Ago 04_16 Ni el ojo vio ni el oído oyó, lo que Dios tiene preparado para las almas, y así es. |
Rosario vespertino
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os aconsejo, pues, el ser como Mi Hija, la Siempre Virgen María, guardar silencio, ayudar cuando os lo pidan y, sobre todo, tratar a vuestros hermanos con respeto y amor, sois Mis hijos, Yo estoy en cada uno de vosotros y Yo merezco respeto, porque Soy vuestro Dios y estoy en vosotros.
Hijitos Míos, si vosotros os alejarais de la crítica, muy cerca estaríais de la santidad. No os imagináis el daño que os hace el criticar a vuestros hermanos ―vuestra alma, ante Mis Ojos, sufre muchísimo, pierde mucho valor ante Mis Ojos.
Con la crítica, vosotros, matáis a vuestros hermanos y, también, os matáis a vosotros mismos. No crecéis en Virtudes, os impide alcanzar un alto grado de amor.
Criticáis muchas veces, porque os creéis mejores, os creéis perfectos, hacéis menos a vuestros hermanos y, eso, no es amor.
Ya os he dicho que Yo os creé como sois, a cada uno de vosotros, porque así se Me hizo bien hacerlo, Yo Soy vuestro Dios y Soy el Perfecto. Yo sí os puedo criticar, pero lo hago porque os amo.
Vosotros criticáis lo que veis, que es vuestro exterior, pero Yo veo vuestro interior, que es lo que vale, Yo veo vuestra alma. Ésa, es la que vale y os va a dar, con sus actos, el Cielo o el Infierno.
Cuántas veces no os ha sucedido que criticáis a un hermano vuestro por su exterior, pero cuando le tratáis más cercanamente, os lleváis grandes sorpresas, porque su interior es bello o quizá sea muy inteligente o es gente simpática y vosotros lo juzgabais diferente.
A todos vosotros os he dado cualidades, os he dado Virtudes, os he llenado de Bendiciones, y esto lo he hecho en vuestra alma. El cuerpo, recordad, que es solamente un vehículo, lo que vale es vuestra alma y, si vosotros no tratáis en profundidad a vuestros hermanos, ¿por qué los criticáis? Quizá os estéis perdiendo de una muy buena amistad o de un hermano que, en lo futuro, os va a ayudar muchísimo en tal o cual situación que necesitéis o podréis perder alguna ayuda muy grande que os podría haber dado, pero por criticarle, se aparte de vosotros.
Mejor callad, aprended de Mi Hija, la Siempre Virgen María. Vivid en silencio, vivid en Sabiduría, llevando una vida profunda Conmigo y no exteriorizando vuestros defectos. A veces, es mucho más virtuosa una persona que es más callada, que no critica, que no habla mal de su prójimo, que una persona que habla mucho, derrochando inteligencia, pero que puede causar problemas entre vosotros.
Aprended de las Virtudes, aprended de Mi Hija, la Siempre Virgen María, que Ella es la Virtuosa por excelencia. Seguid Sus Pasos, seguid Su manera de Ser y os llevará a la perfección y vosotros, quizá, hasta os hagáis de muchos, muchos amigos, que, realmente, son vuestros hermanos, a quienes debéis cuidar y respetar, porque Yo estoy en ellos.
Amaos los unos a los otros, quiere decir: respetar a vuestros hermanos, tal cual son. Yo os creé, ciertamente, tenéis defectos, pero vosotros tampoco se los vais a quitar. El alma se tiene que acercar a Mí, para pedir Mi ayuda para crecer espiritualmente y vosotros, no sois capaces de ello, podréis, en un momento dado, aconsejar a un hermano vuestro, pero, vuestro consejo, nunca será perfecto, como el que Yo pueda dar para ayudar al alma que Me pida ayuda.
Os aconsejo, pues, el ser como Mi Hija, la Siempre Virgen María, guardar silencio, ayudar cuando os lo pidan y, sobre todo, tratar a vuestros hermanos con respeto y amor, sois Mis hijos, Yo estoy en cada uno de vosotros y Yo merezco respeto, porque Soy vuestro Dios y estoy en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Les he dado la oportunidad a todas las almas de poder obtener éstos regalos espirituales Míos, y ser preparados para el regalo grande que os daré, pero no todos han permitido ése cambio, principalmente por falta de Fe y de amor hacia Mí.
