domingo, 22 de mayo de 2016

Abr 26_16 No erréis, en éstos últimos momentos de vuestra existencia, en esta gran prueba.


ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Mi Iglesia será purificada, os he dicho que eliminaré de ella todo el material humano que no está haciendo lo que debe hacer y, os lo digo así, porque muchos de ellos Me han negado, Me han blasfemado, ofician Misas en forma sacrílega. Muchos de ellos han causado que infinidad de hermanos vuestros se hayan salido de la Iglesia por el mal ejemplo que han dado.
  • PedidMe, pues, que podáis ir entendiendo este Misterio tan grande de Amor, para que podáis volver a Mí, lo más pronto posible, para que no paséis tanto tiempo en el Purgatorio, apartándoos de vuestros intereses nocivos, que no os permiten llegar a Mí, más rápidamente.
  • Pedid Mi Santo Espíritu, para que os lleve a luchar contra la maldad que lleváis en vuestro corazón. Que el amor vaya destruyendo ésa maldad, que la vaya deteniendo, que no la deje crecer, para que no eche a perder el Bien que también lleváis en vuestro ser.
  • Si vosotros estáis tomando de Mi Creación algo perfecto, para transformarlo en otra cosa, ésa otra cosa, también tiene que ser perfecta.
  • Os he dicho, también, que nada os faltará, que os acerquéis a Mí y cuando os desesperéis, entrad más adentro, en vuestro corazón, y buscadMe a Mí, a Mí, Mis pequeños, para que no caigáis en la tentación de ir a buscar a satanás, para que él resuelva vuestros problemas.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.



Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Mi Iglesia será purificada, os he dicho que eliminaré de ella todo el material humano que no está haciendo lo que debe hacer y, os lo digo así, porque muchos de ellos Me han negado, Me han blasfemado, ofician Misas en forma sacrílega. Muchos de ellos han causado que infinidad de hermanos vuestros se hayan salido de la Iglesia por el mal ejemplo que han dado.

Hijitos Míos, ciertamente, Mi Iglesia será purificada, os he dicho que eliminaré de ella todo el material humano que no está haciendo lo que debe hacer y, os lo digo así, porque muchos de ellos Me han negado, Me han blasfemado, ofician Misas, en forma sacrílega. Muchos de ellos han causado que infinidad de hermanos vuestros se hayan salido de la Iglesia por el mal ejemplo que han dado.

Ciertamente, satanás se las ha ingeniado para que entren elementos nocivos dentro de Ella, para causar escándalo y maldad y, de esta forma, los que son buenos católicos, buenos hijos Míos, han ido perdiendo la Fe y el amor al ver el ejemplo tan malo que dan estos elementos de satanás, hijos de satanás, que se han introducido dentro de la Iglesia.

Tened cuidado, Mis pequeños, con lo que veis, con lo que escucháis, porque no todo lo que se dice es cierto y hay mucho que es verdadero y que no lo escucháis de ellos.

Así, como el Mundo está hecho todo un caos por causa de satanás, también la Iglesia está hecha un caos y debéis tener cuidado.

Os he dicho que vosotros sois la Iglesia y la debéis guardar en vuestro corazón. Debéis mantener Mis Palabras y Mi Ejemplo, que os di sobre la Tierra, en vuestro corazón y cuidad todas estas Enseñanzas, este Conocimiento, como lo más preciado que tenéis y que podéis encontrar aquí en la Tierra, porque estas Enseñanzas os las dio un Dios hecho Hombre para que crecierais y encontrarais vuestra salvación eterna.

Todo será purificado y estas almas, que se satanizaron, que están siendo instrumentos de satanás, para tratar de destruir lo más preciado que os dejé, serán eliminadas, y la Iglesia, Mi Iglesia, quedará purificada y quedará como fue creada, Santa, para que vosotros podáis seguir tomando de ella: ejemplos, conocimiento, virtudes, amor y, sobre todo, que sigáis teniendo Mi Presencia Viva en el Santísimo Sacramento del Altar, en la Sagrada Eucaristía.

Vosotros, Mis pequeños, los que sois fieles a lo que os he dado, perseverad, seguid adelante, orad para que sea ya purificada y que empecéis a tomar de ella, todos los frutos que Yo os dejé para vuestra santificación.

Mucha maldad se ha introducido dentro de ella, os repito, debéis saber discernir lo que estáis viendo y escuchando, de lo que se dice a través de ella y cuidaos de los que la están manipulando.

Cuidad a Mis verdaderos ministros, que existen, realmente, y que la están cuidando, también, con su presencia y hasta con su sangre, con su sacrificio. Tendréis ministros santos, los conoceréis y gozaréis las Misas que ellos ofrecerán, primeramente, como agradecimiento de la purificación de la Iglesia y después, para daros vida con sus enseñanzas, con su ejemplo, con su amor, con su donación. Os he dejado un regalo inmenso en la Tierra, que es Mi Iglesia, cuidadla y cuidaos, porque vosotros sois Iglesia; Mis ministros, son Iglesia, pero son los administradores de los Bienes que os dejé en la Iglesia, cuidadlos con vuestra oración.

Satanás seguirá atacándoos, pero Yo os protegeré, porque Yo cuido lo que Yo os dejé para vuestro Bien, que es Mi Santa Iglesia.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: PedidMe, pues, que podáis ir entendiendo este Misterio tan grande de Amor, para que podáis volver a Mí, lo más pronto posible, para que no paséis tanto tiempo en el Purgatorio, apartándoos de vuestros intereses nocivos, que no os permiten llegar a Mí, más rápidamente.

Hijitos Míos, cuando Yo creé todo, no existía nada, todo salió de Mí, todo. Ved su grandeza, toda ella nació de Mí, nació de Mí, de Mi Unidad; así como en Mi Santísima Trinidad Somos Uno, toda la Creación, es una en Mí.

Así era antes del Pecado Original, toda la Creación se mantenía en Mí, en Mi Voluntad, en Mis Designios. Yo, deleitándoMe en lo creado y todo lo creado, alabando Mi Santo Nombre.

Todo era bellísimo, Mis pequeños, antes del Pecado Original y, satanás, en su envidia, cayó, y de ser Luzbella, terminó en luzbel, un arcángel caído, horripilante, pero, lo que más le producía su fealdad, era el ataque hacia todo lo Mío. Al oponerse a Mis Leyes, a Mi Amor, se volvió horrible en su interior y, ésa fealdad interior, se manifestó hacia su exterior y se volvió ése ser demoniaco, horripilante.

Toda la Creación quedó afectada, se desunió y, satanás, se ha mantenido desuniéndola, por eso, Yo siempre os pido que os unáis en oración, con vuestros hermanos y, así, unidos, estéis Conmigo.

