viernes, 29 de abril de 2016

Mzo 29_16 PedidMe Mi Sensibilidad, para que comprendáis Mi Amor por vosotros.

Mzo 29_16 PedidMe Mi Sensibilidad, para que comprendáis Mi Amor por vosotros.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino.

Temas:

  • Son tiempos de mucha Gracia, son tiempos de gran donación, no temáis con perder vuestro cuerpo, temed, más bien, de perder vuestra alma.
  • Es lo que os pido, que aprendáis a callaros, que aprendáis a cuidar la lengua, que aprendáis a halagar, antes que criticar.
  • BuscadMe y Me encontraréis y haré que os enamoréis de Mi Amor, como se han enamorado aquellas almas que Me buscaron y Me encontraron. Poned de vuestra parte, dad el primer paso, buscadMe, a pesar de los ataques de satanás.
  • Fuisteis creados para gozar de Mi Amor y para que vosotros lo transmitierais a vuestros hermanos, ciertamente, estáis llamados a gozar eternamente, pero, siempre y cuando vosotros respetéis y sigáis Mis Leyes, Mis Preceptos y viváis en Mi Amor. 
  • Dejaos mover por Mi Voluntad, Mis pequeños, ésa es vuestra misión: hacer Mi Voluntad, ¡pero son tan pocas las almas que quieren que Yo las mueva! DejadMe, Mis pequeños y os regalaré Mis Bendiciones ahora y por siempre.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.


Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Son tiempos de mucha Gracia, son tiempos de gran donación, no temáis con perder vuestro cuerpo, temed, más bien, de perder vuestra alma.

Hijitos Míos, grande es Mi Amor por todos los hombres. Mi Amor se derramará sobre todas las almas, llega el momento en que Mi Santo Espíritu, tocará a todas las almas y conocerán cuánto os amo. Os daréis cuenta cuánto habéis desperdiciado y, sobre todo, también, os daréis cuenta, cómo, con vuestros pecados Me habéis atacado y os habéis apartado de Mi Amor.

Mi Misericordia infinita se derrama sobre todas las almas, sobre pecadores y no pecadores, pero, ciertamente, Mi Gracia, no hace el mismo efecto en un alma que Me ama que en un alma que no Me ama.

El pecado que lleváis en vuestro corazón, si no es rechazado por vosotros mismos, os va hundiendo, os va acabando, va royendo vuestra alma y os destruye. Mi Gracia, al llegar a estas almas, no hace mella, la misma alma rechaza Mis Bendiciones, porque se han hundido tanto en el pecado y en la maldad, que se han acostumbrado a ello y prefieren vivir en ésa maldad, a producir un cambio que sería benéfico, pero no lo aceptan.

Así es satanás, va convenciendo a las almas a vivir de acuerdo a lo que él os enseña y a donde os va llevando. Va haciendo que el pecado, en un principio, sea agradable y así lo aceptáis, os va concediendo lo que le pedís, os va engañando, pero no os concede todo y, cuando ya os queréis salir, ya no podéis, porque os habéis vendido al mal, a donde él os llevó. El alma que ha caído en el mal, ciertamente, por no haberMe buscado y no haber seguido los Consejos y la Vida que os dejó Mi Hijo, no saben cómo defenderse y, por eso, es muy difícil que un alma que no Me busca, pueda salir de las trampas de satanás, porque no saben cómo defenderse.

Ciertamente, estas almas, necesitan mucho de vuestra ayuda de oración, de donación de penitencias, para que se puedan salvar. Pero la más de las veces, estas almas no responden a la Gracia que Yo pueda darles, por la intercesión de todos vosotros.

De cualquier manera, Mis pequeños, os pido oración por estas almas, recordad que los milagros existen, que os he dado la oportunidad de que vosotros produzcáis milagros y esto se logra con el amor con el que Me pedís por vuestros hermanos y la intención que ponéis en vuestras oraciones y en vuestra donación para salvar a estas almas, prácticamente perdidas.

Estos son tiempos en que las almas que están cerca de Mí, tendrán más tarea para salvar a infinidad de almas que viven en el error. Son tiempos de mucha Gracia, son tiempos de gran donación; no temáis con perder vuestro cuerpo, temed, más bien, de perder vuestra alma. Daos fraternalmente a vuestros hermanos, esta es una obligación de amor.

Dad con el corazón, vivid como verdaderos hermanos interesados, realmente, en la salvación de vuestro prójimo, no viváis como aquellos que no saben amar, que no se interesan por el bienestar espiritual de sus hermanos.

Yo, que viví en la Tierra, Me daba cuenta de los pecados de cada uno de vuestros hermanos que vivieron en ése momento y Me rodeaban. Triste situación de estas almas, imaginad, Yo tenía que caminar entre ellos y sabía cómo estaba el estado del alma de cada uno de los habitantes de cada pueblo. Es un dolor muy grande, Mis pequeños, el poder conocer el interior de las almas, saber con quién está vuestro corazón, si Me pertenece o si le pertenece a satanás.

Manteneos y pedidMe que os aumente vuestra Fe y vuestro amor hacia Mí, pedidMe dones especiales, según vuestra misión, pero, sobre todo,pedidMe Humildad, Pureza, Santidad y una sencillez de niño.

DejadMe que os guíe y pedidMe Mi Sensibilidad, para que comprendáis Mi Amor por vosotros y Mi Amor por los pecadores, os asombraréis de ver cómo os amo y cómo amo a aquellos que no Me aman. Sois Mis hijos todos vosotros, buenos y malos, pero os amo a todos y quiero la salvación de todos vosotros.

A pesar de que seáis rechazados, como Yo lo fui, también, manteneos firmes en la oración, en la intercesión, en la vida en la Gracia y en los Sacramentos. Manteneos unidos a Mí y así, vuestro paso al Reino de los Cielos será sencillo, porque, el abrazo de Amor empezará aquí en la Tierra, seguireMos en ése abrazo y cuando Nos tengaMos que separar de ése abrazo, ya estaréis en el Reino de los Cielos.

DejadMe vivir en vosotros, dejadMe Ser vuestro Rey, vuestro Mesías, vuestro Salvador. AgradecedMe Mi Amor, no solamente en lo que os toca a vosotros, sino agradecedMe por aquellos que no Me agradecen ni Me aman. AmadMe, Mis pequeños, con todo Mi Amor, amadMe por todos aquellos que no Me aman.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Es lo que os pido, que aprendáis a callaros, que aprendáis a cuidar la lengua, que aprendáis a halagar, antes que criticar.

Hijitos Míos, os he dicho que Yo os conozco perfectamente a cada uno de vosotros. Vosotros sois muy dados a criticar según las apariencias, os creáis imágenes falsas de vuestros hermanos porque, las apariencias, no siempre dejan ver el interior de la persona. Yo os conozco perfectamente en vuestro interior y a Mí no Me podéis engañar.

Hay almas que aparentan bondad y que, internamente, son un desastre espiritual y viceversa; hay almas que vosotros las veis externamente, aparentarían llevar una vida disipada y mala, y contrariamente a eso que vosotros pensáis, son almas buenas, son almas que están Conmigo.

Por eso os he pedido que no critiquéis, porque la crítica en sí, os lleva al pecado, un pecado grave que destruye a la persona por su apariencia y, eso no puede ser, Mis pequeños.

Como se os dice en las Escrituras, ved primero la viga que tenéis en vuestro ojo y no veáis la paja que lleva vuestro prójimo. La crítica está llena de soberbia y de maldad, no tenéis los elementos suficientes para hablar con la verdad, porque no conocéis el interior del hombre y Yo sí.

Es lo que os pido, que aprendáis a callaros, que aprendáis a cuidar la lengua, que aprendáis a halagar, antes que criticar. Cuando vosotros aprendáis a halagar a vuestros hermanos, ganaréis muchos amigos; en cambio, si los criticáis, ganaréis muchos enemigos. La crítica es un arma destructiva, en donde destruís a vuestros hermanos, pero también os destruís a vosotros mismos. Criticáis por soberbios, porque con vuestra crítica os creéis superiores a vuestros hermanos y Yo no soporto un alma que mata a otra alma con la lengua, con mentiras, y aunque fueran verdades, vosotros no sois nadie para criticar Mi Obra, y cada uno de vosotros sois Mi Obra.