Hijitos Míos, cuando un padre o una madre, aman realmente a los hijos, buscan intuitivamente, lo mejor, la perfección de sus actos; si realmente quieren ver a los hijos, moviéndose en un ambiente social correcto, les enseñan lo mejor, para que ellos no sean rechazados.
Mi Reino, se va a implantar en la Tierra y estoy preparando a Mis hijos, a los que quiero que estén Conmigo, a quienes les voy a compartir Mis Bellezas, Mi Amor, Mis Delicadezas espirituales. Les he dado la oportunidad a todas las almas de poder obtener éstos regalos espirituales Míos, y ser preparados para el regalo grande que os daré, pero no todos han permitido ése cambio, principalmente por falta de Fe y de amor hacia Mí.
Cuando sois pequeños o adolescentes, la gran mayoría de vosotros habréis tenido a un personaje que llamó vuestra atención, como para seguir su forma de ser. Puede haber sido un gran hombre, una gran mujer, algún artista, y queréis ser como ésa persona. O quizá sea una persona culta que sobresale de entre todos los demás y la tenéis como una meta a seguir. Buscaréis todo lo que podáis encontrar para ser como esa persona y quizá, hasta os lleguéis a parecer a ella porque os gusta mucho su forma de ser.
Esto os lo digo, porque Yo Soy muy Superior a cualquiera de vuestros hermanos que os llamen la atención para seguirles. ¿Cuántas veces os he dicho el ser otros Cristos?, que esto es lo más grande que puede tener un alma aquí en la Tierra. Ya, el simple hecho de querer ser como Mi Hijo, que es Dios y es Perfecto, al buscarLe y seguirLe, alcanzaréis un alto grado de perfección, pero, además, de gran alegría, porque, al momento en que os acercáis a Mi Hijo y empezáis a investigar cómo era, qué hacía y querer ser como Él, os lleva automáticamente a la santidad, porque entráis a un alto grado de perfección y esto, ante Mis Ojos, es muy agradable y os ayudo a que alcancéis ése grado de perfección a la que han llegado hermanos vuestros y se han santificado.
Os recuerdo que un alma, solamente puede entrar al Reino de los Cielos, si es santa. Entonces, si ya vosotros empezasteis a buscar la santidad aquí en la Tierra, al ser como Mi Hijo, al ser otros Cristos, vuestro paso al Reino de los Cielos, será muy rápido y será muy fácil. ¿Cuándo comprenderéis esta realidad, Mis pequeños?, pero satanás se encarga de que vosotros lo olvidéis y os vayáis por caminos equivocados, os desviáis y perdéis mucho tiempo y os perdéis de Mi Vida en vosotros.
Sí, Mis pequeños, las almas santas, son almas que Me han invitado a vivir con ellas, Yo Vivo plenamente en ellas y por eso pueden hacer grandes cosas, porque Yo estoy en ellas.
Mis pequeños, si realmente Me amáis, si realmente queréis estar Conmigo, buscadMe y Yo os enseñaré, os guiaré y os daré todo lo que necesitéis para que alcancéis ésos grados altos de Virtud que necesitáis para vuestra perfección, y que eso os lleve a vuestra santificación, para que, al momento de vuestra muerte, podáis pasar, prácticamente, de inmediato al Reino de los Cielos.
Si buscáis a Mi Hijo, para a ser otro Cristo, vais por el camino correcto.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Esto, para las almas, es lo más grande que podéis tener, vivir a vuestro Dios, amar a vuestro Dios, servir a vuestro Dios, compartir a vuestro Dios y ser Bendecidos infinidad de veces por Mí, vuestro Dios.
Hijitos Míos, tenéis la obligación de dejar estela, o sea, dejar recuerdos buenos de vuestra vida sobre la Tierra. Cuántas veces, vosotros recordáis hermanos vuestros en el pasado o en el presente, que dejaron un gran recuerdo sobre su vida, esto es la vida en las Virtudes, Mis pequeños.
Cuando un alma vive las Virtudes en alto grado, necesariamente dejan una huella entre sus hermanos y esto lo veis, también, cuando ha habido persecuciones a Mi Iglesia. Muchos mueren por defender lo que Me pertenece y os dan un gran ejemplo a todos vosotros y, también, en esta forma, Mi Iglesia se refuerza con la sangre de los mártires o con el ejemplo de aquellos que viven profundamente un gran amor hacia todo lo que es Mío.