La unidad de vuestra oración, de vosotros, os va a llevar a Mi Unidad, en Mi Santísima Trinidad, porque, no solamente al orar vosotros os estáis uniendo en vuestros grupos, en Mi Santísima Trinidad, sino vuestra oración vuela hacia todo lo creado, lo va transformando y lo va uniendo. Vosotros, ahora no os dais cuenta real, de lo que es el poder de la oración, es importantísima y necesarísima para vosotros, para toda la Creación, para que todos os volváis a unir en Mi Santísima Trinidad.

Vuestra misión es de unión, es el regresar todo lo que satanás ha desunido, volverlo a unir en Mí, en Mi Santísima Trinidad.

¿Veis cómo los países están desunidos?, ¿cómo la sociedad está igual, desunida?, ¿las familias, destruyéndose?, vosotros mismos, en vuestro interior, estáis desunidos, a veces estáis en el bien, a veces, estáis en el mal.

Cuando llegáis al Reino de los Cielos, estáis unidos, solamente hay amor en vuestro corazón y ése amor os está uniendo a Mi Sacratísimo Corazón, al Amor Verdadero, al Único Amor, que Soy Yo, vuestro Dios.

En el Purgatorio, os vais purificando de ése mal que os desune, que lleváis en vuestro ser. Lo vais eliminando con las cosas buenas que vais aprendiendo ahí. Ciertamente, en el Purgatorio se sufre, pero más se sufre porque debéis de olvidaros de vosotros mismos, debéis apartar vuestro ser, vuestros intereses del único interés que debéis mantener siempre y que Soy Yo, vuestro Dios.

Por eso os di el Primer Mandamiento: amarMe a Mí por sobre todas las cosas, pero como estáis vosotros mismos, desunidos, debéis aprender a amarMe a Mí y apartaros de todo aquello que os aparta de Mi Amor.

Cuando salís del Purgatorio, para entrar al Reino de los Cielos, ya estáis en concordancia a Mi Amor, ya nada más estáis buscando Mi Amor, ya no contáis con vosotros mismos, contáis totalmente Conmigo, con vuestro Dios.

Desde la Tierra debéis empezar a trabajar en ello, Mis pequeños, a que sea Yo lo Único en vuestra vida, que no os importe nada, más que Yo, vuestro Dios. Ciertamente, tenéis obligaciones que adquirís en vuestra vida, como son vuestra familia, vuestro trabajo y todo lo que hacéis, que tenéis qué hacer, para llevar una vida humana, pero, si aprendéis a unir todo eso en Mi Santísima Trinidad, vuestra purificación se va dando y no tendréis que pasar mucho tiempo, después de vuestra muerte, en el Purgatorio, olvidándoos de vosotros mismos y buscando el único interés que debéis tener en vuestra alma, que Soy Yo, vuestro Dios.

En estos momentos, como seres humanos, pensaríais que es egoísmo de Mi parte que os pida esto, pero, cuando vayáis purificándoos, cuando Me pidáis que os vaya transformando, para que vayáis entendiendo Mis Misterios, os daréis cuenta que es así y que el estar en Mí, es lo único que cuenta y, como os vuelvo a repetir, todo lo Creado, salió de Mí y todo tiene que regresar a Mí, no podéis estar separados, no le podéis dar primacía a lo vuestro, que fue lo que le pasó a satanás, a Luzbella, se empezó a fijar en sí mismo, Me hizo a un lado y luego se prefirió a sí mismo y cayó en pecado de soberbia.

Y eso es lo que causa la soberbia, Mis pequeños, en que os prefiráis a vuestros vosotros mismos, y a vuestros intereses, y que Me hagáis a un lado a Mí, que Soy vuestro Dios, vuestro Creador, el que os provee de todo, el que os ama, como vosotros, todavía, no habéis aprendido a amar.

PedidMe, pues, que podáis ir entendiendo este Misterio tan grande de Amor, para que podáis volver a Mí, lo más pronto posible, para que no paséis tanto tiempo en el Purgatorio, apartándoos de vuestros intereses nocivos, que no os permiten llegar a Mí, más rápidamente y que os dé ésa sublimidad, que os dé la perfección en el Amor, que es el estar plenamente unidos a Mí, vuestro Dios. AmadMe a Mí, por sobre todas las cosas y, al hacerlo así, Yo os amaré por toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Pedid Mi Santo Espíritu, para que os lleve a luchar contra la maldad que lleváis en vuestro corazón. Que el amor vaya destruyendo ésa maldad, que la vaya deteniendo, que no la deje crecer, para que no eche a perder el Bien que también lleváis en vuestro ser.

Hijitos Míos, os he dicho que en el Cielo estaréis plenamente unidos a Mí, en Mi Santísima Trinidad. Ahí, Me escucháis todos y os doy a cada uno, también, un conocimiento particular, pero en sí, ya unidos, en un solo pensar, en un solo ser Conmigo, con vuestro Dios, todo es bello y lo gozáis inmensamente.

Cuando el Pecado Original se produjo, se separó todo, vino el caos y, satanás, se ha encargado de mantener ése caos en toda la Creación. Él vivió la unidad, cuando era el arcángel más bello y poderoso del Cielo, pero en su soberbia, él quiso tomar Mi Lugar de Dios, de Creador y cayó.

La soberbia, Mis pequeños, corroe el alma, os destroza, os separa de Mí, ¿qué es lo que os vino a enseñar Mi Hijo a la Tierra? Lo primero que conocéis de Él, es Sencillez, Humildad, aceptación a Mi Voluntad y una Donación total a lo que Yo Le pedía; en ningún momento soberbia, en ningún momento, estar en contra de Mi Voluntad y pidiéndoMe que cambiara las cosas porque algunos hombres Le atacaban, constantemente, porque estaban con satanás.

Mi Hijo se rodea siempre de gente sencilla, porque, la virtud, atrae a la virtud y a eso os quiero llevar, Mis pequeños, a que la virtud, también, se implante en vuestros corazones y que la virtud, que Soy Yo, os atraiga como imanes hacia Mí. Yo os atraigo por Mi Amor, Yo os atraigo por Mi Vida de Ejemplo, os atraigo por Mi Sencillez, os atraigo por Mi Perdón, os atraigo porque os amo, os atraigo porque os quiero perfectos, os atraigo porque quiero que permanezcáis Conmigo eternamente, en el Reino de los Cielos.

Estas palabras os llegan hasta lo más profundo de vuestro corazón, pero si Yo os hablara con palabras altaneras, soberbias, vosotros las rechazaríais, porque no están en concordancia con lo que vuestra alma quiere y necesita. Vosotros ya estáis unidos en la virtud, ciertamente, os sentís poca cosa y, lo sois todavía, sois poca cosa, pero os transformaré, Mis pequeños, si os mantenéis así: humildes, sencillos, obedientes, y necesitados de Mí, necesitados de Mi Amor, de Mis Bendiciones, de las virtudes que emanan de Mí.