Amaos verdaderamente unos a otros y, de esta forma terminaréis con la crítica, que normalmente, es destructiva hacia vuestro prójimo. Así os lo pidió Mi Hijo y es una Verdad tan grande y tan fuerte, que si la siguierais, cambiaríais al Mundo entero: “amos los unos a los otros, como Yo os he amado”, es una Verdad que existe y que debéis seguir para vuestro bien y para el de los vuestros, con esto daréis ejemplo a vuestros hermanos de que estáis Conmigo y de que Yo estoy con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: BuscadMe y Me encontraréis y haré que os enamoréis de Mi Amor, como se han enamorado aquellas almas que Me buscaron y Me encontraron. Poned de vuestra parte, dad el primer paso, buscadMe, a pesar de los ataques de satanás.

Hijitos Míos, en el tiempo por venir, será todo muy bello, porque Yo Soy Perfecto y todo lo Creo en perfección, y vosotros lo gozaréis.

Conoceréis infinidad de cosas que no conocéis en estos momentos, viviréis experiencias extraordinarias y solamente será el comienzo de lo que debe ser vuestro paso hacia el Reino de los Cielos.

Os he explicado, Mis pequeños, que lo que viviréis vosotros en un principio, después de la purificación, serán Gracias, Bendiciones, dones, que vuestros Primeros Padres tenían, pero que perdieron por el Pecado Original, y vosotros los empezaréis a recuperar. Así sabréis cómo fue constituido el hombre en un Principio, cómo consentía a vuestros Primeros Padres; os daréis cuenta de la pérdida tan grave que tuvieron por haberle hecho caso a satanás, cómo los embaucó, los engañó, para que perdieran todas ésas capacidades maravillosas con las que Yo los había dotado.

Ellos fueron el culmen y la perfección de Mi Creación y lo perdieron todo, por un momento de error, por una mala decisión, en donde escogieron seguir a satanás y no mantenerse en Mí, su Creador, su Dios, su Padre.

Todos vosotros, a lo largo de vuestra existencia, habréis pasado por algo similar, ciertamente, no tan trascendental como lo que tuvieron vuestros Primeros Padres, que afectó toda su descendencia, perdiendo, primeramente, todos los dones y capacidades que les regalé en un Principio; perdieron infinidad de Bendiciones. Cuando vosotros las vayáis recuperando, conoceréis el Amor que tengo sobre todos vosotros. El Amor hacia vuestros Primeros Padres fue un Amor inmenso, porque fueron el Fruto de Mi Amor por ser reyes de la Creación. Los tenía que hacer perfectos, para que ellos cuidaran de la Creación y la perdieron, como os dije, por una mala decisión.

Cuando vosotros pecáis, también tomáis una mala decisión y preferís seguir a satanás en vuestra vida. Esa mala decisión os puede afectar por minutos, por días, por años, o, quizá, toda vuestra existencia.

Debéis tener mucho cuidado con vuestras decisiones, Mis pequeños, ciertamente, una mala decisión os hace perder el estado de Gracia, que eso es gravísimo para vosotros, porque escogéis a satanás y me hacéis a un lado. Satanás os lleva a la obscuridad y en ésa obscuridad vosotros no recibís Mis Bendiciones. El hombre pierde infinidad de Bendiciones cuando escoge el camino del mal.

Yo Soy Fuente de Vida y os llevo siempre a una superación interminable, busco siempre que vuestra alma vaya creciendo, creciendo y creciendo, como Infinito Soy Yo; en cambio, satanás, os lleva a una destrucción espiritual.

Si vuestros pecados son graves, vuestro dolor será mayor en el Infierno. No os imagináis cuánto perdéis cuando Me dais la espalda, Mis pequeños, dejar de estar Conmigo, es la peor tontería que un hombre pueda hacer, porque, el pecado mortal, evita que vosotros recibáis Mis Bendiciones y si no regresáis pronto al estado de Gracia, satanás se aprovecha y os va llevando a un pozo, cada vez más profundo, obscuro, del cual, muchas veces, ya no podréis salir.

Mucha maldad hay a vuestro alrededor y, por eso, vosotros, debéis poner más empeño en buscarMe y buscar vuestra santidad de vida.

¿Os habéis dado cuenta, cómo os repito constantemente la lección?, es porque sois muy necios, seguís queriendo vivir en el mal, cuando, éste, solamente, os lleva a la perdición eterna.

Vuestro regalo, en el Reino de los Cielos, depende de vuestro estado de amor y de perfección que logréis en la Tierra. Para eso, os di a Mi Hijo, para que de Él tomarais ejemplo de Perfección, un Modelo a seguir y, de esta forma, asegurarais vuestra salvación, pero sois muy necios. Os he dado todo y vosotros mismos lo rechazáis y, luego, Me blasfemáis a Mí, vuestro Dios, porque veis vuestra vida perdida u os llenáis de problemas y es por vuestra culpa, no por la Mía. Os cuido, pero, vosotros, al rechazar Mi Gracia, atraéis la maldad a vuestra vida y ésta os hace sufrir, pero por vuestra culpa, porque no permitís que Mi Gracia os ayude, os lleve a la perfección, os cuide.

Me echáis la culpa de vuestros errores, siendo que vosotros sois los causantes de vuestra perdición, tenéis el libre albedrío y lo usáis mal. Yo siempre estoy buscando que regreséis al camino del Bien, pero vosotros le hacéis más caso a satanás, buscáis más los goces de la carne, los goces del Mundo, rechazáis la vida espiritual, porque no le habéis tomado el sabor que ésta tiene.

Creéis que la vida espiritual es aburrida y no os da ninguna experiencia “emocionante”, como os imagináis que os la da la carne, los vicios, la maldad y estáis en un error, Mis pequeños. La vida espiritual, simplemente, por sus potencias infinitas, cuando la buscáis y la alcanzáis, la gozáis tremendamente, precisamente, porque las potencias del alma son infinitas. Ciertamente os perdéis muchísimo al no buscar los goces del alma, con la vida espiritual en vuestra vida.

Cuando llegáis a encontrar los goces espirituales, ya no os separáis de Mí, porque son inmensamente más grandes que los goces de la carne.

DejadMe que os lleve a éstos gozos, para que nunca más os separéis de Mí. Habláis de algo que no conocéis, que se os hace aburrido, el vivir vida espiritual. Criticáis a los que atienden la vida Sacramental, los que cumplen con lo que Yo pido, pero porque no conocéis lo que Yo os doy si Me buscáis.

BuscadMe y Me encontraréis y haré que os enamoréis de Mi Amor, como se han enamorado aquellas almas que Me buscaron y Me encontraron. Poned de vuestra parte, dad el primer paso, buscadMe, a pesar de los ataques de satanás, porque él siempre va a evitar o querer evitar que Me encontréis, y Yo os ayudaré a que empecéis a gozar el Cielo en la Tierra cuando Me encontréis, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Fuisteis creados para gozar de Mi Amor y para que vosotros lo transmitierais a vuestros hermanos, ciertamente, estáis llamados a gozar eternamente, pero, siempre y cuando vosotros respetéis y sigáis Mis Leyes, Mis Preceptos y viváis en Mi Amor.  

Hijitos Míos, en las Escrituras os prometo que os daré grandes regalos, simplemente, por un vaso de agua que le deis a un hermano para apagar su sed; imaginad, pues, lo que no os daré si vosotros le ayudáis a salvar su alma o a crecer espiritualmente.