Os volvéis inolvidables, precisamente, por haber encontrado lo Mío, seguirlo, transmitirlo y más que nada, amarlo de corazón. Cuando vosotros Me amáis de corazón, se refleja hacia vuestros hermanos.
Vosotros, os impresionáis muchas veces y no entendéis cómo es posible, que tal o cual alma, se haya llenado profundamente de Mi Amor y lo transmita a pesar de que esté prohibido por las autoridades o por grupos. Vosotros o ésas almas, transmitís de corazón lo que amáis y de esta forma, al estar Yo en vuestro corazón, Me transmitís y gozáis con ello y no os importa si en un momento dado, os apresen u os quiten la vida por amarMe. Si perdéis la vida, la ganaréis de inmediato, es Mi Promesa y Yo voy recogiendo de la Tierra a las almas santas, porque el seguirMe y dar vuestra vida por Mí, os lleva a la santidad y os premio grandemente en el Reino de los Cielos.
Pero, ¿cuántos hay, aún dentro de la misma Iglesia o en la sociedad, que no dan ni su tiempo y menos su vida por transmitirMe o defenderMe? Es una tristeza, Mis pequeños, porque vuestra principal función aquí en la Tierra, es el servirMe, es el de transmitir Mi Palabra a vuestros hermanos y el de morir santamente por haberos mantenido en Mí y haber ayudado a infinidad de almas a su salvación eterna.
Ciertamente, hay entre vosotros, algunos que nacisteis en familias cristianas, que fuisteis educados dentro del cristianismo, que hicisteis vuestra Primera Comunión, que habéis crecido con los Sacramentos, que os habéis mantenido en una vida de ejemplo, si habéis actuado así, Mis pequeños, ¡imaginad lo que Yo os voy a dar! Soy vuestro Dios y busco ésa perfección de almas, pero no todos quieren actuar en el Bien, se sienten mal actuando en el Bien, ante vuestros hermanos del Mundo.
Os he dicho en las Sagradas Escrituras, que aquél que defienda Mi Santo Nombre, que Me defienda ante aquellos que viven en el mal, aquél que se comporte como verdadero hijo Mío, ésa alma se salvará, porque de antemano ya escogisteis el camino, o sea, escogisteis a Mi Hijo para vivirLo y transmitirLo.
Me dan lástima aquellas almas que se avergüenzan de hablar de Mí, en grupos sociales, entre amistades,¿por qué os avergonzáis de Quien es el Santo de los Santos, de Aquél que os cuida, de Aquél que os ama como nadie os ha amado ni os amará? Es una tristeza que Me hagáis a un lado de vuestra vida, cuando, Yo, siempre he velado por vuestro Bien.
¡Cuánta tristeza Me causan muchas almas que no quieren llevarMe a sus hermanos!, sois ricos, millonarios, por tenerMe a Mí y Me podéis llevar a vuestros hermanos y compartirMe, compartir vuestra gran riqueza que Soy Yo, a vuestros hermanos.
Cuánto Dolor Me causáis, porque no sois fieles a Mí, porque no buscáis Mi Amor y no queréis seguirlo. Ciertamente eso conlleva mucho esfuerzo de vuestra parte, porque os tenéis que negar a vosotros mismos y eso no os gusta, satanás os ha llevado a buscar ser siempre el número uno, ante vuestros hermanos, ante la sociedad, ante el Mundo, él os dice que debéis ser el número uno y crecéis en soberbia, y la soberbia, ante Mis Ojos, no es buena.
Ser como Mi Hijo es lo más grande que podéis alcanzar aquí en la Tierra. En el Reino de los Cielos, hablaréis eternamente de Mí, vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad y Yo, por Ser vuestro Dios, por Ser Omnipotente, nunca terminaréis de hablar de Mí. Esto, para las almas, es lo más grande que podéis tener, vivir a vuestro Dios, amar a vuestro Dios, servir a vuestro Dios, compartir a vuestro Dios y ser Bendecidos infinidad de veces por Mí, vuestro Dios.
Vosotros, todavía, sois en gran medida, del Mundo, y no entendéis esto que os acabo de explicar. Cuando seáis iluminados por Mi Santo Espíritu, entenderéis todo esto mejor y, es cuando Me buscaréis con mayor ahínco.