Ciertamente, satanás tiene sus seguidores, aquellos que buscan el mal, que se llenan del mal que sale de satanás. Son los que buscan estar por sobre Mis Verdades, Mi Amor, Mi Sencillez, y llaman, a los que son Míos, cobardes, y también les dicen, poca cosa, porque ellos son altaneros, toman lo que no les pertenece, se sienten superiores, toman las leyes para aprovecharse de sus hermanos, buscan los poderes de la Tierra, para hacer desmán y medio y aprovecharse de aquellos que buscan la sencillez y, sobre todo, la paz.

El tiempo está próximo ya, Mis pequeños, en que esta soberbia y esta maldad, serán eliminadas de la Tierra por un tiempo. Recordad, Mis pequeños, que esta purificación se va a dar en este parteaguas de la humanidad, que será fin de tiempos. No es fin de Mundo, es fin de tiempos, es un tiempo de eliminación del mal, para que se quede el Bien y pueda crecer nuevamente. Pero, desgraciadamente, el mal todavía vivirá en el corazón de aquellos que queden, porque todavía no estaréis en el Reino de los Cielos ni habréis pasado por el Purgatorio, que os deja limpios para poder entrar al Reino de los Cielos, pero, por un tiempo, viviréis, al menos al principio, algo similar, que lo que se vivía en el Paraíso Terrenal, que era un lugar bello, hermosísimo, lleno de Mi Amor y, aunque satanás será apartado del hombre por un tiempo, para que no le cause daño, desgraciadamente, el daño todavía lo tendréis en vuestro ser, por el Pecado Original. Esa generación de ése tiempo, se dará cuenta de lo que el hombre puede hacer por no vencer la maldad que lleva en su interior.

Por eso os insisto tanto, Mis pequeños, en que Me dejéis hacer Mi Voluntad en vosotros, y esto es, para que Yo vaya eliminando toda la maldad que lleváis vosotros en vuestro interior, por el Pecado Original. Por eso no podéis entrar directamente al Reino de los Cielos, porque lleváis todavía ésa maldad en vuestro corazón y, generalmente, no hacéis gran cosa para la lucha contra ése mal.

Insisto, Mis pequeños, acercaos a Mí, pedid Mi Santo Espíritu, para que os lleve a luchar contra la maldad que lleváis en vuestro corazón. Que el amor vaya destruyendo ésa maldad, que la vaya deteniendo, que no la deje crecer para que no eche a perder el Bien que también lleváis en vuestro ser. No dejéis que el mal que satanás plantó en vuestro corazón, germine, detenedlo con las virtudes, con Mi Amor, con vuestra donación. Olvidaos de vosotros mismos, dejad que Yo, vuestro Dios, Me implante perfectamente en todo vuestro ser y, de esta forma, el mal que lleváis en vuestro interior, no crezca.

Los santos que vosotros conocéis, supieron detener el mal que llevaban en sí y que lleváis todos. Es la lucha continua del hombre con ésa dualidad en la que todos vosotros vivís, el Bien y el mal. Cuando más os acercáis al Bien, os voy reconociendo como hijos Míos, pero cuando le dais primacía al mal, que lleváis en vuestro ser y hacéis a un lado el Bien que podríais hacer crecer, os vais volviendo hijos de satanás.

Tenéis el libre albedrío y vosotros escogéis a quién servir, Yo os voy instruyendo, reclamo lo que es Mío, lo que Me pertenece, vosotros, sois Mi Creación y reclamo que seáis creaturas Mías, os busco y trato de atraeros al Reino de los Cielos, pero, si vosotros os separáis de Mí y no queréis estar Conmigo, os tengo que soltar y eso Me causa un Dolor tremendo a Mi Corazón, que tanto os ama, a pesar de vuestra infidelidad y de vuestros pecados. Os amo, Mis pequeños, y siempre espero vuestro arrepentimiento para otorgaros vuestro perdón, os quiero, os amo, pero vosotros escogéis.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Si vosotros estáis tomando de Mi Creación algo perfecto, para transformarlo en otra cosa, ésa otra cosa, también tiene que ser perfecta.

Hijitos Míos, os insisto mucho en que seáis perfectos, como Mi Padre es Perfecto. Cuando os pido que seáis perfectos, para algunos de vosotros, quizá, esto lo veáis como un imposible, pero la perfección se va dando en la vida cotidiana, Mis pequeños.

Vosotros tenéis, primeramente, Mis Leyes, Mis Mandamientos, Mis Reglas, para estar bien Conmigo. Cuando vosotros tratáis de llevar a cabo Mis Reglas, en perfección, es porque lo vais a hacer, no porque Yo lo esté exigiendo, sino porque, con hacer las cosas perfectas, vosotros mismos vais a gozar el resultado de lo que hicisteis.

Yo, vuestro Hermano Jesucristo, hacía las cosas perfectas, ciertamente Soy Dios pero, como Humano, hacía Mi trabajo de carpintero en una forma perfecta, porque trataba de quedar, primeramente, bien, con Mi Padre, Quien Me dio las capacidades como Dios, de hacer las cosas perfectas y luego, de quedar bien con aquellos que Me mandaban a hacer ésos trabajos de carpintería.

Cuando vosotros hacéis vuestro trabajo, con los dones que se os concedieron, y lo tratáis de hacer lo más perfectamente posible y esto es, quedando bien con las Leyes que se os pidieron que respetarais y, también, quedando bien, con aquellos que os pidieron el trabajo que vosotros sabéis hacer, os vais sintiendo bien y, además, lo ofrecéis y todo lo que hacéis en perfección, va dejando una huella en la Creación.

Todo lo que hay a vuestro alrededor, Yo lo creé. Tenéis una regla humana, que dice que, nada se destruye, solamente se transforma. Si vosotros estáis tomando de Mi Creación algo perfecto, para transformarlo en otra cosa, ésa otra cosa, también tiene que ser perfecta.

En Mi trabajo de carpintero, Yo tomaba la madera que venía de un árbol y ése árbol, Mi Padre lo creó en perfección y Yo trabajaba con ésa madera, con ésa tabla y Mi trabajo lo hacía perfecto y se lo ofrecía a Mi Padre, ¿entendéis a dónde os quiero llevar? Todo se transforma pero debe seguir siendo perfecto.