Cuando vosotros ayudáis a un hermano, a crecer espiritualmente, estáis abriendo todo un panorama de salvación y de gozo. ¡Cuántos hermanos vuestros no Me conocen y no conocen lo que tienen las Escrituras! Vosotros mismos, cuando erais pequeños, se os fue dando toda esta instrucción religiosa e ibais aprendiendo sobre Mi Amor, sobre Mis Milagros, sobre la santidad de las almas que obtenían al seguirMe. ¡Tantas y tantas cosas bellas que encontráis en las Sagradas Escrituras y que os ayudan a vivir como Yo quiero que vivan las almas!

Fuisteis creados para gozar de Mi Amor y para que vosotros lo transmitierais a vuestros hermanos, ciertamente, estáis llamados a gozar eternamente, pero, siempre y cuando vosotros respetéis y sigáis Mis Leyes, Mis Preceptos y viváis en Mi Amor. Vosotros mismos decís: las cosas no se dan de a gratis.

Ciertamente, con lo Mío, debéis, también, poner de vuestra parte para ganar Mis Bendiciones y, la parte que debéis poner vosotros, es vivir en estado de Gracia. Cuando vosotros vivís con pecados graves, Mi Gracia no puede entrar en vosotros, porque, también lo dice en las Escrituras: vosotros no podéis atender a dos amos, o quedáis bien con uno o mal con otro. Ciertamente, si vosotros le habéis abierto vuestro corazón al mal, Yo no puedo convivir con el mal en un mismo lugar, o sea, en vuestra alma, Yo saldré y no recibiréis Mis Bendiciones, porque le habéis dado vuestra alma a satanás.

Ciertamente, recibiréis lo que satanás os da, que no será nada bello, ni halagüeño, él os llevará a sufrir en cuerpo y alma y, esto, por vuestro error en escoger la maldad, para que viva en vuestro ser.

Cuando un alma Me prefiere a Mí y hace todo lo posible para que el mal no entre a su alma y Me da a Mí todo el lugar que Me merezco en su alma, porque Yo os Creé, ésa alma recibirá infinidad de Bendiciones y cuidados de parte Mía, porque ha cuidado de su alma y la ha adornado con las virtudes, con las obras de Caridad, con Amor, para que Yo viva a gusto en su alma. Estas almas Me hacen reposar y gozar y Me hacen olvidar, por momentos, de la maldad que Me infieren infinidad de almas.

Me duele mucho el rechazo de tantas almas, no hay agradecimiento en ellas. Os he dado todo, tenéis el don de la vida por Mí, tenéis todo porque Yo os lo he dado; satanás os quita lo que Yo os doy y aun así, le buscáis.

Vivís en un error, Mis pequeños, al escoger el mal y tontamente creéis que Yo os debo consentir y que os debo dar todo, aún a pesar de que vosotros estáis escogiendo vivir con el mal y estáis en un error. Si escogisteis el mal, debéis aceptar y sufrir lo que él os dará, por vuestra mala elección.

BuscadMe y os llevaré a gozar de lo Mío, os amo Mis pequeños, y os quiero agradar siempre, porque sois Mis hijos, pero vosotros no siempre Me queréis agradar. Quiero que gocéis de todo lo que os quiero dar, pero vosotros no Me dejáis.

¡Son tantas cosas tan bellas con que os quiero adornar vuestra alma y todo vuestro ser!, y vosotros no lo permitís, porque le habéis abierto vuestro corazón al mal. Rectificad vuestro camino, buscadMe, Me encontraréis y gozaréis Mi Bien, que os pertenece, porque sois Mis hijos.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Dejaos mover por Mi Voluntad, Mis pequeños, ésa es vuestra misión: hacer Mi Voluntad, ¡pero son tan pocas las almas que quieren que Yo las mueva! DejadMe, Mis pequeños y os regalaré Mis Bendiciones ahora y por siempre.

Hijitos Míos, la mejor forma de agradarMe, es permitiendo que se haga Mi Voluntad en vosotros. Sé que no entendéis perfectamente esto, pero, empezando con la Vida de Mi Hijo Jesucristo, Él se dio por vosotros, a pesar de que Él sabía todo lo que iba a padecer por vuestra salvación. El hacer Mi Voluntad, es olvidarse de sí mismos.

Yo voy guiando vuestra existencia. Yo os voy poniendo en donde Yo necesito que estéis, pero para que mostréis Mi Presencia ante los hombres. ¿Qué es lo que mostraba Mi Hijo ante los hombres? Mi Presencia. ¿Quién Soy Yo? vuestro Dios.

Él mostraba lo que Soy, Mi Perfección, Amor, Virtudes, Vida en la Gracia. Él se mostraba ante los hombres como Es, como Soy. Él, siendo Dios, siendo Mi Hijo, Él mostraba el Bien, cómo lo debéis vivir. Por eso, los mismos fariseos y escribas, que vivían en el error, en la maldad, en la falsedad, lo decían así: era insufrible verLo, por eso Lo querían matar, porque Mi Hijo, ante ellos, estaba mostrando Perfección, Amor, Virtud, Bondad y ellos, llenos de maldad, no podían soportar ver la Gracia que emanaba de Mi Hijo. Ésa belleza de la Virtud, Pureza, Santidad, no la soportaban, porque ellos se habían vuelto instrumentos de satanás. Asesinatos, robos, injusticias hacia su propio pueblo, no soportaban ver la santidad de Mi Hijo y por eso Lo eliminaron.

Hacer Mi Voluntad, es eso, Mis pequeños, que os comportéis, en donde Yo os ponga, a donde Yo os lleve, con ésa Personalidad de Mi Hijo, viviendo la virtud, el Amor, la perfección, que solamente os puede dar Mi Vida en vosotros.

Ciertamente, seréis criticados, seréis rechazados, porque el mal os rodea y vive en los  hombres. Padeceréis lo mismo que Mi Hijo, vuestra presencia será insufrible para los que viven en el mal, porque verán la virtud en vosotros y ellos mismos verán la fealdad de su alma, verán Luz en vosotros y verán su propia obscuridad y, al compararse, ellos mismos no soportarán tanto mal que llevan encima, al ver la virtud que lleváis vosotros, porque Me lleváis a Mí.

Vosotros, los que queréis seguirMe y queréis hacer Mi Voluntad, estáis llamados a llevar Luz a donde existen las tinieblas, a llevar amor donde el odio predomina, a llevar santidad, donde satanás ha vuelto toda maldad.

Si queréis vivir en Mi Voluntad y ganar Mis Bendiciones y un lugar muy especial en el Reino de los Cielos, dejaos mover por Mí, dejad que Mi Voluntad os guíe y sed ejemplo de Mi Presencia en vosotros, como Mi Hijo Jesucristo, vuestro Salvador lo hizo.

Sufriréis en la Tierra, pero gozaréis inmensamente en el Reino de los Cielos. Llevaréis Luz y salvación a almas que viven en el error y en el pecado y, por esa misión salvadora, en donde elevaréis a hermanos vuestros que viven en el error, a un grado de Amor y de perfección, Yo os pagaré todo eso en el Reino de los Cielos, en un puesto muy cercano a Mi Corazón.

Dejaos mover por Mi Voluntad, Mis pequeños, ésa es vuestra misión: hacer Mi Voluntad, ¡pero son tan pocas las almas que quieren que Yo las mueva! DejadMe, Mis pequeños y os regalaré Mis Bendiciones ahora y por siempre.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

martes, 26 de abril de 2016

Mzo 23_16 Dentro de vosotros está Mi felicidad, pero no la queréis tomar.