Los Santos Ángeles, aquí en el Cielo, gozan el servirMe, en alabarMe, en cantar para Mí, darse plenamente para Mi Contento.
Seguid adelante, Mis pequeños, buscando vuestra perfección y Yo os ayudaré a alcanzarla y cuando os llenéis plenamente de Mí, os daréis cuenta el por qué os digo todo esto.
Busco vuestro Bien y el mayor Bien que podáis alcanzar, es a Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Sois Mis hermanos y, al ser otros Cristos, debéis hacer todo lo posible para salvar a vuestros hermanos; es mucho egoísmo, de la gran mayoría de vosotros, el no buscar por el perdón y la salvación de vuestros hermanos.
Hijitos Míos, la Fe puede hacer grandes Milagros. Cuando Yo Caminé sobre la Tierra, preguntaba siempre: ¿crees que Yo pueda hacerlo?, en ése momento, si la persona que estaba enferma respondía afirmativamente, se daba el Milagro.
Esto os lo digo, Mis pequeños, porque en el presente Yo también estoy actuando a través de vuestra oración, a través de vuestros deseos por ayudar a vuestros hermanos, en su salvación o en su crecimiento espiritual.
Hay tantas almas que necesitan de vosotros, para que vosotros intercedáis y que Yo actúe en ellas, en su sanación espiritual y aún física. Tantos hermanos vuestros que están haciendo mucho mal alrededor del Mundo, porque no han tenido un soporte espiritual bueno desde que nacieron en esta vida y que, en lugar de hacer el Bien, han vivido para el mal.
A diferencia de la pregunta que Yo les hacía, directamente a los que se acercaban a Mí, pidiéndoMe su sanación, vosotros, en estos tiempos, Me lo estaréis pidiendo para vuestros hermanos y, es vuestra Fe la que va a ayudar a que vuestros hermanos se sanen, principalmente, en su alma.
Vosotros, los que estáis Conmigo, os estáis dando cuenta de la necesidad espiritual que hay a vuestro alrededor. Os estáis dando cuenta de la forma en que satanás os está atacando, y estáis viendo la falta de Fe y de amor hacia Mí, en muchos, muchos de vuestros hermanos. Al no tener Fe, al no haber nacido en un hogar en donde se les haya enseñado a amarMe, ésas almas no tienen un soporte espiritual firme, como para acercarse a Mí y pedirMe por su sanación de cuerpo, de alma o de ambas.
Muchos hermanos vuestros se están perdiendo, se están condenando, porque no hay suficiente oración, porque no hay suficiente amor por vuestros hermanos. Ya se os ha dicho que vosotros os debéis de ayudar como verdaderos hermanos, pero, ciertamente, que no lo hacéis, es más, a veces, hasta les deseáis que mueran, para que ya no os molesten o porque os produjeron algún problema en vuestra vida, les deseáis la muerte y no meditáis que, si, realmente, Yo os concediera lo que estáis pidiendo, la gran mayoría de las veces, ésas almas se condenarían.
Yo voy más profundo, Yo voy hacia el interior del alma de éstos hermanos vuestros que os causan un mal; vosotros actuáis intempestivamente e inmediatamente hacéis vuestro juicio y condenáis a vuestros hermanos, Yo veo el alma y sé realmente por qué actuó de ésa forma contra vosotros o contra vuestros hermanos y Yo puedo ayudarle en su conversión y en su salvación eterna. A vosotros mismos os he dado infinidad de veces la oportunidad del arrepentimiento, para que la muerte no os alcance en un estado de grave pecado. Si Yo os amo de tal forma, en la que no estoy viendo, prácticamente, vuestros pecados, y estoy viendo el cómo os puedo ayudar para que os salvéis, vosotros debéis hacer otro tanto.
Sois Mis hermanos y, al ser otros Cristos, debéis hacer todo lo posible para salvar a vuestros hermanos; es mucho egoísmo, de la gran mayoría de vosotros, el no buscar por el perdón y la salvación de vuestros hermanos. Os quedáis, solamente, sufriendo del mal que os han provocado y no os importa si se pueden condenar, porque vosotros no los perdonasteis, tenéis que ser más humildes, más sencillos, más profundos en el amor. Tenéis, también, vosotros mismos, que buscar la santidad de vida.