Vosotros, cada uno de vosotros, tenéis diferentes capacidades y a eso os dedicáis. Tomáis el conocimiento, lo transformáis y lo ofrecéis a vuestros hermanos y vuestro trabajo debiera ser perfecto, si es perfecto, Mi Padre, contento estará y especialmente cuando se lo ofrecéis y se lo agradecéis, porque ése trabajo perfecto, se da por las capacidades que vosotros recibís gratuitamente.

Como veis, todos vosotros traéis una misión, en la que, todo lo que hagáis, debe de ser perfecto, debe ser santo, porque así estaréis cumpliendo con los Mandamientos que se os han dado.

Yo no estaría contento, como Dios y como Ser Humano, que si Me pidieran hacer una mesa o unas sillas y tomara ésa madera, que Mi Padre creó perfecta y entregara un trabajo mal hecho; estaría quedando mal con Mi Padre y con Mis hermanos, al entregarles un trabajo mal hecho. No estaría trabajando perfectamente, no estaría glorificando a Mi Padre, no estaría transformando lo perfecto a otra cosa, también, perfecta.

Vuestro trabajo, lo que hagáis, Mis pequeños, no importa lo sencillo que sea o lo difícil que sea, tenéis las capacidades, que se os han dado gratuitamente, para resolverlo.

Vosotros, debéis proseguir la Obra de Nuestro Padre Dios, de hacer todo perfecto y si así lo hacéis, vuestros actos serán perfectos, vuestros pensamientos serán perfectos, todo lo que hagáis, penséis, digáis, todo será perfecto, porque así es en el Reino de los Cielos.

Vosotros vinisteis a la Tierra a transformar todo lo que satanás echó a perder y llevarlo nuevamente a la perfección, pero con vuestros actos de perfección. Si no actuáis en la perfección, estáis actuando para satanás, no estáis actuando para darLe Gloria y agradecerLe a vuestro Dios, todo lo que Él os ha dado.

Vivid pues, en la perfección que se os concedió gratuitamente. Ayudaos los unos a los otros para que, todo lo que hagáis, sea perfecto y juntos alabéis el Nombre de vuestro Creador, de vuestro Dios, el que os ha regalado todo, gratuitamente, y para que lo sigáis trabajando perfectamente.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os he dicho, también, que nada os faltará, que os acerquéis a Mí y cuando os desesperéis, entrad más adentro, en vuestro corazón, y buscadMe a Mí, a Mí, Mis pequeños, para que no caigáis en la tentación de ir a buscar a satanás, para que él resuelva vuestros problemas.

Hijitos Míos, os había dicho que en estos acontecimientos de la Purificación, que estáis ya viviendo, se iban a producir situaciones en las cuales, vosotros, os podréis desesperar y eso os puede llevar a poneros en contra Mía.

Mis pequeños, os he dicho que, todos vosotros, habéis pecado contra Mí, contra vuestro Dios, en diferentes niveles y que, también, recibiréis vuestra purificación, en diferentes niveles. Mientras más hayáis amado y menos hayáis pecado, Mi Misericordia será más benévola con vosotros. Y así iréis en proporción, hasta aquellos que habrán pecado mucho y que se hayan separado de Mí, su purificación será más dolorosa.

Pero todo esto os llevará a que quedéis lo suficientemente limpios, los que seréis escogidos, para pasar a los Cielos Nuevos y Tierras Nuevas y Me lo agradeceréis, Mis pequeños, porque solamente Yo os puedo dar ésa Paz y ésa seguridad, para que gocéis el regalo que Yo os daré.

Os he dicho, también, que nada os faltará, que os acerquéis a Mí y cuando os desesperéis, entrad más adentro, en vuestro corazón, y buscadMe a Mí, a Mí, Mis pequeños, para que no caigáis en la tentación de ir a buscar a satanás, para que él resuelva vuestros problemas.

Desgraciadamente, hay muchos hermanos vuestros que, al ver que Yo no les resuelvo sus problemas, pero, siempre, por una razón que os llevará a un Bien posterior, vosotros o ellos, vais a buscar que satanás os resuelva vuestros problemas familiares, económicos o de diferente índole y, de esta forma, no solo os irá mal, en un principio, sino, también, posteriormente, porque satanás os engañará y él no os lleva hacia un bien, siempre os va a llevar hacia un mal y, el principal mal es el que, sois engañados y os separa de Mí.

Sí, Mis pequeños, eso es lo peor que podéis tener en vuestra vida espiritual, que vosotros os separéis de Mí. Todo Bien, viene de Mí, Yo Soy Fuente de Vida, Yo Soy Fuente de Amor, Yo os puedo resolver todos vuestros problemas y, además, os doy un crecimiento espiritual al resolver vuestros problemas; satanás, que es la maldad absoluta, no os llevará hacia un bien, todo lo contrario, os engañará y hará que caigáis y caigáis más bajo, cada vez que acudáis a él y, de esta forma, os irá separando cada vez más y más de Mí y, él, os encadenará a sus mentiras, a sus errores, a sus engaños.

Ciertamente, se tiene que dar esta purificación para vuestro Bien. Muchos errores habéis cometido todos vosotros y debéis pagar por ellos, pero no es lo mismo que los paguéis, amparados en Mi Amor y en Mi Misericordia, a que paguéis vuestros errores, a la luz de la maldad y del error de satanás; él os llevará a  un error, cada vez más profundo y, de esta forma, no comprenderéis a dónde os está llevando y cómo os está separando de Mí, porque os está separando de Mi Sabiduría Divina. Él os envuelve en error y en maldad y llega un momento en que ya no entendéis en donde estáis ni qué hacer porque os ha envuelto en sus mentiras y en sus errores, nubla totalmente vuestra mente y no permite que salgáis de ahí, para que os podáis arrepentir y regreséis a Mí.

Estando con satanás, os hundiréis cada vez más y si llega la muerte en ésos momentos, seguramente os condenaréis. Estando Conmigo, ciertamente sufriréis, pero es el castigo que un padre o una madre, que ama a sus hijos, os da.

Sí, tendréis sufrimiento, pero amoroso, si se puede decir así, porque, cuando vuestros padres os castigan, os hacen reflexionar en vuestro error, para que alcancéis la verdad, para que la podáis ver y que no caigáis nuevamente en el error. Y así os haré Yo, también, Mis pequeños, en esta Purificación, tendréis castigo, pero mientras lo tengáis, reflexionaréis en vuestros errores y creceréis en Sabiduría, en inteligencia, en amor, en virtudes, ¿veis la diferencia, Mis pequeños?