Mzo 23_16 Dentro de vosotros está Mi felicidad, pero no la queréis tomar.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Yo, Dios Hombre, reparé el daño que vuestros Primeros Padres causaron, orad por ellos y agradecedMe a Mí, vuestro Dios, que os abrí nuevamente las Puertas del Cielo con Mi Donación.
  • No busquéis la grandeza entre los hombres, buscad vuestra grandeza para el Reino de los Cielos, obedeciendo lo que Yo os pida y gozando el que Yo os mueva.
  • Sed pues, Mis pequeños, de esas almas que tienen un corazón que sabe amarMe y en el cual puedo descansar y olvidarMe de tanta maldad que, tanto vosotros, como vuestros hermanos, cometéis y dañáis Mi Amor y Mi Corazón.
  • Os pido que oréis y Me ofrezcáis a Nuestro Padre, por la conversión de aquellos hermanos vuestros que están causando tanto mal en el Mundo, que están llevando a muchas almas a la muerte física y otros, a la muerte espiritual.
  • Muchas Bendiciones de Mi parte se pierden porque nadie las pide, se quedan en el Cielo, por eso os pido a vosotros, los que estáis Conmigo, que pidáis lo que otros no piden. Dejad que Mi Santo Espíritu os instruya y que os enseñe cómo pedirMe, para que derrame todas Mis Bendiciones, materiales y espirituales sobre vosotros.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.



Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Yo, Dios Hombre, reparé el daño que vuestros Primeros Padres causaron, orad por ellos y agradecedMe a Mí, vuestro Dios, que os abrí nuevamente las Puertas del Cielo con Mi Donación.

Hijitos Míos os he dicho que la salvación es para todos, que Yo Me di por toda la humanidad y de todos los tiempos. Obedeciendo al Padre, bajé a la Tierra para serviros. Yo, Todo un Dios, Hecho Hombre, humillándoMe, abajándoMe, haciéndoMe Pequeño, para poder darMe en salvación para todos vosotros, purificándoos de vuestros pecados y abriéndoos nuevamente las Puertas del Cielo, que estaban cerradas por el Pecado Original.

Ciertamente, Mi Padre, vuestro Padre, anunció, desde el Principio, cuando se cometió el Pecado Original, que vendría un momento en que se daría esta Gracia a los hombres, pero vosotros no os dais cuenta de la magnitud de Mi Sacrificio por vosotros.

El Pecado Original fue algo tremendo, fue un pecado muy grave, porque Adán y Eva, vuestro Primeros Padres, le dieron la espalda a su Creador, a su Dios, a su Todo. Pecado gravísimo, parecido al de Luzbella, en donde él traicionó a Su Amor.

Entended, Mis pequeños, que el Amor lo es todo, es la Esencia Divina y vosotros también fuisteis creados para gozar de Su Esencia Divina.

Nuestro Padre, vuestro Creador, vuestro Dios, os regaló, al crearos, Su Esencia Divina. Es la Vida que mueve al Universo entero, a todo lo Creado, visible e invisible.

Adán y Eva, vuestros Primeros Padres, fueron Creados y dotados de infinidad de capacidades, que vosotros, ni siquiera os podéis imaginar ahora, pero que iréis recuperando poco a poco, después de esta purificación que ya está sobre vosotros.

Aquellos que niegan al Amor, que Es también vuestra Esencia, traicionáis a vuestro Dios, Mi Padre, que es vuestro Padre, también, y traicionar a vuestro Dios y Creador, es un pecado muy grave y la gravedad de este pecado no podía ser purificada más que por Alguien que pudiera hacerlo, pero a un nivel muy alto y ése fui Yo, Jesucristo, vuestro Dios y Salvador. Ni un ángel podría haber hecho Mi Tarea como Redentor, el Pecado de vuestros Primeros Padres iba directamente sobre Nuestra Esencia Divina, que es el Amor. Ciertamente, los ángeles poseen el Amor, pero ellos son depositarios, no son creadores.

Ahora podéis ir entendiendo por qué Mi Padre, Me pidió esta Tarea tan grande y tan importante, porque  sólo Yo, poseedor y también Creador de esta Esencia Divina, que os da Vida en el Amor, podía reparar el daño causado por vuestros Primeros Padres y lo hice con Mi Amor, para que vosotros recuperarais el Amor Divino.

Entended que esto es muy grande, muy bello y cómo quisiera que vosotros lo meditarais para que agradecierais, de corazón, lo que hice por vosotros.

Yo, Dios Hombre, reparé el daño que vuestros Primeros Padres causaron, orad por ellos y agradecedMe a Mí, vuestro Dios, que os abrí nuevamente las Puertas del Cielo con Mi Donación.

Os repito, nadie podría llevar a cabo esta tarea de la Redención y Yo la acepté por Amor a cada uno de vosotros. LlevadMe en vuestro corazón, entended esta realidad y agradecedLe también a vuestro Padre y Creador, que Me diera esta Misión para que vosotros pudierais gozar el Cielo, que estaba cerrado por el Pecado de vuestros Primeros Padres.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: No busquéis la grandeza entre los hombres, buscad vuestra grandeza para el Reino de los Cielos, obedeciendo lo que Yo os pida y gozando el que Yo os mueva.

Hijitos Míos, miles y millones de ojos os observan desde el Cielo, son las almas que ya están en el Cielo y, también, las almas que están en el Purgatorio. Todas ellas son hermanas vuestras, son almas que también misionaron en la Tierra, que están, algunas, purificándose y otras gozando de Mis Bienes en el Reino de los Cielos.

Esto os lo digo, Mis pequeños, para que no os sintáis solos, es una realidad que os están observando desde el Cielo y desde el Purgatorio, para ayudaros.

Ciertamente, todas estas almas son intercesores vuestros, que conocen, perfectamente, lo que estáis padeciendo, lo que estáis viviendo y ellas, os pueden ayudar, también, especialmente, aquellas almas que fueron vuestros padres o hermanos, parientes cercanos, amistades fuertes, que tuvisteis en la Tierra. Estas almas os ayudan a salir adelante en vuestra misión, conocen lo que vosotros debéis hacer, quizá muchas de estas almas, que ya están purificándose o ya están en el Reino de los Cielos, no sabían qué hacer y muchos errores cometieron. Yo las fui guiando, las fui llevando por el camino del bien y sobre todo, para completar su misión, para la cual fueron llamadas a la vida.

La misión que tenéis, cada uno de vosotros, es totalmente personal, ningún alma puede hacer lo mismo, todos vosotros tenéis una vida irrepetible, que ninguna otra alma ha tenido ni tendrá. Os he dicho que sois como piezas de rompecabezas y así mismo, ninguna pieza es igual.

Dejaos mover, Mis pequeños, dejaos mover por Mi Voluntad para que, siendo instrumentos fieles, sencillos, humildes, pero sabios, Me dejéis moveros. No pongáis nada de vuestra parte, más que vuestro gusto en que Yo os mueva para servirMe. El alma se debe sentir honrada en que Yo, vuestro Dios, os mueva y os lleve por caminos de perfección y no solamente para santificaros a cada uno de vosotros, sino para que podáis vosotros santificar a otras almas, en donde, ciertamente, Yo, vuestro Dios, estaré tomando la Palabra y os estaré moviendo a que, alguno de vosotros, hagáis hasta milagros.

Ciertamente a vuestros hermanos os gusta ser admirados por los demás, pero ésa es otra de las Virtudes que Me debéis pedir: la humildad. En la humildad reconoceréis que Yo os estoy moviendo y Me agradeceréis esto. Vosotros mismos sentiréis cuando Yo os tome para producir un milagropero el milagro, no puede salir de vuestra pequeñez, saldrá de Mí. También agradecedMe esa Gracia tan grande.

Sois muy pequeños para entender grandes cosas y mientras más pequeños seáis, más humildes, más donados a Mi Voluntad, más grandes seréis ante Mis Ojos.

No busquéis la grandeza entre los hombres, buscad vuestra grandeza para el Reino de los Cielos, obedeciendo lo que Yo os pida y gozando el que Yo os mueva.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Sed pues, Mis pequeños, de esas almas que tienen un corazón que sabe amarMe y en el cual puedo descansar y olvidarMe de tanta maldad que, tanto vosotros, como vuestros hermanos, cometéis y dañáis Mi Amor y Mi Corazón.

Hijitos Míos, la iluminación de las conciencias, no es otra cosa más que un profundo conocimiento de vuestros errores y de cómo dañasteis Mi Corazón de Padre.

