Rosario vespertino.
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Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Todo aquello que vosotros deis a vuestros hermanos, se os regresará a vosotros y a vuestra familia, lo que les hagáis a ellos, Me lo estaréis haciendo a Mí, así que, si vosotros no estáis amando, no estáis difundiendo Mi Amor.
Hijitos Míos, cuando Yo os dije que la Iglesia se iba a mantener hasta el fin del Mundo, es Mi Promesa, satanás la ha querido destruir desde que fue creada por Mí, cuando vivía Yo en la Tierra y cuando fui reuniendo a los primeros apóstoles y a aquellos que iban a transmitir Mi Palabra y Mi Amor a todo el Mundo.
Yo Soy Todo Amor, Mi Evangelización es Amor, porque Mi Evangelización os va a preparar para llegar al Reino de los Cielos y en el Reino de los Cielos, se vive el Amor. Por eso, satanás ataca tan fuertemente a Mi Iglesia, que es vuestra Iglesia también, porque vosotros, al buscarMe a Mí, estáis buscando el Amor, pero no es un amor común y corriente, un amor humano, es un Amor Divino, un Amor que, ciertamente, el mismo satanás lo vivió, pero que perdió por su soberbia, por su traición, por su maldad.
Todos vosotros estáis llamados a vivir en el Amor, pero tenéis que ejercitarlo. Ciertamente, Yo os lo he dado desde el momento de vuestro Bautismo, pero son pocas las almas que se mantienen haciéndolo crecer.
Vinisteis a la Tierra a transformar a este Mundo. El Padre, vuestro Padre, Creó todo por amor y todo se desarrolla en el Amor, así que, si vosotros no estáis buscando el Amor, difícilmente entraréis al Reino de los Cielos.
Ciertamente, cuando morís, se os Juzga y vemos qué tanto Amor tenéis, qué tanto Amor cultivasteis en la Tierra, cómo tomasteis todas las oportunidades que se os dieron para amar, para ser amados y para que Me trajerais almas para que Me amaran.
Poco pensáis en ello, Mis pequeños, el Amor, Puro y Santo, el Amor Divino, lo es todo. Debéis buscarlo a como dé lugar, e ir erradicando de vuestra persona, todo aquello que haga crecer en vosotros lo que viene de satanás, como es la maldad, el odio, la perversión, la muerte, la destrucción y tantas y tantas cosas negativas a donde os lleva satanás, engañándoos.
Ciertamente necesitáis el Discernimiento Santo, que os he dicho que lo pidáis continuamente.
Recordad que todo aquello que vosotros deis a vuestros hermanos, se os regresará a vosotros y a vuestra familia, lo que les hagáis a ellos, Me lo estaréis haciendo a Mí, así que, si vosotros no estáis amando, no estáis difundiendo Mi Amor y por consiguiente, cambiando a este Mundo de maldad a un Mundo de Bien.
Buscad siempre primero agradarMe a Mí, vuestro Dios, antes que a vosotros. Dejad Mi Amor en vuestros hermanos, dejadles alegría, bienestar y si no tienen de lo material y de lo espiritual, ayudadles. Yo os lo regresaré al ciento por uno, estad seguros, Mis pequeños, que Yo siempre estaré junto a vosotros y, especialmente, cuando hagáis el Bien a vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os amo infinitamente, ¿con qué Palabras os tengo que decir esto, Mis pequeños?, estáis a momentos insignificantes para que todo se realice, para que vuestro Mundo se purifique y cambie todo para Bien, y eso incluye eliminación de infinidad de almas.
¡Ay!, de aquellos que han tratado de destruir Mi Obra, ¡ay!, de aquellos que han dado un mal ejemplo y han afectado la vida espiritual de vuestros hermanos, ¡ay!, de aquellos que aparentan vivir vida de amor, vida de respeto a Mis Mandamientos, pero que llevan una vida de maldad, de deshonra, de traición.
Yo, vuestro Dios, conozco los corazones, conozco cómo actuáis cada uno de vosotros, conozco vuestra vida íntima, conozco vuestros pensamientos, nada se escapa a Mí y Me duele tanto entrar en muchas almas y no hay cabida para Mí. Almas que Me han cerrado la puerta; almas que no Me dejan vivir en ellas, almas, que en lugar de producir un bien, están produciendo maldad, porque le han abierto su corazón a satanás.
