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martes, 18 de enero de 2011

Profetisa de nuestros tiempos


Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está en cinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz.

Apocalipsis 12: 1-9


En estos tiempos de crisis en cuestiones de fe, María se dará a conocer cada vez más. En el mensaje del 3 de Julio de 1987, al Padre Gobbi, María dijo específicamente: "Estos son Mis Tiempos".
"A partir de este año los tiempos de vuestra madre celestial comenzarán en una forma más intensa y oficial.... Estos son los tiempos del gran castigo. La copa de la divina justicia esta llena, está más que llena, se está desbordando. La tierra está cubierta de iniquidad; las tinieblas de la apostasía y el pecado envuelven la Iglesia. Para que triunfe Su misericordia, El Señor tiene que ejercer ahora Su fuerte acción purificadora de justicia y amor. Les esperan a ustedes las horas más dolorosas y sangurientas. Estos tiempos están más cerca de lo que creen. En este Año Mariano ya están ocurriendo ciertos acontecimientos importantes relacionados con lo que predije en Fátima y que les he dicho a los niños a los cuales me estoy apareciendo en Medjugorje. Jesús restablecerá Su reinado glorioso, El morará entre ustedes y vivirán los nuevos tiempos, la nueva era. Al fin verán una nueva tierra y nuevo cielo.
"Estos son los tiempos de la gran misericordia. Nuestro Padre arde de compasión y quiere derramar sobre esta pobre humanidad el torrente de su amor infinito. El quiere moldear con Sus Manos una nueva creación en la cual Su divina huella sea más visible, mejor recibida y acogida; en la cual todos exalten y glorifiquen Su Paternidad."
"Estos son mis tiempos. 'Estos', es decir, los días que estan viviendo, son 'míos' porque llevan la marca de mi grande y poderosa presencia. Estos tiempos serán aún más míos al paso que mi triunfo se extienda y se fortalezca hasta sobrepasar el triunfo que ahora pertenece a mi Adversario. Esta presencia mía llegará a ser muy intensa y extraordinaria, sobre todo entre las familias consagradas a mi Inmaculado Corazón. Se manifestará ante todos y se convertirá en fuente de especial consuelo para ustedes. "
La intercesión de María no ha cesado jamás. Dios Padre ha querido utilizarla como mensajera y profetisa.