13/07/2010
Mensaje de Nuestra Señora.....No:3345
Queridos hijos, Dios tiene prisa. No crucéis los brazos. He ahí que llegaron los tiempos por Mí predichos. No viváis alejados del Señor. Él os espera con inmenso amor de Padre. Sed hombres y mujeres de oración, pues solamente así podéis contribuir para la conversión de la humanidad. Vivís el tiempo peor que el tiempo del diluvio. Los hombres se alejaron del Creador y caminan hacia un gran abismo. Yo soy vuestra Madre y sufro por aquello que viene para vosotros. Arrepentíos y volveos a Jesús. Os pido que hagáis el bien a todos y que en todo lugar busquéis testificar mis llamados. Aún tengo cosas nobles que revelaros. Estad atentos. La muerte pasará por el norte de Italia y mis pobres hijos beberán el cáliz amargo del dolor. Semejantes sufrimientos vivirán los habitantes de la tierra del Evangelista. Doblad vuestras rodillas en oración. Repito: no os alejéis de la oración. He ahí el tiempo oportuno para vuestro regreso al Señor. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Mensaje de Nuestra Señora.....No:3345
Queridos hijos, Dios tiene prisa. No crucéis los brazos. He ahí que llegaron los tiempos por Mí predichos. No viváis alejados del Señor. Él os espera con inmenso amor de Padre. Sed hombres y mujeres de oración, pues solamente así podéis contribuir para la conversión de la humanidad. Vivís el tiempo peor que el tiempo del diluvio. Los hombres se alejaron del Creador y caminan hacia un gran abismo. Yo soy vuestra Madre y sufro por aquello que viene para vosotros. Arrepentíos y volveos a Jesús. Os pido que hagáis el bien a todos y que en todo lugar busquéis testificar mis llamados. Aún tengo cosas nobles que revelaros. Estad atentos. La muerte pasará por el norte de Italia y mis pobres hijos beberán el cáliz amargo del dolor. Semejantes sufrimientos vivirán los habitantes de la tierra del Evangelista. Doblad vuestras rodillas en oración. Repito: no os alejéis de la oración. He ahí el tiempo oportuno para vuestro regreso al Señor. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
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Vidente Pedro Regis.