Os he dado mucho tiempo para que entendierais lo que Yo quería. Os he avisado a través de muchos hermanos vuestros, alrededor del Mundo, que son Mis profetas de este tiempo, para que cambiarais y que Yo viera en vosotros Mi Luz, que es Mi Presencia en vosotros, pero solamente tenéis obscuridad y maldad, porque le permitisteis la entrada a satanás en vuestro corazón.
No habéis entendido que, de satanás, solamente ibais a obtener maldad, traición, destrucción de todo lo que Mi Hijo y Yo os diMos y, ¿qué ganabais con ello?, darMe la espalda, rechazar todo lo que viene de Mí y, con eso, Me estáis manifestando que Me estáis traicionando, que no os interesa que Yo Viva en vosotros, que no os interesa que Yo os guíe por caminos seguros, que no os interesa vivir aquí en la Tierra dando ejemplo de que Yo Vivo en vosotros, que Yo os protejo, que Yo os amo, porque a muchos de vosotros os da vergüenza tenerMe, no os interesa transmitirMe, no os interesa vivir y morir por Mí.
¿No os dais cuenta que estáis perdiendo un Tesoro inmenso y eterno?, ¿que vuestro paso por la Tierra ha sido efímero e inútil?, ¿que tendréis una eternidad de Vida o de muerte, dependiendo de vuestros actos?, y, con eso, dais a entender que no habéis actuado con Sabiduría en vuestro vida, os habéis dejado mover por vuestros propios intereses por vuestras pasiones, por vuestro pecado, porque, ciertamente, no hay Virtud en vuestra vida.
Estáis a momentos de una Purificación Universal, ciertamente, os amo, aún a pesar de que Me rechazáis y Me traicionáis y os he dado infinidad de oportunidades para regresar a Mí, pero, si en vuestro libre albedrío habéis escogido ésa posición de traición y de olvido hacia Mí, Me duele inmensamente pero, respeto vuestra decisión y, ciertamente, padeceréis vuestro error.
He ido alrededor del Mundo insistiéndoos en múltiples ocasiones y con lo mismo: que os arrepintáis y volváis a Mí.
Un padre o una madre que aman, tratan de recuperar el amor de los hijos, sobre todo, cuando van por malos caminos. No dejan pasar ninguna oportunidad para insistirles que recapaciten y que regresen al hogar, que regresen al buen camino, que dejen atrás ésa mala vida, y Yo hago lo mismo, porque si hay un Padre Amoroso, ése Soy Yo, vuestro Dios y quisiera hacer algo más para atraer vuestra alma hacia Mí, y encarcelarla en Mi Corazón, pero Yo os di la libertad y la respeto y, vosotros, en libertad, habéis escogido vuestro camino y vuestro destino y, lo respeto, así que, no os volváis en contra hacia Mí y Me reprendáis, vuestro Juicio, el resultado de él, con vuestro castigo, si así os lo merecéis.
Escogisteis libremente y actuasteis libremente y, si os condenáis, es porque vosotros escogisteis ésa vida. Yo, lo que menos quiero es que un alma se pierda.
Os amo infinitamente, ¿con qué Palabras os tengo que decir esto, Mis pequeños?, estáis a momentos insignificantes para que todo se realice, para que vuestro Mundo se purifique y cambie todo para Bien, y eso incluye eliminación de infinidad de almas.
Vosotros no pensáis en el Dolor que Me causáis con vuestra condenación. Sois egoístas, os he creado en el Amor, os he cuidado desde vuestra concepción y antes de ella, porque estabais en Mi Pensamiento; os he cuidado toda vuestra vida y, vosotros, ¿cómo Me pagáis? Con el desprecio, con el olvido, con la traición, con la blasfemia, con la maldad y todo eso, aconsejado por satanás.