Si vosotros acudís a buscar remedio a vuestros males con satanás, él os va a llevar a un pozo profundo, obscuro, del cual, difícilmente saldréis, en cambio, estando Conmigo, también tendréis sufrimiento, porque lo merecéis, porque afectasteis a Mi Amor, pero Mi Amor, también se vuelve hacia vosotros y hace que ése sufrimiento os dé vida, os dé conocimiento, os dé sabiduría y os dé nuevamente, Amor, que aprendáis a amarMe, aún a pesar de que Yo os dé ésas nalgaditas que necesitáis y que os llevarán a la perfección. Cuando erais pequeños, cuando se os regañaba o se os castigaba, cuando vuestros padres os decían que ya era suficiente el castigo, corríais hacia vuestros padres y los abrazabais, los besabais y, estando con satanás, no es así, os llenáis de maldad, de odio, vuestra mente se nubla y os llenáis de rencor y de maldad en vuestro corazón.

Estáis viviendo los últimos tiempos, no cometáis ése último error de vuestra vida, si es que en esta Purificación os mando llamar. No acudáis a aquél que os quiere destruir, acudid a Mí, vuestro Dios, que, aún a pesar de que no quedéis escogidos para que veáis los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, sí veréis la salvación de vuestra alma y aunque tengáis que pasar un tiempo de purificación en el Purgatorio, os llevaré, tarde o temprano al Reino de los Cielos. Conmigo siempre tendréis mucho Amor y seguridad de que estaréis bien eternamente, no así con satanás, que solamente quiere vuestra destrucción, para que no lleguéis al gozo eterno. No erréis, en éstos últimos momentos de vuestra existencia, en esta gran prueba que todos tendréis.

Pedid Sabiduría a Mi Santo Espíritu, para que no caigáis en ésos errores que os pueden dar la condenación eterna.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

viernes, 6 de mayo de 2016

Abr 19_16 No dudéis, Mis pequeños, del Bien que surgirá después de esta tribulación.

Abr 19_16 No dudéis, Mis pequeños, del Bien que surgirá después de esta tribulación. ImprimirE-Mail
Rosario vespertino.


Temas: 

  • Os he dicho que el mal os está cubriendo y con esto os quiero decir que, para poder erradicarlo, una gran tribulación veréis, os afectará a todos, pero aun así, será para vuestro bien.
  • Vosotros, apenas sepáis que algo está mal a vuestro alrededor, como hijos Míos, llenos de Virtudes y de Mi Amor, voltearéis hacia Mí y Me pediréis inmediatamente, que se termine ése mal y que se dé la conversión de aquellos que lo están provocando.
  • En Mis Apariciones, alrededor del Mundo, Nuestro Padre y Nuestro Dios, Me permitió irles anunciando de algunos acontecimientos que padeceréis. Muchos de vosotros los habéis tomado en cuenta y en serio, pero, muchos más, no les han hecho caso y no se están preparando.
  • El tiempo es corto y es preferible, para vosotros, que perdáis lo que habéis atesorado del Mundo con vuestra traición hacia Mí, para que regreséis y no tengáis una eternidad de dolor.
  • Mis pequeños, cada uno de vosotros, sois importantísimos para Mí e irrepetibles, vuestra misión es muy personal y os di las capacidades, los dones, las virtudes necesarias para que la llevarais a cabo.



Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V. 



Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os he dicho que el mal os está cubriendo y con esto os quiero decir que, para poder erradicarlo, una gran tribulación veréis, os afectará a todos, pero aun así, será para vuestro bien.

Hijitos Míos, nadie ni aún en el Cielo mismo, se podían imaginar que Yo iba a mandar, a Mi Hijo, a reparar el Pecado Original de vuestros Primeros Padres. Nadie, tampoco, se podía imaginar cómo Yo rescaté al pueblo judío cuando estaba en Egipto, todos los Milagros que se dieron, todas las Manifestaciones de Mi Poder y de Mi Amor y, así, os puedo seguir hablando de todas Mis Manifestaciones a lo largo de la historia y todavía, ¿aun, así, dudáis? Os vengo preparando para un cambio muy, pero también muy bello.

Ciertamente, cada vez que se muestran Mis Capacidades Divinas, que llevan un fin específico, de ahí surge un gran Bien. Mientras se está dando, se sufre y vosotros mismos no sabéis qué hacer, dudáis, os amargáis, pero es porque no tenéis Fe.

Os he dicho que la Purificación, que ya está a las puertas, os traerá un gran bien, pero vuestra falta de Fe y confianza, en lo que Yo os estoy prometiendo, hace que vosotros os llenéis de temor.

Ciertamente, os digo, que un gran Bien surgirá de las cenizas, un nuevo renacer, una vida nueva en Mí, todo purificado, santificado por el amor de muchos, por la sangre derramada por el bien de vuestros hermanos. Os he dicho que aquellos que se darán por el bien de sus hermanos y por vosotros mismos, su sangre se unirá a la de Mi Hijo, para renovar, no solamente el Mundo, sino el Universo entero.

Yo Soy vuestro Dios y Mis Manifestaciones son Portentosas para mostraros Mi Poder, pero, también, junto con ellas, va a la par Mi Amor, que, también, es Portentoso y, así, con Mi Poder y con Mi Amor, todo cambiará, viviréis momentos de alegría, pero también viviréis momentos de turbación, de gran tribulación.

Cuando más temerosos estéis en los acontecimientos de la Purificación, más cerca deberéis estar de Mi Corazón.

No dudéis, Mis pequeños, del Bien que surgirá después de esta tribulación. Os he dicho que el mal os está cubriendo y con esto os quiero decir que, para poder erradicarlo, una gran tribulación veréis, os afectará a todos, pero aun así, será para vuestro bien.

Vivid unidos a Mí. Ayudad a cuantas almas podáis, reparad por aquellos que no saben hacerlo y que no están, por lo tanto, preparados para estos acontecimientos. Amaos los unos a los otros, como Mi Hijo os lo pidió. Bendecid y alabad Mi Santo Nombre, en todo momento, porque Yo estaré guiando los acontecimientos.

Todos estaréis presentes en Mi Corazón, a todos vosotros os conozco y cada uno tendrá una tribulación y purificación particular.

Que la alegría se muestre en vuestros labios y en vuestras acciones. Transmitid en vuestras acciones, la paz, que ya desde ahora, debe existir en vuestro corazón. Que se note en vosotros Mi Presencia, para que la llevéis a todos lados a donde vayáis, y que sea tan marcada Mi Presencia en vosotros, que esto haga que muchas almas regresen a Mí, por la forma en que actuéis vosotros, en paz, en seguridad, en amor. Mientras muchos de vuestros hermanos llorarán, gritarán, se golpearán, en vosotros, la paz reinará y eso hará que muchos lo noten y, por vuestro ejemplo, y después de las enseñanzas que deis a vuestros hermanos, ellos regresarán a Mí, para que puedan tener, también, ésos dones que os acompañarán a cada uno de vosotros que estaréis Conmigo en los momentos de la tribulación. 