Conoceréis cómo Me afectasteis con vuestros desprecios, con vuestros pecados, con vuestras acciones y omisiones.

Esto lo debéis tomar, Mis pequeños, como una Gracia de Mi Parte, como un regalo de Mi Misericordia. No le deberéis temer a ese momento, puesto que conoceréis lo que tenéis en vuestro interior, simplemente os conoceréis más profundamente. Recordaréis vuestras faltas pasadas que ya las conocíais, pero vendrán nuevamente a vuestra mente. Ciertamente, desde que sois pequeños y luego ya, un poco mayores, sabéis que cometéis pecados y que debéis confesarlos, para que vuestra alma regrese al estado de Gracia.

Es una Gracia muy especial la Gracia Sacramental, es la que hace que vuestra alma pueda, nuevamente, regresar a ése estado que os permite entrar al Reino de los Cielos.

Todos tenéis derecho a ello, puesto que Yo os la gané con Mi Donación, con Mi Sangre Preciosa, con Mis Dolores, con Mis Lágrimas. Todos Me pertenecéis por la Sangre que derramé por vosotros.

Todos estos Misterios se os develarán en profundidad. Conoceréis el estado de Mi Corazón cuando Yo estaba siendo atormentado, siendo blasfemado, siendo maltratado, por los judíos. Muy poco pensáis en ello y eso Me duele mucho, Mis pequeños, porque, cuando tenéis a un ser al que amáis mucho en la Tierra y a veces, hasta a un animal, que tenéis por mascota en vuestros hogares, sufrís por sus dolores, por su estado de enfermedad, por su vejez, por algún accidente que hayan tenido, Yo, ciertamente, Soy más que todos ellos, porque Yo os creé.

Yo Me merezco puro amor, Me merezco el que penséis más profundamente en Mí, que Me acompañéis en todo momento, que Me hagáis pasar buenos ratos, que sea vuestro compañero de todo lo que hagáis. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Redentor, Soy vuestra Guía amorosa, Soy vuestra Santísima Trinidad.

Mis pequeños, mucho os doy y poco recibo de vosotros, ¿no se os hace esto injusto? Todo lo más valioso que tenéis, os lo di Yo, y vosotros, ¿qué Me dais?, las migajas de vuestro amor, si es que os acordáis de Mí.

Tratad pues de consentirMe, como Yo os consiento; de amarMe, como Yo os amo; de atenderMe, como si fuera vuestro mejor Amigo, vuestro Hermano, al que más queréis.

Cuando encuentro un corazón, en donde puedo descansar, realmente lo gozo, Mis pequeños, encuentro Mi Amor en el corazón de un creaturita.

Vuestros Primeros Padres, antes del Pecado Original, vivían Mi Amor y Yo Me congratulaba en ello, así ahora, en estos tiempos, también Me congratulo con aquellas almas que en varios momentos del día se acuerdan de Mí, Me comparten su vida, Me toman en cuenta para algún consejo.

Sed pues, Mis pequeños, de esas almas que tienen un corazón que sabe amarMe y en el cual puedo descansar y olvidarMe de tanta maldad que, tanto vosotros, como vuestros hermanos, cometéis y dañáis Mi Amor y Mi Corazón.

Cambiad, Mis pequeños, cambiad vuestra forma de ser, Mi Hijo Jesucristo os enseñó cómo hacerlo, Él es vuestro Maestro. Seguid adelante, ya falta poco, los que estáis Conmigo, entendéis esto. Orad, orad todo lo que podáis, para que podáis salvar a infinidad de almas que tanto lo necesitan.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os pido que oréis y Me ofrezcáis a Nuestro Padre, por la conversión de aquellos hermanos vuestros que están causando tanto mal en el Mundo, que están llevando a muchas almas a la muerte física y otros, a la muerte espiritual.

Hijitos Míos, os pido que oréis y Me ofrezcáis a Nuestro Padre, por la conversión de aquellos hermanos vuestros que están causando tanto mal en el Mundo, que están llevando a muchas almas a la muerte física y otros, a la muerte espiritual. Ciertamente, la peor, es la muerte espiritual, porque con ella perderéis vuestro derecho de entrar al Reino de los Cielos.

Satanás ha obrado en muchas almas, las ha engañado, las ha envuelto en mentiras y ellos, convenientemente, han aceptado toda esta guía satánica y están trabajando junto con él, para destruir a infinidad de almas con su engaño.

Satanás, entended, os quiere destruir, quiere destruir Mi Obra de Amor, pero, sobre todo, él sabe que vosotros lleváis Mi Vida Divina, Mi Esencia, como os expliqué anteriormente. Todos vosotros sois, potencialmente, destructores del mal, sois enemigos de satanás por el amor que Yo he puesto en vuestros corazones, por eso, ataca más a las almas que saben amar, porque con ese amor regresan muchas almas a su salvación y a una vida eterna en el Reino de los Cielos.

Todo esto lo ataca fuertemente satanás, porque él perdió el Cielo, sabe lo que es ese gozo Divino y por causa de ello, por su envidia y por su maldad, ataca a las almas buenas en diferentes formas y, sobre todo, a aquellas que llevan misiones especiales de salvación de muchas, muchas almas. Satanás es envidioso, no quiere que gocéis lo que él ya perdió y que no va a recuperar nunca.

Con esto os debéis dar cuenta del gran regalo que Yo puse en vuestro corazón, que es el amor, en esto se resume toda vuestra vida y toda vuestra misión, el Amor.

Mi Amor lo debéis compartir, Mi Amor os salvará, Mi Amor salva a almas que están muertas a la Gracia, Mi Amor os hace ver las cosas diferentes, todo, todo tiende hacia el Amor.

Bendecid en todo momento a vuestros hermanos, bendecid Mi Santo Nombre, bendecid Mi Creación que estáis gozando, bendecid y agradeced vuestra vida y todo lo que os he dado en ella.

Podéis ver, podéis sentir, podéis hablar, podéis tocar, podéis gozar el sabor de los alimentos, el olor de las flores, tantas y tantas cosas que podéis gozar con los sentidos que Yo os di y, ¿cuántas veces Me habéis agradecido esto? Cuando se pierden los sentidos que Yo os di, como la vista, es cuando os dais cuenta que dejáis de gozar de tantas bellezas que Yo creé para vosotros.

Aprended, pues, Mis pequeños, a agradecerMe, el que agradece, recibe más, porque hace que Mi Corazón se alegre. Quiero consentiros, os quiero dar más, quiero que gocéis Mi Cielo ya desde la Tierra. No podéis medir ahora tanto Amor que tengo por cada uno de vosotros, pero con lo que os digo, os podéis a empezar a dar cuenta la magnitud de Mi Amor hacia vosotros.

Os amo tanto, Mis pequeños, que os quiero ya Conmigo en el Reino de los Cielos, pero antes de que os mande llamar, dejad el Amor que Yo he puesto en vuestro corazón a vuestros hermanos que os rodean, dejadles a ellos esta herencia; Mi Amor vencerá a satanás.

Engrandeced Mi Amor en vosotros, dejadMe que Yo lo engrandezca para vuestro bien y para el de vuestros hermanos, vuestra vida eterna depende de esto.

Dejad que Mi Santo Espíritu os explique, invocadLe, invocadLe en todo momento y Él os dará lecciones de Amor. Conoce Mi Amor, porque también Él es Dios, en Nuestra Santísima Trinidad, dejadLe que os mueva hacia la perfección, que la perfección, es el saber amar como Yo os amo.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Muchas Bendiciones de Mi parte se pierden porque nadie las pide, se quedan en el Cielo, por eso os pido a vosotros, los que estáis Conmigo, que pidáis lo que otros no piden. Dejad que Mi Santo Espíritu os instruya y que os enseñe cómo pedirMe, para que derrame todas Mis Bendiciones, materiales y espirituales sobre vosotros.

