Escrito el 20.03.2013
Hermanos, bajo la acción del Espíritu Santo y ante la
proliferación de diversidad de mensajes y disertaciones personales de algunos
que se dedican a emitir algún tipo de explicaciones, deseo aclarar que
personalmente transmito la Palabra del Cielo como a mí se me da.
Encuentro conflicto cuando no discernimos la Palabra Divina,
como en el mensaje de Nuestro Señor Jesucristo de este día 20 de marzo del
2013. Para el Cielo: Cristo y la Madre
Santísima, todos somos Sus hijos y este es el trato normal de ellos ante Sus
hijos sea quien sea. Ante tanta inquietud de este instante debemos discernir
este tema, cuando Nuestro Señor Jesucristo llama al Papa Francisco:
"hijo"… ¿de qué otra forma llamaría un Padre a Su hijo?
No nos debemos dejar llevar por la sensibilidad sino por el
discernimiento. Los acontecimientos se
van desarrollando dependiendo de la respuesta del hombre y de la Misericordia
Divina.
Cristo hoy, nos ha dado un ejemplo de Su Infinita
Misericordia como lo hizo con San Pedro y con Judas. Ambos tuvieron la oportunidad de arrepentirse
y enmendar sus errores, ambos utilizaron su libre albedrío para hacer el bien o
para hacer el mal.
San Pedro lo negó y Cristo lo miró… y quedó en espera de la
reacción de San Pedro, quien con dolor en su corazón y verdadero
arrepentimiento, decidió con su libre albedrío hacer el bien… y Dios lo ayudó;
él puso de su parte siendo humilde y Dios lo hizo Su Vicario y Cabeza de Su
Iglesia y, como nos dijo la Santísima Virgen María el 20 de febrero del 2013:
“YA VENDRÁ EL MISMO PEDRO A SENTARSE EN SU SILLA JUNTO A MI AMADO HIJO Y
REINARÁ EN LA IGLESIA SANTA Y
REMANENTE”, lo que continuamos esperando en fe.
Por otro lado, Judas tuvo todas las oportunidades para
enmendarse, para ser fiel y decidió con su libre albedrío dar gusto a su
voluntad humana y así entregó a su Maestro por 30 monedas de plata. Pero Cristo
nunca lo expuso públicamente, sino dejó entrever lo que se estaba gestando,
aunque sabía quién lo traicionaría.
Cristo ha solicitado al Papa Francisco que decida si desea
obedecerle revelando el Tercer Secreto de Fátima, que contiene cuanto sucede en
la Institución de la Iglesia y en el Cuerpo Místico así como verdades
ocultas. Entonces el Papa Francisco
tiene la opción de obedecer a Cristo o dejarse emponzoñar por la masonería que
lo va a presionar para que haga lo que ellos quieren.
Cristo nos dijo que oremos, porque si Él, que es Dios, le da
una oportunidad al Papa Francisco para demostrarle su amor y fidelidad,
¿quiénes somos nosotros para juzgar? Y, ¿quiénes somos nosotros para exigirle a
Cristo una respuesta a nuestra conveniencia? Bien lo dijo Nuestro Señor en el
mensaje de hoy: “se sienten merecedores de conocer si Francisco es o no es un
Papa confiable” y nos recomienda orar.
Ahora nosotros también tenemos la oportunidad de ser
humildes, de seguir siendo fieles a Cristo y esperar con sabiduría y paciencia
a que los “frutos se den”, o podemos tomar nuestras propias decisiones.
Entonces hermanos; sabemos que estamos ya viviendo la Gran
Purificación y sabemos por adelantado que un falso Papa se sentará en el Trono
de Pedro (Apoc. 13,11ss)… pero siendo Amor y Justicia, Cristo no le niega a
nadie la oportunidad de optar por el bien o por el mal. Lo más sabio es
recurrir a la Santísima Virgen María a quien Cristo ha encomendado Su Iglesia
en este tiempo de tanta confusión y peligro.
Así que a nosotros cristianos católicos, ¿por qué nos sorprenden estas
Palabras Divinas?
MANTENGÁMONOS UNIDOS, SIGUIENDO A UN SOLO PASTOR: A CRISTO,
NUESTRO SEÑOR, QUE PERMANECE CON NOSOTROS Y NO NOS ABANDONARÁ.
Luz de María, 20 de Marzo del 2013