Mi Amor quede con vosotros, Mis pequeños y Mi Paz inunde vuestro corazón, para que la podáis transmitir a vuestros hermanos. 
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros, apenas sepáis que algo está mal a vuestro alrededor, como hijos Míos, llenos de Virtudes y de Mi Amor, voltearéis hacia Mí y Me pediréis inmediatamente, que se termine ése mal y que se dé la conversión de aquellos que lo están provocando. 

Hijitos Míos, alguna vez os he dicho que vuestra posición en la Tierra tiene que ser como aquellos periodistas que viven entre vosotros, que os dan a conocer lo que está sucediendo en el Mundo, aunque vuestra posición, es más sublime, es espiritual. 

El conocer lo que está sucediendo en el Mundo, es para que vosotros intercedáis por vuestros hermanos, no para que critiquéis. Bastante mal ya hay en el Mundo, como para que vosotros os ensuciéis con la maldad de satanás al criticar a vuestros hermanos y desearles un mal, quizá, hasta la muerte misma, lo cual afectaría a vuestra Gracia, a vuestro corazón.

Mis pequeños, mucho mal hay en el Mundo, pero la gran mayoría de vosotros, en vez de atacar al mal con un bien, como os he enseñado, vosotros mismos os enfrascáis en ése mal y le seguís haciendo crecer, porque vosotros criticáis o deseáis un mal a aquellos que están produciendo los males en el Mundo y que os afectan a vosotros, ya sea en vuestra economía, en vuestra paz, ya sea interior o vuestra paz social, y de otras muchas  formas. Vosotros, apenas sepáis que algo está mal a vuestro alrededor, como hijos Míos, llenos de Virtudes y de Mi Amor, voltearéis hacia Mí y Me pediréis inmediatamente, que se termine ése mal y que se dé la conversión de aquellos que lo están provocando. Si realmente vosotros actuarais así, os aseguro que el mal terminaría sobre la Tierra, y en el Universo entero porque, Mi Bien, iría creciendo de manera descomunal.

Mi Hijo, lleno de virtudes y de Amor, os enseñó cómo actuar, aun cuando era muy atacado, sólo Amor Le vieron producir todos aquellos que Le rodearon en aquél tiempo. Amor en todo momento, aun hacia aquellos que Le causaban algún mal. Él, en lugar de maldecir a aquellos que Lo estaban clavando, que Lo estaban torturando, aquellos que vociferaban contra Él y contra Mi Hija, la Siempre Virgen María, Su respuesta hacia aquellos, hacia los que Lo atacaban, era pedir perdón por su mala forma de ser y su forma de actuar, causándoLe gran Dolor en su Corazón y, continuamente, en Su Corazón, Me decía: “perdónalos Padre, porque no saben lo que hacen”.

Mi Hijo, todo Virtud, Amor y Ejemplo hacia vosotros, recupera la Vida, Yo se la devuelvo y se muestra como era desde Su Nacimiento, un Dios entre los hombres, y aun, viendo todas estas cosas palpables, los sacerdotes del sanedrín, los altos dignatarios del pueblo de Israel, en lugar de convertirse y aprovechar lo que todo un Dios les estaba dando, lo que el Mesías esperado les estaba regalando, en su soberbia, lo niegan y deciden seguir atacando todo lo que Mi Hijo os dejó, y lo siguen haciendo hasta estos días.

No quieren aceptar la Presencia Divina de Mi Hijo y todo Su Legado de Salvación para toda la Creación, para todas las almas, para todos los pueblos, para todo el Universo. El Pecado Original afectó todo lo Creado y todo va a ser devuelto a su Primer Origen. ¿Cuántos agradecerán? ¿Cuántos querrán vivir ésos tiempos, cuando todo sea Purificado? Me duele, Mis pequeños, ver que el resto fiel es muy pequeño, que, a pesar de todo Mi Amor derramado sobre todos vosotros y para todas las generaciones, no ha llegado a mover muchos corazones. Estáis en momentos de un parteaguas, no solamente del Mundo, sino del Universo entero, Mi Bien vencerá, el mal, será aplastado, pero ¿cuántos agradecerán?

Ciertamente, el resto fiel agradecerá y se gozará Conmigo, en Mi Santísima Trinidad, por todo el Bien que os regalaré. 

El resto fiel, son aquellas almas que se han abierto al Amor, que se dejaron mover por Él y que en su corazón, esperan algo grande. Ciertamente, no todos los que queden, como pueblo escogido, serán de Mi Iglesia, habrá hermanos vuestros de diferentes nacionalidades, grupos, creencias, pero lo que os unirá, será Mi Amor.

Mi Amor, os purificará de toda la maldad con la que satanás os ha venido atacando por siglos. Mi Amor, purificará y unirá a todas las almas, en el Amor que os dejó Mi Hijo. Mi Gracia, a través de Mi Santo Espíritu, os unirá a todos y seréis el rebaño de Mi Hijo y Él será vuestro Pastor. Todos los que queden, reconocerán, en Él a Mi Hijo y seréis un gran pueblo.

El Amor, Mi Amor que os creó, os volverá a unir, gozaréis inmensamente de Mis Bienes. Aquellos que no Me conocían, perfectamente, pero que llevaban Mi Amor en su corazón, Me reconocerán inmediatamente y vendrán a Mí, todos seréis transfigurados por Mi Santo Espíritu y reconoceréis la Voz del Pastor, que os guiará a pastos verdes y nutritivos.

Con esto, Mis pequeños, os estoy anunciando la pronta Venida de Mi Hijo, Su Manifestación e infinidad de bellezas con que regalaré vuestra fidelidad y vuestro amor hacia Mí. Soy un Padre muy dadivoso y consentidor con aquellos que Me siguen y Me aman, pero un Padre justiciero y, ciertamente, castigador, con aquellos que Me odian y se apartan de Mis Leyes y Decretos. Me odian, porque escogieron a satanás como a su dios; estas almas, ciertamente, no pueden estar Conmigo, ni con vosotros, Mis pequeños, Yo Me merezco el amor de Mis hijos y vosotros, en vuestra fidelidad, os merecéis también Mi Amor.

Manteneos fieles, Mis pequeños y, apurad el paso, porque el tiempo apremia.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla la Santísima Virgen María.
Sobre: En Mis Apariciones, alrededor del Mundo, Nuestro Padre y Nuestro Dios, Me permitió irles anunciando de algunos acontecimientos que padeceréis. Muchos de vosotros los habéis tomado en cuenta y en serio, pero, muchos más, no les han hecho caso y no se están preparando.