Desgraciadamente, para muchos de vosotros, será muy tarde para que os arrepintáis, cuando os deis cuenta de lo que ahora os estoy diciendo, pero ya no tendréis la oportunidad del arrepentimiento; mientras esté vuestra alma en vuestro cuerpo, podéis tener ésa oportunidad del arrepentimiento, cuando vuestra alma salga de vuestro cuerpo y se presente ante Mí, conoceréis todo, pero ya no habrá oportunidad de arrepentimiento. Meditad esto, Mis pequeños, porque el tiempo es próximo.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vuestro cuerpo es solamente vehículo, os lo he dicho muchas veces, vuestra alma, es la que tiene que ir a misionar, es la que vale, la que transmitirá Palabras de Vida, Palabras de aliento, Palabras de Amor.
Os he dicho que Mi Santo Espíritu ya está entre vosotros, Él os irá guiando. Ciertamente, no estáis preparados para una tribulación como la que tendréis.
Aquellos escogidos, serán guiados por Mi Santo Espíritu, estaréis seguros de lo que haréis, puesto que Él os llevará por caminos en los cuales satanás no os podrá atacar y destruir.
Mi Hija, la Siempre Virgen María, os estará protegiendo contra los ataques de satanás. Son Sus tiempos, tiempos de la gran lucha entre la Mujer y la serpiente. Los hijos de Mi Hija María contra aquellos enemigos del Amor.
Mis pequeños, os debéis sentir contentos, los que habéis sido escogidos, ciertamente, sentís en vuestro corazón felicidad, pero también duda. Ciertamente, estáis llenos de pecado, pero Mi Amor y Mi Misericordia, que los conocéis, os están protegiendo y guiando, y a pesar de vuestros pecados, sentís Mi Amor sobre vosotros.
Os pido que os mantengáis creciendo en Él, y Lo transmitáis a vuestros hermanos; al estar Mi Santo Espíritu guiándoos, os dará también la Fortaleza para manteneros fuertes ante los acontecimientos.
Satanás querrá aprovechar ésos momentos, para que muchos de vuestros hermanos, hasta se quieran quitar la vida por la desesperación a donde él os puede llevar.
Dejaos tomar por Mi Santo Espíritu, para que Él os lleve hacia aquellas almas que quieran cometer estas faltas abominables a Mis Ojos.
Dejaos mover por Mi Santo Espíritu para que os dé la Fortaleza, para soportar las pruebas y para que no os desalentéis ante los acontecimientos.
El hombre es así, cuando empieza a ver destrucción, cuando empieza a ver que lo que tiene lo va perdiendo, empieza la desesperanza, el dolor, pero, os he dicho, que así como se os vaya quitando de lo material, os lo voy a ir recuperando en lo espiritual. Vuestra vida es espiritual, ciertamente, tenéis lo material para que vuestro cuerpo se proteja, viva y lleve a vuestra alma a donde tiene que ir a misionar, ahora, meditad esta frase que os acabo de decir: vuestro cuerpo es solamente vehículo, os lo he dicho muchas veces, vuestra alma, es la que tiene que ir a misionar, es la que vale, la que transmitirá Palabras de Vida, Palabras de aliento, Palabras de Amor. Vosotros ayudaréis a vivir a muchos de vuestros hermanos que, dudando estarán.
Dejaos mover libremente por Mi Santo Espíritu, además, de que Mi Hija, la Siempre Virgen María, os estará cuidando para que llevéis a cabo la obra que os he encomendado y para la que habéis sido preparados por años. Todo pasará rápido, vuestra prueba no durará mucho, pero deberéis estar totalmente sueltos a Mi Voluntad, para que no Me falléis, para que no le falléis a vuestros hermanos. El amor que vosotros deis a vuestros hermanos, y que ellos tomen, vencerá a satanás, porque Mi Madre estará con vosotros y Ella llevará el Amor, el Verdadero Amor que debe existir entre los hombres, a todos vosotros. Lleva el Amor de Su Hijo, Jesucristo, vuestro Salvador y, vosotros, viviréis ése Amor y éste se manifestará después de la Purificación, porque os uniréis en el Amor, al ayudaros los unos a los otros.
En un principio os desesperaréis, por ver destrucción, pero, al final, os alegraréis y os asombraréis, al ver cómo Mi Misericordia trabaja sobre vosotros, porque veréis el Triunfo del Amor por sobre todo el mal que satanás a difundido por toda la Tierra y en el Universo entero.
