Sep 11_12 Mis Mandatos, Mis Leyes y aún Mi Amor, son eternos. |
Rosario vespertino
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros, los de aquellos pueblos que estáis sufriendo fuertemente, en lo social, en lo económico, estáis así, porque Yo ya no Soy lo primero en vuestra vida y, además, Me atacáis. Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y vuestro Dios y, como Padre, os he pedido que Nos movamos como familia, que actuemos como familia pero, ¿qué habéis hecho, Mis pequeños?, ya no os acordáis de Mí, no Me tratáis como vuestro Padre, que Soy.
Vosotros, los que sois padres de familia, poneos en Mi lugar, os gusta que vuestros hijos se acerquen a vosotros por las mañanas, os den los “buenos días”, y vosotros los besáis con cariño, los abrazáis, compartís, quizá todos vuestros momentos de ése día, vuestras metas y preocupaciones que tendréis en ése día por resolver y por gozar y así va transcurriendo el día y hay un diálogo amoroso. En la tarde o en la noche vais compartiendo en lo que habéis tenido durante el día y eso os va uniendo más, porque os vais conociendo (Lenguas…), os vais conociendo más profundamente, os vais acercando más uno al otro, de hijos a hermanos, de hermanos a hermanos, padres e hijos, os vais conociendo y os vais amando más pero, además, os vais cuidando cada vez más.
Pero, ¿qué pasa ahora con vosotros, Mis pequeños?, vosotros sois en realidad familia Conmigo, con el Cielo entero, ¡os habéis olvidado de platicar Conmigo! Cómo quisiera que Me dierais los “buenos días”, que Me compartierais lo que vosotros haréis durante el día y, ciertamente, si Me lo pedís, también os llenaré de Bendiciones, para que ésas metas se realicen lo mejor posible si son para vuestro bien.
No os acercáis a Mí tampoco cuando algo malo sucede, tratáis vosotros de resolver vuestros problemas por vosotros mismos y muchas veces no tenéis las capacidades para ello. Otras veces, os salen mal las cosas y Me reclamáis a Mí, si os acordáis de Mí, cuando Yo siempre estoy esperando llenaros de Bendiciones y de Mi ayuda, como Padre Bueno que Soy de todos vosotros.
¿Qué es lo que pasa con vosotros, Mis pequeños? Al no tenerMe como Padre, como Hermano que Soy, también, en Mi Hijo Jesucristo, y dándoos Mi Amor, como lo que Soy, también, el Santo Espíritu para todos vosotros, al no estar Conmigo, camináis solos y el caminar solos en la Tierra es un peligro, Mis pequeños.
Mi Hijo os ha dicho que el príncipe de éste Mundo es satanás y él está tratando de destruiros espiritualmente y aún físicamente. Por vuestro caminar en la Tierra, el sabe que sí estáis Conmigo, él no desea que produzcáis Amor, si vosotros camináis solos, no tenéis protección, Mis pequeños.
Ciertamente, aún a pesar de que vosotros no queráis estar Conmigo, Yo os protejo, porque en algún momento, por pequeño que éste fuera, si Yo os dejara de Mi Mano, inmediatamente satanás os destruiría. Lo veis con otros pueblos, algunos pueblos de la Tierra que se han separado de Mí, no quieren estar Conmigo y, ¿qué pasa con ellos? No buscan que los bendiga, que Mi Divina Providencia caiga sobre ellos. Me blasfeman, atacan Mi Santo Nombre y Mi Presencia, no enseñan a sus hijos una vida espiritual en la cual, Yo Soy el primero en su vida. En todo momento Me están atacando y le están quitando a sus hijos, ellos mismos, a los que les rodean, Mi Vida, la vida de la Gracia, la vida del Amor y todavía quieren ser bendecidos y protegidos.
Estáis viendo alrededor del mundo cómo hay problemas sociales, en familia, falta de trabajo, tantos problemas que estáis padeciendo ahora, pero si realmente estudiáis la problemática de ésos pueblos, veréis que Yo no vivo en su corazón, no acuden a Mí, tratan de sacarMe de su vida y, todavía quieren que Yo los bendiga.
Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, pero Yo también Me duelo, Mis pequeños, de que vosotros no acudáis a Mí y es más, vosotros Me abandonáis, cuando Yo no os abandono. ¿Y queréis así Mis bendiciones? Os doy lo necesario para vuestra vida, para cumplir con vuestras necesidades primordiales pero, ciertamente, no tenéis todas Mis Bendiciones, porque vosotros mismos no las deseáis, no deseáis que la Fuente de Bendiciones, que Soy Yo, entre en vuestra vida.
Meditad esto, Mis pequeños, vosotros, los de aquellos pueblos que estáis sufriendo fuertemente, en lo social, en lo económico, estáis así, porque Yo ya no Soy lo primero en vuestra vida y, además, Me atacáis. Meditadlo, porque el error está en vosotros y no en Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Salisteis de Mi Corazón, y quiero que todos vosotros regreséis, hay lugar para todos, vuestro lugar os está esperando, cumplid con vuestra misión, que es la de dejar amor en la Tierra. Hijitos Míos, mucho amor habéis recibido todos vosotros de parte Mía, Soy vuestro Dios y Soy el Dios del Amor.
Vosotros, desde antes que lleguéis al mundo, ya estáis en Mi Corazón, en lo más profundo de Mi Corazón. Os envió a la Tierra, para que vosotros llenéis a la Tierra de Mi Amor. He puesto en vuestro corazón Mi Amor y vosotros debéis cultivarlo, para que éste Amor, vaya cambiando la faz de la Tierra.
Satanás, al ser el príncipe de éste mundo, ha llenado el mundo de odio, de maldad, de corrupción, de muerte. Vosotros, a cada uno de vosotros, he puesto en vuestro corazón, todo lo contrario, para que vayáis destruyendo todo lo que satanás ha sembrado en éste mundo porque vosotros, fácilmente lo podríais destruir, ya que Mi Amor es infinitamente más poderoso que la maldad, el odio, la muerte, que satanás siembra o trata de sembrar en los corazones.
Ciertamente, es una tarea difícil, porque vosotros no os debéis involucrar en las cosas del mundo, vosotros tenéis Mi protección, tenéis a Mi Santo Espíritu dentro de vosotros, tenéis la protección de Mi Santísima Trinidad, tenéis la protección de vuestros Ángeles Custodios, tenéis la protección de todo el Cielo, de las oraciones que se dicen en la Comunión de los Santos.
Si vosotros, realmente, creyerais en todo esto, lo vivierais, fácilmente cumpliríais con vuestra misión en la Tierra, pero os alejáis de Mí. Desgraciadamente el hombre se acostumbra al amor y no quiere tener el Amor limpio, sano, puro, que puede venir de Mí y se aparta de Mí para ir a buscar otro tipo de sensaciones, de maldad y eso es lo que va destruyendo la espiritualidad del hombre.
Por eso Mi Hijo os ha dado la Parábola del Hijo Pródigo, el hijo que se aparta del Padre, que Soy Yo, no quiere vivir en la vida del Cielo, que es bajo los Mandamientos, no quiere vivir en pureza y santidad, sino al contrario, de repente lo atraen las cosas del mundo, el pecado, la frivolidad, el error y, así, cae en la mentira de satanás y pronto se da cuenta de su error, cuando ha perdido todo. Sus bienes son el estado de Gracia, la amistad Conmigo vuestro Dios, cae en lo más bajo, cuando pudo haberse mantenido en estado de Gracia, y de una vida espiritual bella, santa, pero ¿qué hace el hombre?, prefiere lo malo, le atrae lo malo y va perdiendo todo lo que Yo le puedo dar de regalos espirituales y aún materiales. No quieren estar Conmigo, no quieren vivir protegidos por su Dios y, es así como el hombre se va volviendo más de la Tierra y menos del Cielo y el error les va envolviendo, les va destruyendo y acaban por perder la Gracia y por perder ése deseo de estar Conmigo.