Hijitos Míos, os pido que vuestra oración no cese en ningún momento, estáis viendo acontecimientos ya fuertes de la Purificación. El mismo sol os está afectando y está afectando a la Tierra. Desde hace tiempo os pedí, Mis pequeños, que observarais al sol, porque en él se iban a dar muchos cambios que os irían afectando.

Yo, como Madre vuestra, estaré con vosotros en todo momento. En Mis Apariciones, alrededor del Mundo, Nuestro Padre y Nuestro Dios, Me permitió irles anunciando de algunos acontecimientos que padeceréis. Muchos de vosotros los habéis tomado en cuenta y en serio, pero, muchos más, no les han hecho caso y no se están preparando.

La Gracia de Nuestro Dios, permite que éstos acontecimientos se vayan dando poco a poco, para que la humanidad vaya reaccionando y os vayáis dando cuenta que ya éstos se están saliendo de la “normalidad”, de la que luego habláis. Los mismos científicos, asombrados están, porque ya no siguen parámetros humanos, ya no tienen con qué comparar lo pasado con lo presente y esto lo está permitiendo Nuestro Dios y Señor, para que os deis cuenta de que ya lo que se está dando y se dará, no viene de los cambios normales de la Tierra o del Universo entero, sino que ya es obra directa de Nuestro Dios y de las fuerzas satánicas que os quieren destruir.

Nuestro Dios, os estará protegiendo y Yo Misma, estaré con vosotros, también, para guiaros y para que sepáis qué hacer en estos momentos de purificación, que, como os dijo Nuestro Padre y Nuestro Dios, serán para vuestro Bien, aun a pesar de que os duela lo que vendrá. 

Mis pequeños, uníos en grupos de oración, porque la oración conjunta, siempre será más poderosa que la individual. Apoyaos los unos a los otros, tanto en lo material como en lo espiritual y ved todo lo que sucederá, como algo positivo, porque se os ha dicho ya, que se os cambiará de casa, tendréis un Nuevo Hogar y será muy bello.

Vuestro sufrimiento, en algunos será grande y en otros, menos fuerte, dependiendo de vuestros pecados y de vuestra espiritualidad. Esa es la Justicia Divina, ése es el Amor de Nuestro Padre y Creador.

Empezaréis a vivir una nueva época y, así como el parto de una mujer que al principio duele, cuando nace el bebé, se terminan las lágrimas y empieza la alegría y no solamente empieza la alegría por ver nacido el bebé, sino porque empiezan muchas expectativas, ¡grandes expectativas!

Conoceréis grandes cosas que nuestro Dios os regalará y asombrados y alegres estaréis de tener todo ello; es como el regalo nuevo que se le da al niño en su cumpleaños, recibe tantos regalos en un momento de fiesta, que no sabe cuál abrir primero, y así estaréis vosotros. Tantos regalos tendréis de parte de vuestro Dios, que vuestra alegría será inmensa. Agradeceréis de corazón a Nuestro Dios y os alegraréis, infinitamente, de haber sido obedientes y fieles a Su Amor y a Sus Leyes.

¡Cuánta tristeza Me causan vuestros hermanos!, que no tienen Fe a todo lo que se os dice y se os pide, que por estar de parte de satanás, tratan de hacer a un lado o de distorsionar Nuestras Palabras Santas para engañar a vuestros hermanos, haciéndoles creer que son mentiras. ¡Pobres almas de vuestros hermanos!, que así como los escribas y fariseos, que asesinaron a Mi Hijo y que han creado mentira tras mentira, a través de todos éstos años, posteriores a la Muerte y Resurrección de Mi Hijo, quieren seguir haciéndolo con la humanidad. Ellos son seguidores de satanás, y satanás es pura mentira.

Orad por las almas de vuestros hermanos que dudan, porque ellas todavía pueden ser rescatables; aquellas que ya se han soltado totalmente a la maldad de satanás, difícilmente regresarán a la Verdad.

Alegraos pues, vosotros, los que habéis creído, los que a pesar de todas las mentiras y maldades de satanás, a vuestro alrededor, os habéis querido mantener en la Verdad porque estáis bien cimentados en ella.

Manteneos así, Mis pequeños, inamovibles en la tormenta, la Luz de la Verdad os guía y el Amor os unirá eternamente.
Gracias, Mis pequeños. 

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: El tiempo es corto y es preferible, para vosotros, que perdáis lo que habéis atesorado del Mundo con vuestra traición hacia Mí, para que regreséis y no tengáis una eternidad de dolor.

Hijitos Míos, en las Escrituras podéis leer que en los días previos de la Purificación, tanto los niños como los ancianos, tendrán sueños, tendrán visiones.

Mis pequeños, desde antiguo, Yo Me he comunicado, también, con los hombres a través de sueños y con dones especiales que os concedo, para que conozcáis lo que deseo que hagáis o los acontecimientos que tendréis.

Yo Soy un Dios que ama a Su creatura y os trato de avisar de múltiples formas los acontecimientos que se darán, para que os vayáis preparando, por un lado, o que oréis unidos, para que se puedan aminorar o aún cancelar estos acontecimientos que he previsto para vuestro Bien, o sea, para vuestra Purificación y la eliminación del mal que lleváis en vuestro corazón.

Ciertamente, Me habéis sacado de vuestro corazón. Yo, como vuestro Dios y Creador, Me molesto pero, también Me duele mucho ver vuestra actitud tan poco amorosa hacia Mí.

Soy vuestro Dios, os he dado el don de la vida, cuido de vosotros desde vuestra concepción, desde que estáis en el vientre de vuestra madre. Nacéis y, Mi Providencia Divina, os sigue cuidando. Os pongo protecciones con vuestros Santos Ángeles Custodios, Mi Amor os protege de los ataques de satanás, voy ayudando a vuestros padres a que crezcáis de la mejor forma, tanto con vuestro alimento de cuerpo, como de vuestro alimento de alma. Mi Providencia Divina os sigue ayudando a lo largo de toda vuestra vida, para que tengáis un buen empleo, para que podáis hacer una familia que pueda seguir transmitiendo Mis Valores y Mi Amor, pero, ¿qué hace el hombre?, no voltea hacia Mí a agradecerMe, sino voltea hacia satanás para seguirle, esto hiere Mi Corazón, porque vosotros solamente recibís bondades y cuidados de Mi Corazón, y en vez de seguir lo que os pido para que crezcáis en la Verdad y en Mi Amor, cumpliendo con Mis Leyes y Decretos, al contrario, Me traicionáis, Me dais la espalda y mejor atendéis lo que os propone satanás, para que norméis vuestra vida a través de lo que él os da.