Mi Hijo regresará a triunfar sobre todas las almas que se mantuvieron en Mi Amor y lucharon porque éste nunca saliera de su corazón. Las almas que queden, el resto fiel, son almas triunfadoras que, a pesar de que el mal las rodeaba, no se dejaron destruir por él, aunque, en momentos caían, con Mis Sacramentos, regresaban, nuevamente, al estado de Gracia.
Ciertamente, no sois perfectos, como para que os mantengáis constantemente en Gracia, como Mi Hijo, Quien os dejó los Sacramentos, para que vosotros regresarais a la Vida y crecierais con ellos. Me duele ver, cómo hay tantos de vuestros hermanos, que han desperdiciado toda ésta Vida Sacramental que se os dejó, para que tuvierais Vida Eterna. ¡Cuánta necedad del hombre! ¡Cuánta tontería! ¡Cuánto desperdicio!, pero fue su decisión. Orad, todavía, por aquellos hermanos vuestros, para que, por vuestra oración, puedan regresar a Mí.
Orad con todo vuestro corazón, unidos al Corazón de Mi Hijo, para mover corazones por vuestra intercesión. Dadles vida, como Yo os he dado Vida, os lo agradeceré eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: ¿No os dais cuenta, Mis pequeños, que vosotros mismos sois los que os protegéis contra los ataques de satanás, en sus múltiples formas, cuando oráis, cuando os ofrecéis, cuando os donáis?
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, el Padre y en Su Santísima Trinidad, Me han dado muchas Gracias, muchos Dones, muchas Virtudes, todas en grado máximo y, entre ellas, el de Ser Dispensadora de todas las Gracias y Bendiciones que llegan a la Tierra.
Mis pequeños, el Mundo está en crisis pero, en buena parte, por vosotros mismos, porque hicisteis a un lado la oración, dejasteis a un lado la vida espiritual, ya no hay sacrificios, ni penitencias, ni ayunos. Todo esto os lo he pedido en Mis Apariciones grandes y aún pequeñas, porque, a través de ellos, Yo puedo conseguir para vosotros, muchas Bendiciones de parte de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad.
Vosotros, no Me estáis ayudando a entregarLe a Nuestro Dios vuestras donaciones. Cuando vosotros hacéis una oración, cuando hacéis penitencia, ayunos, cuando vosotros os dais, de alguna forma, al Padre, en Su Santísima Trinidad, Él derrama Bendiciones, Yo las tomo y las reparto en el Mundo, pero, ahora, por estar tan distraídos y estar haciendo vuestra vida, ya no tenéis vida espiritual, por ello, prácticamente, no llegan oraciones ni donaciones al Cielo y poco recibe la Tierra de parte de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad. ¿No os dais cuenta, Mis pequeños, que vosotros mismos sois los que os protegéis contra los ataques de satanás, en sus múltiples formas, cuando oráis, cuando os ofrecéis, cuando os donáis?
Si hubiera Sabiduría en vosotros, entenderíais cuál es la mecánica del Cielo, os estáis perdiendo de la Protección Divina, porque no hay donación humana.
Vosotros, recibís de lo que dais, ciertamente, aumentado, porque así es Nuestro Dios. Si vosotros Le dais uno, ¡Él da veinte, treinta, cien, quinientos! Él da mucho más de lo que vosotros dais, porque os ama infinitamente, pero, aún a pesar de esto, vosotros no queréis dar y eso recae inmediatamente sobre vosotros. Satanás ha tomado tanta fuerza, que os está destrozando y lo estáis viendo. A nivel mundial, ya muchos pueblos de la Tierra están padeciendo mucha maldad de satanás en diferentes formas y, no queréis reaccionar, vuestros gobernantes se han vendido a satanás y os están destruyendo; tontamente, ellos han pactado con satanás, creyendo que de él obtendrán grandes cosas y no os dais cuenta que vosotros, los representantes de los pueblos, los que habéis hecho pacto con satanás, estáis incluidos dentro de la destrucción a donde os está llevando satanás y, además, seréis más torturados en el Infierno. ¡Qué tontos sois! Hacer a un lado a vuestro Dios y hacer pacto con aquél que os va a hacer sufrir eternamente.
