vacío inmenso de vuestras almas, mis palabras chocan con la dureza y testarudez de vuestros corazones.

Estáis atados a un mundo que evoluciona y cambia, mundo apático a mis leyes y a mi Evangelio, mundo convulsionado y agitado, mundo que ha caído en las redes oscuras de satanás.

Estáis atados en la columna del pecado, dejadme en este día soltar de vuestras manos las cadenas que os aprisionan y os hacen esclavos del demonio. Dejadme en este día sanar con mi Sangre preciosa la lepra de vuestro corazón, dejadme en este día abrir vuestros ojos, destapar vuestros oídos y sensibilizar vuestros corazones a mis llamados angustiosos porque muy pronto la voz de los profetas se silenciará, muy pronto desearéis escuchar de mi Palabra y no encontraréis quién os la predique, muy pronto me veréis vestido de majestuosidad descendiendo a la tierra para juzgar con misericordia y justicia al mundo entero.


Mayo 28/2012
9:30 a.m.


Amados míos, quiero dejarme encontrar por cada uno de vosotros, tantas veces os he buscado, pero sois sumamente escurridizos. Hoy rendíos por entero a mi Divina Voluntad, dejaos seducir por Mí, no tendréis más penurias, no tendréis más sufrimientos porque, aún, la cruz la sentiréis demasiado liviana. No os dejéis abstraer por las corrientes del mundo, podréis ser arrasados, desviados de camino; podréis caer en peñascos sin salida.

Algunos de vosotros os preguntáis del por qué de mis llamados angustiosos y os respondo: sois la razón por la cual morí en una cruz, sois el motivo por el cual me he quedado presente en la Sagrada Hostia hasta la consumación de los siglos; sois las niñas de mis ojos, por eso mi mirada de amor y misericordia jamás se apartará de vosotros.

Temo que seáis arrancados de mi seno Paterno. Abrid vuestros ojos y permaneced en vela porque tenéis muchos enemigos a vuestro alrededor, enemigos que os pueden llevar a la condenación eterna, enemigos que os pueden absorber en un mar de mentiras.

Dejad que os muestre el camino que debéis andar. Dejad que ilumine vuestros pasos para que os encontréis Conmigo. Dejad que os despierte de vuestro aletargamiento espiritual y toméis conciencia de mi pronto regreso, toméis conciencia de la urgencia de convertiros de corazón, de hacer reparación por vuestros pecados y de prepararos para la dura prueba.

Mis llamados angustiosos van dirigidos para toda la humanidad. No hablo en particular porque si de nuevo tuviese que descender a la tierra a sufrir, a padecer en mi sagrada pasión gustosamente lo haría.

La sucesión de los acontecimientos, las advertencias profetizadas por mi Madre continúan su curso; el tiempo no se detendrá, antes bien, ha sido abreviado para no correr el riesgo de que muchas almas se me pierdan.

No dejéis que el temor, el miedo se aniden en vuestro corazón, tened una confianza excesiva en Mí. No pereceréis si sois obedientes a mis mandatos, sólo os pido humildad, sencillez de corazón para que mis llamados angustiosos hagan eco en lo profundo de vuestro ser y os lleven a un cambio.

Amados míos, estáis en el tiempo en que abundan los profetas, mensajes pululan por doquier. Tened cuidado, discernidlos bajo la luz del Espíritu Santo, para que no os dejéis engañar y caigáis en el error. Acercaos a las Sagradas Escrituras, allí lo encontraréis todo. Recordad que satanás imita lo bueno, orad más bien por los seudo-profetas y seudo-videntes que se atribuyen gracias y dones sobrenaturales sin que Yo se los haya otorgado.
Hoy que os encontrasteis Conmigo y que pudisteis escuchar mi voz mezclada con llanto y tristeza, venid al monte Calvario y consolad mi agonizante Corazón porque el mundo no está preparado para mi pronto regreso, el mundo anda en un afán desmedido de buscar placer, posesiones y son pocos los que saben que el mundo será transformado, volverá al oren primero de la creación. Sed santos, predicad con vuestro testimonio de vida y llevad la Buena Nueva a toda creatura.