Mis pequeños, no caigáis en el error, tan pronto os veáis hundidos en el pecado, en la maldad que habéis dejado entrar en vuestro corazón, acudid a Mí, vuestro Dios, que Yo os perdonaré, como perdono al hijo pródigo de la Parábola, al ver al hijo arrepentido que regresa a Mí, que quiere buscar nuevamente el estado de Gracia, que quiere vivir nuevamente en el Cielo. Es en ése momento (Lenguas…), es en ése momento que todo Mi Amor se desborda sobre ésas almas arrepentidas, ya probaron vivir en la maldad, y no les gustó, y ésa es una Gracia muy especial, Mis pequeños, que Yo concedo a las almas que se arrepienten, que rechazan la maldad que han dejado entrar en su corazón. Les abro Mis Brazos, les abrazo, les perdono, les pongo nuevamente el anillo al dedo y les cambio de vestiduras y entran nuevamente a ser parte del Cielo y, eso es lo que deseo para todos vosotros, Mis pequeños, que regreséis al Reino de los Cielos, porque de ahí salisteis, Mis pequeños, salisteis de Mi Corazón, y quiero que todos vosotros regreséis, hay lugar para todos, vuestro lugar os está esperando, cumplid con vuestra misión, que es la de dejar amor en la Tierra, cambiad los corazones que se han llenado de maldad, habladles de Mí, compartidles lo que tenéis de bueno en vuestro corazón y así regresaréis fácilmente al Reino de los Cielos, a recibir vuestro regalo eternamente.
Confiad, Mis pequeños, en Mí, que Soy un Dios de Amor, que Soy un Dios comprensivo, que Soy un Dios que todo lo perdona, siempre y cuando haya arrepentimiento en vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Que tomáis Mis Leyes y Mis Decretos como algo antiguo y obsoleto para estos días, y estáis en un error, Mis pequeños, porque Mis Mandatos, Mis Leyes y aún Mi Amor, son eternos. Hijitos Míos, mucho falláis contra Mí, vuestro Dios, porque vosotros mismos habéis hecho vuestras propias leyes y esto no puede ser, Mis pequeños.
Ya os he dicho antes que tomáis Mis Leyes y Mis Decretos como algo antiguo y obsoleto para estos días, y estáis en un error, Mis pequeños, porque Mis Mandatos, Mis Leyes y aún Mi Amor, son eternos.
Yo no cambio, Soy Inmutable, vosotros sois los que cambiáis según vuestras conveniencias y son conveniencias propias del hombre, en las cuales, el hombre quiere pecar y sentirse bien para con ellos mismos y el error prosigue y lo vais enseñando a vuestra progenie, vais haciendo a un lado todo lo que tenéis y debéis cumplir en lo espiritual y, el error, sigue creciendo.
Al no estar cumpliendo lo que Yo os mando, vosotros vais llevando una vida de error y de pecado y así os vais hundiendo cada vez más, y por eso se os ha dicho que, en éstos momentos, caen infinidad de almas directamente al Infierno, porque ya no buscan vivir de acuerdo a lo que Yo os he ordenado, porque se os hace pesado porque, para vivir Conmigo, con vuestro Dios, os debéis vencer a vosotros mismos, debéis apartar de vuestra vida el pecado y todo aquello que no está bien ante Mis Ojos.
Vosotros, nunca vais a tener la Sabiduría que Yo tengo, si Yo os he dicho que no hagáis ciertas cosas, es porque el hombre tiende a hacerlas continuamente, es una caída natural de la carne, o sea, ir al pecado y ahí es donde Yo os he recordado a través de los Mandamientos, que no debéis caer hacia donde os lleva la carne fácilmente. Precisamente, ahí radica el valor del hombre, que se venza a sí mismo, dándoos Yo el recordatorio en los Mandamientos, que Son Mi Ley desde antiguo.