Ahora que os lo pongo así, podéis comprender el Dolor de Mi Corazón al ver vuestro desprecio, vuestra traición, vuestra ingratitud. Todos vosotros, Me lo habéis hecho, una, o varias veces a través de vuestra existencia, a veces estáis Conmigo, a veces le estáis dando la cara a satanás y, así vais, como veletas, actuando en mediocridad, viendo donde os conviene estar. El Mundo os jala, el Mundo hace sus propias reglas, obviamente, porque escucha a satanás, y si queréis pertenecer al Mundo y que el Mundo os respalde, ciertamente tendréis que darMe la espalda a Mí, vuestro Dios.

Lo habéis vivido y lo estáis viviendo, Mis pequeños, si queréis tener buenos puestos en los gobiernos, en las compañías fuertes en las que trabajáis, en la mayoría de los casos se trabaja en la mentira, en la conveniencia, en la maldad, y si queréis mantener vuestro puesto, os obligan a cometer actos impuros, actos desagradables a Mis Ojos y a Mis Mandatos, y vosotros lo aceptáis porque queréis mantener un estado aparente de solvencia económica y de posición social pero, espiritualmente estáis destrozados. Preferís vivir en el Mundo y para el Mundo y no para lo que fuisteis enviados a la Tierra, que es para destruir la maldad, con el Bien que debías llevar cada uno de vosotros en vuestro corazón, mostrándolo a vuestros hermanos con vuestras obras y contagiándolos de Mi Amor, pero, no, preferís el Mundo.

¡Cuánta traición! ¡Cuánta ingratitud! Os he dado lo más grande y más bello que tengo, que fue Mi Hijo, que se dio por vosotros, que os enseñó a vivir en el Mundo. Él vivió entre la maldad de los que Lo rodeaban, satanás Lo atacó, también, y lo puso en su lugar: “Soy tu Dios y a Mí solamente obedecerás”, pero, vosotros, traicionando y haciendo a un lado las Enseñanzas de Mi Hijo, preferís manteneros en el Mundo, en la suciedad, en el error, en la maldad.

Os prevengo, Mis pequeños, los que estáis en ésta situación, la Purificación Mundial, viene. Tarde o temprano os tendréis que poner ante Mi Presencia y hablarMe de la misión que Yo os encomendé. Os querréis esconder para no darMe la cara, no ver a Mis Ojos, porque vuestra respuesta va a ser muy diferente a lo que Yo esperaba de cada uno de vosotros, y con esto sabréis, también, vuestro destino eterno.

Llegará un momento en que Mi Santo Espíritu os hará conocer, a todos vosotros, en vuestro corazón, que estáis ya sobre el tiempo, y los acontecimientos os irán avisando la pronta llegada de Mi Hijo. Temblad ya, desde ahora, para que podáis llorar vuestros pecados y arrepentiros de ellos.

El tiempo es corto y es preferible, para vosotros, que perdáis lo que habéis atesorado del Mundo con vuestra traición hacia Mí, para que regreséis y no tengáis una eternidad de dolor. Os vuelvo a advertir, Mis pequeños, os amo, a pesar de vuestras traiciones y de todos los dolores que Le causáis a Mi Sacratísimo Corazón. Os amo a vosotros, porque os creé, pero no amo a vuestras acciones, con las que Me causáis dolor y traición. Una vez más, os aviso y os prevengo.
Gracias, Mis pequeños. 

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Mis pequeños, cada uno de vosotros, sois importantísimos para Mí e irrepetibles, vuestra misión es muy personal y os di las capacidades, los dones, las virtudes necesarias para que la llevarais a cabo.

Hijitos Míos, cada uno de vosotros tenéis dos misiones, una, que es muy personal y la otra, que es comunitaria. Cada uno de vosotros tenéis vuestra propia personalidad y os he dicho que nadie más va a llevar a cabo vuestra misión, la cual, Yo permití que fuera solamente para cada uno de vosotros y, de esta forma, tuvierais también vuestro premio en lo particular, de acuerdo a como llevarais a cabo vuestra misión.

La comunitaria, es cuando os juntáis y llevando un solo propósito, que es el de uniros, para conformar nuevamente el Cuerpo Místico de Mi Hijo.

Mis pequeños, cada uno de vosotros, sois importantísimos para Mí e irrepetibles, vuestra misión es muy personal y os di las capacidades, los dones, las virtudes necesarias para que la llevarais a cabo. Podríais preguntaros el por qué hice, en cada uno de vosotros, un alma muy particular y, es para que os dierais cuenta la predilección que tengo por cada uno de vosotros.

Si vosotros veis las flores o los pajarillos de una misma especie, aparentemente son iguales, pero si los observáis detenidamente, cada uno tendrá una función y una misión, también, muy particular.

Cada uno de vosotros, sois, también, como un hilo de un determinado color, que será usado para hacer un mantel o una tela con bordados y que, sin vuestra presencia, se notaría, inmediatamente, que algo falta. Eso os habrá pasado alguna vez, cuando en alguna prenda vuestra se pierde un hilo, podríais decir, que un hilo es insignificante, pero si lo veis ya dentro de una tela conformada, se nota la falta de este hilo y ya no se ve igual, se pierde la belleza de toda la prenda, por más bella que sea, por la falta ése hilo.

Así de importantes sois cada uno de vosotros, en Mi Creación y en la unidad que tendréis, para que se forme nuevamente el Cuerpo Místico de Mi Hijo. Por eso, os cuido, os guío, os doy todo lo necesario en capacidades, en virtudes, para que llevéis a cabo la misión única, que tenéis cada uno de vosotros. No fuisteis lanzados a la Tierra, como muchos os lo cuentan o que pretenden que así sea, no sois un alma más entre un montón y que nadie se dé cuenta de vuestra presencia, no, Mis pequeños, sois ése hilito importantísimo, para que la tela mantenga su belleza y su unidad.

Si os he creado y os he dado una misión, es para que, entre todos, conforméis ésa belleza que va a ser el Nuevo Mundo, que gracias a vuestra misión, llevada a cabo correctamente, se dará y todos gozaréis. Gozaréis la belleza a la que habéis sido llamados, para ayudarMe en darle a este Nuevo Mundo, ésa belleza de las almas que Me aman, que fueron fieles y, sobre todo, que fueron obedientes a Mis Designios Divinos y a Mi Amor.

Nadie es más importante que el otro. Ved una tela, ya conformada todos sus hilos, unidos, crean ésa belleza. Todos vosotros sois necesarios en Mi Obra Divina, todos sois importantes, para que todo se vea bello. No os sintáis menos porque aquél tiene más, de los bienes del Mundo, que vosotros, Yo no Me fijo en eso, Yo Me fijo en cómo estáis realizando vuestra misión, cómo la estáis llevando a cabo y cómo vais a acomodaros en el lugar que os corresponde en la recuperación del Cuerpo Místico de Mi Hijo.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com