Mis pequeños, si queréis que esta Purificación pase rápido y no sea tan dolorosa, regresad a vuestro Dios, arrepentíos de vuestros pecados, implorad Misericordia, implorad perdón de vuestros pecados y, ciertamente, que obtendréis Misericordia de Nuestro Dios.
Os repito lo que Nuestro Padre ha dicho, ya no hay tiempo, el tiempo se terminó, es inminente el cambio, entended, que no quereMos vuestra muerte eterna, quereMos vuestro arrepentimiento, para que regreséis al Reino de los Cielos, donde os está aguardando vuestro lugar que dejasteis cuando bajasteis a la Tierra a misionar en el Amor de Nuestro Dios.
No desperdiciéis todas las oportunidades que se os dan de conversión y salvación. Soy vuestra Madre y os amo inmensamente y quiero lo mejor para vosotros. El Padre os ama, en Su Santísima Trinidad, como vosotros no os lo imagináis, dadLe vuestra alma, dadLe todo vuestro ser, para que Él Viva en vosotros y para que vosotros podáis vivir eternamente con Él.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: MostradMe ante vuestros hermanos, porque, así, como deberéis ver en vuestros hermanos Mi Presencia y por eso les ayudaréis, ellos, Me verán también en vosotros, verán Mi Misericordia a través de vosotros.
Hijitos Míos, os he dado las obras de Misericordia, para que con ellas pudierais crecer espiritualmente, pero ¿qué hacéis la mayoría de vosotros, cuando os pongo delante de vosotros a un hermano vuestro, a quien podéis ayudar? Pasáis de largo, volteáis para otro lado para no ver su cara de dolor, de desesperación o de deseo de ayuda. Cerráis vuestro corazón, cerráis vuestro bolsillo, no compartís de lo que ni siquiera es vuestro, porque todo os lo he dado Yo, y ¿así queréis el Reino de los Cielos?, cerrando vuestro corazón y guardando para vosotros lo que no os pertenece, aunque, ciertamente, lo hayáis trabajado, pero Yo os he dado todas las capacidades necesarias para que tuvierais de lo material.
Todo se pondrá en la balanza, Mis pequeños, éstos serán tiempos en que deberéis vivir las obras de Misericordia.
Desde ahora, os voy adelantando lo que viviréis, para que os vayáis preparando, para que meditéis y no seáis como aquellos que pasaron ante el hombre herido de la Parábola, y nadie lo quiso atender, sino aquél que era enemigo de raza del herido.
Ponéis muchos pretextos para no ayudar a vuestros hermanos necesitados, y no os dais cuenta que lo que no estáis haciendo con vuestro hermano, no Me lo estáis haciendo a Mí, vuestro Dios. Yo estoy en cada uno de vosotros, Yo estoy en el alma de cada uno de vosotros y al Vivir Yo, en cada uno de vosotros, es vuestra tarea y, sobre todo, vuestra compasión, el verMe a Mí, en vuestros hermanos necesitados.
Aprovechad, Mis pequeños, estas oportunidades, que todavía tendréis, para ejercitar vuestro amor, viviendo ésas obras de Misericordia, para que no cerréis, ya, vuestro corazón ante vuestros hermanos y, de esa forma, no os arriesguéis a que Yo, vuestro Dios, Jesucristo, que vivió entre vosotros, a la hora en que lleguéis ante Mí, para ser juzgados, Yo os desconozca, os diga que no os conozco porque no estáis actuando o no actuasteis como debierais.
Dad amor, Mis pequeños, y Yo os lo regresaré en grandes cantidades, nunca Me ganaréis en Amor. Vosotros dais poco, porque no sois perfectos, pero ése poco que vosotros deis y lo deis con amor, con una verdadera entrega, se os regresará multiplicado infinitamente.
MostradMe ante vuestros hermanos, porque, así, como deberéis ver en vuestros hermanos Mi Presencia y por eso les ayudaréis, ellos, Me verán también en vosotros, verán Mi Misericordia a través de vosotros y, así, por todos los que veáis como vuestro prójimo, por ellos seréis bendecidos eternamente por Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.
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miércoles, 13 de julio de 2016
Jun 30_16 El Amor, Puro y Santo, el Amor Divino, lo es todo.
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