Cuando vosotros los vais tomando como medio de vida, los vais respetando, vais creciendo en Virtud. Al ir creciendo en Virtud, eso os va llevando a una santidad de vida, en donde, primeramente, vosotros os iréis ganando vuestra entrada al Reino de los Cielos y, segundo, vosotros seréis ejemplo para vuestros hermanos, para que, al ver vuestra forma de vida, ellos también la sigan y también puedan tener ése derecho que les corresponde de regresar al Reino de los Cielos.
Si vosotros meditarais profundamente los Mandamientos, o sea, Mi Ley Divina, si realmente los meditarais de corazón y los vivierais, cambiaríais vuestra forma de vida, vuestra forma de ser, que es la que más os conviene, porque os va a hacer hijos dignos de todo un Dios.
La santidad, Mis pequeños, es para todos vosotros, pero tenéis que luchar para adquirirla y, ésa lucha, es la que os hace dignos hijos Míos. No es una lucha fácil, pero tenéis Mi Gracia para poder vencer, acudid a Mí, Mis pequeños, cuando os sintáis débiles. Venid a Mí en todo momento, pedidMe Mi ayuda, cuando sintáis que el pecado os está acechando muy fuertemente. Mi Gracia todo lo puede, venid a Mí, Mis pequeños, Soy vuestro Padre y vuestro Dios y Yo quiero lo mejor para vosotros y para los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Sed humildes y sencillos y Mi Gracia siempre estará con vosotros, os acompañará y así vosotros os ayudaréis a vosotros mismos y ayudaréis a vuestros hermanos, porque estáis viviendo en la Verdad que Yo os he enseñado. Hijitos Míos, vuestra pequeñez, os hace grandes, vuestra pequeñez, vuelve a Mi Corazón a la ternura, vuestra pequeñez, os puede llevar fácilmente a la santidad, vuestra pequeñez, hace que Yo Me derrame en bendiciones sobre vosotros, porque vosotros confiáis plenamente en Mí, porque eso es la pequeñez, os sentís necesitados de Mí, vuestro Dios.
Cuando hay soberbia en vuestro corazón, no acudís a Mí, porque no creéis que Me necesitáis, os creéis autosuficientes e impedís el paso de Mi Gracia a vuestro ser.
Sois tan pequeños y estáis tan necesitados de Mí, pero no queréis ver ésa realidad y, es por eso que os habéis alejado de Mí, porque os creéis autosuficientes, porque satanás os ha llenado de mucha mentira.
Quizá tengáis mucho de lo material, quizá tengáis puestos altos en la sociedad, en la política y con eso os sentís autosuficientes, porque os veis en una posición más alta que la mayoría de vuestros hermanos y no solamente os apartáis de Mí, sino que además, no respetáis a vuestros hermanos, os creéis superior a ellos y, de esta forma, les afectáis a ellos, haciéndolos menos de lo que sois vosotros, cuando es al revés, precisamente, porque vuestra soberbia os hace caer ante Mis Ojos. Cuando estáis llenos de soberbia, Mis Bendiciones no entran a vuestro corazón y un alma que carece de Mis Bendiciones, no es superior a un alma sencilla y humilde.
Desgraciadamente, esto no lo entendéis perfectamente cuando estáis en la Tierra, cuando estáis cumpliendo vuestra misión, porque satanás os engaña y os hace creer que mientras más tenéis de lo material o de posiciones altas ante vuestros hermanos, vosotros sois mejores y se os debe rendir un culto especial por estar más altos que la mayoría. Y qué error más grave es este, Mis pequeños, porque ciertamente sí estaréis en una posición más alta, humanamente hablando, pero ante Mis Ojos, estáis en los suelos y, si fuerais juzgados en ésos momentos, muchos de vosotros, ciertamente, no pasaríais la prueba y podríais hasta condenaros eternamente.