Hijitos Míos, os pido que mantengáis la calma, cuando los acontecimientos, no solamente se desaten, sino que se encadenen. Ciertamente, será una prueba difícil para algunos y para otros, la prueba será un momento agradable que, dentro de lo difícil y doloroso, al saber que viene de Mí, la aceptarán y la agradecerán.

Entended, Mis pequeños, que cuando os hablo de pruebas, siempre Mi Amor va adelante.

Entended, que lo primero que quiero de todo esto que padeceréis, es vuestra conversión y vuestra salvación, no lo hago por otra cosa, Mis pequeños.

Muchas Bendiciones de Mi parte se pierden porque nadie las pide, se quedan en el Cielo, por eso os pido a vosotros, los que estáis Conmigo, que pidáis lo que otros no piden. Dejad que Mi Santo Espíritu os instruya y que os enseñe cómo pedirMe, para que derrame todas Mis Bendiciones, materiales y espirituales sobre vosotros.

Podríais estar gozando inmensamente, pero satanás os convence muy fácilmente u os amenaza para que no pidáis lo que tanto necesitáis de parte Mía.

¡Os quisiera dar tanto!, pero tenéis cerradas las puertas de vuestro corazón. ¡Qué tristeza Me dais, Mis pequeños!, sois como un pobre, que necesita dinero para tener un lugar donde dormir, alimentos para comer, ropa limpia para vestir; llega un rico y le da todo, se lo pone todo al alcance de su mano, le quiere regalar de sus riquezas y el pobre no quiere, prefiere estarse en lo suyo, quejándose, quedándose en el lodo en el que vive y no querer mejorarse, así estáis vosotros.

Yo puedo hacer todo, os puedo proteger de las influencias de satanás que os impiden crecer espiritualmente, pero vosotros no venís a Mí a pedirMe ésa ayuda y sufrís por vuestra tontería, por vuestra necedad.

Dentro de vosotros está Mi felicidad, pero no la queréis tomar. Yo Me entrego completamente a vosotros y vosotros, ¿acaso os entregáis también a Mí, completamente?, no, desgraciadamente, no. Cuando un alma viene a Mí y se entrega a Mí, por esa donación que ella tiene hacia Mí, Yo la cuido, le voy eliminando todo lo malo que tiene y la hago crecer en perfección.

No desperdiciéis, pues, Mis pequeños, todas Mis Bendiciones, todo Mi Amor, la Sabiduría que os puedo dar, para que podáis ir entendiendo los misterios Divinos que os rodean. Sobre todo, Mis pequeños, agradecedMe de corazón, todo lo que Yo os puedo dar, pero que vosotros no queréis tomar. Está al alcance de vuestra mano vuestra perfección pero no la queréis buscar.

Dejad a un lado las insidias de satanás, dejad el Mundo, manteniéndoos en humildad y sencillez. GozadMe en todo momento, Yo estoy en todo, he creado todo para vosotros, soy el Alfa y el Omega, Soy la Vida misma, ¿por qué seguís a aquél que os da muerte, solamente, cuando Yo Soy la Vida, Soy el Amor, Soy la Perfección?

Os amo inmensamente y os quiero entregar Mi Cielo que os pertenece, pero desconfiáis de Mí. ¡Cuánta Sabiduría os falta! ¡Cuánta Fe necesitáis! ¡Cuánta soberbia en vosotros! ¡Os creéis más que Yo, por eso no pedís y por eso no obtenéis lo que necesitáis! Sed honestos con vosotros mismos y daos cuenta de vuestra realidad humana.

Si buscáis lo del hombre, perdidos estáis, si buscáis lo Divino, tendréis todo, todo lo que es Mío.

Sabiduría, pedidMe Sabiduría, para que os podáis mover libremente en la Tierra y por ella misma podáis regresar al Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

Mzo 18_16 Mi Esencia es Amor, así que, vuestra esencia Soy Yo y Soy Amor.

Mzo 18_16 Mi Esencia es Amor, así que, vuestra esencia Soy Yo y Soy Amor.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Yo he puesto vuestra alma en vuestro cuerpo y vuestra alma, sale de Mí y Soy Todo Amor, ya con esto, vosotros podéis entender que fuisteis creados en el Amor, que debéis regresar a vuestro Origen, que Soy Yo.
  • Si no dais amor, si os escondéis del hermano que necesita de vosotros, eso mismo recibiréis de parte Nuestra. Yo os dije muchas veces, estando aquí en la Tierra: lo que hagáis con vuestro hermano, Me lo hacéis a Mí, vuestro Dios.
  • ¿Qué dejasteis en la Tierra, para que Yo esté contento de vosotros, de vuestra actuación, cuando regreséis a ser Juzgados para el Reino de los Cielos o para el dolor eterno? A esta pregunta le debéis temer, porque es lo que os va a dar el gozo eterno o vuestro dolor eterno.
  • ¡Cuántos errores cometéis a diario y todo, porque no vivís en la perfección que Yo os dejé en los Evangelios!
  • La puerta de la Gracia, la puerta de la perfección es estrecha, dolorosa, porque tenéis que estar luchando continuamente contra vosotros mismos, contra todo aquello que os lleva al pecado y contra todos aquellos, a vuestro alrededor, que os incitan, también, a vivir en el error y en el mal.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Yo he puesto vuestra alma en vuestro cuerpo y vuestra alma, sale de Mí y Soy Todo Amor, ya con esto, vosotros podéis entender que fuisteis creados en el Amor, que debéis regresar a vuestro Origen, que Soy Yo.

Hijitos Míos, vosotros os imagináis que porque Soy vuestro Dios, no necesito de vosotros; ciertamente, como Dios, Soy Perfecto y no necesito de nadie para que Yo esté perfectamente Completo en Mi Ser, pero sois Mis hijos y, así, como un padre o una madre necesitan del amor, del cariño, de las palabritas, de la compañía de sus hijos, Yo, también, Mis pequeños.

Ciertamente, os he creado, os voy guiando, os protejo, voy viendo cómo os desempeñáis en la Tierra, de acuerdo a Mi Voluntad. Os conozco a cada uno por vuestro nombre, por vuestras acciones, pero os necesito también.

Vosotros, necesitáis de Mí, porque Soy vuestro Creador, pero os metéis tanto en las cosas del Mundo, que os olvidáis de Mí, a tal grado, que muchas veces pueden pasar días, semanas, en que no os acordéis de Mí. En cambio Yo, vuestro Padre y Creador, en todo momento estoy con vosotros, buscando lo mejor para vosotros, tratando de entrar en vuestro corazón, tratando de hablaros y que vosotros entendáis Mis Palabras y entendáis, principalmente, lo que Mi Voluntad quiere de vosotros.

Os necesito, Mis pequeños, os necesito, a cada uno de vosotros. Tenéis parte de Mi Amor, porque Mi Esencia es Amor. Yo he puesto vuestra alma en vuestro cuerpo y vuestra alma, sale de Mí y Soy Todo Amor, ya con esto, vosotros podéis entender que fuisteis creados en el Amor, que debéis regresar a vuestro Origen, que Soy Yo, vuestro Dios, el Dios del Amor y que debéis dejar en la Tierra, una estela de Amor para el bien de vuestros hermanos.

Se escucha fácil, pero vuestras distracciones hacen que todo se vuelva difícil y Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, sufro, porque os olvidáis de Mí y de lo que Me debéis ofrecer.

Yo os acompaño en todo momento de vuestra vida y vosotros, ni cuenta os dais. No os imagináis de cuántas ocasiones os he salvado de los ataques de satanás, de cuántos accidentes que pudisteis haber tenido, a veces, naturales y a veces, ataques del mismo satanás, para que, si fuera posible, perdierais la vida en los momentos en los cuales, vuestra alma, no está en sus mejores condiciones de salud espiritual y os podríais perder eternamente.

