MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.
A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.
20 DE JULIO DE 2011
Amadísimo Pueblo Mío:
Amadísimo Pueblo Mío, les bendigo.
¡CUÁNTO DOLOR EN MI CORAZÓN!
¡CUÁNTO SANGRAN CADA UNA DE MIS LLAGAS ANTE LAS INSISTENTES Y CONTINUAS CRUCIFIXIONES A QUE SOY SOMETIDO A CAUSA DEL PECADO
DESENFRENADO DE LA HUMANIDAD!
Les convoco a orar el SANTO TRISAGIO para que se unan a Nuestra Trinidad Sacrosanta. Se enrumban apresuradamente hacia el instante esperado. La ceguera del pecado no le permite a la humanidad mirar la verdad hacia la cual se enrumba.
MIS HIJOS PREDILECTOS deben llamar con fuerza a la mujer para que se acerque a recibirme dignamente vestida. ANTE UN REY DEBEN VESTIR CON DECORO Y DIGNIDAD.
MIS LAICOS, Mis laicos… los que se llaman cercanos a Mí y difusores de Mi Palabra, en estos instantes se vuelven en contra de Mi Iglesia, lacerándome a Mí continuamente. Desvirtúan Mi Palabra y atraen más sequedad hacia el corazón de aquellos que desconocen Mi Iglesia, que desconocen Mi Amor, y en su lugar les lanzan en manos del mal. No desvirtúen Mi Palabra, no den falsos conceptos a Mi Palabra, que esto causa más y mayor mal y alejan a gran cantidad de Mis hijos, les alejan de Mi y de Mi Madre.
MI PALABRA NO HA DESCENDIDO A LA HUMANIDAD EN VANO. He explicitado continuamente todo cuanto les he anunciado anteriormente. Explicito Mi Amor y Mi Misericordia y explicito la obstinación del hombre en continuar sumergido en el pecado. Sus ojos mirarán lo que ni la mente imagina, el dolor se acerca a la humanidad y supera cuanto el hombre imagina.
Un corazón de piedra, una carne envilecida en el pecado, una palabra de amor del Cielo, de Mi Casa… ignorada y despreciada.
PERO USTEDES FIELES MÍOS, USTEDES QUE CAMINAN EN ESPÍRITU Y VERDAD,
ÚNANSE, SEAN FUERZA, SEAN MURO QUE DEFIENDA A LA HUMANIDAD,
QUE LA DEFIENDA DE CAER AÚN MÁS EN LAS MANOS ENEMIGAS
Ustedes Mis fieles, ustedes que escuchan Mis llamados y los de Mi Madre:
Oren, intercedan por ustedes mismos para que los justos no caigan,
para que no caigan y se mantengan en pie.
Oren por Australia, padecerá.
Oren por Estados Unidos y México, el dolor anunciado ya llega a estos pueblos amados.
Oren, oren por Panamá, llorará.
Oren por la humanidad.
Acudan a los Sacramentos. Ustedes que Me aman y Me escuchan, respeten Mis Mandamientos aunque les traten de locos. Este Rey fue y es despreciado y aún falta que sea más despreciado PERO EL AMOR DE CADA UNO DE USTEDES SE MULTIPLICA AL INFINITO Y ES BÁLSAMO A MIS HERIDAS.
Les bendigo. Únanse en Mi Amor.
Les bendigo, les bendigo y MI IGLESIA SERÁ ESTREMECIDA PERO NO SERÁ DERRIBADA. Participarán de Mi Mesa y del gozo que Yo les he prometido.
LA PAZ Y EL AMOR REINARÁN PORQUE YO SOY SU DIOS.
Queden en Mi Paz.
Mi bendición permanezca en ustedes, en sus familiares y en toda la humanidad.
Mi bendición permanezca en todo cuanto ha sido creado desde el inicio de la Creación.
Todo es Mi Voluntad.
Su Jesús
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
VISIÓN DADA POR EL CIELO
A SU HIJA AMADA LUZ DE MARÍA
DESPUÉS DEL MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO DEL 20 DE JULIO 2011
Miro al Señor crucificado, Su Sangre cae abundantemente sobre toda la Tierra. Le miro doliente y al hombre abalanzándose sobre falsas promesas que le hace el maligno, encarnado en una criatura con aspecto humano, que como un gigante estremece el edificio de la Iglesia y amenaza derribarlo.
Miro a un pequeño número de almas fieles al Señor, junto a los Santos y Bienaventurados, junto a los Ángeles y junto a Pedro, sosteniendo ese gran edificio, sosteniendo a la Iglesia.
Miro a Mamá María radiante, grande y fuerte junto a San Miguel y ambos se acercan a la Iglesia y la toman bajo Su protección. Mamá María extiende Su Manto sobre la Iglesia amenazada y cubre también a los fieles, al pequeño número y los protege. San Miguel levanta Su Espada y lucha contra esa criatura del mal, hiriéndola de muerte y corta las cadenas con las que ese ser malvado tenía atada a toda la Iglesia por sus cuatro costados.
Miro a los Ángeles bajar del firmamento. Descienden miles y miles de ellos, luchan victoriosamente contra los demonios y rescatan a los hijos de Dios, que humildes, felices y agradecidos se postran reverentes adorando a la adorando a la Trinidad Sacrosanta.
Los mismos Ángeles extienden sus manos, limpian toda la Tierra de la inmundicia que ha sido derramada por el anticristo, y Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, regalan de nuevo al hombre una Tierra nueva. La Iglesia se levanta triunfante y enjoyada, mientras Mamá María es venerada, respetada y amada nuevamente por los hombres.
¡GLORIA A DIOS!
¡AMÉN!
¡ALELUYA!