Cuando os estáis llenando del mundo, estáis haciendo que vuestra alma se llene de un lastre que no os conviene tener, porque éste os impide elevaros hacia Mí. Preferís seguir viviendo en el error, en el pecado, en la maldad y, de esta forma, hasta controlar a vuestros hermanos con el miedo, con el terror, con la muerte, como ahora lo estáis viendo alrededor del mundo, cómo los gobiernos manipulan a la sociedad al llevarlas hacia el terror, hacia el miedo, hacia la muerte, se creen mejores y ¡cuánto error!, ¡ellos ya están muertos en vida!, ¡ellos ya han vendido su alma a satanás!, ellos no están Conmigo y os pido, Mis pequeños, que oréis por ellos y por su salvación eterna, porque satanás les ha tapado sus ojos, sus oídos, ha cerrado su corazón, ya no Me escuchan, no quieren ver la realidad que les rodea y no quieren llenar su corazón de amor, porque de ésta forma, creen que hay debilidad en ellos y prefieren la rudeza para que les respeten los que están a su alrededor.
Veis cómo actúan aquellos que viven en el error, no caigáis en eso, Mis pequeños y no busquéis las cosas del mundo, porque éstas os pueden traicionar y os pueden llevar a la muerte eterna. Sed humildes y sencillos y Mi Gracia siempre estará con vosotros, os acompañará y así vosotros os ayudaréis a vosotros mismos y ayudaréis a vuestros hermanos, porque estáis viviendo en la Verdad que Yo os he enseñado.
Luchad pues por mantener Mi Vida en vosotros y esto será cuando vosotros seáis pequeños y sencillos, como Mi Hijo lo es.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Siempre estáis pensando en que si dais, se os va a acabar y qué error tan grande, porque Yo os he prometido que cuando deis, recibiréis al ciento por uno. Hijitos Míos, ciertamente, uno de los más graves pecados que cometéis, es el de omisión. Vosotros veis nada más vuestra acción, los pecados que cometéis por acción, pero no por omisión. Yo os he dado mucho y, vuestra obligación, es la de entregar a vuestros hermanos, los necesitados, lo que tenéis, tanto de lo material como de lo espiritual. No queréis compartir las riquezas que recibís de Mí, gratuitamente, porque todo lo que tenéis, tanto lo material como lo espiritual, viene de Mí, vuestro Dios, vosotros no lo tendríais si Yo no os lo hubiera dado, si Yo no lo hubiera permitido en vuestra vida. Voy poniendo a vuestro alrededor todo lo que necesitáis y, ciertamente que cada uno de vosotros lleva una misión diferente y, si cada uno de vosotros respetarais ésa misión de cada uno de vuestros hermanos y les ayudarais y ellos os ayudaran, vendría ésa hermandad que Yo quiero de todos los pueblos de la Tierra.
Os he dicho que Mi Segunda Venida a la Tierra, tiene que darse cuando vosotros viváis en el Amor, vosotros debéis preparar Mi Segunda Venida, viviendo en el amor de hermanos, pero un amor de corazón y eso, no lo lograréis, hasta que evitéis de vuestra vida la omisión de compartir lo que tenéis con vuestros hermanos. Siempre estáis pensando en que si dais, se os va a acabar y qué error tan grande, porque Yo os he prometido que cuando deis, recibiréis al ciento por uno, estáis yendo en contra de Mis Verdades, en contra de Mis Promesas. No creéis en ellas, porque no tenéis Fe, no tenéis confianza en lo que Yo os he dado y tenéis plasmado en las Sagradas Escrituras. Yo no miento, Mis pequeños, Mis Palabras son Verdad y son Vida y, algunos de vosotros ya habréis hecho la prueba y habréis constatado que, lo que Yo os digo, es Verdad, que aquél que da, recibe mucho más, pero siempre estáis viendo solamente por vuestro bien, no por el de vuestros hermanos.
Dad, dad, Mis pequeños, en abundancia, pero dadlo de corazón, no por interés, porque aquél que da por interés, no recibirá el ciento por uno.
Gracias, Mis pequeños.
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