Ser como Cristos, es buscar el Bien Supremo en cada alma y si no lo tienen, ayudadles a alcanzarlo.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros, los que estáis Conmigo, tenéis un gran poder sobre Mí, que es Mi Mismo Amor en vosotros, Yo no puedo negaros nada si estáis pidiendoMe lo que necesitáis, o lo que necesitan vuestros hermanos, con Amor, con Mi Amor en vosotros.
Hijitos Míos, recordad las palabras del apóstol Pablo, cuando dice: ni el ojo vio ni el oído oyó, lo que Dios tiene preparado para las almas; y así es, Mis pequeños, vosotros, en estos momentos, no os podéis imaginar las maravillas que gozaréis si perseveráis y ganáis los Nuevos Cielos, las Nuevas Tierras, o los que vayáis a ganar el Cielo, porque os deis y os ofrezcáis en estos momentos de tribulación y llegarais a morir, que va a ser vida eterna para vosotros.
Mis pequeños, Yo no Soy un Dios que limite Mis Regalos a las almas, Mis Regalos son inmensos, porque todo es Mío. Yo Soy Creador y puedo inventar, por así decirlo, infinidad de cosas buenas para vosotros. Soy Infinito, no Soy limitado y, entonces, al hablar de la eternidad, quiero decir que os voy a estar consintiendo, porque vosotros fuisteis buenos hijos, porque fuisteis buenos ejemplos a seguir entre vuestros hermanos.
A un alma buena, Yo la consiento aquí en la Tierra con muchas cosas y, en el Reino de los Cielos, en forma infinita, la consiento aún más.
El alma que se mantiene en Mí, que tiene Fe en Mí, que Me busca, que se da totalmente por Mí, tiene un futuro Celestial, grandísimo. Esto es lo que os tengo preparado a todos vosotros, los que queráis estar Conmigo.
Lástima que hay muchas almas que le hacen más caso a satanás, que buscan nada más el goce del Mundo, el goce de vuestro cuerpo, el goce de los bienes de la Tierra, que la más de las veces, os van a llevar lejos de Mí y, de ésta forma, satanás se aprovecha de las almas que se alejan de Mí, que al perder espiritualidad, van perdiendo su protección, al grado que ya no puedo hacer, prácticamente, nada por ésas almas. Os he dicho que Yo respeto vuestro libre albedrío y, si vosotros, habéis escogido, desde mucho tiempo antes, una forma de vida contraria a la que Yo os enseñé, preparaos pues.
Soy un Dios Misericordiosos y no quiero vuestro dolor, no quiero vuestra condenación, os quiero consentir a todos, pero, vosotros insistís en querer seguir haciendo vuestra vida, que, ciertamente, está muy alejada a lo que Yo os pido.
Pedid por vuestros hermanos, Mis pequeños, aquellos que están llevado una vida de confusión, de maldad, que son testigos del mismísimo satanás aquí en la Tierra, porque causan mucho mal a sus demás hermanos, a todos vosotros.
Vosotros, los que estáis Conmigo, tenéis un gran poder sobre Mí, que es Mi Mismo Amor en vosotros, Yo no puedo negaros nada si estáis pidiendoMe lo que necesitáis, o lo que necesitan vuestros hermanos, con Amor, con Mi Amor en vosotros.
Si vosotros actuáis buscando el Bien de vuestros hermanos y esto, necesariamente lo hacéis con esto en Amor, Yo no os puedo negar nada. El Amor Me obliga, en cierta forma, a actuar, porque no puede haber un deseo malo cuando estáis viviendo en el Amor y prácticamente, no os puedo negar nada si estáis viviendo así, en el Amor y, sobre todo, viendo por el Bien de vuestros hermanos. Ése es el verdadero Amor, el buscar el Bien de vuestros hermanos y éste, a la vez, se va a volver un Bien para vosotros.
Ser otros Cristos, como os pedí antes, es vivir en la perfección del Amor y, si vivís en la perfección del Amor, pertenecéis al Reino de los Cielos y, de esta forma, conocéis que vuestro futuro eterno va a ser ahí. Como antes os dije, las almas intuyen a dónde pertenecen, sabéis, perfectamente, cuando estáis obrando en el mal, y, también, sabéis perfectamente, cuando estáis obrando en el Bien y, con ello, Me dais un gusto inmenso.
Seguid así, Mis pequeños, obrando en el Bien, para que Me deis el gusto inmenso de compartiros el Reino de los Cielos eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
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