Como os dije hace un momento, Yo os he visto crecer, ¡Cómo quisiera que entendierais, Mis pequeños!, cuál es vuestra tarea en la Tierra!, que es la de amar y producir amor entre vuestros hermanos, para que podáis regresar contentos al Reino de los Cielos, porque disteis amor, cambiasteis almas hacia el amor y, esto se logra solamente, estando Conmigo.

Espero pues, Mis pequeños, entendáis cuál es vuestro Origen, porque vuestro Origen, Soy Yo, vuestro Dios. Habéis salido de Mí, os he Creado Yo, vuestro Dios y Mi Esencia es Amor, así que, vuestra esencia Soy Yo y Soy Amor y vosotros debéis ser amor; que Me vean a Mí en vosotros y a través de vosotros.

Poned todo de vuestra parte, para que podáis producir el amor que va a ir, ya, en estos tiempos, cambiando a toda la Tierra. Que seáis de ésos instrumentos Míos que van a dejar estela, como dije, que van a dejar Mi Amor, Mi Esencia, Mi Ejemplo entre vuestros hermanos. Sed pues, dóciles, Mis pequeños, para que Yo pueda hacer con vosotros bellezas espirituales.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Si no dais amor, si os escondéis del hermano que necesita de vosotros, eso mismo recibiréis de parte Nuestra. Yo os dije muchas veces, estando aquí en la Tierra: lo que hagáis con vuestro hermano, Me lo hacéis a Mí, vuestro Dios.

Hijitos Míos, Mi Vida sobre la Tierra, se desarrolló en la Caridad, en la ayuda a vuestros hermanos, en comprender su situación y darles salida a sus problemas, tanto físicos como espirituales, pero lo que quiero enfatizar, Mis pequeños, es la vida en la Caridad, que es la vida en el Amor, que Nosotros teneMos en Nuestra Santísima Trinidad.

Yo os mostré, en Mi Persona, en Mis Palabras, lo que es la Vida del Cielo. Yo vine a hacer lo que Mi Padre Me pidió, Yo os mostré Vida de Cielo, que se desarrolla en el Amor, en la donación, en el cuidado por los demás, a tal grado que uno se da por los demás, aún a costa de su propia vida.

Vosotros a eso le teméis inmensamente, os preguntáis, ¿acaso tenemos que morir por el hermano, por el necesitado? No necesariamente es muerte física, es el morir a vuestros intereses mezquinos. Quizá, hacéis más daño y mal ejemplo cuando vosotros no compartís con vuestros hermanos de lo que tenéis, que, ciertamente, no es vuestro. Os he dado mucho para compartir con vuestros hermanos, y no os estoy hablando de lo económico. Lo espiritual es lo que mueve corazones, lo espiritual es lo que mueve a cada uno de vosotros y vosotros, no os preparáis para eso, para daros por vuestros hermanos.

Cuando os he dicho ser otros Cristos, es Caridad, es Amor, es Vida de Cielo, pero sois muy egoístas. Ciertamente, veis las necesidades materiales y espirituales de vuestros hermanos, pero difícilmente os acercáis a ellos, preferís haceros a un lado y no entablar conversación con vuestro hermano necesitado.

Cuánto egoísmo de vuestra parte y eso, entendedlo bien, es muy castigado por Nosotros porque va contrariamente al amor que debéis dar. Entended bien eso, Mis pequeños, si no dais amor, si os escondéis del hermano que necesita de vosotros, eso mismo recibiréis de parte Nuestra. Yo os dije muchas veces, estando aquí en la Tierra: lo que hagáis con vuestro hermano, Me lo hacéis a Mí, vuestro Dios. Cuando no actuáis en Caridad, cuando no actuáis en el bien con vuestros hermanos y, ya sea, que no queráis dar u os escondáis del hermano o lo rechacéis, eso mismo haremos Nosotros con vosotros y será muy doloroso, porque Mi Reino es de Amor y no egoísmos y menos de maldad.

El Cielo, vuestro Hogar, se gana con vuestra donación, se gana con el trabajo espiritual que hagáis hacia vuestros hermanos, pero ese trabajo espiritual, debe ser lo que exista profundamente en todo vuestro ser y, principalmente, en vuestro corazón. Es el amor el que debe ser también vuestra esencia, si os llenáis de Mi Amor, fácilmente lo daréis a vuestros hermanos, pero si vosotros mismos impedís que fluya de vosotros ése Amor que recibisteis gratuitamente y, si no lo dais, tendréis que padecer una purificación larga, en la Tierra y en el Purgatorio para poder entrar al Reino de los Cielos. A Nuestra forma de ver, en Nuestra Santísima Trinidad, es una falta muy grave que cualquiera de vosotros no deis lo que gratuitamente recibís. El Amor debe ser también vuestra esencia.

Tened pues cuidado, Mis pequeños, con la Caridad, dadla, dadla a manos llenas, para que recibáis, también, de Nuestra Santísima Trinidad, a manos llenas, desde ahora y por toda la eternidad, compartid lo que gratuitamente se os dio.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: ¿Qué dejasteis en la Tierra, para que Yo esté contento de vosotros, de vuestra actuación, cuando regreséis a ser Juzgados para el Reino de los Cielos o para el dolor eterno? A esta pregunta le debéis temer, porque es lo que os va a dar el gozo eterno o vuestro dolor eterno.

Hijitos Míos, hace tiempo os dije que el Espíritu Santo ya estaba entre vosotros, os he dicho también, que Yo no impongo, en Nuestra Santísima Trinidad, no imponeMos Nuestro Amor, no imponeMos lo que vosotros debéis vivir, que es Nuestra Voluntad.

Os he dicho que quisiera imponeros Mi Voluntad, porque con eso os perfeccionaríais, vuestra santidad llegaría de inmediato. Todo lo que salga de Nosotros, os da crecimiento, os da vida espiritual, os da perfección; si vosotros estudiarais las Sagradas Escrituras y las pusierais en práctica, necesariamente os llevaría a la santidad.

El obrar en el amor, ayudar a vuestros hermanos en el amor, dar consejos en el amor, todo eso y más os lleva a una vida de perfección. El amor es la perfección, porque Yo Soy el Perfecto, Mi Santísima Trinidad es la Perfección Misma y en Nosotros no puede haber egoísmo, por eso os dejaMos las Sagradas Escrituras, para que a través de ellas, pudierais también vosotros llegar a la perfección. Muchas veces se os hace muy difícil esto que os pido. Creéis que esto es difícil, lo que es difícil es que vosotros os neguéis a vosotros mismos, preferís seguir viviendo en el pecado, en las inmundicias de la Tierra, que hacen que a vuestra alma la desperdiciéis.

Vuestra alma, en algún momento llegará de regreso al Reino de los Cielos y le pediremos cuenta de todas vuestras obras: qué tanto hicisteis por dejar Nuestro Amor sobre la Tierra, ¿qué responderéis vosotros ante estas preguntas de lo que debisteis haber dejado sobre la Tierra?, ¿cómo os comportasteis entre vuestros hermanos?, ¿qué dejasteis de bueno en sus corazones?, aunque no los conocierais, el ejemplo arrastra. Si vosotros sois ejemplo bueno, ejemplo de vida, necesariamente los que os rodean, os conocen.

Esa pregunta, ¿cómo Me la podréis contestar? ¿Qué dejasteis en la Tierra, para que Yo esté contento de vosotros, de vuestra actuación, cuando regreséis a ser juzgados para el Reino de los Cielos o para el dolor eterno? A esta pregunta le debéis temer, porque es lo que os va a dar el gozo eterno o vuestro dolor eterno.

¿Qué hicisteis con vuestro tiempo, con el tiempo que se os concedió para dejar vida de amor para vuestros hermanos?, y quizá, para muchos de ellos, vuestro ejemplo pudo haber sido de salvación y, por no darlo, pudo ser también, de condenación.

Cuidad, pues, de vuestras palabras, de vuestras obras y, especialmente, de vuestros pensamientos, porque lo que tengáis dentro de vosotros, saldrá después, en palabras y obras hacia vuestros hermanos.

Os quiero perfectos, os repito, si habéis errado a lo largo de vuestra vida, arrepentíos de todo corazón, para que Mi Gracia pueda mover a aquellas almas que quedaron afectadas con vuestro mal ejemplo o con lo que les dijisteis y que marcó su vida y, quizá, en el mal. Tened cuidado, mucho cuidado con vuestros actos, estos serán juzgados fuertemente.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: ¡Cuántos errores cometéis a diario y todo, porque no vivís en la perfección que Yo os dejé en los Evangelios!

Hijitos Míos, Yo decía de los escribas y fariseos: “hagan lo que ellos dicen, pero no hagan lo que ellos hacen”. Ciertamente, ellos podían leer lo que los profetas antiguos recibían de Mi Padre, ellos sabían leer, cosa que el pueblo en general no sabía y no podían refutarles nada a ellos.

Ahora sucede lo mismo, también, Mis pequeños, haced lo que vuestros ministros, o sacerdotes, os dicen, porque leen Mi Palabra, la Palabra que se os ha dado para vuestra vida espiritual; pero el hombre se ha alejado de las acciones. Mi Palabra, la Palabra Santa de las Sagradas Escrituras, no hace mella en sus almas. La dicen, la enseñan, pero no la viven y muchos, muchos dentro de la Iglesia y fuera de ella, que sois todos vosotros, ciertamente escucháis las Palabras de las Escrituras que se leen en cada Misa y qué mejor que vosotros ya fuerais asiduos a la lectura de las Sagradas Escrituras, pero en general no es así. Cómo quisiera que las vivierais, Palabras de Vida, Palabras de Amor y ellas os llevarían a un cambio grandísimo de vuestra forma de ser y, sobre todo de actuar.

Mucho amor desperdiciáis, mucha perfección desperdiciáis, presumís que buscáis las mejores cosas de la vida. Compráis supuestamente, lo más delicado, lo más caro, lo mejor hecho y no buscáis lo perfecto, no buscáis el mejor alimento para vuestra alma, que se encuentra en las  Sagradas Escrituras, entonces, no sois congruentes con lo que vosotros decís: que buscáis lo mejor para vosotros y quizá también para los vuestros y acabáis actuando según lo que satanás os da. ¿En dónde quedó pues, el buscar la perfección, si no la estáis viviendo? Esa es la diferencia, no vivís lo que Yo os di, como Dios entre vosotros. ¡Cuántos errores cometéis a diario y todo, porque no vivís en la perfección que Yo os dejé en los Evangelios!

¿Se os hace difícil, acaso, vivir en el Bien? Es más difícil vivir en el mal, porque además de que todo os sale mal, tenéis las represalias de vuestros hermanos, porque actuasteis en el mal contra ellos y, ciertamente, os llaman la atención y os castigan de diferentes formas. Por el contrario, al vivir en el Bien, al hacerlo, tenéis una amistad profunda Conmigo, con vuestro Dios, y de parte de vuestros hermanos, ellos os tratarán como vosotros los tratéis. Es la regla de oro que os dejé, si dais amor, lo recibiréis tarde o temprano, pero si vivís produciendo odio, maldad a vuestro alrededor, tarde o temprano, también se os regresa; sembráis bueno, recolectaréis bueno, sembráis maldad, recolectaréis odio de parte de vuestros hermanos.

Buscáis la perfección, la tenéis en las Sagradas Escrituras, seguidla, para que os ganéis el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: La puerta de la Gracia, la puerta de la perfección es estrecha, dolorosa, porque tenéis que estar luchando continuamente contra vosotros mismos, contra todo aquello que os lleva al pecado y contra todos aquellos, a vuestro alrededor, que os incitan, también, a vivir en el error y en el mal.

Hijitos Míos, Mis pequeños, Mis hermanos, os dije durante Mi Vida sobre la Tierra, que el seguirMe, ciertamente, es difícil, porque es una puerta estrecha, un camino de piedras, de dolor y aquellos que escogen la puerta ancha y no hay dolor, sino buscan la vida fácil, regalada, difícilmente entrarán al Reino de los Cielos.

Pero, ¿por qué es difícil la vida en la Gracia, Mis pequeños?, vivís en la Tierra, donde satanás es el príncipe de este Mundo y va a hacer de vuestra vida un tormento si estáis Conmigo, si vivís para Mí, si vivís para salvar almas, como Yo lo hice.

Yo bajé a la Tierra para salvar a las almas del presente, del pasado, del futuro. Me di por cada uno de vosotros y también fui atacado por satanás.

Vosotros sois Mis discípulos, vosotros también habéis escogido la vida de la salvación vuestra y la de vuestros hermanos. Vinisteis para luchar contra las fuerzas del mal, contra las injusticias, contra toda maldad que sale del corazón del hombre cuando se deja vencer por los pecados a donde os lleva satanás.

La vida de la Gracia es difícil, porque satanás os traerá muchas, muchas tentaciones para vuestra vida, tratará de desviaros, caeréis, os levantaréis, pero es una eterna lucha. Aquellos que prefirieron la puerta ancha, parecerá que no caen con los ataques de satanás, parecerá que llevan una vida regalada y fácil, parecerá que todo lo tienen y son felices en la Tierra con sus amistades, pero Yo conozco su interior y su corazón no está Conmigo, está con satanás.

Satanás no tiene por qué atacar a los que están con él, ya está seguro que sus almas le pertenecen, los consentirá aquí, para afianzar la maldad que tienen en su corazón y para que no regresen a Mí.

Ciertamente, Yo exijo mucho para las almas que quieren estar Conmigo, Mi Padre os dio los Mandamientos y ya con esto, la gran mayoría no los aceptan, los rechazan, porque limitan sus actos. Luego vengo Yo y os doy toda una vida que os va a llevar a la santidad, pero para ello, vosotros mismos os tenéis que limitar en vuestras acciones, debéis detener a vuestra humanidad, vuestro cuerpo, vuestra carne, que tiende al pecado y debéis luchar contra ello y eso también os molesta y, muchos de vosotros, preferís darle gusto a vuestro cuerpo, darle las libertades que os pide y, de esta forma, si estabais buscando vuestra perfección, la perdéis, perdéis el estado de Gracia, perdéis, quizá, vuestra entrada al Reino de los Cielos y no nacerá en vosotros el arrepentimiento para que podáis entrar después de que hayáis dejado ésa vida regalada, fácil, pecaminosa.

La puerta de la Gracia, la puerta de la perfección es estrecha, dolorosa, porque tenéis que estar luchando continuamente contra vosotros mismos, contra todo aquello que os lleva al pecado y contra todos aquellos, a vuestro alrededor, que os incitan, también, a vivir en el error y en el mal.

Sufrís porque os atacan a vuestro alrededor, aunque, ciertamente, os voy protegiendo y os voy uniendo, para que tengáis el apoyo de almas que también buscan su perfección y, así es como voy reuniendo al rebaño, Mis pequeños, al rebaño que ha buscado el paso por la puerta angosta, aquellos que luchan por su perfección, aquellos que Me aman, aquellos que tienen el corazón en la mano para darlo a sus hermanos, como lo hice Yo, Mis pequeños.

Voy reuniendo el rebaño alrededor del Mundo, almas que tienen ése ideal de vivir eternamente en el Reino de los Cielos. Estoy con vosotros, Mis pequeños, caminé Yo también sobre la Tierra y os conozco, conozco a las almas que quieren estar Conmigo, almas sufrientes, porque son atacadas por satanás y por sus mismos hermanos porque las ven diferentes, porque no son como ellos, que ya están sucios por los pecados del Mundo. Manteneos así, Mis pequeños, con ése ideal, Yo os protegeré y Yo os tomaré de la mano para llevaros a una eternidad de Bendiciones, del Amor del Cielo, de los regalos que solamente podréis tener en el Reino de los Cielos. No claudiquéis, Yo estoy con vosotros, Yo vencí a satanás, Yo vencí a la Muerte y vosotros estáis Conmigo.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com